Muchas veces nos comportamos como si creyéramos algo, pero no lo creemos realmente. Como si quisiéramos hacer algo, pero no lo hacemos. Como si estuviéramos decididos a algo, pero realmente no lo estamos. Como si quisiéramos a alguien, pero no le queremos… Es lo que llamo el síndrome del “como si”.
Querer de verdad las cosas resulta fundamental junto al requisito de saber y de poder hacerlas. Si no queremos hacer las cosas, jamás las haremos, aunque sepamos y podamos. Si no queremos, sucederá lo que pasaba en aquel pueblo del que dicen que no se tocaban las campanas de su iglesia por ocho motivos. El primero, porque no había campanas. ¿Para qué queremos conocer los otros? Pero, en ocasiones, no queremos de verdad. Es como si quisiéramos.
Vivimos “como si” fuéramos creyentes, pero en realidad no lo somos. “Como si” nos importase la profesión, pero no nos importa. “Como si” estuviésemos decididos a mejorar nuestro comportamiento, pero no lo estamos. “Como si” quisiéramos a nuestra pareja, pero no la queremos.
Para explicar este síndrome he realizado alguna vez el siguiente ejercicio en mis clases o conferencias. Les pido a los participantes en la sesión que cierren los ojos durante algunos segundos y que imaginen con la mayor precisión lo que voy describiendo:
Por la entrada del recinto avanza, reptando muy despacito, una serpiente venenosa, de metro y medio de longitud, colores llamativos y lengua bífida que saca rítmicamente. La serpiente sigue avanzando hacia el interior de la sala por el pasillo central (si lo hay), se detiene a la altura de la fila en la que estás sentado y se va dirigiendo reptando hacia el lugar donde te encuentras. Al llegar frente a ti se detiene y levanta despacio la cabeza. La tienes ahora delante de ti. Imagínatela vivamente.
Entonces les pido que abran los ojos y, suscitando algunas sonrisas, concluyo:
– Nadie se ha movido, luego nadie se ha creído que hubiera una serpiente. Es como si la hubiera, como si viniera, como si estuviera delante. Pero no está,
Se la pueden imaginar con todo el realismo. Pueden pensar que es muy venenosa, que es muy grande, que su lengua bífida podría causar la muerte. En una ocasión, alguien dijo:
– Yo me he movido un poquito.
Sí, un poquito. Pero no tuvo la reacción que hubiera tenido de haber visto allí, delante de las narices, una serpiente real. El salto hubiera sido portentoso y, quizás, el grito. Permanecer sentado, sin inmutarse, es una prueba fehaciente de que la serpiente es solo imaginaria. Es como si existiese, pero no existe.
Lo que pasa con la serpiente imaginaria, pasa algunas veces en la vida. Pondré algunos ejemplos: El del político que dice servir al pueblo. Es como si lo sirviera, pero lo que sucede realmente es que se sirve de él. Sí, en los mítines, en los discursos, en los escritos muestra claramente, con verismo incluso, que tiene vocación de servicio. Pero resulta que en la práctica, nada de eso resulta cierto. Es como si creyese que es verdad.
El profesor que dice que sus alumnos y alumnas son los protagonistas del aprendizaje. Pero lo que pasa en realidad es que él suelta su lección y luego, si los alumnos, no han aprendido, les cumpla de falta de aplicación o de capacidad para el aprendizaje. Allá ellos.
El creyente que dice amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Piensa que cree. Piensa que ama. Pero, lo cierto es que hace su vida guiado por el egoísmo más grosero y por la falta de solidaridad más escandalosa.
El padre o la madre que creen que aman a sus hijos, pero el comportamiento real es de sobreprotección. Actúan “como si” los quisieran de verdad pero no los quieren. Porque no los dejan crecer, porque no los dejan ser ellos mismos.
El policía municipal que decir estar al servicio del puedo, pero a lo que se dedica de verdad es a poner multas con un celo desmedido, impulsado por la recompensa que obtiene por echar mano constantemente al talonario de denuncias. Dice o cree que es un servidor público, pero lo que es en realidad es una persona que extorsiona a quien puede. Es como si se dedicase al servicio de los demás.
El estudiante que, ante sus padres y profesores, aparenta que estudia pero, en realidad, no hace ningún esfuerzo por aprender. Hace “como si” estudiara pero sabe que, en el fondo, no da golpe. Lo fía todo a la suerte. Si saca buenas notas, lo atribuirá a su esfuerzo y si no las saca, tratará de culpar a sus profesores.
Podrían multiplicarse los casos. El síndrome del “como si” parte, a veces, de una trampa que nos tendemos a nosotros mismos. Pensamos que es cierto eso que supuestamente pensamos o creemos. Si tuviéramos un poco más de rigor en el análisis caeríamos en la cuenta de que estamos basando esas creencias en simples suposiciones. Tiene ese fenómeno un segundo componente engañoso. Es el que consiste en hacer ver a los demás que las cosas no son como son. Es la falta de autenticidad.
Pienso en esas personas que cometen un delito (asesinatos, violaciones, robos, extorsiones…) y de las que los vecinos y amigos dicen que se comportaba como una persona buena, como un padre responsable, como un ciudadano ejemplar. Está muy claro: actuaban “como si”. Como si fueran buenas personas, como si fueran buenos padres, como si fueran buenos ciudadanos. En el fondo, no lo eran.
He leído en el libro “El corazón humano”, de Anthony de Mello, un breve relato que titula “Estupidez” y que ejemplifica muy bien lo que pretendo explicar. Dice así:
Había una vez un árabe que viajaba en la noche, y sus esclavos, a la hora del descanso, se encontraron con que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos. Cuando consultaron al amo, este les dijo:
– Simulad que claváis una estaca cuando lleguéis al camello número 20 pues, como el camello es un animal tan estúpido, creerá que está atado.
– Efectivamente, así lo hicieron, y a la mañana siguiente todos los camellos estaban en su sitio, y el número 20 al lado de lo que se imaginaba una estaca, sin moverse de allí. Al desatarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el número 20, que seguía quieto, sin moverse. Entonces el amo dijo:
– Haced el gesto de desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto aún se cree atado.
– Así lo hicieron y el camello, entonces, se alzó y se puso a caminar con los demás.
El camello actuaba “como si” estuviera atado. Realmente no lo estaba, pero en la realidad él se comportaba como si lo estuviera. El camello se comporta estúpidamente. Permanece atado sin estarlo y no se pone en marcha porque nadie le ha desatado de la estaca imaginaria que lo tiene sujeto. En el caso del camello es solo estupidez. En el caso de los humanos hay, más bien, hipocresía y engaño.
el síndrome del “como si” es mas común de lo que realmente creemos, todo el tiempo fingimos sobre lo que creemos y nos engañamos a nosotros mismos. por ejemplo en el aula de clase, en muchas ocasiones hacemos como si supiéramos la lección a dar a nuestros estudiantes cuando realmente no hemos leído nada, y obviamente terminamos dando un discurso sin fundamento alguno.
Querido amigo y maestro:
El artículo no tiene desperdicio. Además, está relacionado con la veracidad, con la autenticidad, al plantear una reflexión en los casos donde no existe.
Me comentó hace unos días mi amigo (y también escritor) Luis Martínez Valcabado que habías sido galardonado recientemente (me envió también información del periódico).
Precisamente, el merecido reconocimiento te fue concedido por la Universidad y el Ateneo por tu artículo “El arte de no decir la verdad” (el día 24 de este mes). En concreto, se trata del premio de Periodismo Jerez Perchet.
Pienso que es necesario realizar “ejercicios de voluntad”, de autodisciplina, para dirigir la propia vida y superar las circunstancias. Además, el esfuerzo autoimpuesto es útil para valorar lo que cuestan las cosas y ser menos exigentes con los demás (te enviaré por whatsapp un documento).
Muchísimas felicidad-des, por ambos artículos.
Un gran abrazo.
Saludos.
Querido Juan Miguel:
Gracias por tu felicitación. Las alegrías compartidas con los amigos se multiplican y las penas se dividen, decía Francis Bacon.
Un abrazo y gracias por estar siempre ahí, a pie de amistad.
MAS
Maestro! Este artículo es de muchisima reflexión y con gran Veracidad, a veces ese Síndrome rebasa limítes y para las personas se le es más fácil conducirse así por qué la mentira es más común de lo que realmente creemos, alguna vez me he comportado así hace algunos años “como si” nada pasaba, “como si” todo fuera fácil pero llega un momento de la vida que el “como si” no resuelve todo y se exige más que un “como si” debe uno creerse que es todo o no es nada , nunca a medias, porque si mal se empieza mal se termina. Es muy acertada la última oración de su artículo, creemos que engañamos a las personas pero el perjudicado es el que engaño , que el que la creyo , por que el que engaño termina de creer en su engaño y después no hay remedio.. Gracias por el Artículo! Saludos!
Buenos días, exactamente todas las personas sin excepción alguna nos creemos los mejores , los que hacemos las cosas bien y correctamente , pero muy en el fondo no es así, solo queremos quedar bien ante una sociedad igual que esa persona es decir una doble cara, para ser una buena persona se necesita poner en practica los valores que hoy en día estos están en segundo plano , siempre eh dicho querer es poder , se que no es fácil pero tampoco imposible , lamentablemente todos de alguna manera somos iguales, llevamos siempre una mascara que quiere quedar bien con las personas a costa de cualquier cosa y persona. cambiar no es cuestión de que si puedo y quiero.. es cuestión de actitud y de hechos.
Conozco un país -de casi el fin del mundo- donde muchas veces en nombre de grandes ideas e ideales, todo se simula…una enfermedad endémica que esparce un virus llamado mediocridad…el alumno hace como que estudia, el docente hace como que enseña, los directivos hacen como que gestionan, los funcionarios hacen como que funcionan, los ministros como que…. la peor ignorancia es la del que se la cree que sabe; también las familias simulan y los padres hacen como si fueran padres…todo se simula…o la simulación de “como si” forma parte de un hábito social instalado que cada día cobra más fuerza…muchas veces parece leche, pero es pura agua….y es así se naturalizan distintas prácticas en los sistemas que dan lugar a una banalización de lo educativo dando lugar a un neo maquiavelismo que acompaña siempre el fluir indefinido del río de Heráclito. Una nueva forma de sofística que se sustenta en un relato de la realidad y hace pasar el discurso educativo simulado como algo real… es por ello que al proceso educativo por la simulación se lo despojó de toda posible ética; afortunadamente el sentido común y los resultados de las evaluaciones denuncian un marcado deterioro de lo educativo y un sostenido empobrecimiento de la educación…la simulación es un ilusionismo que cambia oro por espejitos de colores….o como decía aquel vasco lechero cuando perdió su sombrero en el río…lo que es del agua el agua se lo lleva….
Saludos desde Argentina en una floreciente mañana de primavera.
Horacio Muros
El artículo del ” como si” es tan real como la vida misma. En castellano podría equivaler a “una cosa es predicar y otra dar trigo”. Yo pienso que todos tenemos, quiero creer que inconscientemente, mucho del “como si”.
También creo que cuando uno actúa, en el aspecto religioso, sin el “como si” y obra en plena convicción y consecuencia le llamamos integrista, talibán y otras lindezas.
Para mi el “como si” se convierte en preocupante, o mejor inaceptable, cuando se hace conscientemente y eso se llama hipocresía.
Como siempre, Miguel Ángel, nos haces reflexionar y ahondar en lo que hay debajo de la apariencia, lo cual es de agradecer. Saludos.
Comparto totalmente su postura… y este síndrome se lo atribuyo a la sociedad en la que estamos inmersos, a la ideología que desafortunamdemnte se ha ido heredando generación tras generacion. Sin embargo no todo está perdido, la sociedad actual quizá de manera escasa empieza a despertar, en nosotros está el cambio, tratemos de terminar con ese sindrome . LO INVITO A SER PARTE DE ESTE CAMBIO, NO HAGA “COMO SI” LEYERA ESTE COMENTARIO… LEALO Y HAGANOS PARTICIPES….
SALUDOS!!
Estimado Horacio:
Interesante comentario sobre la simulación.
Terrible engaño en el que el poder pretende instalarnos.
Haces bien en denunciarlo en tu comentario.
Lo primero que hay que hacer para superar una situación de engaño es detectarla.
Un abrazo, querido amigo.
MAS
Querido Joaquín:
Siempre son sensibles y certeras tus palabras.
Muchas gracias por leer con talante abierto y con fuerte compromiso con la verdad.
Siempre son enriquecedores tus comentarios.
Un abrazo.
MAS
Querida Gabriela Rocha:
Gracias por tu sugerente comentario.
No hay que hacer “como si” se leyera. Hay que leer para comprender y mejorar.
Besos.
MAS
Querido Maestro!
Su artículo me ha llegado a lo mas profundo del alma.
Hay tanta estupidez el algunas personas que actúan “como si” pudieran con el control del mundo,todo les acompaña, la suerte,el trabajo y no se ocupan de las que les va mal por las circunstancias que acontecen en este momento de falta de muchas cosas elementales.
Yo que carezco de tantas cosas materiales me he dado cuenta que lo más importante es la buena salud y que lo demás no importa.
Hoy día de los difuntos quiero terminar con un epitafio:
¡No estoy muerta !
Entregué un día mi alma al son del viento y abrí mis alas a un paraíso donde la paz y la luz nos lleva al infinito y nos ampara la hermosa ladera del sueño eterno.
Dedicados a los que un día se fueron pero que permanecen a nuestro lado superando el tiempo.
Sin más me despido con un cordial y afectuoso saludo.
Querido Miguel Angel…
Este articulo es excelente ya que refleja lo que realmente ocurre en cualquier ambito social, porque los que dicen hacer algo por los demas hacen como si en verdad lo hicieran, afortunadamente estamos a tiempo de cambiar esta situacion; solamente si es lo que queremos en realidad, ya que de lo contrario uno solo no podra mover todo el escombro para llegar a un fin determinado, el cual es tener una sociedad justa e igualitaria…
Querida Loly:
Me alegra que el artículo te haya llegado. En realidad el autor lo que quiere es llegar a quien le lea.
Te deseo todo lo mejor, tengas o no cosas materiales. Lo importante es lo que dices en tus últimas líneas. Qu sigas siéndote viva y capaz de llevar a los demás el saber, el amor y el optimismo de vivir.
Un beso muy grande.
MAS
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Hola: este síndrome me desconcertó un poco ya que a mi puto de vista lo entendí, como si solo viviéramos a medias, como si todo lo que se estuviéramos realizando no tuviera sentido o no provocara algo trascendente en nuestro existir. Pero le agradezco a usted por que la clave que nos la dio en un principio y no es hasta este momento que pude comprenderla “El querer de verdad las cosas”; el querer es poder, es hacer uso de esa conciencia que tenemos como seres humanos, para saber de verdad lo que estamos realizando…
Este síndrome nos habla de una de las conductas más comunes que muestra la gente que no está segura de lo que es y de lo que quiere, el hecho de vivir con un “como si” implica vivir en un término medio, en el cual se muestra una actitud sumisa y conformista, es por eso que el mundo actual implica buscar una identidad que ayude a delinear el camino del progreso.
Querido Maestro, sus lecturas siempre llegan a lo profundo y el verdadero sentir, una verdadera invitación para que los docentes podamos asumir con verdadera entereza nuestra labor y no dejarla en un “como si”, soy una convencida que el cambio inicia cuando parte de mi. Sus lecturas motivan y llenan de esperanza.
Gracias, mil gracias, desde este lado pequeño y cálido, donde se le recuerda mucho.
Querido Maestro, sus lecturas siempre llegan a lo profundo y al verdadero sentir, una invitación para que los docentes podamos asumir con entereza nuestra labor y no dejarla en un “como si”, soy una convencida que el cambio inicia cuando parte de mi. Sus lecturas motivan y llenan de esperanza.
Gracias, mil gracias, desde este lado pequeño y cálido, donde se le recuerda mucho.
Querido Miguel Ángel,
Tu artículo me ha hecho pensar el los “pasea libretas” que solemos tener en las organizaciones, esos empleados que se dedican a pasearse como angustiados libreta en mano por toda la organización “como si” realmente estuviesen ocupados, pero que en realidad solo buscan hacerse visibles, al igual que los “calienta sillas” que se pasan horan engrandando sus posaderas sin hacer otra cosa que dar vueltas al ratón, “como si” realmente estuviesen ocupados.
Cuantos y cuantos ejemplos hay tanto en nuestra vida, personal o empresarial y que lastima que no sea fácil evitarlos.
Felicidades de nuevo por otro excelente artículo.
Un abrazo,
César Gómez
Querido César:
No había pensado en esas aplicaciones del “como si” pero, en efecto, le vienen como anillo al dedo.
Pienso en los jefes que hacen “como si” les importasen sus empleados o en los empleados que actúan “como si” respetasen a sus jefes..
Un abrazo y gracias.
MAS
Vivimos en un mundo donde el “como si” se hace presente en todas las personas, los políticos hacen “como si” hicieran lo correcto para la población, los maestros “como si” dieran clases adecuadas a los alumnos y éstos últimos “como si” en realidad aprendieran y estudiaran; francamente si seguimos con éste síndrome como lo describe usted, seguiremos siendo participes de la “misma historia”, el cambio está en cada uno de nosotros, es decisión de cada uno, dejar de suponer y fundamentar LO QUE DECIMOS, CON LO QUE HACEMOS…
en la lectura de como si nos aborda de que a veses no estamos seguros de lo que hacemos o lo hacemos pero como si lo hiciéramos es como en el gobierno que según ya combatieron la inseguridad pero en realidad sigue habiendo personas que matan y roban y así es en la mayoría de las ocasiones en nuestra vida díganos que todo lo hacemos a medias tintas
creo que el hacer como si hiciéramos es una manera de actuar bastante común en la actualidad, lamentablemente este manera de ser es una cultura ya dada de generación a generación, y es la forma en que las personas escalamos en la sociedad, es la mediocridad que sembraron en nosotros y lamentablemente sembramos en nuestros descendientes, pero comenzar por aceptar nuestro error es un paso ya grande para hacer conciencia y c reflexionar si queremos pasar la vida hace como que hacemos.
Hola maestro:
Es verdad que el hacer todo a medias es lo que nos tiene en una situación difícil, difícil en todos sus aspectos ya que el individuo sin importar la nacionalidad en algún momento de su vida a dicho ¡YA ASÍ QUE SE VAYA!, sin reflexionar un poco en el valor que tiene lo que estamos haciendo, siempre buscamos un pretexto, algo que nos haga sentir mejor a las acciones inconclusas, a los equívocos, pero nunca dejamos de DEFENDERNOS por así decirlo.
Me gustaría que las personas en verdad realicen acciones que les apasionen, que les agraden, que los hagan felices, porque lo que en realidad te gusta nunca lo dejas a medias, buscas la manera de que este perfecto, pero si no es así siempre estarás atado a ¡LO QUE DEBO HACER! y no conocerás lo apasionante que es ¡LO QUE QUIERO HACER!..
¡¡Gracias por su atención!!
este síndrome por lo menos alguna vez lo hemos padecido todos en nuestra vida ya sea con algunas personas en específico o con toda la sociedad en conjunto pero me parece que es cierto lo que los demás comentan debemos empezar por cambiar nuestras actitudes como personas y así poco a poco podremos cambiar a toda una sociedad en general.
Este síndrome en la actualidad es algo común,con lo que nos topamos día a día,tal vez por cultura o quizás lo que vivimos diariamente nos lleva a el actuar así cuando te das cuenta que el querer superar y prepararte y no actuar “como si” al final no rinde fruto y esto ase que la gente comience a actuar “como si” en todas sus acciones diarias.
Es un buen tema del como si desde mi manera de verla mayoría de las personas aparentamos ser algo que no somos nos consideramos las personasas comsientes mas correctas pero en relaodad no lo somos solo actuamos y decimos las cosas con elfin de tener algún beneficio personal y continuamos reproduciendo esta falta de responsabilidad con nuestra tarea con nuestra profesión con la labor y compromiso que socialmete tenemos, de igual manera nos quejamos de la corrupción y de muchos mas males sociales y hacemos como si nos importara pero realmente no hacemos algo como tal comparto y felicitó es un buen comentario y su opinión
Es una excelente reflexión sobre la manera en como actuamos las personas que solo aparentamos ser algo y nos falta ese compromiso no solo social sino personal en lo que hacemos y decimps debemos intentar cambiar no solo quejarnos de los males sociales , reproducirlos y criticar
“como si” es una palabra tan ordinaria pero tan inconclusa a la vez, ya que al decirla damos a entender que las cosas las hacemos o pensamos a medias, sin embargo es muy empleada todo el tiempo sin tomarle el sentido que en verdad merece, cuando termine de leer comencé a buscar alguna frase en la que empleando el “como si” no se aminorara su sentido o diera a entender que las cosas son a medias, no encontré frase alguna que diera otro sentido mas que el de algo inconcluso.
El “como si leyera”, “como si lo hiciera”, es un sindrome ya tan normal en la sociedad actual, una frase que si alguno la dice parecería que su pensamiento no da para mas, actuamos ante algunas situación “como si” nos importara y “como si” las solucionáramos, en nosotros esta el quitar de nuestra cultura y/o vocabulario el “como si”, ¿porque no simplemente nos interesamos por hacer un cambio?. No es difícil por lo menos intentar hacerlo, el interesarnos por desempeñar nuestras funciones con responsabilidad y optimismo es un buen inicio para dejar de lado el “como si”.
Me parece un artículo excelente para una época en la que dominan las apariencias. Parecer es más importante que ser.
Creo que la reflexión es una llamada a la autenticidad. A ser lo que realmente se es.
Sin embargo el “como si” se ha adueñado de los comportamientos humanos. Vivimos “como si”.
Atinadas reflexiones que denuncian una forma de proceder encaminada a las fechadas, a las apariencias, a las ficciones.
Estamos viendo como algunos políticos ofrecían la apariencia de personas honorables y, sin embargo, robaban y se burlaban de los ciudadanos. Actuaban como si les importásemos, pero en realidad solo se importaban a sí mismos.
Hay que desenmascarar esas actitudes falsas y engañosas.
Maestro.
Este articulo me parece muy interesante, la verdad nunca pensaría en esa frase “como si” pero es verdad la ocupamos la mayoría de la sociedad y me incluyo, es verdad que muchas personas somos o son conformistas y actuamos a medias… Es necesario no solo comentar o decir – Es verdad- Cuando no hacemos nada para corregirlo.
Es una gran aportación a mi vida.
Gracias.
Querida Brenda:
Me impresionan y emocionan frases como la tuya: “Es una gran aportación a mi vida”.
Digo esto porque, cuando uno escribe, desea que aquello que siente y piensa puedan ayudar a quien lo lee. Que le pueda ayudar a comprender, a ser mejor.
Basa una frase como la tuya para justificar cualquier esfuerzo.
Muchos besos.
Muchas gracias.
Un articulo muy interesante y verídico, creemos ir por el camino correcto, creemos que tenemos las ideas y los pensamientos claros, creemos en lo que hablamos y en como actuamos, pero sin imaginarlo, el subconsciente muestra la realidad (de lo que estamos hechos). Como siempre te lo voy a decir amigo Miguel Angel, naciste con el don de escribir, y lo mejor es que no eres egoísta, y comparte con nosotros tus escrito. Besos desde Colombia Florencia-Caquetá
Querida Tatiana:
Me alegra mucho verte asomar a esta ventana de mi blog.Fue una hermosa (aunque fugaz) experiencia la que vivimos en el Congreso de Florencia.
Gracias una vez más por leerme, por comentar el texto y por valorarlo positivamente.
Eres un primor.
Besos.
MAS
La experiencia de la serpiente es muy elocuente.
Me parece muy ingeniosa para explicar y ejemplificar cómo funciona este síndrome.
Me ha parecido muy rica esta reflexión. Vamos cambiando a medida que pasa el día por muchas fases del “como si”. En casa actuamos “como si” y fuera actuamos de otra manera diferente. Ante unas personas actuamos “como si” y antes otras de manera diferente.
Nunca lo había pensado y ahora veo que es muy cierto.