El poder de la evaluación

24 Jun

El conocimiento académico tiene valor de uso y valor de cambio. El valor de uso es más que discutible ya que no siempre se construye el currículum con criterios acertados, pero el valor de cambio es indiscutible. Si demuestras que lo has adquirido, el sistema te lo canjea por una nota, por un certificado, por un título.

EBAU es el acrónimo correspondiente a  “Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad». Por otra parte, PEvAU hace referencia a “Prueba de Evaluación de Acceso a la Universidad». En ambas siglas se ven las dos caras del paso del Bachillerato a la Universidad. Hace años escribí un artículo titulado “Las bisagras del sistema educativo”. Me refería a los pasos de un nivel a otro. Este es muy importante. Cuando las bisagras chirrían,  hacen daño.  Hay que engrasarlas. Y eso requiere coordinación entre los niveles.

Hay quien aboga por unificar las pruebas en todo el Estado pero la modalidad actual permite adecuar mejor la evaluación al currículum de cada Comunidad Autónoma y a las características del alumnado.

Durante el mes de junio se han celebrado exámenes de la llamada Selectividad en todas las Universidades Públicas del país. Mi hija ha pasado este año por las pruebas en la Universidad de Málaga, con el consiguiente tributo de esfuerzo y de angustia. 

Como se sabe, la nota final para acceder a la Universidad se compone de dos partes: la nota del Bachillerato que  supone el sesenta por cierto y la de las pruebas de Selectividad que cuentan un cuarenta por ciento. Creo que los porcentajes son plausibles ya que conceden más importancia a los resultados obtenidos durante dos años frente a los que proceden de unas pruebas que duran tres días. Puede una persona tener un mal día, puede quedarse en blanco, pueden jugarle una mala pasada los nervios, puede no entender la formulación de las preguntas o pueden plantearles unas pruebas inadecuadas… Por otra parte, el corrector no tiene ni idea de quién es el evaluado ya que el anonimato es obligatorio porque no aparece el nombre de quien se examina sino unos códigos de barras que no permiten la identificación.

Como sucede con toda evaluación estas pruebas encierran poder. Acertar o fracasar en ellas puede condicionar la vida del estudiante. Según la nota de corte que establezcan los centros universitarios podrán acceder a los estudios que desean realizar. Por eso es una responsabilidad enorme confeccionar unos ejercicios razonables. Ya sé que la palabra razonables encierra una polisemia inabarcable, pero hay extremos que  sabemos a ciencia cierta que no entran dentro del abanico de la flexibilidad.

En las Universidades andaluzas se han   estrellado muchos alumnos y alumnas en la prueba de Matemáticas II, celebrada el día 14 de junio. Pronto se extendió la reacción de disconformidad, de indignación y de rabia. La prueba tenía una dificultad extrema.

No soy un especialista en Matemáticas, razón evidente por la que no puedo emitir un juicio fundado sobre la dificultad de la prueba. Pero he hablado con especialistas que me han confirmado que el rechazo de los alumnos está más que justificado.

En la prueba a la que hago referencia se produjo una reacción masiva de asombro y de indignación. Algunos lloraban, otros mostraban su disconformidad, otros hacían una pelota con la hoja de examen para arrojarla a la papelera..

Se ha puesto en marcha una recogida de firmas de protesta en la que se solicita la impugnación de esa prueba. La petición de apoyos se canaliza a través de la web change.org, y dice que se pretende “mediante las firmas de todos los andaluces” demostrar que “no estamos de acuerdo con el examen de Matemáticas II de selectividad de junio de 2022-23”, confiando en poder lograr “la impugnación del mismo”. Entienden que la impugnación es necesaria “para que un examen no nos arruine todo el esfuerzo dedicado durante nuestra preparación para selectividad”.

Las quejas por la dificultad de la prueba aluden a que el examen contenía  cuestiones que no han sido estudiadas por ellos o bien pruebas que pertenecen a cursos universitarios. Entre los firmantes de la petición, un profesor de Estructuras Algebraicas para la Computación asegura no entender la razón “para ponerle un examen tan jodido a los chavales”.

Hay tres posibles problemas en la selección de los ejercicios. El primero tiene que ver con su inclusión en currículum. No se debe presentar un ejercicio que los alumnos no han estudiado en el programa de la asignatura. El segundo se refiere al nivel de dificultad. No parece lógico que sea extrema y tampoco que no permita discriminar por lo sencilla. El tercero se sitúa en la forma de enunciarse los problemas, ya que tiene que ser inteligible.

Luego viene el problema de la corrección, que no es una cuestión menor.  Hay estudios que muestran que para que haya rigor en la corrección de ejercicios de ciencias harían falta, cuando menos, doce correctores. Parece que, tratándose de problemas matemáticos no tendría que haber duda. Pues no.  Hay evaluadores que por olvidarse el alumno en la respuesta de especificar  que la cantidad  20 se refiere a kilogramos, merece un cero en el problema. O quien por un error  grave descalifica toda la prueba.

Un estudiante que ha preparado bien las pruebas, tiene que ser capaz de responder con soltura a lo que se le pregunta. Todos los profesores sabemos  si el examen que hemos preparado es fácil o difícil. Como quien crea un sudoku. Al margen se anuncia: fácil, difícil, muy difícil.  Y así es para quien pretende solucionarlo.

¿Por qué se ha llegado a esta situación? Siempre he rechazado esa postura sádica de quien, al gozar de una situación de poder, aprovecha la ocasión para provocar una ola de sufrimiento.  ¿No es consciente quien elabora la prueba de que lo que va a provocar  en los estudiantes? Pocas veces se tienen en cuenta los sentimientos que genera la evaluación. Una cosa es preparar una prueba que sea un coladero, como se dice vulgarmente, y otra hacer una prueba que provoque un fracaso generalizado.

Formé parte durante dos años de la Comisión Nacional para evaluar la investigación de los docentes universitarios. Allí me encontré con una colega que actuaba con este criterio: si me lo puedo cargar, me lo cargo. Le pregunté un buen día que por qué no se guiaba por el criterio opuesto: si lo puedo salvar, lo salvo. Me dijo que había que elevar el nivel. Hay que elevar el nivel, sí, pero no machando al prójimo desde una situación de poder.

Son actitudes diametralmente opuestas, que responden a formas de ser, a formas de entender la vida y la enseñanza. En mi libro ”Evaluar con el corazón” hay un capítulo que se titula así: “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional (y de persona) eres”.

No digo que no haya que ser exigentes, que el nivel tenga que bajar, que no se necesite esfuerzo, que todo sea fácil.  No.

Me preocupan las actitudes sádicas que se pueden ejercitar desde el poder. Sabido es que nada se plantea sobre la formación emocional de los docentes ni en el proceso de formación inicial ni el de selección. Por consiguiente, es fácil que entramos en la docencia, personas con alguna tara que otra. El ´sádico va a tener en la evaluación un campo abonado para hacer patente el sadismo. Y, como también existen muchos masoquistas que nunca han pedido, sabido o querido protestar  rebelarse, nos encontramos con prácticas sadomasoquistas, especialmente claras  en la evaluación. Un masoquista le dijo a un sádico: Pégame, por favor. Y el sádico respondió: Ahora, no.

Les pregunté un día a mis alumnos en una clase sobre evaluación que levantasen la mano quienes se hubiesen sentido alguna vez injustamente evaluados. Todos levantaron la mano. Todos, sin excepción. Les pregunté a continuación cuántos habían negociado esa situación. Y solo levantaron la mano tres. Cuando pregunté al resto por los motivos de su silencio resignado me dijeron que eran escépticos respecto a la modificación de la nota. Alguno dijo que era peor tratar de negociar el resultado. Recuerdo sus palabras:

– Una vez fui a reclamar unas décimas y salí sin cuatro puntos.

La evaluación encierra poder. El alumno tiene poco que decir sobre el proceso. Mejor dicho, absolutamente nada. Su tarea consiste en responder lo mejor que pueda y sepa a las cuestiones que le han planteado. Nada puede decir sobre su coherencia, dificultad o claridad. Y nada sobre los resultados obtenidos. Mal camino. Hay que empoderar a los alumnos y a las alumnas en el proceso de evaluación.

36 respuestas a «El poder de la evaluación»

  1. Querido amigo y maestro Miguel Ángel:
    Un saludo entrañable y gracias por tu artículo de hoy.
    Es un acto de justicia impugnar ese examen, prueba, o como queramos llamar al único y exclusivo instrumento para la evaluación del acceso a la universidad. Después firmaré en la plataforma change.com, es más: pasaré tu artículo a un nutrido número de amigos.
    El segundo punto o idea: lo afectivo, el corazón, que no solo debería articular la evaluación, que es un proceso multifactorial, complejo y, «velis nolis», subjetivo y un ejercicio de poder. Mi único sobrino, Manuel Arconada, ha estrenado etapa educativa (ESO), ley educativa e instituto en Valladolid capital. Resulta descorazonador la cantidad ingente de exámenes, uno tras otro. Ni actividades extraescolares y complementarias (como las que, bien sabes, Miguel, organizaba y programaba yo en El Palo, barriada noble y de gentes de honda ejemplaridad. Vaya mi gratitud y recuerdo indeleble para los que fueron alumnos y alumnas míos). Diría, parafraseando al papa Francisco: «salgan de las aulas, hagan lío…visiten y aprendan en museos, itinerarios literarios, asistiendo al teatro, a exposiciones, al cine, etc. El tiempo pasa, lo cognitivo se olvida, pero la huella del corazón permanece en los alumnos que aman a sus buenos profesores…a los que inmortalizan.
    Y, si me permites, tanto tú como tus lectoras y lectores, expreso mi sincera felicitación a mi sobrino Manuel por las calificaciones extraordinarias, pero sobre todo y ante todo, por albergar una nobleza interior, empatía, habilidades sociales, y un corazón tan compasivo como el de su mamá, mi querida y admirada cuñada Carolina.
    A todos y a todas, un feliz fin de semana.

    • Querido Carlos:
      Pero, ¿qué horas son esas de leer y escribir? ¡Las 4.32! de su forma de ser
      Quiero empezar uniéndome a tu felicitación a tu sobrino Manuel Arconada (y a tu cuñada Carolina y a su marido) de no solo por el éxito en las calificaciones sino por todo lo que me cuentas de su forma de actuar y de ser. Esa etapa necesita un profesorado competente, apasionado, creativo y entusiasta porque los adolescentes necesitan guías en una etapa compleja de su desarrollo. Menos mal que Manuel cuanta con ese segundo Instituto en la casa. Y enhorabuena también a ti porque estoy seguro de que su tío Carlos tiene su parte en los logros. Que disfrute y aprenda también en el verano.
      Interesantes las palabras del Papa Francisco: la huella del corazón permanece.
      Una forma de manejar la evaluación genera daños en quienes la padecen, más allá del fracaso en la calificación.
      Un gran abrazo, querido amigo.
      Muchas gracias por tu precioso comentario.
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  2. Querido Miguel Ángel.
    En estas noches cálidas, incluso en el norte, leer es una manera maravillosa de pasar los ratos de desvelo que se tienen cuando hay bebés por casa.
    Que gran acierto, Miguel Ángel, en la temática de hoy: la evaluación. Que conste que la semana pasada el tema era también apasionante y necesario, pero no me dio tiempo leer el artículo hasta mitad de semana, cosas del final del curso y, precisamente. la evaluación.
    Estos días con las pruebas de acceso, con exámenes, con tribunales de Trabajos Fin de Grado o Fin de Máster, en la universidad estamos evaluando en todo momento y en los centros educativos, que acaban de terminar el periodo lectivo, también.
    Coincido que en la evaluación es un campo de batalla para muchos/as docentes. Y digo batalla porque parecen enfundarse con artillería pesada y con objetivo un objetivo claro desde un “rigor mal entendido” o desde unas “exigencias no coherentes”.
    Cuando digo “rigor mal entendido” me refiero a que evalúan desde una posición en la que se ven interpelados desde la “certidumbre” de que el alumnado no ha aprendido (“no saben tanto como yo”, lógico pero sería deseable que pudieran superarnos incluso); y “exigencias no coherentes” cuando se usan las pruebas de evaluación, el tan habitual examen o prueba escrita (valga el eufemismo) casi como único elemento de evaluación y, encima, no es coherente con lo abordado en todo el proveído previo.
    Es decir, siempre me planteo que, al margen del terror pre, peri y post-evaluativo que esta forma de actuar genera, el único fin posible es calificar a la baja y “repartir suspensos”. Lo digo tal y como lo he llegado a escuchar alguna vez. Lógicamente, la otra opción es imposible aunque puede suceder por factor de suerte estadística.
    Todo eso esto no es, en mi opinión, evaluación. Se trata de un proceso revestido de halo académico para calificar sin sentido y lo que es aún peor, sin aprendizaje. Solo entiendo la evaluación como parte de un proceso de aprendizaje. Pero muchos asimilan evaluación a calificación y ahí el poder ser ejerce de una manera muy concreta.
    La situación que indicas del alumnado que no “negoció” el resultado es común; yo añadiría que no “defendió” o incluso “reivindicó” tal circunstancia.
    Aquí en Asturias, se ha dado una situación idéntica en la EBAU con otra asignatura muy cercana “Química” (https://www.lne.es/asturias/2023/06/08/indignacion-alumnos-hicieron-examen-quimica-88469219.amp.html) y de nuevo se repite el mismo escenario que comentas.
    Creo sinceramente que cuando evaluamos, y lo he comentado reiteradamente en clase con estudiantes que serán docentes en breve, pensamos que ese momento -que se repetirá muchas veces durante la vida escolar de cualquier persona- es único, irrepetible y, aún peor, objetivo cuando oculta subjetividades importantes.
    Una mala decisión en la evaluación, sin visión de conjunta, desde el poder mal ejercicio o desde la asimetría emocional de una persona adulta juzgando con ensañamiento a un niño, a una niña, puede tener resultados insondables.
    Lo triste es que hay docentes que se vanaglorian de que muy pocos superan sus materias o, lo que es lo mismo, que muchos suspenden; y docentes -a veces coinciden ser las mismas personas- a los que solo les pasa eso con el mismo grupo de estudiantes. Es decir, no se trata de una exigencia académica o de una dificultad temática, sino de la variable personal de quien imparte la asignatura.
    El resumen, la evaluación y lo comparto plenamente contigo, es un campo en el que seguir “batallando” para que las y los docentes muestren compromiso profesional, sensibilidad personal y hasta me atrevería a decir, responsabilidad deontológico.
    Mis dudas habituales con respecto a la evaluación surgen en tres momentos directos:
    1. cómo evaluar -en la EBAU o en pruebas de admisión especificas que hay en algunas universidades- el acceso del alumnado a carreras de Maestro/a y algo similar para acceder al Máster de Secundaria (¿el expediente académico indica que serán buenos docentes?).
    2. cómo evaluar durante la formación universitaria para ser ejemplos que puedan servir de referencia.
    3. cómo evaluar el acceso a la función docente (obviamente las “oposiciones” son un sistema criticable, incompleto y subjetivo) y, sobre todo, acompañar a los que se inician en la profesión. Y digo acompañar porque se nos deja “solos y solas” en una aula y no pasa nada. ¿Pasaría lo mismos si un médico o una médica entrase solo un quirófano o una consulta por primera vez?…
    Estos tres escenarios de evaluación creo que condicionan de manera clave lo que luego encontramos en la realidad educativa.
    Gracias por permitirme reflexionar y disculpas por la extensión.
    Por cierto, espero y deseo que la EBAU y su resultado permitan a Carla acceder a lo que desee. Sin duda será una pagina más de su (de vuestro) diario. Afortunadamente, a pesar de las evaluaciones, las vidas continúan.
    Nos veremos en octubre pero hasta entonces es un honor y un placer encontrarte por aquí.
    Un cálido abrazo desde Oviedo
    Alejandro

    • Querido Alejandro:
      ¡Vaya horas de leer y escribir! ¡Has enviado el comentario a las 5,14! Eres de la franja horaria de otro amigo como es Carlos Arconada.
      Interesantes reflexiones sobre la evaluación.
      Al parecer el caso de Química de Asturias repite el problema de Matemáticas II en Andalucía.No hay derecho. ¿Cómo pueden elegir problemas que no se han abordado en el curriculum? El enfado no pude ser más justificado.
      Planteas cuestiones tan interesantes que dan, no para un comentario sino para un libro.
      Carla podrá realizar sus estudios en Madrid como habíamos planificado. Muchas gracias.
      Espero que en octubre podamos celebrar algo que los dos deseamos fervientemente.
      Un cordial saludo.
      Gracias por el estupendo comentario.
      MÁS

  3. Muy buenas Miguel Ángel!
    Anoche pude leer tu artículo al regresar del baño tradicional de la noche de San Juan ( la excusa para quedar con amistades y cenar barbacoa) si Juanito levantará la cabeza..
    Me dio pudor comentarlo tan tarde aunque me acosté con vos y una tal evaluación.
    Estoy cada vez más convencido de la importancia y lo clave que es este tema; debo reconocer que el 99% de lo interiorizado sobre evaluación se lo debo a un catedrático de Didáctica y Organización de la Uni de Málaga y a un libro de cabecera
    » La Evaluación como Aprendizaje»
    Cuando la flecha impacta en la 🎯
    Magnífico para compartir y dialogar.
    Esperamos que los calores no os afecten mucho y que podáis disfrutar de días en familia.
    Mucho éxito para Carla.
    Abrazos 4×3

    • Querida familia:
      ¡Leer a esas horas después de una fiesta! Eso solo lo hace un ser excepcional. Hay uno solo. Se rompió el molde.
      Ayer vimos los fuegos artificiales desde la terraza de la casa. Hermoso espectáculo frente al mar.
      Hay que ver la tensión que generan estos exámenes que van a condicionar la vida de los estudiantes.
      Hace unos días me han dicho que el Ministerio de Educación de Chile ha comprado cinco mil ejemplares del libro que citas.
      Una pequeña satisfacción.
      Que disfrutéis del verano.
      Os recordamos siempre con inmenso cariño.
      Gracias por leer, incluso a horas intempestivas.
      MÁS

  4. Que alegría conocer que el Ministerio de Chile va a comprar 5000 libros!
    Es una Gran Noticia, de pequeña satisfacción rien de ríen, es una. Gran satisfacción.
    Felicidades!!

    • Querido Miguel:
      Pues fíjate lo que me contó mi editor argentino de una de las autoras de la editorial. El ministerio de Educación había comprado ¡¡¡87.000 ejemplares!!! de un libro sobre educación sexual. Impresionante.
      Yo ya tuve una experiencia en Argentina. Compró el Ministerio 16000 ejemplares de Hacer visible lo cotidiano. No cobré ni un peso porque la editorial que hizo la gestión (San Alberto Magno se llamaba) quebró y Akal no solo no cobró nada sino que perdió la edición del libro y el envío de los libros. No tuve valor para exigirle los derechos de autor. Creo que fui un poco ingenuo. Pero bueno, ya pasó.
      Un abrazo.
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  5. Querido amigo, hoy la lectura de tu blog – liturgia sabatina de tantos años – me encuentra justamente evaluando en la facultad, se termina el semestre y los tiempos se han acortado a fuerza de feriados puentes y turísticos.
    El tema es que justo hoy estoy evaluando y al terminar de entregar las actividades que deben resolver mis alumnos de 3er año de ingeniería, les manifesté: “Y ahora a disfrutar de lo aprendido”. Hubieron algunas risas y tuve que aclarar a continuación que no era una ironía lo que les decía, que mi deseo era sincero y que nacía desde mi corazón… el poder saborear los nuevos aprendizajes. Resulta que me quede pensando en porque tuve que aclararle a los alumnos mis buenos deseos…. luego reviví en tu artículo los aprendizajes de siempre.
    Te mando un sentido y prolongado abrazo
    Horacio

    • Querido Horacio:
      Es curiosa la reacción de tus alumnos. Siempre hay motivos para reflexionar y para esforzarse en comprender al ser humano.
      El sistema educativo tiene ganar muchos enteros en todo lo referente a la esfera emocional, antes, durante y después de los aprendizajes.
      Un gran abrazo.
      Gracias por compartir.
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  6. Querido Miguel Ángel: Disculpa por no haber expresado mis mejores deseos, en lo relativo a las calificaciones de las pruebas de acceso, para Carla. Si eres tan amable, por favor, transmítele mis recuerdos entrañables.

    • Querido Carlos:
      Trasmito a Carla tus buenos deseos.
      Está contenta.
      Porá estudiar lo que desea.
      Espero que encarrile bien su vida universitaria.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  7. Estimado maestro
    Gracias por su articulo de hoy. He leído tambien sus libros sobre la evaluacion y coincido con sus apeciaciones. Referente al articulo me parece muy acertada la conclusión de que los alumnos tienen que tambien tener el poder de cuestionar una evaluacion cuando esta incluye preguntas sobre temas que no se han enseñado en un curso y tambien cuando el nivel de exigencia es inadecuado. Los estudiantes deben tener claro sobre los temas que se les va a evaluar y el objetivo es comprobar lo que el estudiante ha aprendido y no el de descalificar y hacer tropezar a alguien. Espero tener siempre presente lo que he aprendido en sus libros el momento de evaluar a mis estudiantes. Gracias. Un abrazo y si tiene fechas confirmadas para venir a Ecuador por favor me avisa.

    • Querido Eduardo:
      Hace un par de días hablé con Perico.
      Sí, ya hay fechas para el viaje.
      Me dijo que sería bueno que estuviera ya tu libro. Vamos a ver si es verdad.
      ¿Tú impartes algún tipo de charlas? ¿Sobre qué temas?
      Si no recuerdo mal es a principios de octubre. Ya te concreto cuando tenga los vuelos.
      Un gran abrazo
      Gracias por el comentario y por la lectura de los libros sobre evaluación.
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      • Gracias estimado Maestro por su informacion. Sí he impartido charlas sobre los temas que trato en mi libro esto es Orientacion Educativa areas y contenidos La importancia de enseñar valores y Qué considero que es realmente educar. entre otros temas .
        Será muy provechoso para los docentes ecuatorianos asistir a su capacitación .

        • Estimado Eduardo:
          Te mantendré informado. Hubo un problema con el primer envío de tu libro y del prólogo. Por eso se ha retrasado la contestación.
          Será un placer encontrarte, si tus obligaciones te permiten estar (y tener alguna intervención) en el Congreso.
          Vamos hablando.
          Un abrazo.
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  8. Querido Maestro:
    Hoy no me siento preparada para aportar algún fundamento teorico-práctico, porque hay muy buenos comentarios al respecto.
    Evaluar es siempre complicado, individual subjetivo, y a veces injusto.
    Porque nunca se evalúa los aspectos emocionales de los alumnos.
    Llegar a una prueba, es una historia interminable de acontecimientos, de multitud de horas de estudios, de búsqueda de lo cierto, de dejar de lado la familia, los amigos, los encuentros.
    Resolver todo eso en unos minutos es demasiado intenso.
    Tengo una amiga que acaba de presentarse a una opisición.
    Si la conocieran como es, el corazón que tiene y la capacidad para darse y para amar, la aprobarian sin ninguna duda.
    !Ojalá tenga buenos resultados! Y que le salga bien porque es uno de sus sueños.
    Bueno ya sin más me despido, con un calor de 41 grados, esperando que disfrutéis de este verano.
    !Qué la semana sea feliz y leve!
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      Todos hemos sido evaluados muchas veces. Y hemos sentido en nuestras propias carnes la subjetividad de la evaluación.
      Y muchos hemos tenido la oportunidad de evaluar.
      Se trata de un proceso que encierra poder.
      Por eso corremos el riesgo de abusar del poder, de no ponerlo al servicio de las personas con respeto y humildad.
      Es cierro que nunca se tienen en cuenta los sentimientos.
      Le deseo a tu amiga éxito en las oposiciones.
      Besos y gracias por el comentario.
      Que soportes con ánimo el calor.
      Y buena semana.
      MÁS

  9. Hola Miguel Ángel.

    La evaluación entraña poder y se utiliza como un elemento de «justicia». No hay cosa más justa que una rasera dirían algunos… Pero esa presunta justicia que busca la objetividad resulta muy injusta cuando no sé tiene en cuenta el nivel de partida de cada alumno o alumna. Esto que en las etapas iniciales se puede tener en cuenta, por ejemplo en función de las adaptaciones del currículo que requiera un estudiante con necesidades específicas apoyo educativo, cuanto más avanzamos en el sistema educativo más selectiva y clasificadora se vuelve la rasera.

    En el caso del acceso a la universidad no entiendo que la criba esté solo en la nota de la «selectividad» y en el expediente, el otro término me resulta impronunciable. Las notas determinan la competencia profesional de la carrera cursada???? Las personas que han obtenido un 14 de 14 serán doctores brillantes, docentes magníficos, arquitectos de élite… ???

    Estás pruebas valoran esas competencias???

    Te escribo desde mi playa a la que he acudido por San Juan. Disculpa mi discurso telegráfico que está escrito desde el móvil….

    Un abrazo evaluador desde el corazón… En primaria ese corazón debe ser inmenso.

    • Querido Juan Carlos:
      Ya te echaba de menos.
      Y esperaba que al finalizar el curso, después de las apreturas de las últimas semanas, volveríamos a recuperarte.
      Tienes razón. ¿Qué significa tener un 14? ¿Qué garantiza respecto a la formación y al ejercicio profesional?
      Lo que pasa es que el sistema tiene que buscar algún criterio que parezca objetivo para seleccionar.
      Otra cuestión es la relacionada con la justicia o, mejor dicho, con la equidad. Medir con idéntico rasero a quien tiene un punto de partida tan diferente es más que discutible.
      Espero que tengas un descanso feliz, tan bien ganado.
      Gracias, amigo,
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    • Querida Lucía:
      Muy de acuerdo con tu silogismo.
      Un comentario breve, claro y verdadero.
      Muchos besos.
      Muchas gracias.
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  10. Es fácil manejar la evaluación como un instrumento de poder. Porque, ¿quién evalúa al evaluador? En realidad todo depende de que los evaluados levanten l voz par reclamar sus derechos.
    – No se puede meter en las pruebas de evaluación cuestiones que no han estudiado los evaluados porque no forman parte del curriculum,
    -No se puede hacer enunciados ininteligibles.Es una trampa inadmisible.
    -No se puede imponer un tiempo en el que no es posible realizar las pruebas.
    -No se puede corregir de forma arbitraria.
    Pero, lo importante es que los alumnos y las alumnas puedan elevar la voz.
    Saludos

    • Querida Raquel:
      Por eso digo que hay que empoderar a los alumnos y a las alumnas. Ellos son protagonistas del proceso, pero eso no quiere decir que tengan que ser víctimas sino que se sientan con la capacidad de exigir ser respetados en el proceso, es decir antes, durante y después de la evaluación, conociendo los criterios, reclamando condiciones y negociando los resultados.
      Lo que pasa es que durante el sistema educativo se ha silenciado la voz y la decisión del alumnado. Hemos dicho lo que dijo aquel empresario:A mì me gusta que mis trabajadores me digan la verdad, aunque eso les cueste el puesto.
      Besos, querida Raquel.
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    • Estimado Mario:
      Eso podría ayudar, pero no bastaría.
      Porque se trata no solo de enriquecer las concepciones sino de modificar las actitudes.
      Y luego de luchar contra un sistema que nos lleva a planteamiento poco defendibles desde la lògica.
      Un abrazo.
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  11. Buena tarde desde México mi estimado Dr. Santos Guerra.
    La evaluación es un tema bastante amplio y como bien dice, encierra poder, pero también desigualdad, exclusión y en muchos casos, también desconfianza.
    Lo cierto es que no deberíamos etiquetar a la evaluación con connotaciones negativas, debiera como lo he escuchado de usted en algunas ocasiones, ser una oportunidad más de aprendizaje para el alumno y para el mismo maestro.
    Lamentablemente, en muchas ocasiones nos quedamos con el único fin de evaluar para saber quien es primero y quien último, como el caso que usted meciona, que la evaluación se utiliza para tener una lista a través de un examen.
    En nuestro país se hacen exámenes para entregar plazas docentes, porque el sistema considera que los que salen bien en los exámenes, son los mejores docentes… Pero conozco docentes que seguramente no pasarían un examen así, pero tienen un talento inhato para enseñar que ya quisieran los que sacan notas sobresamientes en dichos exámenes. Nos olvidamos un docente y cualquier ser humano posee más de un tipo de conocimiento, que también hay habilidades y competencias que por obvias razones requieren de formas distintas de evaluarse. Así, no podemos decir que una persona es mejor que otra solo por un examen que evalúa solo un elemento cognitivo.
    Hace ya algunos años, precisamente en el escenario del congreso al cual asistirá en Guadalajara, estuvimos en una mesa de discusión con la Dra. Sylvia Schmekels, que era en ese entonces la consejera directora del Instituto de Evaluación Educativa en nuestro país, y le pregunté que si porque median a los docentes en función de un examen únicamente, a lo que me respondió que la idea era también evaluarlos en el aula, pero que se necesitaban muchos recursos para hacerlo…
    entonces por la falta de recursos muchos docentes no están bien evaluados y después de casi 10 años, seguimos en las mismas. Porque la evaluación no es para mejorar, sino para comparar, para hacer una lista de buenos y malos y con ese pensamiento nunca llevaremos a la educación al sigueinte nivel.
    Saludos cordiales mi estimado Dr. Un abrazo.

    • Querido Misael:
      De mis 83 libros publicados, 12 se centran en la evaluación.Lo digo para que se pueda entender la complejidad que tiene la cuestión. La evaluación encierra dimensiones técnicas, éticas, psicológicas, sociológicas, económicas, pedagógicas…
      Efectivamente, es muy importante PARA QUÉ SE HACE LA EVALUACIÓN:
      a.Hay finalidades muy ricas: comprender, mejorar, motivar, dialogar…
      b.Hay finalidades pobres: comparar, seleccionar, controlar…
      c. Hay finalidades inútiles: perder el tiempo, entretenerse…
      d, Hay finalidades nocivas: jerarquizar, torturar…
      Si hablamos de los procesos de selección de profesores, es evidente que una buena calificación en pruebas de conocimientos, no garantiza la calidad docente.
      No me extraña que las cosas sigan igual cuando no hay voluntad de cambiarlas…
      Un abrazo y gracias por tu aportación.
      MÁS

  12. Menudo tema el de la evaluación.
    Claro que hay poder en ella. Un poder contra el que es difícil oponerse.
    Yo creo que es muy importante garantizar los derechos de los evaluados.
    Al final nos acostumbramos a callar y a protestar de espaldas al poder.
    Saludos.

    • Querida Marta:
      Suelo decir que hay que empoderar a los alumnos y a las alumnas en el proceso d evaluación.
      Tienen que conocer los criterios de evaluación y tienen que poder negociar la calificación. En parte por la justicia del proceso y en parte por el aprendizaje que supone.
      Es muy importante que el alumno no sea dañado por la evaluación. No podemos ignorar los sentimientos de quienes reciben un juicio inapelable.
      No podemos olvidar quienes valuamos que detrás del proceso hay personas que pueden quedar marcadas por las consecuencias del proceso.
      Besos, querida Marta.Gracias por participar.
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  13. Querido Maestro:
    Mucha sabiduría en sus palabras, lamentablemente en todos los niveles educativos nuestras hijas enfrentan el reto de ser evaluados, me doy cuánta que cuando se complica tiene mucho que ver con la percepción y convicciones erróneas de quién evalúa, de sus fines incomprensibles, de sus exigencias inalcanzables y hasta cierto punto irracionales…
    También me preguntó como padres: De que manera brindamos un apoyo que las haga sentir satisfechas cuando los «resultados» no son los esperados? Qué hacer cuando el maestro le dice que «su esfuerzo no le alcanzó»? Qué hacer cuando la forma de evaluar no contempla la justicia?
    Cómo padres es más facil saber que decir cuando están contentas con los resultados, que consolar cuando no lo están…
    La reflexión de su artículo llegue a muchas más personas porque es importante comprender que la evaluación cambia vidas, provoca reacciones en los estudiantes, los hace evocar sentimientos y pensamientos que dan dirección o rumbo a su vida…
    Evaluaciones justas difícil tarea para todos.
    Gracias por contribuir en la comprensión de lo que significa y representa la evaluación
    Por favor siga escribiendo
    Maestro no me quiero despedir de este comentario sin hacerle llegar mi felicitación a su hija Carla, una victoria más en su vida y que vengan muchas más
    Les admira Lily

    • Querida Lily:
      La evaluación es un fenómeno de extraordinaria complejidad.Porque no solo tiene dimensiones técnicas. También tiene una vertientes ética. Y otra psicológica. Hay muchos sentimientos vinculados a la evaluación.
      De mis 83 libros publicados, 12 están centrados en evaluación. Cada vez me hago más preguntas.
      Es un fenómeno que también tenemos que manejar los padres y las madres.
      Muchas gracias por la felicitación a Carla. Es un detallazo por tu parte. Se lo comunico a ella.
      Besos y gracias.
      MÁS

      • Gracias a Usted Maestro hoy pude pensar en que decirle a mi hija cuando la lleve a la escuela, siento que se fortaleció y se sintió feliz, como padres nos toca comprender más y sólo fue una asignatura.
        Querido Maestro con toda esa experiencia y conocimiento que posee aunado a la gran persona que es logra transmitir el mensaje correcto y nos llega al alma, nos hace querer ser mejores…
        Su felicidad por Carla también la pude sentir en sus palabras.
        Gracias!!!

        • Querida Lily:
          Sí, tener un hIjo o una hija es dejar el corazón fuera del cuerpo de por vida. VIVES FELICIDAD Y ANGUSTIA.
          NO SÉ QUÉ LE DIJISTE A TU HIJA AL IR A LA ESCUELA, pero si te ayudó algo que te dije, me alegro mucho.
          Te mando muchos besos.
          Gracias por escribir.
          MÁS

  14. Estimado Profesor,

    He leído su artículo con gran interés y entusiasmo. Su contribución es siempre profunda y estimulante para el debate.

    Aquí en Argentina, enfrentamos desafíos muy similares, aunque con una diferencia significativa. De acuerdo con las pruebas de rendimiento, tanto nacionales como internacionales, estamos en la parte inferior de la escala. Además, quiero destacar que muchas veces las intenciones detrás de estas pruebas resultan ser perjudiciales.

    Más allá de esto, nos encontramos en una situación crítica. Después de argumentar que las calificaciones «estigmatizan», los académicos tomaron la decisión de eliminar las calificaciones del 1 al 4. Como resultado, surgieron una serie de medidas que podrían considerarse «progresistas» pero que en realidad representan un retroceso. En busca de promover la inclusión, todos los estudiantes avanzan sin importar su nivel de conocimiento, lo que conlleva a que muchos terminen sin aprender nada en absoluto.

    Los políticos progresistas rechazaron la «selección social» en la educación, sin embargo, esta función resulta inevitable. Es preferible que la educación ofrezca oportunidades a todos, pero es crucial que los estudiantes pobres obtengan un título que realmente refleje sus logros y aprendizajes.

    Lamentablemente, muchos en Argentina se sienten defraudados por el sistema educativo. Se aprende muy poco y lo poco que se aprende no resulta útil para desenvolverse en la sociedad. A esto se suma el preocupante panorama de tener un 39 % de la población en situación de pobreza, un 8 % en situación de indigencia, y que el 50 % de los estudiantes de 10 años no comprendan lo que leen. Además, el 45 % de los trabajadores laboran en condiciones informales.

    La Argentina que describo estuvo bajo el gobierno de un régimen progresista durante 16 años, y estos resultados son indicativos de esa época. Y para agravar la situación, hubo un período de 4 años bajo un gobierno más conservador, pero los intelectuales tienden a culpar a estos resultados de las políticas neoliberales.

    Mi frustración con el progresismo en Argentina es creciente. Parece haberse convertido en una maquinaria para generar pobreza, adoptando un enfoque paternalista que reparte dádivas y oprime a la población. Lamentablemente, sus esfuerzos por mejorar la situación han tenido consecuencias negativas.

    En medio de esto, los intelectuales han guardado silencio, quizás debido a su relación con esta corriente política.

    Agradezco la oportunidad de compartir mis opiniones y participar en este intercambio con usted.

    NOTA: Me gustaría hacerle una invitacion para una charla. Converse con colegas sobre su amabilidad y respetuosas respuestas. Nos entusiasma una charla virtual, para los docentes de Salta que admiramos su trabajo.
    Si pudiera mencionar algún contacto.
    Perdón el atrevimiento, nos entusiasmo la idea.

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