Vistatriste II

8 Feb

La operación Tormenta del Desierto entre Iglesias y Errejón produce muy malas vibraciones. Otra vez la guerra televisada. La válvula derviche de la olla de Podemos silba un mal presagio con recurrente alarma y a mí no se me ocurre mejor salida de emergencia que observarlo todo atónito, repantigado y bescansando. Me temo que la curiosidad me deje con seis vidas imprudentes por delante. No sé si sobrará algo, pasado el bombardeo púrpura de la asamblea ciudadana, pero este asunto transparente me ha llevado de bruces, a encontrarme con una de esas noches perdidas frente a la CNN verdeoscura de 1991.

Aunque aquello era la guerra de verdad y esto, una gran mentira. Aquella fue la primera vez que vimos cómo se bombardeaba una ciudad desde el sillón, con una lata de cerveza y una bolsa de patatas fritas, para vergüenza del género humano y ahora, en cambio, los jefes, jefazos y jefecillos ególatras de Podemos se tiran los snacks sanísimos y la birra artesana para avergonzar a sus pobres solemnes de los sillones que les hemos regalado. Dan ganas de quitarle el pitorreíllo exprés al pucherazo. Y de darle el pésame a alguien. Pero no sé a quién. A Alberto Garzón, supongo. Alguna vez me ha abrazado un desconocido impulsivo en la plaza Uncibay, pero no sé cómo se tomaría otro que lo saludase con un cartel ofreciéndome a darle el pésame gratis. Sería triste y vegano. Y el colmo: mira que llamarse Vistalegre…

Yo no sé qué les habrá pasado a unos, a los otros, o a los otros de los otros, porque da para elucubraciones de todo tipo, pero enredados en tal ausencia de intimidad, lo que sea, supera cualquier escenario obsceno conocido. Y la primera fila es tan larga, que no te pierdes detalle de tamaña cadena de errores, por calificarlo educadamente. Desafinan tanto, que en vez de pataleta del simple disgusto por haber pagado la entrada, te rasgan las uñas contra todas las pizarras de la ESO juntas. Pura dentera. Y no sabes cómo hacer el gesto apropiado, a tan pésimos actores, para que comprendan lo de la retirada a tiempo, cuanto antes y sin despedirse. Puestos a arreglarlo, que les quiten los móviles, o les borren todas las cuentas de sus redes sociales para aliviarnos. Que los lleven a un ring de boxeo sin público y que empaten muchas veces, a ver quién gana qué, y que entre ellos también puedan aliviarse.

El nombre es mentira. No pueden. Quizá tenga que ver con que la habitación 237 del hotel del Resplandor, en la que se citaron para intentar llegar a un acuerdo a tiempo, no fuese el lugar más idóneo. Tampoco ayudaría que Íñigo se plantase allí con un triciclo bajo el brazo. Ni que Pablo desenterrara el hacha de guerra del jardín. Seguramente por el jaque pastor. El de la dama y el álfil traidor en cuatro movimientos. Llegados a este punto de transparencia hasta las damas y exdamas se conocen en Podemos. De uno, de otro, o de primero uno y después el otro. Esto sí que es nueva política. ¿por qué se airea? La figura de la exnovia en Podemos tendrá que ver con la del macho alfa, término que ellos mismos han traído al ruedo político, muy feminista. ¿Y los alfiles? Alegre, Monedero, Bescansa, Nacho Álvarez, Echenique ¿quién le pone la cordura? ¡Ni Carlos Jiménez Villarejo! Esto no es un jaque pastor, esto es el mate del loco. Dos peones se han metido un gol en propia puerta y el video se les ha atascado en las repeticiones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.