El Papa Francisco nos está poniendo las pilas a todos. Cristianos y no Cristianos. Creyentes y no creyentes. A todos por igual. Está pasando de puntillas por lo tradicional y dejando los sermones para los menos espabilados.
Un altavoz como el suyo no lo hay igual en toda la tierra. Es la persona con mayor relevancia mundial junto con algunos pocos elegidos que se le acercan de lejos. Y está consiguiendo que muchos recuperen la Fe. Fe que es complejidad y trabajo. Fe que es el valor supremo de lo intangible y que es, sin duda, el motorcillo de arranque que consigue que las personas funcionen.
Gracias a este buen señor –que será Santo- estamos removiéndonos de nuestras cenizas. Cenizas con vida pero inertes por estar inmersos en un sistema que según las palabras de Francisco se ha pasado de rosca de tal manera que ha hecho Dios al dinero.
Este planteamiento de vida, como suele suceder con la mayoría de trazados reales de la iglesia, es válido para cualquiera crea o no en este ente mundial. Por lo general, son muchas las personas que utilizan los traspiés –accidentales o no- de la iglesia para atacarla. En la mayoría de los casos, este bloqueo a lo que huela a clero suele no tener mucho sentido pero, en otros casos, se hace llevando más razón que un Santo.
En el ámbito local, la Diócesis de Málaga experimentó movimientos sustanciales desde la llegada del nuevo Obispo, Don Jesús Catalá, quien está consiguiendo que se note lío en su palacio. Evidentemente son muchas las personas dentro de la iglesia y variados los estilos, formas y corrientes de opinión. Ese hecho no hace sino evidenciar que se trata de una casa normal. Con feos y guapos. Con listos y otros menos avispados. Y nos estamos dando cuenta. Estamos viendo cómo hay quien se rasga la camisa porque la iglesia se va gastar cuatro millones en arreglar el Seminario. También está quien ha hecho cuentas y sabe que ese gasto en proporción no es caro y estás arreglando un sitio al que darle mucha más vida de la que tiene. Igualmente hay quien arma el lío porque dice que el Obispado va a construir pisos en el antiguo Hospital de Santo Tomás y pide que hablen las espadas. También hay quien no se lo cree y sabe que la iglesia ha conseguido la titularidad de uno de los lugares más hermosos y desconocidos de Málaga.
Tenemos de todo. Pero hay algo que puede que nos siga faltando y son las ganas de armar el lío y hacerlo en el sentido correcto.
Durante la última Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco desde la catedral de Río de Janeiro dijo: «Quiero que se salga a la calle a armar lío, quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que es mundanidad, comodidad, clericalismo. De lo que es estar encerrados en nosotros mismos ya que si no se sale se convierten en una ONG y la Iglesia no puede ser una ONG. Que me perdonen los obispos y los curas si algunos de los jóvenes les pueden armar líos, pero ese es mi consejo”. ¡Con dos…! –Perdón-.
Ante estas palabras alentadoras y motivadoras, son muchas las personas que hemos visto el cielo abierto. Hemos encontrado luz entre lo apolillado y un gran motivo para sentirse orgulloso –que de vez en cuando gusta- de quién nos representa. ¿Has visto lo que ha dicho nuestro Papá? ¿Qué tío eh?
Tras este llamamiento del Papa, han sido muchos los que se han puesto las pilas y van a empezar –o seguir más fuerte- con el lío. En el caso de los jóvenes de la diócesis de Málaga, este sábado 19 tienen preparada una vigilia con la que armar lío desde las calles.
El acto comenzará a las ocho de la tarde en el patio de los naranjos con un concierto y seguirá con el traslado de una enorme cruz de madera por el centro llegando hasta la iglesia de la Amargura.
¿Y mover una cruz es armar lío? Pues sí. Y lo es porque se trata de un principio de algo nuevo. Porque hay quien marca un camino recto, severo y honesto día a día desde Roma para todo el mundo.
Y van a armar el lío. Y vamos a armar el lío. Y se moverá un pedazo de madera en forma de cruz que representa muchas cosas para aquellos que no tienen reparos en decir que defienden lo justo. Y tenemos quien apoya que lo hagamos.
Que lo dice él. Que no somos una ONG. Que se ayuda dando pan pero también se ayuda denunciando. Que hubo quien vino a la tierra y murió destrozado dejando el testimonio de lo podrido que puede llegar a estar esto. Tiemblen.
Porque armar el lío es denunciar lo repugnante de nuestra ciudad. Porque armar el lío es gritar lo malo que haya dentro y fuera de la iglesia. Porque se puede armar el lío por internet. Porque puede armar el lío Rafa Pérez Pallarés denunciando públicamente injusticias locales. O puede armar el lío Paco Aranda hablando de aquello que no entiende. Que se puede armar el lío dando un golpe en la mesa por el contrato público a dedo. Porque se arma el lío si se corrompe hasta el apuntador. Porque también es iglesia el que se indigna si te echa de tu casa un banco. Porque es iglesia la que dice que ha visto a una familia en la calle y una iglesia que cierra puertas. Y también lo es quien dice que hay congregaciones que viven y mueren ayudando a los demás.
Aquí se va a armar lío. Los Jesuitas. Las Carmelitas. Las Adoratrices. El Opus, los Agustinos y el que quiera. Las puertas están abiertas para unirse a la lucha.
A ver si esto va a ser solamente procesiones y decir cómo te debes casar. Si eso piensas, estás muy equivocado. Y si pides “que vendan el oro para dar de comer al pobre”. Llevas razón, pero mírate en el espejo primero. Vamos todos. Que lo ha dicho el Papa.
Viva Málaga.