Gracias a este gobierno, nos estamos enterando de lo que es bueno. Desde la televisión a los centros educativos, todo es una enseñanza de valores transversales, tal que un mestizaje entre los principios de la vieja Revolución Francesa, “liberté, egalité, fraternité”, del viejo Marx -aunque vuelto contra la pared- combinado, a su vez, con tintes de catequesis cristiana y presentado en el plan cursi de una de esas clases de religión con sesión de diapositivas donde los atardeceres iban ilustrados por alguna frase lapidaria de algún evangelista, precisamente casi idénticas a los archivos que, por e-mail, nos mandan los amigos con musiquilla tierna y tonillo aleccionador. Nuestros chavales no son los más preparados en matemáticas ni en otras materias materialistas, pero, de valores espirituales van sobrados. Punto que tan, injustamente, descuida cada año el dichoso informe Pisa, donde parece traerles al fresco los excelentes resultados que nuestros alumnos están alcanzando en la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”, que es la que, realmente, forma al ser humano, pues, díganme, si no, ¿Qué es preferible, ser bueno en matemáticas o bueno de corazón? Y respondan con el corazón en la mano.
Nos hemos metido en una crisis de narices, vale, pero, a cambio, hemos aprendido a combatir el mal. En nombre de su Ley de la Memoria Histórica, este gobierno nos ha enseñado que el malo, el auténtico culpable de todas nuestras desgracias actuales es Franco y, a éste, al final le hemos podido enseñar lo que vale un peine; razón que justifica de sobra el apoyo económico del Ministerio de Cultura a ese cine y esa literatura que rescata y conjura la Guerra Civil: un tema de interés tan candente y decisivo en nuestro hoy por hoy como el de Belén Esteban.
Después de tomarle la revancha a Franco, “el Malo”, pese a la persistencia de otros males menores como la crisis y el paro, nos sentimos, en la causa de la bondad, más buenas personas. Lo único que nos faltaba para culminar la cima de la bondad ciudadana era dejar de fumar y ya estamos en ello. Lo malo es lo difícil que se está poniendo bajarle los humos a los rebeldes, que aumentan, dada esa predisposición nata del español al desafío a la prohibición y el “ordeno y mando”, materia a observar desde los rifirrafes del pueblo patrio con Fernando VII hasta el llamado “buenismo” de nuestros actuales gerifaltes que nos invitan a la bondad, bajo pena de multa y arresto. Y eso sí que no; al español le gusta ser bueno por tendencia natural, pero no por decreto-ley que es, como decir, por narices o por eso mismo que están ustedes pensando.
Lo interesante del caso es lo mucho que esta ley anti-tabaco está politizando a nuestra población que, incluso con el sueldo bajado y todo hasta ayer mismo se confesaba “apolítica”, por aquello de creer que todos los políticos ganan mucho sin hacer nada; y mira tú por dónde, que sí que hacen; lo nunca visto, sacar a la gente de los bares y ponerla a fumar a la intemperie, con estos fríos de tan inclemente invierno. Yo ya venía advirtiéndolo hace tiempo, que apolítico no se puede ser, que la política nos concierne más de lo que creemos, pues, de repente, un político electo te puede hacer llegar una ley y cambiarte la vida o tocarte las narices, pero, ha tenido que llegar el decreto anti-humos para que la ciudadanía tome conciencia de la enjundia del sistema democrático; de la verdadera dimensión de la política, en general. No somos nadie, sino una etnia de apestados como las víctimas del Holocausto, dicen, con el alcalde de Valladolid, los fumadores proscritos, al borde de la pulmonía, a las puertas de bares y restaurantes, arracimándose en verdaderos motines conspiratorios en disposición anímica de llevarse por delante al poder establecido y a cualquiera que se tercie por delante. No hay nada más peligroso que un vicioso al que intentan arrancarle el vicio por la fuerza; se pone de tal mala hostia de llegar a las manos. Lo sé porque, tengo más conocimientos en el bando de los viciosos que en el de la gente de hábitos saludables. Es una cuestión de deformación –o más bien, formación profesional- los viciosos tienen siempre mejor material literario que ofrecer a un escritor que las personas saludables, cuyas biografías por monótonas, metódicas y lineales suelen terminar de contarse enseguida y carecen de interés para el lector, que, para aburrirse, prefiere la tele.
Por tanto, por lo que sé de los viciosos, opino que esta ley anti-humos es maravillosa si lo que el gobierno se propone es forrarse con los impuestos que se aparejan a cada cajetilla de tabaco. A fuerza de prohibiciones, van a conseguir que los viciosos fumen el doble, ya sea en casa o en la misma copa de un pino. Y visto el éxito de la medida, propongo que también los libros se prohíban por decreto- ley, en lugar de recomendarse tanto como hábito saludable, que disuade a los adictos viciosos, que son los que nos interesan. Que los prohíban, a ver si el personal se pica, se empica y vuelve, de nuevo, a leer “a lo bestia”. En todo caso, suerte y salud.
Menos humos
6
Ene
Lola, este artículo parece que ha salido algo lineal y monótono; y su confusa y fina ironía ha hecho el resto. Maldita sea princesita, debes ser más clara y directa; o, quizá yo, debí dormir una siesta más larga.
Un beso, te quiero.
Lineal y monótono eres tú, Holden, con tus pegajosas declaraciones de amor, siempre iguales que dan bastante a entender lo poco que te enteras y lo único que pretendes. Está clarísimo lo que ha querido decir Lola, otra cosa es que no te interese o no lo compartas, colega.
A fuer de sincero debo convenir con mucha gente que, antes de considerarlo material desechable o indigno de ser reciclado, Franco, a los españoles, nos ha salido “más cumplío que un traje pana”, que decía la entrañable abuelita, cuyos retales, sin solución de continuidad, se van alargando en el tiempo y sirven lo mismo de remiendos en las perneras, parches en zonas púdicas o zurcidos en toda su extensión para, finalmente, acabar siendo húmedas ruíllas de limpieza profunda y absorbente en mesas tocadas de hules.
Y no es porque se hayan vuelto a poner de moda – ahora en clandestinidad – luego de un siglo, los metros de aquellas cigarreras, adjuntas a la Cofradía de la Flagelación sevillana: «Llevan las cigarreras, en la mantilla / un letrero que dise, ¡viva Sevilla! / y en los zapatos, un letrero que dise, ¡viva el tabaco!». No. Es que una vez arrojamos el pasado al abismo. Bien. pero nadie, nadie, indolentes que somos, se asomó para ver si estaba bien muerto y aquí nos vemos, de chivatos de los postulados de Leire Pajín. Ma vaffan…!
Una vez más, el vates trinitario, que es mas apretao que las esquinas de un catre, va contra ellos (y lo que te rondaré) poniendo especial cuidado en no nombrar a la bicha. Pero antes, «mi fai accendere, ragazza…»?
«Porque acerté eligiendo el desatino,
porque algún día la tendremos seca,
porque sobra merced, si falta el vino,
viva el lomo en manteca».
Saludos
¡Vivan los chivatos! Sin ellos, aun estaríamos más desprotegidos.
¿Vivan los chivatos…? Eso decía o, mejor, susurraba Eva Braun, para alegrarle los oídos al Führer, antes de la subsiguiente escabechina. Curiosa coincidencia, Eva. Y dicho esto me voy como una bala al refugio protector sin dejar una sola pista, que luego to se sabe. Saludos desde la oscuridad mi madriguera.¡Uh!
En cualquier país europeo reprender a quien vulnera la Ley en perjuicio de otros, y si es necesario denunciarlo, se considera civismo básico; aquí le llaman delación o incluso chivateanismo. Qué país.
¿FUMAR O NO FUMAR?…
¿ESA ES LA CUESTION?…
¿Y TODOS LOS RESTANTES HUMOS CONTAMINANTES?…
¿CUANDO VAN A PROHIBIR LOS COCHES?…
¿ACASO NO CONTAMINAN SUS HUMOS?…
¿PORQUE NO PONEN A COMER A MISTER ZAPATERO EN UN GARAGE CON TODOS LOS COCHES ENCENDIDOS, A VER COMO LE SIENTA LA COMIDA?…
Y EN «NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA»:
¡¡¡UNA NUEVA «RED SOCIAL» LA DE LOS FUMADORES QUE PUEDEN CONOCERSE EN LA PUERTA DE LOS BARES, ETC, EN DONDE PUEDE SURGIR DESDE UNA AMISTAD HASTA EL AMOR!!!…
MORALEJA:
REGRESAMOS A LA EDAD DE PIEDRA…
VERDAD:
LA UNICA CERTEZA ES LA MUERTE.
GRITO:
¡¡¡CHIVATOS!!!…
Por cierto, Comentarista. En un país como EEUU donde el tabaco lleva tantos años prohibidísimo, no prohiben las armas que, sin duda, perjudican más a la salud ajena, no a largo sino cortísimo plazo ¿Qué me dice de la reciente matanza de Arizona?
Para nuestra salud, sería mejor que prohibiesen también las guerras o las misiones humanitarias como la de Afganistán. Y, de camino, dar de comer a los parados totales. Que sepamos, la comida es también imprescindible para la salud ¿o qué?
De los chivatos pienso igual que de los pelotas, aunque, por desgracia una cosa no quita la otra. Suelen ser «habilidades complementarias» en ciertas criaturas y criaturos.
Estimada Lola Clavero, entiende usted que, los que denuncian, sin demora, a delincuentes e infractores, ¿Son chivatos? Un saludo
Si el tabaco es tan radicalmente malo para la salud y se prohíbe su consumo en todos esos lugares que marca la nueva ley, ¿cómo es que el estado permite su elaboración y venta al público? La raíz del mal, en este caso, no debemos ubicarla en los fumadores, que son el último eslabón, sino en todos aquellos que se lucran con el negocio del tabaco, entre los que habrá fumadores, no fumadores, gobernantes y demás laya de altura.
A la ministra Leire Pajín le ha traicionado el subconsciente y lo ha dicho o lo ha soltado a propósito. Ha querido rectificar, pero el mal, por la palabra, ya está hecho. Era el momento esperado por acusicas y chivatos, ávidos por señalar al prójimo con su dedo acusador, en aras del bien de la mayoría y, de paso, ajustar alguna cuenta pendiente con el vecino. Así desde el principio de los tiempos.
No hace mucho se dijo que si algo hermanó al nazismo y al comunismo fue el propósito de fabricar un hombre nuevo, en el que el valor intrínseco de la persona es negado en pro de la comunidad, pues el sueño de construir la sociedad perfecta e imponerla a los demás sigue infectando a los regímenes democráticos bajo una estrategia de filantropía amable; un sistema de valores que es presentado como imperativo moral e imprescindible para la existencia de una sociedad cohesionada.
De ahí a la ingeniería social, un paso, pues, según Jean – François Revel, “la tentación totalitaria, bajo la máscara del demonio del Bien, es una constante en el espíritu humano”. Y todas las ideologías totalitarias que en el mundo han sido aspiran a crear, bajo esa máscara de bondad, un “hombre nuevo” que se amolde a sus postulados.
Pues lo siento, yo estoy con el vates:
“Por seguir pidiendo olmos a las peras,
porque la estrella del fracaso irradie
porque, aunque lo intento, no hay manera…
¡felices los Don Nadie…! “
Buenas noches, Lola, para ti y para todos, (“et compris non fumeurs”)
Estimado Winspector, entiende usted que, los que denuncian, sin demora, a delincuentes e infractores, ¿Son chivatos? Un saludo
Ninguna respuesta mía será tan clara e ilustrada como la de Winspector. Cada Régimen con el nombre explícito de dictadura o bajo la máscara de la democracia, en la pretendida búsqueda del «bien común», pretende hacer su sacrosanta voluntad y, en estas, se le arriman los aduladores o bien chivatos para sacar tajada.
«El hombre bueno» que quiere construir cada gobierno es el que les baila el agua. Los malos, los demás.
Uno -o varios- chivatos, en nombre del «bien», de su bien, provocaron el fusilamiento de García Lorca ¿recuerda?
No es eso, Luis Ricardo, no es eso. Es el detalle de la ministra, animando a denunciar a otros ciudadanos, apenas promulgada la ley. Ese “modelo” de denuncia anónima recuerda demasiado a los chivatos de los Comités de Defensa de la Revolución Cubana. No somos fríos rádares, que sí denuncian al instante a los que infringen normas y leyes. En el ámbito humano, depende.
Por otro lado, ¿había necesidad de añadir esa coletilla, tras más de treinta años de democracia consolidada? ¿Qué somos para ellos?. Algunos paises ya tienen sus tripartitos desde hace tiempo: la Triple A, la Triple K…Aquí, algo diferentes, como de costumbre, ya disponemos de la Triple O, a saber, Ombres, Onrados, Onestos. Miedo me dan. No educan, su mundo es el mundo de la sanción.
Pues eso, Luis Ricardo, como en la canción, depende. ¿De qué depende? Enga, tú mismo.
Un saludo. Y para ti, Lola. Hago lo que puedo (o me dejan, que nunca se sabe)
¿El tabaco es bueno? Debí haberlo pensado mejor antes dejarlo. Vaya!!!
Por cierto los temas transversales, o valores…no es lo mismo que EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA!! ni me voy a molestar en explicarle qué es un tema tranversal, ni en qué cursos se da enseñanza para la ciudadanía.
Por cierto a toda la pandilla de FUMADORES POR ENCIMA DE TODO, no les vendría nada mal un poco de esta asignatura.
Raquel, me recuerdas a Luis Ricardo ¿Te acuerdas de ese personaje de programa infantil que como un Frankestein andaba cuando se lo mandaban? Luis Ricardo, un paso adelante, cantidubidubi, cantidubidubida. Lo mismo tu con el gobierno. Espero que, siendo tan fiel a el, no te hayan bajado el sueldo.
Me parece que si, que los valores transversales son lo mismo que la educacion para la ciudadania; esa demagogia del buenismo que nos ha vendido el gobierno a cambio de enfangarnos en la crisis. La misma Morralla.
Alla tu.
Estimada Lola Clavero, hace usted como los políticos: “Usted pregunte lo que quiera que yo responderé a lo que me dé la gana, o sea, que no le responderé.” Recuerde (entienda) que mi pregunta era clara, directa y limpia: “Entiende usted que, los que denuncian, sin demora, a delincuentes e infractores”.
Por lo demás, de su esquiva respuesta podrían deducirse, entre otras, algunas cosas (corríjame si no):
– Para usted los Estados (sociedades) de Derecho son una utopía inalcanzable, así pues, no podemos contar con su colaboración para alcanzarlo o construirlo. Parece que para usted, en las sociedades siempre imperará la ley de la selva.
– Usted equipara el escenario en una sociedad invertebrada y envuelta en una espiral dramática y ciega de violencia (1936), con el de la España de hoy, que aunque atestada de injusticias, carencias y miserias poco o nada tiene que ver con aquella.
– No se puede contar con usted para testificar en contra de nadie, salvo forzada, supongo. Y en consecuencia, tampoco está dispuesta a testificar a favor de nadie. Espero que cuando me roben el coche, o la casa, no sea usted el único testigo.
Por último, sería agradable para mí poder conocer su respuesta, y sin rodeos, a mi inocente, clara, limpia y nueva pregunta: “Entiende usted que, en un Estado de Derecho, aquellas personas que denuncian, sin demora, a delincuentes e infractores, ¿Son chivatos?”
Un saludo
He denunciado muchas situaciones ilegales como objeto de un delito y testigo de otras víctimas, yendo con la cara descubierta a comisaria y con el carné por delante. Se trataba de asuntos mucho más graves que el humo de un cigarrillo. Los culpables observan la ley antitabaco, pero se han inventado otra antipersonas y dejan inmunes sus delitos anónimos ¿Le suena esto?
Por cierto, ¿cómo sabré cuál es su coche si se supone que no le conozco a usted? ¿Número de matrícula?
Estimada Lola Clavero, su último comentario me tranquiliza, algo. Me gusta que denuncie usted ilegalidades e injusticias (valga la redundancia).
Pero, dice usted, «Se trataba de asuntos mucho más graves que el humo de un cigarrillo”. Eso depende, la gravedad de “sus” asuntos quizá sea igual, o incluso mucho menor que “el humo de un cigarrillo”, ¿Se ha pasado usted alguna vez por la planta de enfermedades pulmonares de un hospital?
– “¿Los culpables?”
– Podría ser usted más explicita, ¿A qué culpables se refiere, y qué tipo de culpa?
– “ ¿cómo sabré cuál es su coche si se supone que no le conozco a usted?
– No de vista, pero si de palabra.
– “¿Número de matrícula?”
– MA 3704 CK. Yo la conoce. Y, por cierto, un gran, y maduro coche, desde luego.
Por cierto, compruebo que le gustan a usted los rodeos, y eso no estaría mal si usted terminara llegando, sin embargo aún no conozco su respuesta a mí pregunta, y vaya si me gustaría: “Entiende usted que, en un Estado de Derecho, aquellas personas que denuncian, sin demora, a delincuentes e infractores, ¿Son chivatos?”
Un saludo
Perdone, Lola, había olvidado responderle a esto,
– «¿Le suena esto?»
– No, no me suena, o no caigo, o no endiendo, ¿Podría ser usted más explicita?
Un saludo
Si viese a cualquier persona fumando en un bar, me acercaría a ella y le advertería de que está prohibido, porque puede también tratarse de un despiste, pero nunca iba a correr a ponerle una denuncia anónima a sus espaldas. Los anónimos a las espaldas, con ley o sin ella, son propios de seres rastreros. Mejor cara a cara, Ricardo o Raquel ¿o más bien Eva?
Gracias por responder (por fin), de manera más centrada y directa, a mi pregunta (por fin). Ahora Bien, ¿Nunca están justificadas las denuncias anónimas? (pregunta no retórica)
Una vez fui al cuartel de la guardia civil a poner una denuncia. Una vez puesta, me requiere el señor guardia para que le lleve al lugar de los hecho, llegado al cual le señalo con la mano al delincuente, y en un gesto instintivo, el guardia me la (mano) retira y me dice: “no haga usted eso, el tipo se va a dar cuenta y podríamos tener problemas, mantenga usted la discreción».
Lo que le quiero decirle, Lola, es que las denuncias anónimas (acusador desconocido para el delincuente) están justificadas en determinados (multitud) casos, y es que, “no siempre el delincuente lleva un cigarrillo en las manos”.
Un saludo
Luis Ricardo
Le sigo diciendo que depende, Luis Ricardo. Dice Vd: “…le señalo con la mano al delincuente…” (normalmente se señala con el dedo, por aquello de la tradición judeo cristiana, pero en fin) ¿Cómo sabe Vd que es un delincuente si aún no ha sido juzgado? ¿Dónde la presunción de inocencia? ¿Sabe que el presunto, en nuestro (que quiere decir de todos) estado de derecho le puede denunciar y después ya alumbrará (o no) la verdad en el juzgado…? Muy propio de países con sindicato vertical lo suyo, sí señor. Hizo bien el agente advirtiéndole de lo temerario de su actitud, Luis Ricardo. No todo el mundo es ministra que, avalada por su inmunidad parlamentaria, suelta las cosas en público como si nada e incita alegremente a denunciar ciudadanos y ciudadanas (no delincuentes). Entonces, ¿de verdad era esta la moto que nos vendían…?
Pero ya le digo, lo peor, con todo, no es ser ciego, que ya es bastante desgracia. Lo que me sulibeya es que, encima, se llame Casimiro, que también…
Y ahora les dejo, amig@s. Me voy sin demora al cuartelillo y no sé si me llegará el tiempo para presentar las oportunas denuncias contra dos elementos que fumaban en una terraza cubierta, otro que sacaba la lengua al paso de un coche patrulla, un maharón que cruzaba un paso de peatones con el muñeco guiñando y otra enterá que contradecía a un no-fumador. Hay trabajo, ¿quién dijo paro?
Saludos
¿Conoce usted manos sin dedos? Supongo que sí.
Por demás, señor Winspector, no mire usted mi dedo, mire a donde señala.
– ¿Cómo sabe Vd que es un delincuente si aún no ha sido juzgado?
– Mire señor Winspector, si un ruido extraño, en el salón de mi vivienda, me despierta a las cuatro de la mañana, me levanto, y al llegar al salón veo la puerta de la casa abierta y un tipo (léase señor) encapuchado saliendo con mi televisor (o aun peor, mi libro) en los brazos, ¿Tengo que esperar, para calificarlo de delincuente, a que sea juzgado? ¿O el que tiene que esperar es el juez, o sea, la sociedad? (Las preguntas no son retóricas).
Un saludo, y siga usted denunciando, se lo agradeceremos.
Xsacto, Luis Ricardo. Ese elemento, al que Vd sorprende allanando el domicilio de su propiedad es, sin duda, un delincuente. Y no le digo nada si, con las mismas, el antedicho aprovecha la ocasión y le birla una caja de puros o algún tomo de los llamados incunables. In pacem requiescat, a buen seguro. Pero es delincuente solamente para Vd y su familia, de encontrarse también presente . Al juez, una vez habido el individuo, hay que demostrárselo con testimonios, pruebas periciales etc. que hagan llegar a la conclusión de que, efectivamente, usted dice la verdad. De esta manera se evita caer en la injusticia de condenar a un inocente por el mero hecho de ser denunciado por alguien, porque el presunto no le caiga bien, sea de izquierdas o de derechas o porque le sale de los cataplines, que para eso los que mandan son los suyos, ¿capisci?
En estos casos que nos ocupan, más que en la mano, Luis Ricardo, los dedos hay que tenerlos, sobre todo, en la frente. Y con dos bastan.
Saludos y buenas noches a tod@s.
PARA CHIVATOS EL AYUNTAMIENTO, LAS GRUAS Y LA POLICIA DE TRAFICO…
¿COMO ES POSIBLE QUE UNO COMETA LA MISMA INFRACCION VARIAS VECES POR LA MISMA CALLE Y A LA MISMA VELOCIDAD, SI YO HACE VARIOS MESES QUE YA NO PASO POR ESE LUGAR?…
¿APARCAR SOBRE LA ACERA?…
ESE FUE UN VECINO CHIVATO, QUE UN DIA REGRESO A SU CASA DE MAL HUMOR Y PARA SACARSE LA MALA LECHE ME DENUNCIO DIRECTAMENTE A LA GRUA…
QUIERO DECIRLE A ESTE HIJO DE LA GRAN P_ _ _ QUE EN TODO EL BARRIO APARCAN CASI TODOS EL COCHE SOBRE LA ACERA, SOLO HACE FALTA RECORRER EL BARRIO A CUALQUIER HORA DEL DIA…; LE EXPLICO UNA COSA…; SI UNO APARCA EL COCHE COMO DEBIERA; PUES NO PODRIA PASAR OTRO COCHE POR LA CALLE ¡¡¡MALNACIDO!!!…
Y LOS DE LAS GRUAS…; OTROS…; MALEDUCADOS E IRRESPETUOSOS…; NO HABIA UNA LEY QUE SE LE TIENE QUE COMUNICAR AL MULTADO LA RETIRADA DE SU COCHE…; CLARO…; ASI NO LES SALDRIA RENTABLE EL NEGOCIO…; ¡¡¡ZERDOS!!!…
Y ASI CASI TODO…
PENSAMIENTO:
SI AQUI(EN ESPAÑA) SE PUDIESEN COMPRAR ARMAS COMO EN LOS ESTADOS UNIDOS…; NO SE…; PERO SEGURO ANTES DE QUE YO LE PUEDA DISPARAR A CUALQUIERA…; ES CASI SEGURO; DE QUE UN «CHIVATO» ME DENUNCIARIA…; ¡¡¡RISAS!!!…
Cuando era pequeño mi maestro,con ese tufillo franquista, me decía que «la libertad propia, acababa donde empieza la de los demás». Yo odiaba esto seguramente por los años de rebeldía juvenil y tal. Hoy recupero a cada instate esta cita, seguramente es que soy ya un carcamal y no lo quiero aceptar. Viene ahora para justificar esta ley y que alguien no aparque en lugares donde puede pasar alguien en silla de ruedas…