Cinco de los doce hijos de Leopoldo Abadía Pocino han escrito un libro titulado “No seas pájaro de paragüero y otras babladurías”. En él recogen frases hechas, pero mal entendidas o formuladas por algún error de concepción o de expresión. O por algún lapsus linguae. O, quizás, por el ingenio elaborado que construye el humor. El padre alcanzó notoriedad por algunos libros en los que explicaba de forma clara y asequible la crisis económica (“¿Qué hace una persona como tú en una crisis como ésta?”, “La crisis Ninja y otros misterios”, “La hora de los sensatos”…). No había programa de televisión o de radio en el que no le reservasen algunos minutos. Pues bien, el padre prologa el libro de sus hijos y en él muestra su alegría por la recopilación de esos dichos que han sido objeto de bromas durante años en la familia. Llama en la introducción a esas frases hechas (mal hechas, mal dichas) “herejías lingüísticas”. Una de ellas preside estas líneas.
Desde 2012 han ido recogiendo estas expresiones que despiertan en el lector o en el oyente una sonrisa indulgente o una carcajada explosiva. Me gusta el sentido del humor de esos cinco hermanos (y el de su padre, que también lo tiene por lo que le he leído y oído), su talante optimista, su forma de jugar con las palabras para regocijo de quien las lea o las oiga.
Bien se sabe que cuando alguien busca algo, lo encuentra incluso de forma inesperada. Serendipidad en estado puro. No me extraña que, sabedores de su afición, conocidos, amigos y familiares les hiciesen partícipes de nuevos y sabrosos hallazgos. Es como cuando hablas de una enfermedad o de un accidente y todos los interlocutores cuentan variantes curiosas sobre la cuestión, propias o de sus familiares y amigos o amigas. El grupo de whatsapp de los hermanos Abadía, según cuentan, echaba humo. En la calle, en los comercios, en el trabajo, en las reuniones familiares y sociales, escuchaban y luego anotaban estas frases-lapsus. Una forma de sacudir la pereza recopiladora a la que alguna vez he hecho referencia. Cuando el número llegó a 500 le propusieron a la editorial Espasa publicar el libro.
La magia del lenguaje nos brinda estas joyas que son fruto de la ignorancia unas veces, del despiste otras, del ingenio refinado o de la rutina sociolingüística que consagra errores de generación en generación.
En un programa de radio en el que se hacía referencia al libro, llamaban los oyentes y aportaban algunas de estas herejías lingüísticas que añado a las del libro y a las que sumo alguna que yo aporto. Por cierto, los autores no son meros recopiladores. Explican en una página cuál es el verdadero sentido de la frase y cómo se llegó a su formación y en otra página presentan de forma llamativa la herejía en cuestión. Una versión menor de los libros de Fernando Lázaro Carreter “El dardo en la palabra” y “El nuevo dardo en la palabra”. Qué maravilla navegar por los mares lingüísticos del profesor Lázaro Carreter.
Algunas de estas frases son fruto de la torpeza, del desconocimiento del significado de las palabras: “Yo leo el periódico espasmódicamente”, “se ha encontrado con la hormona de su zapato”, “este régimen esteriliza mucho a la mujer”, “se puso como un obelisco”, “el coche chocó contra un muro de repostería”, “no hay que mezclar las chulas con las meninas”, “en este lugar hay muy poca cubertería”, “después de comer siempre me entra la morriña”, “tuvo una carrera meteorítica”, “esto es como enhebrar una aguja en un pajar”, “este programa tiene mucha audición”, “podríamos pasar horas hablando del sexo y de los ángeles”, “fue al médico a que le hiciera un cacheo general”…
Otras son el resultado del ingenio. No me imagino a alguien que diga (porque no conoce el contenido semántico), lo siguiente: “nadar en la ambulancia”, “Sodoma y Gomera”, “poner el Cristo en el cielo”, “de higos a peras”, “mi marido es un morbo” “crees que me he caído del quinto”, “he amortiguado el dinero invertido”, “está cayendo chumichurri”, “todo quedará en agua de borrascas”, “elevaduras eléctricos”, “este es un tema vudú”, “no hay que arriesgar las vestiduras”, ”ni siente ni lo parece”, “ahora solo falta que lo vea el médico florense” …
Hay frases que resultan graciosas o chocantes como fruto de un error (intencionado o no) de dicción: “Andaban de putillas”, “pobrecitos míos, se agarran a un rabo ardiendo”, “el jefe de personal la inseminó dos veces, “aquello parecía el Danubio universal”, “se va a quedar como una sífilis”, “tiene orejas de soplido”, “tu padre, como siempre, al pie del camión”, “sin quererlo ni comerlo”, “tiene acuíferos en los oídos”, “ya sé que lo dijo para adorarme la píldora”, “tienes a tus hijos desperdiciados por España”, “y lo digo sin actitud hacia nadie”, “al cantante le han blindado un homenaje”, “trabajas en beneficio de la comodidad”, “perder la loción del tiempo”, “le encontraron en postura fecal”, “estar en el candelabro”…
Los arcanos del lenguaje sin infinitos. Qué apasionante mundo. Cuántas veces pienso en las palabras que no conozco. Cuando voy por el campo, veo los cientos y cientos de plantas cuyos nombres ignoro, cuando subo a un barco o a un avión pienso en los nombres de cada objeto, de cada lugar que desconozco. Pienso en las veces que utilizamos genéricos que ocultan nuestra supina ignorancia: ese “árbol” se ha secado pero, ¿qué árbol es?, se posó un “pájaro” en mi ventana” pero, ¿qué pájaro era?, dame “eso” pero, ¿cuál es su nombre específico?, ese “objeto” no me gusta pero, ¿cómo se llama exactamente?, ese “chisme” es horrible pero, ¿cuál es su nombre?…
Hace unos días, viendo el programa Pasapalabra, el locutor, al llegar a la letra zeta del rosco preguntó: nombre de la mujer que revende frutas y otros comestibles. Me quedé paralizado cuando el concursante contestó con aplomo: “zabartera”. Y escuché, con más asombro aún, que el presentador dijo: ¡Correcto! Releyendo el libro “El nuevo dardo en la palabra”, de Fernando Lázaro Carreter, acabo de leer la palabra “burdégano” (página 214). He tenido que recurrir al diccionario para saber lo que significa.
¿Cómo es posible que no haya oído nunca en 75 años de lectura y de estudio esas palabras y cientos y miles de palabras más que desconozco de mi lengua materna? ¿Cómo puede prometerte alguien que va a enseñarte a dominar un idioma en quince días?
Cuando leo, siempre tengo a mano una hoja en la que anoto aquellas palabras que desconozco. Luego las paso a una libreta que ya va teniendo un volumen considerable.
Mi querido cuñado José Manuel García Montes, biólogo impenitente, ha escrito con su colega Rafael de la Cruz Márquez, un hermoso libro titulado “Las plantas de la Alhambra. 80 especies imprescindibles”. Un libro maravillosamente ilustrado por Pilar Campos Fernández-Figares con láminas de las plantas en acuarela. Al finalizar el libro hay un glosario de términos. Los he repasado despacio. ¡Cuántas palabras desconocidas! Algunas relacionadas con particularidades técnicas de las plantas, pero otras de carácter general. ¿Sabe el lector lo que significa “escábrido”, por ejemplo?
Hay que hablar y escribir con propiedad, con rigor, con precisión. Para ello hay que leer mucho, hay que leer de manera que podamos enriquecer nuestro vocabulario. Hay que avivar la curiosidad por el lenguaje.
No hay ciencia infusa. Dominar el lenguaje supone interés, esfuerzo, estudio, pasión y tiempo. El resultado será no solo la corrección y la elegancia sino la satisfacción y el disfrute. Porque el lenguaje es complejo, desafiante e intrincado pero también es hermoso, divertido y apasionante.
Hola Miguel Ángel.
Hoy me ha gustado la lectura de tu entrada. El juego de las palabras es algo que me llama la atención. Y cuando se pone a «pelo» me gusta jugar. Acuérdate hace dos semanas con el «Santos en la universidad» te veía santificando animales…
Ya puestos voy a ampliar el repertorio de «frases malhechas»: «estar entre la espalda y la pared», «más sabe el diablo por diablo que por viejo», «donde yo caliente míreme la gente», «estar al pie del peñón», «van al limón» (alalimón), «poner la picha en Flandes», «poner en un retrete», «estar en la bahía», «cría ciervos y te sacarán los ojos», «dar liebre por gato», «meterse en camisa de once varas», «como perro por su casa», «cada tres por dos», «palitos a la mar», «dejar a uno en la estocada», «monto un circo y se mecen los enanos» «nunca es tarde si la bicha es buena» «más vale pájaro en mano cientos andando» «correr venas por su sangre»…
Bueno,… os dejo que «más vale nunca que tarde»… 😉
Querido Juan Carlos:
Así da gusto.
Más expresiones simpáticas que nos muestran lo rico, divertido y estimulante que es el lenguaje. Qué curiosas aportaciones nos haces.
Creo que ahora vendría una segunda vuelta para estudiar cómo y por qué se producen estas alteraciones. Creo que algunas son fruto del error y otras del ingenio. Unas son fruto de la torpeza y otras de la inteligencia.
Un gran abrazo.
Muchas gracias.
MAS
No es la primera vez que nuestro querido Miguel Ángel habla de los lapsus verbales y de los juegos lingüísticos que se crean o se disfrutan cuando aparecen en el transcurso de esta actividad compleja de los seres humanos.
Ampliando la muestras que nos ofrece añado un par de ellas que me parecen geniales (que alguien tome nota).
Una, en el colegio, filón inagotable de estas meteduras de pata simpatiquísimas:
«Recuerdo el gesto divertido, con un matiz de ternura, de mi compañero Francisco, el profesor de Lenguaje en el antiguo 7º de EGB en Torres de la Alameda; cuando tras encargar a los alumnos reciopilar canciones tradicionales que debían encontrar preguntando a padres y abuelos, nos leyó la extraña (pero familiar a la vez) canción popular del «Mambrusia». Tras la extrañeza inicial por ese nombre desconocido para todos, estallamos en carcajadas cuando comenzó a cantar: «Mambrusia fue a la guerra, hay que ver, hay que ver, que pena…»
Otra en mi familia, de mi propia sobrina estela cuando tenía cuatro años:
«Los niños son una fuente inagotable de equivocaciones simpatiquísimas. Desde mi alumno Juanmi que, con un minivocabulario de apenas unas pocas palabras, llamaba «Puta» a su profesora «Pepita» a mi sobrina Estela que nos cantó la canción de la guardería del «Arca de Noé» añadiendo por su cuenta peligrosas serpientes venenosas en el arca: donde se cantaba «La picola (del italiano pequeña) serpiente» ella interpretaba «La pica la serpiente» con lo que el arca se vuelve un lugar mucho más peligroso y fascinante.»
Estás sonriendo ¿a que sí?
Querido Jesús:
Tus aportaciones hacen britar una sonrisa de complicidad y simpatía con los autores de las herejías con quien ha tenido la amabilidad de compartirlas.
Espero que esta semana tengamos ocasión de ir completando el repertorio.
Y más: de seguir pensando en todas estas interesantes e intrincadas cuestiones lingüÍsticas.
Un gran abrazo.
MAS
Algún ejemplo más que ve viene ahora a la memoria y cuyas protagonistas son gitanas del módulo de mujeres de Alcalá Meco y que sus profesores del CEPA deberían recoger en algún libro del estilo «Antología del disparate ( o del dispara te)»
– Comentario de una gitana a propósito de su marido:
«Pos mi marido es sero positivo y da sangre a to er mundo»
– Exclamación de sorprersa cuando le exiges con severidad que haga mejor una actividad:
«No me lo digas así, de chupetón…»
– Definición de «cecina» ante un comentario de texto:
PROFE: ¿Pero, de verdad no sabéis lo que es la cecina?
…. (largo y embarazoso silencio)… Por fin una de las internas levanta la mano y responde muy seria:
«La cecina es…» «La cecina es una que ha matao gente»
Más sonrisas…
Querido Jesús Marcial:
Antológicos ejemplos.
Si sacudiéramos la pereza recopiladora haríamos acopio de innumerables ejemplos de lo que Leopoldo Abadía llama herejías lingüísticas.
Gracias por las aportaciones.
A ver si otros comentaristas se animan, que entre muchos se aprenden más cosas de interés.
Un abrazo.
MAS
Apreciado MAS:
Esta semana en tu artículo he encontrado «la hormona de mi zapato». Es un tema que siempre me ha fascinado y que, además de inducir a la sonrisa y, a veces, a la carcajada franca, no carece de implicaciones más sesudas, pues muchos de estos lapsus ponen de manifiesto estructuras profundas de pensamiento.
Uno de las fuentes más frecuentes de vulgarismos léxicos es la llamada etimología popular. Cuando se ha olvidado el origen de la palabra, se la hace coincidir con un parónimo con el que no comparte más que una similitud fónica. Que se lo digan a la pobre modelo/actriz, que todavía se pregunta por qué no está ya en el «candelabro».
Como aportación a las perlas ya citadas por mis predecesores, mencionaré algunas:
– Llegó a la ciudad «en olor de multitud». Aquí hay -creo yo- un cruce entre «loor» (‘alabanza, aclamación’) y la expresión «olor de santidad»: se suponía que, cuando el alma de un santo verdadero salía de su cuerpo para subir al cielo, desprendía un olor como a rosas.
– El delantero seguía «en poder de» la pelota, en lugar de «en posesión».
– Mi marido es que es «pedófilo» (oído en una consulta médica a propósito de un pobre señor con problemas de gases intestinales).
A propósito de confusiones de nombres comerciales, podría aportar la de una conocida, cuyo marido dudaba entre comprar un Ford «Orinón» o un «Alfalfa Romero». En un departamento de Perfumería también se oyen peticiones insólitas: «la Pasión de Cristo Dios» (Poison, de Christian Dior), «A Lolita le pica» (Lolita Lempicka).
Para complementar la mención que haces de D. Fernando Lázaro Carreter y sus «Dardos», me gustaría traer a colación a quien fue mi maestro primero y compañero de claustro después: D. Luis Díez Jiménez, Catedrático de Ciencias Naturales del malagueño instituto de Martiricos y autor de la archiconocida «Antología del disparate», la mayor recopilación de respuestas absurdas, ingeniosas y descacharrantes de estudiantes en exámenes, tanto orales como escritos. Doy fe de que son auténticos. Luis llevaba siempre en el bolsillo de su americana una libretilla donde apuntaba todos sus hallazgos para incorporarlos después a la siguiente de sus numerosísimas ediciones. Recuerdo con emoción aquellos ratos en la Sala de Profesores, varios compañeros en torno a la mesa corrigiendo exámenes. Silencio de concentración absoluta. De pronto, una carcajada o un grito de ¡qué barbaridad!, seguidos de un:
– Luis, apunta para tu libro.
Y Luis sacaba su libretilla y su pluma para anotar la chispa de humor que acababa de brotar de aquel aburrido examen para incorporarla a su siguiente antología. Citar aquí ejemplos sacados de esta antología sería inacabable. Prefiero recomendarla a los que no la conozcan, Les aseguro que, además de pasar un rato divertido, servirá a los más jóvenes para asomarse al mundo de las enseñanzas medias del siglo pasado.
Conectado con el tema de la corrección lingüística que tan brillantemente has reivindicado esta semana, está reciente la polémica desatada por la última ocurrencia de la «portavoza» de Podemos. Su agramaticalidad no la discute nadie, ni sus más fervientes partidarios. Lo que me produce una mezcla de desazón e irritación es la contumacia, tanto de la autora del engendro como de sus «altavozas». El tan español «sostenella y no enmendalla». ¿Qué será lo próximo? «¿La gramática no nos representa?» «¿Rodear la RAE?»… ya se sabe que, cuando un tonto coge una vereda, la vereda se acaba y el tonto sigue. No me extrañaría que, a imitación del espejo de nacionalistas llamado Tabarnia, surgiera un espejo de feministas radicales que reivindicara la visibilidad de los hombres reclamando desinencias masculinas para todas las profesiones: electricisto, taxisto, percusionisto, para todos los partidarios de algo: madridisto, nacionalisto, animalisto…
En fin, me despido con una cita de Martin Luther King que recordaba ayer en El País Julio Llamazares: «El peor racista es el que me da la razón cuando no la tengo: me está dando la razón porque soy negro»
Saludos cordiales a todas las personas y a todos los personos
Estimado Antonio:
Excelente comentario.
Conozco las diversas ediciones de la Antología del disparate. En alguna ocasión escribí algo sobre ellas. Y en ese artículo citaba otro libro «Voy a pasar lista por orden cronológico y otros disparates de los profesores». Es una recopilación de dos periodistas que fueron recogiendo testimonios de profesores que le ofrecían otras joyas. Creo que es saludable pensar que los profesores también cometemos errores y decimos disparates. Está claro que no con misma frecuencia y del mismo tamaño…
Yo no despacharía de forma tan rápida y tajante la cuestión del lenguaje sexista. Algún día iremos a ellos.
Gracias por la lectura y por la interesante aportación.
Un abrazo.
MAS
Sinceramente, Miguel Ángel, creo que en asunto del lenguaje sexista, como tú lo llamas, tu posición y la mía propia no están tan alejadas. Nos une el sentido común y el interés por la precisión y corrección lingüística. Nos separan, tal vez, matices que tienen que ver más con la intensidad que con el fondo del asunto. Hoy publica El País un interesante artículo sobre el que me interesa mucho conocer tu opinión: https://elpais.com/elpais/2018/02/10/opinion/1518289605_377728.html
Saludos cordiales
Estimado Antonio:
Acabo de leer el artículo. Me ha gustado en el fondo y en la forma. En el contenido y en el estilo. Me ha parecido un texto riguroso y, a la vez, respetuoso. Es muy fácil entrar en descalificaciones fáciles e hirientes.
Solamente discrepo en una apreciación que, por otra parte, es sustancial. El autor prefiere abordar estas cuestiones desde la gramática en lugar de hacerlo desde el feminismo. Yo, no. ¿Por qué? En primer lugar porque creo que un principio de naturaleza ética debería tener prioridad sobre un principio de naturaleza gramatical. En la jerarquía de los valores, le doy más importancia.
Sé que el tema se presta a la ironía, a la radicalización o, como termina el artículo, a la memez.Lo sé. Pero es necesario reconocer que existe invisibilidad de la mujer en el lenguaje. No es una cuestión baladí. Las reglas de la gramática y de la sintaxis las han hecho hombres. No es casual. Como sucede con muchos otros fenómenos. ¿Cómo no ver en el uso de genéricos que la mujer no es nombrada? Los hombres, los niños, los españoles, los europeos… incluye a las mujeres, a las niñas, las españolas y a las europeas… Pero no se nombran. Por poner el ejemplo más evidente. Pero hay muchos más: la concordancia entre adjetivos y sustantivo se hace por el masculino…
No me gusta que se diga: habiendo fenómenos tan graves de discriminaciòn, ¿por qué detenerse en esas minucias? Creo que en cuestiones de discriminación no hay minucias. Entretenerse en estas cuestiones no impide pensar o dedicarse a otras cuestiones de más gravedad y calado. No son incompatibles.
Qué duda cabe de que el lenguaje se hace, a veces, más prolijo, que se rompe la economía del lenguaje, que a veces se llega a lo ridículo o rocambolesco: los niños buenos y las niñas buenas…
No me gustan las ridiculizaciones que se hacen (las he visto a raíz de la expresión de Irene Montero) sobre esta cuestión. Son, para mí, inquietantes.
Volveremos a esta cuestión que para mí es muy importante.
Un gran abrazo.
Gracias por el artículo.
MAS
Muy brevemente. No creo que gramática y ética sean incompatibles, sino complementarias. Más bien creo de una actitud ética, cuando menos irresponsable, violentar cínica y provocativamente las normas generales de uso idiomático. ¿Realmente te parece más ético decir «portavozas» que «los y las portavoces», por ejemplo?
Ya sabes que no me gustan las duplicaciones de género innecesarias, porque hacen el mensaje más prolijo y más opaco, pero respeto a quienes -como tú, por ejemplo- las hacen. Sin embargo, francamente no te imagino escribiendo ni diciendo cosas como «portavoza», «miembra» o «jóvena».
Por cierto, no hace falta ridiculizar a Irene Montero, porque para eso se basta ella solita. ¿No se ha parado a pensar en el intolerable machismo implícito en la propia denominación de su formación política? «Unidos Podemos». ¿Las mujeres no están «unidas» o no «pueden»? Al menos las de las CUP son coherentes y se han pasado en masa al femenino genérico.
Que nadie se moleste por el tono irónico del último párrafo. Es que no he podido evitarlo.
Gracias, como siempre, por no darme la razón porque sea negro. Un fuerte abrazo
Estimado Antonio:
Claro que son incompatibles gramática y ética si la gramática silencia en la manera de nombrar a las mujeres. El lenguaje las esconde, las oculta, las minimiza. Es un planteamiento falto de ética. Sin simplificar, claro. No me digas que decir portavoces y portavozas es más ético. No es eso. El problema es más amplio y más profundo. Creo que merece la pena que, algún momento, planteemos algunas razones más elaboradas.Seguir las reglas gramaticales, si estas son discriminatoria, hacen incompatible ética y gramática.
Claro que Irene Montero tendrá que aceptar que el nombre departido oculta a las mujeres. Unidos incluye a hombres y mujeres, pero no las nombra.
Todos y todas incurriremos muchas veces en esas contradicciones.
Yo mismo me he visto muchas veces en serios problemas al corregir tesis y trabajos de investigación. O al es rigor mis libros y artículos.
Muchas cosas han cambiado: hace tiempo no se podía decir médica, ni jueza, ni presidenta… Hoy no resultaban chocante.
Te invitaré también a leer algún artículo (sesudo por cierto) sobre esta cuestión.
Gracias por el diálogo.
Un cordial saludo, ya muy de noche.
MAS
Estimado MAS:
No hay que confundir la gramática con el uso general que se hace de la lengua. La gramática se limita a compilar y sistematizar ese uso general.
Te pondré un ejemplo: Está reciente la polémica por la acepción nº 5 que recoge el DRAE del adjetivo «fácil» aplicado a mujer: «5. adj. Dicho especialmente de una mujer: Que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales.» Para mí es evidente que la RAE no propugna ni aconseja (creo que más bien la rechaza) esa acepción, pero la recoge porque existe, porque es de uso común por los hablantes.
A estas alturas no voy a negar que el uso general de la lengua tiene muchos elementos de una visión androcéntica del mundo. A medida que vaya cambiando la realidad, la lengua se irá adaptando a ella, y lo está haciendo muy rápidamente.
Aunque no la comparto, respeto la postura de, quienes como tú mismo, intentan «hacer visibles» a las mujeres nombrándolas específicamente. No respeto en absoluto a quienes, de manera arrogante y agresiva, contravienen deliberadamente la norma (lo normal) lingüística. Aun menos respeto me merecen quienes pretenden obligar a los demás a escribir, hablar (y pensar) como ellos. Me recuerdan la «neolengua» y el «doblepensar» orwellianos. Y pocas cosas me dan más miedo que el mundo que refleja Orwell en 1984.
Saludos matinales
Estimado Antonio:
El problema es que algunas normas gramaticales y sintácticas han estado y están viciadas no por el uso sino por propia definición de la norma, abiertamente androcéntrica. Acaba de reconocer la RAE que la definición de sexo femenino como sexo débil no era de recibo lógico ni ético. No se trataba del uso, era la definición.
Claro que, al avanzar la sociedad, también avanzará la gramática. Pero, hay quien tiene más prisa (las víctimas y quienes se solidarizan con ellas) y otros que tienen menos prisa. Y hay quien se resiste a cualquier cambio acogiéndose con fuerza al purismo del lenguaje.
Debate más que necesario importante.
Saludos cordiales.
MAS
PD: El que una persona diga tonterías respecto a algunas cuestiones, no significa que TODO lo que diga un despropósito. Hay que entrar en cada cuestión y desmontar con argumentos el contenido. Me refiero a la cita que aporta José Antonio.
Touché. Mal utilizado por mi parte el argumento «ad hominem» referido a Rosa Mª Artal. El hecho de que una persona diga muchas tonterías no invalida un argumento. Entraré ahora en sus argumentos:
1. El término «feminazi», popularizado últimamente, no es sinónimo de feminismo, sino de una cierta corriente -minoritaria pero muy activa- fuertemente supremacista y vengativa que responsabiliza a «los hombres» de todos los agravios que sufren las mujeres. También se la conoce como «hembrismo». A ella pertenecen expresiones como «machete al machito» y otras por el estilo.
2. «La defensa de la pureza del lenguaje es tan selectiva que parece ideológica y de clan.” Piensa el ladrón que todos son de su condición. ¿No será más bien «ideológica y de clan» la pretensión de imponer la retorsión del lenguaje en aras de una discutible «visibilidad» de la mujer? Defensores del uso correcto del lenguaje los he encontrado en todo el espectro ideológico, sin embargo solo en la izquierda extrema se sustentan opiniones como las de la Sra Artal o la Sra Montero.
En fin, historia interminable…
Estimados Antonio y José Antonio:
Las noticias abrumadoras del día hoy vienen en mi ayuda.
La mujer que ha recibido 30 puñaladas de su pareja que, al parecer, tenía antecedentes reiterados de malos tratos,¿CÓMO HA IDO FORjANDO ESA ACTITUD MACHISTA, VIOLENTA, DESTRUCTIVA DE LA MUJER QUE TIENE AL LADO? ¿Y el profesor que ha estado abusando de una alumna desde los 12 a los 15 años? También de Málaga, vaya por Dios
Sé que si mi respuesta fuese «porque no aprendió a decir «portavoza», o «miembra», o «jueza», o «médica, o «niños y niñas», … sería objeto de justa burla y desprecio. Pero, alguien puede decir que el uso sexista del lenguaje, ¿NO HA CONTIBUÍDO NADA DE NADA DE NADA DE NADA a formar esa mentalidad machista, androcéntrica y cruel? ¿Alguien? Claro, no solo el lenguaje: también las costumbres, la educación, el androcentrismo de las religiones… Pero también el lenguaje. Por eso no me parece ésta una cuestión menor. NO me parece que deba reducirse todo a una cuestión de purismo lingüístico. Ya sé que puede parecer una boutade, pero quiero decir que prefiero dar una patada a la gramática antes de dársela a una mujer. Prefiero clavar una puñalada en la economía del lenguaje antes de que la puñalada se la lleve una pobra mujer como la que hoy ha muerto.
Por eso no me gustan (me duelen, me disgustan) las bromas sobre el tema. Me molestan quienes, a raíz de la polémica suscitada, acaban el programa diciendo: «adiós o adiosa». O los que dicen con sorna «adolescentes y adolescentas», «periodistas y periodistos»… O los que…
Creo que la gramática no es inocente, que el lenguaje no es aséptico.
Creo que esta es una cuestión IMPORTANTE.
Bienvenido sea el debate.
MAS
Al hilo de tu última respuesta quiero hacer algunas consideraciones:
1. NIEGO LA MAYOR. No creo que el uso del masculino como género no marcado y otros mecanismos lingüísticos tengan relación con comportamientos violentos, machistas y repugnantes. Sí creo, por el contrario, que las actitudes provocadoras, revanchistas, histéricas, portadoras de resentimiento y de odio hacia los hombres en general pueden tener bastante efecto en ciertas mentes predispuestas a la brutalidad.
2. Yo también he leído con consternación, ira e inmensa pena las noticias que mencionas: el asesinato de la mujer en la Viñuela y la detención del profesor abusador de alumna. También la del grupo de menores que violaron a otro menor (varón) con alguna discapacidad. Afirmo solemnemente que nadie, salvo las personas cercanas a las víctimas, puede estar más indignado que yo.
3. «Prefiero dar una patada al diccionario que a una mujer». Más que una frase, parece una consigna, y transpira una demagogia tan barata que simplemente no la creo digna de una persona de tu talla y de tu formación. Algunos no hemos dado jamás patadas a ninguna mujer, pero intentamos no dárselas tampoco al diccionario.
Me temo que este es un asunto en el que va a ser difícil ponernos de acuerdo. Como sé que siempre te gusta tener la última palabra, te anticipo que no seguiré contestándote a no ser que tenga algo nuevo que decir.
Saludos
Estimado Antonio:
El problema está en que no se puede negar, en buena lógica, la mayor. Porque la invisibilidad de la mujer en el lenguaje es innegable. No solo en el uso del genéricos. ¿Por qué en el término españolas no se incluye a españoles y españolas? ¿Es casual? En muchísimas cuestiones más, relacionadas con el lenguaje hay discriminación de la mujer. Quiero dedicar un próximo artículo a este tema. Tú mismo lo has aceptado. Es que es innegable.
Yo recuerdo haber estudiado de niño (y creo que podría encontrar los textos) que los adjetivos concordaban por el sustantivo por el género NOBLE. ¿Puedes suponer cuál era? ¿Era el femenino?
Ya sé que establecer el nexo causal es más problemático, pero creo que también es difícil negar cualquier influencia. ¿Cómo se puede demostrar que no tiene influencia alguna?
Planteados estos dos principios, creo que no se puede calificar de demagógica mi afirmación. En primer es sincera. En segundo lugar es real: prefiero usar un lenguaje prolijo ante la posibilidad de que no hacerlo constituya un elemento mantenimiento y el desarrollo del sexismo.
Perdóname, Antonio, no puedo aceptar que esa afirmación sea demagógica. Está más que justificada teórica y prácticamente.
Cordiales saludos.
MAS
El artículo me ha divertido mucho. No imaginaba que hubiera tantas variantes graciosas en juegos diferentes del lenguaje. Me ha despertado el interés para estar al tanto a nuevos casos de herejías. Algunas de las que se reproducen en el artículo me han parecido increíbles. Hay que ver cuánto ingenio. Unas veces por ignorancia y otras por picardía.
En el famoso «Cara al sol» recuerdo que alguien decía «impasible el alemán», en lugar de «impasible el ademán». No sé si por mal oído o por desconocimiento del término «ademán».
Ojalá que nuevos comentaristas aporten nuevos casos. Los de Jesus Marcial son magníficos.
Gracias.
Querido Cristóbal:
Conocía el cambio de ademán por alemán en el Cara al sol.¿Cuántas distorsiones se han producido por oír/entender malla letra de canciones y textos que se recitan una y otra vez?
Recuerdo que, cuando era adolescente, un chico que editaba la salve decía una y otra vez «viva el cura esperanza nuestra», en lugar de «vida, dulzura y esperanza nuestra». Parece increíble que lo recitara así sin que lo hiciera por broma o por burla. Pero no. Lo había memorizado así y así lo repetía.
Me alegra que el artículo te haya entretenido.
Saludos y gracias por leer y por escribir.
MAS
Excelente artículo que me ha hecho reír un buen rato.
Como dice Manuel Alcántara a propósito del retraso en la contestación a una carta de un amigo que tenía buenas dosis de humor.: «No he escrito antes porque me estaba riendo».
Creo que está bien ese intento de sacarle punta a las cosas (al lenguaje en este caso), en lugar de dedicar todo el tiempo y toda la atención al drama, a la tragedia y a los motivos de rabia y de llanto. Que los hay.
Me lo he pasado muy bien leyendo el artículo.
Querida María:
Gracias por leer. Y gracias por comentar lo leído.
Ya sé que alguien puede pensar que habiendo temas tan sangrantes en nuestra sociedad (hambre, asesinatos, corrupción, miseria, violencia…) se dedique un comentario a este tipo de cuestiones. Hay en ese planteamiento una parte de verdad. Pero no toda. ¿Por qué? Porque no por escribir sobre esas tremendas cuestiones se van a solucionar de forma automática.
No hay que olvidar el dolor, pero no hay que dejarse dominar por él.
El lenguaje está siempre con nosotros. Nos define y nos permite comunicarnos.
Besos y gracias.
MAS
Querido Maestro!
Sugerente y divertido comentario!
Todo un infinito mundo el de las palabras y su utilización de forma equilibrada y no desvirtuada.
A mi siempre me han gustado las frases hechas y las llevo con frecuencia a mi experiencia vital.
Quizás sea por que voy cumpliendo años a toda prisa y me identifico con las que decían mis gentes más cercana.
La que fue mi primera frase cuando era apenas una adolescente y que siempre recuerdo es; «visteme despacio que tengo prisa!
No solo son las frases , tengo los recuerdos de los primeros libros que formaron esa sensación de querer saber y aprender, que siempre me ha precedido. De creer en los cuentos de hadas, con finales felices. De entusiasmarme con la idea de amar eternamente a los que me rodean. De vivir las mejores experiencias leyendo buenos libros. De vivir con sensatez en este mundo de poca cordura.
Palabras,palabras, palabras…..
Hermosa sintonía que alegra los corazones de las personas que buscan en ella poder expresar sus verdaderas sensaciones interiores.
Suculento poder que solo pocos tienen y que yo necesito para poder dar sentido a esta vida loca!
Sin más me engrandece poder estar dando mi opinión con estas humildes palabras.
Reciban todos un cordial saludo.
Querida Loly:
Tus comentarios siempre aportan, siempre ayudan, siempre acercan.
Muestran tu forma de pensar, tu forma de sentir y tu forma de actuar.
El uso de frases hechas, de refranes, de dichos populares encierra a veces sabiduría y generosidad («haz bien y no mires a quién») y a veces torpeza o mezquindad («por la caridad entró la peste»).
Prueba de ello es que algunos son contradictorias. Como decía alguien: Por una parte se dice «A quien madruga, Dios le ayuda». Por otra, «No por mucho madrugar amanece más temprano». Y añadía: A ver si se ponen de acuerdo porque no sé a qué hora levantarme.
Muchas gracias por tu fidelidad en la lectura. Y por tu comentario.
Besos.
MAS
Rosa María Artal:
«Por la pureza del lenguaje, matan… pero no siempre. Casi nunca en realidad. ¿Se dedicaron editoriales como ahora, artículos y columnas, tertulias, insultos mediáticos de grueso calibre, cuando el escritor Arturo Pérez Reverte extendió el uso del término “feminazi” que tomó prestado de otro gran machista? La defensa de la pureza del lenguaje es tan selectiva que parece ideológica y de clan.»
«Unas y otros, más otras y unos, nos pasamos la vida achicando agua de los torpedos que lanza la Caverna. Y lleva su tiempo. Desplaza temas fundamentales. Aunque éste también lo es. No, como vemos, lingüístico, sino ideológico, político, del que a menudo resulta ser cómplice y cobertura de la corrupción.»
Querido José Antonio:
Creo que el tema merecen necesitare profundicemos más en él.Llevo muchos años dándole vueltas a estas cuestión. Ya sé que a veces el lenguaje resulta prolijo o tedioso cuando se pretende evitar el sexismo ensueño uso. Pero la corrección gramatical es, para mí, un problema mayor.
Nunca diré, cuando muere una mujer a manos de su pareja, que la causa ha sido el lenguaje sexista. Pero seríamos poco rigurosos si dijésemos que esa causa no ha influido ABSOLUTAMENTE NADA. NADA DE NADA.
CLARO QUE ES UN PROBLEMA POLÍTICO, IDEOLÓGICO Y ÉTICO y no solamente LINGÜÍSTICO.
HAY QUE PROFUNDIZAR MÁS EN ÉL.
Un abrazo.
Y gracias.
MAS
Hombre, José Antonio. Tú siempre tan ecuánime y neutral. Bonitas citas (de gente de «Podéis», como casi siempre). En este caso de la nunca bien ponderada ni valorada expresentadora de TVE que, como es bien sabido, divide la humanidad en «fachas» (la mayoría) y gente majísima. Buscando con internet y sin demasiado esfuerzo yo también he encontrado algunas citas de esa eximia mujer.
Florilegio de tweets de Rosa Mª Artal:
Siempre me he preguntado al ver en mi TL a un periodista si sigue con aquella puta jovencita por la que me quitaron un puesto en TVE.
15:12 – 23 feb. 2014
En respuesta a @mjdelrio
@mjdelrio una señora muy gorda que es -o era- una figura de la COPE y tiene un apellido como alemán. Y el TDT completo ha asentido.
15:54 – 1 may. 2013
11 millones de viejos. Y obstaculizando el voto de los jóvenes emigrantes. rosa maría artal agregado,
0:37 – 2 dic. 2015
Ah, el problema del menor crecimiento (o recesión) es que los viejos no se mueren, según la vieja Lagarde.
15:29 – 7 abr. 2015
Como para encontrártelo en un callejón oscuro o.. en un Eurogrupo neoliberal rendido a la Alemania de las pesadillas (sobre Wolfgang Schäuble, un señor de 73 años en silla de ruedas)
Desolada estoy. Leo que Paula Echevarría y David Bustamante «están al borde de la separación». Pero ¿Qué hacía una chica tan maja con ése?
9:09 – 24 nov. 2014.
Por cierto, bien mermada, esa señora fea, caballuna, vieja y gorda no sé de qué presume, ni el napoleoncito francés.
23:50 – 7 dic. 2011
Pasma ver cuánto fascista hay por cualquier parte que vayas. Gente majísima también pero fachas un montón.Y con qué tranquilidad se muestran
13:41 – 5 sept. 2015
¿Cómo acude a comprar tanto facha a uno de los grandes supermercados más baratos de Madrid? ¿No vienen de los 7 pares de Francia?
5:28 – 29 dic. 2011
Con el afecto de siempre…
Como siempre, lo he leído todo.
Cuando pueda, contestaré u opinaré mejor, con más tiempo.
Nunca he ocultado mis ideas, insisto, mis ideas, y cuando sobre un tema me las voy formando, no creo que sea la neutralidad lo que busco.
Como todos y todas, me he reído con lo escrito sobre las herejías del lenguaje, sobre la veciña. Siento que parezca que nos desviamos, pero algunos, y también algunas, se siguen cachondeando de algo que, en el fondo, encierra un problema muy serio.
Para ir haciendo boca, dejo a un par de personas (a modo de escudo) para que podamos darles duro.
Carlos Madrid:
«El ser humano es un animal complejo en el que un mejunje de contradicciones y dicotomías chocan entre sí constantemente. Un ser difícil de definir, ya que sus pensamientos y actos no siguen una única autopista, sino más bien se bifurcan en múltiples carreteras secundarias que su cerebro va empleando en función del momento. Esto ha llevado, y sigue llevando, a que a lo largo de la historia se den continuamente casos en los que un ser humano puede construir lo más bello y cometer el acto más execrable al mismo tiempo, a que en él se aúnen la luz más pura y la oscuridad más turbia simultáneamente.»
Manuel Rivas:
«DE KAFKA aprendemos que los grandes crímenes se gestan en las “oficinas”. Sabemos que hay una cultura estupefaciente, y una presunta civilización que empapela la barbarie, pero lo que nos resulta más difícil de digerir es constatar que algunos referentes culturales que asociamos con el librepensamiento, mentes lúcidas que suponemos alertas a los prejuicios y los dogmas, van a descarriar siempre en la misma estación. Y es cuando se detienen en el mundo femenino. Cuando hablan de las mujeres.»
https://elasombrario.com/la-belleza-del-mal-artistas-
genialeshttps://elpais.com/elpais/2017/12/29/eps/1514562023_719366.html
Ee donde aparece lapalabra gallega veciña debía aparecer cecina ( la cecina es una persona que ha matado gente).
https://elpais.com/elpais/2017/12/29/eps/1514562023_719366.html
El lenguaje es un tema infinito. Aquí se ha visto cómo una de las facetas (el sexismo en el lenguaje) da para no acabar.
Creo que la discriminación de la mujer en el lenguaje es una cuestión más importante de lo que parece.
Espero el artículo que MAS promete sobre la cuestión y, en esa semana, seguiremos el debate que aquí se ha iniciado.
Ya llega el fin de semana. Saludos.
Estimada Maribel:
Gracias por la lectura del artículo. Y gracias por el comentario.
Volveré sobre el sexismo en el lenguaje. Quizá para la fecha tan señalada del 8 de marzo.
Cada vez que aparece un problema de muerte o de maltrato se me viene a la cabeza el interrogante de las causas. ¿Cuáles son las causas del sexismo? ¿Cómo se nutre? Y todas las posibles causas me parecen importantes. Es difícil negar que en el lenguaje hay sexismo y que esa es una de las fuentes de las brotan las aguas envenenadas del machismo.
De todos modos, el tema de hoy es más amable y divertido.
Y también esa dimensión puede ser de interés.
Besos y gracias.
MAS
Buenas tardes Miguel Ángel, me llamo María Jesús, soy estudiante del máster de profesorado en la Universidad de Málaga, hace un par de meses vino a darnos una charla a una clase de Lidia, sobre la comunicación. Ahora mismo estoy haciendo las prácticas en el instituto y justo hoy en tutoría me he dado cuenta de que el alumnado tiene problemas de comunicación, no se saben comunicar entre ellos, no se escuchan, no se prestan atención… Así que me he acordado de la charla suya y sobre todo del par de «juegos» que hicimos, y me parecen bastante interesantes para llevarlos a cabo en la próxima tutoría con ellos. Le escribía por si sería tan amable de facilitarme el material, el de formar la figura no recuerdo exactamente cómo se hacía, sé que era una misma figura pero las piezas tenían distinto tamaño o color, no recuerdo del todo. Y para el otro supongo que sirve cualquier historieta que sea medio larga, ¿no?
Muchísimas gracias. Saludos.
Querida María Jesús:
¿A una clase de Lidia o de Lourdes de la Rosa?
Encantado de poder ayudarte. Vamos a ver cómo hacerlo.
1. De acuerdo con los problemas de comunicación de muchos adolescentes.
2. Esos ejercicios pueden servir pero hay muchos otros.
3. ¿Tú vas por la Facultad?
4. Esos dos ejercicios y otros muchos sobre esa cuestión están en un libro mio que se titula
«IDEAS EN ACCIÓN». Allí está claramente explicado el ejercicio de las figuras.
5. Para que no tengas que comprar el libro, pídeselo a Lourdes. Ella lo tiene. Dile que te lo he pedido yo.
Mucha suerte.
Besos.
MAS
Otro mensaje para María Jesús:
Me gustaría saber si has leído la respuesta que te he enviado sobre tu solicitud.
Y m gustaría también saber si es te viene bien o prefieres otro tipo de solución.
Puedes hacerlo por este medio o en mi correo personal.
Besos.
MAS
Buenas tardes, sí, de Lourdes de la Rosa, un lapsus, le voy a escribir a Lourdes para que me deje el libro y le echo un vistazo para ver que ejercicios hay y cuales me podrían interesar. Mil gracias Miguel Ángel.
PD: no tengo tu correo para ponerme en contacto contigo.
Saludos.
Querida María Jesús:
En el libro hay 70 ejercicios. Algunos sobre COMUNICACIÓN, DIÁLOGO, CONFLICTO, NEGOCIACIÓN, PARTICIPACIÓN…
Uno de los que te interesa se titula Compartir los códigos o algo así.. En la parte final está el dibujo con las indicaciones de forma y color. Allí verás las piezas que hay que entregar al emisor y al receptor.
Hay otro sobre actitudes cooperativas que te puede interesar.
Bueno, ya verás.
Mi correo es: arrebol@uma.es
Puedes dirigirte a mi por este medio o por el correo.
También puedes sacar el libro de la biblioteca. Creo que hay ejemplares.
Besos y ya me contarás.
MAS
Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Saludos!