Muchas veces me he preguntado cómo pueden convivir en la misma especie, en el mismo tiempo y en los mismos lugares, personas tan diferentes. La especie humana, que ha sido capaz de descubrir la vacuna contra la covid-19 en un tiempo record, alberga también negacionistas que, contra toda evidencia, piensan que la vacuna no sirve para nada y que a través de ella, además, nos han incorporado un chip de control. ¿Cómo pueden coexistir personas tan tan inteligentes y personas tan tan estúpidas en las mismas fechas y lugares?
Se cuenta que cuando Albert Einstein conoció a Charles Chaplin le dijo: “lo que admiro de su arte es que usted no dice una palabra (eran los tiempos del cine mudo) y sin embargo todo el mundo le entiende”. Chaplin le respondió: “cierto, pero su gloria es aun mayor; el mundo entero le admira cuando no entiende una palabra de lo que dice”. Dos genios. Y tantísimos estúpidos. Einstein decía: “Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y sobre el universo no estoy tan seguro”.
Cuando veo cómo se escucha a videntes y a echadores de cartas, a políticos populistas como Trump y Bolsonaro (por no citar a otros más cercanos), a predicadores que, entre aleluyas y amenes, curan con la mirada y desprecian la ciencia médica, a personajes de la televisión que son especialistas en banalidades, me cuesta creer que todos pertenezcamos a una especie racional.
Cuando veo que la gente hace colas de horas para comprar lotería en la Administración de Doña Manolita, en el centro de Madrid, sin caer en la cuenta de que existe la misma probabilidad de que toque el premio allí que si la comprara en cualquier otra Administración, cuando alguien dice “a mí no me importa que suba la gasolina, porque yo echo siempre cien euros”, cuando hay tanta gente que se guía por el horóscopo como si de un manual científico se tratase, cuando veo que alguien cae en un precipicio por hacerse un selphie, cuando contemplo con qué fe se utilizan amuletos o se cree que un gato negro trae mala suerte, cuando veo que se buscan las llaves perdidas debajo de una farola porque allí hay más luz, me pregunto dónde está nuestra racionalidad.
Me pregunto muchas veces: ¿a qué escuela fueron los fanáticos seguidores de Donald Trump o de Jair Bolsonaro? ¿Qué aprendieron en ella? ¿Qué herramientas intelectuales adquirieron para analizar la realidad? ¿Qué criterios les brindaron para tomar decisiones?
Las cosas no son lo que parecen. Vemos muchas veces solo las apariencias, pero las apariencias engañan. Steven Pinker (psicólogo experimental, científico cognitivo, lingüista y escritor canadiense nacido en Montreal en 1954) en su libro “Racionalidad”, cuenta esta simpática historia. Un hombre acude al sastre para que le haga un traje. Cuando se lo prueba le dice al sastre:
– Tiene que cortar un poco esta manga, pues me queda larga.
El sastre le dice:
– No hace falta, doble el codo y ya verá cómo sube la manga.
El cliente, después de hacer lo que el sastre le ha pedido, replica:
– De acuerdo, pero cuando lo hago, se sube el cuello por atrás.
El sastre le sugiere de inmediato, después de observar a su cliente:
- No importa, levante la cabeza, échela hacia atrás y le quedará perfecto.
Así lo hace el cliente quien, después de ver los efectos, le dice al sastre:
– Pero ahora el hombro izquierdo está unos centímetros más elevado que el derecho.
Sin inmutarse, el sastre le dice:
– No importa. Basta inclinar la cintura a la izquierda y se iguala.
El hombre sale de la sastrería con el brazo doblado, el hombro inclinado, la cabeza hacia atrás y el torso doblado. Camina espasmódicamente. Dos peatones que le ven salir de la sastrería se dicen:
- ¿Has visto esa persona con discapacidad? ¡Qué lástima!
El compañero replica:
- Sí, una pena, pero su sastre es un genio. El traje le queda como anillo al dedo.
Qué fácilmente nos dejamos engañar por las apariencias. Me pregunto muchas veces por la credulidad extrema que mostramos ante la explicación que se nos da del mundo.
La racionalidad es la búsqueda inteligente de fines concretos, mediante el uso adecuado de la razón. Es absurdo pretender conseguir unos fines sin utilizar los medidos adecuados. No es racional esperar conseguir personas críticas haciéndoles repetir de memoria en la escuela lo que nosotros decimos o exigiéndoles obediencia ciega ante las normas.
La racionalidad consiste también en aplicar de manera consciente la razón humana para tomar las mejores decisiones.
Reconocer la propia ignorancia es un ejercicio de racionalidad. La explicación es simple: con este reconocimiento se afirma que se está siempre en búsqueda de información y de iluminación. Ser racional significa estar siempre dispuesto a aprender, a no dejarse abatir por la dificultad de enfrentar un problema, a conocer algo nuevo.
Cuando el receptor de un mensaje busca la lógica y la razón de lo dicho, se engarza en un proceso de reflexión, en contraste con la propia experiencia que enriquece el conocimiento que tiene del mundo. Si alguien relativiza la palabra humana del otro, pierde la oportunidad de ser racional y, por tanto, hace de la ignorancia un valor y una meta.
Una mente sagaz encuentra en un problema la motivación para reflexionar, pensar, adquirir más conocimiento y crecer. Quien se da por vencido o se considera idiota ante un problema, renuncia a ser racional. Cuando un problema es insalvable, la mente crítica sabe reconocer su limitación, evalúa sus yerros y se confía al conocimiento ajeno y al desarrollo de las ideas.
Para la persona irracional, la inmutabilidad es sinónimo de verdad, sin más. En cambio, para el ser humano racional el razonamiento se tiene que ajustar a la evidencia, a la evaluación de aquello que se experimenta, a los resultados de la praxis humana y a su crítica y, sobre todo, a la adecuación/recreación conceptual.
¿Qué significa, en cambio, ser irracional? No molestarse en comprender aquello que parece difícil, contentarse con lo que tenemos a la mano y sabemos controlar, creer que se tiene la última razón en todo, contentarse con lo aprendido y no ir más allá de lo consabido.
De lo dicho se desprenden algunos corolarios. En primer lugar, el diálogo y el encuentro con discursos diversos son esenciales para poder crecer en la creación de la propia racionalidad. Sin el encuentro con experiencias y culturas diversas, no se desarrolla la capacidad de discernir la realidad de manera adecuada. En segundo lugar, la búsqueda de distintas perspectivas para afrontar un fenómeno es inherente al acto racional, a sabiendas de que, de ordinario, no es posible recorrerlas todas. Y, en tercer lugar, solo hay una forma de ser racionales: en una comunidad donde los individuos se ayudan a buscar la objetividad y la verdad, aunque sea esta una empresa que no puede ser concluida nunca. Como decía Gandhi: “Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad”. Uno debe ser humilde para poder ser verdaderamente racional.
Ser racional significa, por tanto, ser político: interesarse por la vida común, no solo como forma de obtener conocimiento, sino como única posibilidad de desarrollo verdaderamente humano. No es cierto que el infierno sean los otros, como dijo Sartre; el infierno es creado por nosotros cuando, en la arrogancia de nuestra pretendida posesión de la verdad, no reconocemos la necesidad de los otros y de sus palabras, de sus pensamientos y de su comprensión de la vida.
No se oye hablar de cooperación, de creación de sueños consensuados, de aceptación de lo diverso como oportunidad para el crecimiento. Hoy se habla solo de éxito, de victoria y, en el peor de los casos, de la firme determinación de ser oposición a cualquier cosa. A tan poco nos ha reducido el afán de poder.
Necesitamos recobrar la humanidad, es urgente que de nuevo optemos por la racionalidad. Puede decirse que la noción de racionalidad está asociada a la facultad de reflexionar, comprender, pensar o crear. La escuela es el epicentro del pensamiento. Tiene que enseñar a pensar, no qué pensar.
Muy buenas Miguel Ángel!
Pensándolo bien…creo que te has marcado un buen artículo. Gracias.
Parece evidente que la soberbia, vanidad y narcisismo de algunos personajes populistas les hace ser estúpidamente tontos. Su ombligo, al ser el centro del universo, les impide ver más allá. En fin es lo que tenemos.
Me quedo con el lema: La escuela es el epicentro del pensamiento. Tiene que enseñar a pensar, no qué pensar.
En las Comunidades de Aprendizaje el diálogo y la cooperación son centrales para aprender, incluso la Convivencia parte de la prevención dialógica de los conflictos. Las Asambleas bien hechas son una herramienta eficaz.
Bueno Magíster, tus artículos dan para mucho y no queremos extendernos.
Abrazos y besos 4×3
Querido Miguel, querida Gema, querida familia:
Todavía se puede seguir el rastro de vuestra presencia en la casa. Parece un sueño.
El tema de hoy se las trae.
¿Que nos pasa?
Algunas tesis, algunos comportamientos, algunas actitudes son completamente irracionales.
De la misma manera que se rechazan evidencias que ofrece la ciencia, se aceptan otras que no tienen ni pies ni cabeza.
¿Cómo se puede negar a estas alturas de la historia la violencia de género? ¿Cuántas mujeres más tendrían que ser asesinadas para que algunos abrieran los ojos?
Por eso me parece tan importante cultivar el pensamiento en la escuela, desarrollar el espíritu critico, estar más en guardia ante los engaños.
Me gustó mucho la anécdota del sastre. El juicio de los transeúntes es paradigmático: el traje le queda como anillo al dedo.
Un abrazo enorme desde esta casa a la vuestra. Bueno, esta es también la vuestra.
Gracias una vezmás.
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Estimado Miguel Ángel, brillante artículo, le felicito una vez más, me ha encantado y sobre todo la reflexión final del último párrafo.
¡Qué importante es la Educación y la Escuela!
Reciba un cordial saludo y un abrazo.
PD. Soy un conductor de autobús de la EMT, que cursé estudios de Magisterio en su Facultad. La lectura abre la mente.
Estimado tocayo:
Da gusto recibir un comentario como el tuyo. Un buen ejemplo para todos los conductores de la EMT. Me alegra saber que te has detenido a leer un artículo de opinión y que hayas dedicado unos minutos a escribir estar líneas.
No sé si sigues en la idea de dedicarte al magisterio o si ya has echado raíces al volante. En cualquier caso, como dices, la lectura puede ser una pasión beneficiosa.
Un gran abrazo y muchas gracias.
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Estuve en excedencia durante 2 años y ejercí como docente, ahora continuo como chofer (me gusta el galicismo mas que conductor) pero no sé lo que me deparará el porvenir, a parte de leer poesía de mi admirado Don Manuel Alcántara.
Un gran abrazo y muchísimas gracias por tu aportación a la cultura y tus comentarios hacia los míos.
Estimado Miguel Ángel:
Soy un admirador de Manuel Alcántara, que vivía a menos de quinientos metros de mi casa. Teníamos una hermosa amistad, que hoy mantengo con su hija Lola Alcántara.
Me escribió un precioso prólogo al libro La pedagogía contra Frankenstein. Una joya.
Me alegra saber que te gusta su poesía. El decía: los poetas dicen que soy un buen articulista y los articulistas dicen que soy un buen poeta. Qué genio.
Gracias a ti.
Ojalá que tengas la oportunidad de elegir lo que más desees.
Un abrazo.
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Estimado Miguel Angel:
Hace unos años (exactamente en 2010) publiqué en Argentina un libro titulado PASIÓN POR LA ESCUELA. CARTAS A LA COMUNIDAD EDUCATIVA. Entre los muchos destinatarios figuraba un conductor de autobús escolar. Recuerdo que me escribió dándome las gracias el presidente de la Asociación de conductores de Extremadura. (Ya sé que tú prefieres llamarte chófer). Algún día te contaré una divertida historia de un conferenciante y su chófer.
Un cordial saludo.
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Querido Miguel Ángel:
Me ha encantado este artículo. Como es tu costumbre el martillo da siempre bien en el clavo.
Es cierto que considerandonos todos como especie racional, la irracionalidad campea tanto entre los seres humanos que se llega a dudar del aserto de que somos seres racionales. Quizás debiéramos decir que el ser humano es potencialmente racional.
El razonamiento lógico se aprende, la educación que enseña a pensar y a discernir la relación entre causa y efecto nos proporciona las herramientas para la racionalidad. Lo que dices de las loterías, de las mil señales de mal agüero, como la rotura de un espejo, el que grazne un cuervo en tu te jado, y un gran etc. es irracionalidad.
Hoy hay predicadores de irracionalidad, y lo más triste, multitud de seguidores. Ya lo dices y lo explicas muy bien.
La educación que enseña a pensar, el diálogo constructivo, el intercambio de ideas creo que nos ayudarán a ser más racionales.
Hoy en día se oyen tantos asertos sin fundamento ninguno, descalificaciones sin más. Todo esto nos exige estar siempre atentos con juicio crítico.
No olvido el día entero que me dedicaste, fue un placer que te agradezco y sigo recordando.
Un gran abrazo y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Fue un día hermoso para mí. La única pena es que no pude ni saludar a Ana Mari. La gratitud es totalmente mía: me fuiste a recoger y a llevar al aeropuerto. me llevaste a la sede del Congreso, me invitaste a comer, me llevaste a ver La Sagrada Familia… Y me dedicaste el día. La generosidad fue tuya y el agradecimiento es mío.
Gracias también por este comentario, que refleja muy bien cómo eres. Una persona con racionalidad y con ética.
Siempre entiendes a lka perfección y enriqueces el artículo con tus aportaciones.
Un gran abrazo.
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Querido Maestro:
Tal como ha definido la racionalidad,soy el ser más racional del planeta.
Es muy cierto que vivimos en un mundo completamente irracional.
Dónde el sentido común brillar por su ausencia.
Dónde el que dirán se superpone a los auténticos sentimientos.
Dónde no se agradece los esfuerzos realizados para conseguir algún fin.
Dónde se valora más lo material que los latidos del corazón.
Lo digo por propia experiencia, cuándo una da todo y no recibe nada, solo desprecios,ingratitud, desinterés y poca ayuda.
Debo ser muy racional, porque todo eso me hace tener más fuerza y reconocer lo mucho que merezco.
El mundo no utiliza ni la cabeza, ni el alma para vivir.
Estoy muy de acuerdo en que la educación en valores nos llevará a un universo más humilde y feliz.
!Me gustaría verlos en la vida de mis nietos!
Y ya sin más me despido con un fuerte abrazo para todos.
!Qué la semana os sea feliz y leve!
PD: Mi ojito va mejorando.Muchísimas gracias por su preocupación. Muchos besos.
Querida Loly:
Me alegra saber que estás mejorando. Tienes que seguir las indicaciones de los oftalmólogos con total fidelidad.
Sí, hay muchos comportamientos irracionales en el ser humano.
Mientras escribía el artículo pensaba en los fumadores empedernidos. ¿Cómo puede haber personas inteligentes que se vayan matando poquito a poco. Porque, cuando el ser humano vivía 30 años, se podía salvar pero, cuando la media de edad es de 85, no se salva nadie.
Tenemos que aprender a pensar, a analizar, a discernir.
Sé que la vida te ha hecho madurar a marchas forzadas.
Muchos besos.
Buena semana.
Gracias por escribir.
NÁS
Hola Miguel Ángel.
Recuerdo de niño cuando se me decía en la escuela que los seres humanos éramos los únicos seres racionales. Y dentro del reino animal, el hombre era el único con capacidad de razonamiento. Viendo actuar a algunos animales y a algunos humanos me pone en duda estas afirmaciones. Porque se puede pensar para hacer el bien o también se puede pensar para hacer el mal. Por tanto, el término racional no debería únicamente circunscribirse a la capacidad de razonamiento o de pensar.
Tú adjudicas una serie de atributos que matizan el concepto de racional: reflexionar, adoptar buenas decisiones, estar dispuesto a aprender, enfrentarse un problema, uso de la lógica, analizar de forma crítica, ser humilde, crear cosas nuevas, buscar el bien común… concepto al que has denominado “ser político”.
Como vemos la razón está en constante interacción con la emoción. Quizás sea esta última la que dé lugar a un pensamiento bueno o malo. Porque emoción y razón forman parte de un mismo todo. Abandonar la emoción para poder razonar más analítica, crítica y objetiva quizás nos haga más racionales, pero, en cambio, puede que también nos haga menos humanos. ¿Quién sabe qué es mejor?
Espero que los políticos sean realmente buenos políticos y sean racionales en consonancia con todos los adjetivos antes mencionados. Por el bien de todos, los afines a la ideología y los no afines… Porque me imagino que la razón no estará sujeta a una sola ideología. También puede que algunas ideologías tengan más razón que otras, pero eso no quitará que no tengan alguna razón, por poca que sea…
Dices que la escuela es el epicentro del pensamiento y que enseñar a pensar, no qué pensar. Yo también coincido en que en la escuela se debe enseñar a pensar y no a simplemente reproducir lo que dicen los textos o los profesores y profesoras. Pero que sea el epicentro del pensamiento, no lo creo tanto, dada la inmadurez de nuestro alumnado. En la escuela se debe iniciar y dar los primeros pasos, pero deberían ser otras etapas educativas las que formaran más específicamente el pensamiento. Si bien en las enseñanzas básicas se ha iniciar y fortalecer poco a poco en función de la madurez de los individuos, el epicentro, desde un punto de vista jerárquico, debiera corresponderle a las enseñanzas postobligatorias, y más en concreto a la universidad.
Lenguaje y pensamiento van íntimamente ligados. De ahí que la lectura, la escritura o la comunicación oral deban ser unos instrumentos, entre otros muchos, para fortalecer el pensamiento.
Me he puesto a pensar y no sé si finalmente he dicho algo razonable…
Recibe un razonable y emotivo abrazo.
Querido Juan Carlos:
He de confesar que mientras escribía el artículo, me asaltaban serias dudas sobre el papel de las emociones en toda esta historia de la racionalidad humana.
Y varias veces tuve la tentación de tocar ese aspecto tan importante: ¿en qué medida la emoción condiciona el pensamiento?, ¿hasta qué punto las emociones frenan, guían o influyen n nuestro análisis de la realidad?, ¿cómo gestionar en la vida cotidiana, en la social y en la política la relación estrecha que existe entre emoción y razón?
Y desistí, sobre todo, por falta de espacio. Esa cuestión es para un libro, no para un artículo. Pero te agradezco que hayas traído al debate esta importante cuestión que, hoy sobre todo, tiene una especial relevancia. Bien sabes que hablamos de inteligencia emocional.
Otra cuestión que abordas es el nivel educativo en el que hay que cultivar de manera más intensa la tarea de enseñar a pensar. Y creo que la respuesta, a mi juicio, es la siguiente: EN TODAS HAY QUE PLANTEARLA SEGÚN LA CAPACIDAD EVOLUTIVA DE LA ETAPA.
Una tercera interesante cuestión que planteas es la relación entre pensamiento y lenguaje, imprescindible en la cuestión que se aborda en el artículo.
Muchas gracias por este estupendo comentario.
Un abrazo.
MÁS
Miguel Ángel.
Cuando escribía mi comentario respecto a lo del epicentro del pensamiento estaba dudando si se iba a interpretar adecuadamente, me da la impresión que no. Claro que en todas las etapas se debe enseñar a pensar, y en infantil y primaria también. Lo que pasa es que la palabra epicentro, en el caso de los terremotos, se refiere a donde se registra la máxima intensidad, y en función de esa apreciación realizaba mi argumento en favor de que sea en la universidad donde radique el epicentro. Las ondas expansivas de los seísmos también son agresivas en sus proximidades y van perdiendo fuerza cuando más se aleja. Sirva este símil para ilustrar en cierto modo la intensidad con la que se ha de trabajar según la etapa educativa y la etapa evolutiva del alumnado. El seísmo afecta a todos, pero de distinta forma. Y en este caso, referido a la educación del pensamiento la onda sísmica debe abarcar a todas las etapas tal y como has comentado.
Gracias, como siempre, por tu generosa respuesta.
Querido Juan Carlos:
Bueno, es una interpretación de la metáfora. Yo prefiero otra interpretación porque da más fuerza a cada etapa. Es decir, que situaría el epicentro en cada etapa, no en todo el sistema, de manera que unas estén más lejos que otras del epicentro.
Un cordial saludo.
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Interesante artículo sobre la estupidez humana y sobre la tarea de la escuela para hacer frente a ella.
Cuesta creer con qué falta de rigor se analiza la realidad y con qué facilidad nos creemos los bulos, las mentiras y los engaños.
Cuesta explicar el interés que despiertan los programas basura de la tele.
Cuesta aceptar con qué facilidad adoptamos decisiones irracionales.
Da la impresión de que nos falta un hervor.
Querida Marta:
Yo creo que a muchas personas les falta un hervor, claro que sí.
Es que la mayoría de los comportamientos y de las concepciones están presididos por la inercia. Y muchas interpretaciones de la realidad son muy superficiales.
Un dato irrefutable es el éxito de algunos programas basura de la tele.
Qué decir de los fanáticos de esos políticos populistas.Trump llegó a de©ir que
Besos y muchas gracias.
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Muchas reglas que presiden nuestras vidas son enteramente irracionales. ¿Poe qué las seguimos? Por comodidad, por inercia, por cobardía… En muchas ocasiones ni siquiera se piensa en ello…
¿Por qué se lanza arroz a los novios al salir de la ceremonia matrimonial?
¿Por qué la novia lanza el ramo de flores?
¿Por qué se piensa que quien lo recibe será la protagonista de otra boda?
¿Por qué se hace un viaje de novios?
¿Porqué novia viste de blanco?
¿Por qué los paraguas de los hombres son negros y los de las mujeres de colores?
Y así podríamos seguir hasta el infinito.
Querido Marío:
Qué casualidad. Estoy leyendo un libro que pone en cuestión nuestra capacidad racional en ejercicio. Y habla de las reglas que proceden de la cultura y e la religión. Y dice que muchas no son racionales. Se titula: Código dr las mentes extraordinarias. El autor se llama Vishen Lakhiani.
Los ejemplos que tú has puesto son muy elocuentes.
Gracias.
Un cordial saludo.
MÁS
Cuánta irracionalidad en muchos comportamientos. Voy a poner un. ejemplo que me tiene entre asombrado e indignado.
Creo que el estúpido piensa que todos son como él y que se dejarán persuadir por sus argumentos.
Hay que ir a la raíz de la estupidez. Creo que en el fondo están los intereses.
Voy a poner un ejemplo a raíz de las declaraciones que escuché ayer en televisión por parte del presidente del Barcelona, señor Laporta.
Les acusan de haber comprado al vicepresidente del Comité de Árbitros durante 18 años y convierte su argumentación en una acusación, sin pruebas, al equipo rival. Increíble.
Estimada María:
Vi y escuché esas declaraciones. Me dio vergüenza ajena. Porque todo el discurso estuvo plagado de incongruencias, falsedades y agresiones.
– Negar la realidad: hay una compra de servicios.
– No acepta la acusación (que es innegable, porque se pagaron más de siete millones de euros) y, sin ninguna prueba, acusa al equipo rival de ser beneficiado durante 70 años.
– Hay un victimismo ridículo porque los hechos están más que probados.
– Acusa al Real Madrid de ser el equipo del régimen, pero también hubo rRepública y transición y democracia.
– Identifica al equipo como Cataluña entera.
– Nada dice de los resultados fuera de España.
¿Cómo se pueden acumular tantas estupideces en una sola sesión?
¿Qué es lo que nubla la razón?
Un beso y gracias. Has elegido un buen ejemplo.
MÁS
Buen día mi estimado Dr. Santos Guerra.
Que interesante resulta hablar de lo racional y lo irracional, toda vez que a pesar de discursar sobre el pensamiento crítico y los cambios de paradigmas educativos, aún encontramos contrapesos fuertes relacionados con creencias y comportamientos irracionales. En mi pueblo, las mujeres embarazadas cuando hay un eclipse tienen que darle la vuelta completa a la casa para evitar que el bebé salga con alguna malformación o discapacidad. Y así pudiera contarle unas cuantas más de estas acciones que irradian en lo increíble, pero no sería el caso nada más hablar de eso. Dijo don Benito Juárez, importante reformador y expresidente de México, que la única forma de que el país avance, es educándolo.
Si nos vamos a otras esferas del orden social, como por ejemplo la política, encontramos muchas acciones irriciorias, como la que hizo que una diputada mandara a mutilar los aguijones de las mantarrayas de una conocida playa de mi localidad, para evitar que picaran a los bañistas en el periodo de vacaciones. Lo bueno que esta barbarie, rápido llegó a los medios sociales y no tardaron en destituir a esta persona de su cargo, no sin antes dejar incapacitadas a más de dos centenares de mantarrayas.
No hace mucho en un estado de México, se manifestaba que no tenían agua para la comunidad, pero se les estaba dando permisos de operación a empresas que consumen el 80% del agua del estado y además de eso contaminan.
Bolsonaro y su política de inmunidad del ganado ante la pandemia o el mismo Trump también con esas ideas, provocaron la muerte de miles de personas no permitiendo que se hiciera una campaña de vacunación masiva o convenciendo a las personas de que no era necesario vacunarse.
Podíamos decir que estas personas o bien no fueron a la escuela o la escuela no les sirvió de mucho…
El tema de lo que se hace o se deja de hacer en las escuelas tiene muchas aristas. Seguimos formado ciudadanos que piensen igual que nosotros, en vez de que piensen por sí mismos. Los programas educativos están formulados para formar un tipo de ciudadano modelo, pero al mismo tiempo le restamos importancia al tipo de ciudadano auténtico. Queremos que piensen, pero cuando manifiestan sus pensamientos, los censuramos, porque no es lo que queríamos que pensaran.
Considero que nos hace falta dentro de las aulas, debatir más sobre temas comunesy no tan comunes, en los cuales se puedan llegar a tomar acuerdos conjuntos y podamos visualizar la forma en que piensan nuestros alumnos, haciéndo que a través de la reflexión se pueda desarrollar un pensamiento más crítico y menos superficial en la toma de decisiones.
Uno de los objetivos de la educación universar, es preparar a las pesonas para que enfrenten los retos de la vida cotidiana, pero enfocándonos únicamente en los contenidos teóricos y conocimientos, no les está generando el nivel de racionalidad que requieren para tomar las decisiones correctas.
Tenemos que redoblar esfuerzos para poder hacer que nuestros alumnos sean cada vez más críticos de la información y menos superficiales. Que al momento de elegir lo hagan con plena conciencia de lo que están haciendo, poniendo en balanza los posibles escenarios futuros.
Saludos mi estimado Dr. Un abrazo.
Querido Misael:
Ua me estoy acostumbrando a recibir tu interesante comentario. Es una interesante y enriquecedora costumbre.
Los ejemplos que nos cuentas de tu país son magníficos ejemplos de irracionalidad.
Una cosa es enseñar a pensar y otra que enseñemos a pensar lo que nosotros pensamos. Holderlin utiliza una hermosa metáfora para hablar de la educación:
los educadores forman a sus educandos como los océanos forman am os continentes, retirándose. La tentación es anegarlos. Pensar por ellos, decidir por ellos, responsabilizarse por ellos. De esa manera ellos no aprender a pensar, a decidir o a responsabilizarse. Lo que nos dicen los alumnos es: ayúdame a hacerlo solo, a pensar por mí mismo, a tomas mis decisiones.
Un cordial saludo.
Y muchas gracias.
MAS
Qué importante artículo.
Reflexionar sobre los comportamientos irracionales nuestro y de los demás.
Es importante tener criterios para detectar la falta de rigor. Eso facilita el que no nos dejemos engañar.
Por otra parte, también tenemos que evitar el autoengaño. Porque es fácil que nos engañemos a nosotros mismos.
Y, por supuesto, es también una exigencia ética no engañar a los demás,
Querida Sandra:
Gracias por leer y por valorar el artículo.
La lógica de autoservicio es un mecanismo por el que hacemos hablar a la realidad para que nos de la razón. Y así profesor puede dcir que suspende mucho porque siempre le tocan los peores alumnos…
Hay que buscar en las prácticas profesionales la racionalidad y la justicia,
Besos y gracias
NÁS
Profesor Miguel Ángel, que interesante este artículo. Los y las docentes generalmente nos vemos subyugados por un curriculum prescrito, que muchas veces no responde a los intereses de los y las estudiantes e inevitablemente caemos en el horror y error de transferir contenidos sin darles un sentido a nuestra práctica. Dirijo una escuela pública en Chile y usaré su articulo (a través de una tertulia pedagógica) para comenzar a transformar nuestras prácticas poco racionales.
Querida Luisa:
No sabes la alegría que has dado al ver que tan lejos geográficamente (y tan cerca afectivamente) este artículo germinará en un corazón y dará frutos en su comunidad.
Es cierto lo que dices. Muchas veces, el curriculum se encuentra muy alejado de los intereses y las necesidades de los alumnos y de las alumnas Y, por supuesto, de la sociedad a quien ha de mejorar la escuela, a través de quienes salen de ella bien formados.
Tu puesto de directora es muy importante.Tú tienes que hacer crecer a la comunidad, como explico en mi libro LAS FEROMONAS DE LA MANZANA. EL VALOR EDUCATIVO DE LA DIRECCIÓN. La palabra autoridad procede del verbo latino AUCTOR, AUGERE, que significa hacer crecer.
Muchos besos
Muchas gracias.
MÁS
Una correccion: dice horro y herros y debe decir horror y error.
Querida Luisa:
Corrijo esos errores tipográficos.
Besos.
MÁS