No se excite, señor obispo

12 Ene

Tenga tranquilidad, por Dios. Tenga sosiego, Monseñor. ¿Por qué le pone tan nervioso todo lo relaciondo con la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)? ¿Por qué ese rechazo a lo QUEER (minorías sexuales divergentes)? ¿Por qué esa hipersensibilidad ante las cuestiones de género? ¿Por qué esa actitud tan agresiva ante el feminismo radical? ¿Qué le pasa?

¿Por qué no tituló usted su carta de esta otra forma: Dios también ama a los obispos?
Cuando vuecencia aborda temas relacionados con la familia (y eso que usted no se casa), con el sexo (y eso que usted no lo practica), con la homosexualidad (que usted desconoce), con el feminismo (siendo un conspicuo varón) y ahora con el género, adopta usted una actitud verdaderamente agresiva. Ha arremetido con tanto ímpeto contra la ideología de género que parece haber descubierto en ella el origen de todos los males.
Como pastor de la diócesis de Córdoba, le ha dirigido a sus fieles una carta pastoral que no tiene desperdicio. Su obsesión con la “ideología de género” llega al absurdo. ¿Cómo se puede decir, si no, lo que sigue?: “La ideología de género destroza la familia, rompe todo lazo del hombre con Dios a través de su propia naturaleza, sitúa al hombre por encima de Dios, y entonces Dios ya no es necesario para nada, sino que hemos de prescindir de Él, porque Dios es un obstáculo para la libertad del hombre. La ideología de género es una filosofía, según la cual el sexo ya no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide autónomamente”. Pocas veces he leído tantos disparates seguidos.
Reverendo Demetrio Fernández González: no se equivoque de enemigo. La ideología de género es una de las más importantes revoluciones de la humanidad en aras de la liberación de la mujer. ¿Por qué no dirige una mirada crítica sobre la institución a la que pertenece? ¿Usted cree que puede hoy una organización (del tipo que fuere) negar a las mujeres el acceso al poder por el hecho de ser mujeres? ¿No ha pensado nunca que la Iglesia es una institución androcéntrica que deja a la mujer en un segundo plano proponiéndole como modelo a una Virgen humilde, pura, reducida a la esfera privada del Hogar? ¿No ha pensado nunca que Dios es Padre, que el Salvador es varón, que los ángeles tienen género masculino, que prácticamente solo existen Padres de la Iglesia, que no hay mujeres sacerdotes…? ¿No ha pensado nunca en el origen de los inconcebibles comportamientos de los sacerdotes pederastas?
Apunte, Monseñor, en la buena dirección. Haga autocrítica, Monseñor. Y no quiera imponer a toda la sociedad sus ideas. Me parece bien que usted piense lo que desee y que se comporte como quiera, e incluso que les diga a sus fieles lo que deben pensar, hacer y creer, pero deje a la sociedad que siga el camino que democráticamente quiera imponerse. Déjenos en paz a quienes pensamos de otra manera. Déjenos dirigirnos libremente a su infierno, si así lo deseamos. Digo esto porque cundo el PP estaba a punto de ganar las elecciones usted le recordó que debía modificar la ley del matrimonio entre iguales. Ya sé que, a su juicio, Dios “inventó” un único matrimonio entre hombre y mujer (ustedes hablan, sin embargo, del matrimonioo entre Cristo y su Iglesia…). Otros podemos pensar de otra manera. ¿No cree?
Claro que cuando alguien se considera en posesión de la verdad absoluta es difícil hacerle pensar que puede estar equivocado. Están instalados pertinazmente en el error quienes piensan de otro modo.
Como usted tiene (o dice tener o cree tener) línea directa con Dios, sabe lo que es bueno y lo que es malo, lo que hay que hacer y lo que hay que evitar. En lugar de dejar el destino en manos de las personas, entiende que es Dios quien lo traza. Ya se opusieron ustedes a la modificación del curso de los rios porque esas obras humanas alteraban el plan divino sobre la naturaleza. Ahora dice: “Ya no valdrían las ecografías que detectan el sexo de la persona antes de nacer. Esperamos un bebé. ¿Es niño o niña? La ecografía nos dice claramente que es niña. No. Lo que vale es lo que el sujeto decida… Si quiere ser varón, puede serlo, aunque haya nacido mujer. Y si quiere ser mujer puede serlo, aunque haya nacido varón. No se nace, se hace. Al servicio de esta ideología existen una serie de programas formativos, médicos, escolares, etc. que tratan de hacer ‘tragar’ esta ideología a todo el mundo, haciendo un daño tremendo en la conciencia de los niños, adolescentes y jóvenes”.
Usted, que es un reconocido homófobo (siendo obispo de Tarazona animó de forma entusiasta a sus fieles a participar en la marcha de junio de 2005 en contra del matrimonio igualitario), escribió hace años otra carta pastoral que, curiosamente, se titulaba “Dios ama también a los homosexuales”. Increible título. Porque a pocas entendederas que se tengan lo que viene a decir es: Dios ama incluso a esos seres enfermos, depravados, pervertidos y contranatura. ¿Por qué no tituló usted su carta de esta otra forma: Dios también ama a los obispos? No, claro, de eso, a su juicio, nadie tendría que dudar.
Usted, muy humildemente (como tantos otros a usted “se le ha subido la humildad a la cabeza”), piensa que solo existe un magisterio legítimo y ortodoxo, que es el suyo. Y no tiene reparo en decir: “La familia necesita la redención de Cristo, porque Herodes sigue vivo, y no sólo mata inocentes en el seno materno, sino que intenta mentalizar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con esta ideología, queriendo hacerles ver que hay ‘otros’ tipos de familia”.
Me pregunto por qué tengo que oír, cada dos por tres, mensajes de esta naturaleza procedentes de los prelados españoles. ¿Por qué no predican ustedes solo en las iglesias? Creo que siguen confunden la televisión con el púlpito.
Estas líneas, Monseñor, no son un ataque a la Iglesia, a su obra humanitaria y social en el mundo, a su acción cultural y educativa, a su defensa de los derechos y valores humanos. Es la expresión de una discrepancia frontal en el enfoque de algunas cuestiones que considero de gran importancia, respecto a las cuales posturas como la suya suponen un lastre inadmisible.

22 respuestas a «No se excite, señor obispo»

  1. Los que vivimos en Córdoba ya estamos acostumbrados a las “burradas” del señor Demetrio Fernández, a la sazón obispo de los católicos de esta ciudad.
    Puesto que cada vez se va superando más, no me queda más remedio que decir que “es más fácil que un camello pase por el agujero de una aguja que el señor Fernández diga algo sensato”.
    En fin, es una lástima que los obispos se hayan puesto todos de acuerdo para tumbar Educación para la Ciudadanía, pues creo que no les hubiera venido mal a muchos de ellos que estudiaran y aprobaran esta asignatura.
    Un saludo desde Córdoba, ciudad que fue referencia de la tolerancia religiosa y cultural, pero que personajes como el susodicho (del que ya hay blogs que recogen las “perlas” que suelta) no hacen sino avergonzarnos.

  2. Sr. Santos Guerra:
    Usted es amante de la libertad de expresión, que dice que hay que enseñar a pensar en libertad, según pregona en su blog. Pero según veo, es capaz de decirle al Sr. Obispo qué es lo que tiene que decir, opinar o pensar. Si le molesta tanto, no lo lea u olvídelo.
    Pero no he visto que haga ninguna censura a un portavoz de Izquierda Unida que dice que le pongan un bozal al Sr. Obispo. No en eso no se mete.
    Mire, ¡qué casualidad!, pues ahora me parece mejor el Sr. Obispo que antes.
    Por cierto, usted, que yo sepa no es cura y opina de religión y de los curas.
    Gracias por su blog.

  3. Al hilo de este, en mi opinión, magnífico articulo, me vienen a la cabeza, entre otras, dos preguntas (quizá desafortunadas):

    ¿Qué podíamos y podemos esperar de un señor que es miembro de una institución instalada en la sinrazón?

    Si pudiéramos hacer un balance de la labor de la iglesia a lo largo de la historia, ¿Su resultado sería positivo, o negativo, de cara a la construcción de una -verdadera- Sociedad o Estado/s de bienestar?

    Un saludo, y muchas gracias, señor Santos

  4. ¿Hasta cuándo las dos Españas? ¿Hasta cuándo cada España va a poseer la razón absoluta y verdadera?…

    Más tolerancia, más respeto, más solidaridad, más comprensión,… por parte de las dos Españas, quizás así se podrían llegar a acuerdos que tanta falta nos hacen…

    Ya estoy harto de escuchar lo magníficos que son unos y lo pésimos que son los otros… Seguro que tanto unos como otros tendrán cosas positivas como negativas. Pero con la negación absoluta del que piensa de forma contraria poco podremos avanzar en ese camino…

    Obispo, somos diversos. Miguel Ángel, somos diversos.

    Respeto a ambos a la diversidad…

  5. MARDOS, es evidente que para poder (estar legitimado y cualificado) opinar de religión no es requisito necesario ser cura, ni obispo o papa. Así como, para poder opinar de educación no hay que ser maestro o profesor. Para poder opinar -de lo que sea- basta con estar vivo y querer hacerlo. Cuestión distinta es el valor de los opiniones, siempre condicionado por la formación, la ideología, el conocimiento, la inteligencia, etc.
    Un saludo

  6. Comparto totalmente la opinión de mi compañero y amigo Juan Carlos Muñoz……..harto de tonterías tanto de un lado como de otro. Lo fundamental es RESPETAR, y posicionarse en función de los ideales y principios de cada uno, pero ¡ojo! que a mí no me parezca bien una cosa, no significa que esté mal hecha. Un saludo a todos.

  7. HOLDEN, totalmente de acuerdo con usted. Y además siempre debería ser así, que como usted sabe, no lo es.
    JUAN CARLOS, ¡cuanta razón tiene!. Si nos diéramos cuenta en las personas, los españoles, las cosas que nos unen y obviar las que nos separan, todo iría mucho mejor.
    Un saludo muy cordial para todos.

  8. MARDOS:
    Mire usted, supongo que el señor obispo no estará casado y habla mucho de las familias, ni será homosexual y habla de los hosexuales… ¿Quién le ha dicho que para opinar sobre religión o sobre la iglesia hay que ser cura? Increible afirmación. Como si fuera necesario ser torero para hacer una crónica taurina.
    ¿Hay que opinar sobre todo? Usted tampoco critica al obispo, según creo. En lugar de responder a las críticas que se le hacen con argumentos, usted dice que ahora le parece mejor lo que dijo. Es un ejemplo de rigor intelectual.
    Si lo que dice el obispo no hicera daño (a mi juicio) me callaría, pero creo que es un deber decir que esos planteamientos son inadmisibles.
    Cualquier institución que se cree y que diga que las mujeres no pueden acceder al poder sería denunciada ante un tribunal que tenga en cuenta los derechos humanos.
    Y otra cosa: hay que respetar a las personas, pero a las opiniones si se trata de barbaridades. ¿Tendría que respetar la idea del que dijese que habría que quemar a los homosexuales? Tendría que respetar a la persona, pero debería condenar (sin ningún respeto) esa horrible idea.
    ¿Sabe usted por qué hay tantas víctimas de la violencia de género? Pues una causa es que hay personas, como el señor obispo, que dicen que la ideología de género es abominable.

    Miguel A. Santos

  9. Como mujer, tengo que estar de acuerdo con este artículo. NO hay derecho a que unos señores varones, por muy obispos que sean, dejen a la mujer en un segundo plano, Yo no quiero ser sacerdote, pero no puedo entender por qué las mujeres que quieran no pueden serlo.
    Ese hecho tiene que ver con la discriminación.Ser sacerdote tendrá que ver con la bondad, con la inteligencia, con la vocación…, pero no con el sexo.
    Y lo que pesa es el fondo de la cuestión: las mujeres, por ser mujeres, no pueden tener poder. Estoy segura de que si las mujeres pudiesen mandar en la Iglesia, las cosas serían distintas. Serían mucho mejores.

  10. O sea, que según estos señores, ellos saben lo que es mejor para las mujeres que ellas mismas. El feminismo, para ellos, es un desastre para las familias y para las mujeres. NO me extraña. Ellos quisieran que siguieran como mandaba San Pablo: calladas y obedientes. Increible.

  11. Para mí el Sr. obispo puede decir lo que quiera y Miguel Ángel también y los comentaristas lo mismo. Esa es la libertad de opinión. Cada uno de nosotros nos adherimos o comulgamos(esto le gustará al obispo) con lo que mejor se adapta a nuestro modo de pensar. Personalmente estoy de acuerdo en la exposición y argumentos de Miguel Ángel, tanto en su atículo como en el comentario que hace, lo mismo con Holden y otros y, en lo único que estoy de acuerdo con Nardos es que no hay que poner bozal a nadie.
    Aunque somos libres de pensar y opinar, no me deja de extrañar que todavía haya gente que niegue a los homosexuales su homosexualidad o se ponga en tela de juicio la igualdad de las mujeres con el hombre. La humanidad va hacia delante y la desigualdad entre el hombre y mujer debe quedar como cosa del pasado.
    La opinión, la imposición ¡qué complicado! No todo es opinable ni se debe imponer todo. Es difícil encontrar los límites de una y otra cosa. Lo que si hemos de entender es que la Iglesia, por su tradición, tiende más a imponer que a opinar, claro, cuando uno cree que él sólo tiene la verdad…

  12. Este señor tendría que dar menos lecciones y mirar hacia adentro, como se die en el artículo.
    En el siglo que vivimos no debería haber instituciones con ese nivel tan descarado de androcentrismo.
    Ya está bien de ver a las monjitas limpirar la sacristía y a los señores obispos sentarse en un trono, con báculo y mitra.

  13. Si hubiera papas mujeres habría otra forma de ver las cosas en el mundo católico. Pero estos señores no quieren soltar el poder. La razón que dan es que Jesucristo eligió varones para el apostolado… También eligió casados. Pero el criterio se aplica a su antojo.
    Por otra parte los tiempos han cambiado. Ahora es ya indiscutible que la mujer tiene que tener los mismos derechos que el hombre.
    No hay organización, como algunos han dicho en los comentarios, que se permita mantener esta discriminación. Es de juzgado de guardia. Lo malo es que estas decisiones tienen un valor simbólico indiscutible.
    Lo curioso es que las iglesias estén llenas de mujeres.

  14. Lo de estos señoresno tiene precio. Están empeñados en gobernar la sexualidd y la vida de todos y de todas. Siempre me he preguntado por qué. Y he llegado a la conclusión de que sexualidad tenemos todo y todas. Y esa una forma de controlarnos a todos y a todas. Otra cosa es la fama, que solo tienen algunos. O el dinero. O el poder. Esas cosas no las tenemos todos ni todas.
    Con la mujer siempre han estado en una actitud machista. Desde el relato de la creación (primero Adán y Eva inductora del mal), hasta las epístolas de San Pablo, y el Concilio que dijo que las mujeres no teníamos alma. Y ahí siguen. Ya está bien. Y ahora este señor dice que la ideología de género es algo horrible. Claro, pra ellos, que ven que la mujer va conquistando cotas progresivas de poder.
    Cuando haya pocos curas, todo cambiará. Y habrá sacerdocio femenino. Se verá. Y lo que era nerto pasará a ser blanco, cuando les interese.

  15. No sé cómo pueden permanecer en una sociedad moderna estas actitudes medievales.
    Deberíamos ser menos tolerantes con estas manifestaciones.
    No se pueden respetar estas opiniones, aunque haya que respetar a la persona que las hace.

  16. Hay que tener cara dura para hacer un ataque al feminismo como el de este señor obispo. ¿Qué quiere? ¿Que las mujeres sigamos en la misma posición subalterna que tienen en la Iglesia? Ya está bien. Una cosa es practicar el sexismo institucional en su Iglesia y otra querer que toda la sociedad haga lo mismo. Ya hemos espabilado mucho. No nos lo creemos todo, Monseñor. Y ya no nos asuntan sus infiernos, sus excamuniones y sus diatribas.

  17. Para empezar diré que soy atea, pero es que siendo mujer no me puedo ni plantear “creer” en aquellas religiones en las que la figura de la mujer vale menos que un cero a la izquierda. Obviamente no soy atea solo por eso, pero influye.
    Estos comentarios ya pasan los límites del cinismo y de la ignorancia. El machismo mata -y no solo físicamente- a muchísimas mujeres (para mi, aunque fuese solo una sería también muchísimas mujeres) y no solo eso, sino que también deja a criaturas sin sus madres, a familias enteras destrozadas… ¿Cómo se sale de ese pozo sin fondo? ¿Recurriendo a dios? ¿Recurriendo a la iglesia? La iglesia ese lugar que a las mujeres las anula como personas y las pone a merced del hombre… Pues no, se sale luchado y revindicando un cambio social, un cambio en el pensar y en el construir justicia. Háganos el favor de hablar de aquello que sepa no de destruir el camino que personas feministas (tanto hombres como mujeres) están recorriendo para lograr justicia social.

    Querido Miguel Ángel, un artículo muy acertado y necesario ante tanto despropósito. Gracias!

  18. Estimado amigo:

    En primer lugar, ¿dónde está esa agresividad en la argumentación del Sr Obispo?

    Por otra parte, ¿cuándo ha negado la Iglesia el acceso al poder de la mujer? No tengo conocimiento de ello, todo lo contrario, la Iglesia ha potenciado el papel de María dentro de la Iglesia, ha santificado a Santa Teresa de Jesus y la ha elevado a la categoría de Doctora de la Iglesia… Y no sólo a Santa Teresa, sino a Catalina de Siena, Teresa de Lisieux y, finalmente, Hildegard von Bingen. Estamos de acuerdo en que son pocas, pero ¿cuántas presidentas ha tenido España? ¿Y los EEUU? ¿Que proporción hay entre hombres premio nobel y mujeres? ¿Es cuestión de la Iglesia o de la sociedad en que vivimos y han vivido?

    ¿Desde cuándo tienen sexo los angeles? ¿Desde cuándo tiene sexo Dios? ¡Que visión más pobre de Dios!¿Dónde encuentra ese papel de María relegada al hogar? ¿No será que la Iglesia predica esa humildad para todo el mundo y María es un ejemplo más de esa humildad?

    Pederastas, desgraciadamente, hay en todos los ámbitos de la sociedad: guarderías, judicatura, policías, maestros, médicos, bomberos, carpintero y todo el abanico de profesiones imaginable.

    Por otra parte, la Iglesia no penaliza la homosexualidad y sí el sexo extramatrimonial y el matrimonio homosexual. La Iglesia acepta a homosexuales y heterosexuales por igual.

    Amigo Miguel Angel, no sea fundamentalista y radical, la Iglesia se dirige a sus feligreses y no a los que no se consideran miembros de la Iglesia. Si el partido de los populares ha estado en contra del “matrimonio” homosexual, lo menos que pueden hacer es continuar en la misma linea.

    También digo, que la doctrina jurídica seria está en contra de ese tipo de uniones, que lo que protege el matrimonio es otra cosa que las uniones homosexuales. El matrimonio protege a la madres (matris munium). Si se quiere crear otro tipo de uniones, hágase, pero que no se bombardee una institución creada con otra finalidad.

    Que retorcimiento para entender “Dios ama incluso a esos seres enfermos, depravados, pervertidos y contranatura” de las palabras Dios También ama a los homosexuales. Demuestra un claro complejo de inferioridad o una mala idea increible.

    Amigo, lea nuevamente esas letras con otro espíritu y no le parecerán tan dañinas.

    • Estimado José Manuel:
      No puedes negar la evidencia. Las mujeres no pueden acceder AL PODER EN LA IGLESIA: Es decir, por ser mujeres no pueden ser sacerdotes, obispas o papas. ¿No es así? Y eso no solo tiene que ver con la función ministerial. Tiene que ver también con la capacidad de mandar y decidir.
      Siempre he oído hablar de los ángeles, no de las ángelas. ¿No es acaso masculino? Y siempre he oido hablar de Dios Padre, no de Dios Madre. Ya sabes que el lema de las feministas americanas es Dios es negra.
      No rte equivoques. Fundamentalista es el obispo de Córdoba. Repasa sus escritos.
      Y para interpretar así el título de la carta pastoral del obispo no hace falta retorcimiento sino lógica. Dime si no, por qué no se tituló la carta Dios también ama a los heterosexuales.
      No te equivoques, el obispo no habla solo a sus fieles. Habla para que cambien las leyes y presiona al PP para que lo haga. No para que el PP sea congruente con sí mismo sino para que sea congruente con la doctrina de la Iglesia.
      Sí, amigo, pederasrtas hay en todas las profesiones, pero ninguna se dedica a predicar la castidad.
      ¿La iglesia no penaliza a los homosexuales? ¿Les permite casarse? ¿Les permite ejercer la sexualidad? Bueno, ahora, al menos, no los quema.
      La Iglesia censuró en 2010 (no hace un siglo) un libro mío en Argentina porque contenía una CARTA A UN PROFESOR HOMOSEXUAL. La puedes leer en “Pasión por la escuela. Cartas a la comunidad educativa”.
      ¿Qué es doctrina jurídica seria? ¿La que defiende la Iglesia? Te recuerdo que el tribunal constitucional ha desestimado el recurso del PP.
      Y no olvides que nadie bombardea el matrimonio heterosexual. Nadie. ¿Por qué dices eso?
      Saludos y gracias por participar.

  19. Querida Ana:
    Gracias por tu aportación. Me parece muy bien la preocupación qu tú planteas: ¿cómo se sale de este pozo sin fondo? Y estoy también de acuerdo con los caminos que tú indicas. Hay que luchar, hay que reivindicar un cambio social… Pero quiero añadir que ese cambio se consigue fundamentalmente a través de la verdadera educación.

  20. Qué barbaridad José Manuel. ¿Cómo puedes justificar esa descalificación tan burda y tan radical de la ideología de género?

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