En ocasiones, ejerzo de amo de casa, y entonces voy con toda una lista de la compra, memorizada, en la cabeza, y al ver las estanterías de Mercadona dibujarse como laberintos, me pongo nervioso y termino comprando justamente lo contrario. ¿Síndrome o trauma?
El fracaso escolar puede deberse a muchas razones; en las más comunes están los problemas de aprendizaje.
Se trata de una cuestión mal aprendida, supongo, lo del Mercadona, digo. Como otras cuestiones. Tengo dos hijas, y en sus habitaciones se hospedan displicentes decenas de muñecas. Jamás, y cuando digo jamás, digo jamás, he sido capaz de vestir a esas muñecas con la precisión que requiere el ejercicio. Mis dedos se vuelven gordos y torpes, las conexiones cerebrales se colapsas y una especie de ansiedad me inunda. No hay salida. Las Monsters High me resultan imposibles.
Durante años, un amigo estuvo confuso, y no sabía diferenciar el melón de la sandía. Tenía que pensar en melón con jamón para distinguir ambos conceptos.
Según algunos datos consultados, los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar.
Hay veces que existe una dificultad del sistema nervioso que afecta la captación, elaboración o comunicación de la información. Por ejemplo, cuando dudas de por dónde sale el sol, si es el oeste o el este, y entonces tienes que pensar en el lejano oeste, en Billy The kid, y en aquellos ruidosos tiroteos de Nuevo México, que veías en las películas de sobremesa junto a tu padre, en aquel pegajoso sillón de escai del apartamento de La Cala del Moral en el verano de 1983.
Atención: La posibilidad de actuación preventiva, sobre este tema del aprendizaje, se reduce a los primeros años de nuestros pequeños.
Mi querido y admirado profesor Fernando Velasco decía que sólo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia, y es, no aprender de la experiencia.
Qué importantes son los aprendizajes en edades tempranas. Enhorabuena por el artículo!!!