Olor navideño

6 Nov

Me he subido ya al altillo para coger los viejos villancicos y estoy con la pandereta en brazos. Con lo que me ha costado encontrarlos, espero que no me haya precipitado. Lo que me faltaba sería que el cajón estorbara en el pasillo y tuviera que volver a demostrar mi pericia y mi fuerza encajándolos de nuevo entre esa maraña de recuerdos inservibles antes de que llegase el puente de la Inmaculada Constitución. Trabajo doble, pereza triple. Se debe a que la amenaza de huelga del comité de empresa de Limasa de jorobarnos la Navidad, me la ha traído. Y aunque he estado a punto de poner el tamborilero de Raphael en mi veterano tocadiscos he desistido porque me suena, de entre mis añejas tradiciones, que cupiera la posibilidad de que mis regalos potenciales se convirtieran en agua. Era si los encontraba, si me comía el turrón de mi hermana o si ponía villancicos cuando no tocaba, en alguno de esos casos, sí…

Pues los malísimos trabajadores de Limasa ya están chantajeándonos, que es a lo que iba y me he liado entre serpentinas. Son gente mala malísima que no se corta un pelo, melenudos bárbaros todos, a la hora de anunciar que irán a la huelga indefinida a partir del 20 de diciembre porque esa inapropiada fecha para los derechos fundamentales del trabajador es la que más nos va a causar trastorno a los pastorcillos, camino de las grandes superficies comerciales para adorar al niño y a sus turistas. Creo que son unos bellacos de tanto repetírmelo porque cobran sueldazos de médico, tienen vacaciones de maestro, y heredan el cargo, como el príncipe Felipe. Y todo por quitar de en medio la inmundicia a la que no nos enfrentamos cada día.

Según los datos de la empresa, el trabajador que se mancha el mono que más gana en Limasa, incluyendo todos los conceptos, cobra 36.492 euros brutos brutísimos, que aparentan casi tanto como los que cobra el asesor a dedo que se presentó a alcalde por un pueblo y perdió. Según la tabla salarial del convenio, el sueldo más bajo en Limasa es el que cobra un auxiliar administrativo: 21.241 euros.

Yo no sé si los currantes de Limasa son tan despreciables por ganar tanto dinero, por defender tan bien sus derechos laborales o por poner contra las cuerdas a los que más ganan en su empresa cada vez que les tocan las bolas navideñas. Supongo que será por la pasta, porque tan democráticos que somos, no vamos a rasgarnos ahora las vestiduras porque hagan valer sus derechos. Digo yo…

El comité de empresa considera que los recortes podrían empezar por otro lado: Limasa tiene en la actualidad 19 directivos que en conjunto suponen un gasto salarial de 1.036.453 euros anuales, según los datos de la memoria anual de Limasa. De ellos el sueldo más alto es el del gerente, que cobra 110.000 euros más un variable de 15.000 euros por objetivos. Asimismo señala el comité de empresa que la parte privada (FCC, Urbaser y Sando tienen el 51% de las acciones) se lleva más de dos millones de euros cada año por un “canon de asistencia técnica”, que pocos saben a qué se dedica en realidad. Por último, ponen la tijera en acabar con la externalización: “los camiones se llevan a reparar a empresas externas a pesar de poseer talleres propios”.

A lo mejor los trabajadores no son tan malos. O puede que los directivos no sean unos enchufados con currículum político y trayectoria sin igual. Hasta puede que las empresas privadas que participan no estén haciendo el negocio del siglo con Limasa. ¿Será que estamos orgullosos de unas calles tan limpitas?

Según un estudio interno encargado por la propia empresa y que hizo público en marzo La Opinión de Málaga, manteniendo el servicio municipal sin intervención privada, el Ayuntamiento de Málaga se ahorraría unos 47 millones de euros de aquí a que acabe el contrato, en 2017. ¿Alguien lo entiende?

¿Quién será el malo? Porque los tontos, me parece, siempre somos los mismos.

Una respuesta a «Olor navideño»

  1. Lo siento señor Beneroso pero lo que usted escribe es lo mismo que otros hicieron antes, poco más añade y, créame, si hay mucho más que contar; como no es el momento ni es el lugar donde hacerlo, me callo.
    En vez de repetir lo mismo, le animo a que investigue -eso se llama periodismo de investigación¿?- después de eso, ya me contará.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.