Miguel Ángel Manuel

24 May

En Málaga tenemos un político que no nos merecemos. Se llama Miguel Ángel Manuel Heredia. Es de la estirpe de políticos esos que gustan tanto en las tertulias del Canal 24 horas, los de la izquierda moderada. Ciertamente no me explico los motivos que pueda haber para que no se prodigue más en los teledebates amables donde cualquier socialista puede abstenerse a pierna suelta sin sentirse incomprendido ni menospreciado. Será que le ocupan más menesteres de los que consigue aplacar apuntando nombres y apellidos de los que asisten a sus actos, persiguiendo el interés general. De hecho, por el acopio de cargos orgánicos que ostenta y el alto rendimiento que revelan las escuchas que se le han practicado, no me atrevería a incluirlo exactamente en la casta de los fontaneros, a la que pertenece con orgullo Susana Díaz, más bien lo incluiría en el cuerpo oficial de limpiadores, por la facilidad que tiene para meterse en todos los fregados del PSOE. Se ha hecho famoso con un pañuelo en la cabeza y una garrafa de lejía en la mano, saludando a cámara, por fin, tras 21 años en el Congreso de los Diputados, superando aquel premio Limón que le otorgó la Asociación de Periodistas Parlamentarios en el 2001 por considerarlo el diputado desconocido del año. Pero ya no. Ese Miguel Ángel Manuel era otro. El nuevo ha saltado a las páginas de actualidad porque le han pillado jurando en polaco en la intimidad.

Los que poco lo quieren, critican al secretario general de los socialistas malagueños por considerarlo un pelotari chaquetero. Fruto de la envidia. Puede ser que haya contribuido a que primero José Antonio Griñán y después Susana Díaz se impusieran en procesos internos, ya fuera en congresos o primarias, y hasta habría que reconocer que su trabajo fue esencial a favor de la candidatura de Pedro Sánchez cuando fue elegido secretario general en julio de 2014, contra Madina. Está bien, también se le vio cogido de la mano de Madina en el derrocamiento del octubre rojo, impar y pasada, a Pedro Sánchez, vale, pero no estoy de acuerdo con los que lo señalan como siniestro personaje urdidor, decisivo en las sombras del partido. ¿Pero no le veis la fregona? Este no urde nada, como mucho, medra, y si ha sido decisivo en algo en su carrera política, claramente, en la derrota del otro día de Susana Díaz. Adiós al Partido Susanista Obrero Español.

También, sus enemigos afirman sin pruebas que Miguel Ángel Manuel Heredia gana congresos pero pierde elecciones. Eso es inquina. Una rotunda falsedad. Desde que fue elegido secretario general de los malagueños en julio de 2008, ha sufrido dos elecciones municipales, en 2011 y 2015; dos autonómicas, en 2012 y 2015; y tres generales, en 2011, 2015 y 2016. Una de siete las ganó. ¿Qué más se puede esperar de él? o, mejor dicho ¿qué más se le puede pedir? ¿No lo ven? ¿No lo siguen? Ha tocado techo y está agarrado a la lámpara, poniéndose a disposición de Pedro Sánchez, para lo que necesite.

Y sí. Yo abogo por Miguel Ángel Manuel. Habría que darle otra oportunidad, Pedro. Cuando se equivocó identificando a Rufián en el coche que no era, sirvió una mala venganza fría, pero soporta bien el ridículo, con entereza, está acostumbrado. Mira para otro lado, como si con él no fuera la cosa. Y tener a un encajador así, es bueno para el partido. Si lo graban inventándose lo de Toxo, llamando cariñosamente hijaputa a la señora Margarita Robles o considerando enemigos a Podemos y adversarios -qué caballero- a los amigos del PP, sostiene que forma parte de su privacidad…

Acepte la predisposición de Miguel Ángel Manuel Heredia, señor Sánchez -oh, qué torpe, ¿por qué le habré añadido continuamente Manuel a su nombre?-, ahora bien, no le pida que gane elecciones, porque para eso, no sirve. Ni que salga del aparato para rodearse de la militancia. Para eso, búsquese a otro. O espere sentado, otros cuantos años, a ver qué más hace falta que destroce para que algún día dimita.

Una respuesta a «Miguel Ángel Manuel»

  1. No tiene verguenza si la tuviera habria dimitido ya el y su amiguito Conejo.pero claro el sillon y la pasta que cobran no lo quiere soltar nadie. DIMISION YA!!!!

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