Bendito SARE

19 Sep

Vuelve el SARE para salvarnos. De un plumazo y por aclamación popular. Qué bueno debía de ser y lo abandonado que lo teníamos desde que alcanzó su máxima expresión, allá por el 2001. El ladrillo lo apartó de nuestro camino porque recaudar sólo un millón y medio de euros anuales, en aquellos tiempos de bonanza, era una minucia. Simplemente, dejó de ser rentable –como dictaminaron en su día los técnicos del Plan Municipal de Movilidad Sostenible de Málaga-. Así, en sólo una década, de 2.500 plazas de aparcamiento de pago se pasaron a las pocas más de mil que resistían su decadencia en zona azul. Pero ya está arreglado. Raúl López, el Concejal de Movilidad, los ha puesto de nuevo en su sitio. 861 plazas nuevas en La Malagueta y 422 en El Perchel para un total de 2.458 en Málaga. Y con promesa de que si algún otro barrio malagueño las solicita, se le concederá en un santiamén. Un único requisito, eso sí, el consenso entre vecinos y comerciantes: «Si no es así, nos olvidamos». Pero, con el gusto que da pagar, ¿quién se va a resistir al acuerdo? De aquí a dos o tres semanas, las asociaciones de vecinos de las zonas ninguneadas por el SARE, se van a reunir en Asamblea para suplicar que se lo pongan. Todo son ventajas. O casi todo. Por ejemplo, el presidente de los comerciantes de La Malagueta, José Marcelino Pérez, está encantado porque se han ido los gorrillas «que echaban a nuestros clientes y les cobraban su impuesto revolucionario». Con suerte, si es residente y su portal da a una calle con zona azul, el impuesto revolucionario se lo dará a partir de ahora a Smassa. Apenas 78 euros al año, en el mejor de los casos. De paso, aunque la medida se lleva a cabo sin ningún afán recaudatorio, según el Consistorio, se echará una mano a la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Servicios, que con 900 plazas de aparcamiento subterráneo sin comprador, estará necesitada de fondos.

Lo del SARE tiene muchas ventajas. Es como un plan Marshall municipal. O así lo pintan. Pero por buscarle algún detrimento, se me ocurre señalar algunas nimiedades, que seguramente serán corregidas en breve. O no. Por ejemplo, respecto a los residentes, si en su precisa calle no hay zona azul, pagan como extranjeros. Cada hora y media, a bajar al perro y echarle la limosna a Smassa, por la cuenta que les trae. Luego están los que trabajen en una zona de pago, pero no residan allí. Si aparcan, el mismo paseíto pero sin mascota. Cada treinta minutos, que es más barato. Ocho horas de curro visitando dieciséis veces la maquinita a la carrera, sólo serán 2,80 euros diarios. Aunque, si eres concejal o cargo de confianza, probablemente te puedas permitir ir una vez cada hora. En ese caso, serán 10,40 euros de nada. Porque, el mayor problema, en general, tanto para residentes como forasteros será el precio. Raúl López, el pobre, con tantas cosas en la cabeza, se equivocó y anunció que sería el más barato en comparación con otras ciudades españolas. Lo miró al revés. Será el más caro. Veinte minutos en la zona azul de Madrid o Zaragoza cuestan 20 céntimos. En Málaga, 35. Una hora, 1,30 euros en Málaga, 60 céntimos en Zaragoza, 70 en Sevilla, 75 en Valencia y 1,20 en Madrid. Lo peor de todo, que en Málaga sólo se puede dejar el coche hora y media como máximo sin echarle al cepillo. En el resto de ciudades, hasta cuatro horas. O sea, que las reuniones de empresa tendrán que ser rapiditas.

Ya ven. Los grandes beneficiados de tener que pagar el impuesto de circulación B al Ayuntamiento, Unicaja y Empark Aparcamientos y Servicios –SMASSA- serán los ciudadanos. Subsidiariamente, aunque sin pretenderlo, puede que el que cobre se lleve algo. La previsión de ingresos por zona azul en Smassa era de 805.000 euros para la mitad de aparcamientos. ¿Y ahora, que se han doblado? Dice el Concejal de Movilidad que no lo sabe. Ya les digo, debe de estar muy atareado.

Una respuesta a «Bendito SARE»

  1. Yo lo que digo es que los coches contaminan mucho y que hay demasiados.
    Supongo que más que en la recaudación, se está pensando en el medio ambiente.
    A partir de ahora si quieres tener un coche debes pagar por todo, y en la Malageta más, porque no hay ni un solo aparcamiento gratuito. NI UNO.
    Señores, si quieren contaminar, lo van a pagar caro. Qué es eso de que todos puedan tener su cochecito. Eso es para los pudientes, hombre!! El resto a cuidar el medio ambiente. A andar, que es muy sano, y si te pilla lejos, utilizas el transporte público, que es baratísmo y funciona a la perfección.
    Señores, no hay de qué quejarse. A partir de un par de meses, todos los que no puedan sostener tanto gasto, van a tener unos culitos -de tanto andar- que van a ser la envidia de todo conductor.

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