La cajita de los besos

11 Jul

Acabo de apagar la radio indignado ante unas declaraciones del señor Ministro de Economía español, Cristóbal Montoro, en las que se mofaba sin ningún remilgo de cosas  (llamémoslas así, en su honor) como la empatía, el cariño, la cercanía emocional… No eran propiamente unas declaraciones, eran unos comentarios sarcásticos y despectivos al hilo de las preguntas que le hacía un periodista. Se reía (sí, sí se reía) de estas “tonterías” y alardeaba de lo que él consideraba verdaderamente importante: cifras y datos. Como si estuviera por encima de la naturaleza humana, de las necesidades de la ciudadanía de a pie.

-Oh, papá, no está vacía. Yo soplé besos dentro de la caja… todos para ti.

– ¿Empatía? A mí háblenme de cifras y de datos, dijo entre risas despectivas.

Qué pedantería, qué torpeza, qué estupidez. Como si no se pudiera vivir sin cifras. Lo que no se puede, señor Ministro, es vivir sanamente sin afectos. Las necesidades no son solo materiales. Como si esas cuestiones sentimentales afectasen solamente a los pobres seres humanos que no tienen otras cosas más importantes en las que pensar. Las personas inteligentes, los VIP, están en las cifras, están en la economía, están en el dinero. Yo no sé si a sus hijos, en lugar de darles un beso al llegar a casa, les entrega una carpeta con llamativas estadísticas sobre el fraude fiscal o sobre el recorte de las pensiones.

– Toma, hijo, algo verdaderamente importante. Empápate. Besos no, qué tontería. Empatía no, qué ridiculez.

Los niños, para estar psicológicamente sanos, señor Ministro, necesitan sentir afecto. Lo necesitan  para vivir felices, para desarrollarse adecuadamente, para poder dormir. Le explicaré  por qué digo esto.

El último día de curso nuestra hija Carla recibió la invitación de una compañera de clase para compartir la tarde y la noche con un grupo de siete amigas. Carla nos dijo, antes de irse, que se iba preocupada por si no se podía dormir ya que no íbamos a estar sus padres para darle un beso antes de dormir.

– ¿Qué hago, si vosotros no estáis allí? ¿Qué hago si pasan las horas y no me puedo dormir? Por una parte quiero ir y por esa parte no.

– Carla, no te preocupes. Vete tranquila y disfruta. Te vamos a llenar una caja de besos de papá y de mamá. Cada beso estará depositado en un pequeño trozo de papel con la letra p de papá o la m de mamá. Pones la cajita debajo de la almohada y, si ves que no te duermes, sacas un papelito y  lo pones en tu cara.

Le preguntamos al día siguiente cómo había ido la noche. Nos dijo que muy bien, que la idea de la caja había funcionado.

No sé lo que hubiera hecho el señor Cristóbal Montoro si una hija suya le plantea este problema. Quizás le habría endosado una gruesa carpeta llena de datos, advirtiéndole de que si no se dormía podía poner la carpeta con las diferentes fórmulas debajo de la almohada.

Le voy a dedicar al señor Ministro, que se burla de las emociones, como si de ridiculeces se tratara, este viejo cuento infantil, aunque es probable que no tenga tiempo que perder en estas cuestiones insignificantes, por no decir estúpidas. Ha olvidado el señor Ministro que no solo de números viven las personas, no solo de datos y de cifras. No solo de dinero.

Hace ya tiempo, un hombre castigó a su niña pequeña, de 3 años, por desperdiciar un rollo de papel de envolver dorado.

El dinero era escaso en esos días, por lo que se enfadó cuando vio a la niña envolviendo una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, a la mañana siguiente la niña le llevó el regalo a su padre y le dijo:

– Esto es para ti, papá.

Él se sintió avergonzado por su reacción de furia del día anterior, pero volvió a explotar cuando vio que la caja estaba completamente vacía.

– ¿No sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe haber algo dentro?

La pequeña miró hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo:

-Oh, papá, no está vacía. Yo soplé besos dentro de la caja… todos para ti.

El padre se sintió morir; abrazó tiernamente a su hija y le suplicó que lo perdonara.

Se dice que el hombre guardó esa caja cerca de su cama por años y siempre que se sentía derrumbado tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.

Cada uno de nosotros ha recibido una caja envuelta en papel dorado, llena de amor incondicional y besos de nuestros hijos, amigos, pareja, familia…. Nadie podría tener una propiedad o posesión más hermosa que ésta.

La esfera de los afectos es determinante para alcanzar la felicidad. No es una cuestión menor la educación sentimental. Pero, para llevarla a cabo, hace falta que nuestros hijos y alumnos sepan y vean que a nosotros nos importan los sentimientos y las emociones. Los suyos y los nuestros. Los nuestros-nuestros. Y los nuestros en relación a ellos.

La escuela, que siempre ha sido el reino de lo cognitivo, debería ser el reino de los afectivo. Lo explico en mi libro “Arqueología de los sentimientos en la escuela”, publicado en la Editorial Bonum de Buenos Aires y traducido al portugués en la Editorial ASA de Porto. En él reproduzco esta cita de I. Filliozat tomada de su libro “El corazón tiene sus razones”: “En el colegio se enseña historia, geografía, matemáticas, lengua, dibujo, gimnasia… Pero, ¿qué se aprende con respecto a la afectividad? Nada. Absolutamente nada sobre cómo intervenir cuando se desencadena un conflicto. Absolutamente nada sobre el duelo, el control del miedo o la expresión de la cólera”.

Y la familia, tantas veces preocupada por dejar a sus hijos en herencia conocimientos, dinero, casas, cuadros o joyas, haría bien en preocuparse por el caudal de afectos que van atesorando sus hijos e hijas en la vida cotidiana y que constituirán, sin duda, su mejor herencia.

El sarcasmo del Ministro ante el valor de esta parcela de la vida humana, me ha hecho pensar en el abandono que sufre la educción sentimental de los niños y niñas en los hogares y en las escuelas. Teniendo en cuenta que la atención a estas cuestiones no va a ser un obstáculo o un freno para realizar los aprendizajes del curriculum. Todo lo contrario. Para que haya aprendizajes significativos y relevantes –dicen las teorías constructivistas- hace falta una disposición emocional hacia el aprendizaje. Es decir, que un alumno emocionalmente sano está en mejores condiciones de aprender que el que tiene el corazón descuidado, como reza el título de un libro del profesor argentino Castro Santander.

Lo que digo para el aprendizaje, lo digo para la vida. Carla necesitaba aquel día una buena cama para dormir, pero no podía conciliar el sueño sin el afecto y la cercanía de sus padres. Despreciar la vida sentimental de las personas es de una torpeza inusitada. Podemos ser infelices siendo extraordinariamente ricos, famosos y poderosos. La felicidad de las personas no está en la cartera, está en el corazón. Si lee este artículo (ya se que tendrá otras cosas más serias e importantes a las que dedicarse), no se ría de mí, señor Ministro.

30 respuestas a «La cajita de los besos»

  1. Querido Maestro!
    No se debe tener el corazón descuidado!
    Es esencial en la vida humana sentirse arropado y querido.
    Hay una frase que utilizo mucho que dice”es tan pobre que solo tiene dinero”.
    Para mi Carla es una niña muy afortunada porque nunca le faltará el afecto de sus padres, y será una niña feliz y plena.
    No debe afectarnos el sarcasmo de la gente que tiene olvidada las cuestiones emocionales, pues seguro les faltará la parte más importante en el desarrollo sano de sus vidas.
    Es el amor, el positivismo,el sosiego, la calma, la empatía,la complicidad,la comprensión, ejes fundamentales para conseguir todos los propósitos de vida.
    No se apure maestro, gente rara hay en todos los sitios hasta en las esferas más altas!
    Lo que hay que hacer que es mucho más sano vivir con todos los depósitos humanos llenos, sobre todo el de los afectos.
    Aleccionador artículo.
    Me siento más cercana hoy ha conseguir una de mis luchas,y en parte se lo agradezco a usted que hace de dos signos menos uno mas.
    Me emociona leerlo y recibo con ello abrazos y afectos de vida!
    Sin más me despido con un cordial y afectuoso saludo.

    • Gracias, querida Loly, por tu lectura y por tu comentario madrugador.
      Es un placer tener lectoras como tú.
      Besos.
      MAS

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  3. Hola, querido Miguel Ángel. Ya ese tipo de actitudes no me sorprende, y no debiera ser así, porque de pronto se diria que es algo de lo más natural. Hay muchos funcionarios expertos en corrupción, ambición de poder y dinero,nunca tienen suficiente, no tienen vergüenza (no todos,afortunadamente) .Es una pena, pero por ellos. No tienen amor, no tienen nada. El amor es mágico, uno da un poquito y recibe mucho, pero, qué pobre se torna el que no es capaz de dar un poquito de afecto! Son dignos de lástima. Feliz semana, y mucho amor para todos.

  4. Afortunada su hijita Carla y afortunado Ud, querido maestro. Se aman, se tienen. Están llenos de amor, por eso pueden darlo. !Pobre señor ministro Cristóbal! como él hay muchos dando vueltas en el planeta. No pueden dar de lo que no tienen. No tienen amor, no tienen nada. Ellos deben creer que si uno da amor se gasta, como su dinero y sus bienes. Ni se imaginan cómo funciona. !pobres!
    Buen fin de semana para todos,desde el sur del mundo.

  5. “¿Besos, dice usted…? Pero, vamos a ver: usted con la edad que tiene no se ha enterado del mundo en el que vivimos… Esto no es Disneylandia, ni nada por el estilo. La vida, señor mío, es la lucha por la supervivencia, tal como ya nos lo dejó bien escrito Charles Darwin, al que me imagino habrá leído, aunque veo que no ha asimilado bien sus lúcidas teorías…”

    “Míreme a mí: yo no he recibido ningún beso, ni siquiera un piropo, ni siquiera una caricia en mi vida, y, fíjese bien, a dónde he llegado: nada más ni nada menos a ser titular de un Ministerio del que todos están pendientes y al que todos dirigen sus temblorosos rostros y que yo les devuelvo echándoles miradas que les hielan sus corazones…”

    “Déjese usted de besitos y demás tonterías. Eso, quizás, esté bien en las Navidades, porque reactiva el consumo y las cifras de las ventas se disparan. Pero una vez pasadas esas fechas y la gente vuelve a ser normal, lo que hay que hacer es preparar a la nueva generación para competir, luchar, ser los primeros. No importan los codazos, las zancadillas, las puñaladas. Uno lo que tiene que marcarse es una meta en la vida y llegar a ella como sea…”

    “Por cierto, y dado que veo que usted también escribe, le aconsejaría que leyera a Thomas Hobbes. Sí, sí, ese que ya nos apuntó un escueto lema que resumía el verdadero sentido de la vida y que decía ‘homo homi lupus’. ¿Qué lo ha leído? Fíjese, yo lo aprendí de muy jovencito, porque yo también fui joven, y míreme lo contento y feliz que me siento cuando veo que todos me temen, me reverencian, me aplauden…”

    “Vuelvo de nuevo: déjese de besitos y demás tonterías, puesto que así este país no levanta cabeza con profesores que en vez de formar a los estudiantes para que lleguen a ser grandes emprendedores y triunfadores en las finanzas, se dedican ahora a hablar de sentimientos y de afectos en la clases. Haga el favor de pensárselo detenidamente y reconsidere su postura, porque, en el fondo, le considero una persona inteligente que no debe perder su precioso tiempo en esas banalidades”.

    (Extracto del escrito imaginario que el Ministro de Hacienda tiene preparado para enviar al titular del blog.)

  6. Negar el afecto, el amor, en la práctica diaria al ser humano, es algo así como negarle el aire que le da vida. Todos sabemos que las carencias afectivas en los niños dejan secuelas para toda la vida. Otra cosa es cuando el adulto, que recibió cariño de niño, se reviste de esa coraza tan ponderada por muchos, de persona que no se deja impresionar, digamos, por el dolor de los demás. Últimamente la política nos da sobrados ejemplos de esto.
    En definitiva, yo pienso que la necesidad del afecto y del amor nos acompaña durante toda la vida.
    No hagamos mucho caso al Sr. Montoro, seguro que se las está dando de duro, cosa muy aplaudida en ciertos círculos. Lo contrario se entiende como debilidad, y a esto respondo con algo que creo es de un libro sagrado: “el amor es mas fuerte que la muerte” y,desde luego, creo que nada nos hace tan felices como amar y sentirnos amados.
    Miguel Ángel, siempre te conocí con un gran corazón y veo que con los años incluso ha aumentado. Saludos

  7. Hermoso artículo. De los que hacen falta para afrontar la invasión de las coas materiales como único valor de la vida.
    Creo que habría que reivindicar más la ternura. Los niños nos dan constantes lecciones.
    Si aprendiésemos de ellos habríamos ganado mucho terreno. Lo que pasa es que los sentimientos de los niños parecen cosas de escaso valor frente al dinero, el poder la fama.
    Saludos.

  8. Qué preciosas historias.
    Y qué oportuna crítica a la reacción sarcástica del Ministro de Hacienda. No me extraña su postura.
    Ojalá nunca abandonemos la visión de la realidad que inspiran los niños y la sniñas.

  9. Precioso artículo y totalmente de acuerdo con lo que dices Miguel Ángel. Un placer poder leerte casa semana.
    Y muy buena y original tu respuesta Aureliano,jejeje, 😀

  10. Lei el capítulo de la semana y relacioné con mi labor “Soy maestra del 1° ciclo”. Es muy cierto que los niños para aprender deben tener condiciones emocionales y para el efecto el AMOR es la base para educar.
    Concepción- Paraguay

    • Estoy de acuerdo Feliciana. Para aprender es necesario tener una disposición emocional abierta al aprendizaje.
      UN niño querido y feliz está en mejores condiciones de aprender.
      Saludos y gracias.
      MAS

  11. Buenos días,

    El amor es difuso de difinir. El amor es una bandera que vende bien. Con amor se anuncian beneplácitos y autobombos que luego no resultan serlo.

    Sacar de contexto unas palabras de una persona para denigrarla, con premeditación, dígame qué es, si quiere, Sr. Guerra. ¿Acaso conoce Ud. la vida personal del Sr. Montoro?.

    Solo opino que si muchos docentes -no todos- tuviesen la talla profesional que tiene el Sr. Montoro -él, en economía-, seguro que en Andalucía, por lo menos, nos iría mucho mejor. La formación va directamente relacionada con la capacidad laboral, trabajo, economía y riqueza en general.

    Decir lo que dice Ud. del Sr. Montoro, que dijo lo que dijo, sin lugar a dudas, cansado de la presión periodística de los últimos tiempos, que dicen de él que es poco empático, porque de su trabajo como economista no le pueden reprochar ni un ápice, ¿eso es amor?. ¿Ud. cree que este su artículo es un mensaje de amor?.

    Va por delante, que esta opinión mía, evidentemente NO es un mensaje de amor.

    http://www.lasprovincias.es/20131104/mas-actualidad/sociedad/cristobal-montoro-nino-humilde-201311040145.html

    Tengan buen día.

    • Bueno, Quintiliano, yo no pretendía mostrar mi amor al Ministro, ya que no se lo profeso. Ni siquiera admiración. Tengo una visión muy crítica de su gestión ministerial. Me gustan más otros economistas, como Jordi Sevilla o Juan Torres… Lo que critico no está sacado de contexto, está muy en su contexto, que es en el marco de una entrevista. Para que esté en el contexto, ¿qué hay que hacer, reproducir la conversación entera…? Usted lo defiende sin tener la menor idea de ese contexto que exige para hacer una crítica. ¿Usted sabe si estaba cansado,como dice? Lo que pasa es que lo que dice el señor Montero le parece estupendo y lo que otros dicen le parece ma, sea lo que sea. … Poco rigor, señor Quintiliano.
      Mi tesis es clara y muy sencilla: no se puede despreciar el mundo de los afectos, no es muy riguroso decir que solo es importante el mundo de las cifras…
      Saludos.
      MAS

  12. Estoy totalmente de acuerdo con el articulo de la semana por que el dinero no es todo en la vida el afecto que le brindamos a nuestros hijos le ayudara en su vida laboral y social y así también en el colegio por que soy docente en el Tercer Ciclo y Educación Media, me doy cuenta que los adolescentes también necesitan del cariño para un aprendizaje eficaz y lograr ganar la confianza de cada uno de ellos

    • Querida Cornelia:
      Tienes razón. En la adolescencia, especialmente, por ser una etapa de crisis y de crecimiento, una etapa en la que la personas han dejado de ser niños/as y no son todavía adultos/as, es especialmente necesario tener un buen desarrollo emocional.
      Gracias por leer y escribir.
      MAS

  13. Al leer el articulo de la semana revivi una experiencia vivida con un alumnito de apenas de 8 años cuyos padres habian viajado a España y él se habia quedado con sus abuelos quienes eran muy duros de sentimientos.De ahi que el niño empezo a tener cambios negativos en su conducta y por su puesto en el aprendizaje tambien y es evidente que todos estos eran por la carencia total de afecto en la casa.

    • Querida Susi:
      Gracias por compartir la experiencia de este niño que, alteres privado del afecto familiar, empeora su comportamiento y su aprendizaje. Es así en esa edad y en cualquier otra. El ser humano tienen unas NECESIDADES afectivas que no puede ignorar. Y, cuando lo hace, lo paga muy caro.
      Besos y gracias.
      MAS

  14. Buenos días,

    ¿Argumentos?, Sr. Guerra, afortunadamente, sus palabras están escritas, y las mías también. Ahora, el que quiera que lea con detenimiento.

    El dinero no da la felicidad, es lo que se dice cuando la barriga está llena. Pero la pobreza sí da la infelicidad, y con ella viene el desamor.

    La docencia, un blog de docencia, donde se habla así, refleja y repercute en una mala prospección de futuro de nuestros jóvenes. Los resultados están refutados en los datos -de cultura, de paro y de economía, qué casualidad- en Andalucía.

    Mi negatividad no es personal con Ud., es contra su discurso y la poltrona estancada del buenismo ausente de exigencia de la docencia en Andalucía. El resultado final son chicas y chicos con dos o tres títulos universitarios y varios idiomas, esperando a que los avisen para cubrir un puesto de trabajo, porque ellos no han aprendido, ni a ningún docente se le ocurrió enseñarles que esos puestos había que crearlos. Porque, ¿alguien deberá crear los puestos de trabajo, o no?. Vaya, de nuevo sale la economía.

    Así nos va.

    Y lo digo solo porque sufro con ello.

    Buenos días.

  15. Señor Quintiliano:
    O sea que, para usted, decir que el amor es esencial en educación es la fuente de todos los males. Del fracaso escolar, del paro juvenil, de la pobreza en el mundo… Qué ridiculez.
    Nadie puede deducir del artículo que la economía no es importante. No. Lo que pasa es que no me gusta una economía que aumenta las diferencias entre pobres y ricos. Ni una economía que mira más para los de arriba que para los de abajo.
    Claro que alguien tiene que crear los puestos de trabajo. ¿Quién lo niega?
    ¿Qué es el “buenismo” más allá de un tópico que algunos utilizan como un arma?
    Un blog de docencia donde se habla así va a lo esencial de la educación. Y está muy alejado de la complacencia, de la falta de exigencia y de la falta de preocupación por los desfavorecidos.
    Usted ofende cuando dice que decir lo que se dice en el texto obedece a que se tiene la barriga llena.
    No he visto con frecuencia posturas como la suya que distorsionan el sentido de lo que se pretende decir. No sé por qué. Allá usted.
    De cualquier manera, gracias por ofrecer su perspectiva.
    MAS

  16. muchas veces en la vida, nos nos se tomamos el tiempo para vivir de momentos y etapas que esta misma nos ofrece, es necesario saber brindar y hacer todo con amor pero de acuerdo a cada momento!!! la vida es una filosofía en la cual el amor es primordial para todo porque sin el la motivación no existe !!

  17. Este tema es muy relevante, puesto a que relaciona el núcleo familiar y refleja el amor puro y sincero entre una nena y su padre. No todo en la vida es lo material podemos sorprender con cosas tan simples que nos llenan de afecto y amor.
    En cuanto a educación, pienso:
    Que juega un papel muy importante lo socio afectivo sentimental, por que muchas veces nos dejamos llevar por las apariencias de las cosas y por tal razón le damos un valor. Por eso es importante que cada institución educativa haga que los estudiantes comprendan que como seres humanos tenemos emociones y sentimientos para compartir y expresar a diario.
    La escuela ademas de prepararnos como personas con grandes aprendizajes, enfocados en lo social y temático, también debe preocuparse y enfocarse en lo afectivo que a diario vivimos y aplicamos en nuestra vida cotidiana, por que si el estudiante no tiene la disposición emocional, no hay las condiciones apropiadas y necesarias para un buen aprendizaje…
    “LOS NIÑOS DEBEN APRENDER EL VALOR DE LAS COSAS MAS NO EL PRECIO”

  18. “””O sea que, para usted, decir que el amor es esencial en educación es la fuente de todos los males. Del fracaso escolar, del paro juvenil, de la pobreza en el mundo…”””

    Debo ser una persona ridícula, porque digo cosas ridículas. Pero, ¿dónde y cuándo he dicho yo esto? Sr. Guerra. Ay, ay, mi alzheimer. ¿O será que Ud. tergiversa mis palabras?. Ah, ahora caigo, según Ud., soy yo el que distorsiona.

    Ay, ay, Sr. Guerra, ¿se ofende ud. de las opiniones de cuando se habla con la barriga llena?. Pues tal vez sería bueno aplicar la misma vara de medir para todo tipo de ofensas, las recibidas y las emitidas. Inténtelo, es solo un acto de humildad, pruévelo, es muy gratificante.

    Aún no me ha respondido sobre qué autoridad se atribuye y permite Ud., para tener el lujo/osadía de vilipendiar al Sr. Montoro.

    Va, para qué seguir….Saludos.

    • Señor Quintiliano:
      ¿Qué tipo de autoridad hace falta para criticar al señor Montoro? ¿Hace falta algún título especial? Lo puede cualquier ciudadano con un mínimo de sentido común. NO hace falta ser gallina para saber que un huevo está podrido. ¡Pues no le critica casi nadie! Criticar al señor Montoro, no es un lujo, no es una osadía, es un deber ciudadano.
      ¿Tiene usted autoridad para defenderlo?
      Eso es: ¿para qué seguir? Es mi última intervención en este debate.
      Saludos.

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