Recuerdo haber soñado varias veces con sirenas, en diferentes épocas de mi vida. La primera vez, hace ya bastantes años, fue a raíz de haber estado releyendo ese capítulo o Canto de la Odisea donde Homero refiere el deliberado encuentro de Odiseo ( o Ulises ) con las Sirenas, seres marinos mitológicos que, al parecer, es en la obra de Homero donde se les cita por vez primera. Estudiaba yo por entonces Filología Románica en Granada, y cuando perdía el sueño por algún motivo, cosa que no era rara en mí, acudía a la lectura como remedio mejor para el insomnio.
Luego, en alguna ocasión más soñé con seres que podemos asimilar a Sirenas, o a Ninfas, o a “mujeres-peces”, que en su gran mayoría tenía notable belleza y rara vez me resultaban repulsivas pero, cosa curiosa : aunque reconocía la hermosura de sus líneas, algo, un no sé qué extraño cuya causa siempre ignoraré sin duda, algo así me impedía sentirme atraído por esas criaturas. ¿Era su falta de “humanidad real”, incluso en sueños? ¿Era el eco, en mi subconsciente, del relato de Homero, donde estas criaturas “encantan” a los marinos y los seducen con sus voces para perderlos y matarlos e incluso devorarlos? No lo sé. Y creo que nunca lo sabré, como acabo de decir ahí arriba, por la sencilla razón de que no me apetece en absoluto indagar el tema.
Asocio, a los sueños de Sirenas, el de Leviatanes o monstruos marinos de carácter ya decididamente negativo. Y nada agradables. Pero esto es otra cuestión que ahora margino, no sin antes dejar bien claro que en esos sueños no he llegado a sentir nada más que curiosidad : tal vez porque los soñaba, a los dichos leviatanes, desde lugar seguro.
Creo que los sueños de sirenas y los de leviatanes están asociados, y no sólo por la propia naturaleza marina de ambos tipos de criaturas, – que criaturas son, ya por sí y en lo real, como los pájaros o las ballenas, o ya por obra de nuestro imaginario más o menos creativo o inconsciente -, sino más bien es el hecho de que los asociemos a mundos “non gratos” para el ser humano a ambos, las sirenas y los “alter ego” de Leviatán. El significado de estos sueños es rico y varía de persona a persona : como ocurre en este campo de los onírico, cada sueño es “uno y único” para cada soñador. A este respecto no está de más leer lo que escribe Carlos Castaneda en su obra “El Arte de Ensoñar” (Seix -Barral, 1993), en la página 47. De este aspecto del tema de los sueños y sus diferentes grados de realidad me ocuparé en próximo (y confío que pronto también en el tiempo, que he debido estar ausente de este foro por razones de salud) post o texto como el de ahora. Y termino por hoy : la “sirena” que les muestro en el inicio del texto, no es ni maligna ni esotérica ni en absoluto criatura de leyenda. Más bien su belleza la insertaría en lo que atañe a la Literatura. Gracias, lectores, y salud y buenos sueños a todos.
Traslado aquí un fragmento de la página antes citada del libro de C. Castaneda, “El Arte de Ensoñar” :
“Ensoñar no se puede explicar relacionándolo a cosas que uno sabe o cree saber (…) Todo lo que te puedo decir es que la ciudad que visitaste no estaba en este mundo.”
Se debe aclarar que, para entender esto cabalmente, hay que tener en cuenta que quien habla es Juan Matus, (el “maestro en brujería” de Carlitos), a su discípulo, Carlos Castaneda. Y que le está enseñando las técnicas para saber enfocar y dirigir los sueños, cosa ésta que difiera bastante del soñar común y corriente que solemos tener.
Sólo en alguna ocasión alcanzamos a tener o experimentar sueños del tipo de los que se describen en el libro de Castaneda, y cuando esto ocurre, pronto caemos en la cuenta de la especificidad del sueño nuestro.
Relato ahora otro sueño que me contó, tiempo atrás, una persona en todo digna de crédito :
“Estoy en el borde de un acantilado, y aunque en la vida real suelo padecer de vértigo, no siento temor alguno a caer. Miro al fondo y veo en las aguas, de un color turquesa muy claro, que hay tres grandes peces nadando. Reparo en que sus colas son muy grandes y sus cuerpos también, con lo que me parecen ballenas. Pero no se mueven como las ballenas, así que me digo ¿serán así los Leviatanes de que hablan los libros esotéricos? Y me despierto.”
Ignoro el sentido que este sueño pueda tener. Esa persona me lo contó sin más. Sólo recuerdo que su relato me trajo a la memoria un sueño similar, esta vez sí tenido por mí, y donde de manera muy directa soñé con tres grandes peces semejantes a Leviatanes a los que sin embargo no temí en absoluto.
Bienvenido de nuevo! Me alegro que estés de vuelta y todo esté bien.
Anoche precisamente tuve un sueño plagado de monstruos que venían del mar. Salían de él y buscaban algo o a alguien en la ciudad mientras lo destruían todo. Yo huía con mi hermana y nos escondíamos en casas que podíamos entrar y no había nadie. Nuestra intención era huir lo más lejos posible, hacia el interior, pero era complicado escapar de ellos.
¿Todos los sueños en los que aparece un monstruo son de carácter negativo? ¿Sean marinos o marinos y terrestres?
El monstruo de mi sueño era muy parecido al de la película Godzila. Además, no atacaba en todo momento, sino que rastreaba y buscaba algo o alguien. En el sueño me vi huyendo de él y sus “secuaces” en más de una ocasión.
Mi sensación ha sido mal, de agobio, pero a pesar de esto me he despertado en lo peor del sueño y al volver a dormir he vuelto al mismo sueño. Supongo que mi interés por volver radica en la curiosidad por saber cómo salir de la situación, sobre todo por la gente que me rodeaba, en proteger a mi hermana.
Muy interesante sueño, y muchas cosas que comentar en torno a lo que has soñado y sus símbolos y posibles “resonancias”.
Como suelo hacer en estos casos, te ruego que me des unos días para que pueda yo consultar los libros y otras cosas (diccionarios de símbolos, oníricos, bibliografía de Jung y otros, y apuntes propios), y podré decirte, en este mismo foro, qué pude significar tu sueño.
En principio, la idea de proteger a tu hermana es clave, y que vuelvas a mismo sueño es algo normal. El influjo de la “mitología cinematográfica” en torno a los monstruos marinos y terrestres, así como el acerbo común de nuestra cultura, es también algo notable.
El sentido del sueño en general NO ES negativo, como te razonaré en unos días.
Gracias por tu aportación, Doraura.