100 veces coloraos

20 Mar

Me parece a mí que la Semana Santa le ha llegado al Consistorio sonándole la campana. Estoy seguro de que entre acto y acto oficial, a más de un miembro del equipo de gobierno se le podrá observar en otro acto, de contrición, frente a su Imagen más venerada. Dice el Alcalde que las conversaciones con el comité de empresa de LIMASA se retomarán tras la semana más turística del año y seguro que no miente. El año pasado ocurrió lo mismo. Después de Semana Santa puede ser en abril o en febrero del año que viene, cuando, de nuevo, los trabajadores amenacen con otra huelga en el día de la marmota. Decía mi abuela que más valía ponerse una vez amarillo que cien colorao, pero me temo que nuestro gobierno local, a base de tenacidad y persistencia, ha aprendido a convivir como pez en el agua con las situaciones más bochornosas, dejando el dicho en entredicho. Tras la red biznaga, el timo de las joyas, o el museo de museos, posponer la solución de la limpieza de la ciudad sine die no creo que consiga sacarle los colores a nadie en la Casona del Parque. Verde impávido a lo sumo y a pesar de gastarnos en barrer más que ninguna otra ciudad de nuestro entorno.

Pero lo que me hace pensar que este año se tomarán más en serio las plegarias en la Corte municipal es el plazo de 20 días que le ha dado la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para que informe por escrito sobre las actuaciones practicadas en orden al cumplimiento de lo dispuesto en el fallo que dejaba sin efecto una prueba selectiva para cubrir 94 plazas de agentes de Policía Local en la convocatoria de 2002, puesto que el tercer examen –prueba de personalidad- se filtró a los aspirantes de una academia. O sea, que hay 94 ¿policías? patrullando la ciudad desde hace once años que, según sentencia firme, no han superado el examen psicotécnico de ingreso. ¿Son entonces policías locales o no?

El TSJA acordó en 2009 anular el examen y dejar sin efecto “todos los actos posteriores a dicha prueba”, realizada siete años atrás. Einstein llevaba razón: se puede viajar en el tiempo. Málaga es un corredor de gusano. El policía que me multó en 2008, sin superar las pruebas de acceso, lo hizo en un universo paralelo. Me devolverán el dinero en este. Creo. Un tercio de los agentes que velan por nuestra seguridad a las órdenes de los mismos concejales a los que corretean, no son agentes aunque, como las meigas, existen. ¿Llevaba o no razón cuando decía que más de un técnico, asesor, politiquillo o currante con responsabilidad en el Ayuntamiento de Málaga va a aprovechar la coyuntura sacra para ponerle velas a todos sus santos? Yo, sin tener nada que ver, me persigno, sólo de pensarlo.

El plazo para que se informe al Tribunal sobre las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento para cumplir la sentencia concluye después de Semana Santa. Pero inmediatamente después de Semana Santa. Y el Consistorio saldrá de esta, otra vez, colorado muy colorado y presumo que al borde de un infarto aunque, aparentemente, sin despeinarse. Con un ERE por imperativo legal o con alguna argucia regulada con letra pequeña que los retrotraiga de aquel otro universo de 2002 a este, once años más mayores. No quiero ni pensar que acaben pagando justos por pecadores. En este caso, los justos son los que llevan 11 años cumpliendo con su deber. Pero justos, también, los que reclaman en derecho que no se vulneren los principios de igualdad, mérito y capacidad en unas oposiciones.

Los penosos pecadores, los de siempre y al gusto.

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