Ser Alcalde a cualquier precio

29 May
Juan Cassá

Estaba yo aún intentado dilucidar quién ha ganado las elecciones municipales, que es un asunto, más allá de las cifras, obtuso y poliédrico según las opiniones que se escuchen o se lean, cuando vi a un individuo revolver en un contenedor de basura.  Por fin, encontró el pobre hombre, entre aquel maremágnum de cáscaras, mondas y miserias vecinales, un bote intacto de palmitos, que se quedó observando con expresión hamletiana a la altura de la fecha de caducidad. La cuestión no era comprobar si estaba aquella conserva caducada o no ¿-cómo no iba a estar caducado aquel producto, hallándose entre los detritus?- sino dilucidar la antigüedad de la caducidad misma.

No es nada fácil decidir entre la basura, qué es más basura y qué es menos, como no es sencillo escoger ya en unas elecciones la papeleta menos manchada por el lamparón del desprestigio más o menos fundado o infundado.

Pero mi pregunta interior no era esa cuando vi a aquel hombre calibrar el valor de su hallado bote de palmitos, sino que más bien apuntaba al color de su voto ¿qué habría votado aquel indigente en el caso de que su afanoso afán de supervivencia le dejase un hueco de serena conciencia cívica en su menesterosa agenda para acudir de limpio a las urnas?

No hay duda de que aquel despojado de todo, entre despojos, de, entre todas las ofertas democráticas, hubiese optado por la alternativa sugerente de “Podemos”, sobre todo, si el partido se llamase “Podemos comer” ¿Quién vota si no es con el estómago cuando el hambre arrecia sin tregua alguna desde el desayuno hasta la cena?

Más hambrientos que informados, los militantes del desarraigo, fueron el domingo pasado a los colegios electorales, como va el devoto a misa, en busca de Iglesias; del Mesías que promete multiplicar los panes y los peces, pero no encontraron sobre las mesas las papeletas con la foto del profeta y se sintieron defraudados. A fin de cuentas, resultaba que habían confundido las elecciones municipales con las generales y que a estas municipales no se presentaba Podemos con la marca reconocible de su mediático líder, sino una marca blanca, de espíritu afín, con el nombre de “Málaga Ahora”, que no les sonaba de nada. Pero la desinformación y el despiste no sólo ha cundido entre esta pobre gente, sólo ocupada en sobrellevar su día a día, sino también entre casi toda una sociedad que ha desechado de sus hábitos la lectura diaria de periódicos impresos y meticulosos a favor del rápido y superficial ojeo a los superficiales titulares de la web.

El voto, como observa el neurólogo argentino, Facundo Manes, es hoy más que nunca, irracional, emotivo;  se vota en nombre de una vaga ideología, de la carga emocional de ciertas consignas. Se vota, en fin, a ciegas sin saber lo que se vota. Prueba de ello es que, en estas municipales, se ha votado contra Rajoy como, en las anteriores, se votó contra Zapatero y que muchos de los votantes no conocían a los candidatos concretos, a las personas por las que estaban optando con su voto para regir la ciudad ni el proyecto que éstas tenían para con ella; con nosotros. Bien está que a algunas les haya movido el ánimo de cambio, el problema es que no se supiese, a ciencia cierta, en que consistía dicho cambio ni quién ni cómo iba a operarlo ni mucho menos se calculase dónde iba a ir a parar ese voto después de pasar por el enrevesado filtro de la política de pactos, que es capaz de arrastrar al resultado más delirante e imprevisto. Como comentaba Javier Marías, el domingo pasado, en las elecciones, más aún, en las municipales, votamos a tientas.

El resultado de todo esto es que en Málaga, como ha escrito Juande Mellado, seamos ahora rehenes de las ambiciones personales y desmedidas de Juan Cassá, candidato de Ciudadanos y político desde antesdeayer que con sólo tres concejales y 23.708 votos a su favor, quiere ser el alcalde de Málaga a toda costa. A este fin ha ofrecido doblemente el pacto a PP y PSOE con la condición de que le concedan el sillón de primer edil. Bien sea con el apoyo de Francisco de la Torre o, si no lo hubiere, poniéndose a la cabeza de un cuatripartito compuesto por Ciudadanos, PSOE, Málaga Ahora e IU; lo que se llama una auténtica pipirrana. Pero habiendo ambiciones y opción al tejemaneje, ¿para qué quiere uno ideologías y coherencia?

Por obra de las mañas más siniestras que no por la voluntad y el voto de los malagueños, podríamos tener como alcalde a Juan Cassá.

En Málaga hay 443.263 habitantes censados y sólo 23.708 lo han votado (algunos sin conocerlo) ¿de verdad que éste es el alcalde que queremos todos los malagueños?

10 respuestas a «Ser Alcalde a cualquier precio»

  1. Desde hace mucho tengo oido eso de que atrevida es la ignorancia,y muy indulgentemente considero a esta persona (omito lo de señor)muy ignorante,no se el tiempo que lleva en nuestra ciudad,pero como se atreve alguien que no es ni andaluz,a pretender con 237o8 votos,en mi opinion muchos sin saber a quien votaba,pensar en gobernarnos localmente
    lo mismo que para obtener la ciudadania española hay que pasar un pequeño examen de historia de España,a este candidato,al que personalmente considero un oportunista habria que preguntarle datos de nuestros barrios,nuestras cofradias,nuestras fiestas ysi lo pasaba cosa que dudo oirlo decir sus planes,aparte de obtener un buen salario que ya lo tiene.Lástima que tenga sangre malagueña el jefe que le orientó hacia su tierra de origen.

  2. Yo lo veo claro. A Albert Rivera le faltaba gente para llenar las listas municipales y, al bulto y deprisa, fue metiendo a todo quisque. Otra cosa fue la ignorancia de quien votó a este hombre sin saber quién era. Y ahora se ha liado de verdad, pues va a ser él quien decida cuál sera la constitución del Ayuntamiento ¿quién arregla este desaguisado?

  3. Éste también viene dando… Desde el aciago tripartito catalán (aciago para el pueblo) en España se ha puesto de moda el “tito”, como antes fue el “ismo” y ninguno trae solución alguna; el último por su historic – ismo y el “tito” viene a ser el tío de Graná, que ni tío ni na. Pero seamos serios, ¿esperaba alguien otra cosa? Cuando se vota a tontas y a locas, item más, con conocimiento de causa – a ver quién supera esto – lo razonable es que de esa conjunción resulte algo inesperado, una especie de alien ultraterreno…mas – y aquí tocamos techo – creado por nosotros mismos, lo que debería llenarnos de orgullo y no lamentarnos a buenas horas. Ni repetir el cansino y derrotista “tenemos los que nos merecemos…” una manera tradicional de flagelarnos, que para sí quisieran los acólitos de Sade. A lo hecho, pecho. Así se forjó la vieja Castilla y por ende, España.
    El que se estará regodeando con todo este “embolao” será Paco de la Torre, diciéndose con cachaza “de la calle vendrá…”. Y buen número de ciudadanos se aplicará igualmente en el refranero, que a éste no hay quien lo desbanque, y dirá a Juan Cassá: “el que sube como un trueno, suele bajar como un rayo…” Sea.

  4. A dado usted en el clavo con su último comentario, Sra. Lola Clavero.

    Cuando se tiene trayectoria y se hace el esperpento, se amortigua la hazaña. Pero cuando la trayectoria empieza así, a ver cómo levanta el Sr. Cassá tal caché adquirido a puro mérito. Sin curriculum, asturiano y desconocedor de nuestra tierra, vendedor de humo/internet -desde los ojos de la mediana/alta edad de sus votantes de centro derecha- y con esas humildes formas al inicio de sus andaduras públicas….ahí queda. Farmatón complex, tres al día, y mucho ánimo, Sr. Cassá.

  5. Como sé que la abstención pasa costosa factura, pues gobernar, siempre gobierna alguien, muchas veces a nuestro pesar, procuro informarme bien sobre los candidatos que voto; su experiencia, su formacón y su programa, si lo tuvieren. Dado el resultado, vuelvo a animar a quien quiera oirme a que haga lo propio, por que no llegue luego el llanto y el crujir de dientes por darle confianza, sin mayores datos, a un oportunista desaprensvo y de la peor calaña ¡Cuántos estarán ya tirándose de los pelos por su desliz!

  6. No me anticipen requiem por este soldado, malandrines,
    que Sanchos de Castilla la ancha ya hubo muchos,
    y Quijotes siendo menos sumaron más batallas,

    más, quién sabe si este Quijote tiene sangre de Pelayo,
    asturiano es, y no como el celta Mariano,
    rompamos una lanza, por sus inicios de andanzas,

    en pago buen repaso le diera el nieto de Jaime I,
    que también nieto es de un príncipe de Al-andalus,
    que por Cútar pasó en desahogo de frenesí,

    recen alto y claro, si prejuzgan la sangre,
    no quieres sopa, pues toma ración doble,
    que desde Libia vienen cuotas a mansalva.

    Afectuoso saludo, a tod@s.

  7. COSAS VEREDES…

    ¿Donde vas, Pancho Cabezas, vestido de azul?

    En Málaga, el hombre más cualificado que había puesto el Régimen al frente de un organismo oficial, la Diputación Provincial en este caso, ha sido eliminado por el equipo azul de nueva ola que ha actuado en la sombra de la conquista del voto. Don Francisco de la Torre Prados, de 35 años, ingeniero agrónomo, que había surgido en el momento político malagueño como impulsor de la Universidad de Málaga, ha sido sustituido, electoralmente, con empate a votos, por don Francisco Cabezas, familiarmente conocido por Pancho, subjefe provincial del Movimiento hasta que decidió –“porque desde este puesto serviré mejor a la Patria”– presentar su candidatura a presidente de la Diputación de Málaga.
    Distintos sectores de la ciudad se habían opuesto a esta candidatura porque se conocía ampliamente la categoría política del nuevo delfín azul de Málaga, Pancho Cabezas. 1.500 malagueños habían entregado un escrito, con sus firmas, al presidente de la Diputación en el periodo de Transición, señor Carrera, para que se hiciera llegar a los diputados provinciales la necesidad que Málaga tenía de la labor que había emprendido De la Torre Prados. Hasta los enfermos y acogidos en el Hospital Civil de San Juan de Dios habían abogado por su anterior presidente. Fuerzas adictas al sistema, pero contrarias a la actitud mostrada por el subjefe provincial del Movimiento y de quien le había aconsejado su presentación para derrocar al señor ingeniero agrónomo, habían solicitado colaboración de las más inquietas fuerzas de la oposición para que reaccionaran a favor de Francisco de la Torre y en contra de Pancho Cabezas. Pero la oposición se limitó a decir “que entre ellos se peleen”, y si quieren quitar a un técnico que para ellos e incluso para la provincia ha sido efectivo para cambiarlo por Pancho Cabezas, que el pueblo se dé cuenta del “ridículo” que están haciendo.
    De sobra son conocidas en Málaga las poco amigables relaciones, en los últimos tiempos, entre Francisco de la Torre Prados y el gobernador civil, el psiquiatra González de la Puerta. Los alcaldes más cercanos a la Diputación Provincial, como el de Antequera, y otros que tenían el cargo de diputado provincial, habían sido tácticamente eliminados de sus alcaldías. La maniobra azul, en contra de toda la opinión pública, ha sido un último botón de muestra, aunque ya no hacía falta mostrar tan a las claras cómo se hace política en este país.
    ¿Dónde vas, Pacho Cabezas, vestido de azul? Vas a presidir una Corporación dividida, una población en contra; pero contarás con un teléfono, con el que hablar y decidir; contarás también con todo el búnker de Málaga. El otro hombre, De la Torre Prados, que decía “tener confianza” y que “no hubiera maniobras” se habrá ido con la lección bien aprendida.

    *Pubicado en Triunfo por Antonio Ramos. Num. 679. 31 de enero de 1976

  8. Votar sin pensar el voto,
    Amar sin saber de damas,
    Vivir a cuenta de nada,
    Y morir salvando el alma.
    Madrugar por las mañanas
    Y dar una cabezada,
    O dormido en plena noche
    Soñar con sábanas blancas
    Que te digan: Nada, nada.
    O sentir la democracia
    Como un golpe de badajo,
    Un tañido de campaña
    Que te dice: Vana, vana.
    Y bajar por la Victoria
    Cuando la calor se calma,
    Y en la Plaza de los Monos
    Esperar que llegue el 1
    Que en la Alameda se para,
    Y la gente que te dice:
    Pasa, pasa.

    Se deciden tantas cosas sobre la marcha, que el líder de Ciudadanos está marchado de la prestación ciega que la soberanía ha depositado en su ignota plaza de arribista. Pero, ¿por qué no dar una oportunidad al desconocido? ¿No es eso, en clave de riesgo, la misma sustancia de lo que el amor sea? Amar es apostarlo todo a cambio de nada. De tal manera, que aunque aquello que se espera no se esperare, lo mismo que se quiere se quisiera. No sabemos Cassá con quién se va a “casá”, si el flirteó llegará con alguien a buen connubio, o sí la ceguera supitaña devendrá en reyerta de amantes desilusos (si no existe el término, me lo invento). El caso es que todos lo quieren, todos aceptan sus mandas de amor. Esto es una cita a ciegas, con las dioptrías muy amarradas. Déjemos que los amantes se apareen libremente y crean que el amor es eterno, como un camino sin revuelta, sin circunvalaciones engañosas, sin pasadizos falsos, sin lenocinios que asechen (en la antigua Calle Siete Revueltas, hoy Plaza de las Flores, estaba radicada la pasión furtiva en el Maipú, dicen los compiladores del pasado), dejemos que el amor nazca, que igual, cuando menos se espere, aparece un Lancelot. Saludos cordiales.

  9. Juegos florales en este blog, oh maravilla, mis comentaristas se superan y dejan pálida la rosa de Herrera, allá por los barrocos de Sevilla…
    Sea eterna la gloria para los excelsos poetas de esta villa, nuestra rosa es Espinosa, también en La Rosaleda, mas cuando quiere cantar, sin duda, es la más hermosa y desafía a las marcas de sus chorizos Revilla, que me cachis en la mar!!!

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