El efecto Flynn

17 Nov

No soy un fanático de los tests. Tengo ante ellos una postura escéptica o, más bien, crítica. Menos fanático me siento de los tests que miden el Cociente de Inteligencia (en adelante CI). Y menos aún del uso que se ha hecho de ellos en la escuela. Muchas veces se han utilizado para etiquetar a las personas y para atarlas a un resultado más que cuestionable. Ha encasillado a las personas en parámetros arbitrarios y deterministas.

Hay, a mi juicio, tres graves problemas en la concepción, elaboración y utilización de estas pruebas. El primero es saber qué es lo que se pretende medir con ellas. Porque hay muchos tipos de inteligencia y muchas formas de entenderla. Cuando se le preguntó a Alfred Binet, autor de un famoso test sobre CI, qué era la inteligencia, contestó con una ingeniosa tautología:

– Inteligencia es lo que mide mi test.

El segundo problema se refiere al rigor de la medición. No es posible meter en casilleros tan simples fenómenos tan complejos como los que se pretende evaluar. ¿Se puede separar tajantemente inteligencia, emoción y personalidad? El tercero es el uso que se le da a esas mediciones. Tanto cuando se realizan sobre individuos concretos como cuando se aplican a grupos y sociedades.

La investigación ha descubierto sobre este asunto un fenómeno interesante. El promedio de las puntuaciones del CI de todo el mundo ha aumentado con el tiempo: las generaciones más jóvenes obtienen mejores resultados que las generaciones anteriores… Es decir, que se produce un aumento en la puntuación del CI.

Se llama “efecto Flyn” a la subida constante, año tras año, de las puntuaciones del CI en todo el mundo, aunque con unas tasas de aumento que varían de unos lugares a otros y de un tipo de inteligencia a otro.

Se denomina así este fenómeno en referencia al investigador neozelandés James Robert Flynn (nacido en 1934) que dedicó el mayor interés al mismo y lo documentó para todas las culturas. Descubrió también, como decía, que no aumenta igual todo tipo de inteligencia. En concreto, de los tres puntos de aumento del CI dos y medio se deben al Gf (inteligencia fluida) y solamente medio punto se debe al Gc (inteligencia cristalizada).

La inteligencia fluida hace referencia a la capacidad de la persona para adaptarse y enfrentar situaciones nuevas de forma ágil, sin que el aprendizaje previo, la experiencia o el conocimiento adquirido supongan una ayuda determinante para su manifestación. La inteligencia fluida está muy vinculada a las variables neurofisiológicas (por ejemplo, con el desarrollo de conexiones neuronales), y su influencia es más acusada puesto que su desarrollo depende en gran parte de la base genética.
La inteligencia cristalizada es el conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos que constituyen el grado de desarrollo cognitivo logrado mediante la historia de aprendizaje de una persona. La inteligencia cristalizada depende en alto grado del aprendizaje obtenido de la experiencia de la persona en el contexto cultural en que vive y se relaciona. El desarrollo de la inteligencia cristalizada de cada persona depende en buena medida de que haga una buena inversión de su inteligencia fluida histórica en hábitos que le permitan aprender cosas nuevas. Dicho con otras palabras, el potencial de desarrollo intelectual con el que nacemos (también llamada inteligencia fluida histórica) logrará un mayor o menor nivel dependiendo de las experiencias educativas que se produzcan durante la vida.

El término “efecto Flynn” fue acuñado por Richard Hernstein y Charles Murray en el libro The Bell Curve (1994). Entre las explicaciones que se dan a este fenómeno podemos encontrar una mejor nutrición, una mejora en las condiciones de vida, una mayor y más temprana escolarización, mayor movilidad social, menor tamaño de las familias…

Ahora bien, el problema es al servicio de qué personas y de qué valores ponemos ese mayor desarrollo de la inteligencia ¿Para qué lo empelamos? ¿Para mejorar nuestras relaciones y construir una sociedad más justa y solidaria? ¿O ponemos esa inteligencia al servicio de la opresión, de la dominación, del enriquecimiento y de la maldad? No hay conocimiento y desarrollo útil si no nos hace mejores personas.

Sé que hay estudios que ponen en entredicho el efecto Flynn. Por ejemplo el de Bernt Bratsberg y Ole Rogeberg, del Ragnar Frisch Center for Economic Research. Sé también que no basta que mejore nuestro nivel de inteligencia para que seamos más justos y más felices.

José Antonio Marina y Javier Rimbaud acaban de publicar (Editorial Ariel) un interesante libro titulado “Biografía de la humanidad”. En los últimos capítulos hablan los autores del nuevo optimismo y de la felicidad objetiva en aumento. Dicen en las últimas páginas: “Los seres humanos, a lo largo de un proceso lento, con avances y retrocesos, hemos alcanzado cierto consenso sobre la necesidad de afirmarnos como animales muy especiales, dotados de una propiedad trascendental, casi mágica por los efectos que esperamos que produzca: la hemos llamado dignidad”.

Años ha, José Antonio Marina y María de la Válgoma, queridos amigos, escribieron “La lucha por la dignidad” (Editorial Anagrama). En las primeras páginas pareciera que pertenecemos a una especie irredenta. De hecho, describen una situación horrible, entre otras, que se repite en el nuevo libro, antes citado. En Sierra Leona, los guerrilleros están dedicándose a cortar la mano derecha a las personas. Una niña le pide a un soldado que, por favor, le corte la mano izquierda porque acaba de aprender a escribir. La respuesta del soldado ante la petición de la niña es cortarle ambas manos. Sin embargo la lectura del libro nos sitúa ante una tesis optimista. El ser humano está, avanzando hacia cotas más altas de dignidad: superó la esclavitud, acabó con el apartheid, consiguió importantes logros en la liberación de la mujer, alcanzó mejores cotas de esperanza de vida, erradicó muchas enfermedades…

Yo soy optimista. Creo que estamos avanzando en la buena dirección, aunque con altibajos, aunque en zig-zag. Pero en la buena dirección. Cada persona ha de sentirse interpelada para que su vida y su trabajo empujen a la humanidad por el camino de la mejora.

26 respuestas a «El efecto Flynn»

    • Estimado Jesús Marcial:
      Ha sido un despiste mío. Envío el artículo al periódico el viernes por la mañana. Y suelo colgar en el blog el artículo a continuación. En ese momento dejo indicado el momento que el que puede leerse en el blog. Suelo dar luz verde para que se lea a los 2 de la mañana. Resulta que mandé el artículo al periódico, lo colgué en el blog y no tuve la presencia de ánimo de programarlo para las dos de la mañana.
      Me di cuenta pronto y, cuando fui a cambiarlo, ya estaba tu comentario publicado.
      Ahí queda la explicación de la inusitada anticipación del texto.
      Gracias por estar ahí.
      MAS

      • Te pillé. Yo también en mis blogs programo para su publicación con fechas de antelación. Ya me imaginaba que iba a ser algo así, a no ser que prefirieras publicar los viernes de ahora en adelante por alguna razón.
        No es importante, un despiste lo tiene cualquiera. A mi me reconforta que haya gente tan despistada como yo. 😉

        • Estimado Jesús Marcial:
          Hombre, Jesús, ha sido una vez en casi quince años… Pero, para tu consuelo, te diré que también soy un poco despistado: ¿dónde están las llaves?, ¿dónde puse el libro?, ¿dónde he dejado el pasaporte?…
          Puedes sentirte reconfortad, pues. No estás solo.
          MAS

  1. Querido Maestro!
    Hoy refiere un tema muy complicado,el desarrollo y la medición de la inteligencia.
    Últimamente he leído algunos libros sobre una inteligencia que me llama poderosamente la atención que es la «emocional».
    Siento que he crecido enormemente y si ahora me realizaran un test sería muy positivo.
    Larga lucha para sentirme más plena y lúcida y defensora del término que alude, la dignidad.
    Me considero fiel defensora de ella, porque es lo peor que te pueda en arrebatar.
    ¿Sin dignidad que hacemos en este mundo?
    Yo lucho día a día porque mi vida se convierta en esperanzas nuevas de seguir renaciendo ante tantas nuevas inteligencias.
    ¡Yo tengo una sola, la que yo llamo inteligencia común!
    ¡Me va bien para el día a día!
    Besitos para todos.

    • Querida Loly:
      Ahí está tu comentario otra vez, que siempre acaba interpelando lo que haces en tu vida, lo que pasa con tu experiencia personal.Es más fácil decir; «lo que yo pienso», «lo que le pasa. a la gente», «lo que piensa tal autor»… Tú no separas mente y corazón. Tienes un corazón inteligente y una mente afectiva. Como debe ser.
      A mí me preocupa mucho lo que hacemos con la inteligencia, con la inteligencia creciente (según sostiene Flynn).Me preocupa que utilicemos la inteligencia para oprimir, explotar, dominar…
      Lo que deberíamos hacer es poner la inteligencia al servicio de la dignidad humana. La dignidad humana de todos y de todas. Sobre todo de la de los más débiles, pobres e incultos.
      Besos y gracias.
      MAS

  2. Saludos cordiales
    Coincido con Usted Dr. y es que en el fondo el examen atiende a algún estándar o enfoque de quien propone el instrumento, de ahí surgen resultados, y que sin una detección pues que se dificulta la mejora. Pero en las experiencias formativas, en la practica no se puede responsabilizar al objeto también pueden ocurrir ajustes y adecuar, también se vale el criterio de quien evalúa, porque a nadie le interesaría ir a evaluarse si como
    Usted bien señala en el efecto Flynn «no hay conocimiento y desarrollo útil, si no te hace mejor persona», y más grave que en el discurso, como Usted bien siendo que el lenguaje fue la escalera por la que apoyas a subir, a convencer a la liberación, y luego les que les bajas a la confusión y a la dominación. Y es un pesar que aparecen víctimas por el ranking, y otros efectos secundarios: favoritismo, ansiedad, venganzas, abusos, competencia, y cosas mas feas, pero la buena noticia es que al menos en algunos casos ya se hacen los análisis y en otros, ya se empieza a trabajar para la transformación. Y como bien mencionó en algún otro momento, “y haciendo las mismas cosas, no las hacemos igual” y entonces eso indica que tenemos avances.
    Gracias por sus aportes

    • Querida Lourdes:
      Al fin ha llegado tu comentario.
      Que sea bienvenido. Ya tienes la puerta abierta y puedes entrar sin llamar.
      Gracias por el comentario que has enviado, en que aportas tantas y tan importantes ideas.
      En efecto, hay que tener cuidado con el lenguaje. Cuando hablamos de progreso, por ejemplo, ¿qué queremos decir?
      – ¿Progresamos cuando fabricamos armas de destrucción masiva?
      – ¿Progresamos cuando acumulamos la riqueza en pocas menos y distribuimos la pobreza entre millones?
      – ¿Progresamos cuando los que más saben utilizan el conocimiento para engañar a quienes no saben?
      ¿A qué llamamos entonces progreso?
      Yo creo que hemos avanzado, pero queda mucho camino por recorrer en el camino de humanidad.
      Besos y gracias.
      MAS

      • Estimado Dr
        Agradezco sus palabras y coincido plenamente con las apreciaciones tanto del efecto Flynn, tampoco soy fanática de los test, como de los cuestionamientos que encierran una verdad. En cuanto a sus preguntas es verdad porque a veces los exámenes parecieran armas que no bien calculadas en las manos de un evaluador porque no toma en cuenta a los implicados, pareciera que solo tira del gatillo. Si es así con las interrogantes, es inquietante es que si ocurre, entiendo que puede sonar fuerte lo de cortar las manos, y no en forma literal, entre la inadecuación en el interior del sistema se suma una insensatez de valoración de un evaluador, te llevas cada sorpresa, la teoría es una, pero que nadie te dijo que la practica habitual que te demostraban en el centro donde estudias o laboras, era distinta, eso no te lo dijeron y no se veía ni con letras chiquitas. Tienes las hipótesis y a veces hasta pruebas de que la inadecuación, es del sistema y no del alumno, pero les sigues invitando a matricularse, prestigias el centro y ocurre lo más grave, que Usted señala, eres promotor activo para colocar la riqueza en unos y aumentas la pobreza de otros, y si encima te encuentras con personas con la pretensión de formar a otros, pero si no han pisado un aula como profesores y si se suma a que desconocen de la didáctica, que preocupan las irregularidades. Pero uno tiene la oportunidad de evitar hacer pedazos a otros, y dignificarse como bien señala Dr., y si ya tienes esa experiencia cristalizada, como lo señala en el efecto Flyn, de que la historia de aprendizaje, bueno es una oportunidad de hacer los análisis de las consecuencias, en la medida que midas, serás medido y en el futuro si deja pasar mas tiempo será mas grave y decida dar fin a las inadecuaciones y oponerse, entonces puede ocurrir que le concedan la exclusión, y las manos que corten serán las suyas, y encima nieguen la recomendación. Pero si estoy convencida de algo en el discurso del lenguaje todo se trata de mejorar el ciclo de calidad de vida, y estoy segura de que si, así es, pero también de que cuando hay los vicios del interior pueden propiciar el efecto contrario, una cadena alimenticia voraz con efectos para menoscabar la autoestima del mas vulnerable. Entonces se encierran problemas no meramente didácticos sino éticos. Pero siguen noticias positivas como Usted bien dice en nosotros se encuentra la posibilidad de dignificar nuestro conocimientos con fines mas elevados.
        Gracias Dr.

        • Querida Lourdes:
          En la parte final de tu intenso comentario dices que «en nosotros se encuentra la posibilidad de dignificar nuestros conocimientos con fines más levados». Ahí está cuestión.
          Es muy importante aplicarse en poner el saber y la técnica al servicio de la dignidad del ser humano.Nadie garantiza que l inteligencia se pongo al servicio del bien. Pero creo que ese es el reto y ese es el camino de la educación.
          Besos y gracias por tu participación.
          MAS

  3. La inteligencia. Lo primero que me pregunto es ¿qué es ser inteligente, lo que miden los test que se dicen de inteligencia? ¿A quién creen que un test de inteligencia le daría mayor porcentaje a Teresa de Calcuta o a Hitler? Sea como sea la de una y la del otro no hay duda la de cuál preferimos. Con esto quiero decir que lo importante no está en el CI, sino en el cociente de bondad, amor, humanidad de las personas.
    Medir el CI de las personas me parece una curiosidad malsana: mira que tonto es ese, esa. Ese individuo es un genio, pero ¿para qué? Si se hace para mejorar a las personas, puede tener validad, pero, en general, desconfío de esas nobles intenciones de los medidores de CI.
    Yo también creo que globalmente el mundo va a mejor. Hay muchos que emplean su inteligencia para mejorar a la humanidad, a pesar de casos tan terribles como los que se cuentan y que nos sirven los medios de comunicación con frecuencia.
    Para mí lo importante es que con mucho o poco C I seamos humanos, comprensivos, buenas personas, ayudemos a que el mundo sea cada vez algo mejor.
    Gracias, Miguel Ángel, por esa gran contribución que tú haces para ese buen fin, CI excelente.
    Saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Qué magnífica idea la de comparar el CI de Hitler y el de Teresa de Calcuta. Qué importantes cuestiones se derivan de esa comparación.
      Lo que dices: ¿para qué la inteligencia? Pregunta que tiene todavía más contundencia: ¿para qué medir la inteligencia? Y más im`portante: a qué llama cada uno inteligencia?
      Me gustaría saber cómo encaminar la inteligencia de los niños Hyde las niñas hacia el bien, la solidaridad. la compasión… Me asustan que haya muchas fuerzas y muchas estrategias que la conducen hacia el egoísmo, la insolidaridad y la injusticia.
      Un gran abrazo.ç
      Gracias, amigo.
      MAS

  4. Madrid, 18 de noviembre de 2018.

    Pienso, Miguel Ángel, que los tiempos que vivimos no son muy propicios al optimismo. Y no creo que sea solo una apreciación personal, pues es difícil apuntar un tema, de los muchos que podríamos citar, que viéramos que camina firme con un claro horizonte hacia adelante.

    Bien es cierto que existen frentes de luchas y reivindicaciones abiertos; pero habría que apuntar que es el “optimismo de la voluntad”, según la terminología de Gramsci, el que predomina en los que se mantienen con cierta firmeza en esos frentes.

    No quiero extenderme mucho, como suele pasarme habitualmente, y centrarme en ejemplos concretos. Aparte del ascenso de los nuevos fascismos, que funcionan ahora dentro de las democracias, me voy a remitir a cómo ven la actualidad algunos autores que han publicado este domingo sus artículos en el diario El País.

    Joaquín Estefanía, en el denominado “La organización de la desconfianza”, nos indica que cuatro de cada 10 españoles creen que el capitalismo es incompatible con la democracia. Apunta, además, que “los sondeos indican que han regresado con fuerza las dudas sobre la convivencia de los sistemas económico y político en cuestión. Muchos ciudadanos sufren la sensación cotidiana de que la política es impotente para resolver sus problemas económicos, para cambiar sus vidas a mejor”.

    Por su parte, el gran filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas, en un párrafo del extenso artículo traducido al español “¿Hacia dónde va Europa?”, nos dice lo siguiente: “En definitiva, si me preguntan, no como ciudadano sino como observador académico, cuál es mi valoración general, reconozco que no veo muchas señales que permitan ser optimistas”.

    Y si saltamos al suplemento semanal, Javier Marías, en el que firma con el título “Cuándo conviene marcharse”, se remite al diálogo telefónico mantenido con otro académico, Pérez-Reverte, y comenta: “Arturo me dijo ‘Esto no hay quien lo aguante. Es hora de irse’, a lo que yo le contesté: ‘¿Adónde? Ya no hay a donde ir. Los que padecimos el franquismo teníamos muchas opciones, si las cosas se ponían muy crudas y debíamos imitar un día a los de las generaciones anteriores: Francia, Inglaterra, Italia, México… Mira cómo están ahora esos países’. Y él me corrigió: ‘No me refería a morirse. A gente como nosotros nos va tocando salir, sin ver más deterioro”.

    ***

    Me he referido a algunos autores o intelectuales que se mueven en el ámbito de la socialdemocracia. Si entramos en la esfera del marxismo, que también existe, no me resisto entresacar algunos de los párrafos del librito “La vigencia del Manifiesto comunista”, recién publicado en Anagrama, del filósofo esloveno Slavoj Žižek, y que compré en esa magnífica librería de Madrid que es La Central:

    “En este punto llegamos a la ironía suprema de cómo funciona la ideología en la actualidad: se presenta precisamente como su opuesto, como una crítica radical de las utopías ideológicas. La ideología predominante actual no es una visión positiva de algún futuro utópico, sino una cínica resignación, una aceptación de cómo es ‘el mundo en realidad’, acompañada de la advertencia de que, si queremos cambiarlo (demasiado), lo único que nos espera es un horror totalitario”.

    Más adelante, citando al filósofo francés Alain Badiou, indica: “la función principal de la censura ideológica actual no es aplastar la resistencia -pues de eso se ocupan los aparatos represivos del Estado-, sino aplastar la esperanza, denunciar de inmediato que el final de cualquier proyecto crítico es algo parecido al gulag”.

    Me parece muy lúcido lo que dicen Žižek y Badiou en el sentido de que la función del neoliberalismo, o capitalismo global, en el que nos movemos es la de eliminar toda esperanza, toda idea de que pueda haber alternativa al mundo actual. Desalentar a que sea posible imaginar una sociedad distinta a la actual casi nos ahoga. Y menos aún, que se trabaje en los márgenes de este sistema.

    ***

    No es solo hacer frente al mundo que nos rodea: en ocasiones, hay que afrontar duras situaciones personales que aparecen como retos y que hunden en la tristeza a quienes las sufren, al tiempo que parecen borrar las esperanzas con las que se viven. Y no digamos, cuando nos referimos a los más frágiles: niños y niñas.

    Pero esto no se puede ocultar. Lo comento dado que el próximo miércoles asistiré en Barcelona al catorceavo congreso internacional sobre la infancia maltratada.

    Y es que el dolor infantil también hay que abordarlo. Por ello, para quienes tengan interés en saber cómo los escolares expresan sus emociones en estos trances, adjunto el enlace del tercer artículo sobre el fallecimiento familiar con el título “Fallece la madre”.

    http://www.montilladigital.com/2018/11/aureliano-sainz-fallece-la-madre.html

    ***

    Bueno, me despido con el deseo de un mundo mejor y distinto al que ahora vemos.

    • Querido Aureliano:
      Ya veo que escribes desde Madrid. Buen regreso.
      Esa es la cuestión. Y me gustaría abrir und ebae con los lectores sobre el tema: ¿Estamos progresando? ¿Ponemos la inteligencia, el saber y la técnica al servicio del bien común?
      Decía Obama que si una persona pudiera elegir la época en la que naces, seguro que elegía la presente. Así lo creo. El debate es complejo, ya lo sé, porque si el nacimiento se produce en un paìs donde los niños se mueren hoy día de hambre… Pero, en igualdad de circunstancias no es igual nacer hoy España que haberlo hecho en la Edad Media.
      Creo que han conseguido avances sustanciales: se ha erradicado la esclavitud, se ha eliminado en buena parte la mortalidad infantil, se ha escolaridad a casi todos los niños, se ha ampliado la esperanza de vida, se han vencido muchas enfermedades…
      No se puede negar que exista el mal. Mucho mal.
      También es cierto que los pesimistas gozan de más prestigio intelectual. No me gusta que sea así.
      Sobre el tema que vas a trabajar en Barcelona escribí hace años: LAS MIL CARAS DE LA VIOLENCIA CONTRA LOS NIÑOS. Hablaba allí de la violencia brutal y de la violencia sutil. Hay todavía mucho que hacer. Pero se superó la época, por ejemplo, en la que el filicidio era legal.
      Seguimos escribiendo.
      Un abrazo y gracias por el articulo.
      MAS

  5. Querido Miguel Ángel:

    (Siempre a mi entender, y a tu servicio).

    “¿Por qué decimos que progresamos mucho cuando tenemos que montar sistemas de seguridad tan exhaustivos?” (MAS).

    (Unas cuantas más de tu cosecha).

    – ¿Progresamos cuando fabricamos armas de destrucción masiva?
    – ¿Progresamos cuando acumulamos la riqueza en pocas menos y distribuimos la pobreza entre millones?
    – ¿Progresamos cuando los que más saben utilizan el conocimiento para engañar a quienes no saben?

    “¿Ponemos la inteligencia, el saber y la técnica al servicio del bien común?” (MAS).

    La idea de progreso, de qué entendemos por progreso, es algo que te está rondando siempre por la cabeza. ¿Nos educamos o nos instruimos? Ejemplo de los nazis y sus cámaras de gas.

    “Ahora mismo, si nos fijamos en lo que está ocurriendo en Europa, donde la ultraderecha gana terreno, donde el neoliberalismo se ha asentado como pensamiento prácticamente único, donde han desaparecido los movimientos intelectuales que en otra época planteaban alternativas, donde en Brasil surge un movimiento político para penalizar la pedagogía de la liberación… yo creo que el escenario que describo es bastante realista. Es más, creo que el futuro va a ser bastante más tétrico. Y lo que veo es que la comunidad educativa ha asumido los principios y valores neoliberales. Sobre todo en secundaria se habla mucho de objetivos escolares, de sacar alumnos del aula para que así una buena parte del profesorado se dedique a lo que entiende que es el alumnado con el que debería trabajar habitualmente, que es aquel que se ha adaptado al sistema escolar. Por no hablar de la formación universitaria del profesorado.” (Enrique Díez).

    “Ahora mismo parece que el capitalismo ha conquistado el planeta, ha poblado la tierra, y el último reducto que le queda por conquistar son los bienes comunes. Hablamos mucho de la guerra económica pero no de la ideológica, y creo que nos han ganado por goleada porque han conquistado el sentido común planetario. Por tanto, no digo que hace 20 años fuera mejor, sino que al menos había esperanza porque se planteaban otras alternativas.” (Enrique Díez).

    Querido Miguel Ángel. Para mí la esclavitud no se ha erradicado. Ha mutado. Ha “progresado”. Se ha hecho más sofisticada. Se presenta de otra manera pero, rascando solo un poquito, despojándola del camuflaje con que la han vestido comprobamos que se trata de la esclavitud de siempre.

    Lo mismo que pienso de la esclavitud lo aplico a otros males. “Progresan adecuadamente”. Violencia, egoísmo, explotación, …Se ha ganado en sutileza, pero no dejan de ser lo que son. Se han “modernizado”.

    Concluyo.

    – Progresamos en lo bueno y en lo malo. (Lo malo siempre es más llamativo aunque no más abundante).
    – No quiero vivir en otra época ni en otro momento. Ningún tiempo pasado fue mejor. (Siempre mirando la globalidad, no cuestiones puntuales).
    – Creo que cada día hay más escuela, más niñas y niños escolarizados, pero menos educación. (Recordemos cuándo decimos que nos educamos. ¿Ponemos la inteligencia, el saber y la técnica al servicio del bien común? “La educación o es inclusiva o no es educación, o es intercultural o no es educación.”).
    – ¿Es compatible el efecto Mateo y el progreso? Los ricos y el mundo rico avanza (¿progresa?), y los pobres también, pero por el efecto rebufo, aunque cada vez a más distancia. Como cada vez los ricos son más ricos, sus migajas son más abundantes. Y viviendo de esas migajas los pobres sois más ricos (la persona en el tiempo verbal no es casualidad).
    – En lo tecnológico no tengo dudas, ¿y en lo humano? ¿Avanzamos de igual manera en ambos campos? ¿Nos humaniza la tecnología? ¿Es democrática, llega a todos por un igual, al servicio de qué y de quienes se pone?

    Ya está bien por hoy. Voy a buscar respuestas. O voy a buscar más preguntas a las preguntas. (Aureliano, ¿recuerdas qué dice de la función de la filosofía “tu” filósofo argentino de apellido impronunciable?)

    Un fuerte abrazo para todas y todos. Uno especial para mi maestro de gimnasia favorito. Otro para el arquitecto desertor que se quiere morir con las botas puestas en el lugar que le da la vida. Uno más para mi sabio catalán. No puedo olvidarme de mi orgullosa, optimista y luchadora abuela. Por supuesto, no me olvido de Jesús “el Grande” ni de “el imbécil” de Juan Miguel. (Recordando recientes artículos, los adjetivos asignados son juicios de valor sin excesiva o ninguna reflexión y están sujetos a revisión, en especial para el lector no habitual de todos los comentarios al cual el de Juan Miguel le pueda parecer excesivamente fuerte y desacertado. Estoy convencido de que es uno de los que nada contracorriente, y eso da muchas papeletas para recibir ese calificativo en más de una ocasión). (Quinti, a ti ya te despaché no hace mucho).

    • Querido José Antonio:
      He leído seguidos tu comentario y el de Don Quintiliano. Me apunto más a las tesis de nuestro común amigo y admirado comentarista. No sé si a pesar de su edad o precisamente por su edad mantiene una visión optimista del desarrollo humano. Me ha alegrado y reconfortado su visión positiva de la historia, descrita a través de los tres estados.
      Arthur Herman ha mostrado que los pesimistas gozan de un gran prestigio intelectual. Robert Nisbet en «Historia de la idea de progreso» dice: «El escepticismo respecto al progreso occidental ha crecido y se ha propagado no solo entre la gran mayoría de los intelectuales de este cuarto final de siglo, sino entre otros muchos millones de occidentales».
      ¿Cómo se pueden negar los males que nos inundan: las guerras, el hambre, las crisis migratorias, las desigualdades, la corrupción, el trabajo infantil, el calentamiento del planeta, la precariedad del futuro, la persistencia de algunas formas de esclavitud (como dices)…? Pero creo que por encima y por debajo de ellas estamos progresando en el sentido verdadero del progreso.
      Un cordial saludo y gracias por el comentario.
      MAS

    • Muchas gracias, José Antonio, no solamente por las palabras dedicadas, sino por aportar y enseñar con cada comentario. A mí me sirven y los valoro profundamente.

      Un cordial saludo.

  6. Buenos días a todo el mundo,

    Me limitaré a contestar a la última parte del artículo. Coincido con el Sr. Guerra en el avance positivo que está aconteciendo. Que nos parezca lento es normal dada la minúscula temporalidad que estamos aquí en la tierra cada uno de nosotros. Pero, si lo comparamos con la evolución de la humanidad, vamos a pasos supersónicos. Insisto tengo una opinión muy positiva de cómo va la humanidad, es muy largo de explicar, intentaré ser breve. Como ya he dicho otras veces, estos asuntos hay que valorarlos sentados en la luna y mirando hacia la tierra.

    Imitemos a Eduardo Punset en lo que dice del amor, que a su vez imitó a Shopenhauer. Hay una fuerza superior que es la conservación de la especie la que nos lleva a la atracción por el otro. De ahí que se diga tanto que el amor es ciego, quiere decir que es incontrolable, al menos el sentimiento de atracción física. Igual, o similar he de aplicarlo a la conquista de la dignidad por la humanidad, hay una fuerza intrínsica en el ser humano, y a la vez incontrolable, que nos lleva a ella. Piensen, piensen, señoras y señores.

    Por concretar el devenir tan positivo que preveo para la humanidad, voy a hacer solo tres grupos o estados del individuo:

    1.- Estado uno, o estado ignorante del individuo y de carencias: Practicamente afectaba a toda la humanidad hasta hace doscientos años. Las enfermedades se curaban por azar. Los cultivos devenían productivos por azar. El hambre si no tocaba este año, tocaría con seguridad en pocos años. No había medios ni inteligencia anticonceptiva. Los niños y los grandes morían como chinches. La muerte de numerosos miembros de la familia era algo esperado y habitual. Además de las carencias y enfermedades naturales, estaban la falta de apreciación por el otro, de ello la continua guerra y la despiadada muerte. El concepto de dignidad no existía. Todo traía como consecuencia que la población creciera muy lento.

    2.- Estado dos o estado ignorante del individuo pero hay alimentos y algunas medicinas: Lo que ocurrió aquí a partir de la entrada del siglo XX y hasta los años 50 de este siglo. Familias numerosísimas, ocho, diez o doce hijos. Alguno murió de pequeño. No había riqueza, pero al menos para malvivir había algo de sustento y de medicinas. No había métodos anticonceptivos y se criaban todos los que estuviesen por venir, o casi todos. La única preocupación de los progenitores es que comiesen, prácticamente. Estos que nacieron fueron la causa origen del babi-boom de los años 60 a 70 aquí en España. Esta situación es extrapolable a casi toda Europa y América del Norte, en época de pocos años antes o después. Es lo que está ocurriendo actualmente en casi todo el tercer mundo, India, Pakistán, Norte de África, América del Sur, etc. Pocos países quedan en el estado uno descrito anteriormente. De ahí el porqué la población crece a ritmo exponencialmente progresivo y a una velocidad de vértigo. La dignidad del individuo existe, al menos está reconocida y tiene aplicación práctica en la mayoría de los actos humanos, naturalmente de necesaria mejora en su aplicación.

    3.- Estado tres o estado de individuo cultivado, hay última tecnología, medicinas, alimentos en abundancia. Prácticamente, en la actualidad, Europa, Rusia, Japón, América del Norte, por solo citar algunas zonas. El individuo tiene tecnología y conocimientos para no dejar ni la salud ni el hambre al azar. Además, quiere bienestar individual. No se conforma con solo tener alimento y salud. Quiere su tiempo, su libertad, su individualismo, toma conciencia de que la vida es solo una e intenta pasar por ella sufriendo y haciendo sufrir lo menos posible. Busca su dignidad en todos los parámetros y hechos de su vida. Esto conlleva reducir al mínimo el número de hijos, por el trabajo, carga, responsabilidad que supone. La población indígena de cada zona de éstas decrece. En realidad el número de habitantes crece debido la inmigración.

    Estos tres estados que describo, demuestran la progresividad del ser humano en el tierra. Llevamos en este proceso apenas 200 años, que es un tiempo ridículo en cuanto a medición de la humanidad. Cuando toda la humanidad alcance el estado tres descrito, quizá dentro de otros 200 ó 400 años más, la tierra tendrá un equilibrio poblacional. La dignidad imperará. Las barreras en las fronteras son paños calientes para el hoy, pero se contradicen con el progresivo fin digno a que está avocada toda la humanidad. Quizá estas fronteras anti-inmigrantes, solo sean prevenciones coyunturales para no forzar el tiempo necesario en toda evolución progresiva.

    Que tengan un buen día.

    • Estimado don Quintiliano:
      Le decía a José Antonio que he leído los dos comentarios seguidos. Suscribo punto por punto lo que dices en sobre cada estado que describes.
      Sería absurdo negar los progresos alcanzados. Un grupo importante de autores los describen con rigor: Matt Ridley, Hans Rosling, Steven Pinker, Francis Fukuyama, Max Roser, Johan Norberg…
      ¿Cómo negar, por ejemplo, que la esperanza de vida ha mejorado? A medidos del siglo XVIII la esperanza de vida en América y Europa rondaba los 35 años. Hoy, la medida mundial es de 71. Lo mismo sucede con la mortalidad infantil y la mortalidad materna.
      La pobreza se ha reducido del 35% en 1990 a menos del 105 en 2016.
      Las diferentes declaraciones de derechos humanos, de derechos del niño, de derechos ciudadanos… nos permiten hablar de un progreso moral.
      Sé que queda mucho camino de recorrer. Lo que me importa decir es que creo que estamos en el buen camino.
      Un cordial saludo.
      Y gracias.
      MAS
      PD: Con tantas lluvias, las tarea del riego te habrán dado un respiro.

  7. Gracias por tus palabras, Sr. Guerra.

    Aún con lo dicho, sigo pensando que el ser humano, en la corta distancia, en el breve plazo, en su libre albedrío, sigue siendo el peor bicho que hay sobre la tierra. Ello no obstaculiza a que exista esa fuerza intrínseca e incontrolable que le lleve -involuntariamente- a la dignidad humana.

    Otra cosa, respecto del control de las emociones, inteligencia emocional, estoy en fase de observación, últimamente no estoy muy convencido del dominio de ellas. Sirven para ocultar naturalidad y sinceridad, creo. En principio no me decanto por valorarlas, no sé….

    Efectivamente, tenemos agua bendita caída del cielo. La naturaleza está poniendo las casas y las cosas en su sitio, los arroyos recuperan sus cauces, y de paso las lluvias dan trabajo a los periodistas, que narran las tragi-comedias de la naturaleza. Ay, con lo montañosa que es España, ponerse a edificar en los arroyos…..

    Sr. Lema, yo también te quiero.

    ¡Que tengan un buen día!.

    • Estimado Don Quintiliano:
      – En el libro que he citado de J.A Marina y María de la Válgoma (ahora repite la historia en Biografía de la humanidad) cuenta que una situación de guerra varios soldados entran en una casa en la que una madre amamanta a su hijo. La violan los cuatro soldados. La madre pide que devuelvan al niño porque no puede moverse y tiene que seguir alimentándolo. La respuesta de un soldado es decapitar al niño y arrojar a los pies de la madre la cabeza de su hijo. Esto solo lo puede hacer un ser humano. No lo puede hacer un animal. Ningún animal que llamamos irracional. Eso es cierto. Pero también es cierto que como especie estamos consiguiendo unas mejoras cotas de reconocimiento y respeto de la dignidad humana.
      – Respecto al segundo punto creo que la vida emocional del ser humano es muy importante. De ella surge o en ella acaba la felicidad humana. Creo que es necesario reconocer, valorar expresar y compartir las emociones.
      – Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva… Pero la lluvia puede hacer daño. La madre naturaleza es un poco desnaturalizada.
      Un cordial saludo.
      Gracias.
      MAS

  8. Para José Antonio.

    1. Un acierto: “morir con las botas puestas”. Es siempre lo que he deseado. No sé si lo lograré, pero a lo largo de los años he pensado que, aunque estuviera con discapacidades, bastaba con que la mente la tuviera lúcida para seguir escribiendo y ser útil para los demás. Creo que la vida acaba en el momento en el que ya no se puede hacer nada y dependes enteramente de otros.

    Con las botas puestas murió, por ejemplo, mi admirada Miriam Makeba, gran luchadora por los derechos de su pueblo. Así, a sus 76 años, cuando iba a actuar en un teatro italiano avisan de que no puede salir porque se encuentra mal. La llevan al hospital y allí fallece.

    2. Un error: no deserté de la arquitectura. A pesar de que tuve que dejar los planos, continúo estudiando y publicando sobre arquitectura contemporánea. El próximo domingo, por ejemplo, saldrá una semblanza en los diarios digitales del arquitecto estadounidense de origen chino Ieoh Ming Pei, el mismo que proyectó la “pirámide de cristal” del museo del Louvre de París. Espero que la veas.

    3. Una alegría: que te interese la filosofía y que sigas a Darío Sztajnszrajber, el mismo que defendió en el Parlamento argentino la legalización del derecho al aborto de las mujeres de este país. Sus argumentos irrefutables: en una sociedad plural no se puede imponer una moral determinada a todas las mujeres, incluyendo a las que tienen otros criterios éticos ante un duro dilema. (Por cierto, que en este país existe, y con gran peso social, la organización feminista ‘Católicas por el derecho a decidir’).

    ¿La función de la filosofía según Sztajnszrajber? Leo en las recientes declaraciones al diario Clarín: “El objetivo de la filosofía es zamarrear el sentido común”.

    4. Un deseo: que te sigas preguntando y cuestionando, es decir, zamarreando muchos de “los sentidos comunes” que tanto funcionan en nuestra sociedad. Eso quizás no te deje muy tranquilo; pero al menos seguirás con la mente lúcida y abierta, lo que no deja de ser una suerte en un mundo tan proclive a no pensar por sí mismo.

    • Querido Aureliano:

      Progresemos o no, la vida está llena de eso, de aciertos, errores, alegrías y deseos.

      Un abrazo, y buen trabajo hoy. (De nuevo vas a poder estar con tus Abeles).

  9. Una cosa quiero añadir:
    A veces, cuando veo las noticias, pienso con pesimismo que la dirección en la que progresamos es la equivocada.
    Otra quiero preguntar:
    ¿Por qué suelen ser notica solo los hechos calamitosos, terroríficos o perversos? Las noticias positivas no son siquiera noticias.
    Saludo a todos los lectores y lectoras..

    • Querida Marta:
      Creo que si pusiésemos en una balanza las cosas buenas que hoy hacen los seres humanos superarían a las malas.
      La reflexión que haces sobre las noticias basadas en hechos horribles potencia las razones que utilizan los pesimistas. Los periódicos, las radios y las televisiones deberían estar obligados a abrir sus cabeceras con noticias positivas. Estoy convencido de son más numerosas y más importantes.
      Es morbosa esa costumbre de subrayar los hechos crueles: violaciones, asesinatos, secuestros…
      Pero hay más actos generosos, heroicos y solidarios (Ken lo pequeño y en lo grande).
      Besos y gracias.
      MÁS

  10. Mensaje para Juan Carlos Muñoz:
    He visto que cuando utilizas la sigla MÁS, siempre acentúas la A.Yo no solía hacerlo. Pero he caído en la cuenta que tú lo haces con más precisión. Porque Angel tiene siempre acento, se escriba con minúsculas o mayúsculas. Así que lo haré así desde ahora.
    Saludos y gracias.
    MÁS

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