Un crimen de lesa humanidad

27 May

No sé dónde leí hace tiempo que mientras más imbécil es el blanco, más tonto le parece el negro. Y aquí, por lo visto y oído tenemos un buen número de imbéciles.  Eso nos demuestra lo sucedido hace unos días en la ciudad del Turia con los insultos racistas recibidos por el futbolista Vinicius Junior, antes, durante y después del partido del Valencia contra el Real Madrid

En otros campos se ha coreado “Vinicius, muérete”. Y se han hecho gestos que imitan al mono. Y se han tirado plátanos al césped. No solo se ha agredido a este jugador, también ha sucedido con muchos otros. Tenemos un problema gravísimo. Decir que España o que la afición valenciana son racistas es una generalización injusta. Ahora bien, lo primero que hay que hacer para solucionar un problema es reconocer con humildad que existe y descifrar cuál es su entraña y cuál es la solución.

Hay que poner en cuestión también lo que sucede en los estadios respecto al comportamiento gregario de las aficiones. Es probable que un vociferante que grita a coro insultos racistas en un campo de fútbol no sea capaz de proferir ese insulto cuando se encuentra solo con un vecino de raza negra. Es la peligrosa fuerza de la masa.

¿Se puede insultar a coro a jugadores, entrenadores, y árbitros? Cuando se entra en un estadio se adquiere patente de corso para la agresión verbal? ¿Qué hacen las instituciones y las autoridades deportivas al respecto?

El racismo es una doctrina y una actitud que procede de ella. Como doctrina defiende que las diferencias raciales determinan diferencias culturales y sociales y justifican las desigualdades sociales.

Han pasado los tiempos en los que se pretendía explicar científicamente que había razas superiores. El racismo es una actitud irracional y miserable.  “Es un prejuicio. La mitad de los prejuicios son caparazones, la otra mitad son armas”, decía Ghogyam Trungpa, maestro tibetano de meditación budista.

Aristóteles defendía la supremacía de los griegos sobre los bávaros, así como la sumisión de los esclavos, (considerados seresa medio camino entre  el hombre y el animal) a los ciudadanos de pleno derecho. La Edad Media cristiana, aunque teóricamente predicaba  que  todas las personas eran iguales ante Dios, no dejó de estimular el odio a judíos y árabes. La colonización española de las Indias encontró también en la diferencia racial el pretexto necesario para el expolio y el genocidio, aunque de él participaron también los colonizadores ingleses, franceses, portugueses y de otros países europeos.

En Alemania el racismo entronca con la antigua tradición antisemita y lleva a Chamberlain a elaborar una antropología diferencial de las razas, que acentúa el carácter superior de los teutones. De hecho, Chamberlain llegó a ser conocido  como el  “antropólogo del Kaíser”.

Afortunadamente esos tiempos han pasado. Hoy no se puede defender científicamente esa diferencia, que enciende la mecha del odio. Porque el racismo es un delito de odio. Tiene que ser perseguido y castigado. Hemos hecho grandes avances. Personas, grupos y naciones han realizado acciones que nos han permitido avanzar. Acabamos con la esclavitud, acabamos con el apartheid.

El racismo contemporáneo  ya no se basa en una doctrina biológica sino en la voluntad de justificar y perpetuar la desigualdad de las condiciones sociales. Por ese motivo constituye una violación programática de los derechos humanos y es denunciado como crimen de lesa humanidad.

Hay tres maneras de combatir el racismo. No son incompatibles sino complementarias. Una, que yo creo que no es educativa aunque pueda tener sus efectos, es la punitiva. Digo que no es educativa porque los racistas, para evitar la sanción,  actuarán de forma clandestina y anónima. Lo malo no es ser racista sino que te castiguen por serlo.  El castigo no ha transformado la actitud, no ha  generado respeto. Es más, puede incrementar el odio hacia aquellas personas que han sido la causa de su desventura económica, deportiva o social. ”No voy a poder pisar un campo de futbol en toda mi vida por culpa de ese maldito negro de mierda”, puede concluir de forma estúpida el sancionado. Por otra parte, no tendrá inconveniente en delinquir cuando resulte difícil o imposible ser descubierto. La sanción genera control, pero no promueve respeto.

La segunda es  la acción ciudadana,  realizada  con solidaridad y con ingenio. Hace algunos años, la compañía aérea Swiss Air concedió un premio a una azafata y al comandante de un vuelo por el modo de resolver un conflicto racista en el vuelo. Una señora llama a la azafata para exigirle que le cambie de asiento ya que nadie debe estar obligado a viajar al lado de una personas desagradable. Esa persona era un señor de raza negra.

La azafata le dice que la clase turista está completa y que, para pasarle a primera clase, tiene que tener la autorización del comandante. La azafata se ausenta durante unos minutos y, cuando vuelve le dice a la señora que tanto el comandante como ella están de acuerdo con su petición. Va a pasar a primera clase. Ella hace además de levantarse y la azafata le dice:

  • No, señora. Quien va a pasar a primera clase es este señor.

Hermosa y merecida lección. El comandante le dio la razón a la señora: el negro no debía estar obligado a viajar al lado de una persona desagradable, antipática y racista.

La verdadera solución al problema, propongo en tercer lugar aunque no es la menos importante, se encuentra en la educación. Porque la educación, a mi juicio,  tiene un componente crítico y otro, indispensable, ético. La educación enseña a pensar y también a convivir. Inculca actitudes de solidaridad, de respeto a la dignidad humana, de compasión. La educación nos enseña que todos los seres humanos, por el hecho de serlo y de forma independiente a la raza, al credo, a la opción sexual,  son iguales en dignidad y derechos.

El verdadero camino, pues, es la educación. Es decir la consideración del otro, del diferente como un ser humano cargado de dignidad y merecedor de respeto. Si esto se consigue no habría comportamientos racistas ni en público ni en privado.

Por eso, estos hechos masivos me llevan a pensar a qué escuela fueron esos energúmenos y qué aprendieron en ella. Lo  siento como un fracaso  de la institución. ¿Qué es lo que hicimos mal durante tantos años?, ¿qué es lo que no hicimos y debimos hacer?

 Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión. La gente aprende a odiar. También se  puede enseñar a amar.  “El amor llega más naturalmente al corazón humano que lo contrario”, decía Nelson Mandela, el líder político que acabó con el apartheid. Y Martin Luther King: “He decidido apostar por el amor. El odio es una carga demasiado pesada”.

Me contó un profesor catalán que un día pidió que se pusieran  delante de la clase dos de sus alumnos, uno negro y otro blanco. Y les digo que, después de mirarse, dijeran qué era lo que más les diferenciaba. Y lo primero que dijeron fue las zapatillas.

“Si alguna vez hubiera una guerra entre dos razas, yo estaría de parte de los osos”, decía John Muir, el famoso naturalista escocés. Porque una guerra entre razas es una aberración.

Hay dos problemas colaterales en la manifestación de estas actitudes racistas masivas que estoy denunciando y condenando. ¿Por qué las tolera quien las ve, quien es testigo de ellas? ¿Por qué, incluso, las aplaude o se ríe de ellas? Esa cobardía también es culpable. El segundo tiene que ver con el aprendizaje vicario del que habla Bandura: ¿qué aprenden los niños y las niñas que están en el campo y los que ven en televisión esos comportamientos? Imaginemos  un padre con su hijo llamando con furia mono o negro de mierda a Vinicius, ¿Qué aprende?

Ese hecho me hace pensar en la necesidad de  que la escuela y la famila remen en la misma dirección.  Y que la sociedad también sea sensible. Hace fala un pueblo entero para educar a un niño. Tenemos que formar ciudadanos que sean capaces de construir un mundo asentado en la solidaridad. Creo que solo hay una raza: la raza humana. Y todas las personas pertenecemos a ella.

Hemos avanzado mucho en este sentido. Los seres humanos hemos acabado con el apartheid, hemos convertido el Ku Klux Klan en una banda criminal. Hoy nos asquea ese comportamiento incivilizado, abusivo y cruel. Lo explican muy bien mis queridos amigos José Antonio Marina y María de la Válgoma en su precioso libro “La lucha por la dignidad”.

Dice Ángela Davis, activista y académica estadounidense, conocida por su lucha en defensa de los derechos humanos, la justicia social y la igualdad de género que “en una sociedad racista no es suficiente con no ser racista. Debemos ser antirracistas”. Que así sea.

23 respuestas a «Un crimen de lesa humanidad»

  1. Buenas Miguel Ángel!
    Nos unimos a la condena y denuncia del racismo en todas sus manifestaciones. Lo que ocurre en los campos de fútbol ⚽ cruza todas las líneas rojas. En las gradas de otros deportes como el baloncesto, no pasa lo mismo. Por qué?
    Hemos llegado a un punto de no retorno. Hay una presión política y social para que los clubes,la Liga y la federación terminen con esta lacra en el fútbol. Desde 2007 hay una ley deportiva contra el racismo que no se cumple.
    Espero que hoy, institucionalmente Jornada de reflexión, nos ayude también a pensar otras cosas, incluidas combatir el racismo, la xenofobia y todas las fobias que nos enferman como ser humano.
    Mil gracias por tu denuncia y artículo.
    Mentalmente es sanísimo leerte y dialogarte.
    Seguiremos profundizando en el tema y actuando más activamente para erradicar este cáncer social.
    Un fuerte abrazo en la lucha.
    (Esperemos alguna alegría mañana).
    Besos a toda la familia

    • Querido Miguel, querida Gema, querida familia:
      Hoy he estado a punto de escribir sobre las elecciones de mañana. He oído unas declaraciones de la señora Ayuso que son tan asquerosas que… no me explico cómo puede tener un solo votante.Una personas que desprecia, que insulta, que descalifica a todos los que no piensan como ella. Decía que el gobierno actual es un maldición para España. ¿Qué respeto muestra por los votante?Y que la izquierda quiere empobrecer a todos…Un discurso lleno de odio, de mentiras y de irracionalidad.
      Este es otro delito de odio.
      En cuanto al artículo, las autoridades han mirado hacia otro lado desde hace muchos años porque los insultos a coro contra jugadores negros se han producido en todos los partidos.
      A ver lo que pasa mañana. Carla votará por primera vez.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por abrir otra vez la puerta de los comentarios.
      MÁS

      • Hombre,
        Algo pasa que se me escapa.
        En alusión a los halagos y carantoñas vertidos sobre la Sra. Ayuso. El madrileño lee y trabaja; es listo. Que cada político se mire su ombligo, que los electores lo situarán en su lugar correspondiente.
        Que tengan buena tarde.

        • Estimado Don Quintiliano:
          ¿Elogios y carantoñas a la señora Ayuso? Estoy seguro de que no han salido de mi pluma. Es más, probablemente analizaré algunos ejes de su discurso y de sus actuaciones políticas. Decir Sánchez o España tiene el mismo sentido que decir Ayuso o decencia.
          Me gustará conocer tu opinión la próxima semana.
          Ganar las elecciones no significa estar del lado del bien. Jesús Gil, por no ir más lejos, sacaba mayorías absolutas.
          Hablaremos.
          Un cordial saludo.
          MÁS

  2. ¡Enhorabuena y muchísimas gracias estimado Profesor por tu aportación en tu artículo a favor de la diversidad de razas!
    He tenido la enorme suerte de trabajar durante dos años con personas procedentes de los casi 49 países que componen la denominada «Africa negra», tengo tanto que agradecer a estas personas por todo lo que me han aportado, valores, solidaridad, esperanza y un largo etcétera.
    A aquellos que van a los campos de fútbol a insultar, les recomendaría un maravilloso libro 📖 de Ousman Umar «Desde el Pais de los Blancos».
    Un fuerte abrazo para usted y muchísimas gracias por su aportación que desde los medios de comunicación que tanto pueden hacer por cambiar nuestra sociedad.
    Como dijo Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.

    • Querido Mille:
      Qué hermoso comentario de alguien que tiene tanta experiencia en la relaciones con personas de otra raza Y qué hermoso leer lo que dices de todo lo que han aportado.
      Lo que pasa en los estadios (especialmente de fútbol) es inadmisible. No se puede mirar para otro lado.
      Me interesa el libro que nos aconsejas. Lo leeré.
      Me gusta mucho esa frase de Galeano como tantas otras suyas.
      Es verdad que una parte de la solución está en las manos de cada persona.
      Un gran abrazo.
      Muchas gracias por tu aportación.
      MÁS

  3. Buenos días estimado maestro
    Gracias por su artículo y por el tema tan importante que trata. Como Usted sabe mi trabajo final de maestria trató el tema de la discriminacion racial y cómo orientar a los estudiantes sobre ello. Me gustó mucho su frase de : ” La sanción genera control, pero no promueve respeto.”
    Coincido en la importante labor de orientación que puede cumplir la escuela en este sentido y además me parece que el cambio fundamental se debe dar en los hogares porque sin duda que padres racistas formarán hijos racistas . Tambien me pareció muy oportuna la historia de la azafata y la señora. Como maestros debemos insistir una y otra en la importancia de respetar los derechos de todos y denunciar casos de discriminacion como el ocurrido con Vinicius Junior . Para ello necesitamos profesores no racistas que con el ejemplo orientemos a nuestros alumnos. La tarea de orientacion de la escuela y colegio también debería estar dirigida a los padres de familia
    Gracias maestro. Que vengan más articulos para defender los derechos de todos y que denuncien cualquier tipo de discriminación. Un abrazo desde Ecuador.

    • Estimado Eduardo:
      Muchas gracias por leer y valorar el artículo. Y también por el interesante comentario enviado.
      Tu trabajo sobre discriminación racial abordó una cuestión de singular importancia intelectual y ética.
      Tenemos que trabajar juntos para superar la discriminación: escuela, familia, medios de comunicación y sociedad.
      Hoy o mañana hablaré con el director de Homo Sapiens. Le preguntaré por tu libro. Sé que Argentina está atravesando una etapa durísima, pero en su momento me dijo que tu libro interesaba. Te informaré inmediatamente.
      Un cordial saludo.
      Gracias, como te decía.
      MAS

  4. Querido Miguel Ángel:
    Hermoso artículo defensor del respeto a las personas, cuyo único “delito” es tener un color de piel diferente.
    La clasificación de los seres humanos en razas, basadas en el color de la piel, es totalmente arbitraria. Tiene el mismo valor que si los clasificáramos en gordos y flacos, altos y bajos, etc.
    Sólo hay una raza: LA RAZA HUMANA con sus diferencias de color, estatura
    y de tantas cosas que a cada uno nos hace seres únicos.
    Lo que ha sucedido con Vinicius, o antes con Alves y con tantos otros, es una falta de respeto y consideración ancestral de considerar seres inferiores a los que no tenían el desarrollo científico y militar de otros países que los sometieron y esclavizaron.
    En el imaginario colectivo todavía existe la creencia en la superioridad de ciertos grupos humanos. Esas ideas falsas solo acaban en el desprecio y violencia.
    Por eso, Miguel Ángel, solo queda agradecerte la llamada que nos haces a la reflexión, a la cordura.
    La irracionalidad de la que nos hablaste en artículo precedente, mira por donde, se hace presente en el fútbol donde parece que todo está permitido.
    Un gran abrazo, buen día de democracia y saludos a todos.

    • Querido Joaquín, querido amigo:
      Las concepciones y actitudes racistas siguen arraigadas en muchas personas. Basta ver la reacción de una familia cuya hija comienza una relación de noviazgo con un chico de raza negra.
      Qué decir de estas manifestaciones masivas que se producen en los estadios de fútbol. Creo que no sucede lo mismo en otros deportes. Es un fenómeno digno de estudio.
      ¿Por qué salen esos sentimientos a flote en los campos de fútbol?
      Tienes razón, no solo es Vinicius el agraviado. En realidad todos los jugadores negros han recibido insultos racistas.
      Qué terrible injusticia.
      Hay que poner en marcha soluciones. No podemos mirar para otro lado.
      Y no hay que escandalizarse tanto cuando se dice España es un país racista. Hay racismo en España. Si no se reconoce humildemente que hay un problema, no se buscarán soluciones.
      Un gran abrazo, querido amigo.
      Y gracias por seguir cada sábado en la brecha.
      MÁS

  5. Querido Maestro:
    Estoy muy de acuerdo en todos los principios humanos en los que basa su comentario.
    Los ejemplos y las actuaciones dicen mucho más que las palabras.
    Aunque, como pasó en el partido, las palabras agreden, desafían,te erosionan, te quitan la autoestima,te meten en el peor de los infiernos.
    No debemos tolerar en ninguno de los ámbitos de la sociedad ese racismo, esa transgresión de la racionalidad.
    Esos monstruos que actúan de esa manera en un estadio de fútbol, no quiero ni pensar como se comportan en el ámbito familiar.
    !Pena me da!
    La educación es la solución más eficaz para radicar esta lacra que aún en estos tiempos afecta a parte de la sociedad.
    Otra cosa buena sería la cercanía a muchos colectivos que apenas conocemos para así actuar con más rigor.
    En fin nos queda mucho camino por recorrer para irradicar tanto lobo suelto.
    Ojalá nuestra generación más joven, agrupe todas las razas y las trate con todo el amor.
    Y ya sin más me despido con un abrazo muy fuerte.
    !Qué la semana sea feliz y leve para todos!
    Muchos besos.
    PD: Tengo la suerte que me van a regalar su libro.
    El próximo paso es que pueda conseguir su dedicatoria.
    !Los sueños siempre se consiguen!
    Mi ojito va mejorando.
    Agradezco infinito su interés.

    • Querida Loly:
      Sí, es verdad que si conociésemos mejor a personas de otra razas no existiría el rechazo.
      No se pueden permitir esos fenómenos de odio irracional.¿Qué delito existe por tener la piel de otro color?
      Lo primero que tenemos que hacer es reconocer que existe un problema grave.
      Hay que pensar en las soluciones de manera rigurosa.
      Tenemos mucho camino que recorrer, como dices.
      Me alegra saber que vas a leer LAS EMOCIONES DE LA PROFESIÓN DOCENTE.
      En él localizarás tu nombre.
      Que tengas una feliz semana.
      Y que tu vista siga mejorando hasta que veas como un lince.
      Besos y gracias por participar.
      MÁS

  6. El racismo es una lacra de la sociedad.
    Es muy fácil decir España no es racista. Se nos llena la boca
    El problema es, en ese caso, explicar los casos tan frecuentes y tan graves de racismo.
    Los campos de fútbol se han convertido en escenarios de agresiones gravísimas y masivas. No es una o dos personas. A veces es todo el estadio. Si no se acepta que hay un problema, no se puede resolver.

    • Querida Raquel:
      No se puede negar que tenemos un problema en España (también en todo el mundo).
      No es fácil erradicar de todas las personas y de todos los grupos las concepciones, las actitudes y los comportamientos racistas.
      Las raíces son muy profundas.
      Si queremos luchar contra un problema, lo primero que tenemos que hacer es reconocer que lo tenemos. Comparto esta idea contigo. Y es evidente que lo tenemos.
      En el artículo planteo tres tipos de soluciones.
      También es necesario pensar que podemos mejorar. Solo así podremos hacerlo.
      Besos.
      Gracias.

  7. No puedo entender que se insulte de forma tan agresiva a un joven de 20 años.Hay que meterse en la cabeza de esa persona que se siente rechazada por el color de su piel. ¿Es eso un delito?
    ¿Cómo es posible esa muestra masiva de odio que contempla toda la sociedad, incluidos niños y jóvenes, que aprenden esos comportamientos despreciables?
    Hay que parar esa ola de racismo

    • Querida Marta:
      Sí, hay que preguntarse por ese extrañO fenÓmeno PORQUE NADIE NACE ODIANDO A NADIE.Eso se aprende. ¿Quién lo enseña? Pues lo enseña una sociedad presidida por los valores de la cultura neoliberal.
      Si practicásemos los valores, no haría falta predicarlos con tanta insistencia. Porque los aprenderíamos por ósmosis.
      Ese es un daño que producen esas manifestaciones masivas de racismo. Hacen daño al destinatario del odio pero también a todos los testigos.
      Besos.
      Gracias por participar.
      MÁS

  8. Si eso pasa con Vinicius Junior, un futbolista famoso de un gran equipo de fútbol, ¿qué pasará con personas humildes que no son conocidas ni famosas?
    Digo esto porque es igual un negro rico que un negro pobre.
    Quien no tiene poder está más indefenso.
    El escándalo que se ha formado con Vinicius no se forma cuando se insulta a una persona desconocida.

    • Estimado Mario:
      Conozco un dicho cargado de ironía (y de verdad): YO TAMBIÉN ERA NEGRO CUANDO ERA POBRE.
      Cuando llegan a Marbella los ricos árabes que tienen palacios, barcos, aviones y coches lujosos, nadie se mete con ellos, nadie les insulta.
      Es intolerable el desprecio a personas negras que no se pueden defender.
      Me remito a las soluciones que menciono en el artículo.
      Un abrazo.
      Y gracias.
      MÁS

  9. El racismo es una lacra en nuestra sociedad.
    Mientras no la erradiquemos nuestra democracia será imperfecta porque una parte importante de la población vive en situación discriminatoria.
    Es un problema similar al machismo. ¿Cómo es posible que mantengamos situaciones de este tipo en pleno siglo XXI?
    Cada uno tiene que sentirse interpelado.

    • Querida Sandra:
      Toda discriminación debería ser barrida de una sociedad. Es una injusticia instalada en el cuerpo social, es como una enfermedad que hay que curar.
      Estoy de acuerdo en que la discriminación (sea del tipo que sea) interpela a cada ciudadano. Y ha de interpelar también a los poderes públicos, a los medios de comunicación, a las familias y a la escuela.
      Hemos avanzado pero, como se explica en el libro LA LUCHA POR LA DIGNIDAD, todavía tenemos que seguir trabajando en la superación de aquellas situaciones que causa sufrimiento a nuestros semejantes.
      Besos y gracias por la lectura y por este comentario.
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  10. Hay niños y niñas negros que sufren bullying en los centros escolares por el color de su piel.
    Es muy triste que, desde tan temprano, se sientan discriminados.
    Los centros tienen que estar atentos a estas reacciones injustas que causan tanto dolor.
    La educación nos enseña a convivir.

    • Querida María:
      Hace un rato he escuchado en el Intermedio a una periodista negra contar su experiencia escolar.
      Lo primero que decía es que nuestro país era racista, lo cual no quiere decir que todos y cada uno de los españoles lo sean. Y lo decía por experiencia.Desde la escuela hasta el mundo del trabajo.
      Dijo que en la escuela era brillante para que viesen los demás que era valiosa, a pesar del color de su piel.
      Lo que más me sorprendió y me preocupó fue escucharle decir que lo daban por hecho, que se preparaban pronto para sufrir desprecios. Es decir, que eran invitables y que tenían que soportarlos desde pequeños.
      Muy triste y a la vez esperanzador por su capacidad de análisis y de expresión.
      Besos y gracias.
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