La micropolítica de las organizaciones escolares va configurando posiciones y relaciones de los diferentes miembros de la comunidad a lo largo del tiempo. No todos desempeñan el mismo papel.
Simplificando las cosas voy a referirme a un tipo de profesores y profesoras que llamaré tipo A. Son personas comprometidas con la institución, que buscan de forma permanente y esforzada su mejora. Otro tipo, al que llamaré B, no se preocupa excesivamente de mejorar las cosas. Son profesionales del cumplimiento: es decir, del cumplo y miento. Son mercenarios que se ocupan de poner la mano al final del mes, aunque no hayan puesto pasión en la tarea ni les haya importando un comino la suerte que corran sus alumnos/as. Obedecen a una ley: “pudiendo no hacer nada, ¿por qué motivo tengo que hacer algo?”.
Cuando un profesor tipo A, le propone a otro, tipo B, emprender un proyecto para la mejora de la institución, es probable que el B se sienta interpelado y vea puesta en evidencia su desgana y su desaliento. Por eso es fácil que reaccione no sumándose a la causa ni argumentando con rigor sobre la inutilidad de la propuesta sino destruyendo a quien la hace. Muerto el perro, se acabó la rabia. Es decir que, descalificando a quien quiere hacer algo, desmantela también lo que el innovador o innovadora deseaba hacer.
He descrito la friolera de 25 cuchillos que usan los B para matar a los A. Me referiré solamente a seis.
Uno de los cuchillos es el siguiente: “no hagas caso al A, que tiene problemas afectivos. No es que no que quiera estar mucho tiempo en el Colegio, es que no quiere ir a casa. Porque se está separando, porque no tiene hijos, porque vive solo…”. Es decir que, como es un tarado, hará propuestas que estarán también taradas.
Otro cuchillo es de la marca “¿qué es lo que vas a salir ganando?”. Como no ve motivos claros (lo van a pagar, lo van a certificar, va a servir para ascender…) le atribuye al A intenciones torcidas: “con tal de sobresalir es capaz de trabajar más, es un adulador de la dirección, es un trepa…”.
Un tercer cuchillo es de la armería del etiquetado. La puñalada consiste en colgar una etiqueta del cuello de quien hace la propuesta: ”no le hagas caso, es de Izquierda Unida, es de UGT es…”. El caso es que esa etiqueta tenga un efecto negativo.
Hay un cuchillo de doble filo que se identifica por la edad. Si quien hace la propuesta es un jovencito (si es una jovencita, la ironía suele ser mayor), el interpelado dice: “¿cuántos años tienes, hijo? Hace falta savia nueva…”. Me preocupa más el cuchillo que representa a la edad adulta. Cuando un veterano tipo A le propone a un joven, tipo B, embarcarse en un proyecto comprometido y el joven dice: “este señor no ha entendido nada, está muy verde, con la edad que tiene se diría que no ha madurado…”.
El quinto cuchillo se refiere a la ironía: “qué, dice el B, ¿te van a hacer un monumento?, ¿vas a heredar la escuela?, ¿te van a hacer un homenaje?, ¿te van a dar la tiza de oro (expresión muy utilizada en Argentina)?…”.
Y finalmente, haré alusión a la invocación de la experiencia con ánimo destructivo. “Eso ya lo intentamos el año pasado y no valió para nada. Bueno, peor que eso, desencadenó un conflicto tremendo. Mejor no hacer nada”.
Ya sé que estoy simplificando. Probablemente no haya personajes que se puedan catalogar de forma tan dicotómica. Quizá en una mañana una persona pueda pasar de A a B y de B a A tres veces. Por otra parte, están por las instituciones otros personajes: el C, el D, el E… Y siempre se plantea la pregunta: ¿quién nos sirve de modelo? El riesgo es responderse que el modelo es el B porque no está tarado, no es un joven iluso, no es de Izquierda Unida, no quiere que le hagan un monumento y ha aprendido de las experiencias anteriores… Si además el Director/a es un B´ y el inspector/a un B´´, el A lo tiene muy difícil.
Le pasa al A que no sólo que no le felicitan por lo que hace ni le agradecen los esfuerzos. Le castigan de muchas formas por su compromiso. Le pasa al A lo que le pasó a aquel soldado del que cuentan que cavó una trinchera tan profunda, tan profunda, que le declararon desertor. De modo que la tentación del A es dejar de serlo. Así de claro, porque si deja de ser generoso y entusiasta será menos feliz.
Hay unos chalecos y pantalones que protegen contra las cuchilladas. Se fabrican con la profesionalidad entusiasta. Y, si alguna se recibe, los mejores docentes y los amigos tienen unas pócimas eficaces para la curación. Se elaboran con solidaridad y buen ejemplo.
José María Cabodevilla contaba que en una oficina de Correos un cartero vio una carta con una dirección sorprendente: San Antonio de Padua. El Cielo. Abren la carta y se encuentran con la petición de un parado que le pide a San Antonio la cantidad de 100 euros porque tiene un hijo enfermo y, con la crisis, no dispone de dinero. El cartero propone que ponga algo cada uno. Juntan 80 euros y se los mandan. Semanas después llega a la oficina de Correos otra carta con la misma dirección. La abren. Es aquel obrero que da a las gracias a San Antonio y le pide que, cuando mande otra vez dinero a sus devotos, no se le ocurra hacerlo a través de las oficinas de correos porque los muy ladrones le han robado veinte euros de los que él le mandó. Los carteros se han quedado sin dinero y se han ganado un insulto. Su tentación consiste en dejar de ser generosos.
He leído en la última novela de Katherine Pancol “Las ardillas de Central Park están tristes los lunes” (que da continuidad a “Los ojos amarillos de los cocodrilos” y “El vals lento de las tortugas”) este pensamiento sobrecogedor que ella sitúa en la Francia del siglo XII: “Dios creó a los profesores y Satán a los colegas”.
Creo que es bueno ser A y jubilarse de A. Porque se es más feliz. Algunos me preguntan, qué es lo que se puede hacer con los B. Siempre digo que hay que invitarles a la fiesta de los A. Porque los A lo pasan mejor. Y si no se dejan invitar siempre se puede hacer con ellos lo que decía Voltaire: “No hay mayor venganza sobre nuestros enemigos que la de que nos vean felices”.
Me gustaría seguir leyendo sobre los cuchillos, los identifico todos y sí, en mi colegio hay profesores A y B, de hecho los llamamos así pero por otros motivos
¡Sabe más el diablo por viejo que por diablo!
Estimado profesor, supongo que nos habla usted desde la experiencia. Porque A y B no sólo se circunscriben a la escuela, o mejor dicho a la docencia, sino a todos los colectivos profesionales. Seguro que usted desde el ámbito universitario habrá visto muchos tipos, como bien dice, también hay C,D,E…
Uno de los Cuando se aprueba una oposición, en el caso de los funcionarios y en concreto de los docentes, parece que tenemos patente de corso para hacer todo lo que queramos o para no hacer nada. El sueldo lo pagan a final de mes cumplas más o cumplas menos.
Entonces sólo cabe el orgullo personal por el trabajo bien hecho y la responsabilidad con nuestro “material de trabajo”, los alumnos.
Formar personas es de una gran responsabilidad y el que no cumple, miente y es un irresponsable.
¿Qué difícil es una situación intermedia entre el privilegio del funcionario y la espada de Democles del contrato temporal?
Eso es evidente, señor Santos. Por demás, me hago una pregunta cuya respuesta no tiene la más mínima importancia: ¿Extinguirá la selección natural a los “B”?
Un saludo, y muchas gracias por este precioso artículo de otoño.
Los A y los B no se circuncriben a la escuela o a todas las profesiones. Si se es A en lo personal, se será A en cualquier dimensión de la vida. Pero pasa en educación que A,B,C,D… todos tienen el mismo sueldo. Si se es A en una empresa, es muy probable que haya un ascenso o un aumento de sueldo. Si se es A en educación, es lo mismo que si se es D. Nunca hay ningún reconocimiento y ambos cobran el mismo sueldo. Las A o los A, lo hacen por una cuestión personal, porque saben que en la vida hay solo dos maneras de hacer las cosas: hacerlas bien o hacerlas bien. Da que las A no abundan, pero cuando las hay contagian y hacen que las demás letras muchas veces tengan ganas de hacer las cosas mejor. El ser A lleva el placer en si mismo. Las A dejan huella, producen cambios, modifican los corazones… ¿Puede existir en esta vida algo más maravilloso que pasarse por la vido de muchos otros y otras y ayudarlos a ser partícipes de un mundo mejor?
Querido Maestro! Qué gran comentario y que sugerente análisis de las diferentes personalidades de la gente.He sido toda mi vida del grupo A y no me arrepiento de ello; pero sabe usted que ser asi me ha costado sangre, sudor y muchas, muchas lágrimas; pero como dice aquel, no hagas de tu vida un camino de amarguras utiliza tu fuerza con dulzura y asi recibirás de todos sus mayores fortunas, como el aprecio, el afecto, la dicha, la espontaneidad, la empatia,el apego, la osadia, los buenos sentimientos,la sinceridad, las palabras bonitas,las risas inocentes que hacen florecer a los peores dias y las lecturas como las suyas que hacen extremecer el corazón y dan la vida.
Gracias por todo.Reciba mi entrañable saludo.
En algún momento todos podemos ser A o bien ser B, estamos cambiando constantemente. La narración de José María Cabodevilla parece basada en un relato de Gregorio López y Fuentes: Una carta a Dios. Un campesino que ha perdido la cosecha por las lluvias, le pide a Dios cien pesos para poder comprar semillas y aguantar hasta la próxima. Hasta en la forma de relatarlo se puede ser A ó B, se resalta en dicha carta la absoluta fe en Dios del campesino, no duda ni por un solo momento que su súplica o petición no haya sido atendida al pie de la letra, por ello debe sin remedio pensar mal de los empleados de correos.
No me atrevo a publicarlo en la sala de profesores. Mi directora es B.
Hay profesiones, como la docente, para las que es indispensable vocación y optimismo. Excusas para ser profesor B hay y se pueden buscar más si se quieren. Pero motivos para ser A los hay y pesan más que los de los B. El símil del profesor Santos en los centros entre perfiles A y B es muy bueno. A mí se me ocurre comparar el perfil de los B como al de unos zombis de movimientos lentos y axfisiantes que van persiguiendo a los vivos y sanos para que todos sean A.
Bueno… creo que entre A y B caben muchos matices, pero hay algo que me intriga: ¿por qué es necesariamente malo ser de IU?
Un verdadero placer leerlo siempre. Me encantaría conocer todos los cuchillos del B.
Genial la idea de nombrar la expresión que se usa en mi país, es verdad muchos dicen ¿te van a dar la tiza de oro?
Creo que en educación cada vez aparecen mas B,C,D…
Otro sería el resultado educativo, si fueramos mas los A. Falta mas vocación y compromiso.
No es un descubrimiento lo que voy a decir: Claro que estos comentarios provienen de los Tipo A.
Alguien del Tipo B no estaría a esta hora y hoy sábado (a ninguna hora, ningún día diría yo…) leyendo esto.
Saludos
Buenas Sabio Maestro, y a todo(as), quienes participan.
En el fútbol, se gana mucho y circula mucho dinero, y quienes están en la banca, esperan el momento para que el entrenador les llame a formar parte del equipo titular, se esfuerzan, horas de entrenamiento, pero a su tiempo justo, “mojar la camiseta” ,es la frase mayormente acuñada.
Recogo esta frase, en educación los A, creo hacen(me incluyo) de si esta frase, los B, no creo tanto. quizás el compromiso y la imagen, hay algunos muy hábiles en eso.
en términos matemáticos, la probabilidad de que un profesor sea A, dependerá no solamente de los casos favorables/posibles-, es más que eso, factores como los incentivos, los estados emocionales, las expectativas, la cultura personal, social, profesional, “esta llamada cultura del profesorado”, es la que los clasifica. aludiendo al ensayo anterior; se están diagnosticando estos perfiles, existe un monitoreo…,en Chile tenemos el Marco para la Buena Enseñanza(MBE) y el Marco para la Buena Dirección(MBD), un estatuto docente, que a veces protege y a veces sobreprotege, pero…. siempre hay un pero, cuando hay que tomar decisiones, o quienes las deben tomar, a veces se justifican y a veces….
conozco del equipo A, del B mucho más…es lamentable,
saludos.!!
Transcribo, las etapas estudiadas por Huberman, en relación a la profesión docente…del libro “Educacion Fisica y Estilos de Enseñanza” de Alvaro Sicilia Camacho y Miguel Angel Delgado Noguera.
1. En la FASE INICIAL o DE COMIENZO en el trabajo profesional responsable: se enfrenta por un lado con un choque con la realidad de la enseñanza, se contrasta la teoría con la practica y se comprueba que muchos aspectos teóricos estudiados en la carrera no son trasladables a la práctica; por otro lado se tiene la satisfacción de ser el profesor de unos alumnos con los que aplicas tu programación, una manera de dar la clase, por lo general, un estilo de enseñanza tradicional para sentirse mas seguro y que dispones de cierta autonomía profesional. Se va adquiriendo un conocimiento practico docente y de la profesión sobre una realidad concreta profesional .
2. En la FASE DE ESTABILIZACION en ella se toma confianza en tus propias posibilidades, se consolida tu “status” administrativo y se establecen unas relaciones mas consolidadas con los compañeros de profesión y con el alumnado. Se adquiere un mayor dominio didáctico y se desarrolla su conocimiento practico docente. Se entra en una fase de cierto equilibrio profesional.
3. En la fase de EXPERIMENTACION O DIVERSIFICACION tras varios años como docente, intentas cambiar tu programa, tratas de perfeccionarte en tu tarea docente, con lo que intentas enseñar contenidos diferentes, probar otras actividades de aprendizaje, innovar en tu enseñanza, plantear propuestas innovadoras. Tu conocimiento práctico docente te hace buscar otras soluciones a tu enseñanza.
4. En la fase DE CUESTIONAMIENTO CRITICO DE LA PROPIA PROFESION. A la necesidad de cambiar, puede seguir un cuestionamiento critico de la rutina durante la enseñanza. Esto puede provocar desde abandono temporal o definitivo de la docencia hasta entrar en un periodo critico, en muchos casos, negativo y en otros, positivo de relanzar la profesión y cambiar la rutina diaria de la enseñanza. Si la fase anterior es fructífera es probable que no se produzca esta fase.
Se entra en una crisis sobre tu manera de actuar y enseñar. Generalmente se supera esta fase con el trabajo en equipo y la colaboración con otros profesionales de EF.
5. En la fase de SERENIDAD Y DISTANCIAMIENTO AFECTIVO tras muchos años de profesión y superada la etapa critica, el profesorado esta mas distendido, menos dinámico, con menor implicación afectiva respecto de la enseñanza y de su alumnado y además inicia una cesión de la responsabilidad administrativa.
Se puede producir un freno a los estilos de enseñanza innovadores y se estanca en los estilos mas usados por el propio docente.
6. En la fase CONSERVADORA Y CRITICA. El profesorado se muestra escéptico ante la innovación, los cambios y las nuevas reformas de la enseñanza. Por otro lado, es muy critico en relación con los nuevos profesores, con sus alumnos y contra la política y administración educativa.
Va a caer en un conservadurismo didáctico “esto me funciona, yo ya no cambio mi manera de enseñar” Ante cualquier reforma de la enseñanza va a ser muy critico con la incorporación de nuevos estilos de enseñanza, nuevos contenidos….
7. En la fase de LIBERACION O DESENTENDIMIENTO Esta fase se puede dar en la antesala de retirarse de la profesión, los intereses se repliegan a la familia o sobre uno mismo. Se dedica el tiempo mínimo necesario para la profesión.
Se refugia en estilos tradicionales y en el autodidactismo.
Estas fases no son necesariamente pasadas por todos los profesores, algunas pueden ser superadas por el profesor, estancarse en otras. Su estudio y análisis sirve solo como conocimiento del proceso evolutivo posible de la carrera docente y para tomar conciencia cada uno de su propio devenir y desarrollo profesional.
La formación permanente, la formación en el ejercicio profesional, nos servirá para conseguir un adecuado desarrollo profesional tanto individual como colectivo, a través de un trabajo colaborativo y en equipo.
Con la formación permanente y a través del análisis de la enseñanza y de la investigación y reflexión sobre su practica, ira integrando nuevos conocimientos y experiencias que hará que paulatinamente adopte las decisiones mas adecuadas acerca de su manera de enseñar en cada ocasión.
El profesor eficaz debe dominar diferentes estilos de enseñanza y deberá aplicarlos según un análisis previo de la situación. Deberá saber combinarlos adecuadamente según los estilos de aprendizaje del alumnado, los objetivos y transformarlos creando unos nuevos, según su experiencia y desarrollo profesional.
Hola, querido maestro Miguel Ángel!
Cuán cierto es tu artículo de hoy.
Nunca voy a olvidar los buenos consejos que me diste a través de este foro, cuando me había sentido yo muy herida por puñaladas de los que aquí mencionas. Esas heridas se curan, tenemos reciliencia (no sé si está bien escrito) gracias a la sabiduría de la naturaleza, pronto volveré a las aulas. Y seguiré siendo A, mal que le pese al resto del abecedario.
Alguien que me quiere mucho, madre de una alumna me dijo: tu único error ha sido brillar de la manera más humilde, y eso lastima a los envidiosos. Yo nunca quise brillar, sólo traté de hacer felices a quienes me rodeaban, pero bueno, no a todos les agrada ver gente optimista aún cuando las cosas van mal.
En el face book de un amigo, casualmente hoy leí la fábula de la luciérnaga y la serpiente: La luciérnaga no hace daño, sólo brilla con luz propia y sin siquiera proponérselo, pero siempre hay una serpiente dispuesta a destruírla porque ella no tiene luz, y parece que es más fácil apagar las luces de los otros que encender las propias.
Pero bueno, para entrar a la fiesta de los A hay que pagar un precio y ¡vale la pena pagar la entrada y disfrutar!
Me causó gracia la expresión “No te van a dar la tiza de oro”, cierto, se usa mucho en mi país.
(Les cuento que durante mi licencia, terminé mi primera novela y la publiqué, se llama “La Lucinda”)
Un fuerte abrazo Maestro Miguel Ángel, siga brindándonos su luz y señalando los caminos correctos.
Es la primera vez que leo este bloc, al que he llegado a través de un tweet. He reconocido a los profesores A y B de mi escuela. Si eres mayor y quieres seguir innovando te encuentras con : 1. Los B de tu edad que encuentran las razones expuestas antes y 2. Los jovenes A y B que no creen en ti porque te suponen demasiado mayor. Alguna que otra vez he pensado: a partir de hoy dejo de pensar en cosas nuevas y me adapto al ritmo generado a mi alrededor pero esto me dura hasta que entro en la clase y me encuentro a mis alumnos delante . Deseo llegar a mi jubilación que aún queda, siendo profesor A. A partir de hoy visitaré este bloc periódicamente.
¿Y los A que dicen que son A y realmente son B camuflados de A? En la Universidad hay algunos y algunas. En el sistema educativo no universitario imagino que también.
Estos pseudosA Sí que hacen daño a la innovacion: porque venden su discurso con el marchamo de la A y hacen creer que lo que ellos hacen es innovacion y entonces es una doble perversión: si alguien estuvo tentado de ser A, se desanima, y la propia esencia de lo que significa ser A se desvirtua tanto, tanto,…que queda en nada. Esos sí que son peligrosos.
Querido Miguel Ángel, leyendo tu artículo se me ha ido pasando por la mente la película de casi todos los años que llevo en esta profesión. La has descrito a la perfección y estoy totalmente de acuerdo con la clasificación que haces de los “maestros” y brillante la enumeración de los “cuchillos” y las consecuencias que estos conllevan. Es difícil, muy difícil y duro sobrevivir cuando se intenta ser un profesor/a A. Aun cuando la vocación, la motivación, etc. es grande y el afán de superación también, en algunas ocasiones piensas en rendirte y los maestros B ganan la batalla cuando nadie te apoya, te ves sola ante esta situación (rechazada, criticada, infravalorada, envidiada, juzgada…….). Durante estos dos últimos años he visto como profesionales A han cedido ante las presiones del resto de los “¿compañeros?”. Yo también he bajado la guardia y he pasado de hacer partícipe a todo aquel o aquella que estaba en mi “equipo” y que se entusiasmaba con las propuestas que se hacían en nuestro ciclo……..a aislarme y llevar a cabo los proyectos yo sola en mi aula porque al final, si yo no elaboraba todo el trabajo y lo daba “todo mascadito”, nadie se movía. De hecho, este año al no hacer yo partícipes al resto, cada uno vamos por libre.No me siento cómoda en esta situación, pero no creo que haya cambio. Por último, añadir que cuando hemos hecho grandes cosas en el cole, los que siempre te lo agradeceden enormente son los niños y los padres……sólo y exclusivamente ellos y con eso yo me siento más que sarisfecha. Tengo la esperanza que los profesores y profesoras A que nos hemos rendido, sea temporalmente y volvamos a la carga ¡¡¡¡¡¡¡¡YAAAAAAA!!!!!!!.
Un abrazo y gracias.
No soy docente ni entiendo algunas veces la guerra que tenéis en el colegio,pero soy madre de dos niños muy buenos,educados y buenas personas aunque a uno de ellos (1de la eso) le cuesta enormemente entender y estudiar.Os puedo asegurar que rezo a principios de curso para que los profesores (o al menos el tutor) sea A,desde el corazón de una madre luchadora por la educación de sus hijos gracias,gracias a los maestros con vocación y ganas de trabajar nosotras los necesitamos.Ok GRACIAS.
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Es simplista, pero inspirador. Gracias.
Sin duda alguna, el artículo es genial, describe a la perfección la realidad de la docencia. Desgraciadamente los maestros A suelen cansarse de recibir palos y por lo tanto se convierten en B, perdiéndose cierta ilusión por las cosas. Hablo desde la experiencia propia. Pero está claro que el que es un profesional y tiene pasión por su trabajo buscará recursos para seguir innovando aunque sea desde su propia soledad.
Un saludo y gracias por el magnífico artículo.
me encantaron los comentarios… Es increible ver que todo el mundo se siente A… Que dirán los alumnos?
A.F., eso es lógico, pues los B no leen al señor Santos, porque, ¿Qué iban a ganar con ello?
Holden, ¿Tu crees? Si nos sentimos A, no te parece que es como si ya estuviera todo hecho? Las A son muy pocas… Y ser A es saber que nadie es perfecto, que siempre se puede ser mejor y que cada día se puede crecer y cambiar y aprender. No sé como será en España, pero por mi tierra una nota bastante distintiva de los docentes es la poca capacitación que adquieren después de haber obtenido su título…
Me suele gustar lo que escribe don Miguel Ángel. No en este caso. Me gusta dibujar en blanco y negro, pero para la pintura me gusta que hayan muchos colores.
La enseñanza no es sólo “A” o “B”. Es “ABeces”. Es el abecedario completo. Si no aprendemos a ver matices no vemos nada, sólo luces y sombras. Entre la palmada y la cuchillada hay mucha variedad de comportamientos. No dividamos a los docentes entre “creyentes” y “no creyentes” u “optimistas” o “pesimistas”
Cuando me jubile (de “A”, naturalmente, y si llego y me dejan) puede que escriba post optimistas como éste. Entretanto, mi último post se titula “Maestros”.
Querido Miguel Ángel, es hermoso una participación tan nutrida en este foro, eso indica que hay muchos con deseos de estar en primera división de la enseñanza, grupo A. Este debiera ser el objetivo de todo el que se dedica a la educación, pero, como vulgarmente se dice, en todas partes hay de todo, como en botica. Pienso que no nos debemos extrañar de nada. Cada uno debe seguir el dictamen de su conciencia y de su corazón. En cualquier institución, si el platillo de lo negativo superase al de lo positivo no tardaría en irse a pique. Mi impresión es que hay mucho más A que B en la educación.
No olviden que se puede ser A ( al cuadrado) A ( al cubo) y viceversa… para todas tipologías
Como sostiene el mismo Senge (Peter Senge “ The dance of change “ ( 1999)), todo crecimiento en la naturaleza lleva consigo procesos que lo limitan. Esto recuerda también un postulado del pensamiento sistémico, según el cual en todo sistema hay tendencias a cambiar (“morfogénesis”) y a permanecer igual (“morfostasis”).
Cada vez veo más clara una de las llaves o estrategias a seguir:
– No se trata de confrontar, es mejor (si se puede) tender a la posibilidad de “acompasar” la resistencia, navegar temporalmente en sus mismas aguas, aprovechar su propia energía y llegar a hacer de ella un potencial “aliado” para la transformación ( así el A llegará al máximo exponencial ¿ no creen? )
PD: Miguel.- A- (Santos Guerra) ,un deseo para tu blog : qu e dure mucho esa -A- y la ALEGRÍA que conlleva.
Con cuantas ansias espero sus comentarios, me ayudan tanto los cuales los comparto con mis colegas, gracias por su generosidad.
Pingback: La fagocitosis del innovador.- « Mauriciome…
SEGURO USTED NO ESTUVO EN MI INSTITUCIÓN??? INCREÍBLE SÍNTESIS!!
Qué bien me ha venido este post…
He leído en los comentarios a gente que lo categoriza de inadecuado. Bueno… Creo que lo más correcto no es juzgar a otros con nuestros parámetros, sino enjuiciar por la coherencia entre los suyos y lo que hacen. En ese sentido ¡boina! 😀
Y, a lo que iba… Que me ha venido muy bien por lo que vivo en mi centro. Es otro tipo de cuchillo. El de la amenaza sutil: “si dices eso, si haces eso, eres mal compañero y nos pones en una situación difícil, nos dejas en evidencia”. Si te enfrentas a la inspección diciendo: “¡estás equivocado!” nos van a revisar a fondo y todo lo que pase será culpa tuya, aunque tengas razón en que la inspección está equivocada. Si convocas a los padres para explicar tu trabajo con sus hijos eres un mal compañero porque preguntarán que por qué no estoy yo. Si tu alumnado aprende más dirán que yo soy mal profesor. Si haces material para tu alumnado y lo usa el de otro profesor, también eres mal compañero, claro. Si te llaman para dar una charla sobre cómo trabajas, lo que quieres realmente es escaquearte y dejas a otros pringados en la guardia, especialmente si has dejado trabajo previsto y tienen que llevar los ordenadores al alumnado o vigilarlos mientras trabajan autónomamente…
Fuera del rebaño hace frío. Eso sin duda. Y nadie te respalda cuando te equivocas. Que los errores son tan frecuentes como los aciertos, especialmente en zonas de riesgo como las del cambio educativo. O cuando te respaldan te lo intentan cobrar, claro…
Pero…
Pero la vista del mundo desde fuera del rebaño es espléndida… 🙂
¡Qué buen momento para leer este artículo! Definitivamente hay que arriesgarse a ser A😊. Fue un placer escuchar su ponencia del día de hoy. Saludos desde Campeche, México.
Querida Luz Alessa:
Me he alegrado mucho de verte por aquí.
Enhorabuena por cómo hiciste tus tareas de maestra de ceremonias.
Fue un placer conocerte y oírte.
Estoy seguro de que eres una maestra tipo A. Te delata la sonrisa.
Agradezco la invitación y la experiencia que pude compartir ayer con
vosotros y vosotras.
Ojalá podamos volvernos a ver.
Muchos besos.
Muchas gracias.
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