Eres un animal

23 Jul

¿Por qué es un insulto la frase que encabeza este artículo? Cuando queremos agredir a una persona, decimos de ella que es un animal,  un cerdo,  un burro, un zorro o una bestia…  La verdadera agresión sería decirle a a un perro:

– Eres un humano, eres una persona, eres un animal humano…

Porque entre nosotros, los humanos, se produce la auténtica maldad, el crimen organizado, la crueldad planificada, el rencor descontrolado, la envidia destructiva, la guerra organizada, el odio destructivo y el desprecio infundado… Y en los animales, no.

Recuerdo aquel poema en el que unos monos que están subidos a un árbol (el mono es un animal arborícola que habita sobre todo en los árboles genealógicos), contemplan las atrocidades que realizan los seres humanos y se lamentan de tener unos descendientes tan perversos. ¡Qué vergüenza!, dicen.

Anteayer, día 21 de julio, se celebró el Día Mundial del Perro, conmemoración que se viene celebrando desde el año 2004. No sé por qué este día, en plena canícula dentro de nuestro hemisferio. Quizás porque en estas fechas hay muchos perros que son abandonados a su suerte. Hay otros días de celebración relacionados con el perro (Día internacional del Perro Guía, el último domingo de abril;  Día internacional del Perro Callejero, el 27 de julio;  Día del Perro de Trabajo, el 6 de diciembre; Días nacionales del perro…). Ya sé la relatividad de estas convenciones.

Hay perros famosos: la perrita Laika se convirtió en 1957 en el primer ser vivo que entró en órbita y dio la vuelta a la tierra;  el perro  Balto recorrió más de mil kilómetros liderando en 1925 el trineo de la expedición  que traía las medicinas que salvaron al pueblo de Nome (Alaska);  Bobbie regresó a su casa recorriendo cuatro mil kilómetros después de haberse perdido  cuando viajaba con sus dueños; Greyfriars Bobby permaneció catorce años hasta su muerte al lado de la tumba de su dueño; Hachiko vagó por una estación durante casi nueve años esperando a su dueño fallecido; Lassie protagonizó diferentes series de televisión, libros y películas desde 1943 hasta nuestros días; Rin Tin Tin, un pastor alemán, fue protagonista de la conocida serie estadounidense que lleva su nombre, Barry fue un San Bernardo que salvó en Suiza a cuarenta personas perdidas en bosques helados durante los catorce años que trabajo como rescatista en el Gran Hospicio…

Estoy leyendo una tesis doctoral que se defenderá en la Universidad de Oviedo el próximo día 7 de septiembre. Seré, afortunadamente, el presidente del tribunal. Digo afortunadamente porque la lectura de una tesis siempre es una ocasión excepcional de aprendizaje. El título del trabajo es el siguiente: “Una nueva filosofía de la educación: La empatía animal”. Está escrita por Beatriz Cimadevilla Alonso. La autora abre el trabajo con una significativa dedicatoria: “Esta tesis está dedicada a todos los animales no humanos que sufren; y a aquellos de mis hermanos animales no humanos que, sin sufrir, forman también parte de mi mundo. Vosotros estáis entre aquellos que dan sentido a mi vida”.

Los animales son víctimas de una concepción  especista que ellos no pueden debatir ni rechazar. El término especismo tiene dos acepciones en el diccionario de la Real Academia: 1. Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores y 2. Creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio. Ambas acepciones apuntan en la misma dirección: la de la cosificación de los animales por situarlos en una realidad diferente de y subordinada a la humana. El problema es que no les consideremos seres sintientes, que les convirtamos en cosas que se pueden tirar o golpear.

Hace años que leí el emocionante libro del premio Nobel Konrad Lorenz titulado “El anillo del Rey Salomón”, que en alguna edición tiene otro título: “Hablaba con las bestias, las aves y los peces”.  Es impresionante ver cómo el autor investiga, observa y analiza las costumbres de los animales. Hace unos días terminé de releer “Cuando el hombre encontró al perro”, del mismo autor.  Dice el premio Nobel en la última frase del libro que  la historia de  esta relación  es “una suma incalculable de amor y fidelidad”.

Compartimos el mundo con los animales. Y, en muchas ocasiones, también la casa. En España, hay en los hogares más perros que niños. Nueve millones de perros, frente a seis millones y medio de niños y niñas. La empatía con los animales es un deber que tenemos cultivar para hacer un mundo más digno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 70% de los perros en el mundo no tienen un hogar. En la actualidad existen aproximadamente 300 millones de perros en el mundo, con una gran variedad de razas y tamaños, todos muy cariñosos y dispuestos a servir a sus amos de formas inimaginables. Hoy en día contamos con perros policías, bomberos, lazarillos y de compañía.

Hay quien puede pensar que habiendo tantos problemas  y necesidades entre los seres humanos, toda la atención que se preste a los perros se detrae del cuidado  a nuestros congéneres. No es así. Más bien es al contrario: quien muestra solidaridad y aprecio por loa animales suele también manifestarlos con los seres humanos.

A mi juicio hay tres pasos que debe dar una sociedad democrática, asentada en valores. El primero es acabar con el maltrato de los animales. Hay muchas costumbres crueles, faltas de respeto y sensibilidad. Y no me refiero solo a esas costumbres salvajes en las que los seres humanos disfrutan, haciendo sufrir a los animales  no humanos. Me refiero también al maltrato doméstico: golpear a perros, colgar a galgos (hay miles de galgos ahorcados, acuchillados y abandonados cada año en España), abandonar a su suerte… Comportamientos que deberían tener, por ley, castigos ejemplares. El segundo es cultivar la empatía, tratar de forma deferente a quienes comparten la vida y el mundo con nosotros. El tercero consiste en hacer visibles hermosas historias de perros, como la que conté en este mismo espacio con el título “Montse y Chicharita”. Una doble historia de superación heroica en la que una perrita y su ama  vencieron la tetraplejía.

Los británicos, cuando muere un perro, dicen que “ganó las alas”. Allí existe una leyenda que dice que los perros vienen a este mundo sin alas y sin hablar para que no se sepa que son ángeles.

Es emocionante el epitafio que escribió Lord Bayron a su perro Boatswain en el monumento que levantó en el jardín de la mansión en la que convivieron. Boatswain erra una terranova, que contrajo la rabia y a la que el poeta cuidó en su enfermedad, a costa de contraer la misma enfermedad: “Cerca de este lugar/ reposan los restos de un ser/ que poseyó la belleza sin la vanidad,/ la fuerza sin la insolencia,/ el valor sin la ferocidad/ y todas las virtudes del hombre sin sus vicios./ Este elogio, que constituiría una absurda lisonja/ si estuviera escrito sobre cenizas humanas,/ no es más que un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro/ nacido en Newfoundland, en mayo de 1803/ y muerto en Newstead Abbey, el 18 de noviembre de 1908…”. Solo cinco años de imborrable amistad.

Me gustan las historias de perros. Conozco muchas  muy sugerentes. Aquí me voy a referir a una que tiene que ver con mi oficio de profesor. Dice así:

Una familia tiene un perro que presenta síntomas inquietantes de enfermedad. El veterinario, después de explorarlo detenidamente, le receta unas dosis diarias de aceite de bacalao

Todas las mañanas, el dueño va a buscarlo, le arrastra por la fuerza, le sujeta la cabeza entre las rodillas, le abre la boca violentamente y, con una cuchara, le va dando el aceite de bacalao.

Un día, en pleno forcejeo, el perro se libera de la maniobra de su amo, el tarro que este tenía sobre las rodillas va rodando hasta el extremo de la habitación y el perro va corriendo a lamerlo con fruición. No es que no le guste el aceite de bacalao, no le gusta la forma en la que se lo dan.

El ser humano está diseñado para aprender, tiene una curiosidad innata pero algunas formas de enseñar le resultan insoportables. No es que no le guste aprender, lo que no le gusta es la forma en que tratan de enseñarle.

Quiero dedicar este artículo a mi amiga Lola Alcántara, convencida animalista, amante de los perros y creadora del Proyecto Berta (nombre de una sus perras, ya fallecida). Se trata de un  proyecto sin ánimo de lucro, que se dedica a rescatar y rehabilitar podencos del mundo de la caza para darles una vida mejor. El mundo sería más habitable (y los perros serían más felices) si todos fuésemos como  Lola.

24 respuestas a «Eres un animal»

  1. Estimado profesor:
    Me emociono mucho con el tema de los animalitos y la poca empatía que tenemos con ellos, yo tengo una gatita que se llama “chimuela” (como el dragón de la película animada) y es tan dulce y tierna conmigo, me acompaña y me hace los días mas llevaderos. Muchas veces pensamos que por ser animales no nos pueden enseñar nada, pero al final aprendemos mucho de ellos. No debería ser un insulto que te llamen animal, al final existe algo de nuestra naturaleza humana que muchas veces hace que nos comportemos de manera irracional.
    Durante muchos años estuve a cargo de una biblioteca de colegio, y me toco hace de “cuenta cuentos” para los estudiantes, y yo les leía y gesticulaba y actuaba muchos libros que teníamos a disposición en nuestra biblioteca, le dejare uno aca en PDF de los más lindos que me tocó leer y compartirlo ( en realidad no estoy haciendo propaganda jeje).
    El libro se llama “La verdad según Carlos Perro”
    http://www.secst.cl/colegio-online/docs/14042020_221pm_5e961b3b6f83e.pdf
    Muchas gracias por recordar a nuestros hermanos animalitos y un saludo desde Chile.

    • Estimado Javier:
      Es necesario evitar el maltrato, que todavía es muy elevado. No puede haber un mundo justo si hacemos sufrir a los animales.
      Pero hay que dar más pasos: CULTIVAR LA EMPATÍA ANIMAL.
      Me alegra saber que Chimuela te hace compañía y te dispensa su fiel afecto. No. es cierta esa leyenda de que los gatos son falsos.
      Leeré el texto que has compartido. Gtacias.
      Un cordial saludo.
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  2. Buenas Magister!
    Este artículo se merece un verdadero Guauuu!
    Hoy tienes contenta a la parroquia familiar, tanto Gema como Miki y María son veganos por motivos éticos y nada especistas. En mi caso sigo siendo un Animal humano y estoy en camino de concienciación. En nuestro camino vital he llegado a la parada de nada de caza y pesca, toros..etc pero aún soy Flexivegano…le doy al chuletón muy de vez en cuando…y al pescado a la plancha.
    Gracias por las recomendaciones literarias que siempre se agradecen y por añadir el epitafio que escribió Lord Bayron, muy bueno!!!
    Estoy leyendo “La edad de la Empatia” libro recomendable del famoso biólogo Frans de Waal (especializado en la inteligencia social de primates) y que nos cuestiona muchas de nuestras creencias y superioridades.
    Es un placer comenzar el día con un buen café y un inmejorable artículo en familia. Hoy ha habido más aplauso que reflexión pero tiene mucha miga el artículo. Queremos saludar a tu incansable amiga Lola Alcántara y felicitarla por su labor.
    Besos y abrazos a toda la familia!

    • Querido Miguel, querida familia:
      Yo también, con tanto viaje a Argentina, cedo a la tentación del solomillo. A veces. tienes que dejar de pensar para mantener algunas costumbres poco justificables racional y éticamente.
      Nosotros tenemos a Miluca. Había escrito algo sobre ella en el artículo pero, como ya se iba a largando, la tuve que dejar fuera. El nombre viene de la unión de las tres primeras sílabas de nuestros nombres MI+LU+CA.
      Apunto el título de la obra de Frans de Waal; me vendrá bien para la tesis sobe empatía animal de la que hablo en el artículo.
      Transmito a Lola vuestra felicitación. Es admirable su pasión por los perros. Ella tiene cuatro.
      Un gran abrazo lleno de afecto y gratitud.
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    • Estimado Javier:
      Lo he confirmado. Tienes razón. Ya está cambiado.
      Ha sido un error, fruto de un fallo de memoria.
      Pues sí, gracias.
      Saludos.
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  3. Miguel Ángel, qué animal eres!!!!

    En este caso eres fiel a tus lectores, como el perro, sensible como un delfín, viajero como una cigüeña, tenaz como un tigre, sabio como un pulpo ( el pulpo Paul “adevinaba” los resultados de los partidos de la selección española de fútbol), rápido de pensamiento como una gacela, prudente como un asno, observador como una gaviota, paciente como un buitre…

    Sirva estas analogías para que sepas que te leo desde la sombrilla, aunque me de pereza escribir como el teléfono móvil.. Y es que tengo un dedo que pulsa sobre varias teclas… un calvario…

    Un fuerte abrazo de oso…

    • Querido Juan Carlos:
      Tendría que darte las gracias por el elogio con el que comienzas tu comentario. Los animales son más espontáneos, más auténticos, ms nobles que muchos seres humanos.
      Y también por el abrazo de oso con el que cierras.
      Y también por las analogías que me atribuyes. Tenía escrito algo sobre ellas pero la extensión se me fue de las manos. Es lo que pasa con temas como est, que abordas de tarde en tarde.
      Es curiosa la vinculación de vuestra sombrilla a este humilde blog. ¡Cuántos años ya!
      Que disfrutes del descanso que te has ganado tan a pulso.
      Un abrazo.
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  4. Querido Maestro:
    ¡Vaya pedazo de comentario sobre los animales nos ha regalado hoy!
    Por las anécdotas e historias que cuenta sobre ellos, me he perdido mucho que aprender, porque nunca he tenido perros.
    Sin embargo conozco a personas que sienten un amor inmenso por los animales.
    Y se de la frustración y el desconcierto que ha provocado en sus vidas, perderlos.
    Tengo un primo que tenía tres, y dos han fallecido por la edad.
    El otro día me contaba que el último que le queda tiene también mucha edad, y le da mucha pena tener que perderla.
    Nunca nos defraudan los animales, son auténticas maravillas vivientes, leales, serviciales y entregados al servicio de sus dueños.
    El otro día me Internet vi la reacción de un gato ante un bebé que quería atagarrar por una barandilla.
    El animal parecía humano, le daba continuos zarpazos al niño para que no tocara la barandilla. Veía que el pequeño tenía peligro si lo hacía.
    ¿Cómo pueden tener tanta intuición?
    Me resultó conmovedor, un auténtico milagro.
    Tránsmito mi amor a todos los que tienen algún animal de compañía y los quieren y los cuidan. De los que no, prefiero no hablar.
    Que tenga mucha suerte en el tribunal y lo califique con toda la honestidad, la amabilidad y el afecto que le caracteriza.
    Porque quizás de ello dependa la vida y el desarrollo de una persona.
    Ya sin más me despido con un gran abrazo para todos.
    ¿Qué la semana os sea feliz y breve!

    • Querida Loly:
      Leyendo a Konrad Lorenz en el libro Cuando el hombre encontró al perro he leído algo sobre la muerte de los perros. La vida de un perro es más corta que la nuestra, pero dice que, cuando un perro muere, puede ser sustituido por otro más fácilmente que si se pierde una persona. Y él procuraba que fuesen descendientes.Entonces resultaba más fácil todavía.
      Es un problema que las personas no consideren a los perros animales sintientes. Eso lleva a que se pueda hacer con ellos lo que se quiera.
      Cuenta que una perrita que tenia cuando iba a un lugar que a ella no le gustaba se hacía la coja, pero cuando se dirigía a un lugar que a ella le gustaba iba corriendo delante de la bicicleta.
      Nosotros nos hemos alegrado mucho de haber comprado a Carla una perrita. Dice que es el mejor regalo que le hemos hecho en toda su vida.
      Bonita historia la de ese gato protector.
      Besos y gracias. Que pases una semana fresquita.
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  5. Querido amigo y Maestro NO TE IMAGINAS Como todos los sábados tus lecturas son interesantes ,recreativas y muy educativa ,como siempre Al leer hoy , tu escrito fui de inmediato a alimentar a mis perros callejeros y gatito de la vecindad que nos visita Siendo estas una de mis reinventadas actividades diarias Antes de alimentar a mis perritos ,pase iPad a Cristina ,mi esposa para que leyera tu temas de perritos Tu sabes , ella padece de una irreversible enfermedad mental que está perdiendo su memoria diariamente , lo que me ha llevado a un reinventos ,pasiones y felicidad ,junto a ella ,en Balneario de. El. Tabo ,donde hay muchos perritos callejeros. ! Ni te imagina ! Al llevar el yogur diario a mi esposa, ,vi sus ojos llenos de lágrimas y dijo. ! Que escribe lindo tu profesor ,me emocione ! Recordo a nuestro “ Chicoco “ Perrito que tenemos en Stgo ,cuidando casa ,junto a Nieto Bastian. Amigo. ! No te imaginas , lo emotivo , ,sorprendente y saludable son tus comentario. Pues no pensé que mi esposa ,se concentrara en tus educativos cometarios del “ amigo del hombre “. Gracias amigo , has motivado mi nuevo día , al ver a mis esposa emocionada ,valorar a leales animales y tus palabras siempre educadas ,emociona y alegran ,esta vida que tanto que daña el diario vivir , con dolorosa noticias Profesor Te admiro , agradezco y que nunca nos faltes los sábados ,para medicinar a mi esposa ,con tus nuevos y bellos temas. Abrazos Jorge. Espinosa G. El. Tabo. Chile 🇨🇱

    • Querido Jorge:
      No sabes cuánto me alegra saber que tu esposa ha leído el artículo y te ha dado una alegría al compartir contigo su emoción. Me ha emocionado leer su opinión sobre los escritos de tu profesor.
      Qué estupenda costumbre la de alimentar a los perros callejeros. Ese hecho desvela la bondad de tu corazón.
      Ya veo que tenéis un perro en Santiago.Nosotros tenemos en casa < nuestra perrita Miluca (se llama así por la unión de las primeras sílabas de nuestros nombres: Miguel, Lourdes y Carla: MI+LU+CA.
      No sabes cuánto me anima a escribir tener lectores tan sensibles como tú y como tu esposa.
      Un gran abrazo.
      En agosto viajaré a Chile.
      Saludos emocionados a tu esposa.
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  6. Qué pocas pensamos en los perros vagabundos, callejeros, abandonados…
    Hay demasiado sufrimiento provocado por el ser humano.
    Niños que les tiran piedras, adultos que les apalean, abandonan maltratan…
    Hay que endurecer las sanciones y no mirar para otra pare.
    No se puede tolerar el maltrato.

    • Querida Raquel:
      Sin negar tu planteamiento, creo que seria mejor desarrollar la empatía animal.
      De eso trata la tesis de la que hablo en el artículo.
      Personas que han sido formadas en ella no solo lucharán contra el maltrato sino que cuidarán de los animales como compañeros de viaje que comparten el mundo y la ifa con nosotros.
      Ese es, a mi juicio, el principal camino.
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  7. Cuando una sociedad maltrata a los animales y no se preocupa por su bienestar, está dando la espalda a la ética. Porque los seres humanos compartimos el mundo con los animales.
    La crueldad nos hace perores a nosotros y hace sufrir a otros seres vivos que no son cosas que se pueden tirar a la basura.
    Hay que educar para la empatía animal.

    • Querida Mónica:
      La educación en la empatía animal es la clave.
      No digo que sea la única solución, pero es la fundamental.
      También pueden ayudar las leyes. No se puede permitir que se produzcan acciones crueles de ensañamiento.
      Pienso en los toros, pienso en muchas costumbres en que la diversión de los humanos se hace a costa del sufrimiento de seres vivos que sienten.
      Para mí, el buen trato y el cuidado de los animales es un buen indicador de la cultura de un país.
      Besos y gracias.
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  8. Querido Miguel Ángel:
    Magnífico artículo de respeto, o mejor de amor hacia los animales.
    Yo creo que el que respeta y ama a los animales, respeta y ama también a los seres humanos.
    Pienso que los que tienen animales domésticos los tienen más bien por el cariño que les aportan, y como respuesta se les da atención y cariño.
    El perro es el campeón, nos habla sin palabras, es fiel a su dueño por el que daría su vida sin dudarlo. No hace juicios de valor sobre su dueño, se ha ligado a él de por vida.
    El ser humano, que está en lo más alto de la escala, debe proteger el mundo animal, ser artífice del equilibrio que ya de por sí impone la naturaleza.
    Es denigrante para los humanos utilizar el sacrificio animal como elemento de diversión. Los animales tienen sistema nervioso, gozan y sufren, tengan o no conciencia de ello.
    En España tenemos una fiesta nacional, y por tanto protegida: los toros. Yo diría que es la fiesta de la vergüenza nacional. Para mí, fiesta primitiva y salvaje basada en el lento sacrificio de un ser sintiente por diversión.
    El equilibrio que la naturaleza mantiene entre las diversas especies de animales se basa en la crueldad, vista con ojos humanos. Unos animales eliminan a otros y eso mantiene el equilibrio. No estaremos los humanos en ese juego? Cómo se puede explicar la existencia de la crueldad de las guerras desde el principio de los tiempos? Será que entre los humanos el pez grande se come al chico?
    El mundo en el que vivimos y conocemos se mantiene en el equilibrio entre la vida que nace y la vida que muere.
    Yo no veo mal el sacrificio de animales para el servicio humano, lo que desapruebo es el sacrificio inútil y cruel, lo mismo que someter a los animales a una vida impròpia para que nos den más productividad. Es otra forma de crueldad.
    Un gran abrazo, Miguel Ángel, y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Muchas gracias por la sensibilidad hacia los animales que muestra tu comentario. Y también por la racionalidad.
      El sufrimiento gratuito de los animales para diversión humana es un indignidad. Peleas de perros, corridas de toros, pelas de gallos…
      Hablas reiteradamente del equilibrio que se mantiene en la naturaleza.
      Los seres humanos tenemos que imponer criterios racionales y éticos para la relación con los animales.
      Hay que educar en la empatía animal.
      Las leyes tienen que ser rigurosas.
      Un gran abrazo.
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  9. Querido Miguel Ángel:

    Muchas gracias por compartir tan excelentes reflexiones en esta nueva entrada en tu Blog. Como siempre, es un gusto leer tus palabras, tan llenas de sabiduría y anécdotas todas ellas maravillosas y con mensaje educativo, siempre presente, que te hacer reflexionar.

    También quisiera dar la enhorabuena a la doctoranda, Beatriz Cimadevilla, por realizar un trabajo de esta envergadura sobre una temática tan importante como necesaria.

    Como profesionales que nos dedicamos al mundo de la educación, sabemos que trabajar la empatía hacia los animales no humanos, en todas las etapas educativas, es algo tan imprescindible como necesario si queremos evolucionar hacia una sociedad que no maltrate a los animales, en cualquier forma de maltrato (circos, toros, acuarios, cautiverio, laboratorios, experimentación, mataderos, abandono y un largo etcétera…

    Aún queda mucho por hacer, es evidente, pero, parece que ya se van dando pequeños pasos. La solución a la problemática del maltrato, como sabemos, es compleja y tiene que realizarse desde diferentes disciplinas y ámbitos (legal, judicial, educativo, comunitario, familiar…)

    En el caso el educativo, aunque todavía son necesarias muchas mejoras, es una alegría saber que la nueva ley de educación aprobada a finales del año 2020 (LOMLOE, 2020) plantea la empatía animal con una temática que se tiene que abordar en la educación obligatoria. Concretamente, el texto pone como objetivo, en su artículo 17 (referido a la educación primaria): “Conocer y valorar los animales más próximos al ser humano y adoptar modos de comportamiento que favorezcan la empatía y su cuidado”. Y en su artículo 23, referido a la educación secundaria: trabajar el “respeto hacia los seres vivos, especialmente los animales”.

    Son avances que no dejan de ser muy significativos y son unos primeros pasos muy importantes. Si queremos cambiar el mundo en el que vivimos y queremos mejorarlo, necesitamos hacerlo en estrecha colaboración con los animales.

    Gracias también a las personas que cuidáis y ayudáis a los animales, es un aliento saber que en este difícil camino no estamos solos/as. Seguiremos luchando por quienes no pueden expresarse con palabras, pero, sí de otras múltiples formas, porque, como sabemos, los animales tienen empatía.

    Un abrazo grande Miguel Ángel y espero que nos veamos el día de la defensa de la tesis.

    María

    • Querida María:
      Qué alegría verte por aquí.
      Me ha gustado mucho tu comentario porque nace de la sensibilidad y del compromiso.
      Si estuviéramos formado en la empatía animal, como propone y explica Beatriz, este mundo sería más habitable.
      Sí, estamos mejorado, estamos avanzando, pero faltan muchos kilómetros por recorrer. Y es urgente hacerlo porque, mientras lo hacemos, hay mucho dolor y mucho maltrato. La sociedad se envilece con estos comportamientos crueles.
      Nos vemos pronto.
      Muchas gracias y muchos besos.
      MÁS

      • Gracias, de corazón, por tus palabras, Miguel Ángel.
        Nos veremos en septiembre. Feliz descanso en verano.
        Un abrazo grande y besos,
        María

        • Querida María:
          No veremos en septiembre para compartir ideas, sentimientos y inquietudes y propuestas.
          Me gusta ver a nuestra perrita MILUCA (las tres primera sílabas de nuestro nombres, Miguel, Lourdes y Carla) mientras observa cómo leo la tesis de Beatriz.
          Que descanses y disfrutes.
          Hasta pronto.
          Besos.
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  10. Magnífico artículo. Es una cuestión importante. porque desvela la sensibilidad de los seres humanos con otro seres sintientes que comparten el mundo con nosotros.
    La fiesta nacional es un ejemplo de maltrato. El sufrimiento del animal convertido en diversión y en fiesta. El picador, las banderillas y la muerte entre aplausos.
    Habría que ayudar, eso si, a quienes viven de la fiesta.

    • Querida Sandra:
      Comparto contigo el rechazo a la fiesta nacional.
      Manuel Vicent escribe cada año en el País un artículo contra los toros.
      Recuerdo que en alguno de estos artículos decía que se imaginaba a cientos de personas aplaudiendo enfervorizadas delante de una olla con agua hirviendo en la que se está abrasando los caracoles. Parece un comportamiento sádico.
      Es un espectáculo: música, fiesta y aplausos porque un animal sufre de forma cruel hasta la muerte.
      Hace años leí un bonito cuento titulado Ferdinando, el toro. Aconsejable.
      Besos y gracias.
      MÁS

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