Comprobación y atribución

26 Mar

En el análisis de la realidad existen dos dimensiones complementarias. Una es la de comprobación. Se trata de hacer un análisis riguroso de lo que pasa.  Si este análisis es falso o poco riguroso, fallará el diagnóstico. Como consecuencia, toda la intervención que se haga sobre la realidad será inútil o contraproducente.  Lo que pasa es que el análisis  resulta muy difícil. Porque la realidad es  compleja y multifacética. Es muy complicado llegar a la comprensión  rigurosa de lo que sucede.  Los instrumentos para aprehender la realidad  no son tan precisos que no admitan el error. Por otra parte, unos instrumentos no permiten recoger la  misma información que otros.

La segunda dimensión es la de atribución o explicación. Una vez que disponemos de la descripción rigurosa  de la realidad que queremos analizar  hay que preguntarse por las causas. ¿A qué atribuimos que la realidad sea como es? ¿Cómo se explican las cosas? ¿Cuáles son las causas verdaderas del fenómeno estudiado?

En las dos dimensiones cabe el error y la trampa.  En la primera dimensión puede existir imprecisión en el análisis o engaño en la presentación de los datos. En la segunda dimensión pueden establecerse nexos causales interesados, sea para exculparse, sea para atribuir a otros el fracaso. La manipulación mediática echa sus raíces en las dos dimensiones.

Voy a poner cinco ejemplos. Uno del ámbito político, otro del escolar, el tercero del mundo de la empresa, el cuarto de la sanidad  y el quinto del deporte.

El primer ejemplo lo voy a sacar, como acabo de decir, de la política. Supongamos que queremos conocer la situación del paro. La comprobación exige la recogida de información rigurosa. A través de diversos modos de explorar la realidad llegamos a unos datos objetivos. El paro ha subido o ha bajado en un número de personas que se puede cifrar con relativa exactitud. Si se hace bien, la derecha y la izquierda podrían llegar a la misma cifra, aunque sé que hay muchas variables que influyen en el cómputo. En el diagnóstico de la realidad puede haber muchos elementos que condicionan el resultado. Quiero decir con esto que no se llega a los mismos resultados recorriendo caminos diferentes para el análisis. Por ejemplo: ¿son computables como parados los  trabajadores a quienes se ha aplicado un ERTE?

 La atribución, por otra parte, trata de explicar por qué son esos los datos y no otros. Y aquí viene una peligrosa tentación. Atribuir  los resultados a causas que interesan.  Estoy harto de oír que con el Presiente Zapatero el paro aumentó de manera exponencial. Y es cierto. Otra cosa es atribuir íntegramente la causa a la gestión del gobierno socialista sin tener en cuenta la crisis económica mundial que hizo aumentar el paro en todos los países de la tierra. Es decir que, aceptando los datos objetivos,  puedo utilizarlos contra el adversario político de forma interesada. De la misma manera que el gobierno socialista puede explicar toda la subida achacándola a la crisis sin tener en cuenta las limitaciones o los errores de la gestión. Más recientemente hemos tenido otro fenómeno similar. Sobre el  problema del paro podemos convenir que se han creado un número determinado de puestos de trabajo (precarios o no), pero en la fase de atribución podemos explicar la subida del empleo por el efecto  de la Ley Laboral del Partido Popular o por la bonanza económica que hizo posible el crecimiento del empleo.

Esta doble dimensión se puede aplicar a cualquier  parcela de la realidad política: la subida de los precios, el aumento de la delincuencia, las muertes ocurridas por violencia de género o por efectos de la pandemia…

 Voy a extraer el segundo ejemplo, como decía, del ámbito escolar. Y, concretamente, de la evaluación de los aprendizajes. Una cosa es comprobar si realmente los alumnos y alumnas han aprendido aquello que debían aprender y otra explicar por qué lo han o no. No es tan sencillo como parece. Hay investigaciones que muestran que para que haya rigor en la corrección de ejercicios de ciencias harían falta, al menos, doce correctores. Se me dirá que si se trata de un problema matemático, no puede ser tan complejo: o está bien o está mal. Pues no. Y si damos a corregir el ejercicio a varios evaluadores veremos las diferencias. El planteamiento está bien y mal el resultado, puede haber resuelto el problema por un método que desaconsejó el evaluador, puede haber faltas de ortografía, puede no entenderse la letra, puede haberse copiado de forma fraudulenta… Y factores condicionantes diversos: siempre lo hace mal y hoy lo ha hecho bien, el ejercicio anterior era muy bueno, ha perdido por goleada el equipo del evaluador y esa amarga actitud condiciona la corrección… Para que haya rigor en la corrección de un ejercicios de letras hacen falta más de cien correctores. Eso en cuanto a la comprobación.

 Y ahora viene la cuestión más ardua: la atribución. ¿Por qué los alumnos y las alumnas no han alcanzado los objetivos del aprendizaje? El riesgo está en explicar el fracaso diciendo que son vagos y torpes,  que están desmotivados, que llegan sin base de niveles anteriores, que no tienen técnicas de estudio, que el grupo es muy malo o que la familia no le ayuda lo suficiente…

Tomo el tercer ejemplo del mundo de la empresa. Vamos a suponer que se trata de una empresa que vende artículos de cuero en el mercado internacional. La comprobación nos dice que el fracaso es incuestionable. No se ha vendido casi nada de lo producido y ofertado. Y ahora viene la segunda parte: ¿cuál es la causa del fracaso? Es decir, ¿por qué no se han vendido los artículos de cuero? Las explicaciones pueden ser rigurosas o arbitrarias.

Pondré un cuarto ejemplo tomado del ámbito sanitario. Vamos a suponer que de un quirófano  salen más cadáveres  que lo que registra la media de los quirófanos de un Hospital, o de una ciudad o de un país. Tenemos un dato que procede de la comprobación.  Es importante que sea riguroso, es decir que tenga el soporte de un análisis  preciso aunque, si es estadístico, solo será estocástico, es decir, probabilístico. Y ahora viene el segundo componente, el que vengo denominando de atribución: ¿cuál es la causa? Podemos atribuir la causa a la incompetencia de los profesionales, a los malos equipamientos, a la pésima organización o coordinación de los profesionales sanitarios. Pero también se puede  pensar que los pacientes no resisten las excelentes intervenciones de los médicos.

Y por fin el deporte.  Es incontestable que el equipo ha perdido por una diferencia escandalosa: 0-4. Ahora bien, ¿por qué? ¿Fue la causa un mal planteamiento del entrenador, los jugadores no se esforzaron, el árbitro cometió errores decisivos, el campo estaba impracticable, el público abroncó a los jugadores desde el inicio…?

En  los casos que he expuesto y en cualquier otro, tiene que haber rigor en los dos componentes del análisis para que la intervención que busca la mejora sea eficaz. Si en cualquiera de los dos hay inexactitud, trampa o manipulación,  la intervención será inútil o perjudicial.

Digo esto porque el análisis de los fenómenos  no debe limitarse exclusivamente a la acumulación de conocimiento sino al diseño de estrategias que busquen la mejora. En los dos componentes del análisis se mezclan  los criterios científicos con los intereses particulares o partidistas.

Los nexos causales pueden manejarse de forma interesada, como decía.  Hay dos variantes básicas que dirigen  la manipulación de los datos. Una de ellas es la exculpación. Se trata de hacer hablar a los datos para que nos den la razón. Los datos, sometidos a tortura, acaban confesando lo que quiere quien los maneja. La otra es la agresión. En esta segunda posibilidad se trata de convertir los datos en piedras para lanzarlas al adversario.

En los cinco ejemplos tendríamos estas conclusiones: los socialistas son malos gestores del empleo, los alumnos y las alumnas son los responsables del fracaso de su aprendizaje,  las vacas estropean las pieles restregándose contra las alambres de púas, los pacientes no responden a los tratamientos, los jugadores son unos mercenarios… Conclusiones que hacen imposible la mejora de las políticas de empleo, de la calidad de la enseñanza, de la producción de artículos de cuero, de la práctica de la medicina y de la mejora del juego. Y todos tan contentos lavándonos las manos y diciendo que la culpa es de los demás.

20 respuestas a «Comprobación y atribución»

  1. Hola Miguel Ángel.

    De los cinco ámbitos con los que has ilustrado tu exposición de esta semana, me voy a centrar sólo en el que afecta al ámbito educativo que es sobre el que dispongo una larga experiencia…

    ¡Qué difícil es evaluar y qué fácil a la vez! Perdón, lo de difícil se debe aplicar a la evaluación, lo de fácil a la calificación…

    Efectivamente, para los docentes es muy fácil calificar, es decir, establecer una nota, y sobre todo cuando se refiere a comparar a un alumno o alumna con otros u otras… Simplemente se busca unas preguntas que se suponen que comprueban los conocimientos adquiridos por el alumnado sobre un tema. Generalmente se plantean diez cuestiones con el fin de que la nota salga según la cuantificación establecida en la normativa educativa referida a la evaluación. Pero, no además se tienen en cuenta unos “criterios” de calificación “presuntamente” objetivos con los que se ajusta la nota final de la prueba del alumnado, un 8,77, por ejemplo… ¿No me digas que eso no es fácil de hacer? Yo diría que facilísimo, requetechupao… Es por ello que ésta sea la forma más común de valorar al alumnado…

    Claro está, en base a una valoración del aprendizaje del alumnado de esta manera los posteriores análisis de resultados en los equipos docentes son los que son… “Se echan balones fuera”: la culpa es del alumnado que no se esfuerza, de la falta de recursos o de la familia que no se implica. O sea, las cuestiones que tú has apuntado anteriormente… Y posiblemente tengan razón. Y también será cierto que sobre estos ámbitos será muy complicado incidir para revertir la situación. Perooooo… sobre nuestra intervención educativa sí que se puede realizar un análisis posterior y buscar soluciones para adoptar medidas que puedan mejorar en lo posible nuestra enseñanza y el aprendizaje del alumnado… Porque perfectos no seremos, digo yo… Algo podremos mejorar…

    Si analizamos nuestra intervención educativa posiblemente estaremos intentando llevar a cabo una evaluación más o menos correcta porque ya no vamos a centrarla en las calificaciones numéricas que obtiene nuestro alumnado, sino que deberemos analizar de forma cualitativa tanto el proceso de enseñanza como el de aprendizaje… Y cualitativamente es olvidarse de centrar la atención en los resultados numéricos, sino en poner el foco en la selección de aprendizajes realmente significativos e imprescindibles para el alumnado, en el diseño de pruebas que realmente comprueben lo que queremos valorar y que diagnostique con facilidad y claridad las dificultades que presenta el alumnado con el fin de adoptar medidas reales para que sigan su aprendizaje de la forma más provechosa, a pesar de las circunstancias adversas de su entorno. Esto no es difícil, resulta complicadíiiiiiisimo!!!! De ahí que, generalmente, se busque la formula anterior, la de calificación cuantitativa del alumnado (soy consciente que también hay mucho profesorado a los que le gusta la dificultad).

    No confundamos objetividad con calificación y calificación con evaluación que, aunque forman parte del mismo todo, se pueden manipular o atribuir significados tan diferentes hasta el punto que la evaluación deje de ser continua, formativa, integradora, diferenciada y objetiva, tal y como dicta la norma. “Y todos tan contentos lavándonos las manos y diciendo que la culpa es de los demás” (tal y como tú concluyes).

    Buen fin de semana para todos y todas.

    Un abrazo MÁS grande.

    • Querido Juan Carlos:
      Gracias por tu comentario, centrado en uno de los aspectos que he seleccionado para el análisis.
      Haces bien en diferenciar los términos calificación y evaluación.
      También es interesante la reflexión que haces sobre la dimensión cualitativa y cuantitativa de la evaluación.
      Creo que aplicar el rigor en los análisis es bueno porque nos ayuda a los docentes a reflexionar sobre la práctica de la evaluación.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por el interesante comentario.
      MÁS

  2. Muy buenas Miguel Ángel!
    Fenomenal análisis de la realidad y los ejemplos en educación,política,la empresa,la salud y el deporte. Siempre aprendemos contigo!! Gracias.
    Hoy con un poco de lío te mandamos un fortísimo abrazo desde Córdoba, donde celebramos nuestro XVIII Congreso de la Codapa ” Mejorando el bienestar Emocional”
    Mil besos y abrazos

    • Queridos y admirados amigos Gema y Miguel:
      Ya veo que estáis, como dicen de Dios, en todas las partes. En todas las partes donde hay que estar.
      Buen lema para el XVIII Congreso.
      Yo también he tenido tarea: viernes en Valencia (Braining) y sábado en Villanueva de la Serena.
      Deseo éxito para el Congreso y felicidad para vosotros.
      Un abrazo.
      MÁS

  3. Estimado Miguel Ángel:

    Cuanta verdad en tu reflexión, en todo orden de cosas nos encontramos con personas y/o personajes que se alejan de sus responsabilidades, y de quienes sus opiniones se radican en las culpabilidades a los demás, a la sociedad, a la formación anterior a que los estudiantes llegasen a su aula, al gobierno anterior al del turno actual, etc.
    Fijándonos en el tema escolar, debemos como docentes centrarnos en la búsqueda de un diálogo reflexivo en nuestras escuelas para aunar una visión estratégica que represente a todos quienes la componen, dialogo reflexivo que conlleve además a hacernos responsables de lo que hasta aquí ha ocurrido, con la finalidad de generar ese vínculo que permita luego mirar el trasfondo de nuestros problemas escolares, que nos posibilite identificar los factores que subyacen a los quehaceres que impiden la mejora constante y que finalmente nos lleve a construir una teoría de acción que impulse un cambio que quizás lento, pero constante.
    Nada lograremos soluciones si primeramente no buscamos el problema en nuestras propias prácticas y al momento de hacernos parte de un equipo escolar, de un gobierno, de una empresa o de cualquier emprendimiento que involucre mi desempeño como líder, se debe considerar también mi humildad de aprendiz y mi responsabilidad como autor y gestor de la mejora.
    Como profesores no debemos culpar a las generaciones debido a sus resultados, más bien debemos analizar nuestras prácticas y en base a la información recogida de las evaluaciones, toma decisiones para reorientar mi desempeño. Claro está que evaluación y calificación no son lo mismo, lamentablemente la calificación se ha perpetuado en el foco de los sistemas escolares y en la mente de muchos padres y apoderados, quienes lo que más esperan al finalizar el año escolar son los reportes con las cifras o conceptos alcanzados por sus hijos, esto transforma y desvirtúa el proceso de aprendizaje y evaluación como un proceso de crecimiento constante, centrándolo en ciclos de inicios y cierre de unidades que van acompañados de calificaciones y una constante competencia por lograr el mejor concepto o la cifra más alto del salón.
    Necesitamos con urgencia lideres que no se laven las manos a la hora de dirigir, que se responsabilicen como protagonistas de nuestros problemas y cambios requeridos como sociedad y que de manera transversal luchen por visibilizar la mejora constante a través de visiones compartidas y diálogos reflexivos.
    Un gran abrazo, muy buen fin de semana y gracias por tus reflexiones que permiten buscar dentro de nosotros mismos en la tarea por ser mejores personas, líderes y educadores.

    • Estimado Jonathan:
      Muchas gracias por este interesante comentario.
      Tienes razón al plantear la necesidad del diálogo sincero sobre las prácticas educativas.
      También es importante la idea de que es necesario reflexionar sobre nuestras tareas con el fin de mejorarlas.
      Un abrazo.
      MÁS

  4. Querido Maestro:
    Todo en la vida tiene esas dos vertientes, comprobación y atribución.
    En el ámbito personal, salvando lo de sentirse culpable, todo hay que analizarlo.
    Ahora me encuentro más preparada a nivel cognitivo y mental para interpretar las cosas que pasan.
    Busco información que me avale las decisiones posteriores. Voy a fuentes fidedignas que aclaren mis ideas.
    Encuentro ayuda de profesionales.
    Analizo el problema.
    Busco y enumero las posibles soluciones
    Y después de todo eso actuó.
    Por lo menos voy con más tranquilidad y base para actuar con coherencia.
    Me construyo un colchón asistencial que me da claridad en mis actitudes y en mis acciones.
    Serán los años o los daños los que me hacen actuar de esa manera.
    Ya pienso en positivo buscando las cosas buenas de la vida, actuó de una manera más pacifica y coordinada y asumo errores.
    Todo para afrontar con normalidad los días que me quedan y así vivirlos.
    Gracias por hacernos pensar sobre el comportamiento humano.
    Sin más , pidiendo perdón por el retraso de mi comentario, me despido con un gran abrazo para todos.
    Qué tengan una agradable, feliz y leve semana.
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      No tienes que pedir perdón por el retraso. Tu escribe cuando quieras y puedas. Con libertad.
      Siempre es interesante ver cómo llevas la teoría al análisis de tu propia historia.
      Aplicas la reflexión a tu modo de sentir y actuar.
      Y eso es importante por que nos ayuda no es lo que pasa sino CÓMO INTERPRETAMOS LO QUE PASA.
      Muchas gracias.
      Y buena semana también para ti..
      MÁS

  5. Interesante diferencia de esas dos funciones que permite ver por dónde vienen las trampas de la argumentación.
    Ahora parece que las sucesivas subidas de la luz son exclusivamente atribuibles al gobierno de Sánchez. Y no se tiene en cuenta que es un fenómeno que afecta a muchos países.
    Cuando se pretende dañar al adversario en lugar de solucionar los problemas, es fácil entregarse a las trampas de la argumentación.
    Gracias.

    • Querida Raquel:
      Creo que has dado con uno de los ejes de lo que he querido decir en el artículo. Hay que ser rigurosos, hay que buscar la verdad. Cuando lo más importante es dañar con la realidad al prójimo o al adversario es fácil hacer trampas para convertir lo que pasa en un arma.
      Es importante ver cómo se puede tergiversar la realidad separando esas dos dimensiones. Se puede ver cómo se falsifican la comprobación y cómo se manipula la atribución.
      Besos y gracias, querida Raquel.
      MÁS

  6. Lo primero que hay que pedir en el analista es que tenga el propósito de ser honesto, de no hacer trampas.
    Una cosa es la falta de rigor y otra la falta de vergüenza. Si falla esto segundo no hay nada que hacer: se falsean los datos y se sacan las conclusiones que se quieren sacar.
    Pero está muy bien esta distinción entre comprobar la realidad y explicarla para cuando se quiere ser honesto.

    • Estimado Javier:
      Tienes razón.
      El problema básico es la honestidad. Cuando se pretende engañar y sacar partido de lo que pasa, no solo se harán análisis falseados sino que se inventarán fake news-
      Estamos hartos de ver campañas basadas en falsedades. En ese caso no hay que recurrir l rigor, hay que exigir que castigue esa voluntad manifiesta de engañar al prójimo.
      Lo estamos viendo en la invasión que Rusia está haciendo en Ucrania. La campaña de desinformación y de mentiras es insoportable.
      Saludos y gracias.
      MÁS

  7. Me parece que en la dimensión atributiva pueden esconderse muchos intereses. Es fácil culpar a los otros de los fracasos. Pero ese hecho bloquea la posibilidad de mejora de las prácticas.
    Y eso se puede ver en los cinco ejemplos que se presentan en el artículo. Si el profesor concluye que los alumnos no aprenden porque son vagos, está muy claro que él no tiene que hacer nada para mejorar.
    Si el médico atribuye el fracaso del tratamiento a las características del paciente, él no tendrá que revisar el rigor de sus diagnósticos o la bondad de los tratamientos.
    Saludos.

    • Querida Mariana:
      Creo que en la profesión docente es muy f´cil atribuir el propio fracaso a los demás. En mi libro “Evaluar con el corazón” hay un capítulo titulado LA EVALUACIÓN DE LOS ALUMNOS, UN PROCESO DE APRENDIZAJE PARA EL PROFESORADO. Expongo en él una experiencia de observación en una sesión de evaluación. En él se puede comprobar que el 100% de las causas del fracaso en el aprendizaje se atribuyen a los alumnos. De esa forma se hace imposible la mejora.
      Igual sucede cuando las familias atribuyen el fracaso al profesorado.
      Besos y gracias.
      MÁS

  8. En el caso que se plantea del deporte, hay una sustancial diferencia: el resultado es indiscutible.
    Figura en el acta que firma el colegiado. El resultado ha sido de 3-0, 1-3, 0-2, 1-1…
    Pero en la atribución se produce una gran complejidad, porque los factores que han podido influir en el resultado son innumerables.
    Hay entrenadores que tienen a culpar a los jugadores y entrenadores que se atribuyen la responsabilidad. Es decir, que hay actitudes que marcan la tendencia.

    • Querida Mónica:
      Hace algunos años publiqué un artículo comparando el proceso de atribución en la evaluación de los aprendizajes con la atribución de un partido de fútbol. Está en mi libro LA EVALUACIÓN, UN PROCESO DE DIÁLOGO, COMPRENSIÓN Y MEJORA. Y enumeraba muchos factores que podían influir en la derrota: el ánimo de los jugadores, los abucheos del público, el planteamiento del entrenador, el estado del césped, el mal arbitraje, el clima, la hora del partido, la ausencia de un líder…
      El problema es que cuando solo son los demás culpables, nunca se puede mejorar.
      Besos y gracias.
      MÁS

  9. Pertinentes analogías. Pensamos de una forma y actuamos muy diferente, arrastrados por un sistema educativo que no se condice y la buen estigmatiza. Profesor, excelente aportes a nuestra educación Chilena

    • Querida Romina:
      Muchas gracias por la lectura y por tu comentario.
      Y, sobre todo, por valorar positivamente ests reflexiones.
      Ayer impartí una conferencia para varias escuela de la Provincia de Arauco.
      Besos.
      MÁS

  10. Me ha llamado la atención la estupenda ilustración elegida. Nada mejor para explicar lo que dices de la manipulación mediática.
    Efectivamente, la prensa ofrece explicaciones que se basan muchas veces en la manipulación de las dos vertientes: dan datos falsos en la comprobación y explican la realidad de forma tramposa en la atribución.
    Tenemos que abrir bien los ojos y la mente.

    • Estimado Juan:
      Efectivamente, lo que he planteado en el artículo va dirigido a cada uno de los lectores para que sea riguroso y honrado en los análisis y en las atribuciones. Pero también es interesante que sepamos detectar los errores que otros cometen, sobre todo en los medios de comunicación. Tener la capacidad de detectar las manipulaciones es muy importante para no vivir engañados y para exigir el respeto a la verdad.
      Muchas gracias.
      Un abrazo.
      MÁS

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