Los abrazos perdidos

26 Dic

Casi toda la información sobre la pandemia que aparece en los medios de comunicación se centra en hechos cuantificables: número de fallecidos, número de contagiados, número de hospitalizados, número de  ingresados en la UCI, número de curados… En lo referente a la economía: cantidad de pérdidas, cantidad de parados, cantidad de ERTES, cantidad de despidos, cantidad de cierres, cantidad de ayudas… En lo relacionado con las medidas: número de  comensales en las cenas de Nochebuena y Nochevieja, número de asistentes  a congresos y eventos, porcentaje de ocupación de terrazas, metros de distancia, precio de las mascarillas…

Lo que no es cuantificable no tiene presencia. Por eso se habla poco de sentimientos y emociones. Lo que no  puede traducirse a números parece que no puede ser noticia de interés. Por otra parte, los sentimientos  nada tienen que ver con el dinero, no se pueden comprar ni vender. Ni con el poder, ni con la fama, que son valores al alza.

Sin embargo, nuestra vida es desdichada o feliz por la esfera de los sentimientos. Nadie es feliz, per se,  por la cantidad de dinero que posee, por el poder que ostenta o por la fama que ha conseguido.

En la pandemia nuestro mundo emocional se ha visto exacerbado, acrisolado, agitado por sentimientos diversos. Pero se habla poco de ello. La pandemia ha generado sentimientos de miedo. Miedo al contagio (tanto a contagiar como a ser contagiado), miedo a la enfermedad  y a sus secuelas, miedo a la muerte. Miedo al desempleo,  miedo a la ruina, miedo a la pobreza. ¿Cómo afrontar este sentimiento que se alimenta con las noticias, con la persistencia del problema, con la  incertidumbre ante el futuro,  con los bulos, con la falta de claridad respecto al final?

El miedo es un sentimiento necesario. Si no lo tuviéramos acabaríamos todos contagiados, nos meteríamos en la boca del lobo,  viviríamos riesgos insuperables. Pero si no se controla puede atenazarnos, angustiarnos y destruirnos. Los miedos incontrolados se convierten en fobias que no nos dejan vivir. De hecho, por lo que he leído, oído  y sabido, están proliferando la habefobia, que es el miedo patológico a tocar o a ser tocado, la claustrofobia que nos inocula un temor enfermizo a permanecer en lugares cerrados, la agorafobia, que convierte en terror los lugares abiertos…

José Antonio Marina y Marisa López Penas dicen en su “Diccionario de los sentimientos”: “El miedo es una perturbación del ánimo por un mal que realmente amenaza o que se finge en la imaginación”.

¿Cómo estarán viviendo esta crisis los hipocondríacos, esas personas que padecen un miedo  patológico a las enfermedades? He pensado muchas veces en ellos. He imaginado su angustia ante la más leve tos, el mínimo dolor de cabeza o una mínima sensación de cansancio…

La pandemia nos ha aislado, nos ha hecho mantener la distancia de seguridad cuando, en realidad, es la cercanía emocional la que nos brinda tranquilidad y fuerza. Hemos perdido muchos abrazos. Pensemos en los abrazos que se han perdido durante la pandemia.  Abuelos que no pueden abrazar a sus nietos, padres que no pueden abrazar  a sus hijos, amigos que no pueden abrazarse… Las personas que viven solas sin haber elegido estarlo, habrán sentido el temor a no poder sr atendidos en casos de necesidad o de apremio. Y se han visto privadas del calor y la ternura  de un abrazo

¿Qué decir del dolor y la tristeza que han asaltado a los enfermos y a los familiares de los enfermos? Porque el virus ha invadido el cuerpo de algunos pacientes con tal crueldad que los ha llevado al borde la muerte y les ha dejado secuelas de imprevisible gravedad y duración.

Cuando ha llegado la muerte, muchas personas no han podido despedirse de sus seres queridos, no han tenido una mano a la que agarrarse en el trance supremo de abandonar el mundo. Han muerto solos. Y los familiares no han podido elaborar un duelo como les exigía la ley del corazón. 

También quiero mencionar otros sentimientos que, sin duda, han estado presentes para ayudarnos a sobrevivir emocionalmente. Sin esperanza, no hubiéramos podido atravesar este largo túnel. El optimismo resulta indispensable siempre, pero lo es más en las situaciones adversas de la vida, como está resultando ser esta terrible e interminable pandemia. La fuerza del optimismo nos hace seguir avanzando. El amor ha sido un gran apoyo para mantener el paso y alimentar la ilusión por sobrevivir. Hay que saber solicitar, recibir y dar amor. Hay que cultivarlo a través de formas nuevas. Hay reinventarlo sin cesar.

No hemos tenido educación emocional. Se nos ha enseñado a conocer y a trabajar, se nos ha dicho cómo tenemos que pensar y qué tenemos que hacer. Pero no se nos ha dicho ni media palabra sobre cómo tenemos que afrontar, expresar y compartir nuestros sentimientos. Y a los hombres, se nos ha castigado por intentar hacerlo. 

Cuando  alguien es muy inteligente, reconocemos,  admiramos y  ensalzamos su capacidad pero, cuando alguien es muy sensible, decimos de él, con cierto desdén y evidente descalificación,  que es muy sensiblero.

Aprovecho la ocasión, al hablar sobre estas cuestiones para agradecer el premio que me ha concedido la Fundación Liderazgo Chile, en plena pandemia. Un premio que lleva esta denominación: “Personas que dejan huella. Por su contribución al bienestar emocional de América Latina”.  Lo compartí con dos amigos, la psicóloga chilena Pilar Sordo  (ver su libro Educar para sentir, sentir para educar) y el catedrático español Rafael Bisquerra (Psicopedagogía de las emociones, entre muchos otros), con el cantante colombiano Juanes y con el actor y cantante argentino Diego Torres. La ceremonia de entrega tuvo lugar en la tarde/noche (tarde en Santiago de Chile, noche en España)  del pasado día 22 de diciembre. Es la primera vez en mi vida que veo un premio referido al ámbito del bienestar emocional. Todos los que conozco se relacionan con la ciencia, el arte, la medicina, el cine, la literatura, el emprendimiento, el teatro, el heroísmo, el deporte, la milicia.…  

Esta Fundación ha impulsado en Chile la promulgación de una Ley sobre la Educación Emocional. Y pretende extender la idea a todos los países de América Latina., Investiga, publica y forma a las personas en  el ámbito emocional…

Estoy seguro de que América Latina me ha dado mucho más de lo que yo he entregado. Me alegra, sin embargo el premio porque me permite subrayar al recibirlo la importancia que tiene para cada individuo y para la sociedad que las personas trabajen en su desarrollo emocional y que las instituciones de formación tengan muy presente esta exigencia que, sin duda, nos hará más felices y mejores personas.

Aprovecho también la ocasión para agradecer a mi mujer, Lourdes, y a mi hija Carla (presentes por sorpresa para mí en la entrega), las muchas horas de ausencia que este premio les ha costado. En buena medida, es suyo. Recuerdo que cuando Carla tenía 7 años y le dije que me iba ocho días para trabajar en Chile, me apostilló  con seriedad no afectada:

– Papá, tus viajes me van a arruinar la vida.

Una profesora, a quien conté la anécdota, le escribió una hermosa carta a Carla, que ella contestó diciendo que había visto que su padre era muy importante para los profesores de Chile, pero que era más importante para su hija, y que por eso, decía textualmente, “la próxima vez irá dos días, pero no ocho”.

Con estas líneas quiero invitar a mantener cuidado el corazón en estos tiempos de pandemia y a recuperar los abrazos perdidos  cuando le digamos adiós definitivamente.

25 respuestas a «Los abrazos perdidos»

  1. Buenos días a todo el mundo.

    Ya le dije algo sobre su premio la semana pasada, Sr. Guerra. Sin duda, merecido. Sirva lo dicho allí para no ser pesado. Interesante artículo. Me interesa particularmente. Las emociones están por encima del lenguaje verbal. Las emociones se pueden entrenar, pero en mi opinión su mayor peso es natural de la persona, no cognitivo. Algo le pasa, decimos, en el discurso de Navidad todo lo que dice es alegre, pero tiene un “fondillo” triste que le delata, algo le pasa. Qué falso es ese político, decimos cuando su mensaje verbal no coincide con su mensaje corporal. Las emociones lo son todo. Cuando emitimos un mensaje, si el mensaje emitido va acorde a nuestra emoción, será verosímil; si no, será poco creíble. Te pueden regañar y te lo tomas a chufla; o te pueden alabar y te lo tomas a enfado; todo depende de la emoción de quien te dice. Todos tenemos un sexto sentido que nos hace captar las emociones del otro. Posiblemente las personas autistas o con síndrome de asperger no lo tengan. Hasta los animales tienen este sentido. El perro Atila de mi familiar Ana es un labrador de dos años. Inocente y bueno como el que más. Es muy travieso. Aún no le he visto enfadado. El perro de mi familiar Ana y yo nos llevamos muy bien, nos entendemos. Le quiero más que a muchas personas, perdón. Atila, tiene la costumbre de que cuando lo suelto se pasa por algún aguacate y coge uno para comerlo. Pero regáñale al perro, me dicen. Le regaño, y me hace caso en negativo, o sea, que se pone hasta más contento. Pero cómo te va a hacer caso si le regañas hasta con cariño, me dicen.

    Bueno, va por hoy, me interesa el artículo, hablaré más en otro momento.

    Que tengan un buen día.

    • Estimado Don Quintiliano:
      Qué madrugador. A las 8.45 ya estaba leído el artículo y escrito el comentario. Es la primera vez que abres la puerta a los comentaristas. Y no sabes cuánto me legro me alegro porque, de esta manera, más personas leerán tu comentario, que es emotivo por inteligente e inteligente por emotivo.
      Mi amiga Lola Alcántara (hija del inolvidable y querido Manuel Alcántara) y mi hija Carla tambo´ven dicen que quieren más a sus perros que a algunas personas. A mí me rechina la idea pero tengo que admitir que sus razones tendrán.
      Muchas gracias por valorar el artículo.
      Y muchas gracias por la felicitación por este premio al que he dado un especial valor por ser el primero que me han dado (y que conozco) relacionado con el mundo de los afectos.
      Interesantes tus reflexiones sobre el lenguaje verbal y las emociones. Y sobre ese detector que nos hace decir «algo le pasa».
      A disfrutar del solecito. Y que llueva. Desde que te conozco, cuando llueve, pienso en Don Quintiliano que se ahorrará algún riego.
      FELICES FIESTAS, DE CORAZÓN.
      MÁS

    • QUERIDO MIGUEL/QUERIDA GEMA:
      Había leído a Pilar Sordo antes de conocerla. («Educar para sentir, sentir para educar», entre otros). Asistí a una conferencia suya en Pucón (Chile), en un Congreso al que habíamos sido invitados los dos. Bueno, y Lourdes también. Es una persona excepcional. Tiene una gran presencia en Chile y en otros países de América Latina, Hace poco me hizo una entrevista en un programa que tiene llamado LA ENTREVISTA DE PILAR SORDO.
      A Rafael le conozco desde hace muchos años. Tenemos una gran amistad y colaboramos en algunos proyectos.
      Fue muy emotivo para mí que en eLA ceremonia hablasen Lourdes y Carla. PARA SORPRESA MÍA. ME EMOCIONARON.NO TENÍA NI IDEA DE QUE IBAN A HABLAR.
      Imagino que no viste la ceremonia. Dijeron que la iban a colgar n You tube. Por si tienes un ratito de aburrimiento (que lo dudo, porque estoy seguro de eres de los que nunca se aburren).
      Muchas gracias por tus palabras, que siempre son emocionantes para mí.
      Un gran abrazo para ti y para tu hermosa familia.
      MÁS

  2. Buenos días Doctor del Bienestar!
    Dejar huella en nuestro universo emocional tiene un mérito especial que nos alegra como bien sabes. El reconocimiento es extensible a Europa pero no le vamos a poner «peros»a los chilenos, que han tenido la inteligencia emocional de concederlo.
    Recibirlo con Rafael también es un regalo….como dice mi Madre…vaya dos patas pa un banco que os han juntado..o vaya par de dos. (A Pilar no tengo el gusto de conocerla)
    Reconociendo que cada uno «tenemos una pedrá» es clave la formación en educación emocional durante los años de escolarización.
    Aprender a Ser, pensar bien y sentir aunque no se pueda evaluar cuantitativamente es necesario si queremos sociedades inteligentes del bienestar.
    Jeje, Doctores tiene la Santa Madre Pedagogía y ahora un patrón del bienestar. En la liturgia del universo emocional ya tenemos una fecha para celebrar..el 22 de diciembre!
    Espero en el 2021 que lo celebremos en vivo, incluso con Miluca y los búhos, con abrazos reales recuperarando los pedidos de este año, (que le sobra ya la n al vente vente)
    Gracias emocionales también para Lourdes y Carla y un abrazote grande para ti de Gema y mío.

  3. Buenos días. Feliz Navidad. Merecido reconocimiento Doctor Miguel Santos Guerra. Gracias por elevar siempre mi pasión por la Educación. Es verdad todo lo dicho en el artículo, resulta que una vez en una sala de preescolar de la escuela de Paraguay , la profe pidió a los niños que dibujen lo que sueñan ser en el futuro ; así que una niña dibujo a su familia y escribió como epígrafe. » Quiero ser Doctora en persona» frase que resulta desafiante para todo docente que tambien tiene el sueño de hacer que los niñis crezcan en amor , antes que sea bombardeado por contenidos. Definitivamente la escuela debe hacer ese giro de ser contenidista a experiencia memorable de aprendizaje.

    • Querida María:
      FELIZ NAVIDAD PARA TI Y PARA TU FAMILIA.
      Qué hermosa expresión la de niña de preescolar paraguaya: ¡¡¡DOCTORA EN PERSONAS!!!
      A eso tendríamos que aspirar todos y todas.
      Ojalá que la escuela haga realidad aquel título ya lejano (1978) de un libro de Alexander Neill: CORAZONES, NO SOLO CABEZAS EN LA ESCUELA.
      Como digo en mi libro ARQUEOLOGÍA DE LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA (2006. Editorial Bonum) la escuela ha sido siempre el reino de lo cognitivo y debería ser el reino de lo afectivo. No solo para alcanzar el desarrollo integral de las personas sino en bien del propio aprendizaje. Porque para aprender hace falta una disposición emocional.
      Besos y gracias.
      MÁS

  4. Buen día Senor que deja huellas… Aquí andamos tratando de pisar alguna de ellas…

    Hoy vuelves a remotar el tema de los sentimientos, de la educación emocional. Esa gran desconocida… Y por desconocida poco cultivada en nuestros centros educativos (ya sé que hay docentes que la trabajan de forma intencional y sistemática, pero me temo que esa no es la generalidad sino la excepción).

    Es curioso que cuando hablamos de los ámbitos del desarrollo hagamos referencia al cognitivo, al afectivo, al social, al motriz,… Recuerdo cuando establecíamos secuenciaciones de contenidos por conceptos, procedimientos y actitudes, o ahora, cuando se dice que para ser competente hay que saber hacer, saber aprender, saber ser,.. Se habla de que cada competencia tiene tres dimensiones: dimensión cognitiva (conocimientos), dimensión instrumental (destrezas) y dimensión actitudinal (actitudes y valores). Pero establecer diferencias entres estos contenidos o dimensiones a modo de compartimentos estanco limita y se aparta de la relidad de la persona porque todos ellos forman un todo en el que se interrelacionan unos en otros. Por eso se dice que el desarrollo de la persona debe ser integral. Quizás sea esa la cuentión por la que al establecer estos compartimentos separados se han ido centrando el los conceptos, en los conocimientos, como si eso sólo fuese exclusivo de lo cognitivo… ¿En dónde habita lo emocional? ¿En qué parte del ser humano se ubican los sentimientos? ¿Acaso las emociones no forman parte de lo cognitivo? ¿Lo emotivo no condiciona lo motriz? ¿Lo sentimientos no afectan a nuestras relaciones sociales?… En ese caso habrá que acordar que lo emocional es realmente importante en nuestra vidas. Si es así, habrá que enseñarlo en las escuelas. Y si se desconoce cómo hacerlo pues habrá que formar al profesorado.

    En alguna ocasión he dicho en este mismo medio que los docentes cultivamos el campo de los sentimientos, afectos y emociones ¡Cómo no lo vamos a trabajar si entra dentro de nuestra naturaleza y diarimante tratamos que personas que sienten y padecen de manera distinta! ¡Claro que las atendemos…! Pero no se programa, no se enseña de forma sistemática sino de forma transversal e incidental. Muchos de estos aprendizajes emocionales, que los hay, entran dentro de lo que denominamos currículo oculto. Y oculto significa que no lo controlamos, que no se enseña y se aprende de forma adecuada.

    Existen asignaturas, como es el caso de la Educación física, que se presentan como un magnifico escenario para poner en práctica las emociones y los sentimientos. Existen múltiples situaciones que las ponen en juego, siempre que se den esas situaciones y sean variadas y distintas… Hya que plantearlas de forma intencional y se han de programar y evaluar…

    Porque lo afectivo no se aprenden en libros, no se memorizan en lecciones, no se examina por escrito,… sino que se practica. Y cuando se pone en práctica de forma rutinaria se convierte en un hábito. Pero seguro que en el resto de las materias del currículo existen otros escenarios donde experimentar los aspectos afectivos. Rafael Bizquerra va dejando, como tú, huellas que nos dirigen hacia esa meta. Ya va siendo hora que esas huellas se reunan, se sistematicen y se enseñen en los centros formativos del profesorado, tanto en la formación inicial como en la continua.

    Que no se pierda mi abrazo virtual semanal.

    • Querido Juan Carlos:
      Feliz día de Navidad, que ya declina, para ti y para familia. También para toda la comunidad educativa en la que trabajas.
      Siempre se nota en tus comentarios la voz de la experiencia. Hablas de la teoría, pero ves también las implicaciones en la práctica. Hablamos de educar el corazón en la escuelas, pero hace falta saber cómo hacerlo.
      Para hacerlo bien hace falta formación del profesorado.
      Estoy contigo: ahora se hacen cosas, pero de forma voluntarista, aislada y ocasional.
      Todavía queda mucho camino por recorrer. En mi libro EDUCAR EL CORAZÓN hago algunas propuestas.
      Ya iremos recuperando los abrazos cuando lleguen las vacunas.
      Un abrazo.
      Y gracias por tu colaboración, siempre enriquecedora.
      MÁS

  5. Estimado Maestro:
    Primero quiero felicitarle por el justo premio que ha recibido de parte de esta fundación chilena. Soy uno de los maestros de latinoamérica que me he beneficiado de sus enseñanzas, pues desde que leí su libro titulado «Pasión por la escuela» mi forma de ver y entender la educación ha cambiado mucho. Me alegro también que se haya otorgado este merecimiento al Dctor Bisquerra, quien fue mi profesor en una maestría que la Universidad de Barcelona desarrolló con algunos docentes de Ecuador.. Lamentablemente esta valiosa capacitación no continuó durante el actual Gobierno de Lenín Moreno.y solo nos beneficiamos de esta beca pocos profesores..
    Por otro lado como Usted lo señala, es muy importante educar y orientar a los alumnos en el área de las emociones y estoy de acuerdo cuando Usted resalta la importancia de tener esperanza y actuar con optimismo en medio de esta crisis, más aun cuando a diario nuestros medios de comunicacion y las redes sociales nos bombardean con malas noticias. En mis clases on line con mis alumnos de septimo recalcó a mis estudiantes, niños de 11 años, que ya vendrán tiempos mejores y que tendremod navidades en que nuevamente podremos compartir juntos con nuestros amigos y familiares. Creo que una de nuestras funciones como docentes debe ser motivar a los alumnos para seguir adelante aprendiendo desde casa y transmitirles nuestro optimismo y esperanza sabiendo que, como alguna vez usted escribio al inicio de la pandemia, aun hay tiempo para la esperanza. Gracias maestro .

    • Querido Eduardo:
      Estuve invitado varias veces por la Universidad de Educación que se pretendía crear en Ecuador con el anterior gobierno.
      Muchas gracias por la felicitación, que agradezco sinceramente.
      Es una suerte que hayas sido alumno del profesor Bisquerra. Es un sabio y una excelente persona.
      Tambien es una suerte para tus alumnos de 11 años tenerte a ti como profesor, en una etapa tan decisiva. Veo que te ocupas de su bienestar emocional.
      Un fuerte abrazo y feliz 2021.
      Graciaa por tu hermoso comentario.
      MÁS

  6. ¡Querido Maestro!
    Hoy solo tengos palabras de elogios y felicitaciones por el premio recibido y sin duda merecido.
    Creo que es solo un eslabón en la cadena de favores que haces y que el Karma devuelve.
    La vida me ha enseñado que hay ángeles en la tierra, que tienen el corazón tan grande que reparten un poquito de su tictac a las personas que se les acercan.
    Soy persona altamente sensible y me llenan el espíritu, los abrazos y los besos.
    ¿Hay algo más bonito que eso?
    Me ha fascinado su artículo y me ha hecho pensar que el mundo estaría vacío si no existieran los encuentros.
    Le conocí hace tantísimo tiempo que solo recuerdo el momento y el impacto que produjo en mis adentros.
    Me tendió una mano amiga con la que sentirme fuerte para seguir y conseguir mis sueños.
    Si estuviera en mi mano votaría porque le siguieran cayendo premios.
    A la honestidad, a la entrega, a la dignidad, a los deseos, al apego a la vida a la profesionalidad, a llenar con su vibrante manera de ver la vida a los que nos acercamos a ella de una u otra manera.
    Es verdad que esta pandemia nos impide acercarnos y que nos tenemos que conformar con una dulce mirada de unos ojos que nos expresen ganas de vivir la vida.
    Y eso es lo que quiero que trasmitan los míos a quien se me acerca.
    Bonita la vida y bonitas las miradas comprensivas y amables que garantizan una espera donde podamos darnos los más tiernos abrazos.
    Siga siempre dando los mejores afectos y llenando así el alma de las personas.
    Sin más deseando que pase un feliz fin de año, me despido con un cordial saludo para todos.
    ¡Qué la semana os sea leve!

    • Querida Loly:
      La suerte mía fue encontrarte a ti, una persona con el corazón tan grande que no le cabe en el cuerpo.
      Estoy seguro de que
      muchas personas mereceŕían ese premio más que yo.
      He tenido la suerte de que la Fundación Liderazgo Chile se haya fijado en mí.
      Me alegra saber que te ha gustado mi artículo.
      Tú eres una perso que vive por y parael corazón.
      El mundo sería más hermosa y habitable si hubiese muchas personas como tú.
      Besos y gracias.
      MÁS

  7. Buenos días Miguel Ángel:
    La época navideña, aunque bien se podía titular época de comilonas, es ante todo época de sentimientos. Como bien dices, creo que la felicidad no está en las cosas sino en los sentimientos, y la infelicidad también. No desprecio lo otro que también afecta y mucho a los sentimientos.
    Qué premio más hermoso te han dado: HOMBRE QUE DEJA HUELLA. Ciertamente tu huella en América viene del tiempo que te relacionas con ella, pero yo, que te conozco de mucho antes, puedo afirmar que siempre donde estabas dejabas una buena huella: siempre optimista, siempre dispuesto a ayudar, siempre amigo de la broma sin ofender y que hacía reír, alegre, amable, en fin, así te conocí y así te he vuelto a reconocer.
    Tus reflexiones semanales también nos dejan huella, poco a poco van modulando nuestros sentimientos. Yo las agradezco.
    Bueno, un abrazo en la distancia física a los tres y saludos a todos con el deseo de que el nuevo año borre la huella del presente.

    • Querido Joaquín:
      La historia de nuestra amistad es tan hermosa como potente. Después de unas intensas vivencias infantiles y juveniles se produjo una larga ausencia. Una ausencia que no borró la intensidad de aquellos afectos sinceros. Luego se ha reanudado en la distancia y se fortalece cada día. Aunque los encuentros sean escasos,son siempre auténticos.
      Este vínculo semanal también alimenta la amistad, más por tu parte que por la mía. Porque ponerse a leer cada sábado lo que otro ha escrito, aunque amigo, requiere paciencia, fidelidad y generosidad. Porque no siempre está uno para leer sobre un tema que otro ha elegido.
      Y escribir cada semana al hilo del tema del artículo también supone un esfuerzo que agradezco.Porque acaso te gustaría escribir sobre otra cosa o sobre nada en particular.
      Muchas gracias por la felicitación. La verdad es que es un premio original que viene a reconocer los cientos de vuelos, los miles de conferencias, las docenas de libros… Pero yo no olvido que los docentes y las docentes de América Latina me han dado mucho más que yo a ellos.
      Ojalá que estas fechas nos ayuden a cuidar de los otros protegiéndonos y protegiéndolos del contagio.
      Y que 20201 sea mejor que el año que estamos dejando atrás.
      Un gran abrazo navideño para ti, para Ana María y para los tuyos (hijos, nueras y nietos).
      MÁS

  8. Estimado Miguel Ángel.
    Feliz Navidad y felicidades por tu premio concedido por la Fundación Chilena. Llevo años leyendo tus artículos, libros y apariciones en conferencias, congresos… (aunque no tuve la suerte de ser tu alumno en la Universidad) y puedo decir que, al menos para mí, eres una persona que “deja mucha huella”. Comparto muchas de tus ideas y estoy convencido como tú que las emociones son esenciales en nuestra vida y en nuestra formación como personas. Como señalaba R.W. Connell en su libro Escuelas y justicia social… “la educación supone emociones en la misma medida que razonamiento puro”. Lo aprendí bien en mis años de carrera y trato de llevar las emociones a diario a mis aulas en Primaria. Cuando pasan los años y me reencuentro con algún antiguo alumno siempre me cuentan lo mucho que recuerdan aquellas sesiones de inglés llenas de emoción e ilusión… Me encanta que me lo digan.

    De eso, de emociones precisamente, me gustaría centrar mi comentario. Durante la pandemia hemos sentido miedo, soledad al no poder estar con amigos y familiares, tristeza por conocer a diario los desoladores datos de muertos y enfermos contagiados… desconcierto e incredulidad que hasta teníamos la sensación cuando empezó todo que esto no podía estar pasando, como si estuviésemos viviendo una película de ciencia ficción o de terror… Y por desgracia todo era tristemente real.

    También hemos querido ser optimistas y tener la ilusión de que pronto fuese remitiendo la pandemia, aunque no remitía. Deseábamos que llegara la vacuna (por fin hoy ya se ha iniciado en España…) Hemos sentido desesperación al conocer la nueva cepa del virus iniciada en Reino Unido, esperanza de que no fuese tan letal.

    Por último has hablado de amor… tan necesario los momentos difíciles de confinamiento que ha sido uno de los motores que más nos ha ayudado sentirnos bien. Y pienso que hemos trabajado más este sentimiento, a veces oculto por vergüenza o dejadez y que la pandemia nos ha ayudado a mejorar en cuanto a comunicación de sentimientos y emociones. Opino que hemos mejorado las comunicaciones entre amigos/as y familiares… Espero que cuando todo esto pase sigamos compartiendo emociones positivas, seamos más empáticos/as y mejores personas en general.

    Hasta aquí mi breve comentario. Un saludo afectuoso desde Ronda. Y gracias por escribir cada semana que hacen que este impaciente porque llegue el Domingo para leer tus artículos que me hacen crecer como persona y mejorar como Docente.

    Un abrazo. (con emoción).
    Fdo. Juan Francisco.

    • Querido Juan Francisco:
      De Ronda tengo recuerdos emocionantes.
      Tuve una alumna, apellidada Aguayo Carnerero) con la que mantengo una hermosa amistad. En una conferencia que impartí en Ronda un alumno de Bachillerato (José Luis del Río) encontró el camino de la docencia, le dirigí la tesis, fue profesor en mi Departamento de la UMA y ahora es profesor universitario en Ecuador.
      He viajado muchas veces a esa hermosa ciudad y ahora tengo un lector y comentarista tan valioso como tú. Entrañable Ronda.
      Tú hablas del artículo pero, sobre todo, de la riqueza de tu práctica, vivida con tanta pasión.
      Muchas gracias, de corazón y felices fiestas para ti y para tu familia.
      MÁS

  9. Estimado Maestro: le Escribo para Felicitarlo no sólo por el Premio Muy Merecido, sino también cómo Trabaja el Tópico de las Emociones!!! Sabe Usted, que mi Directora del Instituto en el cual me desempeño como Docente de Historia y Arte, dice: …» las Emociones nos definen hasta que Cerramos los Ojos «…
    Cuánta Razón Posee Usted, cuando dice que no nos Preparan para Trabajar las Emociones en las Aulas…
    Durante este Año que culmina he perdido a Mi Hermana Mayor Rosa Noemí, a un Amigo de la Infancia y a un Compañero de Italiano, pero no de Covid 19.
    Creo que el Mundo se halla de Duelo, no le Parece?

    Un Gran Saludo a la Distancia y a mi Querida España.
    Atte. Luis Daniel.

    San Fernando, Pcia. de Buenos Aires. Argentina.

    • Querido Luis Daniel:
      No sé desde qué país me escribes pero, estés donde estés, es cierto que se cierra un año que ha metido al mundo en un espacio de duelo permanente. Un duelo singular, ya que el virus nos ha mantenido alejados de los que se han ido. Ellos no han podido tender la mano a familiares y amigos, y nosotros no hemos podido despedirlos con un abrazo.
      Veo que para ti ha sido un año de pérdidas importantes. Perder en en un año a una hermana, a un amigo de la infancia y a un compañero de trabajo es un cúmulo de infortunio. Te acompaño en el sentimiento y te deseo una recuperación pronta y sosegada.
      Muy sabias las palabras de tu Directora.
      Trabajemos juntos para que la escuela sea sensible a la necesidad de atender y orientar el desarrollo emocional de los miembros de la comunidad educativa.
      Nos va en ello la felicidad.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por la lectura y la escritura.
      MÁS

  10. Hermoso título.
    Él solo vale por un artículo.
    Hemos perdido muchos abrazos durante la crisis. Y tenemos que recuperarlos. Ojalá que podamos pronto volver a estar cerca unos de otros.Y abrazarnos de nuevo,
    Enhorabuena por el premio. Yo no conocía otro relacionado con elbienestavr emocional.
    No sé dónde se puede ver la ceremonia de entrega del premio.
    Saludos cordiales.

    • Querida Susana:
      Gracias por valorar el título y el artículo.
      Sí, tendremos que recuperar todo el tiempo perdido. Y desaprender comportamientos que hemos aprendido en la pandemia:
      – es necesario mantener distancia
      – escalo abrazarse
      – es peligroso besarse
      – no es bueno estar en grupos
      – viajar es peligroso
      – es arriesgado hacerse regalos
      Etc,etc, etc.
      Ojalá que la vacuna nos lleve a una nueva situación, en la que recuperemos costumbres que hemos perdido.
      Muchos besos.
      MÁS

  11. Aprovecho este espacio para desear a todos y a todasana feliz Nochevieja. Y qu8e 2021 sea un año normalice: con sus fiestas, cafés con losamos,viajes libres, abrazos sin límites, asistencia a cines, teatros y conciertos… Todo con mucha felicidad.
    Que la dureza del 2020 nos haga mejores y más fuertes.
    Un gran abrazo (todavía virtual)
    MÁS

  12. Querido maestro, antes que nada felicitarle por su gran merecido premio.
    Me ha encantado su artículo, cuanta verdad….. los sentimientos, qué poco se habla de ellos, pero que importantes son en nuestra vida.
    Ya les comenté mi experiencia en su artículo «Morir en soledad» muy relacionado con éste que habla de los sentimientos.
    Qué bien lo describes todo en el párrafo donde hablas de la muerte de un ser querido y de los familiares al no poder elaborar un duelo en condiciones. Esos sentimientos que están ahí y que no podemos o no sabemos manejar, algunos hemos necesitado ayuda profesional para poder entenderlos, para poder seguir con nuestro día a día, para poder asimilar la pérdida de un ser querido en éstos tiempos, que ya de paso quiero agradecer la labor de ésos profesionales de la psicología que conocen la mente y nos ayudan con nuestros sentimientos.
    El miedo, como bien has dicho, es algo que ha crecido mucho……..,ése sentimiento que se puede aprender a vivir con él , que podemos utilizar como una defensa, pero que no nos puede superar.
    Este ultimo año nos ha enseñado muchas cosas, buenas y menos buenas, pero sobre todo nos ha enseñado a valorar más los besos, los abrazos, el cariño, a las personas, nos ha enseñado quienes verdaderamente están contigo en los malos momentos, a quienes les importas de verdad, quienes son tus verdaderos amigos………, qué afortunados somos de tener una familia, que aunque distantes, hemos estado más unidos que nunca. Hemos descubierto sentimientos que no sabíamos siquiera que formaban parte de nosotros, hemos sabido cuánto fuerte somos, qué capacidad de adaptación a las circunstancias tenemos, sobre todo los niños…… cuánto nos han enseñado los niños en éste último año, ellos y sus sentimientos, increíble lo que me han enseñado mis hijos, qué grandes son , mis pequeños grandes héroes.
    Un saludo.
    Rocío Casto Bartomeu.

    • Querida Rocío:
      Te contesto en este primer día del esperanzador Año Nuevo.
      Acabo de escuchar el Concierto que cada año se celebra en Viena. Qué triste ver todos los asientos vacíos y que hermosas las palabras de Ricardo Muti cuando ha dicho que los músicos están rodeados de flores y no de armas de matar.
      Me acuerdo de tu comentario en aquel artículo.
      Y cómo comparto tu gratitud a los profesionales de la salud mental. Nos preocupa mucho la salud del cuerpo y hay mucha razón en ello. Pero la salud de la menteno es menos importante.
      Los sentimientos son la base de nuestra felicidad o nuestra desgracia.
      Qué error es no tenerlos en cuenta en la vida, en la sociedad y en la EDUCACIÓN.
      Qué importante y necesario es EDUCAR EL CORAZÓN, como digo en el título del último libro que he publicado.
      Te deseo para este Nuevo Año la mayor felicidad. Y que el doloroso recuerdo de quienes se nos han ido reciba el bálsamo cotidiano del amor de quienes seguimos aquí.
      Muchos besos.
      Muchas gracias por compartir con los lectores y lectoras de este humilde blog tus sentimientos.
      MÁS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.