Nos tienen manía

4 Dic

Estamos de enhoraregu. Porque no hay que echar las campanas al vuelo pero sí reconocer que progresamos adecuadamente en la evaluación educativa de los últimos años. Al menos eso se desprende del temido informe PISA. Y a Luciano Alonso le gusta, que no es poco. Yo me apunto a su alegría y me predispongo también a celebrar los resultados andaluces. Como dice el consejero del ramo, al sistema educativo andaluz le corresponde «una de las mejores evoluciones del estudio». No disparata: un incremento de 16 puntos en comprensión lectora respecto a la puntuación obtenida en la valoración de 2009, 17 puntos en ciencias y 10 puntos en matemáticas no son moco de pavo. Aunque si me lo permite, le cojo el ramo y sin mirar a la concurrencia, se lo lanzo de espaldas a las señoritas solteras antes de tirarme a la piscina. Porque sin mirar el informe con detalle, me apuesto una ronda a que a pesar de todo, no salimos muy bien parados. Entre líneas lo ha dejado caer el Consejero de Educación: partiendo de una situación históricamente inferior al resto, hemos mejorado, dice. Timbaleo con los dedos sobre la mesa. Suspiro. Que feo está eso de compararnos siempre con doña perfecta la finlandesa. Qué bien lo hacían todo. Observé el programa de Jordi Évole con envidia repipi. Bueno, ¿y qué? Aquí tenemos buen tiempo todo el año… No sé si abrirlo. El informe, digo. Quizá sea mejor conformarse con saber que hemos mejorado y cambiar de tema. El Pompidou es recurrente. Dice Don Luciano que los resultados de Andalucía «no difieren significativamente» de países como Estados Unidos, Austria, Hungría, Suecia, Francia, Noruega o Italia. Lo de Estados Unidos da miedo. No sé si es leyenda urbana como lo de la mujer de la curva, pero yo me he creído eso de que nos ubican en el mapa junto a Mexico. Serán catetos, con perdón. Los italianos y franceses tampoco me dan mucha pinta de empollones motivados. Pero oye, húngaros y austriacos… con tanta música clásica y danza contemporánea o suecos y noruegos, con tanto frío para aburrirse en casa estudiando, mira tú… que voy.

¿Para qué habré mirado? Qué torpes que son los húngaros, austriacos, franceses, italianos y sí, no cabe duda, para un norteamericano, España estará al oeste de Perú, con el salvavidas puesto. Preferiría hablar de las campanas, los pavos, o las rondas que me he dejado atrás por causa del subconsciente navideño, pero ya no tiene remedio. Le han puesto el Pompidou a una Comunidad Autónoma que está a la cola de un país que está en el último peldaño de los de la OCDE en las tres disciplinas que analiza PISA: Matemáticas, Lectura y Ciencias. Para un guionista de cine esta parte sería “lo peor de lo peor”. España ocupa el lugar 25 entre los 34 países de la OCDE participantes en este programa. Además, en nuestro país, la diferencia entre las comunidades con un mejor y peor rendimiento educativo es muy grande, 55 puntos, el equivalente a 16 meses de escolarización. En España las diferencias de nivel académico entre los alumnos de distintas comunidades son de hasta curso y medio. Esta situación explica, por ejemplo, que los resultados en matemáticas de los alumnos de Madrid (504) sean similares a los de Alemania (514), Bélgica (514) o Canadá (519). En cambio, a la cola de la tabla de sitúan Andalucía (472), Murcia (462) y Extremadura (461), que registran un nivel similar al de Hungría (477), Israel (466) y Grecia (453). En comprensión lectora, los alumnos de Madrid obtienen similares resultados (511) a los de Canadá (523) o Finlandia (524). Pero los andaluces (477) están al final de la tabla, a la altura de los turcos (475). Ahí estamos…

Los escolares andaluces, pese a su avance considerable, continúan cerrando la tabla española, sólo por encima de Baleares, Murcia y Extremadura.

Y lo bonito que nos va a quedar el Pompidou…

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