Fuego cruzado es el que se lanza contra un mismo blanco desde varios lados, generalmente opuestos. Y eso es lo que creo que se está produciendo respecto a la escuela: recibe un fuego de exigencias procedentes de la sociedad y un fuego de prescripciones múltiples que provienen de la administración educativa. Es difícil sobrevivir cuando se produce un fuego cruzado tan intenso como persistente.
Cada día que pasa existe más presión sobre la escuela con la exigencia de tareas que ha de asumir. No hay programa de televisión o de radio en el que, cuando se trata de algún problema social, no se interpele a los profesores y a las profesoras sobre los cometidos a los que han de hacer frente.
– La solución a este problema, se dice, está en la educación. Es decir, en la escuela.
– Esto hay que trabajarlo en la infancia, cuando los niños y las niñas pueden aprender.
– Si eso no se trabaja desde pequeños, en la escuela y en la familia, no hay nada que hacer.
– No hay mejor remedio para este problema que la educación de los ciudadanos y las ciudadanas desde la infancia.
A bote pronto voy a dejar constancia de algunas exigencias que se le planten a la institución escolar. Todo, claro está, sin que se haga la más mínima referencia a la preparación que habrían de tener los profesionales, a las metodologías que es preciso emplear y a las condiciones necesarias para llevarlas a cabo.
Y todo ese nuevo caudal de exigencias tiene que asumirlo la escuela sin abandonar ninguno de los cometidos tradicionales: enseñar matemáticas, geografía, historia, lengua, filosofía, química, física, arte, inglés, francés, educación física, educación musical… La relación de las nuevas encomiendas se hace tediosa, pero es necesaria para percatarse de lo que estoy diciendo. Son veintidós, si no he contado mal.
Educación para el medio ambiente, Educación para las nuevas tecnologías, Educación para la paz, Educación contra la violencia de género, Educación vial, Educación para la imagen, Educación de los sentimientos, Educación de la sexualidad, Educación cívica, Educación artística, Educación para la salud, Educación para la convivencia, Educación para la muerte, Educación contra las drogas, Educación contra el alcohol, Educación ética, Educación para la solidaridad, Educación para la lectura, Educación para la escritura, Educación para el ocio, Educación para el empleo, Educación para el consumo…
Y ahora viene Vox y nos dice que en las escuelas debe introducirse la formación cinegética. Qué barbaridad. No porque se trate de una demanda más sino porque ésta es inapropiada y deseducativa. Y vienen los obispos, ahora y siempre, y nos dicen que tiene que haber en las escuelas, públicas y privadas, educación religiosa… ¿Hay quien da más?
Digamos que esta presión proviene de los medios de comunicación, de las familias, de los teóricos de la escuela, de las religiones, de la sociedad en general… No se transforma siempre en prescripciones legales, pero supone una presión psicológica innegable.
Si se le encomiendan todos estos deberes a la escuela, cuando la ciudadanía falle y demuestre carencias en estos ámbitos del desarrollo, se entenderá que la culpa reside en aquella institución que debía perseguir estos objetivos y no logró alcanzarlos.
Y, por supuesto, nadie dice cómo se hace todo eso en los mismos tiempos, con los mismos medios, con la misma formación y por el mismo sueldo. No me refiero a que sea mucho sino a que es difícil intervenir en campos tan complejos de la personalidad, teniendo en cuenta, además, la diversidad infinita de los aprendices.
Además de ese fuego granado, que tiene un sentido horizontal, existe otro de carácter jerárquico. Las prescripciones caen sobre la escuela de forma contundente y continua, a veces desconcertante. No hay otra institución con más prescripciones en el país que la escuela. De forma constante llegan a ella leyes, normas, indicaciones que dicen lo que hay que hacer…
Creo que ese hecho obedece a dos motivos igualmente inquietantes: Como no saben hacerlo, expliquémoselo en una ley. Como no quieren hacerlo, mandémoselo hacer por imperativo legal. Hace años estaba legislada hasta la proporción de colores en los que habían de estar impresos los boletines de evaluación que se enviaban a las familias. Son prácticas desprofesionalizadoras porque dan por supuesto que el profesor o no sabe o no quiere.
Circula por la red un mensaje que hace referencia a este fenómeno. Me viene como anillo al dedo para explicar lo que estoy tratando de decir. Este es, sustancialmente, el mensaje que algunos lectores y lectoras conocerán:
– Papá, mamá, ¿me podéis ayudar a solucionar un problema de matemáticas?
– Claro, hijo, pero primero tenemos que saber lo siguiente:
Con qué criterios va a evaluarte el profesor.
Cuántas competencias asociadas al criterio desarrollará dicha tarea.
Si es una tarea inicial, de ampliación, de refuerzo o final.
Cuántos estándares asignados a los criterios va a tener en cuenta el profesor.
Si habéis trabajado por ABP (Aprendizaje Basado en Problemas), de forma colaborativa, en grupos heterogéneos, de forma individual o en gran grupo.
Si habéis desarrollado estrategias de gamificación.
En qué contexto de evaluación se engloba la tarea.
Si os ha entregado el profesor una rúbrica de evaluación.
Cuánto peso tiene la tarea en los criterios de calificación.
Si no la superas, si tendrás un plan personalizado para recuperarla.
Si han tenido en cuenta que si tienes dudas quizás necesites una ACNS (Adaptación Curricular No Significativa).
El niño, asombrado y casi aturdido ante tantas observaciones, le dice al padre:
– No, papá, si el problema que tengo es que me han suspendido porque no quiero hacer nada.
– Tranquilo, hijo, dice el padre, que como todo eso no lo tenga recogido el profesor en la programación… apruebas.
¿A qué viene este artículo? En primer lugar, a pedir a quienes disparan, que reflexionen y que respeten a los profesionales de la enseñanza. En segundo lugar, a demandar a la comunidad educativa una postura crítica y responsable ante las dos formas de presión que recibe de forma tan persistente. Y a solicitar a todos y a todas que se genere una plataforma de debate para analizar con rigor el papel de la institución educativa. Y el compromiso necesario de cada persona para que sea posible desempeñarlo dignamente. Hay que ofrecer a la escuela desde arriba y desde los costados, comprensión, aplauso y ayuda. Y no disparar sobre ella con fuego cruzado de presiones desmedidas y prescripciones irracionales.
¡Querido Maestro !
Hoy entra en analizar un tema bastante complejo, los entresijos de la comunidad educativa.
En estos momentos es bastante difícil mantener la cordura de alumnos y padres ante tanta variedad educativa.
Yo creo que educación y familia deben tirar de un mismo fin y mantener grandes lazos de unión.
Echar un peso en una o en otra disvirtuaria el sistema en contra del educando.
Cada cual debe actuar en consecuencia y con un fin en común, salir airoso en el buen desarrollo del alumnado.
Por lo que nos cuenta en el articulo se le pidenk escuela.
Lo mismo se le tenía que pedir al entorno familiar y a la sociedad.
Todos nos necesitamos y colaboramos en que todo salga bien.
A ver si este año se nos encienden las mentes y las luces y entre todos logramos una buena educación.
¡Que los reyes magos sean generosos con vosotros!
Sin más me despido con un abrazo afectuoso para todos, mi mejor regalo.
Querida Loly:
Otra vez pionera de los comentarios de la semana. Gracias.
1. Hay que tener aguante para responder a tantas presiones y a tantas prescripciones.
2. La comunidad educativa (escuela-familia) debe trabajar de forma colegiada.
3. Aunque no soy monárquico deseo que los Reyes nos traigan la suficiente lucidez y la necesaria ilusión para,mejorar la tarea educativa.
4. Gracias por tu regalo de Reyes. No hay nada más valioso.
Besos.
MÁS
Hola Miguel Ángel.
En primer lugar quiero desearte, a ti y a tu familia, un buen año 2020. Este deseo se hace extensible a todos los lectores y comentaristas de este blog….
Efectivamente, los docentes nos vemos en el centro de una diana hacia la que se lanzan dardos desde distintos frentes (este símil también podría haber valido para titular el comentario de esta semana)… Dardos envenenados o fuegos cruzados, la finalidad es la misma, centrar la atención sobre un único objetivo….
Como bien indicas los medios de comunicación y la propia sociedad se acuerda de la escuela cuando sucede algo y se busca una solución rápida… Tú has narrado algunas situaciones.
También es frecuente observar, para magnificar un hecho, como los medios indican que no ha habido o habrá clases por que ha nevado de forma extrema, ha llovido abundantemente y se han producido inundaciones, se prevé un viento huracanado,… Con ello se trataría de proteger a los niños y niñas, pero en realidad lo que se hace es una comparación de «¡cómo será para tener que parar las clases…!». Es decir: «Sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena».
Ni que decir cómo el foco de la atención mediática se centra en la escuela cuando pasa algo, un accidente de un niño, un docente que abusa de un menor, un familiar que agrede a un docente», «un acto que organiza el colegio y que es censurado por alguien»… Es decir, cuando la escuela se utiliza para hacer sensacionalismo.
Y desde el punto de vista político qué vamos a decir… Los fuegos son cruzados y de mortero….
¿Por qué no nos acordarnos del colegio todos los días con el fin de atender sus necesidades rutinarias? ¿Por qué no proteger la escuela, a los alumnos, a los docentes, a todos los que formamos parte de las comunidades educativas? En vez de situarnos en el centro de la diana para lanzarnos dardos o en medio del fuego cruzado ¿por qué nos nos protegen como el bien más preciado? Si tan importante es nuestra labor… ¿por qué no miman la escuela?
En cuanto a la anécdota viral, no por exagerada deja de reflejar de una forma más o menos ajustada la realidad… Tanta objetividad, tanto control, tanta burocracia está centrando la atención en el punto oscuro del folio en vez de toda la superficie blanca del mismo (invirtiendo el símil que sueles utilizar tú con frecuencia también se le puede sacar partido para ilustrar un comentario).
Un abrazo.
Querido Juan Carlos:
Cuando viajo a países de Hispanoamérica.me suelen hacer entrevistas para televisiones, radios y periódicos. Siempre les doy las gracias a los periodistas y les digo que no SOLO TIENEN QU HABLAR DE LA ESCUELA CUANDO HAY ESCÁNDALOS, CONFLICTOS, PROBLEMAS…Les digo que me parece bien que me pregunten sobre el valor de la educación, las necesidades de la escuela, el papel de los profesores y las profesoras…
Tienes razón: en lugar de lanzar dardos a la escuela, podríamos pensar en cómo ayudar, cómo valorar, cómo colaborar con la tarea de los profesionales de la educación.
Te deseo una feliz noche de Reyes para tus hijos y para vosotros. Aunque no soy monárquico creo que esta es una noche mágica y hermosa para losniños y las niñas.
Gracias por leer, escribir y por felicitarme en estos días.
Un gran abrazo.
MÁS
Magnífica reflexión. Soy docente y siento esos disparos en mi práctica cotidiana.
Todo hay que hacerlo en la escuela. Todo hay que hacerlo bien en la escuela. Pero después, otros, se hartan de dar malos ejemplos. Nosotros tenemos que enseñar a respetar la intervención del que habla pero los niños ven luego en el Congreso cómo se insultan los padres de la patria…
Qué decir de las prescripciones. A mí me vuelven loco con tantas competencias, estándares y criterios… Como si tono supiera nada de lo que tengo que hacer.
Muchas gracias por esta mirada crítica.
Un cordial saludo.
Querida Marta:
Cuánta razón tienes. Le oí al representante de Compromís reconocer el mal ejemplo que había dado. Dijo lo siguiente:
la sesión se podría proyectar en las escuelas para que los alumnos vieran lo que el MAL EJEMPLO.
Se tiene que hablar de los valores porque no se viven en la sociedad. Porque si se viviesen se aprenderían por ósmosis.
No tienes que agradecerme nada. He dicho algo que pasa y que pasa una y otra vez sin que haya reflexión y deseo de enmienda sobre lo que pasa.
También la comunidad educativa podría plantarse ante alguna de estas situaciones. ¡Basta ya!
Besos y gracias en este día tan especial de Reyes Magos (aunque no soy monárquico).
MÁS
Querido Miguel Ángel:
Estamos acabando el día de Reyes y las fiestas, y doy gracias a Dios por ello.
El día de hoy tiene un despertar especial, bonito y alegre. Todo transcurrió como casi todos los años, rompiendo papel de regalo y guardando los calcetines en el cajón.
Pero ya a media mañana, a mis dos vástagos les pareció un buen momento para tener un rifirrafe un poquito más fuerte de lo que me tenían acostumbrado (terrorismo de baja intensidad). Cosas que solo pueden ocurrir cuando se convive. Nada serio, pero que me chocó porque venían de estar riéndose y pasándoselo bien.
Para mí, nunca el conflicto es bienvenido (ya lo sé, para muchos sí), pero hay días o momentos en los que fastidia más su aparición. Comento esto porque me ha llevado a pensar que si dos personas que viven bajo el mismo techo y comen en la misma mesa, que tienen unos lazos afectivos fuertes, que comparten gustos y orígenes, si esas dos personas pueden llegar a la pelea dialéctica de palabras y expresiones poco bonitas para el otro, cómo extrañarse de que ocurra lo que ocurre entre nuestros diputados, con la de intereses que hay en juego, con el aparente odio que se tienen.
“Y a solicitar a todos y a todas que se genere una plataforma de debate para analizar con rigor el papel de la institución educativa.” (MÁS).
“Hay que ofrecer a la escuela desde arriba y desde los costados, comprensión, aplauso y ayuda. Y no disparar sobre ella con fuego cruzado de presiones desmedidas y prescripciones irracionales.” (MÁS).
Visto lo visto (en casa y en la sociedad en general), yo envío a mis hijos a la escuela a aprender. (Lo voy a dejar así, en seco, sin más estirar el concepto). El problema surge cuando respondemos a la pregunta de aprender qué .(Puf, ¡y todo lo que viene después!).
Y a la escuela (como a las personas y otras instituciones importantes), comprensión, aplauso y ayuda. Sí, pero también exigencia. No presiones desmedidas e irracionales, pero sí exigencia junto a la ayuda.
Bueno, maestro, no te aburro más. Tengo que hacer unas llamaditas a algunos diputados del PP para ver si consigo que reflexionen y entran en razón y en vergüenza, que realmente demuestren su moderación, centrismo y patriotismo y votan a favor de España. Las matemáticas son exactas, pero alguien puede cambiar de signo dentro de la rosa, pues el bolsillo no tiene fondo (somos humanos), y entonces, entonces ya sí que sí seríamos el hazmerreír de medio mundo.
Un fuerte abrazo.
Querido José Antonio:
En ningún sitio hay más paz que en un cementerio. Nadie molesta a nadie, nadie insulta a nadie, nadie le pega a nadie… Pero no queremos estar allí.
Donde hay vida hay conflicto. Ya sé que conflictos de muy diversa naturaleza.
Entre hermanos existen, a veces, conflictos. Qué te voy a decir. Alguna vez conté que a un niño le preguntaron qué mandamiento regulaba las relaciones entre hermanos. Y contestó:
– No matarás.
Lo de los políticos es otra cosa. Vi las sesiones parlamentarias de estos días pasados. Las sigo siempre que puedo. La derecha no asimila la derrota y patalea hasta extremos casi irrisorios. Creen que la patria es suya. como tienen más tierras y más bienes es más fácil pensarlo. Ahora pidiendo que haya solo un valiente del PSOE. Como si todos los demás fuesen cobardes… Qué tremendo.
Y qué triste y vergonzosa la retahíla de insultos. Nosotros, en la escuela, diciendo que hay que respetar las intervenciones y los padres de la patria dando este espectáculo. Habría que proyectar el vídeo de las sesiones para que comprobaran lo que es un mal ejemplo.
Pero, tranquilidad, mañana tendremos un gobierno de izquierdas. Por fin.
Un abrazo y gracias.
Otro para tus chavales.
MÁS
La continua apelación a las tareas que debe realizar un docente resulta, efectivamente, agobiante. Tiene que saber de todo y tiene que enseñarlo todo. Como si eso fuera fácil.
La educación sentimental, por ejemplo, no es sencilla. Pero, además, ¿quién nos ha enseñado a nosotros?
Todo tenemos que aprenderlo por ciencia infusa y todo lo tenemos que enseñar de forma mágica.
¿Y si los alumnos no lo quieren aprender?
Esto es muy-muy complicado.
Querida Begoña:
Sé lo complicado que es detenerse a leer, por la falta de tiempo y por la falta de interés. Por eso tengo que agradecerte que te hayas detenido a leer el artículo. Y, además a escribir un comentario.
Desde dentro se ve mucho mejor el problema. Creo que hay demasiadas presiones, de un tipo y de otro.
Unas desde arriba y otras desde los lados.
Creo que la comunidad educativa debería estar más vigilante y más activa para rechazar esas actuaciones que son tan nocivas.
Por ejemplo, ante la creciente imposición de tareas burocráticas, habría que decir basta.
Besos.
MÁS
Estimado Miguel Ángel:
Escribo desde la Argentina y veo que los problemas que aquejan a nuestra querida escuela son los mismos en todo el mundo.
Es mi deseo que el nuevo año nos refuerce la vocación a maestras y maestros, que sigamos poniendo (como dice un cantor de mi tierra) alma corazón y vida en nuestra labor.
Saludos !!!
Candela
Querida Candela:
Sí, hay problemas comunes en muchos países. Conozco bien Argentina y sé que estos males también están enraizados en la dinámica escolar e tu país.
Me llama la atención la pasividad con la que la comunidad educativa soporta (aquí y allí) todas esas miserias, unas procedentes de la torpeza de los políticos y otras de la sociedad que debiera ayudar a que la institución disfrutase de un respaldo pleno.
Gracias, Candela.
Muchos besos.
MÁS
¿Desde qué ciudad me escribes?
Gracias por tomarse el tiempo de leerme y responderme ! Le escribo desde Santa Fe
Querida Candela:
No sé si sabes que estás varias veces en tu hermosa ciudad.
La última vez, elConsejo Deliberante de la ciudad me entregó la distinción de VISITANTE DISTINGUIDO, que agradecí de corazón.
EN MAYO ESTARÉ EN ALGUNAS CIUDADES DE ARGENTINA, entre ellas Rosario. No sé si en Santa Fe.
Besos.
MÁS
Importante artículo que denuncia dos fuentes de distorsión del profesional de la enseñanza en las aulas.
¿Por qué no se le considera suficientemente preparado para realizar su tarea y se le llena de prescripciones externas constantes y, a veces poco razonables?
¿Por qué se le tiene que llenar de exigencias que no puede atender?
Me ha parecido muy sensato y muy justo el planteamiento.
GRACIAS EN NOMBRE MÍO Y DE MIS COLEGAS.
Querida Paula:
Gracias por leer y escribir.
¿Por qué?
Pues porque no se respeta suficientemente al profesional de la enseñanza.
Y porque no se está en disposición de ayudarle.
Falta sensibilidad sobre la importancia que tienen los profesores en una sociedad democrática.
Tanto por parte de algunos políticos como de muchos ciudadanos.
Besos.
MÁS
Tantas demandas sobre la escuela hacen que no sea realista la tarea del docente.
¿cómo van a poder realizar todas esas tareas en el mismo tiempo que antes desarrollaban el curriculum?
Por otra parte, ¿quién les ha formado a los profesores para hacer todas esas tareas?
¿O lo aprenden por ciencia infusa, como algún comentarista ha dicho? ¿O no hace falta saber nada para enseñarlo?
Estupendo artículo. Para pensar.
Querida Carlota:
Muchas preguntas que necesitan largas y complicadas respuestas.
Es un problema importante el de la formación de los docentes. Nadie da lo que no tiene. Para que puedan enseñar educación emocional tienen que estar bien preparados al respecto. Pero, de momento, poquito se hace en las Facultades donde se forman los maestros y nada en la formación de los profesores de Secundaria y Universidad.
¿Quién forma a los formadores?
Gracias.
Saludos cordiales.
MÁS
Me ha gustado mucho. Sencillamente.
Se nota que es un artículo escrito desde dentro.
Un cordial saludo.
Estimado Mauricio:
Cuando se hace este tipo de valoración siempre me gusta preguntar: ¿POR QUÉ?
Si te ha gustado sería estupendo conocer los motivos. Porque puedes referirte a algunas razones que coincidan con las de otro al que no le ha gustado.
LO que es verdad es lo que dices respecto a mi posición sobre el tema.Siempre que escribo sobre educación lo hago como persona que está vinculada profesional y personalmente al tema.
Un abrazo.
Y gracias.
MÁS
Actualmente, la escuela se ha convertido en una educación por competencias; personales, sociales, éticas, existenciales y creativas de los alumnos. Es aquí cuando descubrimos que los padres deben desempeñar un papel educativo más trascendental incluso que el profesor.
Considero que, debido a los cambios que se han producido en la escuela actualmente, es imprescindible que los padres y madres reciban un entrenamiento en habilidades sociales básicas, ya que muchos carecen de herramientas para educar a sus hijos y para afrontar los conflictos cotidianos que surgen en la familia. Han asumido la responsabilidad de educar a sus hijos pero no han recibido la formación en las habilidades necesarias para ello: habilidades de comunicación, técnicas de asertividad, resolución de conflictos, expresividad, empatía, etcétera. La formación social de sus hijos depende de cómo se afronten en la familia los conflictos a la hora de hacer los deberes, los acuerdos sobre el tiempo de ocio, los viajes, la hora de acostarse, los conflictos entre hermanos, los amigos, los tiempos para hablar y tomar decisiones, las discusiones, etc.