La pandemia nos confinó durante varios meses y nos metió el miedo en el cuerpo durante más de dos años. El mundo entero se convirtió en un lugar peligroso. No hemos podido viajar con la libertad que antes lo hacíamos. Aun no se nos ha ido del todo la sensación de peligro. En el avión, por ejemplo, hay que colocarse la mascarilla. Y en el transporte público. Y en algunos interiores. Los contagios siguen subiendo hasta llegar a cotas preocupantes. Pero el afán por salir, por recorrer el mundo, por volver a ocupar hoteles, autocaravanas y tiendas de campaña resulta irrefrenable. Tendremos una campaña veraniega como las de antes de la pandemia, o mejor incluso. Tenemos la sensación de que hay que viajar, hay que salir, hay que desafiar al virus.
Dice Mark Twain: “Dentro de 20 años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre”.
La época estival es propicia para realizar viajes. El buen tiempo nos invita a salir de casa y las vacaciones nos permiten disponer de un tiempo libre de ocupaciones laborales. Es el momento de utilizar los ahorros, si es que hemos podido hacerlos. Sé que hay quien no los tiene y se verá obligado a mantener sus rutinas. Es a esas personas a quienes hay que ayudar con algunas facilidades y algunos recursos. (No me extrañaría que la derecha madrileña conceda ayudas para que viajen las familias con ingresos superiores a ciento cuarenta mil euros anuales. Es así, generosa con quienes más tienen, Por eso van a dar becas a los ricos).
Veo a muchas personas deseosas de salir de este encierro físico y psicológico. Es una necesidad salir de la casa, es una necesidad viajar, asomarse al mundo. Y comprobar que el mundo es habitable.
“Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas.”, dice Henry Miller. Por eso me entristecen esos “viajes de estudios” que hacen algunos grupos de estudiantes y que se convierten en experiencias repugnantes, impregnadas de alcohol, de drogas y de comportamientos salvajes. Me preocupa la forma de viajar de los jóvenes, poco sensible a las maravillas de la cultura.
– La cultura me persigue, pero yo corro más, vi escrito en un muro de la ciudad de Oviedo.
Viajar es otra cosa. Viajar es la única cosa que compras y que te hace más rico. “La gente no hace viajes, son los viajes los que hacen a la gente”, dice John Steinbeck.
Hay muchas formas de viajar. Unas más inteligentes que otras, más pensadas que otras, más ecológicas que otras. Cada uno viaja como es. O es como viaja. Hay quien lo hace frenéticamente, con la ansiedad de recorrer muchos kilómetros, de visitar muchos lugares y de contar muchas experiencias. Alguien ha dicho que no se viaja para viajar sino para decir que se ha viajado.
Unos prefieren viajar solos y otros en grupo, unos quieres mar y otros montaña, hay quien gusta de la naturaleza y hay quien prefiere la civilización, quien busca viajes largos y quien solo desea viajes cortos, quien hace viajes internacionales y quien prefiere moverse dentro del propio país, quien desea viajar en familia y quien prefiere hacerlo con amigos… Lo importante es viajar.
Hay quien no es capaz de mirar con atención, de disfrutar, de aprender, de sorprenderse, de admirar el arte, la belleza, la cultura. La ignorancia bloquea la curiosidad y mata la admiración. A un viajero que había hecho una visita a la ciudad de Granada, le preguntaron al volver a su pueblo.
– ¿Cómo ha ido ese viaje?
– Muy bien. Estupendo.
– ¿Qué has visto?
– Muchas cosas: El Albaicín, la Catedral, El Sacromonte, La Capilla…
– Habrás visto la Alhambra.
– Sí, claro que sí.
– Y ¿qué te ha parecido?
– Bueno, ¡como todas las Alhambras!
Viajar, decía Chesterton, es comprender que estabas equivocado. Encontrarse con otras culturas, con otras costumbres, con otras religiones, con otras formas de pensar y de vivir relativiza las nuestras. “Viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de miras, decía el citado Mark Twain. Además, viajar te hace modesto porque adquieres conciencia del pequeñito lugar que ocupas en el mundo.
Ya sé que hay personas que no pueden viajar: los enfermos, los pobres, quienes tienen alguna discapacidad inhabilitante, los que tienen que trabajar de forma incesante para poder sobrevivir. A todos ellos les recuerdo las palabras de Céline: “Viajar es muy útil, hace trabajar la imaginación. El resto no son sino decepciones y fatigas. Nuestro viaje es por entero imaginario. A eso debe su fuerza”.
Sé que el trabajo (no tenerlo, o tenerlo malo o muy mal remunerado) le ha destrozado la vida a muchas personas. Pero el ocio mal vivido ha roto la vida de muchos jóvenes, que se han entregado a la molicie, a la delincuencia, a las drogas, al alcohol… Viajar es una forma excelente de llenar el tiempo de ocio.
Hay quien vive como una gallina en un corral. Sin horizonte alguno, sin curiosidad alguna, sin ilusión alguna, sin el menor aprecio por la cultura.
Es preciso elegir bien el destino, preparar bien el viaje, disfrutarlo plenamente, entrar en el corazón de la cultura sin limitarse a hacer un viaje superficial siguiendo las rutas convencionales… No entiendo a los viajeros que llegan a Estambul, a El Cairo, a Venecia, a Usuhaia y se van a comer a un McDonald.
No me gustan las personas ansiosas, las que van con un cuaderno en ristre tomando nota de nombres, fechas, hechos, monumentos… Esas personas que ni descansan para poder ver más, informarse de más, saber más… Y no me gustan porque tengo la impresión de que pretenden compararse y avergonzar a quienes viajan tranquilamente, con curiosidad, pero sin avidez. Cuando se vota en los grupos sobre la hora de levantarse, estas personas proponen horas intempestivas. Dormir es para ellas perder el tiempo. Los guías son para ellas como profesores que dan clases de las que examinarán al finalizar el viaje.
Hay guías y guías. Leí en una obra de Umberto Eco la anécdota de un guía que estaba explicando a los visitantes la historia de las reliquias de un museo sacro. En una de las salas señala un cráneo mientras dice:
- Este es cráneo de San Juan Bautista a la edad de 12 años.
Uno de los visitantes le dice al guía que eso no puede ser, ya que la Historia Sagrada dice que San Juan Bautista murió decapitado a la edad de 33 años. Observación a la que el guía contesta diciendo:
– Es que ese cráneo está en otro museo.
¿Cuántas personas hemos conocido en los viajes? ¿Cuántas amistades se han iniciado y han fraguado durante los viajes? No puedo dejar de hacer referencia a mi amigo Manrique que, aunque vive cerca de nosotros, se nos apareció con su familia en Nueva York y ahora tengo la sensación de que nos conocemos desde niños. Qué bondad. Qué autenticidad. Qué magnífica persona.
Las ciudades son libros que se leen con los pies, he leído no hace mucho. Viajar es observar, dialogar, indagar, descubrir, disfrutar. Viajar no es desplazarse. Para aprender viajando hay que educar los ojos para ver, formar la mente para analizar y preparar el corazón para sentir. Si fuera cierto que el viajar enseña, los revisores de billetes serían las personas más sabias del mundo, decía Santiago Rusiñol. Para aprender hay que amar los viajes, hay que apasionarse con ellos. Qué pecioso el lema de los marineros del siglo XVI: “Lo que importa no es vivir, lo que importa es navegar”.
Creo que es interesante leer libros de viajes y, más aun, escribirlos. Cuántas maravillas están contadas en extraordinarios libros de viajes. Por citar algunos: Viajes con Heródoto, de Ryszard Kapuscinski; Viaje de Egeria, el primer relato de una viajera hispana; Cinco viajes al infierno, de Martha Gellhorn; Los trazos de la canción, de Bruce Chatwin; Guardianes de la memoria, de Álvaro Colomer; De Alaska a la Patagonia en elefante, de Rafa Ocón; En los mares del Sur, de Stevenson; La India por dentro, de Álvaro Enterría; El sueño de África, de Javier Reverte; Las ciudades invisibles, de Ítalo Calvino; Viaje a la Alcarria, de Camilo José Cela… Y muchos libros sobre el arte de viajar. Solamente citaré uno: Cómo ser un explorador del mundo, de Keri Smith.
Hace poco, mi amigo Darío, me enseñó un precioso libro de viajes, de confección artesanal, que había recibido como regalo de cumpleaños. Solo él sabe por qué considero que es un hermoso regalo.
Querido Maestro:
Hoy me ha sumergido en el mundo de los sueños con el sentido comentario que ha hecho sobre los viajes.
Me ha dado un impulso para seguir viajando y encontrando las maravillas que hay en el mundo de la cultura y de las gentes.
Ha puesto las palabras y el alma en este texto y a mi me ha llegado tan dentro que me ha creado la necesidad de seguir haciendo viajes.
Se lo ha currado bastante, como dirían los más jóvenes.
La vida de las personas las marcan los viajes, a veces cuando las cosas no reman a nuestro favor, en cuanto a dinero se refiere, he viajado por el mundo de los sueños.
Otras me gustan los programas de televisión que me llevan a paraísos del mundo que no he podido ver.
La mente se prepara para ver con los ojos del corazón y a mi me llena enormemente los momentos vividos en mis fantásticos viajes.
Me ha llenado de esperanzas el comentario porque está lleno de sensibilidad y amor.
La vida está llena de momentos agradables que hay que buscar con los ojos del amor.
Y buscarlos depende solo de ti.
Lánzate a los mares del pensamiento y halla en ellos la fuerza que hay en ti.
Gracias Miguel Angel por llenarme esta cabecita con el placer que nos da viajar.
Y ya sin más esperando estéis todos bien, me despido con un fuerte abrazo.
Qué la semana os sea leve y feliz.
¡Viajeros disfrutar de la próxima parada!
Querida Loly:
Gracias por tus palabras, por tus experiencias y por tu actitud positiva ante la realidad, ante la vida y, en este caso, ente los viajes.
También a mí me gustan algunos programas de televisión que cuentan viajes a lugares un tanto desconocidos.
Sí, estoy de acuerdo que los viajes son como hitos que van marcando el camino de la vida.
No he hablado de los viajes de trabajo.Yo hago muchos de este tipo.Muchas veces me han invitado a hacer turismo y siempre me he negado para no estar demasiados dias alejado de la familia.
Que también tú tengas feliz semana.
Gracias por el madrugador comentario.
Saludos afectuosos.
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Si para algunos, tanta es la necesidad de viajar: existe el libre albedrío y su opción es intentarlo. Personalmente me encanta viajar con la ayuda de YouTube, en la comodidad de mi casa. Sin embargo, hago. Viajes cortos, por lugares de mi país que me atraen por recuerdos de buenos tiempos pasados. Me agrada hacer estos viajes sin prisa para disfrutar cada momento y paladarlos desde mi interioridad.
Independiente de lo que a mí me agrade, respeto todas las posturas y opciones de los demás, siempre que los viajeros sean respetuosos en los lugares que visiten. Sería terrible que dejarán un mal recuerdo de su paso al arrasar con la tranquilidad de los lugares turísticos.
Querida Nancy:
Recordar es volver a pasar por el corazón. Es forma reposada de viajar tiene grandes alicientes personales porque nos hacen revivir experiencias maravillosas que hemos tenido.
A mí me gusta mucho explorar sitios nuevos, culturas nuevas porque el mundo es tan grande que harían falta varias vidas para recorrerlo tranquilamente.
Tienes razón: los viajeros tienen el deber de dejar las lugares que visitan mejor que los encontraron.- Esa es una forma de respeto elemental.
Besos y gracias.
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¡Qué fracaso!
1992. EXPO en Sevilla. 150 visitantes de 8º de EGB. Una sola visita.
Entrada. Libertad de acción. Nos vemos, si nada ocurre, a las 8 en la plaza de conciertos para seguir.
Todo bien y un “trofeo”: En el carnet de uno había 92 sellos de pabellones.
¡Qué horror de viaje!
Querido Rufino:
Ayer hablaba yo con unos amigos de mis viajes con estudiantes.
Universitarios en Palma. Discoteca Pachá. A la hora indicada falta una chica (me acuerdo hasta del tercer apellido). Cuando pregunto me dicen que se ha ido con tres chicos en un coche…
Adolescentes en Oviedo: ya de noche, después de un concurso de tortillas, se numeran y falta uno.Gritamos todos su nombre y solo responde el eco… Cuando bajamos andando hacia el Colegio, el desaparecido está sentado en unas escaleras porque había decidido bajar antes.
Y así podríamos seguir.
Al de los 92 sellos había que regalarle una silla… o una cadena.
Gracias por el comentario y por la lectura.
Un abrazo.
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Quizás está en la esencia de nuestro ser: ser peregrinos. Peregrinos de la vida. Eternos turistas en esta tierra. Mirar todo siempre con ojos asombrados. Esa calle que recorremos todos los días, nuestra casa, el barrio, la plaza, las bandadas de pájaros que todas las tardes se detienen en esa antena que ves desde el fondo de tu casa. No importa tanto a dónde vayas, sino tu mirada. Y es cierto m, viajar está entre las cosas lindas. Disfrutar con el cuerpo y el alma o la mente o el corazón de esta tierra que es tan bella por todas partes.
La pandemia y sus miedos serían otro capítulo muy interesante. También ella fue un viaje a un mundo desconocido en ese tremendo transporte que es el miedo. Ha sido un viaje que dejó tremendas heridas y muchos aprendizajes.
Querida Verónica:
Qué precioso y qué preciso comentario. Muchas gracias.
No solo has dicho muchas cosas importantes sino que las has dicho muy bellamente.
Nuestra condición de peregrinos nos hace ciudadanos y ciudadanas del mundo. En realidad somos nómadas de la vida.
Y qué bonita idea la de la pandemia como viaje con tantas enseñanzas…
Besos.
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Estimado profesor:
Que bueno que ya este planeando y planificando el viaje a Chile, ya le dire que por aca esta muy helado y pues hace poco tuvimos una lluvia inusual pero maravillosa, y que tuvimos nieve en cotas muy bajas, personas que no habían nevar casi en 14 años, lo vivieron ahora. Siempre los viajes nos dan esa opción de conocer y maravillarnos con la cultura y las experiencias de otras personas.
Yo tengo pensado dos viajes al extranjero, el primero es a Mexico al Segundo congreso Riieb que espero ya se este organizando, pues al que asisti online pues me pareció maravilloso, y en segundo lugar un viaje a España, especificamente a Andalucía, quiero recorrer Granada, Sevilla, Málaga y todo el circuito en donde Occidente y Oriente se juntan bastante y en donde el catolicismo roza con el islamismo, quiero ver ese mercado lleno de productos, esas calles estrechas con los edificios altos.
En fin, viajar es maravilloso. Como dijo Bilbo Baggins, no me detengan que voy atrasado a una nueva aventura.
Un Abrazo, estimado profesor
Estimado Javier:
Me alegro de que tengas proyectos de viaje tan interesantes. Granada, Sevilla y Málaga son ciudades maravillosas de mi comunidad autónoma. Espero que podamos vernos en mi ciudad.También merece la pena visitar a ciudad de Córdoba.
Y sí, yo estoy preparando mi viaje a Chile. Un viaje que será fundamentalmente de trabajo.
Viajar es maravilloso. Claro que sí.
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Por supuesto Córdoba esta dentro de mi viaje, me entusiasma tener un proyecto y además que sea en un región tan histórica, yo soy profesor de Historia además, me motiva de sobremanera. Sería genial poder ir y pues empaparme de toda la cultura occidental medieval que aún se ve por esos lugares. Y con respecto a su viaje pues Chile lo estará esperando con los brazos abiertos, pero abriguese jeje ( por cierto ya compre mi ticket para ir a los talleres).
Un abrazo estimado profesor
Estimado Javier:
No puedes dejar de ver la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada, el teatro romano y la Alcazaba de Málaga… Hay mucha historia en estos monumentos.
Después de tres años voy a cruzar el Atlántico. La pandemia ha puesto un STOP en muchas actividades que considerábamos normales.
Será un placer encontrarnos en Chile.
Un gran abrazo.
Gracias por participar en el blog.
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Muy interesante el artículo.
Me ha hecho pensar muchas cosas.
Una de ellas es la importancia que tienen nuestras rutinas. La pandemia la rompió en mil pedazos las rutinas. No hemos podido viajar durante mucho tiempo.
Ahora vemos lo importantes que son las cosas a las que no damos importancia habitualmente.
Eso hace que ahora podamos disfrutar más cuando salimos.
Querida Raquel.
Muchas gracias.
El parón que ha impuesto la pandemia nos hace vivir ahora de otra forma los viajes que antes hacíamos caso como rutinas.
Es lógico que las personas disfruten de forma especial de los viajes (cortos o
largos) que están programando y realizando.
Se ha quitado el tapón de la botella de champán y el líquido sale con fuerza.
Que haya salud par poder viajar.
Lástima por todos aquellos que han tenido que hacer el último viaje por la pandemia.
Besos.
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Muy buenas Miguel Ángel!
Qué preciosidad de artículo y cuántas frases para reflexionar siempre con una sonrisa. Es imposible no sonreír, aunque algunas nos toquen por dentro y nos hagan pensar para cambiar. Gracias.
De regreso de nuestro viaje familiar que hacemos en julio el artículo nos viene como anillo al dedo. Aunque ha coincidido los sábados los líos de barcos y aviones ya estamos conectados y trabajando.
Nos quedamos con muchas frases para compartir en familia pero “La ignorancia bloquea la curiosidad y mata la admiración” es buenísima! Gracias.
Por las circunstancias post Pandemia nos ha extrañado ver a muy pocos turistas en la Palma y en el hierro, se ve que estaban la mayoría en las zonas más turísticas de Tenerife. Este año nos has acompañado con tus libros y lo hemos disfrutado, jeje.
Esperamos verte pronto y hacer un trueque.
Una comida por un maravilloso libro para la Codapa.
Un fortísimo abrazo y gracias por no fallar nunca… Otros somos más humanos.
Os queremos!!
Querida familia viajera:
Lo tenéis todo. Un bonito destino para disfrutar en familia. Espero que hayáis descansado y disfrutado.
Y, por supuesto, escribir el martes en lugar del sábado no es un fallo. Es fidelidad extrema ya que el ajetreo de los desplazamientos hace difícil atender todas las demandas.
Creí que la secuencia del volcán llenaría la isla este verano.
El libro está prometido y dedicado.
Yo viajaré a Chile. Carla y Lourdes han dicho que allí es crudo invierno.
Un abrazo grande.
Y gracias por estar AHÍ antes y después de los viajes.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
La realidad es que toda nuestra vida es un viaje, un viaje irrepetible. Cada dia podemos encontrar nuevas ilusiones por las que vivir y siempre nuevas cosas por las que maravillarnos. La lectura de un libro, la conversación con las personas, todo se puede considerar como hitos en el viaje de la vida.
En lo que normalmente consideramos viaje, que es desplazar nuestro cuerpo a lugares desconocidos, también es muy aleccionador en lo positivo y en lo negativo que se encuentra: nuevas amistades, diferentes culturas, en fin, vivencias muy distintas de las habituales.
También se ve la miseria moral, el engaño, la avaricia. En un crucero hacia el Caribe tuvimos que perder la visita a una isla para recoger a cinco náufragos. Fue terrible escuchar las lamentaciones de un crucerista por el salvamento y la perdida de visitar una isla. Miseria mora!!
Otra de las sensaciones de algunos viajes es como si uno debiera llevar una alforja cargada de billetes que debe ir repartiendo por doquier. Como todo en la vida, los viajes tienen su cara y su cruz. Para la mente abierta todo, finalmente, es enriquecedor.
Te deseo un hermoso viaje a Chile. Los tuyos son de buen sembrador.
Un gran abrazo y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Qué interesante y certera visión la de la vida como un viaje. UN VIAJE IRREPETIBLE.
No todo lo que nos encontramos en un viaje es positivo y placentero. En el mundo hay miseria, pobreza y maldad. El ejemplo que nos cuentas de tu crucero refleja muy bien la calidad moral de quienes prefieren dejar morir en el mar a cinco personas por la renuncia a la visita de una isla. Qué triste.
Mi viaje a Chile será de trabajo, pero habrá también momentos de ocio. Volveré a visitar el archipiélago de Chiloé, donde se celebrará uno de los Congresos en los que participaré.
Un abrazo, feliz verano y a disfrutar de los nietos.
Gracias, amigo.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
La lectura de tu artículo me he llevado de manera emocionante a volver a escuchar la preciosa canción de mi admirado cantautor, Joan Manuel Serrat “Juan y José”. Una canción que siendo un canto a la amistad, para mí significa también un canto al disfrute de conocer otros mundos, culturas, costumbres, experiencias y seres desde un lado del mundo al otro. Es una maravilla poder viajar disfrutando tres veces: preparando, viviendo la experiencia y rememor’andola siempre.
Un placer leerte aunque no sea tan madrugadora.
Por cierto, salgo a mi viaje de verano el martes, así que ahora ando en la primera etapa, la de la preparación.
Un abrazo
María Ángeles Peláez
Querida María Ángeles:
Pues nada, a disfrutar intensamente de la preparación.
En el viaje a ïtaca, la preparación es muy importante.
Gracias por leerme a pesar de estar ajetreada con las maletas.
Y, por escribir, claro.
Siempre es hermoso leerte.
Besos. Buen viaje.
MÁS
Hola Dr. Miguel Ángel
Que importante el mensaje que hoy nos tramite en este pequeño texto. Que importante saber disfrutar los espacios con los nuestros. En la Escuela Normal donde estudié para ser docente en México, me acuerdo de una lectura de Namo de Mello Guiomar, que se llama “Universalizar la Educación” donde el autor hacia una serie de cuestionamientos, sobre el para qué enseñar ciertos contenidos, como una matemáticas tan avanazada si esos pequeños no las iban a utilziar nunca en su vida cotidiana, o bien Geografía Universal si era muy probable que esos niños nunca iban a salir de su pueblo… luego muy atinadamente dice que se debe de hacer, porque al maestro no le toca adivinar el futuro de sus estudiantes y lo que debemos hacer es dejar puertas abiertas, para que la decisión que ellos tomen, tengan las herramientas para alcanzar sus objetivos, por eso debemos enseñar a todos, todos los contenidos, porque podemos tener grandes historiadores dentro de nuestras aulas, pero a lo mejor al maestro no le gusta la historia y no la enseña y así cuartea ese sueño, y así igual en cada disciplina. Dice también que conocer la Geografía local, nacional e universal le enseñará que existen otras culturas y hay que respetearlas y generá una visión del mundo muy diferente a la que se tiene si solamente se piensa en lo local. Por eso salir y conocer es de suma importancia para aprender. El aprendizaje no está encerrado en las aulas, el aprendizaje está en cada espacio de este mundo, como lo hacían los grandes maestros, que mientras caminaban con sus alumnos por las calles del pueblo, de la ciudad, enseñaban y reflexionaban sobre lo que iban viendo.
Saludos y gracias por compartir y recordarnos la importancia de aprender en cada momento.
Para Misael Enríquez:
Gracias por el estupendo comentario y por la interesante referencia sobre los contenidos del curriculum.
El ser humano está hecho para aprender, lo que pasa es que algunas formas de enseñar matan la curiosidad innata.
Siempre podemos aprender, de todos podemos aprender, en todos los lugares se puede aprender.
Todo lo aprendemos entre todos.
Es importante cultivar la pasión por el aprendi<aje.
Saludos cordiales.
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