Hace tiempo que quería dedicarle un artículo a este sabroso e inquietante largometraje argentino independiente que lleva por título “La educación prohibida” y que está dirigido por Juan Vautista. Es un documental sobre la escuela o, mejor dicho sobre la no escuela. Véanlo en Youtube. Les ayudará a pensar sobre el sentido de esta noble y determinante institución.
Un grupo de profesionales de la educación, amantes todos ellos de su trabajo y apasionados de la teoría y de la práctica educativa, reflexionan en voz alta sobre la tarea de la escuela y sobre el cometido de educar. Es sabido que el lenguaje nos ayuda a entendernos, pero también a confundirnos. Todos decimos que es necesaria una “buena escuela”. El problema es qué entiende cada uno por “buena” y por “escuela”. Cuando unos padres dicen que quieren llevar a su hijo a un centro en el que no se mezcle con gente de baja ralea, en la que haya mucha exigencia, mucho control y en la que no estén juntos niños y niñas, chocarían con el criterio de otros padres que eligiesen para sus hijos una de las escuelas que aparecen en esta película.
La obra es un severo varapalo a la escuela tradicional, homogeneizadora, autoritaria, repetitiva, triste y rutinaria. Sobre todo porque muestra de forma palpable que existe, que es real, que no es una mera entelequia.
Algunos objetan que los niños que estudian en este tipo de escuelas van a tener problemas cuando se incorporen a una escuela de otro corte, con otra filosofía, con otros docentes. No lo creo. Porque estos alumnos y alumnas se están formando para la complejidad, están adquiriendo un bagaje cultural que les hace adaptarse con facilidad a otras realidades.
Quienes se manifiestan en la película son personas que creen lo que dicen y que tratan de llevarlo a la práctica. Muchos de sus postulados pedagógicos son compartidos por los legisladores, los teóricos y los maestros de a pie. Pero pocas veces se llevan a la práctica. Esa es la gran aportación de la película. No solo hacen una crítica dura y fundada a la escuela tradicional sino que llevan a la práctica sus postulados en escuelas progresistas e innovadoras. No es solo teoría. Es la confirmación de que esas teorías son viables, de que funcionan cuando de verdad se cree en ellas.
La escuela tradicional contradice en su estructura y funcionamiento la mayoría de los presupuestos que defienden estos magníficos profesionales. He aquí algunos de ellos:
El hecho de aprender es apasionante. El ser humano está hecho para aprender. Por eso, cuando rechaza el aprendizaje, hay que preguntarse qué es lo que no se está planteando bien en la institución escolar.
El fin de la educación es la felicidad. Se puede disfrutar aprendiendo. Y el aprendizaje ha de perseguir la felicidad, no el sufrimiento o la dureza. Eso no quiere decir que la escuela no prepare para las dificultades de la vida. “Si no eres feliz, no estás educado”, se dice en la película.
El aprendizaje ha de ser cooperativo. Ha de ser el fruto de las aportaciones de todos y de todas. Todo lo aprendemos entre todos.
Solo aprende el que quiere. Por eso resulta decisivo despertar el amor al conocimiento. No se impone el curriculum, sino que se construye y se desarrolla libremente.
Cada persona tiene su ritmo y su estilo de aprendizaje. No se acepta esa aprendizaje pretendidamente uniforme. Todos, todos a la vez, todos lo mismo, todos de la misma forma.
El amor está en la base del aprendizaje. Los alumnos aprenden al calor de los afectos. No se puede aprender nada significativo desde el desamor.
El curriculum ha de ser comprensivo. La fragmentación del curriculum es negativa para el aprendizaje, ya que la realidad es multifacética y solo se puede comprender de forma holística.
Hay que enseñar a decidir libremente. Hay que hacer elecciones libres para aprender a decidir. Resulta obvio decir que a decidir se aprende decidiendo.
Es muy importante hacer y hacerse preguntas. Hacer preguntas, interrogarse, encadenar la admiración con la interrogación y la indagación: ese es el camino para el aprendizaje.
La capacidad de investigación es inherente al ser humano. Desde las primeras etapas, todas las personas tratan de explorar, de buscar, de descubrir el mundo.
La creatividad es un valor esencial. En una escuela cooperativa, libre, favorecedora del desarrollo integral del individuo, hay que cultivar la creación, no la mera repetición.
No hay educación sin valores. En la escuela se trabaja el conocimiento pero, sobre todo, se practica y se aprende la convivencia.
Desde el punto de vista técnico, la película va construyendo un tapiz de hilos, colores y texturas muy diversas. Veamos alguno de estos hilos: la historia de unos alumnos y alumnas que quieren leer un discurso muy crítico sobre la escuela y que se encuentran con la oposición de la dirección y de un sector del profesorado, el testimonio de un grupo de educadores y educadoras de diferentes países (España, Argentina, Uruguay, México, Chile Colombia, Alemania y Ecuador, que yo recuerde) en un total de noventa entrevistas. Imágenes de escuelas y de alumnos que viven y trabajan en ellas de forma cooperativa. Treinta secuencias de animación y presentación de 45 experiencias de escuelas diversas, todas ellas asentadas en los ideales y principios de la escuela activa.
La película, que arranca con unas sugerentes reflexiones sobre el mito de la caverna, está dedicada “a todos los niños y jóvenes que quieren ser libres”.
Como puntos y seguidos de ese interesante discurso actúan citas bien elegidas de autores y pensadores relevantes: Maturana, Neill, Einstein, Montessori, Khrisnamurti… Sirva de ejemplo esta cita de María Montessori: “No me sigan a mí; sigan al niño”. O esta de Einstein: “”Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”.
La película es un espejo donde pueden mirarse todas las escuelas y poner en entredicho muchas de sus concepciones, de sus prácticas, de sus rutinas. Una buena ocasión para la reflexión y para el debate.
Recientemente volvieron a emitir en televisión la película “Matilda”, donde se muestra una crítica mordaz a la escuela tradicional. Al volverla a ver caí en el detalle del escrito que aparece pintado sobre una de las paredes de la clase donde estudia Matilda a modo de advertencia: “Si te estás divirtiendo es que no estás aprendiendo”.
En nuestro afán por intentar meter cada vez más y más contenidos, muchas veces, desgraciadamente, actuamos así. La educación debería centrarse más en trabajar actitudes y menos en los contenidos. Al fin y al cabo los contenidos están al alcance de cualquiera.
Un buen ejemplo de como educar lo encontré en este cuento: http://lamariposayelelefante.blogspot.com.es/2012/05/un-cuento-para-despertar-los-alumnos.html
Lo esencial en los blog_s, si son tal, por mi parte es la sección de comentarios. Con cierta frecuencia suelo leer –antes- los comentarios que el artículo que los produce y, en base al tipo de comentarios producidos –sigo- leyendo incluido el artículo de cabecera. También suelo fijarme en la interacción del autor con sus comentaristas; si se produce me estimula la lectura, si no se produce el blog se queda en una simple web estática enlatada en la que no se cuida ni el diseño más allá de la plantilla. ¿Excepciones? , sí claro, las que confirman la regla evidentemente.
Los blog_s llamados educativos (generalmente no son educativos si no que –hablan- de educación) suelen tener tres tipos de problemas relacionados con los comentarios:
1.- No tienen comentarios, no suscitan interés o no provocan el diálogo. Sus artículos son estáticos, a veces buenos pero siempre de piedra. Quedan esculpidos en el cristal del monitor como epitafios en las tumbas, a veces extraordinarios pero siempre fríos y lejanos.
2.- Tienen predominantemente comentarios a favor, seguidistas, pavisosos muchas veces cuajados de –congratulations-. Sus artículos no aportan nada, más divertidos que los epitafios anteriores pero igualmente secos en la raíz. Pueden ser artículos buenos, evidentemente, pero este tipo de comentarios no me suelen estimular en la lectura del artículo matriz porque lo suelo adivinar y para lectura sosegada de buenos artículos los hallo mejor en buenos libros que en este tipo de blog_s.
3.- Tienen predominantemente artículos en contra; caninos, agresivos, ladinos, taimados. Sus artículos estimulan la lectura morbosa para aclarar qué tipo de enjundia motiva semejantes aversiones e híper-declaradas aversiones. Lamentablemente suelen ser polémicas estériles y aburridas entre profesores que van de modernos con la palabra carca (carcunda si van de cultos) pegada a la lengua o, por el contrario, van de tradicionales pegados a sus prácticas de siempre con la palabra progres (progresistas utópicos si se ponen serios) igualmente pegada en la lengua correspondiente.
Realmente ningún blog es rigurosamente puro en cuanto 1 – 2 – o 3 sino que todos combinan proporciones variadas de estos tres aspectos. No hago proporciones en ningún caso porque para eso los tengo que leer en su totalidad y eso no lo hacen ni los propios autores en cuanto a comentarios se refiere. Dejémoslo en generalidades y que cada cual establezca las suyas.
Respecto a este artículo tan parco en la cita de fuentes …
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http://www.educacionprohibida.com/
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…y no exento de polémica, no todo son luces, pongamos algunas sombras para estimular los contrastes esperemos que enriquecedoramente…
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http://www.enpalabras.com/blog/2012/08/algunas-reflexiones-sobre-la-educacion-prohibida/
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http://enguita.info/la-educacion-banalizada/
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http://yosoyelindividuo.com/tag/la-educacion-prohibida/
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…y por aquello del hipertexto en el que supuestamente nos movemos tan colaborativamente en esto de los blog_s considerados educativos.
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ES UN LUJO TENER A ESTE ANGEL (DE LA GUARDA DE BARAJAS)CON ESA CAPACIDAD PARA DESMENUZAR Y ANALIZAR CUALQUIER SITUACION DE LA VIDA. FELIZ 2013 AMIGO MIO.
La teoría es una cosa y otra la práctica. Lo que más me gusta de la película es que las teorías se llevan a la práctica en estas escuelas y en la práctica de estos maestros. Buen motivo para reflexionar.
Querido profesor: Comparto cien por cien su artículo y me siento orgulloso de ser su “seguidista y pavisoso”. Hace casi dieciocho años usted impartió un curso de formación en mi Colegio Juan Valera de Cabra(Córdoba-España). A partir de ahí, mi chip de maestro cambió e inventé algo para que los alumnos “aprendan al calor de los afectos” y no del “desamor”. Yo le llamé “MENSAJE DE AUTOESTIMA” y cada día, al comenzar, un alumno leía ese mensaje basado en los valores y en el aprendizaje emocional. Fueron pasando los años y mis compañeros se han entusiasmado con la idea, la siguen y sobre todo los nuevos porque comentan que de eso no le hablaron en la Facultad.
El pasado mes de mayo usted volvió a mi colegio con motivo del Cincuentenario. El Salón de Actos estaba lleno y los maestros jóvenes salieron sabedores de que habían aprendido mucho.
Hoy, cuando me encuentro con mis antiguos alumnos de veinte o treinta años me saludan, me dan un beso y me recuerdan con una gran sonrisa el “Mensaje de Autoestima”.
Muchas gracias porque puedo constatar que de mi Colegio han salido y salen miles y miles de alumnos “Felices”.
Por favor, siga con sus artículos porque al leerlos yo y muchos de los “seguidistas” que tiene nos sentimos identificados y nos da ánimo para seguir mejorando cada día.Aunque nos queda muchísimo que aparender.
Respecto a los comentarios, personalmente, pienso que no tienen por qué ser otro artículo, sino la expresión del sentimiento que te ha provocado el artículo. ¿Es que no tiene validez el que dice simplemente ¡olé por tu artículo!? ¿No está expresando su sintonía con lo que dice el articulista? ¿Acaso no es válido? Yo creo que todas las manifestaciones personales realizadas con respeto y educación son muy válidas y no estoy de acuerdo en desautorizar ningún comentario que siga esas normas.
También pienso que tenga muchos o pocos comentarios un artículo no es muy significativo. Yo sé de gente que lee todos sus artículos pero que nunca escribe un comentario. Miguel Ángel es muy seguido y admirado en América Latina y en España por muchas personas.
Hablando de comentaristas me uno al comentario de Mateo Olaya. Yo también he asistido a una de las conferencias de Miguel Ángel, os lo recomiendo a todos: es interesante, divertido, ameno, con una habilidad extraordinaria para trasmitir su mensaje. De sus charlas, al menos en la que asistí yo, sale uno lleno de optimismo y dispuesto a poner en práctica sus consejos, llega a la mente y al corazón. Os lo recomiendo de verdad.
En cuanto a métodos educativos, ¿cuál es el verdadero? La historia está llena de métodos y sistemas educativos que tuvieron vigencia durante un tiempo y han sido abandonados. Para mí, hoy en día, ya que tanto se nos restrega el informe PISA, me gustaría que nuestro Ministro de Educación se fuese a Finlandia, que tan bien ha quedado, y trasladase aquí la consideración que allí tienen del profesor y la metodología que siguen. ¿Creen que lo que le interesa de verdad es la educación?
Retiro la palabra –pavisoso- , la utilicé de forma genérica sin querer molestar a nadie. Es ofensiva, me he excedido, pido perdón. Lo dejo en –seguidores- .
Hay comentarios de signo contrario a los tres que he señalado anteriormente, no son comentarios –problema- , son comentarios –enriquecedores- basados en el diálogo y en el contraste más allá del aplauso, son comentarios de autor y de lector, de unos y otros, interactivos, discursivos, constructivos de espacios comunes, amplificados sobre la consideración de fuentes diversas.
La contradicción en las exposiciones de M.A.Guerra y M.F.Enquita en torno a esta película y su falta de comentarios propios en sus respectivos blog_s al respecto no casa bien con su carácter experto en nuestro entorno educativo. Yo creo que los lectores nos merecemos algo más, no basta con la brillantez sobre la tarima (o sobre el papel-cristal), la exposición tras el pizarrón que por muy colorido que esté tras el cañón o muy amenizado con deliciosas películas no deja de ser un pizarrón, una exposición, un discurso.
En educación puede decirse de todo, distinto es hacerlo. Nos sobra escenario, nos falta dinamismo en el patio de butacas… en los salones de clase, en todo tipo de centros y con todo tipo de alumnado.
Hay muchos tipos de comentarios. Incluso el de quien pretende decir cómo deben sewr los comentarios.
Yo creo que lo mejor es que cada uno escriba en el sentido que le parezca opotuno. Hacer una valoración positiva, es una de las opciones. A mi no me gustan mucho las personas que solo ven los agujeros en el queso.
Uno de los pocos comentarios positivos que he leído hssta el momento sobre la película. En general, predominan las reseñas críticas, incluso demoledoras. He recopilado en mi blog OTRA∃DUCACION los comentarios que he encontrado, pensando en la importancia de que quienes ven la película tengan acceso a distintos puntos de vista. Ver http://otra-educacion.blogspot.com/2012/09/sobre-la-educacion-prohibida.html
He subrayado algunos aspectos positivos que he visto en la película. No comparto todo lo que se dice o se plantea en ella, pero sí algunos ejes sobre los que, a mi juicio, debe asentarse la educación: que el niño es protagonista del aprendizaje, que es decisivo el afecto, que hay que perseguir la felicidad, que hay que adaptarse al nivel de cada aprendiz, que es importante el aprendizaje cooperativo…
Me parece que calificar de “buenismos” estos principios es dervirtuar su esencia y su intención.
A una película no se le puede pedir lo que no puede dar. Esta pelìcula ofrece unas experiencias que considero interesantes, circunscritas a unos niveles, claro porque no se puede abarcar todo.
Resulta excesivo su metraje y, al ser un documental, la película puede hacerse pesada y reiterativa. Pero esa es una cuestión menor.
No me cabe duda de que encierra una crítica a la escuela convencional (no creo que pueda deducirse que critica a la escuela pública). Hay experiencias en la pública que se asientan en esos presupuestos pedagógicos. Y otras privadas que no siguien ninguno de ellos.
Me ha gustado la película, aunque también la considero excesivamente larga.
Me ha dado la impresión de que los entrevistados creen lo que dicen, que ponen ilusión en sus trabajos y que muestran que las teorías pueden llevarse a la práctica.
No sé por qué el afan de innovar, de luchar contra la escuela homogeniezadora, rutinaria y repetitiva despierta rechazo y críticas tan severas como las que he leído sobre la película.
Creo que muchas de las ideas que plantea invitan a la relfexión, al análisis y a la mejora de la educación.
No me gustaría que la escuela pública quedase perjudicada al oir hablar tantas veces en el documental de escuelas privadas. Yo creo que hay muchas buenas experiencias en la pública y que hay escuelas privadas que no comparten estos presupuestos.
Saludos.
La película es muy larga.
Dos horas y media es demasiado tiempo para escuchar entrevistas y ver imágenes escolares.
Lo que dice se puede condensar en menos tiempo.
Sería más ágil y atractiva.
El contenido me parece estupendo.
Me gusta la melodía pero la letra no me convence. Es muy agradable ver privilegiados entornos educativos con niños que tienen la suerte de educarse en ellos pero me resulta gruesa la caricatura respecto al sistema educativo público o institucional sobre todo cuando me acuerdo de tantos alumnos cuyos deprimidos entornos socio-familiares no pasarían ni de puntillas por las condiciones de entrada en muchos de estos centros.
Me gusta la orientación hacia una educación integral, el gran afecto hacia la infancia que destaca el documental, el respeto por los principios de individualización y de actividad, el currículo abierto, el tono libre, el valor reconocido a las iniciativas de grupo tanto entre profesores como entre alumnos. Pero se tratan con ligereza cuestiones referidas a la instrucción formal, a la autoridad y la disciplina sin pensar en otros entornos o las obligaciones del profesorado estatal en cuanto a su condición de funcionario entre otras.
Se apunta a muchas iniciativas encuadradas en el movimiento de la Escuela Nueva y a iniciativas desescolarizantes ya propuestas por pensadores como Illich desde los primeros 1900 para acá; Montessori, Cousinet, Freinet, Gardner, Payne, Goleman y otros autores de manual y de gran relevancia. Más de cien años con notables y recomendables orientaciones ante el tema educativo y tanta tinta aún en el tintero.
No me alargo más, me quedo con la frase de uno de los adolescentes en las escenas finales – La educación la prohibimos entre todos – La educación tiene que cambiar – .
Me gusta que se dediquen películas a la educación.
Creo que es un fenómeno que interesa a toda la sociedad.
Lo que propone esta película me parece interesante para pensar, criticar y mejorar.
Lo peor es entregarse a las rutinas y no plantearse cuestión alguna.
Estimado Javier:
Gracias por tu comentario. Me parece certero y enriquecedor.
A mí también me preocupa que se consideren estas experiencias innovadoras como algo vinculado a contextos favorecidos y no a las escuelas de carácter público.
Creo que la escuela pública es la causa de la equidad en un país y deberíamos cuidarla más.
La investigación dice ya muchas cosas sobre la educación, pero cuesta llevarlas a la práctica con rapidez y eficacia.
Si a las 12 de la mañana se descubre en agricultura que un producto hace crecer los tomates con rapidez, ese producto se incorpora con suma rapidez a los mercados, pero en educación la lentitud es desesperante.
Subrayo con muchas rayas tu última frase y añade que esa mejora la tenemos que conseguir con el esfuerzo de todos y de todas.
Estimado M.Ángel, sí que es un problema la excesiva vinculación tácita de experiencias educativas innovadoras a iniciativas privadas. He sido profesor en entornos públicos y privados, más en los públicos, ahora estoy jubilado, y mi experiencia personal hace que me tome estas cosas con calma y, ojalá, con espíritu crítico.
De los problemas que nos aquejan suelo considerar muy relevantes los estructurales más allá de los puramente pedagógicos. En nuestro estado el sistema de conciertos educativos me hace envidiar el carácter estatal mayoritario (más del 95%) de sistemas educativos prestigiosos como el finlandés pues ello corrige realmente las diferencias sociales no solamente limitadas a las meramente económicas.
Me resulta una ligereza adoptar un tono -bien/queda- en cuestiones de disciplina, autoridad o instrucción, por ejemplo cuando circunstancias socio ambientales o individuales de determinado tipo de alumnos se soslaya con la simple no admisión o desvío hacia otros entornos educativos aparte de los propios y generalmente públicos. En lugar de admitir falta de recursos, también pedagógicos, para atender este tipo de alumnado, se opta por la alegría de un ideario concreto y una presunta libertad de elección que en los entornos sociales más deprimidos sencillamente no existe.
Lo mismo diría de alegres afirmaciones respecto a tratamientos curriculares abiertos e inmanentes producciones culturales emanadas de espíritus libres. Afirmar que el conocimiento se produzca espontáneamente en todos los casos sin presión instructiva concreta o que no necesitamos los logaritmos para vivir me resulta una ligereza poco adecuada en cualquier medio docente. Entre los alumnos/as de ESO es común la pregunta…
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http://www.slideshare.net/nurmatelourdes/utilidad-de-los-logaritmos
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…y entre docentes no debería ser simple la respuesta.
En cambio el cuidadoso detalle en la presentación pública del propio entorno educativo, la amabilidad en el trato con el alumnado, el afecto, la apertura a cuestionamientos diversos y el respeto por enfoques aún contrarios a los propios es muy estimable, a considerar también en la pública donde he podido observar como trabajos excelentes y meritorios no han podido ser apreciados en su justa medida por falta de detalle en su presentación social o falta de sensibilidad en el propio entorno socio familiar.
También agradezco tus comentarios.
Estimado Don Miguel,
Le escribo porqué los propuestos qué ha mencionado en su artículo “La educación prohibido” del sábado, 5.enero han tocado mi corazón. Es una pena qué hoy en día no son realidad en todos los colegios. Cada sábado estoy disfrutando sus artículos, especialmente de educación.
Permítanme por favor introducirme:
Yo soy Alemana (por favor, disculpa mis errores con el idioma), nacido 1949. La escuela primaria entonces era muy diferente – por ejemplo estábamos 51 niños en clase, pero como nuestra maestra era muy buena y amable, me sentía bien. Eso cambiaba cuando en la edad de 10 años fui al “Gymnasium” (es como bachillerato aquí en España, pero tarda 9 años). Me daba ilusión aprender Inglés, Historia, Geografía y mucho más. Era muy motivada.
Pero – la mayoría de mis profesores no tenían talento para aprovechar de la curiosidad natural de un niño. Todo se trataba de repetir y memorizar. Estaba muy aburrido, me convertí en un “Clown” para hacer mis amigas reír y he molestado al profesor muchísimo hablando en lugar de escuchando. Mis notas estaban mediocre, solo los profesores de Matemática y Ciencia sabían despertar mi interés y además me permitían de pensar misma – en esas asignaturas siempre sacaba notas buenas.
En general odiaba al colegio. Y por eso siempre quería ser profesora para demonstrar qué es posible hacer un placer ir al colegio. Quería evitar las humillaciones, las horas perdidas escuchando algo qué estaba muy aburrido.
Después de mi “Abitur” (el examen final) me matriculé en la Universidad para estudiar la carrera de profesor, hice el examen final y empezaba mi año de estudias prácticas. Me mandaban a una escuela primaria para observar cómo dar clases y para practicar también; observada de la profesora, una mujer sin humor.
Eso era en 1972 y me daba un choque. Todo qué he aprendido de Psicología de niños no parecía qué tener importancia para las profesoras (todas mujeres más mayores) en esa escuela primaria. Aquí hay un ejemplo: Un niño muy inteligente preguntaba algo en Matemática y mi tutora le decía: Esa pregunta no es adecuado en clase 2, espera hasta tú eres en clase 3.
Sabía en seguida qué no vaya a aprender nada de ella – además no quería. No estaba posible discutir con ella – ella sabía de todo y yo sólo era la pequeña chica qué tenía que aprender. No hubo otro remedio qué tragar mi frustración y dar las clases como ella mandaba – al fin y al cabo tenía un reto: hacerme profesora. Al fin lograba eso y empezaba a enseñar cómo pensaba qué merecen los niños.
Yo empezaba enseñar escuchando a mi corazón, intentando evitar todas las cosas qué odiaba cuando yo era alumna. Por eso su artículo estaba tan interesante para mí, es cómo ha leído mis pensamientos. Tengo algunos comentarios a cada frase:
El hecho de aprender es apasionante.
Nada más fácil para un profesor. La única cosa qué tienes que hacer es no destruir la curiosidad del alumno. Una pregunta nunca es tonta, en contrario, si un alumno pregunta muestra interés – entonces está muy bueno.
El fin de la educación es la felicidad.
Claro. A mí siempre daba felicidad ver los ojos brillantes de un niño cuando ha entendido algo, ver su orgullo. El único qué necesita el profesor es paciencia. Algunos alumnos aprenden rápido, algunos lentamente.
El aprendizaje ha de ser cooperativo.
En mi clase siempre estaba permitido hablar y discutir con los demás. Claro, en voz baja y claro también, de los temas de aprender. Muchas veces niños podían explicar las cosas a otros niños mucho mejor qué yo.
Sólo aprende el qué quiere.
Es verdad. Además solo quieres aprender sí sabes por qué es bueno o importante. Un alumno de una familia sin libros ni periódicos no entiende porqué leer. (Tenía muchos alumnos de esas familias, especialmente de inmigrantes.) Pero la solución es fácil: Cada día al final de las clases he sacado un libro – a veces divertido, a veces lleno de aventura – y he leído un capitulo. El truco era: no leer hasta el final del capítulo – despertar la curiosidad: Espera hasta mañana.
Cada persona tiene su ritmo y su estilo de aprendizaje.
Es lógico. Pero para eso el profesor necesita libertad de sus métodos. Además tiempo suficiente – es un tema político.
El amor está en el base de aprendizaje.
El amor es el base de todo.
El curriculum ha de ser comprensivo.
Los colegios necesitan libertad para desarrollar su propio currículum. Todos los profesores de un curso tienen qué planear juntos. Por ejemplo sí en matemática se trata de cifras romanas, en historia también el sujeto debe de ser los romanos, en Ingles puedes encontrar palabras de origen latino, en ciencia pueden aprender cómo funcionaban los acueductos y en arte pueden pintar escenas de la vida cotidiana etc.
Hay de enseñar a decidir libremente.
Para eso buen método es el “Wochenplan” (plano de la semana). Al principio de la semana los alumnos obtienen un plano de los ejercicios qué son obligatorio. Siempre hay algunos súper inteligentes qué no quieren más explicaciones: Bueno, qué empiezan con su trabajo. Si están listos, pueden elegir entre muchas cosas qué tenía en mi clase: viejas machinas de escribir (regalo de unos padres), biblioteca, juegos didácticas. Entonces tenía más tiempo para los alumnos más lentos (no tontos – nadie es tonto, cada una tiene algo qué puede hacer muy bien.)
Es muy importante hacer y hacerse preguntas.
En absoluto. No hay preguntas tontas. Sin personas con preguntas buscando soluciones hoy en día no tuviéramos coches, electricidad, penicilina etc. Muchos padres preguntan al hijo después del colegio: Y, qué has aprendido hoy? Por qué no preguntan: Y, qué pregunta has puesto hoy al profesor?
La capacidad de investigación es inherente al ser humano.
Ya.
La creatividad es un valor esencial.
Una de las tareas más importante de un buen profesor es permitir al niño desarrollar su creatividad. No me recuerdo si estaba Pestalozzi o Montessori, quién ha dicho: Ayúdame a hacerlo mismo.
No hay educación sin valores.
Verdad. Es muy importante reaccionar en seguido cuando hay conflictos. Muchas veces he usado las primeros minutos para discutir porqué hubo una pelea en la pausa de recreación y dejar los alumnos descubrir formas de defender sin violencia. En muchas familias nunca pueden aprender hábitos civiles.
Algunas veces otras maestras me dijeron qué con eso voy a perder tiempo para gramática, matemática etc.. No es verdad. Los alumnos aprenden más rápido sí son felices y vean qué yo como profesora tomo sus sentimientos en serio.
Algunos de mis pensamientos parecen tan fácil, claro, en verdad no lo es. Pero cada profesión tiene sus dificultades. He trabajado 30 años en enseñanza, los últimos 8 años cómo directora de una escuela primaria. Muy pocas veces qué tenía problemas con mis alumnos (claro, qué hay más conflictivos) o con los padres. Pero muchas veces tenía problemas con la burocracia y la ignorancia le los políticos he inventan leyes estúpidos. (Yo pienso en su ejemplo de los bolis en verde, amarillo y rojo – me hacía reír muchísimo! Esas cosas conozco también…)
Ahora soy jubilada, viviendo aquí en Málaga, disfrutando de mi vida tranquila. Pero todavía estoy muy interesada en todos aspectos de educación.
Muchas gracias para sus articulos!
Un cordial saludo
Ingrid Schrobang Fair
Querida Ingrid:
Gracias por tu comentario. Es mucho mejor que mi artículo.
Qué hermosas y profundas tus palabras cuando dices que empezaste a enseñar “escuchando a tu corazón”.
Seguro que has sido una maestra y una directora magnífica. Me lo acredita, sobre todo, el hecho de que aún espués de jubilada quieras seguir aprendiendo.
Con maestras como tú no me importaría ser un alumno como yo.
Besos y gracias.
Miguel A. Santos
Querido profesor: Gracias por todo, una vez más. Seguramente debía haber escrito el comentario después de su publicación el 4 de agosto, pero es ahora cuando lo he leído y me he dado cuenta de que quiero ser aprendiz crónico. Felicidades por ” A mis estudiantes de Magisterio” de la fecha citada. Va a estar reproducido, con su permiso, en los centros de la zona de Loja en la que me jubilé como orientador -precisamente- en el verano de 2011. Ya lo tiene como ideario el primer ciclo de primaria del CEIP “Caminillo”. Ellas también se declaran “aprendices crónicas” y no importan los años.
La próxima semana leeré algunos de sus párrafos en la escuela de padres con la que colaboro. También recomendaré la lectura de “El Adarve”. Un abrazo, feliz año nuevo y gracias otra vez.
La película esta buena y todos sabemos, que en algunas partes del mundo, como Argentina (de donde es la película),se necesitan cambios urgentes en el sistema educativo. un sistema que enseñe a pensar y no a repetir lo que otros piensan o pensaron…