Cristina Tárrega Picasso

24 Oct

LVMM
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Cristina Tárrega hizo de pilingui en una película de Santiago Segura y lo hizo bastante bien. Dato curioso. Prosigamos. Hola.

Se acercan en estos días dos aniversarios de calado para Málaga y Andalucía.  Y no, no me refiero a nada relativo a Se llama Copla ni la fundación de una Cofradía.

Hace veinticinco años, un grupo formado por mandatarios locales decidió crear la Fundación Casa Natal de Picasso con el fin de promover, potenciar y homenajear –esto último lo que menos- la figura del insigne pintor franc….malagueño. Perdón.

De esta idea primitiva, que tenía como sede únicamente la primera planta de un edificio situado en la Plaza de la Merced, se fue creando un huevo cultural que eclosionó con una gran amalgama de historia sobre Pablo Picasso en un edificio íntegramente convertido en museo y que es visitado por miles de personas cada año -230 personas según la Delegación del Gobierno-. Ahí se echó a andar la maquinaria. Ahí se prendió la mecha. Ahí empezó la Picassomanía en la ciudad.

Pero bueno ¿No va la señora Tárrega y cuenta en público que a su hijo le dice que Andalucía no está tan bonita cómo Valencia? La verdad es que pensándolo bien entre la Ruta del Bacalao y La Ruta del Toro, la primera es más mejón. –Que no mojón. ¿O sí?- En fin, que le debió sentar mal el kilo de fartons mojados en chufa y se le ha hecho socarrat el cerebro. Prosigamos.

Desde que comenzó a funcionar la Casa Natal, en Málaga ha emergido una necesidad muy aguda de decir que Picasso era de aquí. Y me parece bien. Es evidente que por estas calles estuvo poco tiempo pero sí que es cierto que la paloma que pintó era de la plaza de la Merced. Si os fijáis bien, tiene una anilla en la pata que pone ¨ Yo tiraba der copo en hueli”. Igualmente son pruebas claves que nos llevan a pensar que Pablo tenía bien enraizada su vena malaguita, el hecho de que en muchas de las fotos donde aparece, lo haga sin camiseta y en pantalón corto. Blanco y botella.

De manera paralela y mucho antes de la creación de la Fundación, allá por los años cincuenta del pasado siglo, el admirable Juan Temboury contacta con Picasso con el propósito de comenzar un proyecto para levantar en Málaga un museo sobre el pintor. Este proyecto se trunca, fallece el artista y son varios los intentos fallidos que se suceden hasta llegar a nuestro tiempo.

Es en el año 1996 en el que la Junta de Andalucía toma las riendas y proyecta el que es, a día de hoy, uno de los cinco museos mejor valorados de España y que fue inaugurado en el año 2003 por Su Majestad el Rey Juan Carlos sin tropezarse ni nada.

Este proyecto hizo a Málaga una ciudad mejor. Regeneró una zona podrida, revitalizó el turismo y convirtió nuestras calles en lugares más agradables para el turista y ya de paso para los que vivimos aquí.

Ante este panorama, aquí vende Picasso hasta el apuntador. Y con razón.

Pero bueno ¿No va la señora Tárrega y cuenta en público que en Valencia hay mucho más que disfrutar que en Andalucía? La verdad es que pensándolo bien entre la música de un petardo y la de Carlos Cano, la primera es más mejón. –Que no mojón. ¿O sí?- En fin, que le debió sentar mal llevar dos ensaimadas en las orejas para sus fiestas provinciales y se le ha hecho socarrat el cerebro. Prosigamos.

Y así llegamos al día de hoy, donde la ciudad se prepara para celebrar que cuenta con un gran dispositivo turístico –la casa natal- y cultural –el museo Picasso-  que debe ser orgullo de toda Andalucía.

En los últimos datos ofrecidos por el museo Picasso Málaga, se observa cómo el visitante medio tiene una edad de entre treinta a cincuenta años, tiene formación universitaria, hijos, empleo y ostenta un cargo técnico de mando intermedio. Evidentemente, tal y como están las cosas, uno lee esa descripción y del tirón piensa: “Este no es de por aquí”. Efectiviwonder. El 65% de los visitantes del museo son extranjeros y el resto producto nacional. Dentro de este último grupo, los malagueños son los primeros en visitar el museo –faltaría más-, seguidos de madrileños y sevillanos. De los valencianos no dice nada. Normal. –Estarán liados con las fallas o algo-.

Al observar los datos sobre el público local que visita el Picasso, llama la atención que el perfil más destacado sea el de los desempleados, los más jóvenes y los jubilados. En fin, en fin….

Sería interesante conocer cuánto de ese 34% de visitantes malacitanos ha pagado su entrada para visitar el museo pues, como sabrán, el último domingo de cada mes la visita al museo es de valvulina. Gratis.

Este dato, sumado a la estampa de cola eterna que llega a Gálvez cada vez que entras al museo sin pagar, nos hace ver que, aún siendo un éxito de gestión, la parte de trabajo y relación con la ciudad está más que descuidada. Un museo, según está establecido, debe ser algo más que un habitáculo que guarde arte. Debe ser una referencia para la ciudad. Un colegio que nos eduque y nos haga valorar la cultura. Y en este caso, a Picasso.

Pero bueno ¿No va la señora Tárrega y cuenta en público que su hijo desde pequeño prefiere Valencia a ningún otro lugar? La verdad es que pensándolo bien, entre Tony Cantó y Felipe González, el primero es más mejón. –Que no mojón. ¿O sí?- En fin, que le debió sentar mal esa costumbre que tienen de no acabar las palabras –garrafó, valència, martí– y  se le ha hecho socarrat el cerebro. Prosigamos.

Y ese debe ser el objetivo de las instituciones picassianas para el futuro: Educarnos. Concienciarnos. Acercarnos al vasto contenido que conlleva Picasso y hacernos valorarlo hasta el punto de pagar los seis euros que cuesta visitar el museo. De lo contrario no tendremos tal cosa. Poseeremos un artefacto que nos arrima gente para poder venderles cosas mientras van y vienen. Pero seguiremos siendo pobres. Al menos en el plano cultural. Y no queremos eso. Ni queremos ni podemos permitírnoslo. Porque el futuro de Andalucía debe pasar por generaciones cultas. Evitando el analfabetismo. Alejándonos de quienes valoran sus tierras por lo bonitos que están sus campos y los verdes mares. Huyendo del populismo del “Y yo más y tú menos”. Con la necesidad plena de ser conscientes del potencial real de lugar en el que vivimos y del que Pablo Picasso, al menos durante un rato, tuvo la suerte de disfrutar.

Vamos por esa senda. A pasitos corto pero derechos.

No nos vaya a salir un hijo como Cristina Tárrega… Que es un ninot indultat.

Una paguita para esta mujer, por favor.

Viva Málaga.

2 respuestas a «Cristina Tárrega Picasso»

  1. Sólo un dato, la entrada es gratuita desde hace unos meses todos los domingos a partir de las seis de la tarde, y no sólo el último domingo de cada mes.
    Saludos.

  2. Gonzalo, podrías hacer una entrada sobre la cultura andaluza en Málaga. hay una asociación que está vendiendo mucha mierda al respecto, RAYYA, que niega que exista Andalucía y Málaga dentro de ella. son unos vendehúmos…una perchelera, malagueña, andaluza y universal.

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