En el transcurso de una comida celebrada ayer en Santiago, me cuenta una docente chilena de la Universidad Andrés Bello, la más grande del país, que a un hijo suyo le preguntó en cierta ocasión su profesora:
– ¿Cómo se llama el doctor que cura el oído, la nariz y la garganta?
El niño respondió con aplomo, sin dudarlo un segundo:
– Doctor Holguín.
La profesora consideró que la respuesta no era correcta ya que debería haber dicho: otorrinolaringólogo.
Sin embargo el niño había contestado con toda lógica y rigor pronunciando el apellido del doctor al que le llevaban sus padres para que le curase sus males de oído, de nariz o de garganta: el Doctor Holgupide con excesiva frecuencia laqen el libro de texto.ín.
Esta interesante anécdota me lleva, una vez más, al intrincado tema de la evaluación de los aprendizajes. Creo que se pide con excesiva frecuencia la repetición de los conceptos que aparecen en el libro de texto o en las explicaciones del profesor.
Veo a mi hija Carla preocupada por repetir con fidelidad en los exámenes lo que dice el libro de texto y, cuando le insisto en que utilice sus propias palabras, me contesta que se siente más segura si repite fielmente lo que ha leído. No es de extrañar esta actitud cuando los profesores insisten más en la repetición que en la comprensión. Recuerdo que una docente les decía a sus alumnos: “Esto es muy importante. Tenéis que aprenderlo de memoria para el examen. Bueno, si alguien no es capaz de decirlo de memoria, lo puede decir con sus propias palabras”.Tendría más sentido el argumento contrario: si alguien no lo puede decir con sus propias palabras, que se limite a repetirlo como está en el texto.
Con esto no quiero decir que la memoria no sea importante. El ser humano es memoria. Es necesario ejercitarla. Lo que critico es la memorización mecánica, la repetición que está alejada de la comprensión y del sentido.
¿Por qué la profesora considera errónea la contestación del niño que da como respuesta el nombre del doctor que atiende a los miembros de la familia? Está cargada de lógica, responde a la realidad, es coherente con la pregunta planteada. Creo que existe un componente de repetición desmesurado en los procesos de evaluación escolar. Se pide muchas veces que se repita lo que dice el libro, lo que converge con los parámetros esperables.
Una evaluación pobre da lugar a un proceso de enseñanza y aprendizaje pobre. Un autor llamado Doyle, que conocemos muy bien los didactas, dice que en un aula puede haber actividades intelectuales de diverso tipo: memorísticas, algorítmicas (aprender los pasos), comprensivas, comparativas, analíticas, de opinión, de investigación, de creación… Está muy claro, a mi juicio, que estas actividades están ordenadas de menor a mayor importancia intelectual, de menor a mayor complejidad. Van ganando en dificultad según el orden de la lista.
Ahora bien, si pensamos en la cantidad de tareas de estos tipos que aparecen en la evaluación, podremos comprobar que hay más de las primeras que de las últimas. De esta forma, estaríamos potenciando los aprendizajes de naturaleza intelectual más pobre.
Hago algunas veces esta sencilla prueba en las clases o conferencias sobre evaluación. Presento la lista de tareas de Doyle y pregunto por su jerarquía intelectual. Todos, sin excepción, suelen decir que están ordenadas de menos a más. Pero cuando pregunto a continuación de qué tareas hay más en las evaluaciones, la respuesta es inequívoca: hay más de las más pobres. La pregunta siguiente es casi inevitable: ¿por qué esta incongruencia?
Las explicaciones se asientan en la rutina (siempre lo hemos hecho así, como evaluados y como evaluadores), en la forma de actuar de la mayoría (todos lo hacen así), en las prescripciones (nos piden que lo hagamos así), en las mayor facilidad para responder a las familias (ha respondido mal, ha respondido bien) en la mayor facilidad para la corrección (no es, sí es la respuesta correcta), en la mayor facilidad para la cuantificación (tantas respuestas correctas, tantos puntos)…
La reproducción memorística, sin comprensión, es una actividad simple frente a otras de carácter más complejo que serían más beneficiosas para el desarrollo intelectual. Pero la evaluación condiciona el aprendizaje ya que se encamina al éxito.
El conocimiento académico tiene valor de uso (a veces, más que discutible) y valor de cambio (incontestable). Es decir, que si demuestras que has adquirido ese conocimiento el sistema te lo canjea por una buena calificación. Para tener éxito, pues, es necesario responder correctamente a las demandas de la evaluación. Si las demandas son pobres, la preparación que se hace para tener éxito es también pobre.
De ahí tantos esfuerzos baldíos por la reproducción. Se repite lo escuchado o lo leído, aunque no se comprenda bien el contenido. He contado alguna vez la siguiente anécdota, ocurrida en un examen oral de Historia. El evaluador pregunta:
– ¿Por qué fueron expulsados los judíos de la Península?
Después de meditar durante unos segundos, el alumno contesta.
– Porque no querían dejarse hacer fotos.
El profesor le pide que reconsidere la respuesta, ya que lo que ha dicho no tiene sentido,. La respuesta encierra, añade, un evidente anacronismo puesto que en aquella época ni siquiera había cámaras de fotos.
Pero el alumno responde que lo ha leído en el libro y que está seguro de que esa es la respuesta correcta ya que está repitiendo lo que dice el texto.
El profesor le invita a leer de nuevo de forma comprensiva. Le pide que, con atención, revise el contenido. Así lo hace el alumno, que se ratifica en la respuesta y se muestra orgulloso de tener razón.
El profesor le hace ver entonces que lo que realmente dice el texto es lo siguiente: “Los judíos fueron expulsados de la Península porque no querían retractarse”. El alumno se había comido la letra c en la palabra retractar y había leído retratarse. Y, claro, retratarse es hacerse fotos.
Repetir lo que dice el libro se convierte por parte de los alumnos y de las alumnas en una obsesión. Si lo aprenden de memoria se encuentran seguros de que serán bien evaluados. La opinión propia, el análisis, la crítica, la opinión propia, la creación, la aplicación, aunque actividades intelectuales más complejas, generan una mayor incertidumbre. ¿Cómo será valorada la opinión personal ante cualquier cuestión? La incertidumbre aumenta cuando el sistema de evaluación es jerárquico. Porque no habrá posibilidad de explicarse y defenderse. Ahora bien, si los evaluados tienen protagonismo y pueden fijar criterios, discutirlos y poner en tela de juicio su aplicación, la incertidumbre disminuye.
Desde estas líneas quiero instar a convertir la evaluación en una ocasión de aprendizaje y no solo de control, a transformar la evaluación en un momento de disfrute y no de temor, a hacer de la evaluación un proceso de creación y no de mera repetición mecánica. Para ello hay que darle más protagonismo a los evaluados y evaluadas, hay que convertirlos en el centro del proceso y no en meros destinatarios de las decisiones y las demandas jerárquicas.
Yo pienso que el aprendizaje si no va unido a la reflexión sobre lo que se lee de un texto, tiene muy poco valor. La reflexión será, pienso, tanto más rica, cuanto en más conocimientos previos se apoye. En el caso del niño y los judios no se sentiría tan seguro de su respuesta si hubiese tenido un conocimiento previo de la época que se hablaba y de la época de la aparición de la fotografía.
Los adultos damos por supuestas muchas cosas que no están en la mente de los niños y ellos hacen unas relaciones basadas en sus todavía incipientes conocimientos, por eso sus respuestas no responden muchas veces a lo que nosotros nos esperamos.
Qué hermoso seria ir a las evaluaciones con alegría, como el que va al medico para ser curado, pero lo normal es ir como el que va a un juicio para ser juzgado. Del educador depende cambiar el juicio por el médico.
Gracias, Miguel Ángel, por las reflexiones que nos ofreces cada semana.
Saludos.
La anécdota no puede ser más elocuente.
Realmente el tema de la evaluación es más que peliagudo. Cuando no se pide pensar para aprobar se empobrecen los aprendizajes.
Hay demasiada repetición en los exámenes, a mi juicio.
Habría que enriquecer y democratizar la evaluación.
Saludos y buen fin de semana.
Estimado MAS,
En su artículo El paradigma de la colegialidad (a mi criterio uno de los más clarifícadores y enriquecedores que he leído), publicaba un comentario sobre la experiencia que estamos llevando a cabo en nuestro colegio de la pequeña localidad de Santa Teresa, en la provincia de Santa Fe, Argentina, donde se está comenzando a trabajar con proyectos y talleres interdisciplinarios.
Durante las reuniones que se llevan a cabo permanentemente una de las mayores dudas que surge es la de la evaluación, la que lleva a los mayores temores ya que significa volver a barajar sobre el tema de la calificación y sus parámetros de medición. Debido a que nuestra nueva metodología de aprendizaje está basada en el estudiante, les resulta muy difícil a los profesores establecer estándares de calificación donde no estén incluidos los textos, las fotocopias, y otros instrumentos de enseñanza provistos por ellos y que permitían una fácil acreditación de los saberes a partir de esos instrumentos (lo que habla Ud. en este artículo sobre la memorística y la repetición).
Es así que hemos establecido ahora una serie de matrices de evaluación donde se ponen en juego habilidades que también deben y pueden ser enseñadas, evaluadas y calificadas, como la autonomía, la colaboración, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la creatividad. Los contenidos forman parte de las estrategias que utilice el profesor para poder apropiarse de los mismos, pero no son el único y exclusivo parámetro para medir los conocimientos adquiridos.
Todo esto supone un cambio de paradigma, genera situaciones de crisis, pero a la vez, nos aleja de la zona de confort y nos adentra en la cautivante zona de aprendizaje, la que comparten alumnos y educadores.
Un abrazo y bienvenido su paso nuevamente por tierras argentinas.
Preciosa anécdota. Muy significativa. Y muy clasificatoria para el foco del artículo que es la evaluación pobre que hace que el aprendizaje también sea pobre.
Este es un problema que todos consideran que debe solucionarse pero que nunca se soluciona.
Parece claro lo que se dice, pero la práctica sigue aferrada a viejos hábitos muy vinculados a la memorización.
Creo que había que tender a una evaluación más rica, más motivadora, más creativa.
¿Por qué se siguen manteniendo costumbres evaluados que con tienen defensa, que nadie ve positivas?
Algunas razones se plantean en el artículo. Otra es la comodidad. Es más fácil hacerlo así.
Tendríamos que desmontar esas rutinas tan perniciosas. Los niños siguen teniendo la presión de exámenes memorísticos.
Ese tipo de evaluación propicia un aprendizaje aburrido y estéril.
Me ha encantado el artículo.
Debe ayudar a pensar a quienes estamos en las aulas haciendo evaluaciones de pura repetición.
Las familias se callan y los niños padecen.
Le evaluación es uno de los núcleos más ticos para la reflexión sobre la enseñanza.
Se dice en el artículo que un proceso pobre de evaluación genera un proceso de enseñanza pobre.
Es verdad.
Porque los alumnos quieren tener éxito (se lo exigen la sociedad, se loe exigen los padres) y para tener éxito hay que hacer bien la evaluación.Si la evaluación consiste en repetir pues toda el proceso de aprendizaje se dirigirá a poder hacerlo. Aunque no se piense, no se opine ni se cree nada nuevo.
Por eso es bienvenido este tipo de artículos.
La anécdota no tiene desperdicio. Pone de manifiesto muy claramente que hay que dar con la tecla que se espera que se toque para poder tener éxito.
Lo que dice el niño tiene su lógica porque ese médico es el que cura en su caso los males de nariz, oído y garganta.¿Por qué está mal su contestación?
Ha razonado bien. H pensado con lógica. Puede justificar su respuesta.
El texto invita a preguntarse cómo hacemos las cosas en las aulas a la hora de evaluar. Y qué papel tienen los evaluados al hacerlo.
Estimado Ariel: Rotondo:
Tu comentario me ha parecido extraordinariamente rico y aleccionador.
Me ha gustado mucho tu frase, referida a las innovaciones que estas poniendo en marcha: “nos aleja de la zona de confort y nos adentra en la cautivante zona de aprendizaje”,
Creo que estáis en un camino que lleva muy lejos, ya que se centra en los aprendices y en las dimensiones más ricas y relevantes de su aprendizaje.
Enhorabuena, gracias y adelante.
MAS
Hace más de veinte años, revoloteando por las experiencias del Ciclo Superior de la E.G.B., uno tenía la costumbre de entregar los controles corregidos para discutirlos. Un alumno hizo una pregunta, ya que había dado una contestación original a una cuestión. En seguida otro saltó diciendo que eso no podía ser. Entonces tuvimos que recordar que habíamos corregido el libro al principio de curso, porque no era muy coherente. También discutimos la versión del compañero, y vimos que tenía cierta lógica y que no era tan descabellada su opinión. Volvimos a lo que habíamos quedado al principio de curso para ponernos de acuerdo y dejar aclarada la cuestión. Por último, dije que había libros de otra editorial, que lo hacía como había dicho el compañero. Era verdad que había varias opiniones al respecto, pero como ya teníamos consenso, no haríamos caso en ese tema a ningún libro de texto.
Estas y otras muchas cuestiones se oscurecen, porque los libros de texto, al querer ofrecer facilidades al alumno, simplifican lo que no se debe y entorpecen en vez de ayudar.
Recuerdo que en otro control puse una cuestión a pelo, que consistía en abrir el libro por una página determinada y decir qué ejemplos estaban mal puestos y por qué.
Cuidadín, cuidadín con los libros de texto, porque nos encontramos refritos y enchorizados que sientan mal a la salud mental e intelectual de nuestros sufridos alumnos.
Gracias, Miguel Ángel por volver a ponernos en juego el tema de la evaluación.
Estimado josem:
Interesantes cuestiones sobre los problemas que puede generar el libro de texto, entendido como la Biblia escolar.
Se nota en tus comentarios que hay detrás una rica experiencia docente.
Me ha gustado la metáfora relacionada con la salud mental que utilizas al final. Es muy instructiva.
Un joven de 81 años llamado Enrique Bono acaba de publicar en Aljibe un libro titulado APROBAR O APRENDER. Me ha pedido que le escriba el Prólogo y lo he hecho encantado. El títiulo que él había puesto era más elocuente: ¿APROBAR SIN APRENDER?
Gracias por tus aportaciones.
Un gran abrazo.
MAS
Es importante este tema porque es una constante en las aulas. La evaluación, tal como está montado el sistema, es el eje de la actividad docente.
Todo se encamina al éxito. Parece que más importante que aprender es aprobar.
Y todo se encamina a conseguir el aprobado. Lo que pasa es que, cuando la evaluación es mala, para aprobar no hace falta aprender sino memorizar.
Yo veo esta cuestión superimportante.
No es fácil cambiar el status quo, pero hace falta ser conscientes de que sería necesario hacerlo.
Y luego intentarlo.
A veces, los alumnos son un obstáculo para el cambio. Lo digo porque, cuando ya están pervertidos por el sistema, lo que quiero es tener la seguridad de aprobar. Si la evaluación se hace por tareas que buscan el pensamiento, el análisis, la crítica, la opinión o la creación se sienten menos seguros y acaban pidiendo pruebas memorísticas o pruebas objetivas.
No se sabe cómo va a valorar el profesor tu opinión pero, si respondes con las palabras exactas del libro, entonces te van a poner buena nota.
Un cordial saludo a todos los lectores y comentaristas del blog.
Me pareció un artículo muy interesante, considero que es uno de los aspectos de la educación que menos ha cambiado con el paso de los años, y que ya va siendo hora. Un saludo desde Kingston Upon Hull.
Estimado Juan:
Qué coincidencia que nuestros asientos en el vuelo fueran contiguos después del previo encuentro en el aeropuerto. Espero que hayas tenido un buen viaje y que ya estés bien instalado en Kingston. Seguro que será una magnífica experiencia.
Esperé tu comentario en Chile, pero lo leo cuando ya estoy de regreso en Málaga.
Tienes razón. La evaluación es uno de los fenómenos que ha evolucionado menos. Habrá que insistir. Es importante.
Un abrazo.
MAS
MALDITA EVALUACION.BENDITA EVALUACION.
Hola a todos.
Desde que leí tu artículo el Sabado de noche,no dejo de pensar en la justicia,en la escuela, profesores, alumnos ,comunidades,PISA,OCDE,RANKING,POLITICOS,…
(PROMETO SER LO MAS BREVE QUE PUEDA,esquematizaré sin desarrollo ni explicación esperando de todas formas se entienda la posición de un estudiante, de un evaluado mil veces, porque confío en los lectores de Miguel Angel).
– Papá,nos pusieron un control sorpresa de Língua y saqué un 2,5 pero la máxima nota fue un 5 y hubo muchos ceros. Es que Juán es muy duro,es guay porque cuenta chistes pero es muy duro.
– Ayer parece ser que era el día de los maestros y también el día de la educación financiera,si no escuché mal la radio. De ahí la pregunta quién te marcó para bien, quién para mal. Por supuestoseguro que la respuesta está relacionada con la evaluación.
AL GRANO DE MI COMENTARIO.
Creo que alguien me enseñó y puso en el camino de darme cuenta de que NO HAY UNA UNICA EVALUACION.
¿Por qué tanto control-exámen? ¿Cuándo enseño-aprendo-observo? ¿Cuándo me evalúo-reflexiono sobre cómo se están llevando las cosas en clase, el proceso, los cambios a tomar,los problemas que surgen,las inquietudes de mis alumnos,…
Yo, esa evaluación-control-ranking-clasificación lo dejaría para la liga, no me aporta más que lo que se viene comentando: miedo, libro, opinión del profesor, pérdida de tiempo que podríamos dedicar a cosas más positivas.Memorizo ,supero control, olvido.”EVALUACIÓN OBJETIVA ELIMINADA EN PRIMARIA Y SECUNDARIA”.No puede condicionar nuestros aprendizajes útiles, motivantes,consensuados, inesperados. El profesional preparado sabe valorar para enseñar, dialogar,ver dificultades,superarlas entre todos, colaborar, indagar…lo que todos buscamos, APRENDER A APRENDER. No creo que se consiga con controles sorpresa,un fallo ,un punto negativo, dice mi hijo.
-PISA.GALICIA (6,45). Un bien, qué bien.Estamos de 6º.País Vaco, Navarra, de los primeros.Cosa curiosa,los más ricos, los que más recursos destinan sean públicos o privados, padres,nivel de estudios madres, son los que encabezan la lista.
– A nivel mundial Finlandia y los currantes coreanos y chinos ocupan las primeras plazas. Si esto pretende medir la EXCELENCIA EDUCATIVA ( no sé lo que es ) por qué no se copian sus bondades (recursos,elección y formación del profesorado,metodologías,…).Aquí no te escoge un sexador de pollos a toda pastilla y cuanto antes mejor para no malgastar el dinero en los caracoles y destinarlo a los pajarracos que van a salvar al país;a mayores necesidades más apoyos.Nuestros pajarracos puede que sepan muchas matemáticas y finanzas , pero en vez de devolver, con tu trabajo, bien pagado,a la mayoría tu saber hacer, te vas con quien te da el doble.( Esa formación de excelencia habrá tenido tiempo para alguna asignatura en valore positivos, humanidades?).
LA BENDITA EVALUACION es la que me hace mejor pofesional,mejor maestro mejor persona, la que me hace ver que mi trabajo es entre personas, que si se trabaja en un clima motivante, implicados,sin miedo a decir la mayor burrada,pues burrada tuvo que ser el que dijo que la tierra era redonda, o que algún día se inventarían teléfonos en donde pudieras verte y hablar. HAY QUE EVALUAR, PERO DEBE SERVIR SOBRE TODO AL ALUMNO, por medio del profesor,de la escuela, del Estado. Yo no he traido hijos al mundo para que forzosamente tengan que ir a un lugar en donde les van a decir lo torpes , lentos, y burros que son. Insisto. Los hijos de nadie, ni siquiera los de los profesores, deberían ir al colegio tristes, angustiados porque les cuesta apreder tal o cual cosa,pensando en un examen.Y ,OH PECADO, LOS PADRES NO DEBERÍAMOS PREGUNTAR LO PRIMERO QUE NOTA SACASTE. Yo procuro no examinar amis hijos en casa, sólo educarlos y enseñarles lo que sé,quererlos.EVALUACION FORMATIVA PARA TODOS.
– Qué complejo, para qué buscarse más problemas en donde no los hay . Ha quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga.
Un abrazo.No sé si se entiende la mitad, con eso me conformaba,pero es que no tengo el libro delante y sin libros estamos perdidos, y las editoriales también. Gobiernos, con lo fácil que es copiar-adaptar.SIETE LEYES.
Pablo llega del autobús del cole.
-Papá, hoy me tienes que llevar al parque porque no traigo deberes y ayer fui al dentista y luego llovía y también hice el trabajo sobre el Everest.
Es un parque muy pequeño que sólo hay jubilados niños y mamás. De lo que queda poco. Después de una jornada completa en el colegio, imagino que haciendo lo que tocaba, qué es mejor, lo que pueda enseñarle,estudiar, ir al parque en donde se encuentra con unos cuantos amigos de su cole y de parque(están en el momento monopatín de dos ruedas.¿Ahí no va a aprender nada ni le va a ser beneficioso?¿Tendré que evaluarlo? Siento las faltas de ortografía que cometo, alguna daña la vista, pero eso tiene remedio. Lo que parece que no lo tiene es la ceguera política, siempre considerando que los humanos somos buenos y no hay intencionalidad ni mala fe. Me voy a disfrutar de mi hijo pequeño ahora que puedo y todavía me reclama.
Querido José Antonio:
Sabia decisión.
Muy bin explicada, además.
Enhorabuena, amigo.
MAS
Interesantes reflexiones las del artículo de esta semana y las de los comentaristas.
Yo creo que tenemos mucho que reflexionar sobre esta cuestión, tanto los profesores como los padres.
Hay mucha competitividad soterrada. Y aa veces no tan soterrada.
Hay una obsesión por los resultados.
No me usta.
Habría que acostumbrar a que las personas quisieran ser las mejores respecto a ellas mismas. No hay que obsesionarse con ganar a los demás.
La evaluación sigue siendo una cuestión candente.
Por mucho que hable con lógica de otras formas de evaluar, las rutinas siguen imperando.
Se hace como siempre se ha hecho. Se hace como todos la hacen.
Habría que romper el statu quo con valentía.
Así no tiene sentido. Al menos, no tiene sentido educativo.
– Lo primero decirle a Miguel Angel que si tiene a bien restringir el número de mis participaciones lo entendería. Pero para mí es una pasión, una necesidad, sobre todo en este tema.
– A mi mujer no le gusta que cuente cosas perSonales. Entonces debo hacer ficción, novelas, teoría.
– Ante todo soy un gran defensor de los maestros; la gente no comprende su difícil papel. Ayer escuché decir que la palabra maestro frente a profesor tiene un matiz más humano; estoy de acuerdo,por eso la prefiero. El diccionario dice que maestros suelen llamarse a los que dan clase de primaria para abajo. (menos categoría, juegos, canciones , teatro, dibujo,).He leído que en Finlandia, cuanto menor es el alumno, el maestro que le corresponde es el más preparado, los mejores.(¿ Los pediatras son menos médicos que los demás? El adulto ayuda con sus comentarios, los bebés no dicen nada)
– Los primeros aprendizajes son los que van a ir marcando los siguientes. Los pequeños son personas jóvenes, pero no tontos. Las primeras experiencias familiares y luego escolares ( No me gusta lo de preescolar, menos guardería o jardín de infancia. Hubo alguien que dijo algo así como que el, por ejemplo, 70% de nuestros aprendizajes importantes los adquirimos antes de los tres años).
-UNA ACLARACION. Cuando escribo aquí hablo de niños, maestros, profesores. Me refiero siempre a ambos sexos, si no fuese así lo especificaría; pero en una clase de niños y niñas hay que dar visibilidad a las niñas. Aquí somos todos mayores y espero que ellas también se sientan aludidadas, de hecho deben ser mayoría.
– Somos seres HUMANOS, nos equivocamos mil veces; dicen que es de los errores de donde más se aprende.
– Me encantan todas las participaciones, ( ya estoy valorando) pero creo que en especial la de Ariel Rotondo. Todos nos quedamos en lo complejo , la comodidad, siempre ha sido así, alguna vez tocará tocar el tema. Ariel se arriesga a probar cosas nuevas, evaluar , probar, evaluar,¿daremos con la tecla? ¿ Y el mero intento, el proceso, no vale para nada, no se habrán producido aprendizajes ahí? Juán Fernández dice que seguir así no tiene sentido educativo. ¿ Qué haría un investigador con lo que no da resultado,repetir lo mismo?¿ Y un entrenador que va perdiendo el partido?¿ Es igual poner un ordenador que un maestro en clase? Última pregunta, ¿de qué se habla en un claustro de evaluación?
-CASO PERSONAL. PADRES, SOMOS HUMANOS. No somos perfectos ni siempre actuamos correctamente; lo hacemos lo mejor que podemos y sabemos unido a otras circunstancias.
Cuando era mi época de estudiante nos arreaban; como he dicho más de una vez yo estaba interno y los domingos nos levantabamos una hora más tarde. Nos despertábamos y lucha de almohadas. LLega profesor-cuidador y mano marcada en la cara hasta el desayuno. A todos, levantados o no.
Me prometí que si alguna vez tenía hijos nunca les iba a pegar, pues los padres antes también pegaban. Luego leí que tendemos a repetir nuestras experiencias violentas.
Caso. Me voy a las ocho de la mañana. llego a las diez de la noche, y no como en casa, todo mojado y cansado. Me recibe Pablo y me dice que lo lleve al parque. ¿Cómo vamos a ir al parque ahora, mira como estoy, no toca. Mamá dijo que cuando llegarás me llevabas tú. Ella no sabía que iba a llegar a esta hora. Así, hablánsole, convenciéndole,negociando,insistiendo,hasta que ya Pablo toma una actitud violenta y me da patadas llorando porque no hago lo que me pide; le digo que no me pegue que yo a él no le pego, que no se puede pegar anadie…la cosa sigue y no tengo más paciencia, lo cojo, le doy en el culo, y lo meto en cama…él me monta la III Guerra Mundial. Resultado, me meto en cama, no tengo ganas de nada y pienso,…pienso he fallado, debería tener más paciencia o actuar de otra forma; no supe.Reflexiono sobre eso, entiendo a los maestros no con uno, sino con cinco…Las circunstancias , el estrés, las prisas sin sentido , sin dirección, las presiones familiares, sociales y administrativas,…
Aún así, en la escuela el grupo de maestros debe intentar comunicarse, colaborar,discutir, reflexionar tomar decisiones arriesgadas, lo que se le debía pedir a los alumnos, que en definitiva,es para quien se trabaja. Y CONTAR CON ELLOS.¿ QUE ES DE LA AUTOEVALUACION? por supuesto alumnos y profesores.
A mayores retos,mayor satisfación el intentar conseguirlos, y si se consigen no te digo nada. LO QUE NO PERDONA EL PUBLICO ES QUE SE BAJEN LOS BRAZOS, AUNQUE LAS POSIBILIDADES SEAN POCAS, EL ESFUERZO SIEMPRE VALE LA PENA Y TIENE RECOMPENSA, AUNQUE SEA RECOMPOENSA PERSONAL DE PENSAR LO HE DADO TODO.
Por la evaluación se entra, se pasa y se sale.MUCHAS DE LAS COSAS BUENAS QUE APRENDEN LOS ALUMNOS DE LOS BUENOS MAESTROS, NO ESTAN PROGRAMADAS NI SON EVALUADAS, PERO SÍ PASAN A LA PERSONALIDAD DEL APRENDIZ. y AL REVES. (CURRICULUM OCULTO)
Cuántos dolores ha causado, causa y seguirá causando la evaluación.
Solo por ese motivo habría que cuestionarla.
Hay mucho sufrimiento en torno a la evaluación, Tanto de profesores como de alumnos.
Y luego están las secuelas que deja.
Estimado José Antonio:
No. ¿Cómo te voy a restringir las entradas? Todo lo contrario.
Es una satisfacción tener comentaristas como tú.
Y a mi me gusta que cuentes cosas personaless. Solo las puedes aportar tú. Tienen un valor especial.
Otra cosa es que cuentes cosas íntimas. Ahí me pongo de parte de tu mujer. Dices cosas que te salen del corazón. Esas cosas son maravillosas porque nacen de la bondad.
Un gran abrazo. Y sigue escribiendo, por favor.
MAS
Con el permiso de Miguel Angel quiero agradecer a José Antonio el haber tenido en cuenta mi comentario y me gustaría agregar algunas cuestiones. En primer lugar no es fácil desterrar toda una tradición de educación industrial donde la evaluación tradicional se establece en la medida del conocimiento del profesor y en la capacidad del estudiante para replicar ese conocimiento. El que participen la autonomía, la colaboración, la creatividad, la resolución de problemas y el pensamiento crítico en ese proceso de evaluación es un desafío que causa temor en muchos profesionales de la educación, principalmente esperando el qué dirán de los estudiantes y de sus familias, los primeros en interpelar sobre el por qué de tal o cual calificación en los boletines. En este sentido es necesario abrir las escuelas a las familias y a la comunidad y entre todos pensar y repensar un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje en el que el trabajo en proyectos y talleres interdisciplinarios y socialmente valiosos ofrecen grandes posibilidades junto al manejo de las nuevas tecnologías. En una de estas reuniones, una de las madres agradeció “mi valentía” por llevar adelante estos cambios. Más que devolver el agradecimiento tuve que explicarle que no es un esfuerzo personal (más allá del papel que me alcanza como Rector) sino que el esfuerzo no tiene sentido si no lo hacemos entre todos, desde el lugar que ocupa cada uno de nosotros. En segundo término, y siguiendo con el mismo pensamiento, no es un camino de rosas ni plagado de espinas, es un camino que debemos de recorrer, con avances y retrocesos, a veces mirando lo plácido del paisaje y a veces resguardándonos de las tormentas, a veces esperando el momento propicio para volver a caminar. Finalmente, todo cambio debe ser visto desde el lugar de institución social, donde los sujetos del aprendizaje son sujetos sociales. La escuela es uno de los únicos lugares donde todavía se puede compartir y aprender junto a otras personas con diferentes creencias y con diferentes experiencias de vida. La escuela es hoy aún más necesaria que cuando la sociedad industrial requirió de ella con horarios estrictos y aprendizajes propios del sistema. Uno de los estudiantes, durante las reuniones que comenté, dijo que si el conocimiento está en todas partes, entonces por qué no nos quedamos en casa y aprendemos solos. Esto es lo que debemos enseñar, esta es la verdadera razón de la escuela, enseñar que nadie puede aprender cómo desempeñarse en la sociedad del conocimiento en soledad, que el compartir, que el colaborar, que el discutir, discernir, decidir, crear, son habilidades que requerimos hoy y que la escuela es “el lugar” donde eso también se enseña y se aprende.
Estimado Ariel:
Muy interesante tu comentario.
Creo aue, como dices, hace falta valentía para afrontar los retos de la evaluación.
Pero también me gusta ver que tienen un enfoque optimista, con el que coincido. Se pueden hacer cosas y, de hecho, se están haciendo. Me gusta esa idea de que no estamos condenados a hacer las cosas de manera deficiente.
Un gran abrazo.
MAS
Me ha gustado mucho la expresión de Ariel Rotondo cuando habla de “educación industrial”, ya que me trae a la mente otra expresión similar aplicada a la alimentación cuando hace tiempo leí el magnífico libro del periodista estadounidense Eric Schlosser titulado “Fast Food”.
Trataba de la historia de los ‘burgers’ (Mcdonald’s, Burger King, Wendy, etc.) y que se han extendido como un reguero de pólvora por todo el Planeta.
Pues bien, Schlosser hablaba de la “comida industrial”, refiriéndose a todas estas cadenas que sustituían las comidas tradicionales por las que se hacían como en una cadena de ensamblaje de una fábrica de coches.
En los próximos días les preguntaré a mis alumnos y alumnas, futuros docentes, si están de acuerdo con la “educación industrial”, y, ampliando el tema, sobre la “evaluación industrial”, es decir, aquella que considera al alumnado como una pieza más que forma parte del engranaje educativo de esa inmensa maquinaria que es la economía de mercado.
Seguro que recibiré opiniones de todo tipo, pero les pondré contra las cuerdas cuando en el debate les indique que la mayoría de ellos, por los muchos años de “educación industrial” recibida, ya han asimilado los mecanismos de funcionamiento de este modelo, por lo que cambiar de motor cuesta mucho.
Posdata: Me llevo muy bien con ellos (a todos los conozco por sus nombres), por lo que las bromas que puedan surgir de mi parte las entienden bastante bien.
Querido Aureliano:
Esta es una cuestión inquietante. He visto a mis alumnos y alumnas de la Facultad hacer críticas furibundas a la evaluación memorística realizada a través de exámenes y pruebas objetivas… Y he visto que, pasados los años ellos y ellas repiten lo que criticaban con dureza, claridad y contundencia.
¿Por qué?
Tú apuntas una causa más que creíble.
Me inquietaba tanto el tema que escribí, basándome en sus opiniones, un artículo titulado “Tatuajes en el alma”. Está incluido en el libro Evaluación como aprendizaje (Ed. Narcea).
Gracias por tus aportaciones,
MAS
La anécdota del niño chileno es magnífica. Él podría jurar que el médico que le cura ser llama así. Incluso se enfadará si alguien lo niego.
Pero la evaluación exige las respuestas ortodoxas. Es decir, las del libro, las que espera el profesor.
Y, a veces, tendrá que adivinar qué es lo que quiere escuchar o leer el evaluado.
Menudo tema el de esta semana. Den realidad pone en entredicho toda la enseñanza.
Hay muchos factores que hacen que las cosas sigan como siempre. El principal es la RUTINA: Se hace así porque siempre se ha hecho así. ¿Por qué cambiarlo?
LO primero es que no se pone en cuestión la práctica. Y lo segundo es que es más cómodo hacerlo como se sabe hacer.
Me ha gustado el tema, ell enfoque y los comentarios que ha suscitado el artículo.
Es estupendo ver cómo los lectores y lectoras van enriqueciendo el texto de origen.
Solo quiero añadir que aquí, en este tema, no hay solo ideas. Hay muchos sentimientos.
Sí, hay sufrimiento de los evaluados y de los evaluados que no se suelen tener en cuenta.
Profesor MAS;
Tuve el honor de asistir ayer en Córdoba, Argentina, a su presentación sobre EVALUACIÓN y el placer de escucharlo a Ud. en vivo, relatando esa historia del “dr Holguín”.
Quiero agradecerle, humildemente, su visita y hacerle saber que tanto mi esposo como yo, que asistimos juntos a verlo y al final nos “premió” Ud. posando en una foto con nosotros, estamos ya en la pendiente de bajada de nuestra carrera docente, rumbo a la jubilación, tenemos ambos más de 27 años de servicio, pero no dudamos en suscribirnos para asistir cuando nos enteramos de su visita a Córdoba. Volvimos renovados y con muchas expectativas de cambio a pesar de los años de servicio. Nos sentimos los docentes “A” de ese ejemplo que presentó Ud. ayer. Gracias por todo lo compartido y lo esperamos siempre con cariño y admiración en Argentina.
Estimada Mercede (y esposo):
Gracias por vuestra presencia en Córdoba y por vuestras amables palabras del comentario.
Vosotros no estais bajando por el camino de la jubilación sino ascendiendo por él. Se nota que a vosotros la experiencia os ha hecho mejores.
Os envío un gran abrazo desde La Plata. Mañana emprendo regreso a casa.
Gracias por vuestra hospitalidad.
Un abrazo.
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