Un esparadrapo para tres

16 Mar

La Semana Santa nos ha pillado aún cabreados por la huelga de controladores aéreos, digo de empleados de la limpieza. No sé cuál será el nombre políticamente correcto para designarlos: ¡privilegiados! Lo he dicho con retintín pero escrito no se nota. De hecho, con las exclamaciones parece que he saltado y no es así, se lo aseguro.

Si no son tan privilegiados los trabajadores de LIMASA que se agachan, sí, seguro, los ejecutivos de la empresa que no lo hacen, que por lo visto son un montón, bueno, tres montones, uno por cada socio privado, y que se esperan sentados a que la peste amaine y el alcalde saque el monedero para amansar a las fieras y, si cabe, poner la mano por si hubiera o hubiese que asistir técnicamente de algo, chincha rapiña. Las fieras, ya en vías de mansedumbre, tampoco son los trabajadores que se remangan los escrúpulos de lunes a viernes o en horas extras. Las fieras somos nosotros que, por culpa de la crisis, les tenemos ganas a las yugulares de todos los empleados públicos que ganen más de 1.572,99 euros al mes con 14 pagas para siempre, empezando por el gerente de lo que sea, hasta llegar al último de la escoba con derecho a huelga.

En este caso que nos asiste -es un decir- no tengo claro si el gerente de LIMASA es Rafael Arjona o Francisco de la Torre, por más transparencia repulida malagueña de la que se encarguen. Se asumen y prestan las disfunciones mutuamente, parece, al menos en estos sucios asuntos. Sea el que fuere, he leído que el bruto del que sea supera en mucho esos 1.573 envidiables euros que limitan la exacerbación de los pobres ciudadanos a los que les hierven en las venas sus pecados capitales. Mejor dejamos el capital al margen y nos arrepentimos de nuestros pecados. Por eso no voy a decir cuánto gana el gerente de LIMASA. Para no radicalizarme en el doble sentido. Pero doy pistas para calmarme las arterias: más de los 70.000 euros que un alcalde muy mayor. Y subrayo que, a su sueldo, se añade una variable de otros 15.000 por objetivos. ¿Los cobrará? ¿Habrá cumplido sus objetivos el gerente de LIMASA? Como los chorros del oro, ¿lo dudan? 66 millones de euros lleva gastados el Ayuntamiento en LIMASA para garantizarle el 2% de beneficio. ¿Siguen dudando sobre esos 15.000 eurillos por cuestiones de humanidad?

Entre los puestos hereditarios de unos y la designación a dedo, como cualquier empresa privada, de los otros, apañados vamos los seres públicos, nosotros otra vez, vapuleados por el 49 por ciento de ese tufillo tóxico municipal que parecen preferentes de Bankia. ¿Creen que se ha acabado la huelga? ¿Por la negociación del alcalde? Pues no: se está a la espera de sentencia. Sin acuerdo. Con la tirita usada de las cosas de Paco puesta. Nos están haciendo un favor entre todos. Entre los públicos, los privados y los barrenderos. Por no llorar.

Puesta esa tirita, la siguiente. Llega la Semana Santa y se colocan telas. 400 balcones del centro histórico adornados con 1.500 metros de tela. Ahora no toca preocuparse por los vecinos, ni el sueño, ni el ruido, ahora fiesta y las promesas, después. Se contará con un retén especial de guardia, compuesto por tres personas cada noche para resolver posibles incidencias que se presenten en los recorridos procesionales, lo ha anunciado la señora Porras: ¡tres! Telas que tapen y un retén de ¡tres personas! Se ponen más camareros en el bar de abajo que en el retén del Ayuntamiento, de película de Berlanga. El retén estará operativo desde que salga el primer trono hasta que se encierre el último, todos los días, con un teléfono que se facilitará a las cofradías. Retente ahí, quieto, pecador, que diría el Chiquito de la Calzada. ¿Y no vendría el Sr. Marshall a salvarnos?

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