El verdulero de San Rafael

5 Jun
Cualquier lugar es bueno para seguir aprendiendo.

Horacio Muros vive, trabaja y educa en la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza (Argentina). Es ingeniero de formación y educador de cuerpo y alma. Dirige, es decir, hace crecer una escuela que se esfuerza cada día en aprender, no sólo en enseñar. Como es un excelente educador va por la vida con los ojos bien abiertos para ver dónde se dan lecciones de las que se pueda aprender. Está claro que las personas inteligentes aprenden siempre.

Me cuenta mi querido amigo Horacio que un verdulero al que visita con frecuencia para las compras domésticas tiene instalada en su puesto de verduras una pizarra de 2 metros por 1.50 en la que cada día escribe una sentencia. De esta forma ha convertido el mercado en un aula desde la que imparte a quien quiera recibirlas algunas lecciones de optimismo, de esperanza y de buena educación.

Me imagino al pedagógico verdulero buscando cada noche, en su memoria, en los libros o en los archivos de la vida, un pensamiento ejemplar que contenga algún mensaje saludable para sus clientes y para el público en general. Me lo imagino escribiendo, con aplicación y buena letra, la frase elegida, no sé si con arreglo a la fecha o, sencillamente, sin ningún referencia al calendario.

Lo cierto es que todos los días las personas que se acercan a su verdulería se pueden llevar unas zanahorias, unos tomates, unas lechugas o unos puerros acompañados de un pensamiento que pretende hacer mejores a quienes estén en disposición de intentarlo. Él hace su parte, que es elegir, escribir y exponer la sabia sentencia. Queda en los demás el leerla, el memorizarla y el llevarla a la práctica de sus vidas.

El tamaño de la pizarra hace que se entere todo el vecindario e, incluso, los conductores que pasan por la calle en la que está instalado su puesto de venta. Podría utilizar la pizarra para exponer el precio de los pepinos, pero no, a él le importan también otras cosas de mayor calado.

Qué hermosa lección para los niños y las niñas a quienes dañan los ojos tantos grafitis agresivos y groseros y a quienes machacan los oídos tantas frases estúpidas y cargadas de maldad. Pasar por el puesto de este ilustrado vendedor de frutas y verduras es como ir a una clase de filosofía.

Citaré algunas sentencias que Horacio recuerda, ya que me dice que no se ha tomado la precaución de escribirlas todas y estudiar si tienen algún hilo conductor o alguna estructura lógica: “¿Y si tengo yo la culpa?”, “Por orgullo perdí muchas cosas”, “Mas vale te con pan que leche en discordia”, “Qué lindo día hace hoy”, “Hoy puede ser un gran día”…

Estoy convencido de que a muchos de los lectores de la pizarra del verdulero les habrá hecho pensar alguna frase, otra les habrá hecho sonreír, quizá alguna otra les habrá llevado a una buena acción.

Se trata, como verá el lector o la lectora, de frases cortas que ofrecen un mensaje positivo. En medio de un clima de negatividad en el que las consignas nos cargan de pesimismo y desaliento, de egoísmo y zafiedad, de competitividad y eficientismo, de avaricia y de relativismo moral…, es bueno que un ciudadano de a pie, que no es ni un profesor, ni sacerdote, ni un filósofo… nos recuerde que la vida merece la pena ser vivida y que está en nuestras manos aportar un granito de arena para que así sea.

No sé si utiliza esta estrategia como un reclamo comercial o si, sencilla y llanamente, quiere ofrecer a sus conciudadanos un pequeño aliciente para pasar mejor el día. Es sabido que no sólo se vive de pan. El alimento gratuito que ofrece el verdulero mendocino es un magnífico sustento del optimismo y de la bondad.

El caso del verdulero me lleva a reflexionar sobre la cantidad tremenda de mensajes que nos invade cada día. Y a pensar en la naturaleza de sus contenidos. Muchos de esos mensajes van calando en la memoria y en la conciencia de las personas y creando un estado de opinión que acaba configurando la actitud y el comportamiento: “Tú a lo tuyo”, “Sálvese el que pueda”, “Por la caridad entró la peste”, “Vale todo”, “Al que Dios se la da, San Pedro se la bendice”, “Piensa mal y acertarás”, “Esto es un asco”, “La vida es como el palo de un gallinero, corta y llena de mierda”…

Me dirá alguno o alguna: lo que hace falta es cambiar las estructuras económicas y políticas, lo que es preciso para mejorar la vida es una revolución de carácter social que ponga patas arriba el mundo. No me voy a oponer a estas tesis ambiciosas. Pero veo más factible, más rápido y más eficaz el paso que puede dar cada uno transformando y mejorando la pequeña parcela en la que se desenvuelve su vida. Por otra parte, no son incompatibles ambas estrategias.. Se puede luchar por la transformación social y conseguir ser mejores personas cada día y ayudar a que otros lo sean.

Vivimos en tiempos críticos. Es necesario avanzar a través de dificultades de diverso tipo. Luis Rojas Marcos acaba de publicar un interesante libro titulado “Superar la adversidad”. Para hacerlo, explica, es necesaria la fuerza del optimismo, el sentimiento positivo de la vida. Dice textualmente: “El estilo optimista de juzgar los avatares de la vida nos ayuda a minimizar el impacto de las desgracias, al tiempo que nos protege del derrotismo y de la indefensión”.

No sé si algún día le llegará este artículo al verdulero de San Rafael. Es probable. Porque estoy seguro de que mi amigo Horacio será un buen cartero. En ese caso, quiero que reciba mi más sincera felicitación por su iniciativa. Sin recibir un sueldo se ha convertido en un educador de calle, en un maestro que vende peras, manzanas y sandías mientras hace brotar una sonrisa y buen deseo en las personas que leen la frase de su pizarra.

23 respuestas a «El verdulero de San Rafael»

  1. Ojalá hubiera muchas personas como este verdulero. Si cada uno pusiera su parte de esfuerzo, de iniciativa y de optimismo mejoraría mucho esta sociedad nuestra en la que todos tenemos que vivir.

  2. Hay muchas personas en este mundo que cada día luchan por hacer de él un mundo mejor… Seres desconocidos, que no aparecen en la tele ni en los periódicos, que caminan las calles de la vida dejando huellas de esperanza y optimismo. Personas que hacen queriendo o sin querer, de este planeta un lugar más cálido y mas acogedor.
    Que este artículo vaya por todas ellas, con inmensa gratitud…

  3. Ha “MERECIDO”, leer este artículo reglón a renglón…, sintiendo una sonrisa permanente mientras lo hacía…,¡ENTRAÑABLE!
    Creo que para ser un GRAN MAESTRO, no siempre es necesario pasar por la Universidad.
    ¿Cómo vamos a “CRECER”, si estamos todo el día hablando de CRISIS, de ENFERMEDADES, y de MIEDOS?
    Si queremos que EL MUNDO evolucione, intentemos cambiar nosotros/as, en primer lugar, avanzando un poquito hacía lo POSITIVO…, y que surja mucha gente, como el señor de la tienda de verduras…, para recordárnoslo.
    Voy a tratar de hacer lo mismo a partir del lunes, al llegar a clase, y en la semana os cuento la reacción de mis alumnos/as.
    Saludos Miguel Ángel!!!

  4. Suerte que haya en el mundo mucha gente positiva. Yo estoy segura que hay más de esos que de los otros.
    Gracias Miguel Ángel por acercarnos hechos lindos, sencillos y cotidianos, que generalmente no se difunden, no se ven, son como granos de arena en los desiertos.
    ¡Y me alegra además que se trate de un compatriota, por añadidura!!
    Feliz semana!!!

  5. Admirado Miguel Ángel: Tuve la gran suerte de poder ir al congreso que usted dictó en Malargüe en Febrero. Vivo en San Rafael, Mendoza y he circulado muchas veces por la calle donde se encuentra esa verdulería.Me comprometo a hacerle llegar su artículo al dueño en agradecimiento y reconocimiento a su ejemplo y el de este señor al que usted honra con sus palabras.

  6. Fantástico, profesor, una vez más. Efectivamente, podríamos empeñarnos en tener un “entorno educador” en vez de lo contrario “por si funciona”.
    Me ha venido a la mente, algunos lo recordarán, aquella campaña que tuvo TV1, en su prehistoria televisiva, de “piense en los demás”, con anuncios que nos daban pequeñas pinceladas educadoras…¿por qué se abandonó aquel modelo de publicidad?
    Saludos profesor y gracias. Soy orientador en Granada y seguidor suyo desde el pasado 24 de mayo.

  7. Que viva muchos años este buen hombre de San Rafael. Ojalá que hay muchas personas con la actitud que él tiene. ¿Qué puedo hacer yo para mejorar esta sociedad en la que vivo? Esa es la cuestión.

  8. Miguel Ángel, gracias por tus reflexiones y tus relatos. A veces, unas pequeñas frases positivas pueden derrumbar las murallas que nos aíslan y nos impiden comunicarnos y expresar nuestros sentimientos.
    Como bien dices,” la vida merece la pena vivirla. Yo recuerdo otra: “al mal tiempo, buena cara”. Arrastramos tensiones, incertidumbres, cansancio, tristeza, aburrimiento, enfados,… y casi siempre, son los que entierran la sonrisa.
    Si antes de poner los pies en el suelo dedicáramos dos o tres minutos a buscar en nuestra memoria una frase positiva para afrontar el día, podríamos ofrecer una sonrisa a quien está a nuestro lado. Si buscamos esa frase positiva mientras vamos de camino al aula, y la encontramos, estoy segura de que las puertas de las clases se abrirían mejor y facilitarían el diálogo y la escucha entre los iguales y con los adultos.Las podrías incluso escribir y regalar y podrían ayudarnos a ir encontrando y despertando nuestras emociones positivas. En el Encuentro celebrado en Granada ente fin de semana hemos encontrado y mostrado muchas.
    Gracias por acompañarnos en nuestras reflexiones.
    Gracias por poder aprender de ti.

  9. Sencillamente …genial, todos los dias paso por ahi al regresar a casa y leo todos sus mensajes, los cuales son muy significativos. Me alegra saber que se reparo en él. Buenisimooooooo….
    besos
    andrea

  10. Gracias, María José, por tus hermosas y alentadoras palabras. Todos compartimos y aprendimos en Granada. Fue una magnífica experiencia. Todo lo aprendemos entre todos. Ya viste todo lo que aportaron los niños y las niñas. Gracias por tu participación y por tu actitud entusiasta. Un beso.
    Miguel Angel Santos Guerra

  11. Excelente artículo.
    Un educador urbano como el verdulero de San Rafael no se ve en cualquier parte. Es gratificante saber que hay personas humildes como él que nos muestran el lado positivo de la vida en medio de una crisis mundial.

  12. Contra la invasión de mensajes negativos, pesimistas, agresivos y groseros, está bien que alguien ofrezca a los demás mensajes cargados de optimismo, de bondad, de ánimo y de superación. Gracias al verdurlero de San Rafael, a Horacio Muros por contárselo a Miguel Angel y a éste por contárnoslo a los lectores y lectoras.

  13. Qué buena idea para empezar mis clases de matemática!!! Quizás una frase cargada de optimismo al comienzo de ellas nos predisponga positivamente para enseñar y aprender, saludos!!

  14. No sé por qué tienen los pesimistas tan uena fama. El mundo ha avanzado porque hubo personas que creyeron que podría avanzar e hicieron algo por conseguirlo.

  15. Yo tuve un maestro en magisterio, Miguel Lobatón, a quién recuerdo con aprecio, que empezaba sus clases con una frase o historia, que invitaba a la reflexión y pretendía despertar en nosotros (sus alumnos)la superación, la compresión, la tolerancia…

    A mi me gustaba mucho que iniciará sus clases compartiendo sus pensamientos e ideas, y esa misma pràctica la he ejercido yo con mis alumnos, y también en el examen de oposiciones, cuando empecé mi exposición diciendo

    “Quién escribe en el alma de un niño, escribe para siempre”

    al tribunal se ve que también les agrado porque obtuve un 10 de calificación.

    Yo comparto con mis alumnos frases célebres o historias que han captado mi atención y las debatimos juntos, aunque sean de la etapa de primaria, y parezcan pequeños. Así, pretendo escribir en sus corazones y extraer lo mejor de cada uno, al igual que tú, Miguel Ángel, intuyo que haces con los que te seguimos todas las semanas con tus artículos.

  16. Qué bonito eso que dices Amparo “quien escribe en el alma de un niño escribe para siempre”. Es una hermosa pretensión para un educador el poder llegar al alma de un niño, porque si podemos llegar es con su consentimiento, porque nos abre esa puertecita, eso solo se logra con un gran amor por ellos y por esta profesión.
    Gracias a todos.

  17. QUERIDO COLEGA: DESPUÉS DE TENER EL AGRADO DE ESCUCHARLO EN MI CIUDAD(SAN FRANCISCO, CÓRDOBA,ARGENTINA)NO ME QUEDA MÁS QUE DARLE GRACIAS DE NO SER EGOISTA CON LO QUE SABE Y COMPARTE CON TODOS NOSOTROS. MAÑANA VUELVO AL COLEGIO Y SEGURO ME PREGUNTARAN ¿QUE TAL LA JORNADA CON SANTOS GUERRA? Y DIRE !!! MARAVILLOSA, ME HIZO FELIZ, YA NO ME SIENTO SOLA, SÉ QUE HAY UN POCO DE SANTOS EN MÍ
    Y EN OTROS TANTOS COLEGAS….. FUE MARAVILLOSO. HOY TODO EMPIEZA A IR MEJOR…………ENTRARÉ AL AULA CON UNA SONRISA Y SÉ QUE ME REFLEJARÉ EN ELLOS……YA EMPEZAMOS BIEN. SALUDOS

  18. Tan grata fue la sorpresa de encontrarme este fin de semana que Miguel Ángel Santos Guerra hubiese publicado en su blog un artículo relacionado con mi querido San Rafael, y de una forma tan positiva acerca de un educador de esos que los tituló el pueblo; a propósito de esto vale decir que si bien el artículo me agradó como tantos otros, más destacable aún es el accionar del verdulero sanrafaelino. -A esta sorpresa se le agregaba la otra, el lunes, cuando llego a uno de los dos colegios en los que trabajo y me entero que el catedrático tan admirado por mí, venía a realizar una disertación a mi ciudad ¡No me la pierdo! Pero, lo que son a veces esas situaciones en las que no podemos decidir, no fui una de las dos beneficiadas a consideración de la directora para ir el día 16 a “escuchar, sentir” lo que Santos Guerra nos traería preparado. No obstante, no todo estaba perdido, en el intervalo de cuarenta y cinco minutos que tengo para pasar por mi casa para apresuradamente volver a salir a dar clases nuevamente, hice algunos llamados telefónicos tratando de encontrar una luz que me diera la posibilidad, pero no, rigurosamente “dos” maestras por escuela ¡¡no!! Que injusto, siempre es injusto perder la opinión, el comentario, el punto de vista de cualquier profesional (o de cualquier verdulero) Pero todavía quedaba una posibilidad, la otra escuela… “Pasión por la educación” “Pasión por la educación” era lo que retumbaba dentó de mi mientras trataba de llegar más temprano que nunca. Cuando la “otra Directora” dijo:- Tengo algo que comunicarles! yo ya sabía y estaba levantando la mano, pero habían otras interesadas y lo más justo era un sorteo en la que sería elegida “una” “UNA” maestra para concurrir a la disertación. ¡NO LO PODÍA CREER! Siii! Miguel Ángel, ¡me gané el premio! salí sorteada yo. Por eso que alegría, que placer, además que placer el tema. Nos vemos ahí, yo presente.
    Ahora si ves que yo no llego, comenzá sin mi. Porque dijo tal, que dijo cual (posiblemente algún cangrejo español)que: -Patricia Araya no puede ir porque ya vio a Santos Guerra una vez. ¿Se puede creer? (me recuerda a un programa de TVE que se difundió mucho en los medios en los que el participante se ganaba el premio y luego no se lo querían dar)
    De todas formas no importa (mentira, Sí importa),por algo será (y me digo todas esas cosas que uno se dice cuando algo no le ha salido como quería y quiere sentirse a pesar de todo bien) y aunque no soy una persona conformista, esta vez me tengo que conformar con que alguien me traiga grabada la charla, y voy a tener que esperar hasta el fin de semana para ver que escribe Miguel Angel Santos Guerra para mi y para un puñado de sanrafaelinos que hacemos de la educación nuestra gran pasión.
    Cariños, otro mañana será

  19. Me he regocijado leyendo “Elo verdulero de San Rafael”, y es que este es “mi verdulero”, es decir el dueño de la verduleria a la que voy siempre. Nunca mejores dichas estas palabras…y es que diariamente no solo vamos a comprar sino que psamos por alli a “leer” a ver que dice hoy…. a disfrutar el mensaje, la reflexion, la cita biblica que dia a dia escoge y publica. Personalmente ademas de maravillarme por lo escrito tengo que confesar que en momentos dificiles me ha dado aliento, animo y esperanza. Hoy escuchando aqui en mi ciudad, San Rafael ( mza, Argentina) a Santos Guerra me alegra y me enorgullece que este verdulero haya sido merecedor de un recordatorio.

  20. Muy muy interesante. Disfruto de sus artículos reglón por reglón. Comparto muchas opiniones que ya se han citado y no quiero ser repetitiva, tan solo apuntar que cada maestro/a, educador, padre o madre, necesitamos ser un poco Rafaeles y tener una de esas pizarras, asi que mañana mismo, aunque sea a final de curso me voy a hacer con un espacio en clase y voy a poner en práctica esta iniciativa. Por cierto, mi mario y mi hijo se llaman Rafael. Un saludo. Encarni Barragán

  21. Me encantó el artículo del verdulero de San Rafael.Gracias a Dios tengo la suerte de pasar casi a diario por la esquina donde se encuentra esa verduleria, y siempre miro con curiosidad la pizarra para ver que ha escrito ese día el verdulero. Como dice el artículo, algunas frases me han llevado a la reflexión, otras a la sonrisa…
    Y gracias a este artículo pensé: qué importante y qué lindo que una persona desconocida nos de algunos días consejos, pensamientos, que a veces nos llegan en el momento indicado.
    Muchas gracias por este regalo diario.

  22. Soy estudiante de 23 años y vivo en San Rafael.
    Le agradezco que haya fiajado sos ojos en este hombre. Desde antes que usted escribiese el libro me habia llamado la atención el compromiso de este personaje por mejorar el dia de todo aquel que pase por esa esquina.
    Sinceramente es un impulso emocional importante y te predispone a empezar el dia de otra forma.
    Lo cierto es que es un verdulero sencillo que se las ingenió para influenciar a miles de personas, dando un mensaje positivo o de reflexion.
    Me saco el sombrero y lo aplaudo. Al igual que usted, Miguel, que entendió que este hombre merecía una distinción. en cambio yo ni siquiera he pasado a saludarlo, y no sabe cuanto me importan sus carteles.
    Gracias.-

  23. miguel la verdad es que ese verdulero ha hecho mucho por san rafael sin tener idea de ello y eso es lo maravilloso actuar y hacer sin esperar nada a cambio solo por amor a la educación y a los demás….como siempre gracias por tus únicos y grandes aportes a la educación ..un gran abrazo

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