Master Day

19 Sep

Capillitas
Capillitas

Estaba la feria de Málaga del año 2013 dando sus últimas arcadas en el centro, cuando el grupo de personas que trabaja por el bien de la ciudad –jeje- anunciaba que había encargado un estudio sobre la viabilidad económica de tan excelso acontecimiento.

El objetivo fundamental de dicho examen era conocer con exactitud la rentabilidad de la feria, si genera dineritos suficientes y poco más. Vamos, lo que viene siendo una soberana inutilidad que solamente conviene al individuo al que le hayan encargado el estudio y a la institución que quiera justificar algo que, a simple vista, parece una gran caca.

Suponiendo que no se trata de ningún dato cocinado al gusto del cliente que paga el papelito, la memoria indica que la feria de Málaga es la panacea económica. La feria es el día de reyes para un chiquillo de siete años. La feria es un huevo de dos yemas. La feria es el Jeque.

Tras hacerse público estos datos, se llevó a cabo una pequeña campañita de incomprensible factura donde se usaba la comparación para darle caché a los resultados de la prueba. Y el titular fue común. Todo el mundo al unísono repitió lo mismo: “El impacto económico de la feria supera al de la Semana Santa”.

Claro, uno al leer “impacto” y “feria” visiona directamente un botellazo en la cabeza durante una pelea en calle Madre de Dios.. Pero no. Se refiere a que en la ciudad deja más dinero las chanclas que los zapatos. Curioso. Curioso por no decir mentira.

Mentira porque resulta imposible que se gane más con el bar lleno vendiendo jamón que tortilla de patatas. Mentira porque de nunca ha sido igual de rentable salir a cenar que hacerlo en la habitación del hotel. Falso puesto que es nuestra feria una fiesta de carrito de la compra.

Ojo, atención, puede que el estudio incluyese el aumento de ventas de vino de los chinos, los supermercados y las grandes superficies. En ese caso a lo mejor se acercaría. Pero ni con esas se cree nadie que dicha fiesta genere más dinero. Y lo que es peor, un dinero que se reparte entre pocas manos.

No olvidemos el carácter mercantilista de la feria, el monopolio de discotecas y empresarios nocturnos y lo deficitario de las casetas que se montan en el centro y el real. Casetas que son, en la mayoría de los casos, reclamos publicitarios o proyectos con poca visión empresarial.

A la vista está, pues, que pueden bailar la conga con los datos pero eso no se lo cree ni el que pensó que vería en un año el Astoria rehabilitado.

Prosesione.

Al hilo de estos datos y aprovechando la cercanía de unas jornadas especiales para los cofrades malacitanos, el gran público que detesta la Semana Santa ha encontrado una oportunidad perfecta para sacar sus garras y jugar con las comparaciones.

Por alguna razón que desconozco, hay personas que disfrutan viendo en la plaza de la Constitución a una señora en chanclas, pantalones piratas y flor de plástico mal puesta contoneando su sudor mientras grita “Yo soy tu gatita, así que explota como dinamita”. Mátame camión.

A este tren de críticas sin medida se han apuntado una variedad inmensa de personalidades. Los hay directores de diarios, políticos y ahora se extiende como la espuma entre las figuras sociales más populares a través de las redes sociales.

“¡Otra vez procesiones! ¿Por qué no hacemos una liga profesional de las mejores Cofradías y que salgan todos los fines de semana?”.

Vaya un humor bueno. Vaya risas. Y jaja. Y jaja. Fue leerlo y darme pinchazos el costado de tanta carcajada. Qué fino. Humor inteligente diría yo. Tipo Gila pero por encimita.

La cuestión es que dentro de unos pocos días, nuestra ciudad celebrará el “Mater Dei”-Madre de Dios en Latín-. Se trata de dos jornadas donde tendrán lugar diversos actos que culminarán con la salida de varias imágenes marianas en sus tronos procesionales.

Para el seno de la familia cristiana se trata de una protestación de fe pública siguiendo la estela de la dogmática católica que eleva la figura de la Virgen María como madre de Dios reencarnado en Cristo.

Esta solemnidad se celebra como acto principal dentro del Año de la fe. Año en el que se conmemora el cincuenta aniversario del Concilio Vaticano II y que Benedicto XVI propuso como fecha de una nueva evangelización. Sencillísimo todo.

De manera paralela al Mater Dei, para una gran mayoría de ciudadanos se va a celebrar el Master Day. El Master Day consiste en una mini Semana Santa con muchos tronos en la calle. Procesiones. Tronos. Palios. Vírgenes. Bandas. Palmas y chascarrillos. Respetable igualmente. Y rentable. Mucho. Más que la feria.

Y este Master Day sale del mismo sitio que el Mater Dei. Y ahí está nuestra responsabilidad como ciudad para conseguir que sea algo que no roce los extremos. Que no sea una celebración donde la religiosidad popular se entienda como un camino árido y duro. Y que tampoco sea la pandereta de una Andalucía que durante un año vive procesiones cada fin de semana.

Que sea oportunidad para regenerar la ciudad dando una imagen de solvencia a la hora de organizar un gran evento. Que sea la hora para los cofrades y fans que no pueden disfrutar en Semana Santa. Que sea oportunidad de relevo en los varales. Para que se vayan de manera menos dramática aquellos que deben ceder el puesto a otros hombres y mujeres. Mujeres, por cierto, que lo tienen bien fácil para embarcarse en los varales de las grandes naves de manera silenciosa en esta fecha y que no lo han hecho salvo en casos puntuales. Sigue sin quedar claro pues, si hay muchas mujeres con ganas de sacar tronos o pocas que hacen mucho ruido. Sea como fuere, queda camino por andar y seremos más los que no cerremos puertas.

Y mientras llega la gran fecha seguiremos escuchando las quejas por algo que es de todo menos malo. Curioso que moleste la Virgen de la Trinidad por calle Larios y no lo haga una pasarela de broma para que las concejalas se sientan en Cibeles aunque al lado tengan a una señora con las medias clavás por mitad de los tobillos. Así son las cosas por aquí.

No sé por qué no quitan las farolas de la ciudad si con tanto iluminado no tendríamos problema de luz.

Master Day, ruega por nosotros.

Viva Málaga.

6 respuestas a «Master Day»

  1. Este chico se cree que está por encima del bien y del mal, no sé a cuento de qué. Ya sabemos que no te gusta la feria (y la revientas) pero no concibes que haya gente que no le guste la SS y también puedan reventarla? Pedazos de maderas bañadas en oro llevados a hombros de gente en su mayoría parada… muy coherente todo. Yo soy fan del señor de los Anillos y entiendo que no todos los fines de semana se podría hacer una protestación pública, porque del señor del espacio si? de verdad hay alguien que crea en Dios? de verdad lo hay? los cristianos se dan golpes de pecho pero luego… se van de pilinguis, se meten polvitos mágicos, beben bebidas espirituosas hasta que su mente es nublada, muchos de ellos tienen empresas y no tratan bien a sus trabajadores, eso es de buen cristiano? en fin ojalá me encontrara por la calle algún día al chico este, ojalá “Dios quiera”

  2. Si no te gusta lo que este chaval dice no lo leas, si te flipa el Señor de los Anillos pues lo ves todo los días como yo a diario veo videos de la campana en la páina de youtube y si amas tu feria pues me alegra porque para un amplio sector es una suculenta marranada.

  3. Ni Gonzalo León ha estado acertado criticando todo lo que se hace en la ciudad: feria, pasarela Larios… ni el tal Fernando con sus comentarios anticlericales.

    1º Los datos de la feria son obvios, genera más dinero que la Semana Santa puesto que se celebra prácticamente durante todo el día y consiste precisamente en beber y comer, la Semana Santa que yo sepa es otra cosa, un espectáculo que ver sin tener porque gastar un céntimo y aunque algunos la conviertan en un botellón más (cosa que también hacen con la feria) no es esa su esencia. Pueden llenarse los bares sí, pero no como se llenan en feria mañana, tarde y noche.

    2º Los cofrades nos volvemos cansinos y eso es indiscutible. Es normal que la gente nos acabe criticando con tanto Santo en la calle, un poquito de mesura no nos vendría mal, que hasta el Obispado nos pone ya reparos a nuestros inventos.

    3º Fernando no merece comentario alguno.

  4. Señores, “laissez faire, laissez passer”. Disfruten de lo que gusten, y dejen a los demás en paz y que disfrtuten de lo que les plazca. Vea el señor de los anillos todos lo fines de semana en su casa o el cineclub de la esquina, dejen que los católicos disfruten del ‘mater dei’, y dejen a los aferiados que vistan chanclas y bailen lo que quieran. Simplemente, como en los sesenta, “PROHIBIDO PROHIBIR”. A vivir, que esto no dura para siempre

  5. La Semana Santa es un evento EXCLUYENTE por definición.La Feria es un evento público, para todos, donde cada uno tiene su espacio. Convendría respertarnos a todos, porque hay demasiado palo hacia la Feria, cuando tragamos con una Semana Santa que corta Alameda Principal, calles y se hace con todo el Centro. Me parece muy bien, también es Málaga, pero convendría tener un mayor respeto hacia la Feria, no hacia los violentos y guarros que pululan por ella, sino hacia el conjunto de feriantes que se lo pasan muy bien, siguiendo las tradiciones o incorporando nuevas prácticas, totalmente legítimas por otra parte. El problema lo tiene este rancio, capillita y amigo del maltrato animal.

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