Esa es la frase que le dice un jardinero a otro, mientras realizan las tareas de poda en dos largas hileras de árboles que flanquean la calle principal de la localidad.
– Seamos felices mientras podamos.
Lo que le viene a decir al compañero es que tienen que disfrutar haciendo lo que hacen. Seamos felices. Mientras podamos de poder y mientras podamos de podar.
Veo muchas personas malhumoradas haciendo el trabajo que hacen. Y muchas personas felices. Haciendo las mismas cosas, aunque no haciéndolas igual. Veo a muchos profesores y profesoras maldicientes. Con quejas permanentes sobre los alumnos, sobre la administración, sobre las familias, sobre las sociedad, sobre la vida… Y veo otros que disfrutan cada día de lo que hacen. En la misma escuela, con la misma dirección, con los mismos alumnos… Mi incipiente amigo Antonio Escámez, antiguo Delegado de Educación de la provincia de Málaga, me decía mientras acudíamos no hace mucho a una sesión del Consejo Escolar de Andalucía, que él entraba silbando por las mañanas al Instituto. Algunos colegas, añadía, me miran sorprendidos e incluso escandalizados. Como diciendo: ¿qué motivos tiene para estar contento?
¿Por qué él silba y otros rugen? ¿Por qué él está feliz y otros llegan malhumorados? Esa es la cuestión. Esa es la pregunta que ha presidido la decisión de escribir este artículo. Pocas más importantes.
Lo puede comprobar todo el mundo. Unos llegan los lunes a la escuela como si les hubiera tocado la lotería y otros llegan como aquel condenado a muerte que un lunes se dirigía al patíbulo diciendo: mal empiezo la semana.
Y no es que no haya motivos para la queja. No es que los alumnos sean perfectos y los colegas sean “colegas” y las familias sean colaboradoras entusiastas, y los legisladores sean dialogantes e inteligentes y los inspectores e inspectoras sean especialmente serviciales. No. Puede ser que no. Pero incluso cuando se lucha para tener mejores condiciones se puede tener espíritu positivo y optimista.
Hacer lo que gusta es un modo de conquistar ese estado positivo ante la realidad, ante las personas, ante la tarea y ante nosotros mismos. No siempre se puede hacer lo que se desea. A mis alumnos, futuros maestros y maestras, que habían llegado a la Facultad de rebote (no les daba su nota para entrar donde inicialmente habían preferido) les decía: “si no podéis hacer lo que amáis, sí podéis amar lo que hacéis”.
Hacer bien lo que gusta es otra manera de alimentar la actitud abierta y optimista ante la vida, el trabajo y las personas. No es lo mismo hacer un trabajo con pasión que arrastrarlo penosamente.
Hacer juntos lo que gusta es otra manera de incrementar la satisfacción que puede embargarnos. El trabajo colegiado es una fuente de satisfacción. Las personas aprenden, se ayudan, se corrigen, se motivan, se potencian mutuamente.
Me da pena y rabia comprobar cómo muchos jóvenes que disfrutarían desempeñando la tarea docente tienen que dejar su puesto a profesores amargados que hacen la vida imposible a sus alumnos.
Acabo de leer dos libros sobre estas cuestiones que no forman parte del core curriculum pero que son esenciales para el desarrollo de la persona. Uno por “obligación”, ya que tenia que escribir el prólogo que las autoras y la editorial SM me habían pedido amablemente. Otro por “devoción”, por ser el libro de una amiga de muchos años. Cuando una amiga escribe no puedes resistir el apremio de la lectura. El primer libro se titula “Habilidades para la vida” (SM) y está escrito por Andrea Giráldez y Emma-Sue Prince. Analizan en él nueve habilidades que consideran esenciales para vivir felizmente, para aceptarse a sí mismo y para relacionarse bien con los demás. A saber: Conocerse a uno mismo, adaptabilidad, optimismo, resiliencia, integridad, empatía, escucha activa, pensamiento crítico y creativo y proactividad. Explican qué son esas habilidades, por qué son importantes y cómo pueden adquirirse y desarrollarse. El segundo es una obra recientemente publicada por Mar Romera en la Editorial Destino y que se titula “La familia (la) primera escuela de las emociones”. El paréntesis es mío. Explica en él de forma clara y convincente la importancia que tiene el desarrollo emocional y la forma en que los padres y los profesores podemos ayudar a nuestros hijos y alumnos a conseguirlo.
En ambos libros se muestra cómo las raíces de la felicidad humana se nutren de la tierra fértil de las emociones y de los sentimientos. Puedes tener la mente saturada de amplios y sofisticados conocimientos y, al mismo tiempo, ser plenamente desgraciado. Puedes tener dinero, poder y fama a raudales y ser profundamente infeliz.
Cuántas veces buscamos donde nada se puede encontrar. Cuántas veces hurgamos en lugares donde no podemos hallar más que angustia e insatisfacción.
María de Mar Romera reproduce en su libro una antigua historia que tiene muchas versiones y una enseñanza clara y contundente.
Un viajero llega a un pueblo y se cobija bajo un árbol para pasar la noche bajo el doble techo de las ramas y del firmamento.
De pronto llega un aldeano y, después de saludarle cortésmente, le dice:
– Te ruego, por favor, que me des la piedra que posees
– ¿Qué piedra?, dice el viajero
– Hace varias noches me ha dicho en sueños el señor Shiva que llegaría al pueblo un viajero que dormiría a la intemperie y que sería poseedor de una piedra maravillosa. Me aconsejó que viniera a pedírtela.
– Hace siete días, dijo el viajero, encontré en el sendero una piedra brillante, hermosa como ninguna que hubiera visto antes.
– Te pido que me la regales, por favor.
– El viajero buscó en su zurrón y entregó al aldeano el diamante más grande que jamás había visto.
Le dio las gracias sorprendido y entusiasmado y se fue lleno de gozo. Pasó la noche en vela, inquieto, nervioso, vigilando su tesoro. De mañana se acercó al lugar donde estaba el viajero todavía dormido. Esperó a que se despertase. Cuando lo hizo, el aldeano le dijo:
– Buenos días.
– Hola, buenos días. ¿Qué es lo que desea ahora?
– Vengo a darle las gracias por el dimane. Y a devolverlo. Lo que quiero que me entregue ahora es la sabiduría necesaria que mostró ayer para desprenderse con tanta facilidad de una joya tan valiosa.
El aldeano descubrió inteligentemente que la riqueza del viajero no era el diamante sino la sabiduría de prescindir de él sin minar su felicidad. Esa es la sabiduría que se encuentra en los dos libros que he mencionado más arriba. En los libros y en la filosofía que los inspira.
Es importante conocer el secreto de la felicidad. Esa ciencia que nos ayuda a vivir felizmente con nosotros mismos, con los otros, con nuestro trabajo, con la sociedad. Y esa ciencia se aprende. Se aprende en la familia y en la escuela.
En mi prólogo al libro de Andrea Giráldez y Emma-Sue digo: “Algunos objetan que no se puede abandonar el desarrollo del curriculum académico para distraerse con otras preocupaciones, por muy sensatas que sean. Quienes así piensan, se equivocan. Porque para aprender hace falta, como certeramente plantean las teorías constructivistas, una disposición emocional para el aprendizaje y no solo la coherencia lógica externa e interna del conocimiento. Solo aprende el que quiere. El verbo aprender, como el verbo amar no se pueden conjugar en imperativo…”.
Hay que aprender a ser felices en el trabajo que hacemos, como exhortaba el jardinero a su colega. No hacerlo seria una desgracia para nosotros y una crueldad con quienes podrían serlo en nuestro lugar.
Hola Miguel Ángel cómo estás? Qué hermoso artículo !! la vida está plagada de momentos felices, tristes, de incertidumbre …. es un crisol de emociones y sensaciones por descubrir cada día. Los niños necesitan y tienen el derecho de tener una seño feliz, que sonria, que disfrute con alegría de cada aprendizaje compartido. Se que no es fácil en la sociedad en la que vivimos pero debemos construir nuestra felicidad cada día, por momentos mi escuela es tóxica pero esos pequeños que te esperan cada día te alientan a seguir luchando, amando y viviendo … un cariño para vos y tu familia.
Querida Marisa:
Me preocupa esa sensación que manifiestas respecto a la toxicidad de tu escuela.
Creo que es importante preocuparse de la felicidad de los niños y de las niñas en la escuela.
Ese es uno de los prioritarios objetivos de la educación, a mi juicio.
No tiene mucho sentido cultivar mentes cultas y corazones desdichados.
Besos. Gracias.
MAS
hola!! a mi tambien me preocupa que en varias oportunidades el mal humor, el desgano y la falta de amor por lo que se hace (de algunos compañeros)sea contagioso y perjudique al grupo de trabajo. Saludos
Querido Miguel Ángel.
Coincidiendo con el tema que abordas, ha salido en los diarios digitales en los que participo (y soy miembro del consejo de redacción de los mismos) un breve, pero interesante, artículo de una joven colaboradora.
Os invito a que lo leáis pues creo que del mismo salen algunas reflexiones que vienen muy bien sobre este tema tan peliagudo como es la felicidad.
http://www.montilladigital.com/2017/07/maria-jesus-sanchez-felices.html
Un abrazo a todos los que penetran en El Adarve, a lo que deseo, al menos, cinco minutos de felicidad diarios.
Querido Aureliano:
Interesante reflexión la de María Jesús Sánchez. Combatir la idea de que es te es solo un Valle de lágrimas, como ella dice y pensar que hay momentos de felicidad y de tristeza que se suceden. Pero sabiendo disfrutar los buenos momentos.
El Acto ese Homenaje fue extraordinariamente emotivo. Dos horas y media maravillosas para el adiós. Salí abrumado. Carla hizo una maravillosa intervención, que yo desconocía. Y, luego, la cena.
Un gran abrazo.
MAS
Todos, Miguel Ángel, hemos experimentado en la vida lo que dices en tu artículo. Gente que todo lo ve negro y otros que todo lo ven claro, y entre esos dos extremos, los más ecuánimes, que ven las cosas con matices, para mi modo de ver, más realistas.
Ir cada día a la escuela como quien va al patibulo, es eso, un tormento. El ir optimista e ilusionado por ofrecer algo, es lo que debiera ser habitual.
Es muy difícil acudir con entusiasmo a la escuela cuando se ha perdido el prestigio y la autoridad ante los alumnos. He visto salir llorando a hombres de su clase. En esas situaciones el optimismo se hace tarea imposible. Hay otros que parece que ya nacieron protestando de todo. Es difícil que vea el mundo claro el que lleva incorporadas gafas oscuras y que no las quiere cambiar.
Donde unos ven bondad, otros ven tmaldad, entra dentro de la diversidad humana. Ya Calderón de la Barca decía “que del más hermoso clavel del jardín, el áspid saca veneno y la abeja dulce miel.” Eso ocurre con los seres humanos.
Me adhiero a tus reflexiones que nos llevan a ver las cosas de modo optimista y a buscar la felicidad, fruto no siempre tan fácil de encontrar, pero ahí está.
Saludos a todos.
Querido Joaquín:
Otra vez un comentario certero, sensato y positivo.
Gracias.
Ayer me acordé de ti porque hice referencia en el Homenaje a la etapa que compartimos.
Fue un acto emocionante que duró casi tres horas. Luego, una cena en compañçiua de muchos amigos y compañeros/as.
Horas de intensa felicidad.
Decir adiós está lleno d emociones.
Un abrazo.
MAS
Querido Miguel Ángel.
Hay un conocido poema de Bertolt Brech, de todos conocido, que comienza diciendo: “Hay hombres que luchan un día, y son buenos…” y finaliza con “Pero hay otros que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.
Tú te encuentras entre los que han trabajado y luchado toda su vida por una enseñanza y educación cargado de entrega y optimismo, por lo que tú sí que eres imprescindible en este mundo que absurdamente te dice que te quedes en los márgenes.
A partir de lo indicado, entiendo el gran agradecimiento de todos los que te han conocido, de todos los que te quieren por tu enorme generosidad. Para mí no hay nada de extraño en esa sincera participación. Pero me gustaría haber estado en el momento en el que Carla, esa chica que se inicia en la adolescencia, hablando de su padre… Y me hubiera gustado mirarte, verte en esos momentos, pues sé que su intervención no prevista por ti era un inmenso regalo que seguro te desbordaba.
Desde la distancia, recibe un fuerte abrazo y seguiremos contigo caminando por ese Adarve que sirve de vigilancia para que la utopía siga viva.
Querido Aureliano:
Pues sí, la intervención de Carla fue para desbordante. Ahí se me fueron las lágrimas. También fue hermosa la idea de Juan Miguel Ramirez que tocó el piano mientras Lourdes y Carla, alternativamente, leían los títulos de mis libros. Me sentí abrumado por tanta generosidad de un centenar de personas que un viernes por la tarde tuvieron la amabilidad de acompañarme en el adiós.
Ahora, como dices, estaré en los márgenes, pero con la ilusión cien por cien.
No digas que no estuviste porque yo te sentí muy cerca.
Un gran abrazo.
MAS
Querido amigo y maestro:
Muchas gracias por todo.
Si me hubieran dicho hace unos veinte años que iba a compartir aquella tarde-noche contigo y con muchos maestros que tuve en la Universidad, no lo hubiera creído. Pude seguir aprendiendo y disfrutando. Fue un regalo, un premio, un sueño… Probablemente, haya sido un sueño. No puede ser verdad… Tantos grandes docentes reunidos es demasiado para un alumno tan pequeño como yo.
Inolvidable…
Muchísimas gracias por todo otra vez MAS.
Un abrazo.
Querido Juan Miguel:
Esta profesión tiene esas grandes cosechas. Una de ellas la de tener entre las personas queridas un alumnos como tú. Y eso que no te considero alumno mío sino compañero de aprendizaje.
Ya te dije que tu iniciativa fue novedosa, rica, emocionante… Lo tuvo todo. Hasta el hecho de ser improvisada.
Y no me olvido de tu medalla de ORO. Hay alumnos que superan a sus maestros.
Un abrazo para ti y par tu hermosa familia.
MAS
Querido amigo y maestro.
Tus palabras son excesivas. Comprendo que proceden de una persona de gran humanidad con un corazón de una generosidad admirable.
Muchísimas gracias.
Un abrazo también para tu hermosa familia de parte de la mía.
Hola Miguel Ángel.
Voy a darle una vuelta de tuerca a tu comentario. Recientemente en el facebook vi un interesante video de cómo se produce la felicidad a nivel fisiológico. Lo he buscado en youtube y os dejo aquí el enlace.
https://www.youtube.com/watch?v=EOeI1AaQwdk
Es cusioso ver la imagen de molécula de miosina llevando endorfina sobre un filamento neuronal en la parte interior de la corteza cerebral. Y es que las emociones, los sentimientos, las sensaciones, incluso los pensamientos son procesos físicos. Hablar de la dualidad mente cuerpo cada vez resulta más incompatible viendo imágenes como estas. Parece ser que todo es físico.
Sea como fuere, prefiero que mis moléculas de miosina no se cansen de transportar a las endorfinas. Y cómo no, también procuro lo mismo con las moléculas de mis alumnos y alumnas.
La docencia no es una tarea fácil, puede llegar a ser muy ingrata. Si te gusta esta profesión, si disfrutas enseñando y aprendiendo de tus alumnos, si compartes con ellos sentimientos y emociones, la tarea se hace cuesta abajo… Peeeero… si amigo mio (referido al lector), no disfrutas de este trabajo ni de tus alumnos, te compadezco, ¡cómo debes sufrir! Pero me compadezco más de tus alumnos, ¡como deben sufrir! Ya sé que el mercado laboral no está para pasar de un sitio a otro con facilidad, pero inténtale, seguro que encontrarás un sitio mejor para que tus endorfinas salgan de paseo con más asiduidad…
Hablando de felicidad… ¡Feliz verano para los habituales de este blog! José Antonio, Aureliano, Joaquín, Loly Jesús,… y Miguel Ángel. Entre remojón y remojón habrá tiempo para seguir aprendiendo de todos vosotros.
Gracias Juan Carlos!!! hermosa estación el verano , aca en Argentina comenzó el invierno, una estación que tambien tiene su magia… un cariño para vos y gracias por tus comentarios que siempre me llevan a reflexionar. saludos Marisa
Estimada Marisa. Mágico es todo lo relacionado con el universo…, Cómo la órbita de la Tierra alrededor del Sol sube y baja, cómo la inclinación del eje terrestre y la división en dos del planeta condiciona las estaciones y la duración del día y la noche, es más que mágico, es alucinante, impresionante, increible,…
El universo visto a escala es como la molécula de miosina transportando la endorfina… Todo es relativo…. ¿quien no nos dice que un planeta sea como un neutrón estructurando un átomo… ?
Dada la óbita elíptica y la posición de la Tierra respecto al sol vuestros inviernos son algo más frios y los veranos más cálidos que en nuestro hemisferio. Disfruta del frío…, disfruta posteriormente de la templanza que pronto llegará también el calor…
Saludos.
Querido Juan Carlos:
Gracias por el vídeo que nos has permitido disfrutar. El problema que yo veo con estas cuestiones es si porque se produce ese proceso estamos felices o si es al contrario: porque estamos felices se produce ese proceso.La causalidad.
Si la felicidad fuese la simple consecuencia de esas dinámicas neuronales, estaríamos entregados a la biología de forma determinista. Pero yo creo, más bien, que somos nosotros quienes provocamos esos procesos con nuestras actitudes, con nuestra voluntad de afrontar las cosas de una manera determinada.
Me ha llamado la atención la contraposición que haces entre fácil e ingrata. Porque lo contrario de fácil ser´ìa difícil, pero no necesariamente ingrato. Quiero decir (estoy de acuerdo contigo) que la tarea educativa no es fácil (tengo preparados tres artículos para el blog al respecto) peor que por ello no tiene por que ser ingrata y generadora de infelicidad.
Querido amigo, feliz verano para ti y para tu familia.
Nos seguimos citando en esta plaza para charlar algún ratito en el verano.
Un gran abrazo y muchas gracias.
MAS
Exelente artículo. E importante tema. Porque no hay nada más importante que alcanzar la felicidad. No depende tnto dl dinero ni de la fama ni del poder. Depende de la actitud ante la vida, ante el trabajo, ante los demás y ante nosotros mismos.
Muchas gracias por el artículo.
Y gracias también a los comentaristas,
Saludos.
Querida Magdalena:
Gracias por leer el artículo y gracias por aportar tu comentario.
Sí, yo creo que tenemos en nuestras manos la clave de la felicidad. P^rueba de ello es que con el mismo trabajo, con parecidas cndiciones, con similares desgracias… unos son felices y otros son desgraciados.
No es el exterior lo que nois hace más o menso felices sino la actitud. No es lo importante lo que nos pasa sino cómo vivimos lo que nos pasa.
Besos y gracias.
MAS
Simpática anécdota la de los jardineros.
Y muy aplicada a la enseñanza. Nuestra “poda” está en las aulas, en los pasillos, en los patios, en la sala de profesores….
Seamos felices mientras po∂amos.
Estoy segura de que si hacemos latera felizmente será mucho más eficaz.
Me ha llamado la atención la idea de que habiendo tanta gente que daría media vida por ese trabajo es una pena que otros maldigan el trabajo que hacen.
¡¡¡Saludos!!!
Querida María:
Lo he pensado muchas veces. He conocido maestros y maestras que yo creo que hubieran trabajado gratis. Y felices.Es una lástima que haya docentes que maldicen su profesión, que van hastiados al aula, que no se sienten afortunados por hacer lo que hacen.
Y he visto miles de profesores en países de Hispanoamérica que una octava parte del sueldo trabajan con una enorme ilusión y se forman pagando los cursos de su bolsillo. Me dijo un profesor en cierta ocasión: He recorrido más de mil kilómetros par escucharlo.Admirable.
Besos y gracias por tu comentario.
MAS
Estimado Profesor. Siempre es un placer leerle y mayor si se tiene la posibilidad de escucharle públicamente.
Siento identificación con lo expresado en el artículo, escogí esta profesión como segunda opción, pues quería ser periodista, sien embargo, siempre pensé que se ha de amar lo que uno hace.
He entregado parte de mi vida a enseñar (lo poco que seguramente se) a otros, creo que a diario este camino me ha regalado la fortuna de encontrar satisfacciones hasta en las cosas más pequeñas, una sonrisa, un beso, una respuestas… un alumno feliz es una victoria para su maestro.
¿Puede haber mayor felicidad que esa? la de poder compartir o propiciar la felicidad de otros. No cualquier profesional puede vanagloriarse con esto.
Al llegar a mi escuela mis problemas se disipan porque he pretendido encontrar nuevos retos y desafíos en lo que hago. Creo que por allí va el secreto…
Ya no doy clases, pero las doy ahora con los maestros que acompaño como Directiva, y ellos me enseñan a mi también cada día ; porque los maestros nunca pueden dejar de ser aprendices…
Creo que mi profesión es un regalo de vida y quiero vivirla felizmente de ese modo…
Gracias una vez más por tan inspirador artículo
Jenny Gil
Venezuela
Querida Jenny:
Qué hermoso y aleccionador comentario.
Muchas gracias.
Mer encanta leer que”un alumno feliz es una victoria para su maestro”.
Creo esta es la profesión más delicada, más importante y más difícil de l historia. No en vano trabajamos con la mente y el corazón de las personas.
Es muy importante realizarla desde el optimismo y la esperanza porque la tarea de la educación parte del presupuesto de que el ser humano puede aprender, de que puede mejorar. Si esto se niega la educabilidad se rompe.
Muchas gracias por tu comentario.
Sé feliz en tu tarea y ayuda a ser felices a los demás.
POR ESO TE DIGO DOS COSAS: felicidades y felicidad-des
Besos.
MAS
Interesante la historia del viajero y el diamante. El verdadero valor no estaban la joya sino en la actitud de desprendimiento.
Sabemos muchas cosas y, en teoría, nos parecen aceptables. Otra cosa es la práctica. Es curiosa la capacidad del sr humano para autoengañarse,
No creo que se tanto de saber cuanto de hacer.
Ahí está el problema.
Saludos y gracias.
Querida Mariví:
Gracias por leer y por comentar este artículo.
Efectivamente, muchas veces tenemos claras las ideas pero falta el llevarlas a la práctica. En parte por comodidad, en parte por rutina, en parte por autoengaño.
Creo que no hay señal más clara de inteligencia que la que nos conduce a ser felices y a ser buenas personas.
Besos y gracias.
MAS
Hola Miguel Ángel:
Espero que te hayas recuperado del potente fin de semana pasado. Estoy seguro que has sido muy feliz llorando (y haciendo muchas otras cosas).
El tema de esta semana se las trae, es de los gordos. ¡Quién dominara esta ciencia que dices que se aprende!
Yo no conozco el secreto para que los momentos o días felices (alegres, optimistas) sean mayoría. Pero pienso ( como tú, creo) que el humor o el talante con el que afrontamos lo que hacemos, y también cómo nos relacionamos con las personas, es básico para poder vivir de una forma aceptablemente feliz, sana, humana.
Todos conocemos a personas que se levantan de mal humor. Que, como suelen decir, hasta que toman el café, o pasan unas horas, mejor que te pillen lejos. No sé por qué ocurre esto. Supongo que tiene que haber de todo. Yo tengo la suerte de levantarme “silbando”. Luego vendrán los acontecimientos de la vida, pero empiezo con buen pie.
Si podemos, podamos. Aprende el que quiere (y puede).
Un fuerte abrazo.
Querido José Antonio:
Fue un viernes de grandes emociones. Mucha gente y mucha gente querida.
Esta es una profesión que da cosechas increíbles.
Me gustó que participasen muchos de los asistentes:familiares, profesores, ex alumnos, médicos, conserjes…
Claro que la intervención de Carla fue la de las lágrimas.
Gracias por hacerme revivir tantas emociones.
Me alegra saber que levantas silbando. Eso quiere decir que afrontas con ilusión el nuevo día. Ojalá que esa ilusión inicial se vaya incrementando en lugar de ir desapareciendo a lo largo del día.
Un gran abrazo.
MAS
He visto que pocos han hecho referencia a la historia del viajero y el aldeano.
Yo la veo fundamental.
Porque una cosa es el dinero, las cosas, e l poder y la fama y otra el desprendimiento que nos permite disfrutar de la vida.
Lo que pasa es que las cosas nos seducen con su fulgor.
Pero la felicidad está en otro lugar.
Un abrazo.
Gracias, profesor, por estas reflexiones que nos conducen a lo esencial.
Hay muchos textos insustanciales que nos alejan de lo fundamental.
Conviene que, de vez en cuando, vayamos a lo que es verdaderamente importante y no solo a lo urgente, a lo perentorio, a la acción sin sentido.
Muchas gracias.
http://www.outono.net/elentir/2017/07/06/el-valiente-y-politicamente-incorrecto-discurso-de-trump-que-ha-sido-ovacionado-en-varsovia/
Gracias Miguel Ángel por este artículo!!
Considero que la alegría por trabajar en la educación tiene efectos que contagian. Es muy difícil mantenerse amargado frente a colegas que “entran silbando” y alumnos que te miran con sonrisas y creen que es un buen día el de hoy.
Abrazo enorme desde Montevideo.
Estimado Ariel:
Me ha encantado encontrarme contigo en las calles de esta pequeña ciudad que es el blog.
Creo que la educación es una tarea intrínsecamente optimista.
Personas como tú contribuyen a hacerlo así.
Un abrazo.
MAS
Admirado maestro Miguel Ángel,
No se imagina el gusto que siempre concreto al leerlo, me hace resurgir la esperanza, las ganas de aprender siempre para poder impregnar un poco a mis estudiantes de ello.
Le escribo desde Florencia- Caquetá (Colombia) quizás lo recuerde como una provincia, acá en donde la pobreza se atrinchera pero quedan las ganas de seguir avanzando cada vez y poder construir un mundo mejor para todos. No sé si recuerde a la vez, que soy también la desesperada estudiante de Maestría de la Uniamazonia que en una oportunidad suplico por su ayuda, (risas) Pues bien, casi estoy culminando el proceso de formación y adelanto un proyecto denominado: “NARRATIVAS COMO MEDIACIÓN METODOLÓGICA PARA PROMOVER LA RESILIENCIA DE NIÑOS Y NIÑAS EN CONTEXTO EDUCATIVO VULNERABLE”. Como sabe, en investigación no hay nada terminado, es una aventura siempre, que se torna cada vez más interesante. Dado el tema de investigación decidí molestarle nuevamente. ¡Claro si es posible!… Con ello me refiero específicamente al tema sobre Resiliencia, recomendaciones sobre autores que usted considere valiosos, libros y en general cualquier trabajo que conozca.
Agradezco sus aportes y le deseo un centenar de bendiciones para usted y los suyos.
Con amor,
Sirley
Querida Sirley:
Recuerdo con mucha intensidad y afecto estancia en Florencia. Inolvidable experiencia.
Claro que recuerdo, aunque no con plena claridad, aquella lejana demanda.
Me parece muy importante que trabajes para las personas más vulnerables.
Exist holy una abundantísima bibliografía sobre resistencia.
Recuerdo cómo me impactó el libro de Boris Cyrulnik “Los pasitos feos”.
Supongo que no necesitas una larga lista de libros a la que puede acceder fácilmente.
Besos y ánimo.
MAS