El comienzo de un curso nuevo es siempre una excelente ocasión para reavivar la reflexión y el entusiasmo compartido. Un curso nuevo es una invitación al análisis, al compromiso y, en definitiva, a la controlada alegría. La educación es una tarea de todos y de todas. Para todos y para todas. A las puertas de la nueva experiencia institucional de la educación, quiero dirigirme a uno de los personajes que suele mantenese en el más estricto anonimato. Voy a escribir una carta, como se verá, no a la señora ministra, no a un inspector o a una directora. No a una profesora ni a un alumno. Voy a escribir a una señora de la limpieza. Se verá por qué.
Estimada señora: Sabe tan bien como yo que todavía suena extraña la expresión «señor de la limpieza», porque en nuestra cultura machista limpiar es una tarea casi exclusivamente femenina. Las mujeres se han hecho cargo de muchas actividades humildes, sencillas, escasamente remuneradas, que nadie quiere. Paradójicamente son tareas absolutamente indispensables. Para realizar esas tareas no se necesita tener estudios o certificados ni haber hecho carreras académicas de ningún tipo.
Algunos de forma ingenua y otros de forma maliciosa dicen que si una mujer ha podido llegar a Ministra o a Catedrática, todas pueden hacerlo. Falso argumento. Todavía queda mucha discriminación. Y si para unos pocos puestos hay muchos y muchas aspirantes y unos parten en mejores condiciones, es lógico que los otros (las otras en este caso), lleguen con mayor dificultad y en menor proporción. La cultura del delantal y la fregona todavía tienen mucha presencia entre nosotros.
Probablemente estará contenta y agradecida por tener un trabajo fijo, regularmente remunerado, en una institución docente. Un trabajo imprescindible para que la escuela funcione. ¿Podríamos imaginar un centro escolar en el que se fuese acumulando la porquería sin que unas manos enguantadas fueran limpiando lo que otros ensucian?
Si el Director (o la Directora, claro está) faltan un día, no se notará mucho, probablemente. El Centro seguirá funcionando con normalidad. Pero si falta ese «ejército de salvación» que son las señoras de la limpieza, armadas de sus fregonas y escobas, la escuela estará inhabitable.
En silencio, pacientemente, va moviendo las mesas, recogiendo el contenido de las papeleras, limpiando el polvo de las tizas, poniendo las cosas en su sitio. A la mañana siguiente, todo está colocado, todo está limpio. ¿Quién ha hecho ese milagro? Muchos alumnos (quizás también algunos profesores) no piensan en esa tarea cotidiana, indispensable.
Así una semana tras otra, una día tras otro, una hora tras otra. La suciedad nunca termina de aparecer, sobre todo en un Centro donde existe poco cuidado por la limpieza y la estética. Parece que la suciedad se regenera por sí sola y no acaba nunca de desaparecer por completo. Como decía aquel basurero al que oí en la madrugada del día primero del año gritar en plena calle: «Año nuevo, mierda nueva».
Mientras está terminando de pasar la fregona siguen atravesando pasillos y escaleras diversas personas que sonríen y piden disculpas. Otra vez a limpiar, otra vez a responder cortésmente a la sonrisa, otra vez a intentar hacerlo bien. Estamos tan habituados a esa imagen que apenas le damos importancia. Y menos mal, si es así. Porque otras veces se pasa de manera desconsiderada por lo que se acaba de limpiar, haciendo interminable una tarea ya de por sí sacrificada.
Qué decir de algunos hechos (ya sé que excepcionales) a los que algunas veces se tienen que enfrentar: gamberradas inconcebibles en un centro educativo, como dejar los excrementos fuera del water, limpiar vómitos o devolver a la normalidad el Centro tras una fiesta en la que nadie piensa que después tendrá que venir usted para dejarlo todo inmaculado. Qué decir de los días especiales de inundación, de lluvia o de goteras inextinguibles.
Sé que usted realiza muchas tareas que no son remuneradas: recoge los objetos que se han perdido, hace encargos que le encomiendan alumnos y profesores, prolonga la jornada cuando hay acontecimientos extraordinarios…
Algunas veces se habrá encontrado con algún alumno displicente, que cree que tiene en el Colegio una sirvienta que se encarga de recoger los papeles que él tira de manera desconsiderada. «Para eso están las señoras de la limpieza». ¿Están para eso? ¿Para arreglar lo que otros innecesariamente desarreglan? ¿Para colocar lo que algunos dejan desordenado, pudiendo ayudar a dejar las cosas como estaban? Algunos chicos pegan chicles debajo de la mesa, algunas chicas tiran las compresas al suelo en los servicios, muchos juegan (mal, muy mal) al baloncesto con las papeleras…(Alguien definió una papelera escolar como el lugar alrededor del cual se deposita todo tipo de basura).
Algún profesor, quizás, la mirará por encima del hombro, como si su titulación o su categoría profesional le diese alguna altura moral para mirar desde arriba a quien realiza tareas como la suya en la escuela. Creo que la educación de calidad se realiza y se manifiesta a través del respeto a todas las personas. Para mí este es un indicador clave de la categoría educativa de una institución: mantiene unas relaciones que se sustentan en la dignidad de las personas.
Mientras limpia, los alumnos van estudiando y al cabo de unos años sabrán mucho más que usted. La «señora de la limpieza» seguirá realizando su tarea, cargándose de años y repitiendo unas rutinas poco atractivas, poco sugerentes. Su trabajo hace posible que otros puedan estudiar, que puedan alcanzar un puesto más atractivo y mejor remunerado que el suyo.
Sé que se da importancia al Ministro de Educación, al Consejero, al Inspector, al Director, al Profesor. Y lo escribo todo en masculino. No por descuido. Sé que se reconocen los méritos de todos estos cualificados agentes. Y si se hace un homenaje probablemente se concedan los honores a quienes tienen puestos de relevancia en el sistema educativo. Muchos no piensan en usted, que sacrificadamente, cada día hace transitable y acogedora una escuela.
Gracias por su amabilidad, por su paciencia, por su silencio, por su trabajo. Gracias por hacer posible que la estancia en el centro sea más agradable, más hermosa, más eficaz. Gracias por contribuir a crear una sociedad más culta (ojalá que también más justa) a través de la formación de sus ciudadanos y ciudadanas.
Me sumo a esta muestra de gratitud. Es bien merecida.
Querido maestro (para mi lo eres, pero por supuesto sin intención de degradar tu categoría profesional). Como todos los años, sabía que dedicarías tu artículo de hoy al inicio del curso escolar ¡De qué forma tan bonita lo has hecho! Como maestra,he pasado esta semana preparando el aula en el que recibiré a mi alumnado el próximo lunes, ambientándola, colocando los rincones,limpiando los juguetes…y tratando de hacer acogedor un espacio que se va a llenar de vida y de ilusiones. Todo ello he podido realizarlo gracias a la colaboración de Mª Carmen, la señora de la limpieza de mi cole, que ha trabajado conmigo, no sólo limpiando los espacios, sino mostrándome su sonrisa y su buena disposición. Todos y todas contribuimos a la educación de las nuevas generaciones, y cada cual lo hace «desde el lugar que se ha podido labrar» de acuerdo con múltiples factores, que por supuesto no dependen únicamente de la propia persona. Lo importante es hacerlo con ilusión, y sentirse respetado y reconocido por la labor desempeñada.
Muchas gracias maestro,como siempre, por hacernos reflexionar.
Mª Ángeles Peláez Cabra, maestra de Educación Infantil.
En una escuela o centro «todo educa» y misteriosamente el personal de maestranza y los celadores también lo hace desde su callado testimonio, tan cargado de pequenás acciones y detalles que trascienden sus propias tareas con una proyección solidaria hacia el otro. Cuantas veces a los que nos toca gestionar un centro nos enteramos de una anorexia o de otras dificultades por la fiel vía de una celadora que desde su mirada – tal vez asociada a la limpieza- observa siempre a la institución con otros ojos.
Paradójicamente nuestros niños y jóvenes les tienen una confianza y un afecto especial que muchas veces se pone de manifiesto al querer colaborar ayudandolos con sus tareas. Nadie con más identidad en una escuela que sus celadores; hay que ver cuanto compromiso y cariño institucional se manifiesta su humilde pero significativo trabajo y esto también educa…tal vez por su eficacia y calidad haya llegado la hora de pensar en la pedagogía del celador.
estimado maestro..
Desde concordia entre rios..soy una maestra del alma,,a quien todavia no le molesta que la llamen 2da madre de mis alumnos..de mis hijos e hijos ajenos que han compartido conmigo el alimento mas nutritivo que es el conocimiento y la buena infromacion…Tengo un programa de radio » amorosa compañia» espacio solidario , de concientizacion ciudadana,Fernando Garcia es mi amigo y hoy justamente estan dictando su catedra en el Teatro Odeaon…La escoba..es el simbolo mas sencillo y metaforico para barrer con todo aquel recurso humano que contamine e intoxique las mentes virgenes de nuestros niños y adolecentes…ir despacios pero seguros que vamos a lograr nuevas generaciones que defenderan la educacion y la salud para no ser cautivos y sometidos a los traidores a la patria en esta desperdiciada democracia argentina…un abrazo afectuoso de una maestra que aun valora el apreton de mano y la caricia para atenuar el dolor ajeno y que solo desde una didactica asistencial en las emociones de nuestros alumnos iremos revirtiendo tanto vacio emocional en ellos….exitos….
maria del carmen poblet.
maestra nacional normal.sarmiento 557.concordia entre rios .www,cadenaentrerriana.com.ar..fm96.5.»amorosa compañia.sabados de 17 a 19 hs.
Recuerdo la primera vez que escogí la escuela para mi primer hijo. Estaba cerca de mi suegra y mi cuñada, personas maravillosas que me ayudaban con su cuidado mientras yo estudiaba. Entré, en época de inscipción, y me sorprendió enormemente, lo sucio que estaba el piso. Había muchos papeles tirados y tierra…dí media vuelta y nunca más volví, conciente de que no me importaba tanto los conocimientos académicos, como que les inculcaran valores tan simples de respeto y orden. ¿No habría en ese momento una portera(como se le llaman aquí en Argentina)?
Yo amo a la portera de mi institución, que cada mañana me espera con un café bien batido, aunque no tiene ninguna obligación de hacerlo. Y me alegro de tener esta oportunidad de poder decirle desde este lugar(siempre se lo digo) que felíz me hace y que agradecida le estoy. Querida Nelly, hoy quiero decirte y que todos se enteren, que te quiero mucho, que es una alegría cada mañana encontrarme con vos. Que amo tus mil pequeñas atenciones que me prodigás a lo largo de todos los días. Que me encanta que me dejes una nota si alguna vez no nos vemos, deseándome que lo pase bien o preguntándome como me fue. Que mi vida es más linda porque vos estás en ella, y que te estoy inmensamente agradecida por ese café que me espera cada mañana después de un agotador viaje en colectivo, de dos horas.
Las personas valen por lo que llevan en el corazón y no por los títulos o cargos que posean.
Y si querés saber como son las cosas en alguna institución que no conocés, un consejo: no hables con quién dirige, hablá con la portera.
Mi recuerdo para la señora Azucena, de la escuela Mateo J molina, de La Falda, Cordoba, y para Jorgelina y la Hermana Serafina, del Instituto Cristo Redentor de Paraná. Y para don Quiroga, de mi escuela de Bajada Grande.
¡Queridos e indispensables!!!!!!!!
miguel!Bueno soy macarena borrero de concordia entre rios tengo 14 años i mi mama me hizo leer algunos de tus cuentos i me encantaron estaria mui bueno que escribas algo sobre los adolescentes de hoy seria fenomenal….
Bueno me voi despidiendo,que tenga suerte
Atte. Macarena Borrero
Miguel àngel acabo de entrar a tu blogs, porque estuve en una charla que distes en Argentina, y me emocionè con tu nota sobre los porteros.En mi lugar de trabajo siempre he tenido compañeros porteros que me han dado una mano cada vez que lo he necesitado. Ademàs mi esposo es portero y ha sabido ser mi compañero en la escuela y siempre ha colaborado con todos haciendo la convivencia màs facil.T e felicito por tu nota.
es una nueva mirada a la educación o simplemente una mirada más, como todas? pues lo que escribes es una mirada paternalistas, tierna, sensiblera, reduccionista de la explotación laboral que sufre ese colectivo… y esa mirada la proyectas por supuesto desde tu machismo y tu capitalismo… pero claro, a ti como que Jorge Bucay, la inteligencia emocional, etc. no te ha enseñado esas cosas pues mejor seguir mirando sin ver… qué mirada más rancia y trasnochada la tuya en vez de contarle a la gente y denunciar la situación de este colectivo… todo sea para mantener en la felicidad y buen estado psicológico (es decir, en la ignorancia, en la mentira) a quienes te leemos
esto parece más una redacción del alumnado de primaria sobre la mujer de la limpieza de su colegio que el escrito de un profesional de la educación… pero eso a ti te da igual, te pagan como si lo fueras hagas lo que hagas y escribas lo que escribas
ah, y otra cosa… por qué eliges el término «señora» y no el de «mujer, chica, muchacha, etc.»…? pues por tu machismo y por la sociedad patriarcal que te dice que lo femenino, la mujer, para ser realmente mujer debe ser igual a «señora», es decir «mujer adulta casada con un hombre, dedicada a tareas domésticas y preferiblemente con hijos»… y no sigo porque ya me has hecho perder bastante el tiempo
Bueno Basilio, ¡Cómo te pones! Me apetecería decirte una cosa bien grosera para explicar tu mal humor pero mejor me lo callo. Me estaría poniendo a tu altura y no me parece lo más inteligente si quiero que quien me lee me entienda.
Aunque comparto contigo que hablar de la «mujer/señora» de la limpieza nos puede llevar a hablar con mucha más profundidad que lo que se hace en este texto, en mi modesta opinión, queda bastante bien dicho que el motivo era otro. Y aquí, hay tanto texto «entre líneas» que me ha parecido estupendo.
Es curioso porque yo acabo de descubrir hoy la página. Alguien me ha recomendado leer el texto y se lo he agradecido de verdad. Cuando menos me ha hecho pensar y creo que a ti también. Pues vamos a ver si podemos darle las gracias; para empezar.
hola! soy una de las tantas asistentes de la capacitacion que ud dio en cruz del eje, realmente e quedado impactada y con una caja llena de galletas para compartir con mis colegas, mis piringundines (alumnos)y familia tambien pues me encanto estar presente en esa charla dada por una persona con tantos titulos que demostro ser una eminencia por la sencillez de sus palabras. gracias! no tengo su E-mail por eso escribo aqui. Feliz primavera…
Quiero agadecer a Santo Guerra por la conferencia dada el dia 15/9 en Concordia, Entre Rios, Argentina.
No soy docente, apenas un estudiante de facultad que le gusta escuchar y leer muchas cosas.
Fui invitado por alguien que me conoce (docente por supuesto), y que me aconsejo que no podia dejar de ir a escucharlo.
Realmente fue un gusto escuchar con la humildad que ve las cosas y con la sencilles que las transmite.
La claridad para comunicar buenos valores a la sociedad, que usted pregona en cada cuento.
Quisiera saber tambien donde puedo encontrar el cuento sobre «el texto fuera de contexto»; donde en un dibujo se muestra a un joben cantando una cerenata a una chica, dando entender lo escrito en un texto.
Desde ya mucha gracias.
si,si, bonita carta abierta y de reconocimiento, pero yo trabajo en un centro público y tanto el aula de nee como el aseo adaptado no conocen fregona, podría hacer un largo etcetera. Mucha teoría, mucha literatura , mucho cargo preocupado de los periódicos, y muuuuuucha mierda en el aula, luego voy y le explico a pepito que hay que asearse y la señora de la limpieza le reconozco el trabajo que hace o mejor, el que yo hago por ella.(un respeto a todos limpiadores/as que hacen con conocimiento su trabajo a pesar de lo desagradable)
Me ha gustado mucho el cuento y creo que todo pasa por el respeto como personas y (como se dice en el texto) a la dignidad del ser humano, este aspecto nunca debe dejarse de lado y mucho menos como educadores ya que somos, en todo momento, un ejemplo para los demás.Al hablar del respeto lo extiendo hacia todas las personas,no solo hacia la directora de la institucion o los colegas con los que trabajemos, tambien al personal de limpieza como al portero y todas las personas que nos rodean en el transitar diario;no debemos olvidarnos tampoco de nuestros alumnos que tambien deben ser respetados en todas sus dimensiones y asi mismo hacerles exigir a ellos mismos el respeto que se merecen.
Mis respetos a las porteras (Argentina).
Me recuerda mi infancia, el aprecio a «la gorda», nuestra portera.
Era compinche a solas y exigente en publico. La respetabamos mucho y recuerdo su trabajo a diario. Recuerdo los pasillos de la escuela relucientes y ese olor que nunca podre sacar de mi nariz.
Su trabajo, silencioso, me recuerda a los barrenderos callejeros, hasta podemos decir que es un trabajo para pocos, sin embargo siempre estan ahi. Bajo el frio, la lluvia o el calor. Abrimos nuestra ventana y las calles estan impecables, sin embargo, horas despues estan cubiertas de todo tipo de residuos.
En nuestra ciudad, (Bahia Blanca – Argentina) en donde los vientos hacen las cosas mas dificiles, «los cultos» echan sus culpas al viento. Sin embargo, cajas de cigarrillos, paquetes vacios de galletitas, envases de gaseosas, etc, etc. no vienen desde el cielo.
CULTURA, RESPETO y CONVIVENCIA.
Basilio me encanta tu comentario. Es maravilloso ver como sobre una misma cosa puede haber distintas maneras de pensar que no necesariamente se contradicen. Igual quiero contarte que mi portera está encantada de su cargo. Gana más que Yo. Mi sueldo es de 928 pesos(con muchos años de estudios y capacitaciones) y ella que acaba de titularizar y que no tiene terminados estudios secundarios gana 980. Y te aseguro que trabaja menos que yo. Además le encantó que alguién como Santos Guerra pudiera reparar en su persona y su trabajo. También en tus palabras hay mucho de machísmo.Ah, y parece que no te gusta Bucay…
De todas maneras siempre es linda una actitud de agradecimiento y de reconocimiento a los otros, no importa lo que hagan ni el sexo que tengan… Un abrazo
Ojalá uno tuviera la habilidad de llevar a un reconocimiento público (porque ese es el valor)la labor silenciosa que realizan las «señoras de la limpieza» y muchas/os otros que día a día nos ayudan a realizar nuestros trabajos, pero que no nos detenemos a valorar, cooperar y por sobre todo reconocer su aporte y su lugar en este loco mundo en que vivimos.
Pretendo compartir este artículo con mis alumnos con la esperanza de sembrar en ellos la semilla del respeto por los otros, puede ser un comienzo…..
Gracias por tu artículo es muy bueno. También quiero dar las gracias a todas esas señoras de la limpieza, que durante los 41 años que llevo trabajando en la enseñanza, me he encontrado con ellas en los diferentes Centros Educativos. He tenido siempre para todas, lo mismos que para los conserjes, mi mayor respeto. Estos dos colectivos son personas muy importantes en los Centros y por supuesto que siempre las/los he tratado con el mayor de los respetos y los he inculcado esto en mis alumnos, diciéndoles que las señoras que limpia no son las criadas de nadie. Este respeto y agradecimiento lo he llevado a cabo dejando siempre la clase, en la que terminaba la jornada, totalmente ordenada, sin papeles en el suelo, borrando los encerados y subiendo las sillas. Mis alumnos no han necesitado la tan cacareada Educación para la Ciudadanía, el respeto, los valores y educación y formación en todos los campos, los he tenido siempre presente. Así pienso continuar este curso que acaba de comenzar, aunque me vaya a jubilar cuando finalice el mismo. No he tenido nunca eso del síndrome de “ estoy quemada”. Los problemas que he podido traer de fuera el 50% se quedaban en la puerta del colegio y el otro 50% en la puerta de mi aula. Siempre he entrado a clase libre de cargas y llena de ilusión, y si Dios quiere así pienso terminar mi vida laboral, con la misma ilusión que el primer día que me enfrenté a esos 36 alumnos con solo 19 años. Unas de mis mayores satisfacciones de esta vida es haber sido maestra y haberme encontrado en el camino tanta buenas gentes: alumnos, compañeros, padres, conserjes y por supuesto las señoras de la limpieza.
A todos muchas gracias por haberme hecho tan bonito mi trabajo.
Francisca Cruzado Ríos
En el día de la fecha, sábado 15 de septiembre, hemos tenido el honor y el gran placer de recibir en nuestra humilde ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos (Argentina), al Dr. Miguel Ángel Santos Guerra!!!!
Si tuviera que reproducir en mi mente una escena de su conferencia sería, sin duda alguna, la del teatro Odeón repleta de personas expectantes imbuidas en un halo de silencio y concentración, disfrutando de imágenes, cuentos, chistes y planteamientos educativos profundos preparados por nuestro querido amigo, el Dr. Miguel Ángel Santos Guerra para todos nosotros!!!
Hoy el Dr. nos hizo a todos más felices!!! ¿Quién se atreverá a negarlo? Compartir lo aprendido con los otros es propio de los sabios que aman a la humanidad y dedican su vida entera a pensar y hacer algo que valga la pena, que colabore en algo a mejorar y perfeccionar la condición humana en este mundo…
GRACIAS al Dr. Miguel Ángel Santos Guerra!!! Por brindarse con humildad y hacer posible la magia de la comprensión entre personas, la cual se concretó a través de miradas, gestos y palabras alentadoras.
Particularmente le envío desde aquí un saludo especial, mientras Ud. viaja seguramente rumbo “Norte”, “Norte del Corazón”!!!
También le dejo pegado aquí un beso, y no hace falta decir más nada… nos hechizó con su presencia… Vuelva Ud. pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Con mucho cariño: Mariana Chamorro, directora del área de planeamiento educativo de AS.E.E.R. (Asociación de Educadores de Entre Ríos)
P.D.: Y a nuestro presidente (de la Asociación), Fernando García, le decimos (y yo personalmente) GRACIAS por esta oportunidad!!!!
Felicidades por tu artículo, Miguel Ángel; ya que gracias a él, todos y todas hemos tenido la oportunidad de recapacitar y pensar sobre nuestras actitudes hacia aquellas personas (mayoritariamente mujeres) que diariamente cumplen una tarea esencial, pero poco reconocida.
Gracias por reconocerlas y dignificar su trabajo, porque realmente lo necesitan.
Ya hay que conocer la escuela, para fijarse en una
SEÑORA(con mayúsculas) de la limpieza. …Cuantas personas nos pasan desapercibidas cuando nos situamos en nuestros roles asignados (y en ocasiones asumidos cómodamente).
Me ilusiona saber que formadores de maestros piensan como M.Angel, ya que creo que así se podrán ilusionar con la escuela y con su trabajo.
En el colegio donde trabajo (Alcantarilla-Murcia), Flora, nos aporta opniones a cerca de los alumnos, en las que los «expertos» no hubiésemos caido.Nos conoce a todos de forma intuitiva y sencilla.
Cuantas escobas hacen falta en nuestras escuelas
Yo he sido directora de un centro público con más de mil alumnos, cinco edificios y mucho terreno verde. Había señoras de la limpieza y también señor de la limpieza, «hombre adulto casado con una mujer, dedicado a las tareas que surjan y preferiblemente con hijos». Me dirigía a ellas y a él con agradecimiento y con respeto. Les hablaba de usted, y a mí me tuteaban por ser más joven. Ahora no soy la directora, pero mantengo con los señores y señoras ordenanzas y con el resto de personal no docente del centro una magnífica relación, porque ellas y ellos saben de mi actitud ante su trabajo. Eso no significa que no fuera exigente y a veces intransigente.
En cuanto a lo que dice Eduardo sobre las aulas donde él imparte clase, el personal de limpieza con que se dota a un centro depende de organismos a los que la directiva tiene que exigir lo que considere necesario para que nuestras aulas sean dignas y estén limpias, las aulas y todo los demás; es la directiva del centro quien debe velar por las condiciones dignas de los trabajadores y las trabajadoras de ese centro, así como de todo su alumnado.
Sobre el comentario de Basilio, me parece absolutamente machista que se ponga a discutir sobre si señora o mujer, chica, muchacha, cuando podía haber cuestionado señora/señor, hombre/mujer.
Santos Guerra cuenta un caso, Basilio interpreta desde una postura muy conocida, que desde luego no es la que defendemos algunos hombres y algunas mujeres como yo.
Por favor, no nos salven.
Quisiera saber si alguien me puede ayudar, necesito la conferencia la caja de galletas, como la puedo obtener … gracias….
Alguien me podria ayudar necesito conseguir la conferencia del maestro Miguel Angel, » La caja de galletas» gracias….
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Hola Miguel Angel, mi nombre es Rosa y soy maestra, me encanta mi profesión y trabajo en un CRA( Colegio Rural Agrupado) en Galicia, he leído un artículo tuyo, titulado CARTA ABIERTA A UNA MAESTRA EN EL COMIENZO DEL NUEVO CURSO, y es la primera vez que leo algo tan bonito sobre nuestro trabajo, tantas veces desprestigiado, por diferentes situaciones, esta carta llegó a nuestro correo, por la Orientadora del CRA, Oliva, un encanto y una gran profesional, a todas nos encantó y sirvió de estímulo, para comenzar el nuevo curso. Nos encantaría contactar contigo y contarte como es nuestro trabajo. Un saludo y gracias por tus pensamientos.