Le he comprado a mi sobrina un pececito de plástico de los que soplas pompas de jabón y me he quedado traspuesto, observándolas. Esto me recuerda los chistes del ministro Morán, que no voy a explicarles ahora a los bisoños votantes de Podemos quién fue ni por qué adquirió fama de poco despabilado, esto segundo porque nunca lo supe, ni me lo pareció. Pues con la boca medio abierta por causa de las esferas transparentes con arcoíris, he dado una cabezadita muy relajante, que me ha devuelto a la pureza de pensamiento absoluto. No me pasaba nada parecido desde que asistí a una instalación artística en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, que se llamaba Wispern, en la que su autor, Jaume Plensa, había dispuesto en una sala a oscuras de un montón de címbalos sobre los que caían gotas de agua que se deslizaban produciendo sosiego sibilante. Con esos platillos redondos vibrando se debía uno dormir de vicio, pensé, sin que mi acompañante me dejara comprobarlo in situ. Rememorando aquello y disfrutando de esto, me he envuelto de una mística que me ha impelido casi a buscar una túnica naranja y rasurarme la cabeza pero en vez de eso, me he decidido a comentarles la temporal visión del mundo político que me rodea a través del cristal clarividente de los círculos que, hasta sin asanas de yoga, ahora mismo me atrevería a asegurar que, lo explican todo.
Ejemplos cercanos de círculos que nos ayudan a comprender lo incomprensible, los tenemos en las torres, imaginarias aún, de Repsol. De los 4 rascacielos de 35 plantas y otros 4 edificios de VPO de 14 con un jardín apañado de 70.000 metros que pretendía el Ayuntamiento de la mayoría absoluta del PP y que fracasó la crisis, se pasó en esta legislatura de minorías a un acuerdo de toda la oposición para un gran parque a la totalidad -178.000 metros cuadrados-, tras la recogida de las firmas pertinentes de iniciativa ilusa. Lo que iba a convertirse en el Hyde Park de Ciudadanos, sin embargo, pasó a ser un gran parque con algún edificio de los proyectados, tras el primer giro de Pomares. Y a la segunda vuelta del concejal, se le unieron los de IU, para que el supuesto parque fuera tan grande como se pudiese con 4 rascacielos de 35 plantas y 4 edificios de 14 de VPO, por medio como champiñones. Marisol se equivocaba, la vida no es una tómbola, la vida es un círculo resiliente.
¿Más ejemplos? El Metro hasta el Civil es pura circunferencia. No. Bueno, sí. Sí, pero no. Lo que digan los vecinos. Vale, pues no. Y se cierra el baile con Ciudadanos desdiciéndose y apoyando el Metro al Parque Tecnológico. ¿Que no? Los jabalís de la Concepción terminarán siendo los culpables y Fátima Salmón escribirá la nota para que la lean en el noticiero de Onda Azul con el apoyo de parte de la oposición –si no toda-. La paciencia es en un ocho tumbado, para no cansarse, ya les digo, entre pompitas de jabón metafísicas.
Y esto mismo podría trasladarse a la actualidad política de la Junta de Andalucía, con los Consorcios de la Cónsula y la Fonda, de Empleo a Educación y de Educación a Empleo, tres años perdidos para quedarse igual que al principio, aunque con el prestigio abandonado por el camino, eso sí. O a la política nacional: ¿qué me dicen de los círculos de Podemos? No eran nada, un tío del 15M que hablaba en la tele, consiguen 5 diputados para Europa, crecen en las autonómicas, se convierten en la tercera fuerza nacional en las elecciones generales, con 69 diputados, se proponen al PSOE para gobernar y… Celia Villalobos los devuelve a su sitio inicial, al gallinero del Congreso, junto a sus cinco millones de votantes, con la esperanza de que el proceso se cumpla y cuando alguna princesa lo bese, se convierta en Benito Floro.