Mañana se celebra el Día Internacional de la Mujer. Buena ocasión para reflexionar sobre las intrincadas cuestiones de la discriminación por el sexo. Seguimos necesitando esta celebración y me temo que seguirá siendo necesaria durante muchos años, al paso que vamos.
Cuesta creer que hay personas (y partidos políticos y mujeres dentro de esos partidos) que se resisten a aceptar una evidencia tan palmaria. Existe el sexismo. Vivimos todavía en una sociedad patriarcal. Sus efectos son clamorosos y permanentes: asesinatos que no cesan (más de mil en España desde 2003, año en el que se empieza el terrible cómputo; más víctimas que todas las causadas por ETA en toda su historia), brecha salarial, expectativas a la baja para la mujer, doble moral, manadas de violadores, acoso incesante, techo de cristal, abusos sobre niñas… Hay sexismo en la sociedad. Tan arraigado, tan metido en las entrañas del sistema que parece ser natural.
Me gusta mucho el lapidario título del libro coordinado por Levontin y Rose: ‘No está en los genes’. El sexismo es una construcción cultural que ha venido discriminando (y sigue haciéndolo de formas burdas y sutiles) a las mujeres por el simple hecho de haber nacido mujeres.
No he leído el texto de la próxima Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual. Sólo conozco lo que la prensa está diciendo sobre ella. Por cierto, me molesta que esté ocupando más espacio del debate la supuesta discrepancia entre la ministra de Igualdad (Unidas Podemos) y la vicepresidenta del Gobierno (PSOE) que la esencia, el sentido y el contenido de la ley. Una ley que se está simplificando bajo el lema ‘solo sí es sí’, pero que aborda otras muchas cuestiones para erradicar el sexismo. Me preocupa también que se piense que una ley puede cambiarlo todo sin pensar, por ejemplo, en la enorme importancia que tiene la educación sexual para evitar comportamientos abusivos. Más vale prevenir que curar y castigar. Qué razón tiene Michel Crozier cuando titula así uno de sus libros: ‘La sociedad no cambia por decreto’.
Tenemos que erradicar las concepciones equivocadas, los estereotipos dañinos, las actitudes sexistas y los comportamientos discriminatorios. Ayer mismo, en la cola de pago de Mercadona, un caballero me pidió permiso para adelantarse y pagar un par de barras de pan. Le dije que sí. Me quiso agradecer el gesto:
• Muchas gracias. Los hombres tenemos que ayudarnos. Porque, vaya la que nos está cayendo encima. Ahora están con eso de ‘solo sí es sí’. Siempre ha estado claro lo que es sí y lo que es no.
Pagó rápidamente y se fue. Estuve a punto de seguirle, pero no podía abandonar mi compra, todavía sin pagar. Me hubiera gustado decirle:
• Pues no, señor, no. A nosotros no nos está cayendo nada más que la necesidad de pensar y de mejorar. Nosotros no somos las víctimas de esa confusión. Las víctimas han sido siempre las mujeres. No ha estado nunca muy claro en la mente de los hombres cuándo era sí y cuándo era no. Es más, muchas veces se ha interpretado el silencio como un sí e, incluso, un no rotundo como un ‘pero si lo estás deseando’ o ‘no me importa lo que tú digas’, o ‘por qué no si yo quiero que sea sí’.
Si no estoy mal informado, el piropo va a ser considerado en la ley como ‘acoso ocasional’. (La palabra piropo proviene del latín ‘piropus’ y a su vez del griego ‘piropos’, donde ‘pyr’ es fuego y ‘ops’ es equivalente a ojos, así que significaría fuego en los ojos). No se debería llamar ‘acoso callejero’ porque el piropo puede tener lugar también en el trabajo, en un restaurante o en una sala de fiestas. Y me parece bien que se castigue el piropo cuando la mujer lo denuncia. Aunque el autor diga que era bienintencionado.
«Si se suelta un piropo, la víctima denuncia y la Policía lo lleva a un juzgado, el problema es que a lo mejor no era un piropo», explican fuentes del Ministerio de Igualdad. Es fácil discernir un piropo ofensivo de una frase cortés que puede ser dirigida igualmente a un hombre y a una mujer.
Nadie ha pedido la opinión al que lanza el piropo. Nadie le ha preguntado por el juicio que le merece una mujer. Pero lo está formulando, quiera ella o no. Porque se siente con el derecho a hacerlo. Lo que significa que tiene el poder (casi la obligación) de decir quién le parece guapa o fea, quién le parece o no atractiva.
Por otra parte, el galán considera que la mujer debería estar encantada de recibirlo. E, incluso, agradecida. Porque ha sido merecedora de un elogio al que otras no se han hecho acreedoras. El piropo se centra siempre en cualidades físicas de la mujer. En sus formas, en su escote, en la belleza de su rostro, en el color de sus ojos, en la hermosura de su cabello. La cosifica. Es solo la fachada lo que se hace objeto del piropo.
No sé si hemos pensado en la trampa que encierra la galantería (que, en sí, no me parece buena). Las mujeres, primero. Sí, pero para pasar antes por una puerta, para ceder un asiento, para abrir la puerta del coche, para acercar una silla en el restaurante… Pero no para ofrecerle un puesto de trabajo, no para formular expectativas altas, no para tener un cargo en la empresa…
He titulado el artículo con un piropo. A unos les parecerá cursi, a otros elegante, a otros ridículo. El caso es que quien lo formula se da el derecho de hacer un juicio que, como decía, nadie le ha pedido a quien lo lanza. El caso es saber qué piensa de él la mujer. «Si a la mujer le parece bien, dice la ministra de Igualdad, no hay problema». ¿Y si la mujer lo acepta aunque sea ofensivo y humillante? ¿Puede denunciarlo otra persona?
Qué decir de los piropos groseros, de los piropos que son insultos a la dignidad de la persona. Insultos que, algunas veces, son celebrados y reídos por otros machos que los escuchan y aplauden.
Hay quien puede decir: habiendo cuestiones tan graves como las violaciones, los asesinatos, los malos tratos…, esta cuestión de los piropos no tiene la menor importancia. Pues claro que la tiene. Porque es echar leña al fuego del sexismo. Porque no hay cuestiones sin importancia en asuntos de discriminación.
Puede que haya mujeres que digan: pues si son bonitos, a mí me gustan. No les veo nada malo. Y toman el piropo como una halagüeña señal de admiración. Todo esto contribuye a que la mujer tenga que mostrarse siempre atractiva, hermosa, digna de ver a ojos de los demás, sobre todo a ojos de los hombres. Ellas están hechas para agradar a los hombres.
Me ha preocupado siempre que las mujeres pasen por alto las agresiones, el acoso y la discriminación. No hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor. He visto hace poco la película ‘El escándalo’, del director Jay Roach, protagonizada por Margot Robbie, Nicole Kidman y Charlize Theron. Los abusos de Roger Ailes, dueño del imperio mediático de la Fox Neux propician su caída estrepitosa por la valentía de un grupo de mujeres que se enfrentan al poder. Hay cuestiones de sexo, claro está. Pero hay, sobre todo, cuestiones de poder. La figura más patética de la película es la esposa del magnate. Una mujer sumisa que hace suyos los planteamiento del abusador, que le trata de proteger, de cuidar, de disculpar. Las otras mujeres tenían posibilidad de rebelarse, de liberarse, de salir del infierno; ella no. Ella se sentía calentita en aquel fuego.
Vuelvo al piropo. Que puede ser una trampa. Porque quien lo formula no busca el bien de la destinataria, sino el reconocimiento de su galantería, de su ingenio, o de su picardía. Lo que busca el que lanza un piropo es que la destinataria se fije en él. Por eso aparecen en la red espacios en los que se encuentra: ‘1000 piropos para enamorar’, ‘piropos románticos’, ‘los mejores piropos en español’…
Se agrava el acoso cuando el piropo es persistente, grosero y no deseado. Cuando la mujer lo rechaza de forma clara y contundente. Y, a pesar de ello, el que piropea lo sigue haciendo una y otra vez.
Capítulo aparte merecen los chistes sexistas. Algunos son verdaderamente groseros y, por ende, humillantes. Chistes en que la mujer es tratada como una mercancía sexual o un objeto de adorno. Pero ese es otro capítulo. Y otro más las letras sexistas de muchas canciones de autores latinos muy en boga.
Todo ello impulsa esa forma de esclavitud que es la obligación de estar bella, de estar atractiva, de estar… para que le lancen piropos los demás. Un camino que no lleva precisamente a la igualdad, al respeto y a la justicia.
QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MIGUEL-ÁNGEL: Un saludo afectuoso para Lourdes y Carla; para ti; y para tus lectores y lectoras.
El artículo que nos regalas hoy es muy oportuno: te haces eco, un año más, de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Nos comentas el anteproyecto de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, cuya formulación lingüísitica, si se me permite, despista en vez de iluminar sobre los contenidos medulares de la normativa. Las actitudes, los estereotipos interiorizados, los clichés machistas no cambian por decreto: hace falta una maduración, un trabajo interior, educativo, meticuloso… Recuerdo con qué entusiasmo, ilusión y dedicación abnegada trabajé el curso 2008-2009, siendo docente del IES Adaja de Arévalo (Ávila), en mi función de consejero responsable del plan para la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres. Había que concretar para la realidad del centro , de su entorno inmediato y de la comunidad educativa las exigencias (concreciones) marcadas por dos Leyes Orgánicas (la de Violencia de Género y la de Igualdad Efectiva). Se trataba de leyes que valoraban el poder de la actividad y del quehacer educativo para cambiar el «statu quo» respecto a la violencia de género, las desigualdades entre hombres y mujeres, niños y niñas…Te puedo garantizar que todos (servidor, profesorado, directivos, alumnos y alumnas, y familias y personal no docente aprendimos mucho).
Querido Carlos:
Ayer hice un complicado viaje a Palma de Mallorca para impartir una conferencia sobre evaluación en un Congreso de Maecenas. Luego regresé a Málaga, vía Barcelona. No tuve niun minuto para contestar ate estupendo comentario.
Sé de tu compromiso con esta causa, que es la causa de la justicia, de la igualdad de derechos y oportunidades.
Estoy seguro del impacto de tu trabajo como coordinador porque sé que pones toda el alma en lo que haces.
Un gran abrazo y feliz día 8 de marzo. Por la igualdad.
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PD: Al más madrugador de mis comentaristas.
Querido MIGUEL-ÁNGEL: Un saludo cordial.
Imaginé que tus compromisos académicos (y los desplazamientos) te impedían interactuar con tus comentaristas. No cabe duda de que El adarve, tu blog, supone una experiencia enriquecedora para todos y para todas. Levantarse cada sábado (aunque sea a deshora, al alba…) sabiendo que nos brindas un nuevo artículo es un incentivo ilusionante y motivador. Por todo ello, quiero expresarte públicamente mi agradecimiento.
Un abrazo para ti, para Carla y para Lourdes.
Querido Carlos:
La alegría para mí es saber que algunos lectores y lectoras se acercarán a lo que escribo. Y que un puñadito de esforzados comentaristas secarán eco de mis ideas y sentimientos.
Me alegra tener el compromiso de enviar cada viernes el artículo del blog. No existe un artículo si no hay unos ojos que se detengan a leerlo.
Tenía otro texto preparado para este sábado, pero el viernes cae en la cuenta de que hoy se celebraba este día tan importante y decidí dedicar las reflexiones a esta lacra que no acaba de extinguirse.
Tenemos que seguir pensando, sintiendo y actuando.
Muchas gracias, amigo.
Mis mujeres te devuelven el saludo.
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Reflexiones muy interesantes…Como orientadora estoy alarmada porque estoy viendo cada vez más conductas sexistas entre el alumnado, control y sumisión de la niña al niño pero lo que es peor que la niña lo justifica y los celos los consideran “amor”. Leí un artículo en el país Sexismo a golpe de WhatsApp que me sobrecogió y que lo trabajo en tutoría como reflexión y lo peor es que se sienten identificadas. Recientemente en una conversación con una compañera que trabaja en la Consejería de Asturias, tuvimos una conversación sobre este tema en el que coincidíamos…los programas actuales no están dando los resultados esperados. Ha aumentado el consumo de pornografía entre jóvenes donde la mujer es un simple objeto, y no digamos los videojuegos donde la mujer tiene un papel secundario, sumisa, objeto de hombres…y donde muchas niñas cuando juegan lo hacen a través de un rol masculino…me recuerda mucho a los libros educativos del siglo pasado donde se leía textualmente que la mujer tenía que estar al servicio del Hombre. Me gustaría que el gobierno se tomara en serio todo lo que está pasando, que escuchara a nuestros jóvenes porque ellos y ellas tienen mucho que decirnos. Como bien dices… esta situación no va a cambiar con un decretazo…Debería prohibirse videojuegos sexistas, racistas…. Y la lucha debería ir más allá de una mano de pintura…entremos en las entrañas del problema y mejoremos…porque está claro que hemos retrocedido hacia atrás…En mis tiempos las niñas y niños éramos más conscientes y estábamos menos manipulados por el entorno….Espero que algún día se den cuento que para cambiar la sociedad y la escuela…hay que escuchar y mucho a nuestros jóvenes….Pienso al igual que Tonucci que debería existir en cada Ministerio y consejería un consejo de niños y niñas…todo mejoraría y además cumpliríamos el Artículo de la convención de los Derechos de los niños y niñas. (Artículos 12) – En los asuntos que le afecten, en función de la edad y madurez: “Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”. Yo ya lo he propuesto a nuestra Consejería de Educación en el primer punto, para mejorar nuestra Escuela y adaptarla al presente, porque lamentablemente sigue anclada en el pasado y así es muy difícil visualizar una Escuela por y para el futuro.
Querida María José:
No sabes cuánto me alegra tenerte de comentarista habitual.
Porque escribes desde la experiencia, desde dentro.
Mi mujerces orientadora.
También detecta y le preocupa ese retroceso.
Estuve a punto de dedicar el artículo a esa inquietante cuestión.
Ayer mismo lo comentábamos respecto a las letras de las canciones en las mujeres aparecen como objetos. ¿Qué estamos haciendo mal?
El año pasado publiqué en Argentina un libro titulado CONTRA EL SEXISMO. TEXTOS Y PRÁCTICAS POR LA IGUALDAD.
Conozco bien a Tonucci y comparto su propuesta.
Besos y gracias.
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Tema interesante y de actualidad el de la igualdad entre hombres y mujeres.
Lo podemos mirar desde el punto de vista de la mujer. La que tiene que tener o adquirir conciencia de esa igualdad, en primer lugar, es la mujer. A través de la historia y hoy en día, en muchos lugares, la mujer no cuenta todavía.
La mujer se pinta, se arregla, se enjoya en mucha mayor medida que los hombres. Todo está en si lo hace por ella misma o por agradar y ser objeto de deseo de los hombres. Si es por ser admiradas no me parece el mejor camino hacia la igualdad.
Los hombres a través de su historia se han considerado los conquistadores de territorios y de personas, entre ellas las mujeres, que hasta hace un siglo no contaban en la vida social. Más bien contaban los Tenorios, los Casanovas.
Los tiempos han cambiado y la mujer se ha lanzado a la vida en igualdad al hombre. Cosa justa. Lo que sucede es que los cambios sociales no se logran por decreto o imposición, sino por convicción.
La correcta relación entro los sexos, y ahí entra todo: la vida laboral, la relación personal, el lenguaje, los valores, todas las relaciones sociales. Para que todo esto funcione correctamente, pienso que solo se conseguirá a través de la convicción personal tanto del hombre como de la mujer, y a esto solo se puede llegar a través de la EDUCACIÓN desde la más tierna infancia, con lo que volvemos a la familia y a la escuela como el crisol de forjar nuevas actitudes.
Los hábitos arraigados se pueden arrancar de raíz con los nuevos hábitos de las nuevas generaciones que se forjan con una educación y leyes educativas adecuadas y no trasnochadas.
Respecto a los piropos: el mejor piropo tanto para el hombre como para la mujer es reconocerles en su valía o como personas en igualdad.
Como siempre, Miguel Ángel, un cordial saludo, extensible para los seguidores del Adarve.
Querido Joaquín:
Hoy he dedicado el día a las mujeres de mi casa.
Ayer estuve ausente por exigencias del trabajo. Pasé por Barcelona, pero sin salir del aeropuerto.
Tienes razón: quien primero tiene que asumir el derecho a la igualdad esta mujer. Hay algunas que, con su actitud, impulsan el sexismo.
Nosotros también tenemos por delante una ardua tarea.
Y estoy de acuerdo contigo en que una de las claves más importantes es la educación.Porque ayuda a forjar concepciones, actitudes y comportamientos asentados en la equidad.
Somos diferentes en muchas cosas (biológicas, psicológicas…), pero no deberíamos serlo en derechos y oportunidades.
Feliz día para Ana Mari y para ti.
Gracias, amigo.
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Buenas Magister!
De verdad que hay temas delicados y difíciles de defender en público (todas tenemos esa experiencia) cómo el lenguaje sexista, el piropo..etc. pero tú estás en la preciosa edad de ver un charco y…allá voy! te metes hasta el fondo. Felicidades!!
Nos das muchos argumentos razonables y razonados sobre el piropo que he podido extraer cómo si de un decálogo se tratase. Gracias!
Tu artículo hoy también se merece un piropo, un «así sea» y un amen (mejor en la versión hebrea que va sin acento)
Un fuerte abrazo, Miguel Angel, de cariño y agradecimiento!
Querido Miguel:
Feliz día para Gema y para ti.
Me alegra siempre por esta plaza.
Tus comentarios siempre aportan sensatez y optimismo.
Gracias por tus amables palabras.
Queda mucho por hacer.
UN abrazo.
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El artículo muestra lo compleja que es malucha contra el sexismo.
Hay cuestiones sutiles que deben denunciar.
¿Por qué tenemos que recibir las mujeres agresiones verbales por parte de hombres que se meten con nosotras en las calles y en los lugares de trabajo?
Y todo impunemente.
Hay que extremar el cuidado y la exigencia.
Saludos cordiales.
Querida Marta:
Así es.
El sexismo está en todo.
Por eso acabo de indignarme con Santiago Abascal, que dice que esta es una cuestión inexistente, que el gobierno está destruyendo la igualdad de hombres y mujeres ante la ley.
Es terrible que haya personas que piensen así. Y veía que las mujeres aplaudían sus palabras en el Congreso que hoy han celebrado. ¡Qué ceguera! ¡Qué estupidez!
Besos y gracias.
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Qué curiosa circunstancia la del domingo. Mientras miles de personas se manifestaban en las calles contra la discriminación de la mujer, el partido político VOX, a través de su líder, remaba en la dirección contraria, negando que existiera esa discriminación. ¿Cómo es posible?
Lo que no entiendo es que hay mujeres aplaudiendo esas barbaridades. Si gobernases estos señores, ¿a dónde nos llevarían?
Estimado Tomás:
Escuché asombrado e indignado el discurso de Santiago Abascal.
Resulta indecente que, habiendo los datos que hay, se pueda mantener esta posición.
Es para mí incomprensible que el partido ultraderechista tenga los votos que tiene y el respaldo social que consigue.
Y, como dices, en esta cuestión tan sangrante, es terrible que haya mujeres que aplaudan estas ideas.
Vi en el programa EL INTERMEDIO unas entrevistas que se hicieron a mujeres a la salida del Congreso de Vox. Resulta muy difícil entender esa obcecación y esa brutalidad en negar la realidad.
¿Cómo avanzar con tanta gene tirando hacia atrás?
Un abrazo.
Y gracias por tu participación.
MÁS
Estimado Juan Carlos, jienense de pro:
Acabo de recibir una invitación para impartir una conferencia en un Colegio de Jaén.
Todavía no tengo fecha.
Cuando me confirmen día y hora te avisaré con tiempo por si nos podemos ver un ratito y tomar un café.
Un cordial saludo.
MÁS
No había visto este mensaje. Tal y como están las cosas si finalmente vienes por aquí será un placer saludarte. Ya me avisas.
Querido Juan Carlos:
Una de las posibilidades era dedicar a la formación del claustro del Colegio de los Maristas una mañana de los días 1,2,3 y 4 de julio.Te avisaré´en caso de que el proyecto siga adelante. Saludos.
MÁS
Y que yo esté por ahí en esas fechas….
Querido Juan Carlos
¿Cómo no vas a estar? Eres joven, buen deportista, sano de cuerpo y alma, prudente y responsable de tus comportamientos, buen ciudadano que sigue las recomendaciones…
Y, lo más importante, que quienes te queremos no te vamos a dejar ir a ninguna parte.
Un abrazo.
MÁS
MÁS, me has interpretado mal. Lo decía porque a primeros de julio me marcho en cuanto puedo a leerte debajo de la sombrilla. Aquí en Jaén no se puede estar… a no ser que estés conectado permanentemente al aire acondicionado. Ya te enterarás… 😉
Juan Carlos:
Pues sí, te interpreté mal. ¿Cómo nos vamos a oponer a que te cobijes, como cada julio/agosto, debajo detuvo sombrilla.
Para mí es uno de los primeros avisos de que llegó el verano. Tu sombrilla es legendaria en este blog.
Saludos en este fin de semana tan especial.
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He oído algunos piropos indecentes:
_ Eso es carne y no lo que pone mi madre en el puchero.
– Tu padre merecía llevar la la laureada en la bragueta.
Lo malo algunos piropos es que, además de ofender a la mujer, son motivo de risa entre otros varones que aplauden el ingenio grosero.
A mí parece muy bien que sean considerados falta y que sean objeto de sanción.
¿Cómo puede ser impune un comportamiento tan soez?
Ya es un clásico el que haya una catarata de groserías verbales cuando pasa una mujer joven y guapa por delante de una obra en la que los obreros la ven pasar entre insinuaciones y risas.
Saludos y gracias.
Estimado Manuel:
No me explico cómo ha podido entenderse como una galentería tantos piropos agresivos.
Está muy claro, como digo en el artículo, que codifican a la mujer y que la convierten en un simple objeto de deseo.
Los hay mucho peores que los que citas.
Me molestan especialmente aquellos que explican un deseo abusivo de posesión:
-Te haría, te comería, te…
Como si la mujer pudiese ser usada sin más contemplaciones.
Incluso los piropos del tipo que he utilizado para el título tendrían que ser revisados cuando la mujer no está conforme con ellos.
Esta ley es un paso en la buena dirección. Aunque solo fuera por eso.
Gracias y saludos.
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Me sorprende la poca atención que se presta a esta cuestión de los piropos. Ya sé que no todos son iguales. Van desde el insulto y la agresión más burdos a la adulación más refinada.
Lo cierto es que no se producen en la misma proporción a la inversa. Es decir, casi ni nos podemos imaginar que haya frases de elogios descarados al físico de los hombres por parte de las mujeres.
Y cuando se dan, suele ser comentarios entre las mujeres, pero sin que vayan dirigidos directamente al destinatario.
Parece claro que ella quedaría retratado como una buscona.
Es decir, que si se arregla y provoca un piropo, este se debe a sus intentos de seducción, pero si hace ella el comentario (no nos imaginamos siquiera que tenga un contento grosero) también será considerada una descarada.
Y dicen que no existe el sexismo.
Querida Guadalupe:
Ese es un buen criterio para ver si existe o no sexismo: pensar si a la inversa (de mujeres a hombres) se producen los mismos comportamientos y si se dan con la misma frecuencia.
Está claro que no.
No hay manadas de mujeres que violen a hombres.
No hay mujeres que lancen piropos groseros a hombres.
No hay mujeres que maltraten de la misma manera brutal a los hombres.
No hay monjas que violen a menores (pero sí muchos curas)
No hay mujeres que asesinen (en parecidos números y formas) a los hombres.
No hay jefas que acosen a sus secretarios.
Y así sucesivamente.
¿Por qué no entienden algo tan sencillo algunas personas?
Besos y gracias sao tu participación.
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En el artículo hay dos ideas que quiero destacar. Una, que es de carácter más general y se refiere al Día Internacional de la Mujer Y los motivos que hacen necesaria su celebración y otra más concreta referida a los piropos como forma leve de acoso.
Yo creo que las dos cuestiones están bien justificadas, aunque algunas mujeres de Vox dicen que por qué no hay un Día Internacional del Hombre. ¡Qué miopía!
En cuanto aaospiropos yo creo que deben despertar rechazo. más que broma. Porque muchos son hirientes y todos innecesarios. De hecho, como se dice en el artículo, nadie ha pedido opinión al que los lanza.
Gracias por el artículo.
Querida Mercedes:
El caso de Vox es digno de estudio. Me deja entre indignado y entristecido el discurso de algunas mujeres que dicen que la ideología de género es una invención de la izquierda. Más que miopía es estupidez.
En cuanto a los piropos, ya sé que no son igual unos que otros, pero hay que desterrar aquellos que sean ofensivos o que la mujer rechace por el motivo que sea. No me parece mal que sean objeto de sanción en la ley cuando la mujer los denuncie.
Besos y gracias.
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