Estoy a las puertas de la jubilación forzosa. Si alguien me pregunta cómo ha sucedido, le contestaré que no tengo la menor idea. Lo cierto es que ha concluido mi vida laboral como docente.
Empecé siendo profesor de Primaria, luego de Bachillerato en un Instituto de Enseñanza Media y finalmente profesor Universitario en la Complutense de Madrid y de la Universidad de Málaga. También disfruté de la oportunidad de dirigir un centro educativo, experiencia que me permitió llevar a la práctica muchas ideas que había leído en los libros o que había soñado en mis desvelos pedagógicos. Alguna de ellas nunca llegó a realizarse, como la de desarrollar el curriculum de la escuela en una doble sede, urbana y rural, de forma rotativa, por parte de toda la comunidad…
En definitiva, muchos años enseñando y aprendiendo. Más de cincuenta. Mucho tiempo, es decir un suspiro. Muchas alegrías, algunos dolores. Creo que hay que contar el tiempo por las sonrisas y no por las lágrimas y la edad por los amigos y no por los años. Suscribo el pensamiento de Miguel de Unamuno: “Y así, mi vida toda en un continuo fluir de ilusiones, en renovación perpetua, empezando a vivir cada día”.
Lamentable y felizmente he llegado a la jubilación. Lamentablemente porque me gustaba hacer lo que hacía. Y también porque me encuentro en condiciones de seguir haciéndolo. Felizmente porque he podido hacer durante mucho tiempo aquello que me gustaba. Y porque he tenido la suerte de no haber solicitado en todo el tiempo ninguna baja laboral.
Es una fortuna sin límites poderse dedicar a aquello que a uno le gusta. Sé que he sido afortunado. Me gustaría saber que también lo han sido aquellos con quienes he trabajado y aprendido. Lamentaría mucho que, en algunos casos, no hubiese sido así y, por ello, pido disculpas. Resulta descarado decir que has disfrutado haciendo lo que has hecho si otros han sufrido como consecuencia.
Mi experiencia ha sido muy enriquecedora para mí. Termino mi trayectoria con la firme convicción de que esta es una tarea que merece la pena. Me gustaría que las personas que empiezan lo hagan con la misma ilusión con la que termino. Porque esta es una profesión que solo se puede vivir bien con pasión.
Mientras escribo van pasando por mi mente muchos recuerdos: los lugares y centros en los que trabajé, las personas con quienes compartí la tarea (esta es una profesión que solo se puede ejercer bien si se hace de forma colegiada), los alumnos y alumnas que se han ido sucediendo, dando sentido al quehacer. Los profesores tenemos que ser conscientes de que solo por ellos y ellas existe nuestra profesión. Gracias a mis alumnos he podido aprender muchas cosas que ahora sé. Por eso me remito al título de mi primer libro (que se publicó primero en Madrid y luego en Málaga): “Yo te educo, tú me educas”.
Eso de la jubilación forzosa por la edad tiene su miga. En una Universidad americana, un profesor que llegaba a la jubilación obligatoria en buena forma presentó una denuncia a la institución por discriminación por la edad. La argumentación tiene su lógica. Si estoy en condiciones de hacer una tarea (y lo puedo demostrar), ¿por qué no me dejan hacerla a causa de mi edad? Me están discriminado por los años que tengo. A otras personas las pueden discriminar por razón de género, de raza, de religión… Esta situación encierra, según el profesor recurrente, una discriminación por la edad. ¿Cómo replicar?
La actual Universidad española tiene dos formas de continuar en activo una vez llegada la edad de jubilación forzosa. Una que no ha tenido desarrollo normativo y que facilitaría la continuidad en el trabajo por un período de cinco años. Esa puerta está cerrada por no haberse dictaminado el modo de proceder. La otra es la de solicitar la condición de profesor emérito por un período de tres años. Para ello ha de tenerse un curriculum relevante y ha de seguirse un trámite que está clara y precisamente regulado. Yo me he acogido a él.
Pues bien, la Universidad ha cerrado esta segunda puerta. Nombra eméritos, pero sin remuneración. Es decir, que te invita a trabajar sin reconocimiento económico. Y ahí estamos. En la tesitura de prolongar por unos años la tarea gratis et amore o decir definitivamente adiós a las aulas.
Creo, sinceramente, que la oferta no es tentadora. Lo que te viene a decir la institución es: “Mire, si quiere seguir dando clase, págueselo”. No es una invitación ni justa ni elegante. Por no decir que es inadmisible.
Hay otra cuestión para el debate. Se puede pensar que hay que hacer hueco a los jóvenes, que hay que dejar que, en un momento de crisis en el que encontrar trabajo es un triunfo, es bueno que los mayores nos retiremos a tiempo. Pero, ¿qué es a tiempo? Imagino que hay profesiones, como la minería, en las que no se puede pensar en una edad longeva para la jubilación. En otras, como la docencia o la medicina, es diferente. ¿Por qué desperdiciar la experiencia acumulada durante años?
El debate se produce, pues, entre el aprovechamiento de la experiencia de los veteranos y la apertura de oportunidades para los jóvenes. Entiendo que ha de ser la institución quien ha de pronunciar la última palabra. Resulta un tanto pretencioso que el interesado diga que quiere seguir. Porque sería pintoresco que solo lo quisiera él, mientras los colegas y los alumnos se decantasen por la ausencia. Por eso, en el trámite del nombramiento, ha de contarse con la anuencia de los miembros del Departamento y de la Junta de Facultad (en los que tienen una obligada y necesaria presencia el alumnado).
El problema ha surgido por la dichosa crisis económica que está provocando innumerables y duros recortes. Son las autoridades las que deciden si han de hacerse y dónde. A mí me duele que se produzcan en educación.
Venga Miguel Ángel, mucho ánimo. Simplemente, comienza otra etapa vital, donde el tiempo libre y las inquietudes van a ser fieles compañeras de viaje. Trabajamos para vivir, nunca al revés; es una faceta importante, pero la vida es un crisol infinito que debe seguir reluciendo, día a día. Felicidades.
Estimado Señor Santos:
La profesión de la enseñanza, como usted ha comentado, solo se puede vivir con pasión. El caso es que posea la etiqueta de “Jubilado” o no usted va a seguir ejerciendo la profesión ya sea dentro o fuera de las aulas universitarias.
Es cierto que la jubilación a veces llega cuando aún se está en plenas facultades y se quiere seguir trabajando, pero en otros casos, la gente acaba muy quemada y está deseando que les llegue…
En cualquier caso, existe una edad de jubilación como también existe de mayoría de edad o penal..
Y si la profesión que has ejercido la vives con pasión y te encanta, lo seguirás haciendo igualmente fuera del sistema laboral porque forma parte de tu persona. Pero en otros casos, la profesión no dignifica ni enriquece a la persona y en cambio, en la jubilación te puedes dedicar a realizar muchas actividades que por el contrario sí que te magnifican.
Con todo ello, por la parte que me toca, espero que siga escribiendo en este blog y enriqueciéndome como persona y como docente con sus brillantes artículos aunque no le remuneren económicamente. Me encantan todas las experiencias que relata, y me leo todos los libros que cita puesto que me parece interesante formarme a través de su blog que para mí no deja de ser un espacio educativo como pueda ser la de su aula universitaria.
Un saludo muy cordial,
Alicia
La pasión por la vida es la que se refleja en el propio trabajo. La “vocación” (signifique lo que signifique esta palabra, bastante desvirtuada por nuestros responsables políticos, a efectos de justificación de los recurrentes y pobres resultados de nuestro sistema educativo, a la vista de las evaluaciones internacionales: la culpa, por supuesto, de todo el profesorado “sin vocación”) debe estar presente en el kioskero de golosinas, el pintor de brocha gorda, el fontanero, el electricista, el bombero, el panadero, el médico, el abogado, el juez (ay, esa puesta en libertad del secuestrador de Ortega Lara), la forense de la policía científica de Sevilla (¿aún permanece en su cargo esta mujer?), los empleados de la banca (ay, esa estafa generalizada en España de las participaciones preferentes),la clase política en su conjunto(¡ay!)… en fin. Creo que todo es de una obviedad aplastante. Necesitamos cambiar de mentalidad, con suma urgencia. Por encima de todo, debemos ser grandes profesionales, en cada uno de los gremios. Como lo ha sido Miguel Ángel, a su manera, a su estilo, pero me consta que siempre con entrega diaria y pasión por su trabajo. Hemos discrepado hata la médula, Miguel Ángel, en este blog y en dicha discrepancia reside la riqueza. Lo demás, bostezos (“querido maestro, qué artículo magnífico…”). Que el tiempo gire a tu alrededor, Miguel Ángel, que encuentres jardines y senderos que se bifurcan donde pasearse por ellos, que la pasión, en definitiva, te siga acompañando, día a día. Y que la búsqueda de conocimiento, como motor vital, esté ahí siempre, a tu lado. Besos, abrazos. muchas felicidades.
Lo que legitima a un docente no es su acreditación académica, su formación pedagógica, su reconocimiento social y mucho menos su salario. Lo que lo legitima son sus alumnos, sus aprendizajes y las transformaciones que que logran en sus vidas; lo que hace educador a al educador es observar como la pequeña semilla cayó en tierra fértil, verla crecer con el tiempo y ver que comienza a dar sus pequeños frutos…porque ya la primavera enamoro a los cerezos y cuaja en cada fruto el misterio de la vida; pero esta tarea con el correr de los años merece su justo respiro…hablo de un “descanso” que es relativo ya que cuando uno tiene vocación de educador lo es para toda la vida… la jubilación entonces en la vida del docente es un rito…y como bien nos enseñó Saint Exuperí con su maravilloso niño principe “los ritos son necesarios” y “demasiado olvidados”…..hoy es justo detenernos en medio de la vorágine postmoderna y reconocer la trayectoria de Miguel Ángel; poder detenernos y contemplar e todo el bien que hizo desde su “yo pedagógico”, cuanto ayudo a crecer desde su palabra de educador y de docente a tantos jóvenes y colegas del magisterio entre los que me incluyo con el sano orgullo de poder considerarlo mi maestro y un verdadero amigo, todo un regalo que me dio la vida hace mucho.
Hoy está presente el rito formal administrativo de tu jubilación ya que lo esencial y profundo de la vocación docente es un sello indeleble y de por vida….un rito necesario pero no suficiente que encierra en sí una gran ironía; porque justo cuando el buen vino comienza a experimentar su mejor cuerpo y textura, cuando por los años la experiencia comienza a llenar de nuevas fragancias, a tomar refinados aromas y gustos…justo en este tiempo y en este climax tan especial soñado de la tarea docente, llega la etapa de dar un paso al costado para el merecido y justo descanso porque el camino recorrido fue largo, insólito y extenuante; conociéndote -los que te conocemos- sabemos que no descansaras nunca ya que detrás de cada alumno hay una obra de arte única e irrepetible, una joya singular y muy valiosa que está siempre en potencia haciéndose y que debe salir a la luz y te sabes que eres y serás de alguna manera su artífice, porque la docencia transformo tu vida de a poco en un “necesario orfebre ”.
Maestro consumiste parte de tu existencia en hacer que otros crezcan y que sean, nada más sentido, valioso y legitimo… demás está decir que este rito será solo un rito y que queremos tenerte presente y ensañando en tus artículos y en tus nuevos libros…te alejas de la forma, no queremos que dejes la sustancia….no queremos que te vayas queremos sentirte cerca y comprometido desde tu experiencia y sabiduría, para que nos ayudes a sostener las banderas de vencer la ignorancia y asi poder transformar las personas en gente de bien, que deseen y puedan ser felices… Miguel Ángel, aún tenemos mucho que aprender… por eso: no te jubilaras nunca.
Horacio Muros
Desde Argentina
Tiene que ser triste y duro decir adiós cuando te encuentras en plenas facultades y más si tu profesión es tu vida y tu vocación. Es triste decir adiós cuando muchos de nosotros y nosotras aún no te hemos dicho hola, a pesar de escuchar tus palabras en múltiples congresos nunca dejas de sorprendernos y de maravillarnos. En el último, por cierto, hizo que muchas de las orientadoras-madres que estábamos nos emocionaran sus palabras y nos alentara a seguir “sacrificando” horas a nuestras familias para dedicarlas en muchos momentos a nuestro alumnado.
Sólo espero que esta no deseada jubilación sea un hasta luego y poder seguir escuchando, leyendo y aprendiendo de alguién como usted, de un maestro de la educación que ama y hace amar la educación, su vocación y la de muchos de nosotros y nosotras.
Le deseo lo mejor en esta nueva etapa de su vida.
Muchas gracias.
Estimado y muy apreciado Maestro Miguel Ángel:
Jubilación !!! el mal entendido concepto. Ya es hora, estás viejo y cansado, estás obsoleto, tus aportes no son lo que se espera… dar paso a la vitalidad, uff, tantos epítetos y con una falta de respeto enorme.
Puedo entender su estado de ánimo, por sus palabras, pero el día que yo viva lo mismo, creo recién ahí podré comprenderlo, es difícil, a mi alrededor sucede a diario, algunos esperan con ansias el día, esperan el “bono económico y mandarse cambiar”, de echo, recuerdo a aquel albañil que le habían solicitado construir su última obra, la suya.
esto de ahora tienes que disfrutar de la vida, instalado(disfrazado) por el sistema, me pregunto, ¿y los años atrás no fueron fructíferos?, ¿a caso no fueron de gozo? ¿de disfrute?, muchas personas se quedan con eso, con el estanque de oxígeno, casi vacío.
sin embargo, por lo que he podido conocer a través de sus escritos, en sus libros, ensayos, reportes, entrevistas… usted es un ejemplo dignificante como persona, de cómo su vida personal y profesional trasciende más allá de lo que la idea o el mismo sistema plantea e impone, el estanque aún tiene mucho.
“rodeate de buenos y tú lo parecerás”, “rodeate de sabios y algo en ti quedará”;
Maestro, mientras reine en vuestro ser la bondad, la sabiduría y sea por lo demás compartida, jamás estarás jubilado, jubilado del sistema laboral quizás, pero no de la conciencia, de la inteligencia, y por sobre todo, del querer, del amar en su amplio sentido. El que haya sido jubilado alguna vez por no tener la capacidad o las ganas de amar las cosas, lo que hace, las personas, que se presente ahora!!
si mal no recuerdo, creo haber compartido un himno, que un grupo de adultos mayores me encargaron hacer hace algunos años, quiero compartir este escrito(letra) si no es impertinente para la concurrencia, es más bien un regalo.
para concluir, estoy seguro que en cualquier lugar, escuela, centro, universidad, solicitarán de vuestra experiencia. saludos de gratitud y de alegría siempre.
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HIMNO
“VIDA NUEVA”
CLUB ADULTO MAYOR
SAN JOSÉ DE MAIPO
Que trata de la experiencia, la entrega, el esfuerzo y sacrificio de quienes dieron y siguen dando todo en su vida, hoy quieren seguir soñando, hoy desean que la vida no termine, años de siembra, la cosecha lista está, para vivirla y gozarla con plena libertad. El amor, el cariño, la tristeza, la soledad, la melancolía, sueños, ideales, todo se plasma en los últimos surcos de siembra, que hoy son la cosecha de la experiencia y sabiduría. Es el recuento de lo vivido y no vivido, de lo que se hizo y no se hizo, y tal vez de lo que algún día quizás pudo ser. La compañía y amistad por sobre todas las cosas, es el camino para encontrar la felicidad.
C. Menéndez M
A
Muchos años han pasado
De experiencias y campos vividos
Son recuerdos que inundan de alegría
Son mi razón de vivir
A
La siembra de aquellos años
Hoy la quiero cosechar
Del sacrificio entregado
Hoy lo quiero convertir en libertad
B
No somos árboles caídos
Sabiduría es lo que ves
No somos una carga en tu vida
Somos la experiencia de tu andar
C
Déjame vivir y gozar
Es hora de mi tiempo
Que no termine mi caminar
Acompáñame en mi felicidad
No existe un mañana
Sin un hoy que contar
En este lugar de encanto
Vida nueva, vida nueva tendrás.
A
Y si ves un arco iris brillar
Será el reflejo de mi soledad
Sabiduría te entregaré
Mil colores de libertad
A
Leyendas en frías noches querrás
Sólo tienes que oír y soñar
Las melodías dulces de mi voz
Alguna (bella) historia te contaré
B
No somos árboles caídos
Sabiduría es lo que ves
No somos una carga en tu vida
Somos la experiencia de tu andar
C
Déjame vivir y gozar
Es hora de mi tiempo
Que no termine mi caminar
Acompáñame en mi felicidad
No existe un mañana
Sin un hoy que contar
En este lugar de encanto
Vida nueva, vida nueva tendrás.
_______
saludos nuevamente desde el ya casi ocaso del invierno, comienza una nueva primavera en Chile!!!
PD. alguna dirección – mail, para enviar el himno en mp3?
Querido Miguel Ángel:
He venido de compartir contigo y otros tantos docentes las Jornadas organizadas en Mar del Plata por AIEPBA; y allí me dí cuenta que estaba en lo cierto. Te preguntarás a qué me refiero, verdad?. Pues bueno, el año pasado comencé a pensar que mi edad (hoy 52 años) y los años de ejercico como docente ( 30 años), ya me permitían jubilarme, asique, sería bueno ir armando el equipaje. Pero, eso que uno tiene dentro y se llama ganas de seguir dando, me retuvo y presentó nuevos desafíos. Y es así como hoy puedo decir que hice muy bien de continuar en esta hermosa y gratificante tarea, porque las Jornadas me inyectaron nuevas ideas para renovar mi día a día.
Te dejo el más sincero de mis afectos y continúa dando cátedra desde este sitio, que no creo pueda jubilarte.
María del Carmen Cuarterolo
Mar del Plata
R. Argentina
Querido profesor: La verdad es que la Universidad no debería hacer una propusta de ese tipo: Si quiere dar clase, paguelo con su tiempo, su prparación, su combustible, su esfuerzo… No es justo. Debería aprovechar el cúmulo de experiencia que ha acumulado a lo largo de toda una vida. ¿Por qué desperdiciarlo si está en condiciones de seguir? Máxime si ya está ese camino abierto por ley. Hay otos sitios para recortar, si es que resulta impresindible hacerlo. ¿Por qué no son más sensibles con la educación? ¡Es indignante!
Lo que plantea es duro. Tiene que costar dejar de hacer algo que ss viene haciendo con gusto durante años. Lo preocupante es esa actitud contraria que consiste en querer largarse cuanto antes porque las condiciones se ponen cada día más indeseables. Enhorabuena a quien lamenta tener ue irse. Estoy seguro de que, en esre caso, también lo sioentes los alumnos.
Muchas gracias a quienes os habéis manifestado con tanta sensibilidad acerca de este momento tan importante de mi vida, tanto por lo que se refiere al trabajo realizado como a los buenos deseos para la etapa que comienza. Gracias, sinceramente. y un abrazo.
Miguel A. Santos
Querido Miguel Ángel:
Un dilema, la jubilación. Estoy seguro que para ti la jubilación es un tema administrativo, pero, en realidad nunca te jubilarás. Tu espíritu seguirá vivo y fecundo, de otras maneras, pero enriquecedor.
No tengo más que decir, porque todos los contertulios dicen cosas tan hermosas y maravillosas que no les quiero quitar belleza con la torpeza de mis palabras.
Que seas muy feliz en el camino que escojas y que sigas alimentándonos con tu sabiduría en el blog, libros y conferencias, que para eso no hay términos legales de jubilación.
Un abrazo y feliz futuro.
QUERIDO AMIGO
Binevenido a nuestro grupo que disfrutamos del TIEMPO,ESPACIO Y LIBERTAD , en unos dias más verás que serás beneficiado , de ir y hacer lo que desees.
Los cambios repentinos tomemoslo como innovación, no os preocupeis , pues tus aprendizajes ,irán más allá de lo que tu crees.
Miguel Angel , tu me enseñastes a APRENDER , en esta hermosa etapa de la vida ,de jubilación legal, estando con salud ,animo y aptimismo , es decir con condiciones de mejores aprendizajes
Hace pocos dias asistí a unas clases de cuecas en El Tabo (baile nacional de Chile )aprendí unos pasos solo con el deseo de participar y sin deseos de competir , obtuve aplausos ,segundo lugar y pergaminos , creo inmerecidos ,pero te recordé , cuando me enseñastes a disfrutar de los aprendizajes propios y el de los demás.
Una vez más sentí un orgasmo en mi alma ,con esos nuevos aprendizajes,
Siempre proyectaré tus enseñanzas de donde estés
Un abrazo de gratitud y bienvenido a nuestro grupo , no de jubilados ,sino activos y expertos en el feliz vivir .
Un maestro como vos, no sé jubila nunca… allí donde estés, allí donde vayas siempre seguirás enseñando y compartiendo el camino de la sabiduría… Un abrazo
¡Adelante, Maestro! La jubilación no es dejar de enseñar, tú nos enseñaste que ser maestro es para siempre, una profesiónm irrenunciable, que el maestro enseña y aprende durante toda su vida, y tú eres un gran maestro, que seguirá educando muentras viva, no importa en qué aula, que las aulas no son cuatro paredes, las aulas están por doquier, en la vida. Es el tiempo de la cosecha, no es el invierno. Un abrazo muy fuerte. Te aprecio y te admiro, y espero que sigas educando desde este espacio. (También yo, si las leyes no cambian en mi país, estoy en mi penúltimo año en las aulas, falta poco más de un peldaño por este tramo del camino)
La jubilación es un momento importante de la vida. Desde ese punto se mira hacia atrás para ontemplar lo que se ha hecho y se mira para adelante para hacer nuevas cosas. En tu caso puedes estar satisfecho por la obra realizada, por tntos libros y tantas clases y puedes mantener la ilusión porque te queda mucho por hacer. Un abrazo.
No olvides, querido Miguel Ángel, que “jubilarse” y “júbilo” tienen la misma raíz. Será cuestión de asociar bien las palabras.
Dicho esto, la jubilación obligatoria es para un puesto en la Universidad, no para un blog, o un libro (uno más), o un artículo, o una conferencia, o ….
Pero qué tontería… ¡estamos haciendo de la jubilación una tragedia!. Quedan lejanos los tiempos aquellos de “jubilado, jorobado” (que repetía Pepe Isbert en la película La gran familia). La vida sigue, con toda una vida a nuestras espaldas y entramos en una etapa maravillosa, en la que disponemos de todo el tiempo del mundo para nosotros. Se trata de gozar de la misma, de entregarnos a todos aquellos quehaceres que teníamos pendientes, precisamente por la ausencia de tiempo. Y es que el tiempo pasa, por más que no seamos conscientes de ello, pero cada día de nuestras vidas es un tesoro, de valor incalculable. El trabajo es un faceta, de entre tantas, pero no una forma de vida. Es un error pensar así. Por otra parte, es hora de dar el relevo a las nuevas generaciones. Felicidades y enhorabuena, Miguel Ángel.
Amigo Prof. MIGUEL ANGEL SANTOS GUERRA, quizá Ud. no me recuerde pero yo sí y lo sigo leyendo desde su web. Soy un Prof. que nos conocimos en La Rioja, Argentina, con motivo de Congresos sobre Educación. Tomamos un desayuno con Ud. mi esposa y yo en Chepes… ¿recuerda?
Bueno, lo que quería decirle es que el jueves, hoy es lunes, me darían en la Universidad los papeles para presentar al ANSES (organismo de la jubilación), Coincidencia: yo también desde junio ya no ejerzo de profesor, contra mi voluntad. Tengo la edad, pero si no hubiera ocurrido lo que ha ido ocurriendo estos últimos 3 años, no me jubilaría… ¿Qué pasó se preguntará? La Junta Médica me dijo que llegado a los 65 años (fatídicos, como les llama un intelectual artentino)los colegas y en especial los directivos, que sucede que son mucho más jóvenes que yo, le hacen la vida imposible a los que ya pasamos los fatídicosl. Pues, bueno, unidos en aquellas alegría mencionadas y unidos en este dolor inmerecido, al menos para Ud. a quien considero un gran profesor (que aprende-enseña y piensa)
Un abrazo
Prof. Víctor Hugo Castro SAN JUAN – ARGENTINA
Querido vecino: El que la UMA se pierda un
profesor no tiene por qué significar que
nosotros lo perdamos.
No quisiera tener que borrar el enlace a la
pagina de EL ADARVE, que esa hoja roja me lleva
acompañando ya muchas lecciones y gozos.
Lo que siento de veras es que no puedas ocupar tu sitio junto a los mios, los que hemos hecho de la
JUBILACION una jornada continua de
jubiloenaccion.
Por supuesto que yo tambien te deseo toda la
suerte en esta etapa tan rica de la vida
A mi quien me da pena no es quien siente dejar su trabajo sino quien est’a anhelando por dejarlo cuanto antes. Y me da pena porque eso significa que no disfruta de la tarea. Por eso, felicitaciones al profesor.
Querido Profe, hoy tuve la enorme fortuna de escucharlo atentamente como ayer y como tantas otras veces que lo escuché sin estar cerca, porque usted nos ha hablado tanto a través de sus libros, que cuando llega el momento de conocerlo en persona resulta ser alguien cercano, que inspira confianza, serenidad y una profunda admiración. En estos 2 dias en Córdoba, no encontré en usted ningún indicio de ser ¨Jubilable¨ porque usted transmite pasión, invita y moviliza con cada anécdota y fundamentalmente nos brinda una enorme dosis de OPTIMISMO y yo no conozco a nadie que a pasitos del retiro genere todo lo que usted genera en los demás. Sin embargo conozco más de un ¨Jubilable¨ falto de emoción, aburrido de tratar de enseñar y desanimado por aquello que pudo haber sido…y que por ser docente no fue. Conozco muchos ¨jubilables¨ a los que les faltan muchisimos años de trabajo por delante y que ya sienten que no les queda NADA por hacer, porque total NADA va a cambiar. Hoy siento que es injusto pensar que la Jubilación llega inexorablemente con una variable de ajuste: LA EDAD, hoy quiero proponer utópicamente que Jubilemos a todos aquellos que carezcan de emoción por enseñar, a los que ya no sienten nada cuando atraviesan la puerta de entrada del aula, a los que les molestan las preguntas porque se quedaron sin respuestas, a aquellos que ya no pueden levantar la mirada para mirar los ojos de quienes esperan un gesto de calidez, jubilemos a quienes creen que la Educación ¨les debe¨ y no entienden que la educación ¨es dar¨. Profe, gracias por hoy, gracias por lo que deja en mi y en tantos otros…y como le dije ¨Tirad los botes al agua…¨ siempre porque allí estará la respuesta. Un cariño enorme
Silvina Di Lonardi
Coordiep ARGENTINA
Hola Marta. No sé qué pena puede dar alguien con 60 o 65 años con ganas de vivir intensamente su tiempo, sin impedimentos laborales. Y es una falacia pensar que tal persona desprecia su trabajo; puede ser el mejor y más cualificado de los profesionales, pero con esa necesidad de disfrutar cada minuto de una maravillosa etapa vital que es la tercera edad. En definitiva, tus conclusiones no son solo erróneas, considero que además son insultantes. Por lo demás, felicitaciones a Miguel Ángel y a tantos y tantos docentes del sistema educativo que se jubilan también por estas fechas.
Antón: yo también compadezco, como Marta, a quienes acaban hartos de la tarea, a quienes lamentan haberse dedicado a ella, a quienes la terminan como si hubiera vivido una tortura. NO, por supuesto, a quienes desean hacer otras codas también atractivas.
Estimado Miguel le escribo para felicitarlo por su enrgía y claridad en sus escritos, son muy puntuales y oportunos, como asó también sus divertidas e interesantes charlas, he paerticipado cuando he podido y me ha hecho muy bien, aunque me voy con más planteos que los que llegué… pero sé que está muy bien, replantearse. Muchas gracias por regalarnos ese placer.
Disculpe mi insolencia pero apelo a su ciencia, experiencia y sabiduría para que me oriente o informe sobre los beneficios que tiene la escuela al trabajar en un mismo turno con niños de edades similares (Nivel Inicial, 1ro, 2do y 3ro, en un turno y 4to, 5to y 6to en otro); en nuestra querida escuela pensamos en trabajar así estoy muy interesada en saber su respetable opinión.
Muchas gracias y que el Buen Dios lo siga bendiciendo con el don de la generosidad.
Cariños, Silvia.-
Todavía no llego a asimilar la idea. La Universidad de Málaga sin Miguel Ángel Santos. No hay excepción, puestos a recortar, da igual a quien haya que llevarse por delante. Es una noticia triste que va en la dirección contraria del aprovechamiento de las personas con grandes valores profesionales y personales.
Por mi parte puedo decir que cuanto más me he acercado a Miguel Ángel mejores han sido mis impresiones, llegando a despertar sentimientos y relaciones de buena amistad. Me considero afortunado.
Ya sea en la Universidad o fuera de ella, sabes que puedes contar conmigo para lo que estimes oportuno.
Un abrazo,
tu amigo, Marcos.
Comparto mi breve nota acerca del evento.
http://personasynegociosdevalor.wordpress.com/2012/09/05/evaluacion-de-los-docentes-10-encuentro-federal-de-escuelas-publicas-de-gestion-privada/
Un saludo desde Córdoba, Argentina.
Gabriel Nuñez
licgabrielnunez@live.com.ar
Prof. MIGUEL ANGEL SANTOS GUERRA
Es indudable que el aprendizaje que usted ha compartido con cada uno de sus alumnos es tan importante que no lo borrarán de su memoria, pues aunque no lo conozco de manera personal, a partir de los comentarios en su blog se puede apreciar la importancia social que el tema de la educación ha alcanzado y su reconocido valor para mejorar ésta. Sientáse seguro para enfrentar éste cambio (el abandono del rol laboral), pues el interés por esta clase de prácticas (socializaciòn del conocimiento) ha aumentado de manera significativa en los últimos años y creo que al menos en este medio no se tendrá que jubilar, pues necesitamos aún de su experiencia educativa. ¡Gracias por compartir sus conocimientos!
Estimado profesor: durante las conferencias organizadas por Coordiep en Córdoba, sus palabras me confirmaron una vez más lo que experimento cada día: el valor de cada segundo invertido en nuestros jóvenes (soy Directora de un colegio secundario).
Si me recuerda, soy también joven aunque llevo 18 años intentantdo educar y educarme y la alegría que recibo de esta tarea sigue intacta.
Tal vez, su jubilación sea el camino que posibilite el poder contar con su presencia más seguido,porque usted nos abre la mente y el corazón.
Gracias por alimentarnos el alma!
Un abrazo con todo respeto y cariño.
Marta Depetris
hola Miguel, soy de la provincia de San Juan, estuve en el congreso de córdoba y me acerque a usted para que me diera mayor información sobre la docente mendocina que publico un artículo en el diario Los Andes,en ese momento no encontro la carta y tuvimos que ir a sacarnos la foto del congreso, espero mayores datos de este artículo en http://bl168w.blu168.mail.live.com/default.aspx?rru=inbox .desde ya agradezco todo lo que me enseño.
atentamente Claudia (vice-directora de nivel inicial)
Estimada Claudia:
Sí, recuerdo tu consulta.
Te envío, por este medio, algún dato más sobre la carta de la maestra mendocina.
La carta estaba sobre la mesa de conferencias, no la tenía en ese momento en mi carpeta. Por eso no te pude completar la información.
Se publicó en el periódico Los Andes, el más antiguo de la provincia de Mendoza, el jueves día 6 de octubre del año 2005.
La firma Angelina Villafañe de Lucero.
Me la envió el profesor Horacio Muros que sabía que estaba interesado en un trabajo sobre el envejecimiento de los y las docentes.
Gracias por tu interés.
Miguel A. Santos
Querido Maestro! Cuanto me ha ayudado! Y que hermosos recuerdos de sus enseñanzas.Quizás no sepa cuanto bien ha hecho a las personas que como yo hemos tenido la suerte de conocerlo,admirarlo,seguirlo,imitarlo, y hasta quererlo.
Ahora inicia una etapa nueva en su vida que seguramente sera igual de placentera porque disfrutará más tiempo de su familia y de su pequeña.
Los años pasan sin que apenas nos demos cuenta.Lo que esta claro que el barco de su vida jamás perderá el rumbo de la amabilidad la cortesia las buenas maneras,cambiará el patrón del barco,pero el buen puerto le espera.Gracias por haber dado a mi vida gratificantes respuestas.Reciba un cordial saludo.
Siempre es un gusto leerlo y aprender de Usted. Quiero decirle que desde hace tiempo enlacé su sitio al de mi blog. Si uno solo de mis estudiantes lee sus publicaciones, ya es ganancia, en un tiempo en el que pocos leen, al menos aquí en México.
¿Y cómo vamos a leer si un ex presidente (Fox) afirmaba que si queríamos ser felices en la vida, no leyéramos?
Me apena su situación. Es la misma que ocurre en México. Bueno, aquí más bien nadie quiere jubilarse, pues le reducen a uno el sueldo a la mitad o más.
Ojalá y siga con el blog, independientemente si sigue o no como Profesor Emérito. Admiro como escribe.
Señor Miguel Ángel, creo que no es justo que las nuevas generaciones de maestros se les trunque la posibilidad de de ser irradiados por su conocimiento, pero estoy seguro que usted se las ingeniará para que ello no ocurra, nuestra sociedad hoy no puede darse el lujo de desechar una verdadero MAESTRO… MAESTRO, que Dios le guarde.
Tuve el gustazo de conocerlo en Córdoba en el Encuentro de Coordiep, disfruté mucho de su ponencia. A diferencia de las otra personas que me acompañaban, era la primera vez que lo veía en persona y es maravilloso para mi coincidir tanto con alguien en la mirada sobre educación. Aprendí cosas y reafirmé otras. En cuanto a la jubilación, solo es dejar de cumplir horarios laborales obligados, nunca se deja la vocación, ahora podrá elegir cuándo, dónde, con quiénes, cómo desarrollarla. Ya no será un trabajo, será verdadero disfrute de la vocación. Felicidades y todo lo mejor para su esposa e hija también.
Una persona me dijo que ya había escuchado otras charlas suyas diciendo lo mismo que ahora. Como diciendo no hay nada nuevo bajo el Sol. Le respondí: no le parece curioso que tenga que volver para decirnos lo mismo, cuándo arrancamos? Y usted que ya lo escuchó, cuánto de esto ya puso en práctica? Cuántas veces más necesitamos escucharlo para renovar nuestras prácticas???
Le recuerdo que coincido totalmente con usted, pero esta señora me sacó, qué más necesita para mejorar??? Deje de hacer turismo en las convenciones y póngase de una vez a trabajar en todo lo que oye, me faltó decirle.
Creo que hay muchas personas en esta situación y creo tiene interés en hacer alguna reflexión compartida para ver como se gestiona este aparcamiento en una sociedad que tiene las leyes ancladas en el Siglo XIX y la vida en el XXI. Tengo algún proyecto en este sentido si alguien tiene interés me escriba
Un abrazo
María Jesús