El perro ya se murió

18 Jun

Nos encontramos en período de exámenes. Lo cual quiere decir que hay un tiempo para el aprendizaje y otro diferente para la evaluación. Esa práctica se ha instalado en las escuelas y en las universidades en forma de rutina. Una práctica mediante la cual los alumnos y las alumnas afrontan la etapa del rendimiento de cuentas de sus aprendizajes. Hay que dejar de aprender para comprobar si se ha aprendido. Toca estudiar. Toca hacer exámenes, de un tipo u otro. Mala costumbre que convierte la evaluación en el momento crucial del proceso de enseñanza, separado  del aprendizaje. Todo  conduce a  convertir en esencial la hora de la evaluación, el momento de los resultados. Todo lleva a que se considere más importante aprobar que aprender.

Uno de sus alumnos escribió la siguiente frase: “A la orilla de la calle el perro ya se murió”. Le dijo dónde radicaba el error y le agradeció que le hubiese hecho reír. También le explicó por qué.

Si tienes suerte y te preguntan lo único que has estudiado, consigues el éxito. Si tienes mala suerte y te preguntan aquello poquito que has dejado de estudiar, cosechas un contundente fracaso. Si te bloqueas, si te duele la cabeza, si te pones nervioso, si no entiendes las preguntas, si no das con las claves de lo que demanda el evaluador…, todo el proceso quedará convertido en un desastre. Aunque hayas aprendido, aunque hayas disfrutado, aunque hayas ayudado a otros a aprender, aunque lo aprendido te haya hecho mejor persona… El resultado de la prueba final es lo único que importa.

He prologado un hermoso libro de Enrique Bono (Aljibe) que iba a tener un título incisivo: ¿Aprobar sin aprender? La Editorial lo transformó en “Aprobar o aprender”. Me gustaba más el título original. En cualquier caso, el libro es excelente para responder a la cuestión.

No me gusta esa división del calendario en tiempo de aprendizaje y tiempo de la comprobación. Porque la evaluación ha de ser continua, no ha de separarse del tiempo de aprendizaje.

Me sorprende que algunos docentes defiendan esa práctica en etapas inferiores argumentando que es necesario preparar a los alumnos para que puedan hacer estos exámenes cuando llegue el momento de que sean inevitables. Es como dedicarse a preparar la guerra en lugar de dirigir los esfuerzos a conseguir la paz. Sería más lógico tratar de eliminar esos procesos empobrecidos de evaluación que someter desde pequeños a los niños a esa tortura. El equivocado planeamiento sería el siguiente: hagamos voluntariamente ahora las cosas mal para que alcancen el éxito cuando tengan que hacerlas obligatoriamente. Se trata de entrenarse para lo que no debería hacerse.

Uno de los problemas de la evaluación es el  tipo de tareas intelectuales que se demandan. Porque una evaluación de naturaleza pobre genera un proceso de aprendizaje pobre. El éxito en la escuela se alcanza a través de la evaluación. El alumno tiene que acomodarse a ella. Si se exige solo repetir, el trabajo se centrará en la memorización, se comprenda o no lo que se repite.

En un aula, dice Doyle,  puede haber tareas intelectuales de diferente tipo: memorizar, aprender algoritmos, comprender, analizar, comparar, opinar, crear… Todo el mundo estará de acuerdo en que esas tareas están ordenadas de menor a mayor potencia. Todas son necesarias, pero unas tienen mayor  envergadura intelectual que otras. Si preguntase de qué tipo de tareas hay más en las evaluaciones, creo que muchos dirían que son más numerosas las de menor categoría intelectual. Hay más tareas pobres que tareas ricas en la evaluación. Por consiguiente, lo más trabajado en la preparación de la evaluación son las tareas menos valiosas.

Me cuenta Emma, una magnífica profesora de Lengua de Mendoza (Argentina) que, hace algún tiempo, pidió a sus alumnos que escribiesen una frase en la que apareciese el verbo yacer en cualquiera de sus formas.

Uno de sus alumnos escribió la siguiente frase: “A la orilla de la calle el perro ya se murió”.  Le dijo dónde radicaba el error y le agradeció que le hubiese hecho reír. También le explicó por qué.

Las historia de la evaluación educativa está llena de estas pequeñas joyas en las que aparece el ingenio como fruto de la falta de comprensión y de la asimilación de la norma lingüística.

Uno de mis alumnos, cuando era yo profesor de Primaria, empezó así una redacción que les había pedido como ejercicio expresivo: “Aquella mañana, el príncipe salió cabalgando en todas las direcciones”. Es obvio que no pudo hacerlo, pero me pareció una forma maravillosa de expresar la idea del autor de que el jinete quería ir a todas las partes.

Me preocupa el carácter repetitivo que tienen muchas pruebas de examen, frente a la posibilidad de valorar la creación, el ingenio y la inventiva.

Es cierto que la escuela tiene la misión de transmitir el conocimiento elaborado a lo largo de los siglos. Y esa tarea requiere de los alumnos el esfuerzo de la asimilación. Como el caudal de saber es inmenso (y cada día se multiplica y profundiza) el tiempo resulta insuficiente. Pero, precisamente por eso, se hace necesario buscar espacios para la creación y la invención. El alumno tiene que saber que también él puede ser un creador, un inventor, un investigador, un explorador.

Recuerdo la sorpresa y la incredulidad de mis alumnos universitarios cuando un año les dije, al comenzar el curso, que su tarea no iba a consistir solo en asimilar las teorías y conocimientos elaborados por otros autores. Ellos iban a tener como compromiso intelectual  escribir un libro fruto de sus investigaciones y de sus reflexiones. No se lo creían.

El libro se publicó en la colección Elementos Auxiliares de Clase (EAC) con sus nombres en los capítulos correspondientes. (Siempre me ha parecido un abuso de poder el poner a trabajar a los alumnos para que luego publiquen los docentes). El libro se tituló “Investigar en Organización” y como autores figurábamos el profesor y los alumnos de cuarto curso. Nominatim.

Uno de los capítulos de ese libro se titula “Contrastes espaciales”. Aparecen en él fotografías diversas del espacio y del mobiliario de su aula. Y, a continuación, varias fotografías de la Sala de Juntas del Equipo de Gobierno. Los autores analizan luego esos contrastes.

Por cierto, después de muchos años, el Servicio de Publicaciones de la universidad de Málaga, está realizando en estos días una edición digital de la obra ya que existe demanda de ella por parte de profesores y alumnos de la asignatura.

Repetir lo que otros han descubierto requiere una estrategia de estudio y de memorización. Me sorprende la reiteración con la que quienes atacan el pensamiento pedagógico nos achacan el repudio de La memoria y el rechazo del esfuerzo. La memoria es esencial para el ser humano. Lo que decimos es que no tiene sentido memorizar contenidos inertes.  El esfuerzo es necesario para el aprendizaje. Pero se hace mejor el esfuerzo en la medida de que tenga un sentido.

La evaluación debe ser un proceso enriquecedor, no mecánico y cargado de angustia. Debe ser un proceso presidido por la racionalidad y la justicia. Debe demandar las actividades intelectuales más potentes y debe estar indisolublemente unido a la enseñanza y al aprendizaje.

33 respuestas a «El perro ya se murió»

  1. Buenos días.

    Esta entrada no existe. Sólo voy a dejar una emoción.(Para MA).

    ¡Cómo me atrae este tema!

    (Lo habitual). La evaluación es Dios. Al aprendiz sólo le queda decir AMEN (así sea).

    Hasta luego familia. Os leeré con mucho placer.

    • Querido y madrugador José Antonio:
      Lo de Dios y el amén tiene mucha gracia,s pro también esconde muchas verdades. La evaluación tiene poder. Y, si realiza de manera autoritaria y perversa, tiene más poder aún.
      Hay que andar con mucho cuidado para no hacer daño.
      Saludos cordiales.
      MAS

  2. Para Miguel Ángel, la evaluación es un tema de gran trascendencia, de ahí que sea recurrente, especialmente por estas fechas.

    Tengo muy claro que hay que evaluar tanto el proceso de enseñanza y de aprendizaje. También que hay que evaluar diversas tareas intelectuales, no de forma exclusiva la memoria, que la evaluación es continua, que no ha de ser de carácter finalista, que ha de ser formativa, que debe enriquecer,…

    Con lo claro que lo tengo y qué difícil suele ser llevarlo a la práctica. Seguramente por falta de una formación específica (de carácter práctico), porque uno mantiene las rutinas que ha aprendido, o simplemente, por comodidad,…

    Y con lo mal que planteo la evaluación, seguramente no utilico las técnicas e instrumentos apropiados, los alumnos aprenden. Tú planteas la cuestión ¿aprobar sin aprender? yo sin embargo trato de que mis alumnos aprendan y aprueben. Fundalmentalmente que aprendan, de forma secundaria que aprueben…

    ¿Y cómo sé que han aprendido? This is the question…

    Hay tantas y tantas cosas que aprenden mis alumnos y que no valoro. Y no las valoro porque: en algunos casos no sé como valorarlo, en otras porque son cuestiones que están fuera del currículum (o al menos no sé donde ubicarlas),en otras porque son cuestiones puntuales que aparecen de forma imprevista, otras porque es imposible registrarlo y tabularlo todo,… Pero eso no me preocupa, no puedo perder tanto tiempo en comprobarlo absolutamente todo… Prefiero dedicar más tiempo al aprendizaje… A un aprendizaje crítico, argumentativo, comprensivo,… donde la memoria no ocupa el lugar preferente.

    Y concluyo ¿se puede enseñar si saber evaluar?

    Un abrazo. Saludos a los lectores…

    • Estimado Juan Carlos:
      Hace unos años esribí un artículo titulado “Patología general de la evaluación educativa”. Eran, si mal ro recuerdo, 23. Todavía tienen vigor muchas de ellas.
      Una de ellas es que se evalúa lo pretendido, pero no que no se pretende, aunque tenga más importancia. Algiunos profesores enseñar algo de su asignatura y, al mismo tiempo, a odiar la asignatura d por vida. Pero este segundo “logro” no se evalúa.
      Claro que se puede enseñar a evaluar.Porque se puede aprender a evaluar.
      Saludos y gracias.
      MAS

  3. Este es un tema capital. Estoy de acuerdo: un modo de evaluar memorístico propicia un modo de aprendizaje empobrecido.
    Otra denuncia importante: tiempo de aprender y tiempo de aprobar. Un error garrafal.
    Gracias por avisar.
    Saludos.

  4. La evaluación parece un tema secundario, pero no es así. Resulta el más el importante del curriculum porque lo condiciona todo, Hay que tener éxito en el sistema y el éxito se alcanza con la evaluación.
    Buen finde.

  5. Móstoles (Madrid). CP Julián Besteiro, 3º de Primaria. Clase de Ciencias. El alumno pregunta: ¿Profe, cuando va a ser el examen? El profesor le responde: cada día de clase es un exámen; examen es lo que hacemos cada día en la clase. Este mi tiempo de evaluación, cada día del curso. Independientemente de las órdenes de evaluación y “calificación” que los “políticos” gobernantes nos imponen. Gracias por volvernos a recordar el verdadero y único sentido de la evaluación. Gracias por seguir escribiendo estos artículos en los que podemos autoafirmarnos en eque lo que hacemos cada día en el aula es lo ccorrecto. Ójala alguna vez nos dejaran a los maestros elaborar las leyes educativas. ¿Por qué esos mismos políticos no se someten ningún tipo de examen del tipo que ellos mismos proponen?
    Un saludo a todos.

    • Estimado tocayo:
      Qué buen respuesta a ese alumno que pregunta por la hora d ella verdad. Porque la hora de la verdad para muchos alumnos y alumnas (y parte del profesorado) no es la hora del aprendizaje. Es la hora del examen.
      Hay que invertir ese planteamiento.
      Gracias a ti. Con maestros como tú el sistema educativo sería otra cosa.
      Y sí, el problema está en que las políticas nos llenan de prescripciones equivocadas..
      Un abrzazo.
      MAS

  6. Querido Maestro!
    Ahora que mi estado físico me lleva a no estar en las aulas y con perspectivas del tiempo y la experiencia, permitame opinar sobre el momento de las evaluaciones a los alumnos.
    ¡Demasiados exigentes,valoran conocimientos superfluos y no actitudes,ocasionan nerviosismos y hacen que el sufrimiento borre mensajes y se apodere el miedo y el pánico! ¡No constituyen el momento idóneo para descubrir aprendizajes!
    Pienso como uno de los comentaristas que sería mejor una previsión continuada en el devenir del tiempo y avances del desarrollo del alumno en todos los ámbitos y sobre todo el afectivo.
    ¡De ilusiones también se vive!
    !Conceptos como la automotivación, la capacidad de perseverar, la gestión de los estados de ánimo, la empatía con los iguales,en una palabra la inteligencia emocional llevan a mejores triunfos y a grandes éxitos!
    Evalúen si son capaces esos estados emocionales¡
    Una generación diferente con grandes corazones veo en mi previsión de futuro para todos los alumnos.
    ¡Ojalá que así sea!
    Sin más ,e despido con un cordial saludo para todos.

    • Querida Loly:
      Cuánta razón y cuánta emoción hay en tus palabras.
      Creo que son muy certeras en cuanto a la crítica que haces del sistema de evaluación y, aún más, en cuanto a las soluciones que propones.
      Eso de compartimentalizar (aprendizaje.evaluación) los espacios creo que es un error.
      Un colega y amigo de la Complutense que se llama Juan Manuel Alvarez tiene un librito de título significativo: “Evaluar para conocer, examinar para excluir”.
      Besos y gracias.
      MAS

  7. Es bueno reflexionar sobre la evaluación. Muchos la confunden con la calificación y, por ende, con los exámenes.
    Las prácticas se instalan en el sistema y parecen buenas porque siempre se han hecho. NO se sospecha que siempre s han podido hacer mal.
    Hay que evitar esa forma de evaluar que genera estríes, angustia, nerviosismo y… muchas injusticias.
    Saludos a todos los lectoras y lectoras del blog.

  8. Pingback: El perro ya se murió | TIC & Educaci...

  9. Hola a todas y a todos los seguidores del blog de Miguel Ángel.

    Quiero empezar con un texto de los autores que abajo aparecen, y luego hacer unas reflexiones.

    La UE contra la Universidad Pública: el programa de la Comisión Europea para la Educación Superior

    La CE recoge el espíritu del ‘Informe Wert’ y propone una reforma basada en la relación enseñanza-empleo, con el objetivo de recortar drásticamente la universidad pública e impulsar los campus privados

    Adoración Guamán es profesora de la Universidad de Valencia. Alberto Garzón es el líder de IU y diputado. Enrique Díez es profesor de la Universidad de León.

    Para justificar su intromisión en un área tan fundamental de la política estatal, la Comisión Europea utiliza el viejo argumento de vincular el desempleo actual con el sistema educativo, culpabilizando al segundo del insostenible nivel del primero. Pese a haber abaratado hasta límites increíbles la mano de obra, a base de precarizar las relaciones de trabajo es evidente que en España no conseguimos ni una rebaja contundente del desempleo ni una reducción del paro de larga duración ¿por qué? La Comisión apuesta por un “cabeza de turco” ajeno al actual modelo productivo, el culpable del desempleo ha de ser el sistema educativo. Regresa así el mantra de la inadecuación de la educación superior a las exigencias del mercado de trabajo, un discurso que permeaba el Informe Wert y que ahora ocupa el centro del argumentario que utiliza la UE para acusar al sistema educativo español de mantener un nivel general de cualificación bajo que “dificulta la transición hacia actividades de mayor valor añadido y mina el crecimiento de la productividad”.

    En sus recomendaciones vincula la evidente situación de “sobretitulación” de las y los jóvenes españoles y el bajo nivel de formación de los puestos de trabajo que se crean, no a un problema del tejido empresarial, sino a un defecto del sistema educativo, que según su opinión no está suficientemente adaptado a las necesidades del mercado laboral. Se trata de un argumento tan manido como inconsistente: ¿de verdad consideran posible mantener una vinculación estrecha entre las formaciones cursadas y los requerimientos particulares de los puestos de trabajo en cada momento? Una planificación de la oferta educativa lo más “ajustada” posible a estos requerimientos a día de hoy ¿no acabaría siendo inadecuada en 2020?; ¿la función del sistema educativo debe ser la producción de mano de obra adecuada a las necesidades empresariales o la generación de ciudadanía…?

    Es hora de recomponer el movimiento universitario por un modelo social de universidad pública, como desarrollamos en nuestro último libro, La Educación que necesitamos, que ponga el conocimiento al servicio y al alcance de toda la sociedad frente a los objetivos clasistas, privatizadores y mercantilistas de esta nueva ofensiva neoliberal.

    Quiero seguir reflexionando sobre la última pregunta. Si nuestro objetivo final fuese crear trabajadores con las características que nos pide la empresa, sería poner la escuela al servicio del mercado, no al servicio de nuestro alumnado. Estoy, en concreto, pensando en el alumnado de 0 a 12 años. Podría ampliarlo, pero, para mí, la cuestión formación – mundo laboral, ya se está dando, en gran medida, en la escuela en edades tempranas.

    Se diferencia entre trabajar y jugar a la hora de aprender. Si se trabaja, se aprende. Si jugamos, se divierte uno mucho pero no se aprende nada que tenga valor. ¿Qué tiene valor hoy en la escuela o en la sociedad a la que sirve? La productividad, el producto final, lo material, lo palpable, lo medible. Está claro qué tipo de evaluación debemos utilizar para acostumbrar – enseñar a los niños y niñas qué es lo que les espera.

    Las propias disciplinas, materias, contenidos, áreas de conocimiento, (todo lo que es digno y valioso para aprender), no tiene el mismo rango, no tiene el mismo valor. Y pienso en todos los adultos de la sociedad. No es lo mismo suspender o quitar una nota excelente en una materia que en otra. Ya estáis pensando todos y todas cuáles son unas y otras.

    Matemáticas, lengua, leer, escribir, pintar, participar, ayudar, respetar, descansar, cooperar, competir, jugar, trabajar, …

    El tema lo trata Miguel Ángel cuando nos habla del entrenamiento para. Como la sociedad y el mundo es competitivo, enseñemos competitividad. Como todos vamos a tener que ganarnos la vida de alguna forma, enseñemos a hacerlo cuanto antes, como si fueran futuros corredores de moto, gimnastas o tenistas, por ejemplo. Entrenemos a la élite de nuestras escuelas para presidente/a del gobierno, ministro/a de hacienda o educación. No hay tiempo que perder. Escribamos cuanto antes. Leamos cuanto antes, que si no entiende ya entenderá cuando madure, cuando sea mayor. Si te pegan, pega, no te dejes comer el terreno, defiéndete.

    La evaluación final (tenga la duración que tenga el periodo), está al servicio de la empresa, no del evaluado/a. Productividad, rendición de cuentas. No me cuentes tu vida, tus dificultades, tu proceso, el camino. ¿Qué me traes de valor? Y ya sabemos quién decide lo que vale y lo que no. Se trabaja sentado con lápiz y papel, con codos, con memoria, adquiriendo conocimiento (me refiero al conocimiento del “amigo” de Miguel Ángel, Alberto Royo, que también dice que los niños y niñas deben venir motivados desde sus casas” y que “cualquier aprendizaje necesita disciplina y tenacidad” y agrega que es errado anteponer “el sentido lúdico al esfuerzo que conlleva cualquier aprendizaje”, confundiendo a los niños al crearles la ilusión que “el éxito es fácil” y que lo importante es una felicidad del tipo de un “libro de autoayuda”).

    Ya explica Miguel Ángel lo del esfuerzo y la memoria. Alberto diría: a mí dádmelos ya motivados, que yo les voy a enseñar conocimientos. No entiendo qué tiene en contra de la felicidad. O de la innovación. Creo que hay un montón muy grande de conceptos que, o bien desconoce, o bien no entiende. Eso sí, toca muy bien la guitarra y hasta puede que no dé mal su asignatura. Lo pongo a él, como ejemplo de las ideas, a mi entender, equivocadas, que transitan por la sociedad, o gran parte de ella. Jugar no enseña ni se aprende nada, o nada de valor; si disfrutas de tu trabajo, de lo que haces, no debe ser un trabajo, o no un trabajo serio. Me está recordando aquella serie del baile, las palabras de la profesora. Algo así como sangre, sudor y lágrimas para conseguir el éxito.

    Sí. Ya lo sé. La nevera hay que llenarla. Y no se llena sola. Me vienen a la cabeza palabras de Victor Küpers. Conocimiento, habilidades y actitud. Para él, las dos primeras son importantísimas, pero es la tercera la que nos define mejor. Cada vez estoy más convencido que somos un estado de ánimo, y, en estos momentos duros, la sociedad está en una crisis de estado de ánimo. Quiero terminar con unas palabras suyas. Nos dice que la actitud todavía la elegimos nosotros, y que debemos tratar de ser el mejor que podamos ser, en las circunstancias que nos ha tocado vivir. Yo pienso que esas circunstancias las debemos poder ir cambiando, por lo menos parte de ellas, a medida que vayamos creciendo como personas y profesionales de lo que sea.

    Un gran abrazo a todo el mundo mundial de este blog. Uno especial para ti, de norte a sur. Felicidades por la parte que te toca, por los cinco andaluces premiados. Esto de los premios individuales me da mucho que pensar. En otra ocasión.

  10. Querido José Antonio:
    Tú haces preguntas y planteas cuestiones no para artículos sino para libros.
    Me limitaré a hacer un comentario sobre el contenido de tu penúltimo párrafo.
    Son importantes los conocimientos y las habilidades pero, en efecto, las actitudes son más importantes. Tener un cuchillo grande, afilado y manejable puede ser interesante pero si con ese cuchillo mato o hiero a la gente es una desgracia.
    Espero que la preparación vaya viento en popa.
    ¿Cuándo tienes las pruebas?
    Un abrazo.
    MAS

  11. Examen versus evaluación. Calificaciones finales versus evaluación continua y formativa. Enseñanza pública, laica y gratuita versus enseñanza privada (o concertada). Universidad pública versus universidades privadas que crecen como la espuma en nuestro país y que se anuncian como la panacea para los hijos e hijas de las clases pudientes.

    Profesorado que cree en la educación como un derecho básico versus profesorado que considera la enseñanza como medio de sustento propio y de selección de los “buenos alumnos” (según parece hay buenos y malos alumnos desde la tierna infancia). Profesorado que ama la enseñanza y cree que es un medio para formar ciudadanos versus profesorado que considera que es el primer paso para preparar a las nuevas generaciones en el mundo competitivo del trabajo.

    Pensamiento: “Un fantasma recorre inmisericordemente el planeta Tierra arrasando toda idea de igualdad, libertad y justicia distributiva: el Neoliberalismo”.

    Domingo, 26 de junio: Se abren las urnas. Gran parte del electorado no sabe (o no quiere saber) que con su voto se apoya un modelo u otro de enseñanza. Los grandes medios de comunicación, y los valedores del neoliberalismo, han llenado a la gente de números, números y más números, para que sepa que los números mandan y hay que ajustarse a lo que mandan Bruselas y la Troika, pues si no iríamos al caos.

    El profesorado neoliberal (que no quiere reconocerse de este modo) sabe muy bien al partido al que tiene que votar. Se lo callará, puesto que, según dice, el voto es secreto. Ellos lo tienen muy claro.

    Una pregunta: ¿Hemos salido de la crisis, estamos de verdad creciendo y vamos por el buen camino?

  12. IMAGEN Y EDUCACIÓN (Miguel Ángel Santos Guerra 1984)
    Estimado Miguel Ángel:
    No me parece, en modo alguno, acertada la imagen que has insertado en este artículo de fecha de 18 de junio con el título de “El perro ya se murió”.
    Sin tratar de entrar en el análisis que se desprende de la carga testimonial y de los profundos valores, lamentablemente ignorados, que se proyectan como un paradigma, más e impagable, que esos denominados “animales irracionales” (ánima=alma) nos ofrecen cotidianamente.
    Entiendo que deberías haber realizado un sucinto comentario al respecto que neutralizara mínimamente asociar esa ilustración gráfica, esa fotografía tan ilustrativa, a la hilarante situación que se produce entre profesora y alumno.
    Sí, alguien podría aducir a que ciertas imágenes (todas, en un periodismo cada día más deudor?) se comentan por sí solas, o bien teorizar en torno a la función del humor negro, …
    Y, sí, todo el texto, necesita saber el contexto. En este caso hubiera preferido desde “el primo genito” hasta …“los judíos no se retrataron” (¡)
    Porque no todo el mundo, imbuidos como estamos en una sociedad urgente, que no sabe bien adónde va pero que no puede pararse a pensarlo, a veces, sin previa reflexión, del mariposeo cognitivo a la réplica automática, como resorte del propio ego.
    Aunque por distintas circunstancias, que no vienen al caso, no intervengo desde hace mucho tiempo, no dejo de seguir tus pasos, maestro, hermano mayor, de nutrirme con todo aquello que como ser humano, ante todo, tan desprendida, humilde y generosamente nos reportas y nos reconcilia en nuestro fuero interno siquiera un poquito para levantarnos y comenzar la jornada e intentar llevar a cabo ese mantra: “intenta ser el mejor de ti mismo”.
    Te pido disculpas, pido perdón a todos, por esta intervención. Permíteme, que un tanto ebrio de alcohol y de soledades, matador de brújulas, te exprese impúdica y públicamente: Miguel Ángel, hermano, ¡Gracias por existir! Necesitaba expresarlo. Vale!

    • Estimado Luis:
      Como bien sabes, las imágenes tienen denotación y connotación. Elegí esa imagen porque para mí no tuvo más connotación que la de que aparece en ella un perro muerto. Ya sé que la denotación puede decir otras cosas y que la connotación que tú le hayas dado puede tener un contenido distinto a la que yo le di. Me hubiera gustado encontrar en tu ácido comentario alguna razón, algún argumento, alguna explicación que sostenga tu desaprobación.. Dices que la imagen no te parece acertada, pero no dices explícitamente por qué
      No tengo inconveniente en reconocer un error de precipitación, de irreflexión o de equivocación y, por supuesto, en cambiar la imagen. Pero me gustaría saber por qué lo hago.la imagen pierde fuerza por ello.
      Vi muchas imágenes. Esta me pareció impactante. La anécdota que ilustra puede ser hilarante, pero en ninguna manera
      No hay nada en tu comentario por lo que haya que pedir perdón. Has expresado tu opinión y eso siempre es de agradecer.No hay en el juego texto-contexto (al menos en mí intención) el más mínimo desapego respecto a la vida o a la muerte de los animales.
      Gracias por tu comentario. Es de lo que hacen pensar. Si me explicas los motivos de por qué ves inapropiada la imagen, te lo agradecería.
      Reconozco que la elección de las ilustraciones es una tarea a la que, quizás, no dedico todo el tiempo de reflexión que necesita.
      Hay más cuestiones en tu comentario a las que me gustaría responder pero creo que esta es la prioritaria.
      Un cordial saludo.
      MAS

  13. La evaluación es un fenómeno complejo, que siempre ayuda a pensar en todo el proceso de enseñanza. Por eso este artículo me ha parecido interesantísimo.
    Estoy de acuerdo en que una evaluación pobre propicia un proceso de aprendizaje pobre. Si solo se pide repetir se aprenderá para repetir, aunque no sea entienda.
    Por otra parte, eso de hacer exámenes al final y preguntar por lo aprendido genera mucho estrés y da lugar a injusticias tremendas.
    Saludos.

    • Estimada Marta
      Añadiré una cosa más a las ya dichas. No se suele evaluar lo que no se pretende que aprenda los alumnos. Pero aprenden muchas cosas.a través del curriculum oculto y d ellos comportamientos explícitos. Un profesor puede enseñar algo (o mucho) de Geografía a sus alumnos y hacer con su actitud que los alumnos odien la asignatura de por vida. Ese efecto secundario de la enseñaba no es objeto de evaluación. Sin embargo, tiene mucha importancia.
      Por eso, y por muchas cosas más, es muy compleja la evaluación.
      Saludos.
      MAS

  14. A mi la foto de la ilustración me ha parecido perfecta. ¿Cuál es el problema? No se teta de hacer una exégesis del cuadro sino de mostrar gráficamente algo que se dice en el texto.
    Pero, bueno, la imaginación es libre y pede interpretar c<da uno lo que quiera. A mí me llamó la atención, pero positivamente.
    Buena semana.

  15. Me ha sorprendido mucho el cáustico comentario de Luis Utrilla. No sé por qué le ha parecido inadecuada la ilustración. Quizás, si lo explica, podría estar de acuerdo (o no) a su planteamiento.
    En cuanto al artículo me parece muy interesante la idea de que los alumnos escriban, que los difundan y que se sientan capaces de crear y no solo de repetir lo que otros han dicho
    UN saludo.

  16. La evaluación suele estar al final pero también suele ser lo primero. Si le dices a un niño, tú que prefieres aprobar o aprender, yo creo que te responde que aprobar.
    Algo no se está haciendo bien.en las escuelas.
    Claro que las familias es probable que respondan lo mismo.
    Y luego están los que piensan que se aprueba mejor en la privada ue en la pública.
    Cuánto hay que cambiar.
    Saludos.

  17. Buenos días a todas/os.

    Estimada Lucía Antolín Marcos,

    1.- Antes de más, si ves más bien que mal, prefiero tutearte. También pedirte disculpas por no contestar antes a tu petición de consejos sobre ¿qué estudiar?, en aquel pasado artículo de este blog. Pertenezco al sector privado, los garbanzos del puchero están más duros de conseguir que de cocinarlos. También decirte que soy más bien gañán que docente, pero recuerda, estuve en la guerra y eso enseña con mucho fundamento. Te cuento por si de algo te puede ayudar.

    2.- Coincido con el Sr. Guerra, de lo que nombras, quizá lo que te puede ayudar más es un Máster en relación al negocio a emprender. Yo lo haría en el máximo tiempo que me permita, quizá si es de un curso puedas hacerlo en dos, y el TFM en un tercer curso. El título quizá sea lo menos importante. Ten en cuenta que la tarea empresarial te va a absorber el coco en todo momento y cuando estés en clase vas a pensar en el negocio, y considerarás muchas de las clases que te den como auténtica pérdida de tiempo. Ten en cuenta que los máster.s están pensados para gente jovencita que acaba de hacer la carrera, y en gran medida los tienen que entretener en algo. Quiero decir que meten mucho contenido que a estas alturas de tu vida lo vas a encontrar reiterativo y demasiado teórico. Mi entera opinión, es que si no necesitas titulación legal o la que tienes te basta, yo me centraría en el negocio y estudiaría y formaría de forma autodidacta, pero eso, cada uno es un mundo. Ahora, posiblemente me ignorarás, posiblemente cuando esté funcionando tu centro privado me dés algo de razón.

    3.- Lo llamo negocio porque en el momento en que tus ingresos dependerán de tí, por mucha mística y sensible que sea el comercio que tratas, es eso, un negocio. La parte sensible del trato de las personas no son tema fiscal ni mercantil, quedarán en tu íntima satisfacción. Yo actuaría como si no tuviese ahorros, en principio. Ya te harán falta cuando te vayas consolidando. Con mucha humildad, no empezar la casa por el tejado. Tocando quizá una materia al principio, y no cuatro o cinco. A esa materia o tipología de cliente, darle el mejor trato que se pueda encontrar en el mercado. Tu mejor publicidad al principio es el boca a boca. Ten en cuenta que una mala opinión vence a veinte buenas. Con tus evidentes dotes de inteligencia emocional, demostradas por aquí, y a poco que te formes un poco en funcionamiento/proceso de un centro de estas características, ya empiezas a moverte. Siempre, incluso antes de empezar, busca posibles errores mejorables, pide consejos, pide perspectivas a gente de tu confianza, ten en cuenta que estás llevando una tarea “especialmente sensible”.

    4.- Mi opinión es que vales para ello, todos valemos. Es echarse adelante. Vencer ese inconsciente de miedo a lo desconocido. Recuerda, por favor, el miedo se vence con humildad. Es un mundo nuevo, es una aventura nueva, disfrútalo. Mis mejores deseos. Es muy genérico lo que te digo, tal vez no te digo nada, no te conozco. No dudes en cosultar algo más específico.

    Un cordial saludo.

  18. Me parece estupendo el artículo para reflexionar sobre la evaluación ahora que estamos en época de evaluaciones.
    Ojalá fuese este un fenómeno que nos permitiera comprender lo que hacemos y mejorarlo. Pero veo que todo está muy amarrado a las rutinas.
    Sería bueno que dialogásemos más intensamente sobre esta cuestión.
    Saludos.

  19. las concepciones que tenemos sobre la enseñanza influeyn sobre el proceso de evaluación y a la inversa.
    Ambos procesos se retroalimentan y se condicionan. ¿Cómo no va a estar claro que según sea la enseñanza así será la evaluación? Y, del mismo modo, ¿cómo no va a suceder que según sea la evaluación va a ser la enseñanza?
    Para mejorar el proceso hay que transformar las concepciones que tenemos de ambas.

    A>demás de las concepciones de los docentes están las prescripciones políticas, que muchas veces condicionan todo lo que hacemos.
    Un cordial saludo a todos los lectores y lectoras del blog.

  20. Gracias, Quintiliano, por tus consejos.Dejaré pasar las vacaciones para tomar un poco de distancia y en septiembre me meteré en faena. De momento pululo por la red buscando información que pudiera resultar valiosa para mi proyecto.

    Saludos,
    Lucía

    • Querida Lucía:
      Espero que descanse en el verano. Qu cicicatrice bien la herida que te ha producido la decisión de que no puedes continuar en aquello que tanto aas. Ya sabes: si no puedes hacer lo que amas, sí puedes amar lo que haces. y tu
      Emprender es arriesgar, pero hay que hacerlo. Creo que es un buen reto y que tu capacidad de trabajo, tu preparación, tu amor a las personas harán que tengas éxito.
      Al principio será lento, pero luego todo mejorará.
      Besos.
      MAS

  21. La anécdota del perro es magnífica. Muy reveladora.
    Los temas que se tocan: momento d la evaluación, tipo de evaluación, finalidad de la evaluación,… son fundamentales.
    El problema es cuál es el camino para mejorar.
    Yo creo que debería ser de carácter ascendente. Es decir, que los profesores son quienes tienen que poner en marcha los cambios.
    Saludos.

    • Estimada Marisa Pedraz:
      Pues sí, yo creo que las transformaciones eficaces van de bajo hacia arriba y no de arriba hacia abajo. Lo hemos visto muchas veces con las leyes que se han ido sucediendo en nuestro país. Ese modelo de cambio es ineficaz y tramposo.
      En lugar de mejorar la formación, la selección, la organización y las condiciones didácticas y laborales de los docentes se hacen leyes que prescriben lo que tienen que hacer. ¿Por qué se repetiste una y otra vez el mismo esquema?
      – Porque es barato: no cuesta nada decir que la evaluación será continua o cualitativa o encaminada a la mejora.
      – Porque es rápido: EN CUÁNTO TIEMPO HAY QUE HACERLO? DE UN DÍA PARA OTRO.
      – Porque es generalizado: ¿A cuántos afecta? A todo el país.

      El político se pregunta: yo ya lo he mando hacer. Por qué no lo hacen?
      Besos.
      MAS

  22. Hola familia del blog de Miguel Ángel.

    Hoy es día de fiesta en Coruña. San Juan. También fue, esta pasada, noche de “lumes”, meigas, apuntes quemados, sardinas y demás viandas que se van añadiendo a gusto del consumidor. Me imagino que, también, de alguna que otra borrachera.

    Yo, la única borrachera que tuve en el día de ayer, fue un tremendo maratón, sin entrenamiento previo, de manu escritura.

    ¿Cuántos conceptos hay en el mundo mundial? El conocimiento es infinito, inabarcable en su totalidad.
    Considero que, dentro de lo que yo leo, lo había hecho mucho sobre evaluación. Es lógico. Nos la encontramos un montón de veces todos los días.

    Pregunta sobre evaluación. RÚBRICA. (Matriz de Valoración. ¡Ah! ¡Esto ya es otra cosa!¡Qué ansia de inventar palabros nuevos o nuevos usos, que lo único que aportan es confusión comunicativa! Ahora ya no tenemos que ser capaces, sino competentes.). Ni pajolera. Y como no me gusta que me pillen dos veces en lo mismo, y dado que tenemos entre manos un tremendo instrumento de búsqueda de información, me he puesto a ello. Ahí va una poquita. Está sacada de los catalanes.

  23. El cuaderno que os presentamos recoge la inquietud de diversos profesores y profesoras de la Universidad de Barcelona interesados en revisar los instrumentos y procesos de evaluación de las asignaturas que imparten con el fin de adecuarlos al enfoque por competencias.

    ¿Qué es una rúbrica? ¿Por qué y cómo se utiliza?

    Una rúbrica es un instrumento cuya principal finalidad es compartir los criterios de realización de las tareas de aprendizaje y de evaluación con los estudiantes y entre el profesorado. La rúbrica, como guía u hoja de ruta de las tareas, muestra las expectativas que alumnado y profesorado tienen y comparten sobre una actividad o varias actividades, organizadas en diferentes niveles de cumplimiento: desde el menos aceptable hasta la resolución ejemplar, desde lo considerado como insuficiente hasta lo excelente.

    La rúbrica tiene sus orígenes en escalas de medida utilizadas en los campos de la psicología y de la educación, donde se relaciona un objeto cualitativo (por ejemplo, un texto) con objetos cuantitativos (por ejemplo, unas unidades métricas).

    Según lo que se pretenda evaluar, las rúbricas pueden ser holísticas (no separa las partes de una tarea) o analíticas (evalúa cada parte de una actividad o de un conjunto de actividades).

    La rúbrica es un potente instrumento para la evaluación de cualquier tipo de tarea, pero hay que destacar especialmente su valor para evaluar tareas auténticas, tareas de la vida real. En este sentido, se manifiesta como un instrumento idóneo para evaluar competencias, pues permite diseccionar las tareas complejas que conforman una competencia en tareas más simples distribuidas de forma gradual y operativa.

    Es un instrumento que, desde un principio y durante todo el proceso, permite compartir los criterios que se aplicarán para evaluar el progreso en un marco de evaluación formativa y continuada. Reduce la subjetividad de la evaluación y facilita que distinto profesorado de una misma asignatura se coordine y comparta los criterios de evaluación.

    El proceso de elaboración de la rúbrica obliga al profesorado a reflexionar profundamente sobre cómo quiere enseñar y cómo lo va a evaluar. Por eso, la rúbrica puede llegar a ser un potente motor de cambio metodológico.

    Nada nuevo en el planeta de la educación

    Una de las ventajas que leo es que reducen al mínimo la subjetividad en la evaluación.

    Eso creen, porque querer convertir en objetivo lo subjetivo es querer engañarnos, dar esa apariencia, pero que se logre es otro cantar. Ni lo que consideramos realmente objetivo lo es tanto. Nuestros sentidos pueden engañarnos. La realidad no deja de ser una interpretación.

    Volvemos a querer poner puertas al monte. (Aprendizaje, creatividad, imaginación sin cinturones que los opriman).

    What is your opinion about? (Igual está mal escrito y todo, la Botella fuimos al mismo colegio).

  24. Este domingo decidimos de nuevo. Retomo palabras de Aureliano.

    Domingo, 26 de junio: Se abren las urnas. Gran parte del electorado no sabe (o no quiere saber) que con su voto se apoya un modelo u otro de enseñanza. Los grandes medios de comunicación, y los valedores del neoliberalismo, han llenado a la gente de números, números y más números, para que sepa que los números mandan y hay que ajustarse a lo que mandan Bruselas y la Troika, pues si no iríamos al caos.

    FOTO, TÍTULO Y ELECCIONES.

    Hubo quien no gustó de ver una foto de un perro acompañado de otro perro. Si no fuese por el título y comentario a pie de foto, podríamos pensar en dos perros a orillas de la carretera, uno de los cuales se está echando la siesta, cosa muy corriente en el mundo perruno.

    Y, si ya se murió, por lo menos no está tirado solo en la cuneta, como muchas personas. Un compañero de fatigas no lo deja, lo acompaña.

    Enlazando con lo del domingo, y utilizando una metáfora pura, no lo olvidéis, para perro y murió, diría que a ver si, entre todos y todas, conseguimos que el perro, que tantos sufrimientos está causando a los más indefensos y necesitados de cuestiones materiales y espirituales para sus vidas, se muere de una vez, porque lleva echándose la siesta mucho tiempo.

    Un abrazo a todos y todas las lectoras del blog.

  25. Estimado José Antonio:
    Sí, la cuestión de la rúbrica está de moda. Es un instrumento más.No soy un apasionado de ella. Efectivamente, es pretencioso decir que reduce al mínimo la subjetividad. No hay que reducir la subjetividad, hay que reducir la arbitrariedad. La evaluación es un fenómeno humano y hay que tratarlo como tal. No he visto nada más subjetivo que una prueba objetiva.-Todavía estoy esperanzo las razones de Luis sobre su discrepancia con la incorporación de la ilustración del texto de esta semana.
    Feliz día de San Jusn.
    Ayer noche por esta costa se quemaron los “púas” en las hogueras.
    Buen domingo. Sí, pongamos un R.I.P. donde hay que ponerlo. Ojalá sea posible.
    MAS

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