Hay que pactar

6 Jun

Hace dos semanas titulé mi artículo así: “Hay que votar”. Iba dirigido a todos los ciudadanos y ciudadanas en edad de acudir a las urnas. Conocido el resultado de las elecciones en muchos municipios y comunidades autónomas, hoy me voy a dirigir a los candidatos y candidatas para decirles: “Hay que pactar”. Con honradez, responsabilidad, rigor, creatividad y transparencia.

- Así que 9 para el mayor, 6 para el segundo y 2 para el tercero. En total, 17. Nos devuelve la oveja que le habíamos regalado y se va usted con el problema resuelto.

Afortunadamente nos hemos alejado de las mayorías absolutas que generan gobiernos autoritarios, poco dialogantes y poco sensibles a los intereses de las minorías. Gobiernos aficionados al ordeno y mando, al pase del rodillo en las votaciones, a la prepotencia y al desprecio de las posiciones discrepantes.

Hubiera sido deseable que la conversión se hubiera producido de forma voluntaria y no obligada, como ha sido. Los ciudadanos, con sus votos, han configurado un mapa nuevo, que exige pactos y alianzas que antes no resultaban imprescindibles. Decía Balmes: “a mi me parecen muy bien las conversiones, pero desconfío de aquellas que se producen justo en el momento en que empiezan a ser rentables”.

Esta cura de humildad ha resultado beneficiosa. Al día siguiente de las elecciones, en lugar de ponerse a decidir, en lugar de ignorar a todo el mundo, en lugar de dar la espalda a los demás, los elegidos se han tenido que poner a dialogar. Algunas situaciones han sido verdaderamente chocantes: candidatos que han realizado una campaña cargada de agresiones e insultos a otro partido, han tenido que pedir perdón porque necesitaban su apoyo para el gobierno. Los adversarios eran malos hasta ayer, pero ahora se han convertido en buenos. Otros, acostumbrados al ordeno y mando, han tenido que empezar a llamar a otras puertas para explicar lo que  pretendían hacer.

El político ha de ser un profesional de la escucha. Porque una parte fundamental de su tarea es percibir con claridad lo que el pueblo desea decirle. No es fácil escuchar. Parece que basta no tener tapones en los oídos, pero es enormemente difícil.  Lo primero que hace falta para escuchar es tiempo. Es tentador dar prioridad a lo urgente, dejando a un lado lo importante. Lo segundo que hace falta tener es sensibilidad para captar lo que la gente quiere decir. Escuchar sin prisas, sin ruidos, sin prejuicios, sin manipulaciones, sin cortapisas, sin engaños… Escuchar con la cabeza y con el corazón.  A los propios y a los extraños. Porque se gobierna para todos y para todas.

He dicho que hay que pactar, que hay que negociar. En toda negociación hay contenidos, intereses, actitudes, principios éticos, estrategias, clima, ritmo, finalidad, argumentación…  A veces trampas. Y, siempre,  acuerdos o desacuerdos.  Puede haber negociaciones magníficas y auténticas chapuzas.

No se nace sabiendo negociar. A negociar se aprende. A escuchar se aprende. A razonar se aprende.  Se aprende de las buenas y de las malas experiencias. De los  éxitos y de los fracasos. Hay un arte hermoso en la vida que consiste en saber transformar dos signos menos, en un signo más.

No se puede olvidar que el lenguaje nos tiende trampas. Es una escalera por la que se sube a la comunicación y a la liberación pero por la que se baja a la confusión y a la dominación. El problema no es que no nos entendamos sino creer que nos entendemos.

Algunos confunden negociación con chantaje. Estoy viendo estrategias de negociación que tendrían que ser calificadas de puro chantaje. “Como usted depende de mí para gobernar, le voy a imponer este criterio, le voy a exigir esta renuncia, le voy a cobrar este pago”. No es el bien de la comunidad lo que se persigue. Se trata de un abuso que se ejerce aprovechando la situación de ventaja. No se llega al acuerdo por la persuasión sino por la fuerza. Está muy claro “O esto o nada”. Y, además, el chantajista acusa al interlocutor de poca flexibilidad, de actitud soberbia, de falta de diálogo.

Otros llaman traición a la flexibilidad. Cuando se cede, cuando se da la razón al contrincante, cuando se aceptan las propuestas de terceros no necesariamente se está traicionando  la ideología, no siempre se está  siendo infiel a las bases. Porque si se entiende así la negociación, nunca se alcanzarían acuerdos.

Y hay quien llama habilidad al engaño. Una cosa es ser hábil y otra muy distinta es ser tramposo. No se trata de imponerse en la negociación sino de encontrar la mejor solución. Cuando se llega al acuerdo a través de la mentira, se le está haciendo un flaco servicio a la democracia. Porque el fin no justifica los medios.

Hace falta también un poco de ingenio, un poco o un mucho de creatividad. Buscar soluciones a los problemas por caminos no trillados, perseguir la solución  a los conflictos por vericuetos creativos, llegar al acuerdo mediante estrategias inteligentes.

Pondré un ejemplo de acuerdo ingenioso. Un ganadero de Coín quiere dejar en testamento a sus tres hijos los bienes según unas proporciones que ha elaborado larga y concienzudamente. Ha decidido dar al mayor la mitad de los bienes, al segundo una tercera parte y al tercero una novena parte. No encuentra problemas en repartir el dinero entre los tres, pero no ve solución para el reparto de un rebaño de ovejas de extraordinaria raza. Tiene 17 ovejas. No quiere matar ni vender. Y no le salen las cuentas. Plantea el problema a sus amigos y alguien le sugiere que vaya a la Universidad de Málaga porque allí se dedican a investigar y, quizás, puedan hallar una solución al problema que le resulta insoluble.

Llega a la Universidad  y pregunta por un profesor que le han recomendado por ser una persona inteligente e ingeniosa. Después de los saludos  de rigor, el ganadero le presenta al profesor el problema que le trae de cabeza.

– Tome algo en la cafetería y déjeme pensar durante un tiempo, le dice el profesor.

El ganadero vuelve al despacho del profesor cargado de escepticismo. Él ha estado mucho tiempo dando vueltas y más vueltas al problema.

– ¿Qué? Imposible, ¿no es cierto?

– Pues no, he dado con la soluciio. ¡Qué maravilla! ¡Qué intucicecnproblema resuelto.

n toal, 17. Nos devuelve la oveja que le habdar una terceraparte. La terceón.

– Ya me habían dicho que era usted un sabio.

– Mire, la Universidad de Málaga le va a regalar a usted una oveja de la misma raza que las que usted tiene.

– Además de inteligente, es usted muy generoso, porque las ovejas de esa raza son muy caras. Y, ¿así se resuelve mi problema de testamentaría?

– Sí, señor. Ahora tiene usted 18 ovejas: las 17 suyas más la que la Universidad le ha regalado. ¿Cuánto le quiere dar al mayor? La mitad, ¿no es cierto? Pues la mitad de 18: 9. Al segundo le quiere dar una tercera parte. La tercera parte de 18: 6. Y al tercero le quiere dar una novena parte. La novena parte de 18: 2.

–               Estoy asombrado. ¡Qué maravilla! ¡Qué intuición! Sin matar ninguna oveja, sin necesidad de vender.

Entonces el profesor concluye:

–  Así que 9 para el mayor, 6 para el segundo y 2 para el tercero. En total, 17. Nos devuelve la oveja que le habíamos regalado y se va usted con el problema resuelto.

Sin soltar un céntimo, con ingenio y  clarividencia, el profesor solucionó el problema del ganadero. Parecía imposible, pero había una solución. Hacía falta pensar. Con lucidez. Sin trampas. Para bien de la Universidad, del ganadero y de sus hijos.

21 respuestas a «Hay que pactar»

  1. Estimado Miguel Ángel.

    Desde el punto de vista educativo, me voy a quedar con esta frase que has setenciado “No se nace sabiendo negociar. A negociar se aprende. A escuchar se aprende. A razonar se aprende”.

    En otras palabras, a ponerse de acuerdo y a llegar a consensos también se aprende. Pero se aprende cuando en el ámbito escolar se dan las circunstancias oportunas o se plantean las situaciones adecuadas para que produzca este aprendizaje.

    Efectivamente, con estos aprendizajes no se nace si se adquieren por generación espontánea, se han de poner en práctica, se han de vivenciar, se ha de experimentar… tanto en la escuela como en la casa.

    También es cierto que se puede aprender una cosa y sin embargo no utilizarla. Por ejemplo cuando en politica se pasa el rodillo porque no es necesario utilizar el acuerdo. Y cuandeo este recurso se abandona, cuenta ponerlo en funcionamiento cuando es preciso. Veremos si en Andalucía hay nueva elecciones o no… por ejemplo…

    Un abrazo para ti y saludo a los colegas lectores.

    • Estimado Juan Carlos:
      En la escuela se debe aprender ciudadanía.Fue una pena que se eliminara la asignatura de “Educación para la ciudadanía”. Ya sé que la educación ni depende de una asignatura. Lo importante es que todo el curriculum esté atravesado por esa preocupación.
      Lo que se aprende en la escuela debe servir para la vida. Ej ejercicio de la ciudadanía exige:
      -Saber pensar
      -Saber convivir
      -Saber relacionarse
      – Saber agruparse
      – Saber ayudar
      -Saber escuchar
      – Saber negocias
      – Saber exigir
      – Saber actuar
      – Saber cumplir las obligaciones
      – Etcétera
      No me gusta una escuela alejada de la vida, que no prepara para la vida. Algunas veces, cuando veo algunos comportamientos de las personas en nuestras sociedad, me pregunto: ¿par qué les sirvió la escuela?
      Un abrazo y gracias por participar.
      MAS

  2. Interesante artículo.
    Estamos viviendo en España unos días decisivos, llenos de reuniones formales e informales.
    Hay reuniones de todo tipo. Algunas opacas, escondidas a los ojos y a los oídos de los ciudadanos.
    Me ha gustado la distinción que se hace en el artículo entre negociación y chantaje. Porque estoy viendo muchos chantajes. Pongo como ejemplo el caso de la formación de gobierno en Andalucía.
    Los pequeños partidos saben que tienen la llave y, aprovechando esa fuerza, ponen las condiciones que quieren. Exigen. Chantajean.
    Saben quién ganó las lecciones, qué quiere el pueblo. Pero ellos imponen sus condiciones. Como se dice en el artículo: O esto o nda.

  3. Simpática la historia que se pone como ejemplo.
    Hace falta mucho ingenio.
    Se repiten muchos tópicos, muchos estereotipos.
    Hay poca capacidad de imaginación.
    Además de creatividad hace falta responsabilidad y ética en las negociaciones.
    Hay intereses, pero algunos son legítimos y otros ilegítimos. Unos son egoístas y otros generosos. Unos son particulares y otros generales.
    Hay que buscar que en las negociaciones se impongan los intereses de todos.

  4. Querido Maestro!
    Genial el artículo que relata la actual crisis de los partidos políticos en esta nueva etapa en la que los pactos son necesarios para dar una relativa calma a la nueva vida política.
    Como casi todo en la vida la magnitud de las personas se percibe cuando eres capaz de saber escuchar y ponerte en el lugar de los demás,esa es la mejor premisa en política y además lo que llamo la cercanía a los ciudadanos, no ir a pie de calle sólo para pedir votos.
    Historias como la que cuentan son necesarias para entender de manera sencilla el verdadero valor de las cosas y que lo mejor para solucionar los conflictos es estar abiertos al diálogo,la comprensión y la cercanía a la vida del pueblo que es el verdadero protagonista.
    Ya sabe que el arte de hacer de dos signos menos uno más lo llevo en mi vida, porque sigo sus consejos a pies puntillas.Y a pesar de toda ingratitud de la vida lo sorprendente de las personas es la capacidad de salir adelante con un corazón grande, de todos los problemas.
    Sin duda,su apoyo,sus comentarios,su manera de ser ayudan, y no sabe usted,cuanto.
    Agradecida me despido,deseándole felíz día, con un cordial saludo.

    • Querida Loly:
      Gracias por tus palabras.
      Dicen mucho más de ti que de mí. De tu fortaleza y tu coraje a pesar de todas las adversidades. Creo que fue Unamuno quien dijo que si no tuviéramos dolor no tendríamos ni siquiera conciencia de nosotros mismos. Pero no debemos quedarnos instalados en el sufrimiento. Tenemos que seguir caminando en busca de la felicidad propia y ajena.
      Comparto contigo la idea de que los políticos no debes estar cerca de los ciudadanos SOLO parta pedir el voto, sino para dar explicaciones y escuchar lo que quieren y piensan.
      Saludos y buen día.
      MAS

  5. Miguel Ángel.

    Te recuerdo que en Andalucía, la Educación para la ciudadanía y los derechos humanos es una asignatura de libre configuración autonómica en quinto. No entiendo por qué sólo enquinto, debería estar inmersa en todos los cursos, como mínimo como la religión.

    No sé qué fantasmas se pueden ver en una asignatura como ésta. Creo que cualquier partido político democrático debería apoyar una asignatura así. Ser ciudadano viene recogido en la Cosntitución, y conocer y respetar los derechos humanos es algo consustancial a cualquier pais desarrollado y civilizado.

    Tampoco entiendo que se vean fantasmas en los docentes que se encargan de impartirla. Precisamente en la enseñanza pública puede impartirla cualquier maestro o maestra de cualquier tipo de ideología. Aquí no se seleciona a los docentes por ideologías sino “supuestamente” por su preparación profesional.

    Y finalemnte, tanto se les llena la boca a los políticos de enseñanza en valores, del desarrollo de temas transversales, de la educación y formación del alumnado, y en cambio, se le ponen tantas cortapisas a una asigntura que desarrolla contenidos de estos ámbitos formativos de la persona.

    Acaso tienen miedo a un tipo de persona formada y crítica. Me temo que sí, quieren que pactemos, pero que lo hagamos como los de la imagen que ilustra la entrada de esta semana.

    Beeeeeee…

  6. Estamos viendo actitudes muy poco respetables en la celebración de las negociaciones.
    Partidos (o representantes de los partidos) que en lugar de pensar en lo que han dicho y dicen los electores se han olvidado ya de ellos y pensar solo en sus propios intereses.
    No tratan de traducir a las negociaciones lo que han dicho los electores. Ya no están presentes aquellos que eran tan importantes antes de votar. Es como si las urnas hubiesen desposeído a los votantes de su importancia.
    Por eso es tan importante educarse para la ciudadanía, tanto para los electores como para los elegidos.

  7. Negociar es importante porque exige escuchar y argumentar, ceder y proponer.
    Me alegro de que se haya acabado el ordeno y mando, el rodillo, la apisonadora de las decisiones por mayoría.
    Como se dice en el texto hubiera sido mejor que dialogasen por convicción, no por obligación.
    Si el nuevo mapa político sirve para incrementar el diálogo, bienvenido sea.
    Recuérdese que el PP aprobó la LOMCE sin un solo voto de apoyo de otros partidos.

  8. Hay que pactar y hay que pactar bien, no de cualquier manera.
    De lo que se trata es de una negociación que lleve los adjetivos que en el articulo se proponen: transparencia, honradez, rigor, responsabilidad y creatividad. No sé si están ordenadas o citadas al azar estas características.
    No se trata de negociar de cualquier manera.
    De la experiencia se puede aprender.
    Es bueno que los ciudadanos conozcan lo que se está haciendo en las mesas de negociación.

  9. Estimada Mariana:
    Estoy de acuerdo contigo.
    Es necesario que la negociación sea conocida paso a paso.
    Creo que no está haciendo.
    Hay demasiado secretísimo.
    Se dice que hay reuniones y se informa incluso del menú que se ha consumido. Se dice que se habló de baloncesto. Pero se silencia lo que interesa.
    Las negociaciones deben realizarse con luz y taquígrafos, en escenarios de cristal.
    Un beso.
    MAS

  10. Cuánta razón.
    Cuidado que tenemos paciencia los ciudadanos. Nos sentimos importantes (casi halagados) por los políticos antes de las elecciones y luego se olvidan de nosotros.
    Ahora, en plenas negociaciones, no sabemos por dónde van los tiros en muchos municipios ni autonomías.
    ¿No dijeron que iban a regenerar la vida políticas, que iban a ser transparentes…?
    Eso era antes de votar.

  11. Tenía que haber mecanismo de participación más ágiles, más flexibles, más directos…
    En realidad la participación eficaz se produce cada cuatro años. Es como si a alguien le invitasen a dialogar y solo le dejasen decir sí o no cada cuatro años.
    ¿No sería una broma?
    ¿No sería una maldad?

  12. Parece que los políticos dialogan cuando no les queda más remedio..
    Todos hemos visto cómo, cuando hay mayorías absolutas, el rodillo pasa como si fuera una apisonadora sobre los adversarios. No hacen falta argumentos, hacen falta votos. No hay falta razón, hace falta poder.
    Eso no es una democracia.

  13. El cambalache de los pactos tardaremos en asimilarlo. Todos se esfuerzan por hacernos ver que son coherentes. Todos dicen tomar las decisiones por el bien del pueblo.
    Pero, bueno, ahí ha estado Andalucía parada porque el PP (al que se abrasó la boca que debía gobernar la lista más votada) ha dicho no una y mil veces a la investidura. E incluso dice que sería posible el apoyo si cambian de candidato. Pero, oiga, si la candidata ha sido votada por la gente. ¿Por qué quiere cambiarla? ¡Qué cara más dura!

  14. La participación es fundamental. Pero, para que la haya, tiene que haber estructuras que la hagan posible.
    No se puede articular la participación sin canales, sin tiempos, sin lugares, sin estructuras…
    Claro que para buscarlas hay que estar convencido de que la participación es necesaria.
    Y no es solo una concesión de quien manda. Es un derecho y es un deber de los ciudadanos.

  15. Dificil saber hacer algo que no hay necesidad de hacer: llegar a acuerdos dialogando y que esos acuerdos hagan referencia a los proyectos politicos y no a otras cuestiones de los partidos.
    No estoy de acuerdo que tenga que gobernar la lista mas votada.si son dos partidos la cosa esta clara. Si son siete y 5 mas proximos suman mas votos que los otros dos, representan a mas ciudadanos
    Yo siempre pienso,en general, ponerme del lado del mas debil o pequeño o minoritario. Chantajear esta acostumbrado a hacerlo el poderoso, a parte de
    las trampas o privilegios que habra tenido para obtener lo obtenido . El que se siente en una posicion de fuerza siempre suele abusar de ella, todos.Pero pensemos PSOE, PP y los demas. Empresarios y obreros. Padres e hijos.Profesores y alumnos. Se dice sentemonos a dialogar,y antes de escuchar propuestas y argumentaciones, ya esta tomada una decision cerrada. Se impone la postura del fuerte bajo una apariencia de dialogo y acuerdo
    Tampoco me gustan los gobiernos de juntos pero no revueltos, reparto de parcelas pero sin proyecto dialogado y acordado para aplicarlo como un unico partido. Pero esto no suele ocurrir por egoismo y empiezan las trifulcas azuzadas tambien por la oposicion, esa que siempre mira por el pueblo y no por el partido, como todos. UNA PENA.
    De todas formas nunca mas mayorias absolutas. QUE APRENDAN.

    • Estimado José Antonio Romero:
      Me ha encantado tu comentario. Es rico en ideas, que comparto plenamente.
      Dialogar es una actividad de enorme complejidad que exige, para hacerse bien, muchos requisitos: ética, generosidad, inteligencia, capacidad de escucha, búsqueda del bien común…
      Hay que aprender a dialogar. Como bien dices, algunas veces se acude a la mesa de diálogo con las decisiones tomadas previamente. Y, además, decisiones que solo buscan el interés partidista y no el interés general.
      El mapa político ha obligado a negociar. Prueba de que la convicción de que la necesidad de diálogo no es profunda es el hecho de que, cuando hay mayoría absoluta, no se practica.
      Un gran abrazo y muchas gracias por leer y por escribir.
      MAS

  16. Yo considero el artículo tan bueno y que ha tocado todos los aspectos que debe tener una buena negociación, como los que debe evitar, que nada mas se me ocurre decir que así como en los partidos se tiene un árbitro, me gustaría que Miguel Ángel estuviera de arbitro en tantos centros negociadores que hay por toda España. Árbitro neutral y sin intereses personales ni de partido.
    Saludos.

  17. Querido Joaquín:
    Solo tengo que advertir algo a quienes nos leen: que eres un amigo. Y, ya se sabe que un amigo es una persona que, a pesar de conocerte muy bien, muy bien, te sigue queriendo.
    Gracias, pues, por tus generosísimas y afectuosas palabras.
    Estoy contigo en que, como hay intereses en juego durante las negociaciones, es fácil perder el sentido de la racionalidad y de la justicia.
    Un gran abrazo.
    MAS

  18. Ha existido mucha opacidad en los pactos.
    Una vez elegidos, muchos políticos olvidan quién les ha nombrado, de quién dependen y a quién deben rendir cuentas.
    No me han gustado muchas cosas que he visto en los procesos de negociación.
    Hay que estar vigilantes.

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