La guerra no tiene rostro de mujer

5 Mar

El próximo día 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Quería haber dedicado este artículo, como hago cada año, a la celebración de esta fecha esperanzadora. La terrible invasión de Ucrania que estamos viviendo y padeciendo me ha llevado a  unir los dos hechos, uno hermoso y otro terrible.

Estoy seguro de que si hubiera más mujeres presidiendo los gobiernos de los países de la tierra,  no habría guerras como la que estamos sufriendo. Su estilo de gobierno no está basado en la testosterona, en la brutalidad y en la fuerza.

Dice Erich Hartmann, piloto de cazas alemán durante la Segunda Guerra Mundial, que “la guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan”.

Putin es un criminal de guerra, un tirano que no atiende a razones, que se burla de la legalidad internacional, que  desprecia  la negociación y que no tiene piedad de las víctimas. No es imaginable esta configuración psicológica en una mujer. De hecho, no existe en la historia una tirana de esta envergadura. Ni la palabra tirana nos resulta familiar. Hitler, Stalin, Pol Pot, Franco, Musolini, Putin… Tiranos que desprecian la vida de inocentes, que se consideran  dueños  de la suerte de las personas y de los pueblos.

Resulta difícil entender cómo se puede iniciar y mantener esta guerra, ante la condena de la inmensa mayoría de países del mundo, ante el rechazo de la opinión pública mundial, ante le evidencia de que se están quebrantando las leyes, ante el horror que va sembrando. Es difícil explicar cómo este tirano puede contemplar impasible tantas muertes, tanta destrucción, tanto dolor, tanta emigración, tantos desastres… Maneja la lógica de autoservicio y retuerce el lenguaje en su propio provecho. El exhibicionismo de fuerza es obsceno. Putin no habla de invasión ni de guerra, habla de “operación militar especial”. Qué cinismo.

El mundo está en las manos de un loco (El Zar loco, han llamado a Putin en Moscú, el corazón de Rusia). Solo esa frase merece cárcel. No se puede discrepar. No hay libertad para los tiranos, más que la suya ¿Cómo se puede dejar el porvenir de la humanidad al albur de un personaje sin escrúpulos? La guerra nuclear puede estallar con solo apretar un botón. Tenemos a la humanidad en las manos de un loco despiadado.

Las mujeres han  sido víctimas de la guerra. Los conquistadores se han sentido dueños de la vida y de la honra de las mujeres. Las violaciones han sido  casi un derecho que se han concedido los soldados vencedores.                    

José Antonio Marina y María de la Válgoma, queridos amigos, escribieron en el año 2000 un magnífico libro titulado “La lucha por la dignidad”.  Todavía recuerdo las dos historias con las que abren el libro. Cuentan que en Bosnia unos soldados detienen a una mujer. La llevan al centro de un salón y la ordenan que se desnude. La madre pone al niño en el suelo, a su lado. Cuatro chetniks la violan consecutivamente, mientras el niño llora  y ella lo mira desgarrada. Cuando finaliza la violación múltiple,  la madre pregunta si le pueden acercar al niño para amamantarle. Entonces, un chetnik decapita al niño con un cuchillo y le entrega la cabeza a la madre. La mujer grita horrorizada, sale de aquel salón y no se la vuelve a ver. ¿Qué sería de la vida de esta pobre madre después de aquel horror?

Cuentan también otra historia de guerra estremecedora.  En Sierra Leona, los guerrilleros se están dedicando a cortar la mano derecha a los habitantes de una aldea antes de retirarse. Una niña, que está muy contenta porque acaba de aprender a escribir, pide al saldado que le corte la mano izquierda para poder seguir escribiendo. Un guerrillero le corta las dos manos.

Cuesta aceptar que estos hechos estén  protagonizados por seres humanos. Son hechos casi siempre protagonizados por hombres. A lo largo de la historia, las mujeres han proporcionado cuidados en sus hogares y también en los campos de batalla, pero la Primera Guerra Mundial supuso importantes transformaciones: llevó a millones de hombres a combate y, mientras ellos luchaban en el frente, las mujeres peleaban por sacar adelante sus países laboralmente. Se incorporaron a todo tipo de trabajos, desde el sector bancario a la producción de armamento. Antes de la guerra sólo 9500 mujeres trabajaban en el sector bancario y esta cifra llegó a 64000  durante el conflicto. Trabajaron hasta en las fábricas de armamento, aunque asumieron principalmente tareas de cuidados. 

Los cuerpos de ayuda humanitaria integrados por mujeres se estructuraron formalmente en 1854, precediendo a los grupos regulares de enfermeras como el Servicio de Enfermería Militar de la Reina Alexandra de Reino Unido, que pasó de menos de 300 miembros en 1014 a unos 10000 al final de la Gran Guerra. A estas mujeres se les asignó el rango de oficiales para que no fueran menospreciadas por otros mandos, pero igualmente tuvieron que superar obstáculos burocráticos, someterse a incómodos recibimientos y proveer de cuidados en un ambiente de tensión y de temor permanente. Vieron morir a muchos soldados y algunas perdieron su propia vida conduciendo ambulancias o haciendo las primeras curas en el campo de batalla. Sus sacrificios fueron tales que, finalmente, incluso altos oficiales reconocieron su labor y compromiso.

Sin embargo, una vez terminada la Gran Guerra, y del mismo modo que pasaría unos años más tarde tras la Segunda Guerra Mundial,  las mujeres tuvieron que volver a sus casas y continuar con sus vidas como hijas, madres o esposas,  sin recibir el reconocimiento, o no el mismo que sus compañeros varones, de haber sido víctimas de guerra o haber formado parte activa de ella. Años después y a pesar de la evolución de los papeles  de las mujeres, ellas siguen siendo, generalmente, las que se responsabilizan de los cuidados: acostumbran a encargarse  de la educación de sus hijos e hijas y de sacar a su país adelante sosteniendo la economía familiar mientras los hombres combaten. Su pelea es otra: ellas luchan para mantener la seguridad, en todas sus dimensiones, de sus familias y para asegurar la supervivencia de la comunidad durante y después del conflicto. 

Libros como el de  “La guerra no tiene rostro de mujer”  (2015), de la premio Nobel bielorrusa Svetlana Alexiévich, recogen pasajes como el siguiente, que demuestran su presencia, ignorada posteriormente.

“Transcurrieron unos treinta años hasta que empezaron a rendirnos honores… A invitarnos a dar ponencias… Al principio nos escondíamos, ni siquiera enseñábamos nuestras condecoraciones. Los hombres se las ponían, las mujeres no. Los hombres eran los vencedores, los héroes; los novios habían hecho la guerra, pero a nosotras nos miraban con otros ojos. De un modo muy diferente… Nos arrebataron la victoria”.

La identificación de la mujer como cuidadora o víctima en el conflicto es una visión extendida. La guerra y el combate se asocian históricamente a valores masculinizados como la fuerza física, el honor y el coraje. Remontándonos a la antigua Grecia, el entrenamiento militar al que sometía a los más jóvenes era considerado como una etapa necesaria para alcanzar la madurez. Por su lado, las mujeres, lejos de ser vistas como agentes activos en la guerra, han sido consideradas durante mucho tiempo cuidadoras y fuentes de vida, lo que demuestra la diferenciación entre sexos en el ámbito de la seguridad. Está muy extendida la concepción de que los hombres hacen la guerra y las mujeres viven con las consecuencias, pero la realidad está alejada de esta idea.

Ojalá que la mujer tenga un papel más importante en el gobierno de los pueblos. Hemos visto recientemente que los países gobernados por mujeres han hecho una gestión de la pandemia mucho más eficaz y sensible que el de los dirigidos por varones. De los 194 países soberanos que existen en el mundo reconocidos por la ONU con autogobierno y completa independencia, solo diez están gobernados por mujeres. Pues bien, esos países han tenido una gestión de la crisis más efectiva, más rápida, más sensible y más audaz. Del Día de la Mujer deberíamos pasar al Mundo de la Mujer. Nos iría mejor sin tiranos.

30 respuestas a «La guerra no tiene rostro de mujer»

  1. Buenas Miguel Ángel!
    Lo primero es mostrarte mi alegría sincera por el Congreso de la semana pasada, una pasada de congreso!
    Estoy convencido también que necesitamos menos testosterona en el poder,nos iría muchísimo mejor.
    Es duro comprobar que aunque la guerra no tiene rostro de mujer si lo tienen la mayoría de las víctimas inocentes que pasan a ser objetos de uso.
    Me encanta la novedad, no sé si consciente, de poder » pinchar» en los párrafos en verde y te lleva a los artículos de la bbc, muy interesantes. Gracias.
    Celebraremos este martes el merecido y necesario 8M para ir decostruyendo el patriarcado y el machismo.
    Mil abrazos con el deseo de verte pronto.

    • Querido Miguel, querida Gema:
      Pero bueno, estás hasta donde no estás. ¿Cómo te has enterado del Congreso de Valencia? Fue una preciosa experiencia. Tonucci habló desde Italia. Y allí estuvimos José Antonio Bravo, Mar Romera, Heike Freire y yo. Con más de 1500 docentes. Se nota que hemos estado muchos meses sin poder vernos y abrazarnos.
      El equipo de La Pizarra es magnífico.
      Estuve a punto de escribir sobre el Congreso pero la guerra y el día 8 de marzo exigían dedicar la reflexión a esos dos grandes acontecimientos que cobran protagonismo mundial.
      El patriarcado y la guerra. Dos monstruos de mil cabezas.
      Habrá que seguir luchando contra ellos.
      Un gran abrazo, con el corazón encogido por el dolor de tantas víctimas.
      Y gracias por abrir la puerta de los comentarios tan de mañana.
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  2. Hola MÁS.

    Desgraciadamente la guerra tiene rostro de mujer, de hombre y de niño y niña…

    Unos se enfrentan directamente en el combate, mayoritariamente son hombres, aunque en Ucrania también hay mujeres que han cogido el fusil, y otros sufren sus terribles conscuencias: la pérdida de un familiar querido, el sonido de las bombas desde un refugio, el éxodo a otros lugares más seguros con el consiguiente abandono de sus hogares y de sus pertenencias, el acecho de un futuro incierto,… ¡Cuánto horror! ¡Qué terrible ver esas imágenes en televisión de un padre llorando desconsoladamente junto al cadaver de su hijo adolestente, muerto por la explosión de una bomba cuando estaba jugando en la calle… ¡Qué barbarie! ¿Cuántos muertos anónimos habrá? Muchos, de ambos bandos… Porque también los soldados rusos se ven abocados a una guerra que seguramente tampoco quieren…

    Terribles imágenes nos llegan también de la huida de millones de personas a los países vecinos buscando seguridad: niños y niñas que son separados de sus familias, padres y madres que se ven separados de sus hijos e hijas, maridos y esposas separados entre si sin saber si habrá un reencuentro…

    En una guerra no gana nadie, todos pierden, aún el presunto «vencedor»… ¿Cuántas víctimas propias y ajenas será capaz de cambiar Putin por la «victoria»?

    Vivimos tiempos difíciles, salimos de un agujero negro (la pandemia) y nos dirigimos a otro (la guerra). Sólo espero que alguien con sensibilidad y raciocinio pueda parar a este asesino, y no cabe duda que para evitar males mayores, debe ser alguien de su entorno más próximo.

    Feliz día de la mujer!!! En mi casa son cuatro…

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Cuántas cosas importantes has dicho en tu comentario. Cuántos horrores. Está bien que los hagamos visibles. Vi esas conmovedoras imágenes del padre llorando la muerte de su hijo adolescente. ¿Quién le ha dado a Putin el derecho sobre la vida y la muerte de los demás?
      No sé qué primer ministro dijo hace unos días que la única solución al conflicto sería eliminar al tirano. Pero eso solo se podría conseguir con un golpe de estado en Rusia. Y me temo que es allí donde el poder se hace sentir de manera más intensa.
      No es previsible el final de esta invasión porque el afán imperialista de Putin no se sabe hasta dónde querrá llegar.
      No ha sido posible una NEGOCIACIÓN EFICAZ porque una de las partes ha querido imponer la brutalidad de su razón o, mejor dicho, la razón de su brutalidad.
      Abajo la guerra.
      Abajo los tiranos.
      Abajo el patriarcado.
      Felicidades a tus mujeres para el día 8.
      Un abrazo y gracias, querido amigo.
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  3. Querido Maestro:
    Hoy con las dos historias tan horrendas que ha contado me ha dejado sin palabras.
    Hemos pasado por situaciones muy complicadas, el covid, la erosión de volcán y ahora la guerra de Rusia contra Ucrania.
    No dejamos de estar tocados mentalmente por estas situaciones tan atroces.
    La guerra nos hace sentir que ya no vale la palabra para convencernos , que un país no puede estar gobernado por un diablo, que las vidas humanas son tremendamentes importantes y que los niños ni nadie merecen tanta incomprensión, tanto dolor y tanta injusticias.
    Lo siento hoy no tengo fuerzas para sacar más palabras de mi pecho.
    La angustia y el desaliento me provoca ansiedad y desasosiego.
    Es increíble ver una imágenes tan atroces, en estos tiempos.
    Encomiendo mis rezos, mi apoyo moral y mis deseos para que está guerra acabe pronto y la paz se instale en esos pueblos.
    Ya sin más me despido con un gran abrazo para todos, porque hay que seguir viviendo.
    Hasta la próxima semana.
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      Es precisamente en momentos como estos cuando hay que hacer acopio de optimismo porque, como dices, hay que seguir viviendo.
      Cuesta creer lo que vemos. Sobre todo, si pensamos que es producto de la ambición, de la irracionalidad y de la locura de un tirano.
      Todo el mundo está en contra de esta invasión porque aquí no hay una guerra propiamente dicha entre dos contendientes. Hay un invasor y un invadido.
      Un opresor y un oprimido. Un ejército poderoso y un ejército pequeño, que no le puede hacer frente.
      Como dices, ha fracasado las palabra ante la tozudez de un tirano.
      ¿Dónde radica el optimismo?
      En que podemos luchar por la paz y por la igualdad de la mujer.
      Besos. Ánimo y feliz semana, a pesar de esta horrible realidad de la guerra.
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  4. En la víspera del Día Internacional de la Mujer quiero agradecer las reflexiones que se hacen en el artículo.
    Me ha llamado la atención el hecho de que no hay tiranas en la historia. Las guerras las hacen, básicamente, los hombres.
    Sería bueno que las mujeres accediesen al poder porque el mundo sería más habitable.

    • Querida Raquel:
      Completamente de acuerdo. La forma de gobernar de las mujeres no se basa tanto en la fuerza. Se basa más en el diálogo y en la razón.
      Ojalá que el día de la Mujer sirva para dar otro paso hacia el empoderamiento de todas las mujeres.
      La guerra y el patriarcado tienen como víctimas principales a las muejres.
      Felicidades en vuestro día.
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  5. Las dos historias que se cuentan en el artículo son sobrecogedoras. ¿Cómo es posible llegar a ese nivel de barbarie?
    No hay animales con ese grado de ferocidad y de crueldad.
    La guerra siempre produce gravísimos daños físicos (muerte, heridas, mutilaciones…). Y también daños psicológicos. Las personas quedan traumatizadas de por vida.

    • Querida Mariana:
      La guerra solo causa males. Lo estamos viendo: muertes, exilio, mutilaciones, hambre, miseria, hundimiento de la economía, destrucción… Y, como dices, daños psicólogos en los que muchas veces no se piensa.
      La solución a largo plazo es la educación para la paz.
      Y ahora hay que hacer frente al tirano través de sanciones y de apoyo a los invadidos. Porque aquí no hay una guerra entre dos bloques sino la invasión de un ejército poderoso a una nación mucho más débil.
      Besos, gracias y felicitaciones en tu día.
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  6. La guerra sigue.
    No hay modo de parar esta locura.
    Es increíble que un loco pueda producir impunemente tanto dolor.
    La impotencia ante este despropósito es asombrosa. Todo el mundo en contra y no hay manera de parar a este tirano.

    • Estimado Javier:
      Me alegra verte de nuevo por aquí.
      Sí, es desesperante ver cómo la invasión sigue adelante con el asombro y el rechazo de todo el mundo.
      La justicia debería tener unas estructuras mundiales que pudiera evitar este atropello.
      Es horrible: una invasión televisada y mostrada a todo el mundo, que la contempla impsible.
      Y ya veremos lo que viene después.
      Nos encontramos ante un genocidio realizado a plena luz.
      Saludos y gracias por participar.
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  7. Ha empezado el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER. Ya son más de las 12.
    Quiero agradecer este recordatorio y esta posición respecto al papel de la mujer en las guerras:
    – Nunca han decidido ir a ellas.
    – Siempre han sido sus víctimas.
    – Siempre han curado las heridas.
    Feliz día 8 de marzo. Todavía sigue siendo muy necesaria esta clebración

    • Querida Sandra:
      Feliz Día de la Mujer para ti y para todas las mujeres del mundo.
      Tendremos que seguir luchando contra la guerra y contra el patriarcado.
      Aun queda mucho camino por andar.
      Besos. Gracias por tu comentario.
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  8. Quiero, en este día, felicitar a TODAS LAS MUJERES, tanto a las que estén sufriendo los horrores de la guerra como a las que están disfrutando de la paz. Todas, sin excepción, han sido víctimas del patriarcado.
    Ojalá sigamos avanzando hacia la IGUALDAD. Solo así encontraremos paz, justicia y libertad.

  9. GRACIAS POR LA FELICITACIÓN.
    Todos y todas necesitamos luchar contra la guerra y contra el sexismo.
    El feminismo no es solo un causa de las mujeres. Luchar contra el apartheid no era solo una causa de los negros.
    Este es un día teñido de tristeza por todo el dolor que está causando la guerra.
    Saludos al autor, y a quienes comentan y leen el blog.

    • Querida Mónica:
      Yo quiero hacer votos por la conquista de la igualdad de oportunidades y de derechos.
      Creo que queda un largo camino.
      Hoy, en la sexta, estoy viendo un reportaje sobre Nevenka, la concejala de Ponferrada que fue acosada por el alcalde Ismael Alvarez. En aquella ocasión (hace 20 años) escribí un artículo sobre este caso que se titulo Las concejalas de Ponferrada. Me preguntaba en él por la postura de las compañeras de la agredida. ¿Cuál era el problema? Que se situaron, como muchas personas, al lado del opresor.
      Es un homenaje a la mujer en este día.
      Besos y felicidades.
      Gracias por tu colaboración.
      MÁS

  10. Estamos siendo testigos de cómo una guerra golpea a todo el mundo.
    Los daños son irreparables.
    Muertes de civiles y de soldados, dos millones de refugiados ya, destrucción, trastornos psicológicos…
    Mi pregunta es cómo no se puede detener esta barbarie por las buenas o por las malas.
    La sensación de impotencia es tremenda.

    • Estimado Juan:
      La pregunta no puede ser más importante: ¿cómo se para esta guerra?
      La vía de las sanciones no es suficiente y la de la fuerza nos puede meter en un conflicto mundial que cause muchos más muertos y mucha más desgracias.
      Por otra parte, el pueblo de Rusia, que vive bajo una dictadura tiene las manos atadas para derrocar a un tirano.
      La condena mundial tampoco está sirviendo.
      Es para echarse a temblar.
      Gracias. Un abrazo.
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  11. ¿Cómo se educa para la paz en las Escuelas con estos ejemplos tan ostensibles de brutalidad?
    ¿Cómo se les explica a los niños y a las niñas que son la palabra, el diálogo y la negociación los caminos para superar los conflictos?
    ¿Cómo convencerles de que la fuerza no es la mejor manera de conseguir lo que se pretende o desea?
    ¡Qué malos ejemplos están viendo cada día en los medios!

    • Estimado José Luis:
      Le oÍ decir a Humberto Maturana que tenemos que hablar mucho de valores porque no los practicamos. Si lo hiciéramos, los niños y jóvenes los aprenderían por ósmosis.
      Es cierto. En el escaparate del mundo se muestra lo que piensan y hacen quienes mandan. Y lo que hacen es esto: dejar al margen la negociación, la argumentación, el diálogo y la ética para resolver los conflictos a bombazo limpio.
      Así se hace añicos la educación para la paz.
      Un abrazo.
      MÁS

  12. Querido Miguel Ángel:
    Me quedé sin palabras al finalizar la lectura. Enhorabuena, es magnífico. Dices tantas cosas en él y tan bien, que es difícil añadir algo tanto por el contenido como por la forma tan rotunda, contundente pero delicada al mismo tiempo de expresar tanto dolor.
    Y enseguida pensé que este artículo tuyo habría de ser la herramienta que utilizaría esta semana en mis clases para trabajar sobre la mujer.
    Han sido dos sesiones de clase con personas mayores (la más joven tiene los taitantos que decía Lina Morgan) y que asisten a un centro de adultos para aprender a utilizar el ordenador (dentro del Plan educativo de Tecnologías de la Información y la Comunicación) y luchar contra la brecha digital.
    Nuestro trabajo ha consistido en entrar al blog, buscar el artículo concreto, leerlo en voz alta en clase y debatir sobre él. Finalizado ésto, el alumnado debía elaborar en un documento de word (aplicando todo lo que hemos aprendido hasta la fecha en cuanto a tipo de fuente, color de fuente, bordes, número de página, descargar fotos, guardar como pdf y enviarlo por correo electrónico al resto de compañeros y compañeras).
    Hubieses disfrutado al apreciar la emoción que han sentido al finalizar la lectura del artículo, un alumnado, femenino en su mayoría, que presentaba esa mirada de agradecimiento de quien se siente reconocido.
    Como siempre, muchas gracias por tu trabajo semanal, y especialmente por tu sensibilidad hacia cualquier tema que tenga que ver con la vida de las personas.
    Un abrazo
    Mª Ángeles Peláez

    • Querida María Ángeles:
      Cómo no sentirme agradecido.
      No solamente has leído el artículo y los valorado sino que lo has convertido en una fuente de reflexión para tu grupo de alumnas.
      Claro que hubiese disfrutado. No lo dudes. Y me hubiese emocionado con sus aportaciones y con las tuyas. Estoy más que seguro.
      Gracias, puyes, querida amiga.
      Y muchos besos.
      MÁS

  13. Querido Miguel Ángel:
    Sí hay un primero también eso exige un último. He leído el artículo, todas las intervenciones y todas tus amables respuestas. Qué puedo decir yo después de todo lo dicho?
    Es terrible caer bajo la bota de un tirano que se siente seguro con su arsenal atómico. Las guerras ahora y ya desde la segunda mundial se hacen arrasando ciudades. Qué horror!
    Estoy leyendo un libro titulado » La bíblia contada para escépticos» de Juan Eslava Galán. Libro de todos lo horrores bíblicos y bien documentado. La Biblia es, como dice el autor, simplemente, una recopilación de historias de una sociedad primitiva en un entorno brutal.
    Digo esto porque parece que no tenemos remedio. Antes y ahora y siempre aparecen tiranos que parece que sólo mueren después de ejecutar su maldad.
    Yo, la solución que veo a esta locura está en que se revelen los rusos, pero… misión imposible. Pararlo por la violencia de la OTAN es el fin de todo.
    Sí, la mujer es más sensible que los hombres, que tenemos más que demostrado, que nos sobra agresividad.
    Gracias, como siempre, por tus reflexiones, siempre llenas de humanidad. Un abrazo y saludos a todos.

    • Querido amigo:
      Te echaba de menos esta semana.Y, al fin, aquí estás de nuevo aportando interesantes reflexiones.
      ¿Cómo no aprendemos después de una historia tan larga llena de guerras y conflictos.
      Además de crueldad, creo que la guerra tiene un componente muy grande irracionalidad.
      Es que no aprendemos de forma eficaz a pensar y a convivir.
      Lo que está pasando con Putin creo que no podría pasar en una democracia.
      Al tirano solo se puede derrocar por la fuerza, lo que pasa es que él tiene toda la fuerza.
      Tiene que formarse a la gente para tener sociedades democráticas.
      Y tiene que formarse a las personas en la igualdad para que hayas más mujeres en los gobiernos.
      Un abrazo. Y gracias por tu aportación.
      MÁs

  14. ¡Cuanta verdad en tus palabras!
    Soy activista y pacifista. Estoy estudiando la manera de parar esta barbarie.Es dificil pero no imposible. Queria añadir que se la razon por la que Putin no sigue la ley. Quisiera dar mas datos pero he de seguir estudiando. UN MUNDO MEJOR ESTA EN NUESTRAS MANOS SIEMPRE CON VALORES DE RESPETO, LIBERTAD Y CARIÑO.saludos y gracias por tus escritos.Me dan mucha luz a mi pensamiento y alimentan mi estudio constante

    • Querida Noelia:
      Hay que detener esta barbarie, ya que no hemos podido evitar que se desencadene.
      Es una vergüenza que esté ocurriendo este desastre a los ojos de todo el mundo.
      El pueblo ruso tendría que ponerse en pie para derrocar al tirano.
      Y el mundo tiene que poner en marcha sanciones eficaces para detener la invasión, rompiendo todas las leyes en beneficio de un genocida.
      Creo que tenemos que seguir educando para la paz.
      Besos y gracias.
      MÁS

  15. Qué razón tienes acerca de las mujeres…Te copio y pego un mini relato muy esclarecedor:
    Siete hombres y una mujer frente a una puerta que se abre a la Felicidad. Sólo uno o una de ellos/as puede entrar. Después se cerrará para siempre. Los siete hombres se precipitan bruscamente hacia la puerta. Se chocan, dan golpes, se empujan. Todos quieren entrar para ser felices. Mientras, la única mujer, aburrida de ver este espectáculo, decide coger un tren y viajar, ver mundo, conocer culturas, gastronomías, lenguas. Escribe un libro sobre sus experiencias, publica su autobiografía, expone fotografías en una galería de arte, da clases en la universidad y vuelve allá donde estaba la puerta. De los siete hombres que luchaban por atravesar la puerta sólo quedan dos. Uno de ellos cae rendido, magullado y desesperado. El único que queda mira a la mujer con recelo y dispuesto a luchar para defender su derecho a entrar.
    La mujer le sonríe, se despide y coge un vuelo hacia la otra Felicidad, la suya.

    Un abrazo!! Los cuentos hablan…

    • Estimado Paco:
      Es interesante este tipo de microrelatos. Con. pocas palabras dicen muchas cosas.
      No sé si escribes tu nombre con minúscula por algún propósito. Lo hace siempre (ella lo hace con nombre y apellido) una importante feminista negra llamada be hooks.
      Hace poco ha publicado en castellano un precioso libro titulado Enseñar a transgredir.
      Un abrazo.
      MÁS

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