Sic Transit o la muerte de Olivares
Javier de Juan
Colección: Los tebeos de Cordelia
Reino de Cordelia
Amor y muerte
Reino de Cordelia ha recuperado el tebeo icono del popular tebeo Madriz en la serie Los Tebeos de Cordelia de Javier de Juan, el popular Sic Transit o La muerte de Olivares, una joya del cómic que salió por primera vez en 1984, la edad de plata de la historieta española.
Esta nueva edición, es un homenaje lleno de riqueza visual, deslumbrante y con un poderoso ritmo, que queda enriquecido con el prólogo del propio autor y que además incluye los bocetos originales del diseño de la historia.
Basada en el mito de Orfeo y Eurídice, Javier nos indica ya desde sus palabras que en realidad el toreo es una excusa perfecta para desarrollar la historia. En realidad, no es una obra que hable sobre el toreo y su arte, sino el del Amor y la Muerte, con mayúsculas, como las dos cosas importantes y definitivas que marcan la vida de una persona y en general, las vidas de aquellos años 80 que se gestaban con un ‘presente recién estrenado’.
El matador Olivares ha sufrido una cogida hace un año atrás y ha sido cuidado en casa de un ganadero donde ha conocido a la hija de éste. Perdidamente enamorado se replantea casarse con Amparo, pero el padre se opone a dar la mano de la hija si no deja el toreo porque no la quiere pronto viuda. Olivares habla entonces con su apoderado y le dice que se retira, que se casa, que necesita cambiar de vida… llegando a su casa recién terminada la conversación, aparece la Muerte enamorada de él, para avisarle que en breve vendrá a recogerlo, pero que le avisa para que tenga una muerte gloriosa, magnífica como señal de su amor. Olivares reconsidera la situación y vuelve al ruedo una vez más.
El autor nos indica y advierte que durante eran dibujadas y escritas las páginas, muere Paquirri aquel 26 de septiembre de 1984, y aunque la obra no es un trasunto de aquel luctuoso suceso, le dedica a Paquirri y a todos los caídos por el toro, el libro.
La muerte y su personificación siempre ha estado presente en la literatura y en el arte, el propio autor no los recuerda a través de Valdés Leal, en el canto de los legionarios o donde él particularmente encontró la clave, en la obra de Pedro Antonio de Alarcón, El amigo de la Muerte. Del Amor como concepto literario con mayúsculas, ni hablamos, pues es uno de los motores de la vida.
El teatro donde se escenifica la obra es Madrid, un Madrid ambientado más al de finales del siglo XIX de Benito Pérez Galdós que al actual.
30 años después la obra, como todo lo clásico, vuelve a estar y seguir perfectamente vigente, porque como dice Javier de Juan ‘hay mucha eternidad en esta historia que dura tan poco tiempo’.