Traducción de Lale González-Cotta
Primas y madres
Otra deliciosa nouvelle de Edith Wharton editada por Impedimenta. Exquisita en la pluma, Edith vuelve a sumergirnos en la América del siglo XIX y las costumbres sociales de una nueva sociedad que se va conformando a la par que el país.
Charlotte Lovell está a punto de casarse con Joe Ralston, de familia acomodada. Con este matrimonio Charlotte conseguirá un estatus económico que ahora mismo no pasa por uno de sus mejores momentos. Sin embargo, pocos días antes de la boda, visita a su prima Delia, casada con otro Ralston y le confiesa un terrible secreto que cambiará para siempre las perspectivas que tenían para sus vidas.
Las protagonistas del relato serán desde el principio hasta el final, mujeres. Una positiva, Delia, que busca soluciones a los problemas con la seguridad que da saberse la ‘reina’ del clan Ralston y otra negativa, Charlotte, dadas sus circunstancias y su inconfesable secreto.
La boda queda deshecha y Charlotte se dedica en cuerpo y alma al cuidado de huérfanos, en especial una niña por la que siente predilección. Al enviudar su prima Delia, Charlotte y la huérfana, se van a vivir con Delia y sus hijos a la mansión que ésta posee.
No puedo desvelar más del libro porque desbarataría todo el encanto de la trama narrativa, pero si excepcional es el uso que Edith hace de ésta, más espectacular es la psicología de los personajes, la tensión que se palpa entre ellas, la competitividad, los sentimientos de culpabilidad, el rencor y los celos. Tengo que reconocer que ha habido escenas del libro que me han recordado la dureza y resistencia de aquellas mujeres de La Casa de Bernarda Alba de Lorca y su claustrofobia relación y es que la severidad de Charlotte enturbia la relación entre las primas y puede palparse en el ambiente creado por Wharton que va in crescendo en toda la novela hasta el desenlace, duro y lógico a la vez.
La autora envuelve el problema que sufren en la sociedad neoyorquina del east coast de donde ella misma procedía, donde la igualdad social entre hombres y mujeres no existía y donde el lema era ‘contención social’ y aquí es donde se encuentra el auténtico fondo de la novela, porque lo importante no es tanto lo que sucede en ella sino cómo sucede y cómo responden las protagonistas a los problemas. Una irónica y progresista mujer que cuestiona los cimientos de la sociedad moralista de la época.
La traductora de la obra, Lale González-Cotta, nos explicará con cuidado detalle todos los giros que no captamos de la novela, siendo sus acotaciones, esos detalles que complementan un libro y lo enriquecen hasta hacerlo singular y exquisito. Tanto es así, que el post-facio que escribe, habla de la versión cinematográfica de la novela, realizada en 1939 por Edmund Golding y con una inconmensurable Bette Davis en el papel de Charlotte, que no dudé en verla en versión original. Aunque el film es una adaptación de la obra, Bette Davis sabe plasmar el rigor, la inflexibilidad y a menudo la intransigencia de Charlotte. Leánse primero el libro, pues hay matices que sin duda no capta la cámara, pero si pueden no dejen de ver también la película.
Recomendada para los amantes de esta época americana, para los lectores de esta autora y sobre todo para los que nos dejamos aconsejar por editoriales que cuidan sus publicaciones al detalle como es este caso.