Siempre me ha preocupado crear en el aula un clima en el que fuera fácil formular preguntas. Un clima basado en la confianza, la curiosidad, el interés y la solidaridad… Un clima en el que quien formula preguntas una y otra vez no sea visto ni por el profesor ni por los compañeros como un impertinente.
Hay muchas formas de matar las preguntas: nerviosismo del profesor que considera que las preguntas ralentizan el proceso de enseñanza e impiden el desarrollo del temario, ridiculización de quien hace preguntas simplistas, contestaciones lacónicas, insuficientes o malhumoradas del docente…
El nerviosismo del profesor puede proceder también de su temor a que se le hagan preguntas difíciles o capciosas. Preguntas que no sabría responder… Para mantener la tranquilidad, mejor que quemarse las pestañas estudiando angustiosamente, es reconocer de antemano que no se sabe todo y remitir la respuesta a una exploración colectiva.
– No lo sé. Mañana vamos a traer todos una respuesta a esta interesante cuestión.
Cada alumno es diferente a los demás. Hay que animar a quien no se atreve, al que teme no saber lo suficiente, al que alguna vez fue humillado por preguntar y ha decidido no volver a hacerlo. Existe el peligro de pensar que todos son como nosotros. Al locuaz le cuesta creer que haya alguien que no se atreve a preguntar y el retraído tiende a pensar que es muy difícil tomar la iniciativa para hacer alguna pregunta. Algunos no son capaces de formular una pregunta ante un grupo numeroso de compañeros. En esos casos puede invitarse a que se formulen por escrito o a que pregunten al compañero que tienen al lado. Sería deseable tener la capacidad de meternos en la piel de los demás.
Alguna vez he preguntado por las causas del silencio cuando no se ha entendido algo. Un alumno me respondió en cierta ocasión, cuando le pregunté por qué no había pedido una explicación si no había entendido lo explicado:
– No pregunté, dijo, porque pensé que ya lo estudiaría yo solo cuando llegase a casa.
Hay preguntas y preguntas. Algunas se formulan sin pensar, de forma escasamente reflexiva. Otras tienen profundidad y resultan estimulantes. Son éstas ultimas las que merecen el aplauso y la felicitación.
Hablo de situaciones normales. Ya sé que puede haber trampas y problemas. Recuerdo una clase en la que los alumnos se habían confabulado para hacer cadenas de preguntas que impidieran avanzar en el programa con un nuevo tema…
Si un profesor tiene interés en saber lo que pasa con las preguntas en su aula no debe responderse con intuiciones, suposiciones, adivinaciones o deseos, debe explorar con rigor. Para ello tiene que liberar la voz de sus estudiantes. Preguntando de forma anónima, por ejemplo. O preguntando a través de terceros. Se puede favorecer la formulación de preguntas si se felicita a quien las hace.
Hay que invitar a formular preguntas en el momento oportuno. Cuando suena el timbre para salir al recreo no es el momento de decir:
– ¿Alguna pregunta…?
Si alguien la formula es fácil que todos le miren de forma asesina. No es el momento. Mejor sería hacer esa invitación cuando hay tiempo para contestar.
Observando en cierta ocasión un aula, vimos que el docente decía de forma reiterada, casi como un latiguillo:
– ¿Está todo claro?
Preguntamos al profesor qué es lo que quería decir con esa frase y nos respondio que pretendía comprobar si habían entendido lo que él había explicado. Al preguntarle si levantaban la mano dijo que no y al pedirle explicación sobre por qué creía que no lo hacían nos dijo que era porque lo entendían. Sin embargo los alumnos dijeron: Lo que dice de verdad no es si está todo claro sino que nos trae cuenta que todo esté claro. Porque, de lo contrario, se molestaba, o decía que el temario era largo o que lo que no se entendiera lo explicaría fuera de clase… Su forma de proceder había aplastado las preguntas. No eran bienvenidas, no eran celebradas, no eran deseadas…
Voy a contar una experiencia que alguna vez realicé en las clases y que acabo de repetir en un Taller realizado en la Universidad de Costa Rica. La he incluido en mi libro “Ideas en acción” (Homo Sapiens. Rosario). Está llena de sugerencias didácticas. Planteo a continuación cómo se lleva a cabo y luego las contundentes conclusiones que se derivan de ella.
Pido un voluntario o voluntaria que actúa de profesor o profesora del grupo.
En una primera parte le va pidiendo a los asistentes que dibujen en un folio una secuencia de cinco cuadrados que él tiene en sus manos. Da las instrucciones de espaldas al grupo, sin repetir nada de lo que dice y sin aceptar pregunta alguna de los asistentes.
Es llamativo constatar que nadie hace los cinco cuadrados bien orientados. El fracaso es total y el tiempo que tarda en dictar el ejercicio es muy breve.
En una segunda experiencia, ese docente improvisado expone la forma de reproducir otra serie de cinco cuadrados. Mira al grupo, repite cuando es necesario e insta a que realicen preguntas cuando no entiendan. La dificultad es la misma que en la primera parte. Todos o la mayoría hacen bien la tarea. Eso sí, se tarda mucho más tiempo en realizarla.
La diferencia entre la primera y la segunda forma de hacer la tarea radica en la retroalimentación. En la primera nadie puede preguntar. En la segunda se invita a que lo hagan libremente.
La comprensión de los mensajes es mayor cuando se puede hacer preguntas. Es curioso observar la diferencia de resultados, que pasa del 0 % de éxito al 100%. En el primer caso se podría haber concluido que el grupo era malo por su incapacidad o falta de atención.
Para que haya preguntas es necesario un tiempo que a veces no se tiene y que, cuando se tiene, no se quiere dedicar a plantear la actividad de ese modo. Pero, ¿qué sentido tiene seguir haciendo cuadrados si se han perdido en el primero? ¿Qunicas o malhumoradas del docentedel temario, ridiculkizacion de quien hace preguntas tontas, contestaciones lacl o entiende no é sentido tiene seguir desarrollando el curriculum si están perdidos desde el comienzo?
Quien también aprende es el profesor que, a través de las preguntas, descubre las dificultades de comprensión que existen, constata errores y encuentra sugerencias didácticas.
– ¿Todos los cuadrados son iguales?
– ¿Hacia abajo o hacia arriba?
– ¿Hacia la izquierda o hacia la derecha?
– ¿Se trata de un ángulo de un vértice?
– ¿Ha dicho en la mitad del lado o en el extremo del lado?
– ¿Todos los cuadrados son tangentes?
– ¿Ha dicho el tercer o el cuarto cuadrado?
– ¿Dónde tenemos que empezar, a la izquierda o a la derecha de nuestra hoja?
– ¿Cómo si fuera una escalera?
Las preguntas ayudan a quien actúa de profesor porque le dan pistas para alcanzar la comprensión. Si comete un error y nadie puede preguntar, el error se instalará en todas las reproducciones.
En el segundo caso se produce un aprendizaje de carácter solidario. Quien lo ha entendido desde el primer momento espera a quien no lo ha hecho. En la primera versión cada uno está a lo suyo, pendiente de su tarea, de su comprensión, de su éxito.
La retroalimentación engendra seguridad y confianza. Su ausencia propicia agresividad hacia la tarea y hacia quien la dirige. Y es lógico. Cuando no se pueden hacer preguntas, las personas achacan su fracaso a quien impide hacerlas. Ojalá que haya en las aulas un clima en el que las preguntas florezcan de forma fácil y espontánea.
Nos días, familia.
¿Qué respondió el profesor?
A los dirigentes tampoco les gustan las preguntas, pero sólo las incómodas.
Las prisas son nuestro enemigo moderno.
Un beso.
Si la escuela no es el lugar en donde formular preguntas…
De nuevo, con el profesor hemos topado. Hay alguno que mejor no preguntar, para qué.
Preguntar puede ser como declarar contra uno mismo. Mostrar tus debilidades, tus ignorancias.
La mayoría de las preguntas del profesor, no son»preguntas», son respuestas, son la respuesta.
Sí, soy muchas cosas, esas y más. Aprovecho que todo el mundo duerme, aunque ya son las9. Dormir es una pérdida de tiempo.
Prisa, Prisa, Prisa, aunque últimamente va de capa caída.¡Otro histórico que cae! Ser honrrado se está poniendo muy caro. Siempre lo fue.
Saludos afectuosos profesor y mucho ánimo.
Como me has «picado», te haré una pregunta fácil:
¿Esta tecnología «ciega» en que pretenden instalarnos (como pura técnica resolutoria y urgente, como entretenimiento aditivo, como control carcelero, …), en que nos puede convertir?
No crees que es bueno que no le sepamos y lo vayamos construyendo a la contra del determinismo imperante.
Saludos a todos.
Estimado Rufino:
Nadie nos puede convertir en educandos si no lo consentimos, si no lo aceptamos. Lo que llamas «tecnología ciega» puede pretender cegarnos, pero nosotros podemos mantener abiertos los ojos. En eso consiste la educación: EN PSAR DE UNA MENTALIDAD INGENUA A UNA MENTALIDAD CRÍTICA. La actitud crítica nos puede salvar de las manipulaciones. Hay, como dices, pretensiones de adormecimiento y de adoctrinamiento, pero ninguna de esas pretensiones puede torcer nuestra voluntad de defensa y nuestra menta actitud críítica. Para ello:
– Hay que estar en actitud de alerta.
– Hay que desarrollar los mecanismos de análisis que nos permitan saber la relación entre causas y efectos.
– Hay que actuar de acuerdo a nuestros análisis y a sus conclusiones.
Un cordial saludo y gracias por participar.
MAS
Querido y madrugador amigo:
Yo también veo las horas en las que escribes. El artículo se hace visible a las seis de la mañana y tú ya estabas respondiendo a las 7.34. Un sábado.Casi antes de poder leerlo.
Es una satisfacción contar conectores tan diligentes y tan participativos. Al parecer por cada uno que escribe hay mil lectores.
Por eso agradezco no solo la diligencia en leer sino la generosidad de compartir las ideas.
De acuerdo en ue la prisa mata muchas veces laspreguntas o la invitación a que las formulemos.
Un abrazo de fin de semana.
MAS
Miguel Ángel.
¿Puedo hacerle una pregunta? ¿Ha leído usted la entrada después de escribirla? Pues hágalo que hay muchas erratas que dificultan esta entretenida y didáctica lectura 😉
Estoy de acuerdo contigo en casi todo el planteamiento de esta entrada. Las preguntas suelen decir mucho más del individuo que sus respuestas. Por ello hay que facilitar las preguntas y no «matarlas», sobre todo en aquellos que son más tímidos o introvertidos.
Dicho ésto, en Educación física hablamos del uso de estilos de enseñanza: tradicionales, participativos, socializadores, individualizadores, creativos o que implican cognitvamente al alumno/a (Delgado Noguera). Dentro de estos últimos (los que implican a la cognición) se habla de resolución de problemas y de descubrimiento guiado. Cuando se resuelve un problema se suelen dar simples orientaciones al alumnado, es en cambio en el descubrimiento guiado donde el profesor va dando pistas al alumnado en función de sus preguntas. Con ello quiero decir que a veces el método puede condicionar el que se formulen más o menos preguntas.
En una enseñanza competencial, como la que nos platea el currículum, también tiene cabida que sea el propio alumno/a el que busque la solución de sus preguntas o las de sus compañeros/as. Así se desprende de metologías como el aprendizaje basado en problemas (ABP), el aprendizaje por proyectos (ApP), el aprendizaje cooperativo (AC), el método de casos (MC)…
El ejemplo que nos plateas en esta entrada entra dentro de una enseñanza tradicional donde el profesor expone y los niños preguntan.
Sirva esta intervención para ampliar el marco de reflexión del artículo, en ningún caso como un argumento contrapuesto porque, conociéndote, estoy convencido que vas a compartir la mayoría de mi argumentación.
Un abrazo.
P.D. Para los docentes andaluces que empezamos el día 12 de septiembre el curso escolar, reitero mis mejores deseos, y para los interinos que se han quedado sin trabajo, que los llamen cuanto antes, que son necesarios.
Estimado Juan Carlos:
1. Voy a dar un repaso al artículo. A veces se cuelan gazapos que, como dices, dificultan la lectura. Gracias por la observación. Hace los escribí un artículo titulado LAS ERRATAS NUNCA ABANDONAN EL BARCO.
2. La experiencia, efectivamente, responde a un modelo tradicional de enseñanza, pero el planteamiento del artículo se refiere a todos los modelos que planteas y a cualquiera de ellos en el que el alumno no sea considerado un mero destinatario silencioso.
3. Me sumo a tus buenos deseos para la comunidad educativa andaluza y para los interinos/as.
Un gran abrazo. Feliz curso.
MAS
Interesante cuestión.
Las preguntas, a veces, resultan molestas pero siempre son importantes.
Muestras el deseo de una persona por saber.
Ya sé que pueden deberse a otros motivos, como el afán de protagonismo, pero hay que darlas por buenas para estimular su presencia.
Saludos y gracias.
¡Querido Maestro! Me agrada su comentario pero más aún me cuestiona mi deseo de saber la interpretación que se hace cuando se formula una pregunta.En todos los ámbitos de la vida hay personas que preguntan con el sano deseo de aumentar su saber y otras que creen que no le hace falta preguntar porque lo saben todo. Un dilema que me absorbe el pensamiento sin poder dar una respuesta acertada a lo que es mejor para el desarrollo humano.
La diferencia está en la diversidad de personas y de pensamientos.
Hay personas que sienten verdadera vocación por aprender y que no le cuesta repartir lo aprendido.
Usted que tiene tanta información me gustaría preguntarle:¿Que es mejor, preguntar para mejor vivir o morir sin preguntar?
Se que con acierto intentara resolver mi difícil dilema.
Sigo sus lecturas pero mi estado anímico me impide a veces dar respuesta a sus comentarios.
¡Pero sigo siendo una ferviente seguidora!
Sin más me despido con un cordial saludo para todos.
Querida Loly:
Quien más sabe, más preguntas se hace. Quien más conocimientos tienes, más dudas se plantea. Hablaba Nicolás de Cusa de la «docta ignorancia». Yo suelo poner un ejemplo para explicar esto.Si alguien sabe de algo un pequeño círculo, lo que se da cuenta que no sabe es lo poquito que rodea ese círculo. Pro si sabe un círculo mayor, se da cuenta que lo que rodea el círculo (lo que no sabe) es más grande. Y si alguien tiene el conocimiento correspondiente a un círculo enorme, está abrumado por lo que no sabe. Por eso los sabios son humildes y los necios son petulantes.
Yo respondería a tu pregunta diciendo que hay que peguntarse muchas cosas, que hay que formular preguntas. Porque así estaremos en condiciones de buscar respuestas: pensando, leyendo, consultando, debatiendo…
Las preguntas son un motor que nos lleva al descubrimiento.
Besos y gracias.
MAS
Lo más importante de las preguntas es saber qué es realmente lo que se quiere saber más qu lo que hay que preguntar.
Sin curiosidad no hay preguntas y sin preguntas no hay búsqueda de respuestas.
Claro que las preguntas parecen hacerlas solo los ignorantes y las contestaciones parece que solo las hacen los que saben, que son otros.
NO: todos podemos (debemos) hacer preguntas y todos podemos dar respuestas.
Saludos.
Estimado Miguel Ángel: Considero que, como vos bien destacás, es fundamental crear en el aula un clima en el que sea fácil formular preguntas. Un clima basado en la confianza, la curiosidad, el interés y la solidaridad… Un clima en el que quien formula preguntas una y otra vez no sea visto ni por el profesor ni por los compañeros como un impertinente.También me parece importante que ese mismo clima se viva entre los docentes y el cuerpo directivo y que no nos olvidemos que en cada persona podemos encontrar a un enseñante, si de verdad nos sentimos aprendices.
Un fuerte abrazo.
Estimado Jorge:
Tienes razón. Todos podemos preguntar si queremos saber y todos podemos contestar a las preguntas si queremos compartir. No hay nadie que lo sepa todo y no hay nadie que no pueda aprender nada. Nadie hay tan torpe que no tenga nada que enseñar y nadie hay tan sabio que no tenga nada que aprender.
Un abrazo y gracias por participar.
MAS
Hola, Miguel Ángel.
Aprovechando el título del artículo de la semana, propongo que te cojamos por banda y no dejar que te nos escabullas, algo, por otra parte, que nunca haces hasta donde mis entendederas me informan.
Creo que cuanto mejor conozco a la persona con la que me comunico, mejor entiendo su mensaje, lo que me dice, su pensamiento. Mejor lo interpreto. De ahí mi propuesta.
Arranco yo.
Miguel Ángel. Eres autor de unos setenta y tantos libros. ¿Podrías decirme de cuál estás más satisfecho de ser su autor y por qué?
(Tienes que decidir. Te dejo, como mucho, que digas dos. Vale el diario con tu hija. Haz lo que te dé la gana).
(¿Pudiste leer la carta del soldado malagueño muerto en el Monte Arruit?)
Un abrazo, familia, y que florezcan las preguntas.
Querido José Antonio:
Ne encuentras sentado en el ordenador antes de salir para despedirme de la playa mediterránea que tengo cerca de la casa en La Cala del Moral.
Antes de irme te contesto:
No es fácil dar una respuesta, Porque hay criterios emocionales, académicos, políticos… Haré un esfuerzo.
Creo que el libro que tedio una mayor influencia tanto en España como fuera es «Hacer visible lo cotidiano. Teoría y práctica de la evaluación cualitativa de centros escolares». No lo digo yo. En un libro reciente del catedrático de Oviedo José Luis San Fabián se dice que, en ese tema, hay un antes un después sobre esa cuestión. El Ministerio de Educación de Argentina licitó ese libro y difundió casi 20.000 ejemplares en las escuelas. Se tradujo al portugués por la editorial ASA de Porto.
El segundo libro en importancia, creo yo, es «Entre bastidores. El lado oculto de la organización». También se tradujo al portugués. Ofreció una visión micropolítica de los estudios sobre la organización escolar frente a los libros que había sobre ese tema, casi todos herederos de los estudios empresariales de las organizaciones. (He dudado con La escuela que aprende).
No incluyo entre mis libros el diario DEJAME QUE TE CUENTE que le estoy escribiendo a Carla. Desde luego, ese sería el predilecto desde el punto de vista del corazón.
Un gran abrazo, querido amigo.
MAS
PD: No he leído esa careta. ¿Dónde puedo hacerlo? Estoy seguro de que me interesará.
Te había dejado pistas en el artículo anterior, al final.
http://m.libertaddigital.com/espana/2014/01/12/la-carta-de-despedida-de-un-soldado-espanol-en-africa-1276508079/
Gracias por las respuestas. Espero que haya más preguntas de otros/as curiosos/as y salga una entrevista a MA hecha por sus lectores en su casa.
Las preguntas nacen de la curiosidad por saber. Una curiosidad que es consustancial al ser humano. La tarea de los profesores y profesoras es facilitar la expresión de las preguntas en el aula.
Lo malo es que un clima de tensión, de prisa por desarrollar contenidos, de miedo, de autoritarismo… bloqueen la expresión de la curiosidad.
Hay que animar a que pregunten y hay que felicitar cuando hacen preguntas.
Saludos a todos los lectores y lectoras.
Bienvenidas las preguntas.
Hacerse preguntas es fundamental para el aprendizaje.
Se puede preguntar po lo que no se entiende y se puede preguntar por aquello que se quiere saber.
La experiencia es espectacular. Esa diferencia entre una modalidad y otra de explicar es clave para el aprendizaje.
Cordiales saludos.
En este mismo blog, en el artículo “El lanzador de cuchillos con enfermedad de Párkinson”, hablando de los malos profesores dice:
“Conozco casos en los que año tras año, los alumnos y las familias expresan quejas justificadas de mal proceder de algunos docentes. Quejas fundadas, argumentadas y evidentes. Me preocupa que no se haga nada para evitar situaciones inadmisibles”.
“Las autoridades educativas tienen una especial responsabilidad en estas cuestiones. Pero no solo ellas. Los colegas, las familias y alumnos no pueden permitir que se causen daños al prójimo sin abrir la boca, pensando que “el que venga detrás, que arree”.
Como actuación, propone seguir cuatro pasos: diagnosticar, dialogar, actuar de forma racional y ética y evaluar periódicamente.
Mi pregunta es ¿qué hacemos con los o las que no quieren, las que se creen estupendos? ¿Cree que este trabajo debería, como ahora, ganarse una vez y ser para siempre?
Por otro lado, si abrimos la puerta, ¿no cree que podría aprovecharse por el gobierno de turno, para echar a “sus indeseables”, los que, más que malos profesores, podrían ser molestos?
¿Quiénes serían los encargados de iniciar el proceso, y quiénes los de llevar a cabo los cuatro puntos sugeridos? Lo que está claro es que hay que hacer algo. Imaginemos un caso, paso por paso.
Estimado José Antonio:
No. No creo que debería hacerse uno maestro o profesor para siempre, es decir, sin la exigencia de hacerlo bien y de seguir formándose para poder hacerlo bien. La comparación con la medicina suele ser muy eficaz. No se hace uno médico de una vez para siempre. Porque la ciencia avanza y aparecen nuevas enfermedades….
¿Quién tendría que responsabilizarse de ese proceso? Pues yo creo que la autoridad educativa correspondiente, según el nivel educativo. Y para evitar la manipulación política, el proceso de evaluación debería estar vinculado a varios sectores: el alumnado, las familias, los colegas, los directivos y los expertos. Es difícil, si se tienen en cuenta estas exigencias, que la decisión dependa del capricho político de quien desea excluir a los que resultan incómodos o a los que son adversarios.
El proceso se pondría en marcha una vez agotadas las vías del dialogo, del acuerdo, de la reflexión rigurosa sobre los hechos y las actitudes. es decir, en el caso que tú comentas de «quien no quiere.
Y otra cosa: cada caso es completamente diferente. Hay personas que no saben, otras que no pueden y algunas que no quieren. La actuación no puede ser la misma en todos los casos. Yo también denso que no se puede dejar todo como está cuando hay víctimas inocentes que pagan un precio muy alto.
Un cordial saludo.
MAS
PD: Respecto a la entrevista que propones, ceo que todos podemos hacer preguntas a todos. Porque todos tenemos algo qu aprender y lo que enseñar.
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Hay que hacer preguntas y hay que propiciar que se hagan preguntas.
Preguntas que nos pondrán en el camino de las respuestas y respuestas que darán lugar a nuevas preguntas…
Es un circulo interminable que nunca se cierra porque nunca podremos saberlo todo de todo.
Bienvenidas sean las preguntas.
Saludos cordiales.
Estimado Quintiliano:
Te ruego que leas el comentario de Mayte Rodríguez Fraile en la entrada anterior. Creo que esa escuela ha captado perfectamente el sentido que yo quería darle a esa Fiesta de Curso Nuevo.
La exclamación final de Feliz Curso Nuevo es la expresión de los anhelos compartidos de un proyecto lleno de aprendizajes interesantes y de relaciones enriquecedoras dentro de una comunidad educativa.
Nada tiene que ver ese espíritu con las escenas de describes de la Feria. Es precisamente su contrapunto.
Un cordial saludo.
MAS
Hola Familia.
Aureliano, si te apetece jugar, y para dar un poco de descanso a MA, hay algo que quisiera preguntarte y que me ayudaras.
Me sitúo. Yo pertenezco a la cultura que pertenezco, y esa cultura contiene la cultura cristiana en la que yo, y supongo que tú también, pues no había otra, fui educado, o adoctrinado, o instruido, o quizás todo junto. No he leído sobre si dios existe o no, si lo hice no recuerdo demasiado, pero es un tema que me ocupa muchas veces. Mi razón me dice lo que me dice, y me lo creo. Pero, cuando me cojo desprevenido, me encuentro que rezo. No el rosario, ni ninguna oración conocida, rezo a mi manera, pero rezo.
Veo que perteneces a Córdoba Laica. No he mirado de qué va, pero puedo imaginarme lo que las dos palabras me dicen. Yo estoy en contra de dar cualquier religión en la escuela. Lugares propios tienen o deberían tener todas ellas. Estoy contigo en lo bocazas que pueden ser muchos dirigentes de lo que sea, y de la Iglesia Católica no te digo nada. Increíble. Los que tenían que dar ejemplo de lo que supuestamente predican, son los más sinvergüenzas, pues juegan con la vida de la gente. Para qué recordar la Inquisición, las guerras “santas”, la riqueza infinita. Pero creo que esta es la élite, como cualquier otra élite de cualquier institución empresarial. El común de los mortales creo que es mejor persona.
La semana presente va de preguntas y ahí van. (Perdona, esta me sale un poco más privada que profesional, pero, ya sabes, hace buen tiempo, o estoy un poquillo cansado, tú ya me entiendes). ¿Tú a qué dios o dioses “sirves” o “adoras”, aparte de la educación, la arquitectura, el diseño o la música? Y segunda, ¿cómo puedo hacerme ateo de verdad, si crees que es posible que lo consiga? He de decirte que hoy por hoy podría definirme como cristiano, pero crítico desde bien pequeñito (la doctrina no me cuadraba con lo que veía). Lo mismo que soy demócrata pero crítico con esta nuestra democracia.
Si quieres y cuando puedas, eh, Aureliano. Un fuerte abrazo.
Usted espérese por ahí, señor Guerra, está en su casa y vaya haciendo lo que tenga que hacer. Bueno, un momentito. Creo haberle entendido que estaba preparando un libro sobre negociación. ¿Cree que lo tendrá listo para que lo puedan leer nuestros diputados y así podamos tener un gobierno, aunque sea sólo para figurar y firmar? El pueblo español se lo agradecería y quedaría en eterna deuda con usted. Adelante. Otro abrazo. Abur.
¡Bien por Mayte Rodríguez y su escuela!
Por cierto. ¿A qué nivel representa Mayte? Ah, claro. ¡Si ahí van de fiesta en fiesta, de botellón en botellón!
No, amigo, no. Ahí se aprende, y se aprende así, con “mucho trabajo y esfuerzo”.
Estoy a favor de los cambios de trabajos para conocerlos. Al igual que conocer las distintas aulas todos, para luego poder opinar. Creo que el respeto aumentaría. Todos pensamos que lo del otro no es trabajar, que sólo es lo nuestro. Desconocimiento.
Estimado José Antonio:
Me ha gustado eso de «usted espérese por ahí, Sr. Guerra». Claro que me esperaré.
Decía Lauro de Oliveira: «Mi profesor es como el perro de Paulo, en cuanto suela la campanilla empieza a salivar». Y ya no para. Yo me puedo controlar, ya ves.
Sobre el libro de negociación, aunque está todavía verde, creo que voy a llegar. Ayer le oí decir a alguien que por qué no nos saltábamos las terceras elecciones e íbamos ya a las cuartas. Y también que podríamos votar 2 o tres veces en la misma papeleta. Qué desastre. Es la falta de experiencia. Son negociadores a la fuerza, diagonales a palos. Rajoy no quiso negociar ni una coma de la LOMCE. Salió adelante si un solo voto del arco parlamentario. Si no es obligatorio negociar, ¿por qué vamos a hacerlo? Y ahora falta práctica.
Saludos cordiales de Sur a Norte.
MAS
Si no se pueden formular preguntas no se producirá aprendizaje. Porque las preguntas responden a los intereses y descubren las dificultades de quien aprende.
Puede haber preguntas también entre los alumnos y las alumnas. A veces un alumno responde a otro de una forma más adaptada a la capacidad de comprensión del compañero.
El profesor también puede preguntar, no solo para comprobar, también para aprender.
Saludos y gracias.
Buenos días,
1.- Efectivamente, Sr. Guerra, el comentario de Mayte Rodríguez Fraile en la entrada anterior es la evidencia de que es posible un día de fiesta de inicio de curso a la medida que indicas. En infantil y primaria, puede que funcione; quizá hasta fucione en secundaria. Error mío, pues, si dije taxativamente lo contrario. A ver si llegan unos soplos de aquellas ideas de Mayte Rodríguez a la UMA, que bien falta le hace. No solo hablé de la Feria de Málaga, dije más cosas en otros comentarios de aquel artículo, allí están. Pienso que descontextualizas mis opiniones.
2.- Sr. Lema, en tu último comentario, tergiversas mis palabras, sacas de contexto parcialidades, lanzas puyas con subterfugios, no hablas de frente, juzgas con parcialidad, juzgas mi comportamiento achacando de lo mismo que padeces. ¿Qué sabes tú de mis trabajos, te los enumero?. Mis palabras están en el CONJUNTO de mis tres comentarios de la entrada anterior, las ratifico. Pero que conste que aunque aparentemente pueden no gustarme tus apreciaciones sobre mi persona, anteponiendo el bien social al mío propio, tu último comentario lo veo muy positivo, muy docente, muy eficaz. Me explico, sale de tí la verdadera condición del ser humano a la más mínima contradicción, y casualmente coincide con la que yo tengo del ser humano en general. Mi vanagloria aumenta cuando te leo así, haces fe de mis teorías. Y si lo usas conmigo, creo que hay una posibilidad muy grande que lo uses en tu posible docencia. Profesores así, claros, reales, eficaces, hacen falta en Andalucía desde hace 40 años, profesores que saquen a relucir la vedadera condición humana, el verdadero mundo, profesores que no tengan a los alumnos subidos en una nube de buenismo, subidos en una nube irreal al mundo que les depara. Tal vez con profesores con tu talante, coloquen a los alumnos en el mundo real desde pequeñitos, y tal vez nuestros jóvenes andaluces dejen de estar parados y a expensas de que venga un catalán, vasco, americano o alemán a darle un puesto de trabajo. Gracias.
Tengan un buen día.
Estimado Quintiliano:
Gracias, en primer lugar, por el reconocimiento de esa posibilidad ante el hecho incontestable de que alguien lo ha hecho. Sé de algunos casos más (anteriores y posteriores a mi artículo).
Comparto tu duda de si eso mismo se podría hacer en otros niveles y, en concreto, en la Universidad. Pero no lo veo imposible. Al contrario, es fácil imaginar actos de celebración académica y festiva en los que se incluyese la buena acogida de los nuevos estudiantes.
No creo que hay descontextualizado tus palabras. En todo caso, las habré simplificado o reducido a una parte. Comprende que no se puede hablar de todo. La idea, al citarte, era simplemente decir que no me refería a ese tipo de celebraciones.
Un cordial saludo y gracias por tu participación en el blog.
MAS
Interesante tema el de las preguntas.
Sería necesario enseñar (y aprender) a hacer preguntas. Porque se puede preguntar irreflexivamente (preguntar por preguntar), sin precisión, sin claridad, sin sentido…
Habría que pensar también en las preguntas de los profesores. preguntas que busquen hacer pensar y no solo comprobar lo que otros saben, que es lo que suelen hacer.
Un abrazo.
Hola familia.
Querido Quintiliano.
Todavía me tienes perplejo. No entiendo gran cosa. Primero pensé que te habías equivocado al dirigirte a mí. Te he leído y releído. He tirado de diccionario por un par de palabras para interpretarlas bien. Gracias, me haces enriquecer mi vocabulario. Me imagino que después de tanto trabajo tienes ganas de fiesta, tienes ganas de jugar. Me gusta jugar. Me has cambiado lo que tenía pensado, pero juguemos. Dialoguemos.
En cuanto al comentario, supongo que te refieres a éste:
Por cierto. ¿A qué nivel representa Mayte? Ah, claro. ¡Si ahí van de fiesta en fiesta, de botellón en botellón!
No, amigo, no. Ahí se aprende, y se aprende así, con “mucho trabajo y esfuerzo”.
Estoy a favor de los cambios de trabajos para conocerlos. Al igual que conocer las distintas aulas todos, para luego poder opinar. Creo que el respeto aumentaría. Todos pensamos que lo del otro no es trabajar, que sólo es lo nuestro. Desconocimiento.
Vayamos por partes para ver si consigo expresar bien lo que pienso.
1.- Puede que no sea ni la mitad de inteligente de lo que puedas presuponerme.
2.- Seguro que no tengo nada de esa malicia que me achacas.
3.- No he comenzado por aquí, y debería. O no. ¿En algún lado ves la palabra Quintiliano? ¿Por qué crees que van dirigidas a ti? Van dirigidas al lector o lectora, en general, y casi siempre pienso en docentes.
4.- Yo procuro ir siempre de frente, no sé hacerlo de otra forma. Dios (es una expresión, nada tiene que ver con intenciones religiosas) no me ha dado esa habilidad de lanzar puyas ni nada con subterfugios. Ojalá (si Dios quiere, pero lo utilizo como expresión sin nada de intencionalidad religiosa, pero es lo que hay) lo hubiera hecho. Alguna gran putada me han hecho en mi vida, y he jurado y perjurado devolver lo recibido y no he podido, no he sabido, ni tampoco he intentado saber.
5.- De un comentario tan cortito, has sonsacado un montón de información. Igual estás en lo cierto y mi inconsciente supera a mi racionalidad. Desde luego, en mi poesía, no había intencionalidad en decir que dije lo que tú dices que dije. Me obligas a pensar sobre lo que escribí, mi pensamiento, y yo siempre digo lo que pienso, pero no pienso en exceso lo que digo (esto último, muchas veces puede pasarme, pero habitualmente es mentira, lo cual no quiere decir que lo que piense sea correcto).
6.- En el primer párrafo trato de destacar la valía del profesorado de Educación Infantil. Lo hago mediante la pregunta. A continuación, pongo palabras en boca de la parte más conservadora y tradicional de la sociedad y de la docencia. En la universidad, los profesores siempre se reían con comentarios hacia los de Educación Infantil, en cuanto a que si estábamos siempre cantando o jugando, vamos, de fiesta. El botellón, que debe ser lo que te llevó a pensar que va dirigido a ti, supongo, pero sólo lo supongo, sería para darle un toque de modernidad a la fiesta, de actualidad. Sobre el tema, no tengo una opinión clara, yo soy de provincias y estoy retirado y desconocedor de toda esa historia juvenil. Dentro de poquitos años me tocará de cerca por los hijos.
7.- El segundo párrafo es una continuación de la primera idea. En Educación Infantil se trabaja. A la escuela se va a aprender, a educarse. El trabajo educa. El juego es trabajo, es el trabajo de los niños y niñas. La fiesta, como la quería expresar MA, es trabajo escolar, pues no han dejado de aprender y de educarse, de prepararse y planificarse, de evaluarse. Mi pensamiento está, en este momento, para que nos situemos conmigo, que no sólo es aprender matemáticas, lengua, tecnología, … (Va dirigido de nuevo, al otro paradigma educativo contrapuesto al que yo pueda estar expresando).
8.- Y el último párrafo, pues más de lo mismo. ¿Cómo hacer que, dentro de la escuela, o en la sociedad en general, todos los trabajos sean considerados valiosos, importantes? ¿Por qué va a ser más el que da en ESO o en 5º que el de E.I.? De ahí que reclame el que cada docente conozca de alguna forma real, práctica, lo que hacen los demás, para que sus opiniones estén más fundadas en experiencias propias y no en la idea generalizada, a veces interesada, y más de las veces equivocada. Mis pensamientos y la idea central de todo el comentario, no ha salido de E.I., de su defensa, de destacar su valía y compromiso con la educación, el aprendizaje, el disfrute y la búsqueda de la felicidad mediante la adquisición de nuevos conocimientos sobre nosotros mismos y la realidad que nos rodea (el mundo, la vida, …).
9.- Ya ves, Quintiliano, nada dirigido expresamente a ti. Pero, ahora que me has vuelto a hacer pensar, si te quieres situar en esa vieja guardia, o si ya estás en esa corriente de pensamiento, cosa que no es ningún pecado (expresión castellana con significados extraídos de lo religioso de nuestra cultura, pero que empleo sin que mi pensamiento vaya a misa), me parece muy bien. Las personas, individualmente (y salvo raras excepciones), son estupendas. En manada cambiamos un poco. En un coche, al volante, también se dan unas condiciones, no sé cuáles, que nos convierten en bichos. (Mi pensamiento no va para nada a tu persona, generalizo).
10.- Aquí llegué. Al número más bonito cuando a uno lo evalúan.
¿Y de tus sueños de profesor de infantil, qué hay?
No Quintiliano, no hay posible docencia. Soñar soñamos todos, y benditos ( ) sueños. Como dice MA, yo hasta sueño cuando duermo. ¡Suerte tendré si no me hacen un examen de padre, pues podrían quitarme a mis hijos si no lo superase, y no estoy convencido de si podría superarlo!
11.- Hay que ser generoso. Un punto más de regalo.
He comenzado el colegio el lunes, día 12. Ayer ha llovido y he observado a un compañero de armas de unos 4 o 5 años, que, cerca de su madre, saltaba en uno de los pocos charcos que se formaban en el patio. Me ha hecho hacerme unas cuantas preguntas (en la semana de ellas) y también llevado a algo que, más temprano que tarde, os contaré sobre mí, mi momento lectura en oposición, y los charcos en los que, sin saber el motivo, me gusta saltar.
(En otro orden de cosas). Esta mañana. Mira papá. Me he quedado sorprendido. ¿Sabías cuál es el animal más mortífero del planeta? Me hace ver el video. Ni leones ni cocodrilos. Elefantes, tiburones, hipopótamos, serpientes, … El ser humano ocupa el segundo lugar. El animal que más muertes causa es el mosquito. Su conclusión. Papá, no voy más a la aldea, pues ahí me pican los mosquitos.
Un fuerte abrazo, desde el lluvioso norte. Iba a poner que espero que las aguas vuelvan a su cauce, pues con lo de la lluvia me ha quedado a huevo. Pero es que, con la sequía de este verano, ni agua hay para salirse de nada. El diálogo es el cauce por donde deben fluir las ideas. Y desde niño, siempre he escuchado que hablando se entiende la gente. (Los políticos, por sus hechos, parece que no son gente, o, por lo menos, no gente dialogante). Abur
Amigo José Antonio: dado que he terminado el artículo del domingo para los diarios digitales (“Llegando a la meta”), quisiera responder por puntos a las cuestiones que planteas en el último escrito, dado que de este modo se hace más sencillo abordar un tema tan amplio.
1. En primer lugar, efectivamente, soy miembro de Europa Laica, organización que funciona en todas las comunidades del territorio español, y que en la ciudad en la que resido recibe el nombre de Córdoba Laica.
2. El objetivo básico de Europa Laica (EL) es la defensa de un Estado laico en nuestro país, de modo a como existe en numerosos países del mundo. En el caso de España, la Constitución en su artículo 16.3, indica que somos un país “aconfesional”, dando un carácter relevante a la Iglesia Católica (IC). Esto es una verdadera anomalía, dado que no hay otro país con esa denominación, por lo que los privilegios de la IC son enormes.
3. Dentro de Europa laica hay gente que se consideran librepensadores, agnósticos y ateos, aunque, un tercio aproximadamente, son creyentes.
4. No somos pues, una asociación “antirreligiosa”, dado que nuestro objetivo, tal como he apuntado, es el de un Estado neutral, en el que exista una clara separación entre el ámbito público y el religioso, que en la actualidad no se da. Por otro lado, somos firmes defensores de la libertad de conciencia, que incluya la libertad de profesar alguna religión o de no tenerla (en la actualidad, solo se habla de libertad religiosa).
5. Quienes quieran tener mayor información sobre Europa Laica puede entrar en el boletín laicismo.org que se edita diariamente.
6. Dado que me preguntas “a qué dioses adoro”, la respuesta es muy sencilla: a ninguno. Creo que los seres humanos somos naturaleza y pertenecemos a la naturaleza o el universo, que es infinito, eterno y creativo.
7. Otra (sorprendente) pregunta que me realizas es: “¿cómo puedo hacerme ateo de verdad?”.
8. Bueno, vamos a ver si me explico. Yo te aconsejaría que fuera intelectual y emocionalmente sincero contigo mismo. Esto que parece sencillo de aconsejar es bastante complicado, pues racionalmente puedes descartar los dogmas en los que has sido educado, pero no te encuentras con fuerzas para situarte en una ética sin referentes teístas (es decir, con un dios). Gonzalo Puente Ojea, del que te hablo en otro punto, decía que se ateo, cuando se ha recibido educación religiosa en los años de la infancia y adolescencia, supone un gran desgaste psíquico y emocional.
9. Ser ateo en nuestro país es habitual motivo de rechazo familiar y social, especialmente por los sectores clericales más reaccionarios, y que abundan, dado que venimos de un Estado teocrático como fue en franquismo.
10. En los países con mayor desarrollo de libertades pueden encontrarse numerosos científicos, pensadores, filósofos, escritores, etc. que se denominan ateos y son respetados. Por si tienes interés, puedes entrar en ‘biblioteca escéptica’ y encontrarás una extensa relación a autores que cuestionan la religión y el cristianismo; no es por tanto un hecho marginal.
11. En nuestro país, el gran referente de los autores de la crítica hacia las religiones es, sin lugar a dudas, Gonzalo Puente Ojea, gran intelectual y con numerosas publicaciones escritas con rigor y profundidad.
12. Para cerrar, quisiera indicar que este viernes habrá un pleno municipal en Córdoba, donde se presentará una moción para que el Ayuntamiento se considere laico, es decir, en el que haya una separación entre lo público y lo religioso. Lógicamente, los miembros de la corporación municipal pueden acudir a nivel personal a cualquier acto religioso. En nombre de Córdoba Laica intervendré a favor de la moción (espero que las huestes del señor obispo no acudan, pues el fanatismo y la irracionalidad son sus señas de identidad).
Como verás, José Antonio, el tema es largo, aunque a mí no me importa continuar el debate. Mientras tanto, recibe un abrazo.
Hay preguntas y preguntas.
No es igual una pregunta que otra ni en el contenido ni en la forma de plantearla.
LO primero, claro está, es que hay libertad para expresarlas y lo segundo que las preguntas tengan sentido y, a ser posible, profundidad.
Hay que hacerse preguntas a uno mismo, a los demás y a la vida en general.
Sin preguntas no nos pondremos a buscar a respuestas.
Recuerdo ahora anula sentencia que no sé de quién es: cuando encontramos la respuesta nos cambiaron la pregunta.
Saludos agradecidos.
¿Por qué no se hacen más preguntas?
Yo creo que es porque se duda poco.
Y, en contextos escolares, porque no hay libertad para formular preguntas sin correr el riesgo de quedar malparado. Porque la pregunta se considere inoportuna o porque su formulación sea poco rigurosa.
Cuando uno ha sido humillado por preguntar deja de hacerlo (a veces para siempre).
Buena semana a todos y a todas.
Oto artículo para pensar.
El experimento que se cuenta en el artículo es magnífico y muy claro. Sin preguntas hay fracaso. Con preguntas, éxito completo.
Po reso resulta difícil entender las razones de por qué en algunas clases las preguntas no están bien vistas
Efectivamente, como se dice en el artículo hay preguntas muy diferentes a otras. Hay que dar pábulo a las más enriquecedoras.
Saludos a todos/as.
Hola familia del Adarve.
Yo no sé dar muchas respuestas. Por la forma que tengo de pensar, y no sé desconectarme, soy una pregunta andante.
Todas mis participaciones, casi todas, son una pregunta en sí. Busco respuestas en mí y en donde las pueda encontrar.
Me defino como un pequeño ignorante, y, siguiendo las teorías del círculo de MA, trato de ser más ignorante cada día, quiero pasar a hacerme mejores y más complicadas preguntas. Hacerme más consciente de lo burro que puedo llegar a ser.
Como muestra de lo que digo, dejo mi primera aparición con constancia, mi primera aparición por escrito en este fabuloso vecindario. No cambio ni una coma. Sólo aplico las enseñanzas de Aureliano para hacerlo más legible.(Corrijo las faltas de ortografía que veo). Si tiene a bien darme otro consejo que estime oportuno y me lleve a mejorar mi ignorancia, ya sabe que se lo agradeceré y trataré de que se sienta orgulloso como enseñante. (Gracias por tu respuesta. Desde que te hice la pregunta, busqué algo sobre Córdoba Laica, sobre la diferencia entre ateo y agnóstico, … Toqué luego algo del galleguiño en el Vaticano, estoy empezando a tocar el tema) (Sigo a lo que estaba, no quiero desviarme, como siempre. Ya te seguiré contando, si sigo por ahí).
El que no lava los platos, no rompe ninguno.
Comentario de José Antonio Romero Lema el Abril 13, 2015 a las 10:29 am
Querido amigo; y digo amigo, y desde hace tiempo, porque las personas que oigo por la radio o leo lo que escriben, y me llegan y hacen sonreír o reflexionar, estén en donde estén, son amigos.
Vivo en A Coruña y soy de una aldea de Muxía. Allí muchas puertas siguen abiertas. Trabajo por zonas rurales reparando teléfonos y no sería la primera vez que me dejan una nota, entro, reparo, y me voy.
Pero siempre me estoy haciendo preguntas. Tipo Mouriño cabreado (no me gusta):
¿Por qué nos bajamos los pantalones en los aeropuertos?
¿Qué significa que un político bese a un niño?
¿Por qué terminan los mítines levantando los brazos como si tu equipo gana la champions?
¿Por qué no hay un noticiario de buenas noticias?
¿Profesores pilotando aulas de una forma indecente? Con eso se va a quedar la gente.
Primera vez que te escribo pero no la primera que me río con tus anécdotas sobre la EVALUACIÓN.
Última por favor. ¿Por qué todos los políticos dicen que la educación es lo más importante para el progreso de un país, y es siempre lo primero que se cargan, desprestigian o manipulan a su favor?
Y otra, ¿por qué en los debates televisivos sobre asuntos de educación nunca hay auténticos profesionales en el asunto? Siempre opinan los que opinan de todo.
Un saludo. Gracias por existir. Mala suerte no poder haber sido alumno presencial tuyo.
El Adarve puede funcionar como un diario, como una foto a la que podemos recurrir para ver cómo éramos ese día y a esa hora. Ver si cambiamos o seguimos más o menos, si tenemos las mismas dudas o nos siguen preocupando las mismas cosas.
Hagámonos muchas preguntas, mojémonos, arriesguemos. Seguro que nos harán sentir más vivos.(Y más buscones).
Un beso a todos y todas.
Tuve la gran dicha de participar en el taller que realizó en la Universidad de Costa Rica. Me alegra haber sido parte de esta experiencia. Puedo testificar lo enriquecedor que fue el haber tenido esta vivencia y cómo la metodología hizo que cambiara abismalmente los resultados.
A seguir haciendo preguntas y estimulando para que como docente las recibamos, si querremos que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea exitoso.
Querida María:
Recuerdo muy bien tu sonrisa en aquella última fila de la clase. Menos mal ue el tercer día pudimos disponer de otro aula.
Tú fuiste testigo de la diferencia de resultado CON Y SIN preguntas.
Siendo tan evidente, no es fácil de explicar cómo en algunas clases (espero que pocas) se agosten las preguntas por no disponer de un clima favorable.
Gracias por participar a pesar de tus problemitas de salud.
Espero (Y DESEO) que te mejores.
Besos.
MAS
Querido José Antonio:
Estupendo comentario, lleno de interrogantes y sugerencias.
No quiero entrar en ese juego tan poco fiel a la realidad de que quienes no actúan de profesores hacen preguntas y los que son profesores dan respuestas.
A tu catálogo de cuestiones puede contestar todo el mundo, aportando puntos de vista. Por eso voy a limitarme a celebrar que hay florecido en tu mente tantas y tan buenas preguntas. Y a invitar a que quien las lea se meta en la onda de las respuestas. Ya vendrán nuevas preguntas.
Por cierto, el sábado volveré sobre este tema porque veo que está dando mucho juego en los comentarios.
El articulo se titulará PARA QUE EL ALMA NO PENE, título que hace referencia a una simpática anécdota en la que ejemplifico que más importan que saber cuál es la respuesta resulta saber en qué consiste la pregunta.
Hablaré también de las preguntas que se contestan con otras preguntas y de algunas cosas más. Espero que sirva para seguir profundizando. Y para ver qué pasa cuando se toca un tema más de un sábado.
En una Universidad inglesa hay una cátedra de Ateísmo. Haré memoria para decirte cuál es.
Ese es tema de mucho calado. No puede uno imaginarse que un país extranjero como es el Vaticano tenga que tener parte en la determinación del curriculum de una Facultad de Educación. Pues así es en nuestro país: hay clases de religión, muy concurridas por cierto, porque sirven para poder optar al puesto de profesor de religión. Un dislate.
Un abrazo, querido amigo, y gracias por participar.
MAS
Hay que hacerse y hacer preguntas.
Y HAY QUE CONSEGUIR QUE SE HAAN Y QUE SE HAGAN PREGUNTAS.
NO TIENE SENTIDO APLASTARLAS:
– por prisa
– por miedo
– por comodidad
– po pereza
– por torpeza
– por prepotencia
Creo que la humildad es la base de la formulación de preguntas.
Después de hace preguntas hay que esforzarse por buscar las respuestas necesarias. El esfuerzo y la perseverancia son imprescindibles.
Saludos a todos y todas quienes leen y participan en este blog.
Estimada Miriam:
Has pensado en 6 causas que creo tienen mucha presencia en la cotidianidad de las aulas. Conocí un profesor que iba atemorizado por el hecho de que le pudiesen preguntar algo que no sabía. Estaba obsesionado. Ese motivo hacía que no diese lugar a que se formulasen interrogaciones. Cuando un alumno levanta la mano se ponga muy nervioso, aunque luego el alumno dijera si podía cerrar o abrir la ventana.
Le ofrecí la solución que apunto en el artículo. La solución no estaba ni en evitar las preguntas ni en obsesionarse en aprenderse todas las posibles respuestas. La solución estaba en pensar que si decía que no conocía la respuesta no perdía autoridad sino que acaso la ganaba por la sinceridad y la humildad. Y empezó a poner en práctica lo que apunto. Decía: ¿por qué no traemos mañana TODOS la respuesta? El miedo desapareció.
Besos.
MAS
Buenos días,
1.- Vaya, casi llego tarde a entregar los deberes. Sére breve, para no cansar al profesor, y así no me pregunta el próximo día en clase. Eso, que al igual que la palabra es el mejor arma en las relaciones con las personas; la pregunta es la herramienta gramatical por excelencia para el mismo fin.
2.- Soy, como el Sr. Lema, más del rumiar interno, antes que de la opinión de enseñar a crear ambiente donde surjan preguntas, éste, muy importante, por supuesto; eso, soy más de enseñar a la persona a preguntarse a sí misma. Lo llamaría autodidáctica de la pregunta. Usar el rumiar interno teniendo como base la pregunta, incluso antes de la interpelación al oyente. Preguntarse en monólogo interno eso del qué, cómo, cuándo, dónde, por qué, quién, y sobretodo ¿qué quiero?.
3.- Don Antonio, el orejón, preguntaba en clase la tabla de multiplicar. Al que no se la sabía, lo dejaba encerrado en el aula durante la hora de comer, que era de 2 a 3 de la tarde. Cuando llegaba a las 3, lo dejaba irse a su casa, a comer. A Don Antonio, el orejón, no le pusieron por nombre “el orejudo”, tal vez por la ignorancia gramatical de los niños, que eramos unos granujas en aquellos años. La verdad es que Don Antonio, el orejón, tenía unas orejas que de ser pies hubiesen sido de tamaño mediano. Don Antonio, el orejón, por aquella época que dejaba los niños encerrados, por errar en las preguntas, ya no tiraba a los niños de las orejas. Yo prefería mejor que me tirase de las orejas, antes que quedarme encerrado a la hora de comer. Alonsito, el ratino -ratino es un pájaro pequeño-, del Casarón, le quitó a Don Antonio, el orejón, la manía de tirar de las orejas cuando preguntaba y no te sabías la respuesta. Alonsito, el ratino, un día que Don Antonio, el orejón, lo levantó literalmente del suelo agarrado a la oreja derecha, nos dijo en el patio de recreo, éste, ya no me tira más de las orejas. Alonsito, el ratino, se huntó leche o sabia de higuera dónde la oreja victima del tirón, en su parte inferior, une a la cabeza. La leche de higuera en pocas horas hizo de aquello una quemadura que Alonsito, el ratino, no cesaba de rascarse. Cuando Concha, la ratina, madre de Alonsito, el ratino, vio a su hijo con pupa en la oreja, le preguntó, Alonsito qué te pasa en la oreja. Que Don Antonio -aquí era contexto de decir Don Antonio, a secas, sin orejón-, me tiró ayer muy muy fuerte de la oreja. Concha, la ratina, esa mañana acompañó a su hijo a la escuela rural donde Don Antonio, el orejón, era el único maestro para niños de entre 6 y 14 años. A las 9, se encerraron Don Antonio, el orejón, y Concha, la ratina, solos en el aula, mientras que el variado alumnado nos pelábamos de frío en el patio. Unos gritos que daba Concha, la ratina. Don Antonio, el orejón, no se oía. Al poco salió Concha, la ratina, como una exhalación por la puerta, con los ojos un poco extraviados y con espuma blanca en la comisura de los labios. Entramos, Don Antonio, el orejón, estaba aún más blanco que la pared del aula, que la habían encalado el verano anterior. Ahí quedaron para siempre los tirones de oreja de Don Antonio, el orejón.
Tengan un buen día.
Errores: Savia es con v, y no con b de borrico.
Y otros errores de comas, y tal….perdón.
Estimado Quintiliano:
La historia de D. Antonio, tan bien contada por cierto, me hace pensar en los avances que ha realizado el sistema en estos años. Esas escenas del maestro levantado a un niño por las orejas son hoy imaginables.
Afortunadamente no viví ni vi personalmente situaciones de violencia física en mis años escolares. Pero las había.
Había ido y, en algunos casos, terror. Un hermano de mi padre redactó un interesante texto sobre su infancia y juventud. Cuando habla de la escuela cuenta unas cosas terribles. Un niño, atemorizado hasta el extremo porque el maestro no dejaba salir al baño, se ató una cuerda en el pene para controlar la orina. Una mañana se puso tan delicada la situación que tuvo que acudir al maestro para que con una cuchilla de afeitar cortase (con la emoción contenida del interesado, del maestro y de toda la clase) aquella cuerda fatídica.
Creo que hoy no son ni imaginables en la escuela esas situaciones de violencia.
Hay que seguir mejorando, eso sí.
El haber conseguido algunas avances no significa que tengamos que sr conformistas.
Hay que incrementar la exigencia para mejorar la educación.
Saludos cordiales.
MAS
Me parece una cuestión apasionante. Hacerse preguntas, hacer preguntas, responderse a las preguntas, responder a las preguntas… Todos son temas de gran calado en la enseñanza y en el aprendizaje.
El título me ha parecido certero y hermoso: QUE FLOREZCAN LAS PREGUNTAS.
Para ello hay que cultivar el terreno.
Saludos y hasta el artículo de mañana.
Estimado Miguel Ángel:
Recuerdo una anécdota que contó mi hija que cursa ESO:
«Fulanito una vez preguntó:
– Seño, no entiendo esto. ¿Qué significa?».
Y la seño le contestó:
– Búscalo en el diccionario para mañana, y si no me lo traes, te pongo un negativo.
Y ya nadie se atreve a preguntar».
Ahí queda.
Un abrazo de seis segundos de tu exalumna Carla.
Mi querida Carla:
Qué alegría volver a saber de ti.
Ejemplo perfecto de cómo agostar las preguntas.
Gracias por compartirlo.
Tú, sobre todo, eres una preciosa amiga.
El abrazo de 6 segundos es un suspiro contigo.
Besos.
MAS