Hace unos días, el pleno de la Diputación de Málaga acordó aprobar el presupuesto del Centro de la Generación del 27 para el próximo año, quizás. Ya han comprobado las cualidades casi de Merlín el mago que su director, José A. Mesa Toré, ha exhibido a lo largo de estos años. Mínimo presupuesto y, sin embargo, una abultada agenda llena de eventos culturales de todo tipo, escrita por la buena voluntad y entrega de todo el personal del Centro a la causa de la cultura. Una batalla casi siempre perdida de antemano como nos enseñó Don Quijote.
Quizás padezcamos en este país un problema sentimental que nos conduce a enfocar cualquier asunto de una forma absolutamente extrema, desde los banales hasta los más comprometidos. Las preguntas comienzan desde niño. ¿Tú quieres más a papá o a mamá? Cuestión cruel de autoría desconocida. Son pequeñas espinas clavadas en el equipaje del raciocinio que luego quedan y hacen poso. O dios o el diablo. Pili o Mili. Mi Barça o el Madrid. Al final uno olvida que también existe el Alcoyano con toda su moral por bandera, el Málaga, por supuesto, pero también el Éibar. Esa manía de reducir a 2 el universo infinito de las posibilidades nos conduce a caminar con el sentido de los bueyes atados en la yunta, senderos previsibles, muy bien trazados si se contemplan desde el cielo pero que jamás incluyen acantilados impresionantes o selvas pletóricas de vida. ¿Oscuridad o luz? Pues depende. De noche lo paso muy bien en los bares, de día me encantan las cervezas en las terrazas, pero también he aprendido a valorar amaneceres y atardeceres durante los que sólo he dedicado todo mi intelecto y parte de mi plenitud física a su mera contemplación. La vida no puede reducirse a un programa informático compuesto por el 1 y el 0.
Sin embargo, las diferentes políticas culturales que han afectado a Málaga desde hace años siempre muestran este mismo defecto. En el momento en que un organismo se pone en marcha, parece que debamos apagar otras luces. Sobre la cantidad de museo no existe discusión porque se suponen platos de miel atractivos para la llegada de enjambres de cruceristas y otras especies viajeras. Los órganos de promoción cultural para la propia Málaga y provincia han pasado a ser de segunda división por ese mismo efecto disyuntivo del o, o, al que antes aludí. Así se entiende que la medida estrella de Ciudadanos para Málaga fuera la demolición en efigie del Instituto Municipal del Libro y la destitución de su director Alfredo Taján quien, por lo visto, era responsable de todos los múltiples déficit municipales. Como Málaga disponía de otros organismos de difusión cultural, pues Ciudadanos consideró que el IML sobraba, sin duda, cegados por esa visión maniquea del a quién quieres más. Ojalá que algún golpe de calor, por ejemplo, les devuelva la razón y reabran este triste caso cuando evalúen las muchas actividades y rescates librescos y audiovisuales que Alfredo Taján, también con un mínimo presupuesto, realizó en favor de Málaga.
La aparición de La Térmica, donde Salomón Castiel, junto con un grupo de trabajadores y colaboradores muy entusiasta, organiza magníficas actividades que están impulsando a Málaga en la cabeza de la modernidad artística, musical, audiovisual y literaria, no podía significar la muerte mediante asfixia presupuestaria del Centro de la Generación del 27 que, desde hace décadas, asocia el nombre de Málaga a un prestigio internacional que la alejó de aquella leyenda de la ciudad donde muchas tabernas emborrachaban a la única librería. El tesoro ya existe, sólo hay que mostrar su brillo. Ya sólo queda esperar que las actas del pleno de Diputación estén bien redactadas para que las palabras no se difuminen entre esa ventolera política que sólo conoce una dirección o la contraria, a pesar de los múltiples puntos cardinales que componen las veletas.