Ya se vislumbra la solución a todos los problemas macroeconómicos de los malagueños. Así que, si en vez de un ser humano, acuciado por la microeconomía, eres un dato o una curva estadística de capa caída, estás de enhorabuena. Los que entienden de estas cosas raras y que hablan siempre de porcentajes, tendencias o planes han barruntado en la última semana una serie de medidas que devolverán a medio o largo plazo la estabilidad a nuestros números. Todo se basa en que vengan a Málaga alemanes, cruceristas y/o congresistas. Lo ideal, que venga un alemán en crucero para asistir a un congreso, creo.
Los alemanes son los que se llevan la palma. La de Mallorca, ya la tienen, en dura competencia con Urdangarín, pero las palmas de Málaga ahora también las ponemos, por si acaso, limosneras. Parece muy sencillo. Por ejemplo: las ventas de viviendas en Málaga cayeron un 23% en 2011 respecto al año anterior, que no creo que fuese tampoco de los mejores en este sentido, a tenor de mis sospechas. Pero no pasa nada. El Patronato de Turismo de la Costa del Sol ha llegado a un acuerdo con la inmobiliaria alemana Dahler & Company, para que ofrezca nuestro ‘stock’ de 35.000 viviendas en el mercado alemán. Pero no de sólo las viviendas viven los números. El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Damián Caneda, también ha llegado a un acuerdo con otro emporio alemán, el de los touroperadores, para que nos traigan más germanos de vacaciones. También el presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol reclamó la semana pasada que hubiera más conexiones aéreas directas entre Alemania y Málaga para que “ese emisor” viniera a Málaga en mayor número.
La mosca detrás de la oreja. Espero que no sea porque vengan todos hipnotizados por el buen hacer del marketing de la ITB de Berlín y en vez de vender, hayan comprado. A mí lo que me extraña es que después de tanto despliegue, lo que se pretende conseguir -según el Patronato de Turismo- es un aumento del 3% en las visitas de alemanes. Bluf. De la crisis no nos sacará a los pobres, pero las curvas de algún político economicista las erguirá un poco, supongo. Por mí, que no quede: Alemanes, ¡solución ya!
Pero además de alemanes, como decía, cruceristas y congresistas están en el plan de arreglo para los números milagrosos de la ciudad. Cuantos más, mejor.
Las dos horas y pico que se pasan los cruceristas en Málaga nos dejaron casi 48 millones de euros el año pasado, según los datos aportados por Cruises News Media Group. Esto lo calculan a ojímetro, me parece. Como lo de los congresistas que pasarán por nuestro magnífico Palacio. En este caso serán 38 millones los que se dejen los 35.000 feriantes que esperan recibir los responsables del Palacio de Ferias de Málaga durante el año 2012. Dicen que los profesionales que acojan se quedarán en Málaga 2,41 días de media a razón de 450 euros diarios por gastar. Hasta calculan cuánto dedicarán de su presupuesto a las diversas partidas: a dormir, 243 euros diarios; a comer, 104; a compras, 54; a ocio, 30. Dormilones, a dieta, aburridos y un poco tacaños. A estos hay que hacerles una buena camita y acostarlos temprano pues se gastan ocho veces más en dormir que en irse de cañas. Yo no sé estas cuentas. A lo mejor se espera un congreso de dominicos…
Todo al turismo, está claro. No sé en Málaga, pero los datos del sector turístico en Andalucía representan el 13% del PIB de la Comunidad Autónoma. Mientras, 27 parados malagueños dejan de cobrar su prestación por desempleo a diario. Yo no lo critico: viva Alemania, los cruceristas, los congresistas y el monocultivo si es que algún sabio ha hecho cuentas y le salen, incluyéndonos a todos. Yo, descreído, cruzo los dedos.