La Pantoja

21 Oct
Isabel Pantoja
Ninguna mujer sola lo tiene fácil en este país donde –aún- el machismo ultramontano campa por sus respetos. La soltera de más de treinta años, más que representar al icono de mujer independiente y liberada del siglo XXI, sigue, por estos lares, asociada a esa devaluada imagen social de tintes burlescos que describía Arniches en su célebre “Señorita de Trevélez”; la patética solterona. Por eso, desde mucho tiempo ha, el apelativo “señorita”, dirigido a una femina que pinte canas, suele ir acompañado de cierto tonillo de sorna que lo malvierte en descalificativo. Tal y como sonaba por boca del agreste lenguaraz, Alfonso Guerra, no sólo por lo de “señorita”, sino también por lo de “Trini”. El diminutivo tiene matices afectivos y familiares, pero su uso ronda con frecuencia lo despectivo. En resumen, que, la expresión “señorita Trini”-por Trinidad Jiménez”, de no ser vejatoria, haría plausible la equivalente “señorito Tomy” -por Tomás Gómez- sin sospecha alguna de recochineo, que, como vemos, no es el caso. El trato a la mujer soltera o divorciada todavía tiene un fondo de blanco fácil y chascarrillo, proyectando prejuiciadas sospechas de incapacidad, cuando no de frivolidad y hasta de ninfomanía. El reclamo “Divorciada, de 40 años, busca sexo sin compromiso”, es ya todo un clásico en la sección de contactos.
La propia biografía, accidentada y azarosa, de la Pantoja tiene mucho que ver con esa malevolencia popular que se ensaña de leyendas negras en torno a la mujer, sola y joven, que sobrevive al marido. La tragedia que inmortalizó de altura épica a Paquirri, abrió bajo los pies de la cantante un abismo desde el que sólo cabía ir cayendo. La viudedad no es un estado airoso en la rancia cultura mediterránea. Asociada a la juventud y la belleza, envenena las malas lenguas de las vecinas y desata el encono del medio. Una de mis películas favoritas, “Malena”, de Giuseppe Tornatore, trata del acoso y derribo que sufre una joven y bella viuda en un pueblo siciliano de posguerra que la va aislando, a fuerza de rumores y maledicencias, hasta no dejarle más vía de escape que la prostitución. Para colmo, la Pantoja, por haber sido esposa de un héroe nacional, se convirtió en nada menos que “una viuda de España”, lo que significa poner su honor como parte del Patrimonio Nacional; lo que, a la vista pública, exige honestidad sin fisuras; luto eterno.
Pero nada hay más frágil que la reputación de una mujer joven y sola y, donde no hay hechos explícitos, la maledicencia pone rumores que terminan tomando, por cuantía y frecuencia, consistencia de verdades como puños. Así, la tonadillera se hizo objeto de su propia copla al estilo de la misma “Lirio”, “La Parrala” o “La Zarzamora”; esas mujeres de las que se cantaban oscuros padeceres atribuidos a secretas historias de amor: “Que sí, que sí, que la Parrala tiene un amante, que no, que no, que ella no quiere más que a su cante” o “La Lirio, la Lirio tiene, tiene una pena la Lirio y se le han puesto las sienes moraitas de martirio. Se dice que es por un hombre, se dice que si es por dos…”. Aunque, en el caso de la “Isabel de España”, pues no había hombres de quien sospechar en el entorno, la acusación derivó al terreno sáfico, barajando para mayor morbo de la audiencia nombres como el de Encarna Sánchez y María del Monte. Amigas más que íntimas, según el juicio inquebrantable y unánime del rumor.
No sabemos por qué enrevesados caminos la Pantoja, de las sospechadas pasiones lésbicas, dio a parar en los muy reales, mediáticos y prosaicos brazos del “Cachuli”. Si fue por amor, bien se explica que el amor es ciego. Si fue por dinero, también. Muy ciego tiene que andar quien no huele entre la basura de tanto dinero negro, el último peldaño de la desgracia.
Así, si la ceguera no fue por codicia –que no se explica- sería por amor, lo que es más grave; terminar como una de esas heroínas de copla, cuyo destino acaba arruinándose por culpa de un mal hombre.
No estoy por victimizar a la Pantoja, su culpa es flagrante –aunque me consta que ya había sido condenada antes de cometer ningún delito- pero hay que reconocer en este macro-juicio, cierto componente sexista. De todos los malayos, los hay más responsables y mucho más sinvergüenzas que la cantante, pero sólo a ella han ido a arrancarle el vestido. Era la expresión de un largo odio contenido que, al final, encontraba una oportuna ocasión.

5 respuestas a «La Pantoja»

  1. Este artículo tiene altura literaria y de fondo. Ahora bien (como joden los peros, jode hasta escribirlos), en mi opinión tiene un ‘pero’, solo uno, por demás perfectamente justificable, explicable y no reprochable dado los tiempos que corren. Lo descubrí leyendo el artículo de Antonio Soler aparecido el domingo día 10 de octubre en Diario Sur, un artículo casi tan bueno como éste. Te quiero.

    PD
    El día 20 de mayo encargué en librería Luces ese libro que compila los relatos ganadores y finalistas del Certamen Literario “Sonrisa de gato”, la librería lo solicita el 24 de mayo a la editorial. Los fondos que se recauden por las ventas de ese libro publicado por la editorial “Jirones de azul” serán destinados a la sociedad http://www.nomeabandones.org, cuya misión es ocuparse de gatos y perros abandonados y maltratados. Pues bien, aunque dicho libro está catalogado en la web de la editorial, a librería luces le han dicho que no se vende por los circuitos habituales (por eso no ha sido recibido en la librería) y, que se lo van a hacer llegar como un favor. Lola, de esta manera no se van a vender muchos libros, me temo.

  2. Este artículo tiene altura literaria y de fondo. Ahora bien (como joden los peros, jode hasta escribirlos), en mi opinión tiene un ‘pero’, solo uno, por demás perfectamente justificable, explicable y no reprochable dado los tiempos que corren. Lo descubrí leyendo el artículo de Antonio Soler aparecido el domingo día 10 de octubre en Diario Sur, un artículo casi tan bueno como éste. Te quiero.

    PD
    El día 20 de mayo encargué en librería Luces ese libro que compila los relatos ganadores y finalistas del Certamen Literario “Sonrisa de gato”, la librería lo solicita el 24 de mayo a la editorial. Los fondos que se recauden por las ventas de ese libro publicado por la editorial “Jirones de azul” serán destinados a la sociedad http://www.nomeabandones.org, cuya misión es ocuparse de gatos y perros abandonados y maltratados. Pues bien, aunque dicho libro está catalogado en la web de la editorial, a librería Luces le han dicho que no se vende por los circuitos habituales (por eso no ha sido recibido aún en la librería) y, que se lo van a hacer llegar como un favor. Lola, de esta manera no se van a vender muchos libros, me temo.

  3. No es por comparar el caso, pero el detalle del vestido y los insultos soeces contra Isabel Pantoja, a la puerta de los juzgados, más recuerdan el traslado valleinclanesco del condenado a garrote vil, a través de una jauría humana, que un proceso judicial en nuestro estado de derecho: “…Apicarada pelambre / al pie del garrote vil / se solaza muerta de hambre / da vayas al alguacil / y con un rumor de enjambre / recibe hostil, la pelambre / a la hostil guardia civil…” Salvo el hambre generalizada de cien años atrás (que ya habrá otras) lo demás casi encaja. Se le quiere dar la vuelta…no hay manera. Es el eterno retorno de lo mismo: « plus ça change, plus c’est la même chose ».

    La Pantoja vende; se ajusta a las leyes del mercado, es mujer y famosa. Sobre todo mujer. El grueso de malayos puede esperar sentado en el banquillo. Aquí molan más el morbo y el comadreo. Hasta en el trato cotidiano: “hoy puta, mañana comadre”. “La Pantoja, al talego “, sentenciaban las pintadas grafiteras meses atrás. Luego está la corrección política, lo que debe decirse en tal o cual momento, si se es hombre/mujer o viceversa… Otra transición que se adivina larga debido, más que nada, a nuestra fría pasión por los círculos, por cerrarnos en banda.

    Hoy eludo al vates trinitario y me quedo con Nietzsche y su Gaya Ciencia: “¿Qué importa todo nuestro arte de obras de arte, si el arte superior, que es el arte de las fiestas, empieza a desaparecer entre nosotros…?”.

    Saludos. Ah, y buenos días. Pues sí…

  4. Querido Winspector:
    Tus comentarios honran este blog.Lo iluminan de gracia, talento y sabiduría. Crean artículos paralelos al ya escrito. En fin, gracias por existir.Nunca bastante aradecida…
    Lola

  5. Muchísimas gracias a ti, Lola, exagerada. Si es así ya puedo morir tranquilo. Preferible la gaya ciencia visto que, en el horizonte de nuestros mediterráneos patios particulares (de vecindonas o de Monopodio) por si acaso, siempre se yergue un Dios nada pagano.Vaya, que estamos rodeados.

    Saludos

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