Ayer me quedé estupefacto con un titular que leí en el diario La Opinión de Málaga. Decía: “Málaga, centro mundial de la tecnología de vanguardia”. No es para menos. Que Málaga se mencione en una misma frase junto a las palabras “tecnología” o “vanguardia”, cuanto menos, sorprende. Lo de “centro mundial” no tanto, la verdad, casi estamos acostumbrados a soportarnos en ese preeminente lugar en cuanto algún trabajo estadístico comparativo se decide a incluirnos en el listado. Solemos estar en el centro mundial de cola, ya sea leyendo, desahuciando, en renta per cápita, o en desempleo. Pero esta vez, o eso parece, no será este acento peyorativo de nuestra idiosincrasia conformista la que nos señale: ¡el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) nos ha elegido como sede de su congreso EmTech!
Tras la alegría implosiva que me supuso enterarme de lo que es el MIT, por supuesto, adopté la típica postura defensiva, imaginando lo que podría ocurrir si entre los seiscientos asistentes previstos al Congreso, pudiese haber alguno apellidado Murphy. Que no salgan huyendo los científicos vanguardistas y tecnológicos el primer día, como el arquitecto o como el señor francés que nos iba a llevar al 2016, en cuanto algún político cerril les dirija la palabra, es un ruego que no olvidaré hacer la próxima vez que pase por el Santuario de la Victoria, que falta nos hace ganar algo, después de tanto empate y siendo optimistas.
El MIT es una universidad privada norteamericana dedicada a la investigación y considerada por los expertos, humildemente, como la mejor del mundo. He leído en wikipedia que cuenta con 76 premios Nobel entre su profesorado y en el diario La Opinión de Málaga que será la primera vez que este congreso Emtech se realice en Europa. Además, se rumorea que el Instituto está planteándose crear una sede europea y me atraganto.
Vendrán a Málaga, la ciudad más palurda en número de asesorías catetas y cargos de confianza, léase toros, Semana Santa, Marinas y Bodegones, lo más granado a nivel mundial en Tecnología avanzada, tanto ejecutivos de grandes empresas, como creadores, estudiosos e imaginativos de lo virtual. Pienso en un superdotado de la NASA sentado junto a un prohombre de la cultura institucional malagueña y, tal vez, una conversación en la que le explique que cuando no hay presupuesto, hay que echarle imaginación. No sólo por honestidad, a cuenta de un escandaloso sueldo, también por ego.
Después de esto del congreso, los centros mundiales y el cuento de la lechera a que me retrotrae, pienso en las modernidades malagueñas de las que tanto dudé hasta ahora. A ver si el americano al que contrató el alcalde como asesor y que debe de seguir por ahí, haciendo negocios para la ciudad, o algo parecido, al final nos va a servir de algo. Sería maravilloso. Prefiero americanos a sueldo, por si suena la flauta, que exalcaldes en paro aleccionando en Diputación sobre el arte en la arena, donde seguro que no hay que rascar. O el OMAU. ¿Se imaginan que el OMAU, su Curva de Gini, o su chalet-palacete nos hubiese servido de algo y no nos hubiésemos enterado? Qué rabia daría.
Yo ya me he decidido. Viva el OMAU, sus fondos europeos, sus proyectos transparentes, sus ediciones, exposiciones, viajes o lo que haga, que no tengo ni idea. Que viva también el americano y el Club Málaga Valley, que creí que era un club deportivo pero, no, nos trae congresos ilusionantes. Viva todo lo moderno y desconocido de nuestro Ayuntamiento. Con tanta austeridad, ya era hora de descubrir proyectos de futuro, tablets, ipods y huellas ecológicas. Que sólo de Semana Santa, no vive –ni sueña- el pobrecito malagueño.
Que Málaga está llena de padrastros y madrastas de la Cenicienta sí que es evidente, y este es otro artículo para llevar a esa lastimosa lista ¿Se cansarán algunos ‘pobrecitos malagueños’ alguna vez de hablar pestes de su ciudad? A ver si vamos echándole imaginación todos y cambiamos de tema que aburre bastante.
Desde luego, que resulta increible leer este artículo descalificando a la ciudad como si fueramos una favela del Sur de España. Cansa ya un poco, los comentarios «progres» viendo la situación actual del país…. y vengamos a dar lecciones de la capital que lentamente y siempre muy mejorable este dando pasos para mejorar.
Miremos a nuestro alrededor y queramos un poco más lo nuestro con ganas de mejorar y no solo de echar basura y cambiemos el discurso «rancio» de estar en contra de los toros, semana santa y tal, en principio simplemente por representar como pocas cosas a un colectivo de la ciudad y otras porque quizás si realizaramos un estudio económico más allá del folclorico, tradional o religioso es de lo más rentable de esta ciudad.
Málaga: ciudad con un 30% de tasa desempleados y, con más de un 30% de fracaso escolar. También tiene entre sus méritos, formar parte de Andalucía, una región subdesarrollada que lleva 30 años recibiendo miles de millones de euros para, al fin, seguir ocupando los puestos de cola de todo lo que merece la pena. Málaga es una ciudad envidiable y a imitar, desde luego, de eso no cabe duda.
Málaga: ciudad con un 30% de tasa de desempleo y, con más de un 30% de fracaso escolar. También tiene entre sus méritos, formar parte de Andalucía, una región subdesarrollada que lleva 30 años recibiendo miles de millones de euros para, al fin, seguir ocupando los puestos de cola de todo lo que merece la pena. Málaga es una ciudad envidiable y a imitar, desde luego, de eso no cabe ninguna duda.