Mañana se celebra el Día Internacional contra la violencia de género, que algunos y algunas prefieren llamar violencia doméstica. En cualquier caso, el Día contra la violencia que todavía sufren las mujeres a lo largo y ancho del mundo, a lo largo y ancho de sus vidas. Desde la cuna al ataúd las mujeres sufren todavía mil formas (brutales unas, sofisticadas otras) de violencia y discriminación. Muerte, sometimiento, violación, torturas psicológicas, chantajes afectivos, esclavitud de la belleza…
Los manantiales del sexismo siguen brotando con fuerza e inundándolo todo con sus pestilentes aguas. El lenguaje, la educación, las costumbres, la moral, los estereotipos, los trabajos, las religiones… siguen sembrando la semilla del androcentrismo. En la familia, en la escuela, en la calle, en la televisión…, proliferan todavía actitudes, concepciones y prácticas discriminatorias.
Algunas modalidades del sexismo adquieren formas sutiles y, por eso, es preciso desarrollar detectores refinados para descubrirlas. Otras siguen siendo increíbles y brutales formas de agresión.
Uno de los ámbitos en el que se hacen más peligrosas y dañinas las actitudes de dominación es el ámbito de las relaciones de pareja. Qué hermoso y significativo título el que dio a uno de sus libros mi admirada Charo Altable Vicario: “Penélope o las trampas del amor”. Así es. El amor está lleno de trampas: psicológicas, económicas, sexuales, laborales, morales, lingüísticas…
He terminado de leer la primera parte de la trilogía “Cincuenta sombras” (“Cincuenta sombras de Grey”, “Cincuenta sombras más oscuras”, “Cincuenta sombras liberadas”). No sé si seguiré con las dos siguientes.
La autora es E. L. James, casada y con dos hijos, que ha desempeñado varios cargos ejecutivos en televisión, que vive en Londres y que ha sorprendido al mundo editorial con esta trilogía erótica que está causando una revolución en Estados Unidos y en Inglaterra. Ha vendido varios millones de ejemplares y ha conseguido los derechos de traducción a cuarenta países, entre ellos el nuestro.
En la portada de los tres libros aparece este reclamo publicitario: “Sí, esta es la trilogía de la que habla todo el mundo”. Una trilogía de la que alguien ha dicho que se trata de “porno para mamás”.
Me llama la atención que en la publicidad que se hace de los tres libros se diga que ha tocado la fibra de muchas mujeres. En el New York Times, por ejemplo, se dice: “La novela erótica que ha revolucionado a las mujeres de Estados Unidos”. Y me he preguntado: ¿Por qué a las mujeres? Porque lo que yo he sentido al terminar esta primera parte es una sensación de profunda rabia, de un violento rechazo. No he entendido bien si el enganche de las mujeres con la trilogía es de simpatía o de profunda indignación.
¿Por qué digo que no sé si leeré las dos partes restantes? Porque he sentido, casi desde la primera página a la última, una sensación en la que se mezclaban la incomodidad, la repulsa y el enfado.
¿Qué es lo que me ha producido ese profundo rechazo? La minuciosa descripción de una relación sadomasoquista que se articula sobre un contrato del Amo y de la Sumisa. Así, como suena. Una relación que se sustenta en la dominación, en el castigo y en la dependencia. El incontrolado enamoramiento de la joven Anastasia Steele hace posible el dominio que ejerce sobre ella el millonario, atractivo y retorcido Christian Grey. Cuando ella, una estudiante de Literatura, le conoce, es joven, virgen, ingenua, inexperta e insegura. Él es un exitoso empresario, rico, atractivo, seductor, experimentado e intimidante.
Anastasia Steele va narrando la historia en primera persona. Una historia, cargada de diálogos y de reflexiones personales, que a veces se hace un tanto reiterativa.
Bastará, para que me entienda el lector, que reproduzca algunas cláusulas del mencionado contrato:
“La Sumisa acepta al Amo como su dueño y entiende que ahora es de su propiedad y que está a su disposición cuando al Amo le plaza durante la vigencia del contrato en general, pero especialmente en las horas asignadas y en las horas adicionales acordadas”.
“La Sumisa servirá al Amo en todo aquello que el Amo considere oportuno y debe hacer todo lo posible en complacer al Amo en todo momento”.
“La Sumisa aceptará sin cuestionar todas y cada una de las acciones disciplinarias que el Amo considere necesarias y en todo momento recordará su papel y su función ante el Amo”.
“La Sumisa se someterá a toda actividad sexual que exija el Amo, sin dudar y sin discutir”.
“La Sumisa aceptará azotes, zurras,, bastonazos, latigazos o cualquier otra disciplina que el Amo decida administrar, sin dudar, preguntar o quejarse”.
“La Sumisa no mirará directamente a los ojos al Amo excepto cuando se le ordene. La Sumisa debe bajar la mirada, guardar silencio y mostrarse respetuosa en presencia del Amo”.
La consideración más inquietante que me produce la lectura es si lo que aquí se plantea con ese nivel de crudeza, no sucederá de forma sutil e implícita en muchas relaciones de pareja. Creo que hay que revisar las relaciones para que estén sustentadas en el la igualdad, el respeto a la dignidad de cada persona y el verdadero amor. Son muchas las trampas que acechan.
Aconsejo a quien esto lee el reciente libro de José Antonio Marina titulado “Escuela de parejas”, del que extraigo esta elocuente cita: “Enamorarse es un estado –decía Denis de Rougemont-; amar es un acto”. La pareja, cuando el amor sobrevive a la cohabitación y alcanza su plenitud, nos permite pasar de ese estado (el amor-pasión, el que se padece) a ese acto (el amor-acción: el que se hace, el que se cultiva, el que se asume). Hay que ser muy joven o muy ignorante para no ver en ello un progreso”.
Las mujeres tienen que afrontar la decisiva tarea de la liberación. Los hombres tenemos por delante el importante reto de superar muchos estereotipo. Me cuenta una amiga argentina que un psicoanalista le dice a su paciente tendida en el diván:
– Señora, por todo lo que usted me dice, deduzco que su problema está en el inconsciente y vamos a tener que analizarlo.
Y ella se dirige al doctor manifestando una importante preocupación:
– Pues mire usted, doctor, no creo que mi marido quiera venir.
Hoy, como todos los sábados, entro a leer tu blog. La educación y la enseñanza se dan con las experiencias vividas en la vida y a veces son demasiado duras.
Todavía impactado y muy sensibilizado por la experiencia que tuve ayer, leo el articulo de opinión. Cuando la violencia, del tipo que sea, en esta ocasión machista, la ves y te la cuentan en primera persona, te reafirmas y luchas contra esa barbarie, sinrazón, llena de sentimientos de ira, odio, celos…
Al mediodía de ayer, me encuentro con una amiga que deseosa de echar fuera el miedo, la impotencia, la rabia de su experiencia en el desenlace matrimonial, empieza a describirme lo ocurrido la noche del sábado al domingo. Las escenas relatadas me impactan hasta ponerte el vello de punta, de removerte las tripas y de dejarte sin ganas de comer. Sus lágrimas, sus sentimientos narrados entre sollozos, me impactaron de tal manera que me quedé casi de piedra sin poder reaccionar.
Después de no parar de darle vueltas en la cabeza, me decido a escribir lo que pienso. No podemos tolerar que hechos de maltratos, abusos, irracionalidad, ocurran entre personas. No debemos pasar el mas minimo sintoma de violencia. La denuncia, el apoyo a las víctimas y acciones solidarias parecen que ya se quedan cortas. Todavía sigo impactado por la dureza de los hechos contados y las marcas visibles en su cuerpo.
Un abrazo María , todo mi apoyo y lucha contra esa barbarie.
He oído hablar de ese libro que ni he leído ni leeré. Entiendo que tenga éxito por el morbo que lleva, pero me parece repugnante en los tiempos en que se lucha por la igualdad de la mujer, sometida a través de la historia, que se nos venga a hablar ahora, que se lucha por su igualdad con el hombre, de amo y sumisa y, para mí, es tanto más repugnante, en cuanto que está escrito por una mujer. Me gustaría saber si E. L.James practica lo que Miguel Ángel nos dice de su libro.
E.L. James creo que más que mentalidad de sumisa, que ya es gordo, la tiene de esclava.
Saludos, en especial, a las mujeres libres.
Es curiosos que eze libro tenga tanta aceptación entre las mujeres. Acaso, como dice Joaquín, es por el morbo de las descripciones reiteradas de escenas eróticas.
Lo que más echazo del libro es la aceptación de la protagonista. Él le impone un contrato, pero es ella quien lo suscribe.
Querido Miguel Ángel, no sigas con esos tomos, ya que pienso que la autora no está usando la ironía. Además, en nuestro suelo patrio, ya tenemos bastante con Pilar Primo de Rivera.
Hasta pronto.
Tengo del todo claro que no leeré los dos siguientes. Voy por la mitad del primero y lo cierto es que sigo leyéndolo porque quiero encontrar el por qué de su éxito entre las mujeres de mi edad (50 años)y porque no me gusta dejar los libros a medias. La forma en que está escrito me parece muy pobre y la temática la encuentro repulsiva. Y que precisamente sea a las mujeres a las que más les gusta… incomprensible del todo.
Estimado Miguel Ángel,
Registei, durante a sua brilhante conferência de hoje em Ponte da Barca, que referiu esta data e a razão da sua comemoração como um dos contextos a não esquecer no âmbito da educação. Como se conclui pelo que expõe, os estereótipos continuam bem presentes, embora a mensagem social que vai passando pretenda mascará-los ou até torná-los invisíveis.
Uso, todavia, este espaço para deixar o link para o poema a que me referi, após o final da sessão, a propósito do aroma que se espalhava nas escadas e ao qual não ficamos indiferentes (recorda-se? Pelo cheiro é que vamos…). Quis colocá-lo no post sobre «A maçã que queria ser estrela», mas já se encontra fechado. Fica, então, aqui, pois, na minha modesta opinião, tudo está interligado: o tema e o conteúdo deste post, o otimismo perante situações adversas (como, de igual forma, tão bem mostrou Bento Amaral)e a educação.
http://www.estudioraposa.com/index.php/28/06/2012/sebastiao-da-gama-pelo-sonho-e-que-vamos/
Sebastião da Gama, professor e pedagogo português, é, também, uma referência para nós, Professor@s.
Um abraço,
Artemisa Coimbra
Estupendo recordatorio.
Todavía sigue siendo necesario este Día para que pensemos, una vez más, en ello.
Aunque, en realidad, es necesario `pensar TODOS LOS DÍAS en este terrorismo doméstico.
Parece mentira que, a estas alturas de la historia, no hayamos podido con esta lacra.
Muertes, torturas, discriminaciones, injusticias…
No se puede esperar un segundo porque, mientras reaccionamos, las víctimas siguen sufriendo.
No hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opesor.
Solo así puedo entender el enfoque de la trilogía de L. E. James y su éxito ente las muujeres de algunos países.
No sé si en los otros libros que no he leído se encontrará alguna clave que explique un contenido tan humillante para la mujer.
Pero no quiero que todo el interés se concentre en estos tres volúmenes cuanto en el problema del sexismo.
Sigue existiendo un problema que amenaza a las mujeres, a las jóvenes y a las niñas.
Hay que comprometerse al máximo (en cuestiones grandes y pequeñas) para detener esta maquinaria infernal. En las familias, en las escuelas, en cualquier ámbito de la sociedad.
Me alegra mucho haber encontrado tu opinión acerca de este libro, pues no es habitual encontrar opiniones en contra del mismo.
He leído los tres, buscando «eso» que ha enganchado a tantas mujeres, según dicen… y no lo he encontrado.
He visto en él una versión … de Corin Tellado. (Ya verás, si lees el tercer libro).
Me pareció que este libro es «un producto» más del marketing y esas cosas para vender y vender … y ahora lo creo mucho más, cuando me he enterado de que ya está hecha la peli…
No creo que este libro ayude a que las mujeres encuentren una sociedad más justa e igualitaria.
Me pondría a «despotricar» del libro y la historia que cuenta y no acabaría…, no quiero abusar de tu espacio.
Un saludo
La violencia de género afecta a media humanidad. Es una de las lacras más horribles que afecta a la sociedad.
Es muy difícil erradicarla porque las raíces del sexismo son muy profundas y difíciles de eliminar.
Este día es muy importante para dar un nuevo impulso a la causa de la igualdad de todos y todas.
Todo contribuye a alimentar el sexismo. Por eso creo que hay que tener cuidado, por ejemplo, con el uso del lenguaje.
Hay quien puede pensar que es más importante mantener el purismo y la economía del lenguaje, pero yo pienso que es más importante evitar la invisibilidad de las mujeres a través de su ocultación lingüística.
No hay nada que pueda resultar insignificante o intrascendente.
Querido Profesor me sumo con creces a esta lucha contra a desigualdad de géneros y ciertamente hay que erradicarla de muchos lados y formas distintas. Una de leas cosas que más me preocupa, y quizás sea en parte por lo que ha tenido aceptación, es que desde los cuentos infantiles se nos enseña ese sexismo de que el hombre es un príncipe(guerrero) que cuando nos encuentre a nosotras (princesas inútiles) nos rescatará de nuestra ignorancia e inocencia y nos dará los lineamientos para nuestra vida (que sólo será feliz si está él) y nosotras debemos obedecerlo con sumisión y abnegación. Ya que las mujeres nos criamos con los cuentos clásicos de princesas, está en nuestro subconsciente más profundo que obedecer las órdenes de nuestra pareja nos dará felicidad y nos ahorrará «la terrible tarea de pensar por nosotras mismas» y que la manera correcta de amar es la abnegación.
Un gran abrazo desde Chile.
Querido Profesor.
Esta lucha contra la desigualdad de géneros es una batalla personal, no sólo contra lo que se ve en todas parte, con muchas formas, sino también en mi propia mente. Esta lacra del sexismo lo tenemos todos improntado desde que comenzamos nuestra educación, está en todas partes y a veces de formas muy sutiles. No sólo lo encontramos en el mundo de los adultos sino también en el de los niños, si nos detenemos un poco a pensar en los cuentos clásicos para niñas todos tratan sobre la princesa (una mujer caricaturizada y encasillada en el rol que el sexismo le otorga a la mujer a más no poder) que es «rescatada por el príncipe (un «súper hombre», guerrero y masculino que no se dedica más que a la caza, tanto de animales como de mujeres) que al llegar ordena la vida de la princesa diciéndole qué debe hacer (para ahorrarnos la «horrible tarea de pensar») y la mujer debe demostrar su amor con sumisión y abnegación.
¿Será por esta idea de hombre dominador, que los cuentos de hadas nos imprimen en el subconsciente desde tiernas edades que este libro tiene tal éxito entre las mujeres?
Un gran abrazo desde Chile
Luchar contra la discriminación es una causa justa y urgente. Ya sé que hay hombres que pueden sentirse víctima de la actuación de sus parejas, pero esa situación es la excepción que confirma la regla. No podemos olvidarnos de ellos, pero el sexisnio actúa de forma implacable sobre las mujeres.
Todos y todas tenemos que hacer algo. Los hombres debemos revisar las pautas sexistas que inspiran nuestra forma de pendsar y de actuar.
Querida Fabiola:
Gracias por tus aportaciones. Estoy de acuerdo contigo en que a través de los cuentos infantiles se transmite (en una edad muy plástica) estereotipos sexistas que luego marcan la vida de las personas.
A propósito de esta cuestión Rosetta Forner ha escrito un interesante libro que se titula «Déjate de cuentos» en el que se hace un crítica muy sugerente al planteamiento sexista de los cuentos clásicos.
Saludos.
Miguel A. Santos
Acabo de leer en un periódico de tirada nacional una noticia que, ya desde el título, me parece increíble: «Cientos de lectoras españolas piden más sexo a E.L. James» (aparece en la portada). En el interior el título dice. «Queremos más sexo de Grey».
El contenido del artículo no tiene desperdicio. Dice que la autora ha firmado ejemplares en El Corte Inglés de Goya (Madrid). De cada diex que solicitaban la firma, nueve eran mujeres. Y los hombres aparecían en calidad de novio, esposo, hermano o amigo de las solicitantes.
Se dice que se han vendido dos millones de ejemplares y más de 100.000 copias digitales.
Todo ello a pesar de la pésima calidad de la obra y del humillante papel que desempeña la señorita Alejandra Steel en la obra.
Una de las que pedían la firma condiesa haber laído la obra tres veces y dice que le encantaría tener un Christian Grey en su vida. «Pero con todas las consecuencias: guapo, rico y pervertido».
El éxito que está teniendo esta obra es para echarse a temblar.
Y lo que siento es que estas palabras puedan hacerle publicidad.
El tema de la violencia machista, y lo llamo violencia machista porque es violencia llevada a cabo por hombres hacia mujeres, sustentada por la cantidad de estereotipos, mitos, actitudes misóginas… arraigados por nuestra cultura androcéntrica, es un tema que ojalá no estuviese de actualidad ya que podría significar -quiero pensar- que estaría erradicado. Pero por desgracia no es así. Muchas mujeres han muerto y otras tantas mueren lentamente en vida; o se lleva a tal extremo que se hace daño a hijas o hijos en común para maltratar a las que fueron sus esposas. Es algo horrible. Y siendo todo esto horrible hay mil formas de disfrazarlo como en este caso dentro de la literatura. Pero, desde mi punto de vista, este disfraz no es nuevo ya que numerosos cuentos de literatura infantil (que es para llevarse las manos a la cabeza) van adoctrinando a las chicas y a los chicos y formando una visión no real y estereotipada de ambos. Pues si esto ocurre en la tierna infancia, qué no puede ocurrir en la literatura adulta? Somos las personas consumidoras de esa literatura las que tenemos que poner freno a tanto abuso, no todo vale. Una cosa es erotismo y otra muy distinta es humillar y denigrar la figura de la mujer.
Como bien ha escrito Miguel Ángel Santos Guerra las relaciones deben estar basadas en la igualdad, en el respeto y en la dignidad de cada personas porque sino sucederá -y cito una frase de Miguel Ángel Santos Guerra- que «no hay mayor opresión en la que la oprimida mete en su cabeza en los esquemas de su opresor» y por tanto llegará a aceptar cosas inaceptables para su dignidad como persona.
Después de escribir mi comentario leí lo que han escrito las personas participantes. He coincidido con algún comentario, que me parece muy acertado =)
Me gustaría recomendar un libro que acabo de leer recientemente llamado «La reina que dio calabazas al caballero de la armadura oxidada» de Rosetta Forner.
Decir que me ha encantado su lectura ya que en ella se expresan pensamientos e ideas sanas, que nos hacen crecer en positivo.
Me hago una pregunta: ¿Qué habría pasado de ser un hombre el autor de esta trilogía?¿Hubiera sido igual la reacción de la crítica, de las mujeres y de los propios varones?
Cuando se produce un asesinato de una mujer a manos de su pareja, todos y todas lo lamentamos y nos indignamos. Pero, luego, cuando defendemos que hay que decir niños y niñas para visibilizar aquien el lenguaje oculta, decimos que esos son tonterías.
No. Todo es importante. La lucha contra el sexismo tiene mil frentes.
Las consecuencias son muy visibles, a veces. Pero que detectar las causas y saber luchar contra ellas.
La lucha por la liberación de la mujer no ha hecho más que empezar.- Se ha avanzado mucho. Basta leer el libro para somprobarlo el libro de Amelia Valcárcel titulado «Rebeldes». En pocos años se ha avanzado muchísimo en España. Pero quedan todavía muchas cotas po alcanzar. Hay que mirar hacia adelante cobrando impulso por los logros ya conseguidos.
He leido el segundo tomo. No ha cambiado mi opinión sobre la obra de E.L. James. No me gusta. Ni leterariamente (monótono, reiterativo, simplón…) ni temáticamente. Sigue en pie mi sorpresa sobre el éxito de la obra, especialmente entre el úplico femenino.
Supongo que el tercer tomo atenuará el planteamiento sadomasoquista del primero, como ya está sucediendo en el segundo.
La historia, en su conjunto, la evolución psicológica que narra, es poco creíble y -sobrte todo en la primera parte- la reacción de Alejandra Steele me parece inaceptable.
Miguel A. Santos
Sres,sres, como es que no pueden ver mas alla? Soy una mujer adulta, instruida,he leido de todo(clasicos incluidos),desde que tengo 10 años,y cincuenta sombras,,y su exito,no tiene nada que ver con la literatura.Es malo,si muy malo,pero ¿a quien le importa?.De lo que se trata es DE LA FANTASIA!!!!! entren en los foros femeninos que se han armado al respecto!! Les recomiendo un articulo del Dallas news,muy serio,escrito por una periodista a la que no le gusto ,pero que entiende de que va la cosa.Jamas se me ocurriria comparar una fantasia erotica de dominacion,a la violencia de genero.Trabajo con mujeres golpeadas ,y la situacio es mas compleja.Fijense ,de hecho QUE es lo que le ordena el personaje de Crhistian a la mujer,»goza»,»cuidate» ,»ten placer para mi»,y no ¿»pusiste a lavar mis calzones?» Jaja!! Señores ,no os razgueis las vestiduras,leanlo,quizas algunos aprendan»algo» del goce femenino,y otras disfruten un poco!!!
Estimada Liliana:
Yo también creo que el problema es más complejo.
Todo se puede relacionar con el maltrato. Hay muchas cosas que llevan a la opresión y a la sumisión.Libros (novelas), costumbres, lenguajes, religiones… Hay muchas fantasías que han hecho mucho daño a las mujeres.
No hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
No sé su las 15 primeras amantes de Grey disfrutaban. Quien sí sé que disfrutaba era Grey (todo según la autora, claro).
El contrato que hacía firmar a sus amantes no tiene nada que ver con una relación sana, satisfactoria, simétrica, respetuosa…
Cuando escribí el artículo solo había leido, como allí digo, el primer tomo. Ya he leído el segundo. Las cosas van cambiando. Leeré el tercero de inmediato.
Sigue sorprendiéndome el éxito del libro entre las mujeres.
Claro que es magnífico disfrutar del sexo, pero desde una relación en la que no hay Amos y Sumisas.
Las situaciones que acepta la protagonista son inadmisibles.
Cuando oigo que alguna mujer dice que quiere un amante como Grey, no sé si habla de buen sexo, de mucho dinero o de un Amo excitante. Ella es una inexperta e ingenua mujer y él es un hombre experimentado y pervertido. Se pasa la obra dando órdenes. Pero ella lo adora… Inquietante.
Creo que el debate que has abierto es estupendo. Muchas gracias.
Estoy leyendo el tercer libro que confirma mi teoria.El personaje No es un perverso,sino un neurotico traumado con una sexualidad «perversa».Esta totalmente enamorado y se muestra vulnerable.Ademas,NINGUNA MUJER de los personajes del libro,hace NADA con el que no quiera,acepte,firme inclusive,gran diferencia con las situaciones de violencia de genero, que comienzan como consentidas y luego…. En fin ,malo literariamente,fenomenal en la fantasia erotica,y tonalidades del personaje masculino.
Perdona que discrepe de tu interpretación. Liliana. También estoy en el tercer libro.
La violencia de género no es solo física. Hay violencia psicológica.
Aunque las mujeres de Grey hicieran las cosas voluntariamente (cosa que dudo) habría que preguntarse cómo es que quieren hacerlas. Creo que son innumerables las veces que Grey MANDA, ORDENA, IMPONE a Anastasia Steele. Si obrdece «voluntariamente» me lo pones más fácil. Lo digo muchas veces: No hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
Las 15 primeras Sumisas han aceptado «voluntariamente» tener un amo. Han firmado un contrato. ¿Quién lo ha redactado? ¿Es una relación simétrica, respetuosa? Es decir que según tu opinion si se acepta voluntariamente ser víctima, no hay violencia de género..