Educar para la felicidad

29 Feb

 

En muchos Proyectos Educativos de Centro  (PEC) he visto la formulación de objetivos diversos que la institución escolar pretende que alcancen los alumnos: que sean críticos, solidarios, participativos, honestos, creativos… En pocos he visto el objetivo de que sean felices.

Sí lo he visto en algunos proyectos ambiciosos  como en la pedagogía Montessori, en la escuela creada por Alexander Neill en Summerhill y en algunas escuelas innovadoras… No es que sea uno de los objetivos entre muchos otros, es que es el objetivo fundamental de esos proyectos, casi el único, el que los resume todos. Que los alumnos y las alumnas sean felices es la pretensión  fundamental.

El método Montessori es uno de los métodos más efectivos para la enseñanza respetuosa del libre desarrollo integral que genera felicidad en los niños y en las niñas. Su enfoque principal es desarrollar las potencialidades a través de la interacción con un ambiente adaptado a las necesidades del niño y de la niña, con materiales específicos que desarrollen en ellos y en ellas  independencia y autocuidado.

La pedagogía Montessori plantea cinco caminos para educar niños  y niñas felices:

  • Procurar que tengan una progresiva autonomía y que se valgan por sí mismos. Todo lo que puedan hacer por si mismos, no se lo tienen que hacer los adultos.
  • Crear un ambiente respetuoso en el que se sientan escuchados, comprendidos y atendidos, en el que sus ideas sean tenidas en cuenta, en el que siempre se les hable con respeto y con afecto.
  • Permitirles reparar los errores que cometan. No condenarles por ellos, aceptar que se equivoquen sin destruir su autoconcepto. Se puede analizar con ellos por qué se ha producido el error y cómo se puede reparar sin perder la mínima confianza en sí mismos.
  • Reconocer los esfuerzos que realicen. Eso ayuda a mejorar la confianza en sí mismos, la independencia y la autoestima. Felicitarles por las cosas que hacen bien, subrayar los aciertos y los logros que consigan.
  • Poner límites claros que puedan cumplir fácilmente. Establecer rutinas que les den seguridad en los comportamientos que tienen. Ese hecho les permitirá comprobar que hacen bien las cosas.

No hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas. ¿De qué sirve ganar dinero, tener poder, adquirir conocimientos  o instalarse en la fama si somos desgraciados, si acabamos siendo infelices? La inteligencia fracasa cuando somos desdichados, dice José Antonio Marina en su libro “La inteligencia fracasada”.

No es fácil definir lo que es felicidad. Sí podemos decir que es un término que va asociado con el de bienestar, con el de alegría y con el de paz interior. La felicidad es un anhelo de todo ser humano. ¿Por qué no proponérnoslo en las escuelas?

Lo primero que debería conseguir una institución educativa es la desaparición del dolor injusto y cruel que produce el bullying. He visto hace unos días en la televisión la imagen desgarradora de un niño de cuatro o cinco años que  lloraba angustiosamente y decía que se quería morir por el sufrimiento que le causaban los golpes, las burlas y los desprecios que recibía en su escuela. ¿Quién no recuerda el suicidio de Diego? ¿Quién no recuerda el caso de la adolescente que se suicida en la novela “Por trece razones”?

En segundo lugar, habría que evitar el  dolor que causa el desprecio, la humillación y la descalificación que algunos profesores y profesoras causan a sus alumnos y alumnas por considerarlos incapaces de aprender, incapaces de hacer algo en la vida. Pronostican sobre ellos la inutilidad y el fracaso: “Tú no llegarás”, “tú no podrás”, “tú no serás”, ”tú no harás nada”…

En tercer lugar es preciso eliminar el aburrimiento, el tedio, la falta de estímulos para que se produzca un aprendizaje significativo y relevante. Aprender es apasionante. La escuela no debe convertir el trabajo en una tortura. Ya sé que hace falta esfuerzo, perseverancia y aplicación. Se hacen más fácilmente esfuerzos cuando aquello que se pretende conseguir merece la pena ser alcanzado, cuando la forma de buscarlo es agradable y estimulante.

En cuarto lugar es conveniente evitar las comparaciones frustrantes, las clasificaciones inhibidoras, las actitudes competitivas que abocan al fracaso. ¿Por qué no buscar que cada uno sea el mejor de sí mismo?

En quinto lugar, es necesario evitar el desamor, la frialdad, el trato de las personas como si fueran máquinas que aprenden, que nunca se averían y que ni sienten ni padecen. Cosificar a los alumnos y a las alumnas convirtiéndolos en un simple número genera infelicidad.

Buscar la felicidad de los alumnos no quiere decir que se les evite la exigencia, el esfuerzo, el buen comportamiento y el compromiso con un proyecto educativo. Los alumnos no solo tienen que exigirle a la escuela que les dé todo lo que tiene que darles sino que tienen que pensar en todo lo que ellos tienen que dar a su escuela para que sea mejor. Porque no solo tienen derechos, tienen también obligaciones.

La felicidad no consiste en la evitación de cualquier tipo de frustración y de sacrificio. Porque la vida los exige y hay que preparar para la vida. Lo que rompe la felicidad no es el esfuerzo sino el aburrimiento, la tristeza  y el desamor

Creo que se puede afirmar sin riesgo de equivocarse que las actitudes positivas favorecen el trabajo eficaz y permiten alcanzar mejores resultados. La felicidad conduce al éxito. Se han hecho numerosos estudios al respecto. Desde una actitud positiva se consiguen más fácilmente los objetivos pretendidos.

Proyectarse a partir de buenas experiencias, como la gratitud, el disfrute de cada momento y la amabilidad o el buen corazón, nutre el crecimiento personal de los alumnos en cuanto a la capacidad para seleccionar lo bueno en sus vidas. Después aprenden que compartir esas historias los ayuda a encontrar emociones positivas.

Nada hay más eficaz para el aprendizaje de la felicidad que ser felices. Creo que los alumnos tienen que sentirse felices en la escuela. Porque aprenden, porque conviven, porque son respetados y queridos.

No es fácil conseguir ese estado de felicidad en el alumnado si los docentes se sienten frustrados, desencantados, entristecidos y amargados en el desempeño de su función educadora. Es imposible que profesores infelices puedan formar personas dichosas. Porque nadie da lo que no tiene.

Cuando se plantean estas cuestiones se suele pensar que solo son válidas y eficaces en la infancia. Pienso, por el contrario, que son necesarias y aplicables en todas las etapas del sistema educativo. Siempre me ha parecido perniciosa la erosión que sufre el sistema educativo a medida que se avanza en las diferentes etapas: se empobrece el clima afectivo, se rompe la diversificación y el colorido de los espacios, desaparece el juego y la diversión, se pierde la espontaneidad y se hace más rígida la norma.

¿Por qué no ir progresando en lugar de ir deteriorando el ambiente de aprendizaje? ¿Por qué no ir perfeccionando el clima, mejorando las actitudes, enriqueciendo los espacios y profundizando las relaciones para sentirnos felices haciendo algo tan importante como es transformar la sociedad a través de la formación de ciudadanos y ciudadanas inteligentes, críticos, solidarios y compasivos?

 

 

 

53 respuestas a «Educar para la felicidad»

  1. Miguel Ángel que suerte tenemos que transformes en palabras testimonios e historias, pensamientos que nos acompañan en el camino del cambio. Una Escuela para que sea inteligente tiene que ser feliz…y si el bienestar y disfrute de sus protagonistas no se ven reflejados….está claro que podrá ser una Escuela…pero no inteligente. Hace tiempo leí y memoricé una reflexión de Freinet que me acompaña en la aventura del aprendizaje…”No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de los sueños si ya no creéis en ellos, no podéis mostrar el camino si os habéis parado cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos”. Confieso que en algun momento he creído estar en esa encrucijada y he tenido miedo a pararme. Creer es crear y estoy convencida que juntos podemos crear esa Escuela Soñada por y para nuestros niños,niñas y jóvenes…GRACIAS

    • Querida María José:
      Da gusto encontrarse con una comentarista tan madrugadora. A las 9 de la mañana ya estaba leído el artículo y ya estaba enviado el hermoso comentario que compartes con los lectores y lectoras de El Adarve.
      Soy un admirador apasionado de Freinet. Hace unos años, siendo miembro del Consejo Social de la Ciudad de Málaga y presidente de la mesa de educación, propuse que hubiese una gala anual de entrega de premios a experiencias educativas relevantes (escuelas, directores, profesores, AMPAS, grupos…). ¿Por qué solo en el cine hay Oscars, Goyas…? Propuse que el premio se llamase Freinet. “Ha ganado el Freinet Fulanito”, “le han concedido un Freinet a esta experiencia”…
      El pensamiento que nos brindas es muy certero. Si hemos perdido los sueños, no podemos cultivar los de nuestros alumnos y alumnas.
      Gracias a ti.
      Besos.
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  2. Querido amigo de tantos años…..y apreciado maestro.
    Gracias por tus reflexiones y por palabras tan cargadas y recargadas de humanidad.
    En Argentina estamos iniciando un nuevo ciclo lectivo….compartiré y propondré la lectura de tu artículo a todos los docentes y no docentes de nuestra escuela, como reflexión motivadora en este inicio de clases…..”Educar es hacer más humano a lo humano…..desde la cercanía” será nuestro gran propósito institucional este año, en una escuela – que como bien sabes- atiende un contexto vulnerable, carenciado y con una fuerte exclusión social… entiendo que nuestros alumnos a pesar de su condiciones no favorables y sus desventajas, también tienen el derecho a ser felices, porque la felicidad que es una parte constitutiva de la genética y de la condición humana…. Gracias amigo por tus palabras, serán un faro orientador para nuestro proyecto educativo este año frente a una mar “tan picada” y embravecida en tiempos de posmodernidades y trashumanismos….
    Un sentido y apretado abrazo.
    Horacio

    • Querido amigo:
      Qué alegría saber otra vez de ti y de tu querida escuela que está a punto de emprender una aventura nueva.
      Son los niños y las niñas de tu escuela a quienes especialmente hay que hacer felices en la escuela. Me acordé cuando escribía del niño que dijo en tu escuela que había que ir alegres…
      Gracias por compartir y difundir algunas de estas ideas y sentimientos.
      En mayo presentaré en Homo Sapiens un libro que probablemente se titulará CORAZONES EN LA ESCUELA. Haré mi gira del 8 al 18. Creo que iré a Misiones, entre otros lugares.
      Un gran abrazo.
      Gracias por tu mensaje y por tu compromiso con los más vulnerables.
      Besos a Daniela.
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  3. Querido Maestro!
    ¡Qué bonita y apasionante es la vida y vivirla es una genialidad en todos las esferas tanto sociales como educativas!
    Hoy quiero hablar, porque hoy es el día,de las enfermedades raras.
    Nací con una de ellas.
    La llaman el síndrome de Merlin o la NF2.
    A pesar de ello y sin saberlo he vivido con la creencia de tener mucha suerte por estar sana.
    He sabido sobrevivir con la piel curtida y el corazón protegido de las mentiras los egoísmos y de las palabras dañinas.
    La vida duele y lo hace de muchas formas.
    Son esas pequeñas agresiones que podemos recibir en el día a día a través del lenguaje y del trato, que te producen una erosión vital y emocional desoladora.
    Quienes identifican esos daños son capaces de sanar las heridas y aprender de ellas.
    En su corazón disponen de un aliciente mágico, la resiliencia.
    La resiliencia me ha convertido en un ser especial y único ya no solo por mi enfermedad.
    Nos hace especiales, nos convierte en héroes cotidianos.
    Hay dos caminos.
    Vetar y poner trabas a nuestra capacidad de la vida.
    Reinventarnos para ser mucho más fuertes y así tener otras maravillosas oportunidades.
    Ni que decir tiene que yo me subí a esta segunda oportunidad.
    Pero no todo el mundo logra dar este paso, no todos saben activar este mecanismo de supervivencia.
    Si el miedo nos supera nos quedamos bloqueados y seríamos infelices.
    La felicidad en el tiempo que estemos presentes en este mundo, es el camino, es la alegría de estar viva.
    La resiliencia es sobre todo saber adaptarse a lo que tenemos y nos hace supervivientes en los momentos de adversidad y enfermedad.
    He sido y soy más fuerte que mi enfermedad.
    Y además lucho cada día para que otras personas conozcan mi historia y sepan que se sale de todo si tu corazón se lo propone.
    Mi propósito es que la invisibilidad que estas enfermedades sean más visibles para los ojos de todos.
    Cada día recorro mi camino para encontrar nuevas felicidades.
    Sin más , con un afectuoso abrazo, me despido de todos.
    Nos encontramos si Dios quiere, la semana que viene.

    • Querida Loly:
      He estado atento a la información que han ofrecido hoy en la televisión sobre enfermedades raras. Resulta impresionante lo que sucede con esos pequeños grupos de personas a los que tardan (lo he oído hace unos minutos) años en diagnosticar.
      No sabes cuánto agradezco el estupendo comentario que ha enviado hoy al blog. Describes con precisión tu caso en la lucha que ha supuesto superar los inconvenientes. Esa lucha te ha fortalecido y te ha hecho una maravillosa persona.
      Tengo que felicitarte por el ejemplo que nos has dado y que nos sigues dando en la búsqueda de la felicidad y de la entereza.
      En efecto, tu capacidad de resistencia te ha hecho superar todas las dificultades y te ha enriquecido.
      Gracias y enhorabuena.
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  4. El camino hacia la felicidad creo que lo buscamos todos los seres humanos. Lo que pasa es que con frecuencia nos confundimos y lo buscamos precisamente por donde nos lleva a la infelicidad. En fin, es importante no engañarse y no dejarse llevar por los cantos de sirena.
    Referente a llevar hacia el camino de la felicidad a los niños me parecen maravillosas las ideas que nos has expuesto de Montessori.
    Valorar los esfuerzos de los niños, comprender sus fracasos y conducirlos con cariño en sus errores, creo que es afirmarlos en el buen camino.
    Un profesor amargado, infeliz no puede trasmitir felicidad.
    Un profesor comprensivo, amable, dispuesto a escuchar, paciente y alegre trasmite sin palabras esos valores, pues, el ejemplo nos mueve, las palabras, si no las acompaña el ejemplo, son hasta contraproducentes.
    La obligación que tienen los padres y educadores de buscar la felicidad de sus hijos y discípulos nos exige a los adultos tratar de ser felices a pesar de las muchas cosas que tiran en sentido contrario.
    Me despido deseando a todos que seáis felices y agradecido, Miguel Ángel, por tus reflexiones.

    • Querido Joaquín:
      Muchas gracias por tu estupendo comentario.
      Está lleno de sensatez, como es habitual en ti.
      En efecto, buscamos la felicidad donde no está.
      Hay muchos señuelos que nos despistan
      Y es un asunto fundamental. No habrá oportunidad de volverlo a intentar.
      Un abrazo enorme.
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  5. Buenas Maestro!
    Un tema central para la Vida y la Escuela. Creo que necesitamos todas y todos aprender que es la Felicidad tanto la objetiva como la subjetiva, en la práctica diaria y fundamentada en una sana teoría sin caer en el individualismo ni en el consumismo happy. Me asombra como el Neoliberalismo mercantiliza la Felicidad pero aun así, debemos explícitarla cómo meta educativa. Gracias por aclarar este tema.
    Un placer leerte y compartirte.
    Un abrazote grande de Gema y mío.

    • Querido Miguel, querida Gema:
      Da gusto tener lectores inteligentes y sensibles para las grandes cuestiones.
      La escuela y la familia, como decís, tienen el compromiso inexcusable de educar para la felicidad a sus alumnos y a sus hijos. ¿De qué sirve el progreso si somos desgraciados?
      ¿De qué sirve el dinero, y la fama, y el poder y las cosas?
      No hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.
      Feliz día de Andalucía, a toro pasado. Pero vale hasta el próximoaño.
      Un gan abrazo para los dos.
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  6. Estimado Miguel: Su artículo nos llega al momento de iniciar un nuevo ciclo lectivo en San Luis, Argentina. Gracias por convocarnos siempre a un lugar de esperanza y felicidad. Un fuerte abrazo

    • Estimado Roberto:
      Sé que estáis empezando un nuevo curso escolar.
      En este mismo blog propuse hace años que se empezase con la FIESTA DE CURSO NUEVO igual que se empieza el año natural con la FIESTA DE AÑO NUEVO. En este caso hay muchas más cosas importantes que celebrar.
      Os deseos una felicidad sin límites.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por tus palabras y por tu lectura.
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  7. Este es un tema para pensar y para actuar.
    ¿Aprender a ser felices los niños y las niñas en las escuelas?
    ¿O solo aprenden matemáticas, geografía, física e idiomas?
    ¿Qué es lo verdaderamente importante?
    La primera preocupación es su van felices cada mañana.
    ¿Van felices?
    Saludos a comentaristas y autor del blog.

    • Querida Sandra:
      Le preguntaron a un niño si le gustaba ir a la escuela. Y contestó:
      Me gusta ir, lo que no me gusta es quedarme allí.
      Es muy preocupante que los niños y las niñas no quieran ir a la escuela.
      Porque debería sentirse felices aprendiendo. Y conviviendo y siendo respetados y queridos.
      Besos y gracias.
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  8. Buenas noches querido maestro!!!
    Hace ya tanto tiempo que no ando por estos espacios. Pero no he olvidado su guía tan valiosa duranre mis años de docencia. Esta noche estando desvelada me he dado una vuelta por aquí y me he encontrado con esta perla.
    Me acuerdo cuánto me esforzaba por llegar a cada alumno y lo bien que se sentía descubrir en sus caritas esa luz que irradian cuando están trabajando con alegría, felices.
    Y recordé una mañana en la que la directora me comentó que vio llegar muy temprano a uno de mis alumnos. Pero lo que llamó su atención fue que llegó cantando, dejó su bicicleta estacionada y dijo como para sí pero en voz alta: ¡Qué linda es la vida en escuela!
    Axel traía de otros grados unos antecedentes de alumno complicado y revoltoso, con unas calificaciones bastante pobres. Debía levantarse solo cada mañana y procurar su desayuno porque sus padres salían a trabajar desde la madrugada en el campo.
    Durante la semana habíamos trabajado en la representación teatral de un texto que habían transferido a guión. Recuerdo que al final del día anterior yo dije ante toda la clase que Axel era el mejor actor de reparto.
    Todos los maestros conocemos el rostro iluminado de un niño cuando siente que ha logrado demostrar que puede, que es bueno haciendo algo, que es el mejor en algo. Y esa luz que irradian nos ilumina a nosotros.
    Supe que esas pocas palabras habían sido la causa de la alegría de mi alumno.
    Ese goce de sentir que algo hemos hecho bien, es un camino de ida y vuelta entre de la alumno y el maestro. Un vínculo que se realimenta y se multiplica.
    Hace ya seis años que me jubilé. Supongo que Axel estará en el secundario. Me pregunto si un día tal vez llegará a ser actor.
    Me hace feliz aún recordar su carita de nueve años llena de luz.
    Un gran abrazo querido maestro, desde el interior de Córdoba, Argentina.

    • Querida Nancy:
      Te he echado muchas veces de menos. Y me preguntaba qué sería de ti.
      Me dices que hace seis años que te has jubilado. Enhorabuena por tu trayectoria profesional.
      La historia que cuentas es tan hermosa que merece un artículo entero, no solo un comentario. Qué hermoso relato.
      Esa es la esencia de nuestra tarea. Estoy seguro de que a ese niño, que tenía antecedentes problemáticos, le iluminaste las vida con tu actitud de auténtica educadora.
      Espero verte muchas veces por aquí.
      Besos, gracias y suerte.
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      • Gracias por tomarse un tiempo para leer y además responder. Aunque estoy jubilada no corté el vínculo con la docencia y los niños. He estado dando un taller literario infantil en mi pueblo desde hace dos años. La verdad siempre he necesitado de la energía que regalan los niños. Ahora estamos en receso pero en abril Dios mediante retomamos.
        Seguiré rondando por aquí. Sus palabras son siempre nutrientes que luego dan frutos, es materia que sigue su ciclo, que aunque no siempre se vea de inmediato a la larga estará allí, tenacida en algún retoño.
        Un gran abrazo!!!!

        • Querida Nancy:
          Espero verte por aquí con la asiduidad que antes lo hacías.
          Tus comentarios siempre son enriquecedores.
          Como este en el que dices que sigues disfrutando con la enseñanza después de jubilada.
          Eso dice mucho de cómo has vivido tu profesión.
          Enhorabuena y gracias por ser así.
          Que segas disfrutando y enseñando.
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  9. Boa tarde professor!

    Gostava tanto de o ter em Portugal a falar destas questões e outras! Será que posso sonhar com 18 de abril??

    Não encontrei mail para o contactar e então fui descarada e enviei-lhe esta mensagem!

    • Querida Judite:
      He leído hoy un mensaje tuyo llegado a mi correo electrónico.
      Contestaré detenidamente al mismo.
      Te puedo asegurar que si, una vez consultada la agenda, tengo libre esas fechas. aceptaré encantado.
      Gracias, de todos modos, por la invitación.
      Sería un placer estar con vosotras.
      Besos.
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  10. Estimado MÁS.

    De regreso del puente de Andalucía te comento…

    Ser felices posiblemente resultará una utopía en un mundo como el que vivimos… Quizás porque no hemos aprendido el camino para lograrlo, tal y como indicas. Lograr algo tan complejo puede resultar casi imposible, pero se pueden dar pasos en ese sentido. Tú has aludido a Montessori o Alexander Neil… Y has concretado algunas de las prácticas del método Montessori. Esas sí que son líneas a seguir.

    Personalmente trato que mi alumnado esté a gusto en clase, que disfrute de la misma, para ello suelo hacer muchas bromas para que nos riamos todos. Claro que desde el área de Educación física es muy fácil… Aunque desgraciadamente haya colegas que se empeñen en darle una notoriedad académcia como el resto de asignaturas. A mi juicio de forma equivocada…

    Sin dejar de aprender contenidos propios del área de EF, se enseñan muchos aprendizajes más dentro del ámbito afectivo y social, que por otra parte suelen olvidarse en el resto de materiales curricualres. Es por ello que, afortunadamente, el hecho de no tener libro, que la clase se de al aire libre, que no haya pupitres que limiten el movimiento del alumnado, que se propongan situaciones donde los niños y niñas se relacionen, se esfuercen, traten de superarse, adquieran autonomía,… y se lo pasen bien es un medio para que los días que toca Educación física vengan al colegio con otra cara, con alegría…

    ¿Cómo puede un niño o niña realizar actividad física en su tiempo libre si no se divierte en el colegio, si no se la hacemos atractiva, si nos empeñamos en que sufran…?

    Viendo los cinco caminos que seguía Montessori sólo me cabe pensar que tenía que ser una buena profesora de Ed. física… O mejor dicho, una excelente educadora. Siempre digo que el maestro/a ha de ser un educador/a, da lo mismo la asignatura o materia que imparta. Desde cualquiera se puede adquirir autonomía, crear un ambiente respetuoso, reparar los errores, reconocer los esfuerzos y poner límites.

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Es una alegría leerte. Porque siempre hablas desde dentro de la profesión.
      Se nota a las leguas que la vives con intensidad y con deseos de mejorar lo que haces.
      Aplicas a tus actividades de EF lo que lees y tratas de manifestar lo que piensas y lo que haces de siempre comprometida.
      Claro que se puede aplicar al pensamiento de Montessori en todas las asignaturas del curriculum.
      Un abrazo y muchas gracias.
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  11. Parece mentira que haya que insistir tanto en cuestiones tan obvias.
    ¿Cómo no considerar decisiva la búsqueda de la felicidad de nuestros escolares?
    Lo cual no significa que el aprendizaje de las materias deje de tener importancia.
    Pero desde una buena disposición es más fácil aprender.
    Creo que está muy claro.
    Meridianamente claro.

    • Querida Elena:
      Es cierto.
      Siempre me ha preocupado que mis alumnos (de la escuela, del instituto, de la Universidad, estuvieran felices realizando sus tareas y conviviendo con los compañeros y con los profesores.
      Creo que esa finalidad no solo es un medio para el aprendizaje, es un fin en si misma.
      Besos y gracias.
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  12. Saludos apreciado Dr Guerra, también a los comentaristas y a los lectores
    Sin duda que lo que sienten de cualquier edad sobre sus experiencias de aprendizaje impacta. En la escuela también se puede ayudar en mejorar emocionalmente a las y los estudiantes, con un modelo donde haya cabida para los conocimientos y para las emociones. Y, el primer punto… me trajo a la memoria una historia que me impacto, la historia de Tomás, de primer grado. Pese a que en ese entonces, le asistía una persona y pese a que lo han molestado otros pequeños. Tomás no se queja, pese a que no hubiese recibido tratos de amabilidad para con su persona, él, sí que los aplica con los demás, y con una sorprendente educación. Y Tomás, tendría motivos para la queja, pero procura mejores condiciones de vida para sí mismo, y a hacer felices a otros. Y admirable la educación de los padres. Y como bien dice la felicidad no se contrapone con lo cognitivo. Él se aplicaba con la misma emoción para los estudios. Todos los puntos que nos señala para evitar y mejorar me traen a la memoria lo que Usted nos comentaba en una conferencia sobre la pertinencia de transitar de la frialdad a la emoción y de la queja a la transformación. Excelentes el análisis y el artículo, gracias Dr.

    • Querida Lourdes:
      He leído tu mensaje en mi correo.
      Recuerdo muy la historia de Tomás.
      La voy a incluir a un libro que publicaré en mayo en la Editorial Homo Sapiens y que se titulará, probablemente, CORAZONES EN LA ESCUELA.
      Ya estoy terminando la redacción de ese libro, que tiene 15 capítulos.
      También ese libro se encamina a la búsqueda de la felicidad en la escuela.
      Besos y gracias.
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      • Maestro Miguel Angel que bueno saber que va a publicar un nuevo libro Soy de Ecuador y he leído algunos de sus libros y he aprendido mucho Gracias por sus publicaciones

        • Estimado Eduardo:
          Gracias a ti por leerme. No existe un libro si no hay unos ojos que quieran leerlo.
          En la cuarentena se dispone de más tiempo para escribir. Estoy en la tarea de escribir otro nuevo, además del compromiso del articulo semanal para este blog.
          El próximo sábado escribiré sobre los docentes en tiempos de coronavirus.
          Un saludo agradecido.
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          • Gracias Maestro . No es una lisonja pero mi forma de ver la educación cambió desde que empecé a leer sus libros. Gracias por ser mi maestro. Ojalá Ecuador tenga la oportunidad de recibir su visita y de que sus libros últimos lleguen a nuestras librerías. Adelante maestro y gracias nuevamente . Le comento qye yo tambien he escrito un libro inspirado en sus enseñanzas. Espero pronto publicarlo aunque es un poco caro hacerlo. Que bueno sería que homosapiens me apoyarría en publicarlo. Espero un día poder entregarle en sus manos mi libro y dedicárselo pues como Usted dice: Un libro no se termina de escribir hasta que no se lo dedica a alguien..

          • Estimado Eduardo:
            ¿Sobre qué tema has escrito tu libro?
            Sabes que en tiempo de crisis todo se paraliza.
            Manda el libro a mi correo (arrebol@uma.es) y yo se comandaría al editor o te diría cómo puedes llegar a él.
            Gracias por tus generosas palabras.
            Saludos.
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            PD: He estado a punto de viajar a Ecuador varias veces pero nunca se ha concretado. En Argentina he estado en 132 ciudades diferentes.

  13. Buenas, me parece un sueño imposible que el método Montessori se pueda abarcar a cualquier etapa escolar, ya que lo único que recuerdo feliz fue mi etapa de infantil, después de eso solo recuerdo estrés y más estrés. Yo creo que el principal problema que hay son los docentes y sus pocas ganas de trabajar y de innovar, en una ocasión me han llegado a decir que “ellos van y hacen su trabajo para cobrar y que no se iba a calentar la cabeza en cambiar algo”.
    Por otro lado, me parece estupendo todo lo que ha escrito y ojalá algún día esto ocurra en todas las aulas y en todas las etapas educativas.

    • Querida Inés:
      Entiendo que la búsqueda de la felicidad no es exclusiva de la etapa infantil.
      Yo he trabajado en todas las demás, menos en esa. Y siempre he pensado que mi tarea consistía en ayudar a que mis alumnos fueran felices y buenas personas. NO hay señal más clara de inteligencia. ¿De qué nos sirve tener mucho poder, mucho dinero, mucha fama, muchas cosas si somos desgraciados?
      Besos y gracias por leerme por escribir.
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  14. Buenas, creo que el fin último de la educación debería ser crear personas que puedan ser felices. Darles las herramientas, las fortalezas, el saber cómo levantarse pesar de las adversidades y cómo afrontar los problemas siempre de forma positiva. Y para conseguir esto, hay que empezar por esas personas que ven todos los días y tienen como referentes, los docentes y los padres y/o madres. Pues hay que crear una relación y alianza entre estos, para educar a las personas que nos dirigirán al futuro en poder afrontar todo lo que se les pueda venir encima. Por supuesto, esto parece casi una utopía, pero debemos luchar por la mejor educación posible.

    • Querido Daniel:
      Estoy de acuerdo.
      Es una utopía, pero hay que tender hacia ella.
      Ese es el papel que puede desempeñar una utopía: desde la insatisfacción con lo que se está haciendo caminar hacia donde se quiere ir, ya que todavía no se haya alcanzado ese lugar.
      Y de acuerdo también contigo en que tienen que estar familias y escuela. Pero no solo. Debe estar también toda la sociedad.
      Hace falta un pueblo entero para educar a un noiño, a una tila.
      Gracias por escribir.
      Un abrazo
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  15. Buenas tardes, para mi ha sido muy satisfactorio leer esta entrada, me he visto reflejada en cada frase, cada idea y pensamiento que muestras tener Miguel Ángel. El método Montessori siempre me ha parecido precioso e innovador a la par que necesario, por esa búsqueda de la felicidad en los alumnos como objetivo principal, que por otra parte, debería darse cada día en la escuela. Es primordial que los docentes sepan ver y conocer las emociones de los niños, escucharlos.. y que los eduquen en empatía, sensibilidad y respeto. ¿Si no como parar el bullyng que tanto daño hace? Ellos son el ejemplo continuo, los profesores, y deben de hacer que la escuela sea un lugar donde los niños quieran ir y no una obligación. Por supuesto y para concluir, esto es una labor de todos; padres, madres, docentes, escuela en general..

    Un saludo.

    • Querida Paula:
      A veces olvidamos ideas fundamentales.
      No hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.
      Besos y gracias.
      MÁS

  16. Hola Miguel Ángel, me ha gustado mucho esta entrada, ya que estoy muy de acuerdo contigo en la Metodología Montessori. Este año he tenido la suerte de poner hacer las prácticas de mi carrera en un Colegio Montessori y la experiencia ha sido muy enriquecedora. Siempre me ha llamado mucho la atención esa metodología, pero llevarla a cabo me ha encantado. Es todo lo que has dicho, los niños aprenden a ser muy autónomos, es muy diferente a la metodología tradicional. Se aprenden tantísimos valores, ser respetuoso, compartir con los demás, ponerse en el lugar del otro y un largo etc. Se respeta mucho el ritmo de cada niño y tienen la libertad de elegir que quieren trabajar en cada momento. Lo que me encantaba ver es que se juntaran todos los niños de diferentes edades y nadie era más que otro, se ayudaban entre todos y se respiraba mucha felicidad y paz.
    Un saludo.

  17. Buenas tardes.
    Me ha gustado mucho esta entrada, puesto que estoy de acuerdo en que los niños deben ser educados no solo en las competencias académicas, sino que también para tornaren personas felices. Desde mi punto de vista esta debería ser una prioridad a la hora de hacer un proyecto educativo, debería ser a base fundamental de las escuelas educar en la Metodología Montessori, priorizando a los niños, y sus habilidades. En lugar de eso tenemos una escuela retrograda, con profesores que en su gran mayoría son infelices, frustrados y están educando a nuestros niños para que en el futuro sean como ellos mismos. La escuela tiene que ser un lugar que a los niños les hagan felices, que quieran estar ahí, porque estoy completamente de acuerdo en que “la felicidad conduce al éxito”.
    Un saludo

  18. Buenas tardes Miguel Ángel, no puedo estar más de acuerdo contigo en que la metodología que se debe impartir en todas las etapas escolares y por lo tanto en todas las edades sea la metodología Montessori. Pienso que en base a esa metodología, los alumnos aprender a trabajar de manera autónoma, se sienten participes de su propio aprendizaje ya que se les tiene en cuenta y son escuchados, a su misma vez aprenden a ser respetuosos, aprenden trabajo colaborativo, aprenden a compartir, etc. Pero lo más importante como bien has recalcado es que aprenden a ser felices.
    Por otro lado, quería destacar la necesidad de que los alumnos encuentren la felicidad en la escuela, si encuentran la felicidad en la escuela la encontrarán también a la hora de aprender ya que les sobrará motivación.
    Esta cuestión, pienso que es algo dificil de alcanzar, desgraciadamente, ya que hoy en día la mayoría de los docentes basan su metodología en transmitir los conocimientos impuestos por curriculum. Sin importar el estrés que esto ocasiona en sus alumnos, sin respetar sus ritmos de aprendizaje y sin respetar su felicidad.
    Ojalá algún día entiendan que el mayor problema es ese.

    Un saludo.

  19. Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que ha dicho. Me parece que el método Montessori es la mejor metodología a llevar a cabo, ya que, te da las herramientas y fortalezas para que el propio alumno sea capaz de realizar el trabajo.
    Respecto a el tema de felicidad, pienso que no se le da la suficiente importancia que tiene, puesto que siendo felices los alumnos su rendimiento mejorará. Debido a la infelicidad que ha habido en las aulas,el bullying, la falta de empatía por parte del profesorado, etc. ha habido casos en los que los alumnos acaben dejando las clases. Por eso, se debería trabajar más en esto por parte de los profesores y así, mejorar el ámbito educativo.

  20. Hola Miguel Ángel,
    Creo que todas las personas deberían leer esta publicación, independientemente de si se dedican o no a la enseñanza. Estoy de acuerdo que uno de los principales objetivos de la enseñanza debe ser formar personas felices porque con una actitud positiva es más fácil conseguir buenos resultados. Como has mencionado es muy necesario que los docentes adopten también postura para poder transmitirla a los alumnos.
    Es verdad que el sistema educativo se oscurece y vuelve más rígido conforme se va accediendo a etapas superiores. Sin embargo, en mi experiencia académica en etapas superiores como el instituto o la universidad, he tenido la suerte de tener profesores que han sabido transmitir a los alumnos la importancia de aprender significativamente y hacer más llamativa la asignatura. Aunque, también me he encontrado con profesores que nos han desmotivado y nos han clasificado. Desde mi opinión, esto depende de si han elegido la profesión por vocación o no, lo que conlleva a que la sociedad debe otorgar la importancia que merece a la figura del docente y la educación.
    Por otro lado, conseguir que un objetivo principal sea formar alumnos felices depende de las políticas educativas. Éstas tienen que estar realizadas por profesionales de la enseñanza que conozcan los problemas reales de la educación e intentar llegar a un pacto educativo que beneficie a la diversidad de alumnado que se encuentra en las aulas.

  21. La verdad que no puedo más acuerdo con usted. El método Montessori es uno de los mejores recursos para que el alumno pueda mostrar todo su potencial . Me quedo con esta frase que me ha llamado bastante la atención:
    “Es imposible que profesores infelices puedan formar personas dichosas”
    Esta en lo cierto, los docentes puede que en su parte personal no estén muy bien o incluso tengan algún problema dentro del centro, al igual que el alumnado también puede tener problemas en su parte personal, pero dentro del aula se tiene que formar un ambiente en donde lo importante sea aprender y construir una gran persona para el día de mañana, cosa que a muchos docentes se les olvida.

  22. La verdad que no puedo más acuerdo con usted. El método Montessori es uno de los mejores recursos para que el alumno pueda mostrar todo su potencial . Me quedo con esta frase que me ha llamado bastante la atención:
    “Es imposible que profesores infelices puedan formar personas dichosas”
    Esta en lo cierto, los docentes puede que en su parte personal no estén muy bien o incluso tengan algún problema dentro del centro, al igual que el alumnado también puede tener problemas en su parte personal, pero dentro del aula se tiene que formar un ambiente en donde lo importante sea aprender y construir una gran persona para el día de mañana, cosa que a muchos docentes se les olvida.

  23. Unas palabras muy a tener en cuenta en la época en la que vivimos, donde algunos docentes no tienen en cuenta que la felicidad y motivación del alumnado son la clave para alcanzar el proceso de enseñanza-aprendizaje ideal del que tanto hablamos. Mi más sincera enhorabuena como alumna del Grado de Educación por esta entrada tan merecida.

  24. ¡Hola! Estoy muy de acuerdo con este artículo; no es usual encontrar entre los objetivos del proceso de aprendizaje la felicidad, muchas veces se nos olvida que educar es educar también en valores, proporcionando las herramientas necesarias para desarrollar una vida plena, un aprendizaje integral y, por tanto, desarrollar la capacidad de ser feliz y alcanzar un estado de bienestar. Los alumnos deben sentirse a gusto en el aula; es importante crear un clima cómodo y cálido a la hora de aprender.
    En mi opinión y acorde con el artículo, debemos prestar más atención a estos factores que favorezcan el aprendizaje y priorizarlos para llegar a un proceso de enseñanza-aprendizaje sano e integral.
    Es muy necesario este punto de vista en la docencia, ¡Enhorabuena por su artículo!

  25. Buenas tardes! me ha parecido muy interesante este artículo y estoy muy de acuerdo con usted puesto que, a día de hoy, es raro encontrar un tipo de educación que tenga como objetivo formar a los alumnos para que encuentren la felicidad y alcancen un estado óptimo de bienestar. Son muchas las actuaciones por parte del profesorado y de los propios alumnos que impiden este tipo de desarrollo óptimo, ya sea la exclusión y la falta de empatía en muchas ocasiones.
    En definitiva la felicidad es la clave para un aprendizaje exitoso.

    Responder

  26. Buenas noches Miguel Ángel.

    En primer lugar, me gustaría expresarle lo sorprendida que me encuentro en estos momentos tras haber leído su artículo. Hacía tiempo que no leía un artículo/reflexión cuyo eje central fuese la felicidad de los estudiantes; por ende, ha sido una grata sorpresa. Que los alumnos sean felices es una obviedad gigante, sin embargo, siempre se deja de lado, pasa desapercibido. Los padres/tutores y los maestros se reúnen en tutorías por muchos motivos: el rendimiento académico de sus hijos, su comportamiento en clase, sus calificaciones académicas… pero, ¿se reúnen para saber si su hijo está feliz? ¿si tiene alguna inquietud que necesite contar? ¿por qué damos por supuesto que los estudiantes son felices en un sistema que les trata como máquinas que adquieren conocimiento? Esto me hace pensar que la felicidad lo es todo en una persona. Una persona feliz presenta una buena autoestima, cierta seguridad en sí mismo, un desarrollo óptimo de su personalidad, capacidad cognitiva, etc. Creo que estos son aspectos fundamentales a tener en consideración, ya que su futuro desarrollo como profesional y como persona que reside en una sociedad en constante cambio, se verá determinado por el tipo de formación que ha adquirido, así como por las experiencias que el/la joven ha vivido durante sus etapas educativas más significativas. Mi más sincera enhorabuena por este artículo.

    • Querida Inés:
      Muchas gracias por leer el artículo y por expresar tan claramente las ideas y sentimientos que ha provocado.No es que el artículo sea bueno, es que lo ha leído una buena persona, una profesional sensible.
      Creo que es muy importante el objetivo de conseguir la felicidad, tanto para los alumnos como para los docentes. Esa pretensión no aparta del aprendizaje sino que predispone para el esfuerzo y para el logro de saberes significativos y relevantes.
      Inés, que seas feliz.
      Besos y gracias.
      MÁS

  27. Buenos días, me ha encantado tu publicación y quería aportar como estudiante de un grado en pedagogía, que la educación emocional es la gran olvidada a día de hoy en nuestro sistema educativo y como bien sabemos, es necesaria en todos los niveles educativos y a lo largo de toda la vida para formar a personas con inteligencia emocional en una sociedad que lo está demandado.
    Como bien dices, es importante considerar la felicidad de los alumnos, porque si no tenemos alumnos felices no tendremos alumnos que aprendan y ello no implica falta de esfuerzo o de exigencia hacia ellos, si no que es necesario cada vez más, individualizar a los alumnos, enseñarles a manejar sus emociones ,conseguir que la escuela sea un lugar agradable para ellos donde se desarrollen personalmente y puedan ser felices, para ello los docentes tenemos un papel importante.

    • Querida Patricia:
      No sé desde dónde me escribes.
      En cualquier caso, gracias por leerme y por enviar este certero comentario.
      Acabo de publicar en Homo Sapiens el libro EDUCAR EL CORAZÓN. LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA.
      Solo de esta manera ayudaremos a que nuestros alumnos (y nosotros mismos) seamos felices.
      Besos.
      MÁS

  28. Buenos días Miguel Ángel
    Has reflejado en unos párrafos una realidad educativa. La educación emocional es primordial en cualquier aspecto de la vida y por desgracia es algo de lo que carecemos y de lo que apenas nos imparten. Y es que, es aquella que nos ayuda a gestionar cualquier tipo de problema.
    Además de lo necesaria que es para aprender. Ya que, sin motivación no hay educación.

    • Querida Rosana:
      Gracias por leer este artículo y por el comentario que has enviado.
      Veo que compartimos ideas y preocupaciones.
      Acabo de publicar en la editorial Homo Sapiens de Argentina un libro titulado EDUCAR EL CORAZÓN. LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA.
      En 2006 publiqué en Buenos Aires ARQUEOLOGÍA DE LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA.
      BESOS.
      MÁS

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