En un viaje que he realizado no hace mucho a un país extranjero (mantendré por cortesía el anonimato) una profesor me entregó un largo documento con la relación de los colegios de ese país, ordenados según su calidad educativa.
Pregunté que cómo se había elaborado el ranking y la profesora me contestó que a través de un proceso de assessment. Es decir, a través de pruebas estandarizadas (iguales, pues, para todos) que se habían aplicado a los alumnos y alumnas de los colegios. Se habían comparado los resultados y se había hecho la clasificación.
Repasé detenidamente la lista y reparé en un hecho que me llamó la atención, ya que conocía uno de los cinco primeros Colegios de la lista. Ese Colegiose Colegio (privado, privadísimo) practica la xenofobia en el proceso de admisión de los alumnos: no admite etnias como la gitana. Es un Colegio elitista, al que no pueden acceder los hijos de familias pobres, ya que no pueden pagar ni la matrícula ni las mensualidades. Sé también que los alumnos y alumnas que no van bien, son instados a abandonarlo. “Por su bien” y “para no perjudicar a los demás”.
Me puse en contacto con un profesor que conozco y que, muy a su pesar, trabaja en ese Colegio. Le hablé de esa lista y de mis preocupaciones sobre el concepto de calidad que la había inspirado y añadió un poquito más de inquietud a mi desazón inicial. Me contó que la víspera de las pruebas, se había pedido a algunos alumnos y alumnas que al día siguiente no acudieran al Colegio porque iban a realizar unas pruebas para medir la calidad y que ellos podían dañar la imagen del Colegio. De modo que un colegio tramposo, insensible, elitista, racista y xenófobo, ocupaba uno de los mejores puestos en el ranking de calidad. Y, acaso, una escuelita perdida en la montaña, con tres maestras entregadas en cuerpo y alma a los niños y a sus familias, queda relegada por esa evaluación a los últimos lugares de la lista. Qué injusticia.
¿De qué calidad hablamos? En el años 2003 coordiné un libro titulado “Trampas en educación: el discurso sobre la calidad”. El editor me dijo que no fuese tan duro, que no hablase de trampas sino de… controversias. Y, claro está, dije que no. Que quería denunciar trampas, no alimentar discusiones. Que él escribiera, si así lo deseaba, el libro a cerca de las controversias sobre la calidad.
He hecho repetidas veces un ejercicio en mis clases y conferencias para provocar la reflexión sobre el proceso de evaluación del alumnado, de las escuelas, de los programas, de los sistemas educativos… Es decir, de la evaluación educativa, en general. Entrego a los presentes una lista con diferentes funciones posibles de la evaluación. Son funciones de diversa naturaleza. CLASIFICAR, SELECCIONAR, COMPRENDER, MEDIR, DIAGNOSTICAR, MEJORAR… Y así hasta doce. Y les pido que, por favor, indiquen cuál es la función que consideran más importante, más valiosa, más necesaria, más útil, más deseable. Es decir, les pido que digan cuál de las funciones tiene una mayor riqueza conceptual o/y práctica. Les pregunto, pues, por la función ideal.
Casi sin excepción, las funciones más mencionadas en la respuesta a esta pregunta, se encuentran en los siguientes verbos: MEJORAR, COMPRENDER, APRENDER, DIALOGAR, REORIENTAR, COMPROBAR… A continuación les pido que, de la misma lista, elijan la función más real, la más frecuente, la más presente, la que han visto más veces. Y, casi sin excepción, han dicho: CLASIFICAR, COMPARAR, SELECCIONAR, MEDIR, CONTROLAR, JERARQUIZAR …
El debate no se establece, pues, en esta fase. Hay una coincidencia casi plena a la hora de definir cuáles son las funciones más ricas y las más pobres, las ideales y las reales. El problema es posterior y, responde a la siguiente pregunta: ¿por qué no coinciden las reales con las ideales?, ¿por qué no se convierte en real lo que se considera ideal?, ¿por qué no están presentes en la práctica las funciones que todos consideran más importantes…?
Es probable que esta cuestión tenga un desarrollo similar si son políticos los interlocutores. Es decir, aquellas personas que toman las decisiones sobre cómo ha de ser la evaluación. Me cuesta pensar que haya personas dedicadas a la política que consideren ideales, deseables, prioritarias las funciones más pobres pedagógicamente hablando. Téngase en cuenta que una evaluación pobre genera una enseñanza pobre. Porque existe la tendencia de considerar la evaluación como un fin, no como un medio. Y así está sucediendo: que no se pone la evaluación al servicio del aprendizaje sino el aprendizaje al servicio de la evaluación.
Cuando he lanzado la pregunta, los asistentes tratan de ofrecer alguna explicación. Hay quien sugiere que es más fácil, más cómodo, menos comprometido, entregarse a aquellas dimensiones menos acordes con el verdadero sentido de la educación y, por ende, de la evaluación. Es más sencillo dejarse seducir por visiones menos exigentes y menos comprometidas.
Hay quien piensa que ese hecho, por muy irracional que parezca, es la consecuencia lógica de vivir inmersos en una cultura neoliberal. En ella son ejes de las concepciones, de las actitudes y de los comportamientos unos principios que se sustentan en el individualismo, la competitividad, la obsesión por la eficacia, la privatización y dl olvido de los desfavorecidos. Las funciones más pobres de la evaluación se retroalimentas con esos principios. Lo importante es comparar, competir y ganar.
Otros plantean que siempre se ha hecho así y que es el peso de la rutina y de la inercia el que condiciona el proceder. Puede ser más racional y más ético encaminar la evaluación hacia el aprendizaje y la mejora, pero es más cómodo dejarse llevar por lo que siempre se ha hecho.
Algunos dicen, en cuarto lugar, que el pesimismo hace que pensemos que no es posible alcanzar aquello que deberíamos perseguir. Sí, sería deseable, pero no es posible. Porque es difícil y porque nosotros no tenemos la capacidad y la voluntad de alcanzarlo. Hay un poso de fatalismo instalado en nuestros corazones que nos hace desestimar cualquier esfuerzo bajo la sospecha de que será inútil. Decía Paulo Freire que el fatalismo es el principal enemigo de la educación. Porque atenta contra el núcleo esencial de este proceso que consiste en dar por buena la idea de que el ser humano puede aprender, de que el ser humano puede mejorar.
También hablan de la falta valentía cívica, que es una virtud democrática que nos hace ir a causas que, de antemano, sabemos que están perdidas. ¿Por qué digo valentía? Porque muchas de las posiciones negativas están asumidas por el poder. Y es más fácil respaldar al poder que criticarlo y enfrentarse a él.
Yo pienso que, a pesar de todas las inercias habidas y por haber, hay que hacer lo posible (cada uno en su lugar y nivel) por hacer imperar el sentido común, la lógica y la ética. Para que acabe coincidiendo lo ideal con lo real.
Querido Manuel Ángel:
Me viene a la memoria, anterior a esa publicación de 2003 a la que haces referencia (Trampas en educación: el discurso sobre la calidad), otra tuya anterior, escrita mucho antes (en 1993), precisamente dedicada a la evaluación, y que ya contenía tres de las palabras clave que propones en este artículo sobre la función ideal de la evaluación:
«LA EVALUACIÓN: UN PROCESO DE DIÁLOGO, COMPRENSIÓN Y MEJORA».
«Hay que conocer a John»… Es preciso, además, conocer los contextos, como afirmabas en tu conferencia de la semana pasada en Alhaurín el Grande (Málaga – España)…
Te conocí por tus obras, antes que personalmente. Una de ellas, fue precisamente este libro sobre la evaluación que te comento.
Después, de modo absolutamente libre, te elegiría años más tarde como maestro. Como bien sabes, no necesitaba la asignatura para la carrera, no necesitaba la calificación, no precisaba obtener ningún tipo de créditos o puntos… Necesitaba aprender.
Un privilegio, en todos los sentidos: poder elegir a un profesor. No ser segregado, como explicitas en este artículo, porque un colegio no admite a un alumno/a, a pesar de considerarse -por algunos- un centro de calidad.
Porque la calidad en educación precisa que se eduque en libertad, en un sentido bastante amplio…
Cometas en tu artículo anterior que «la educación genera autonomía, no dependencia al pensamiento y a la voluntad de los demás». Pienso, pues, que desde el principio se está negando esa generación de autonomía al alumnado que ni siquiera es admitido en un colegio, a tenor de los criterios de selección/discriminación de ciertos centros de «prestigio» por su «calidad»…
Por cierto, mi felicitación a Josemª por su comentario de la semana pasada sobre educación y adoctrinamiento, que tiene relación absoluta, desde mi punto de vista, con la formación en libertad. Muy interesante…
Un fuerte abrazo, querido amigo y maestro, y feliz semana a todos/as.
Empiezo a leer el artículo y pienso que se ca analizar el concepto de calidad de educación de un modo general. Posteriormente, se deriva la reflexión a la evaluación, en el sentido de que la calidad de la educación se establece en base a medidas. En ese momento pensaba que el discurso iba a centrarse en la evaluación de los centros. Pero de forma inmediata se habla del concepto de evaluación en relación a las funciones que se le suponen.
No se dice explicitamente, pero conociendo al profesor Santos, seguro que compartirá, que los conceptos CLASIFICAR, MEDIR, SELECCIONAR, COMPARAR,CONTROLAR… estén ligados a una evalaución que sólo se centra en el proceso de aprendizaje del alumno, y que los conceptos MEJORAR, DIALOGAR, APRENDER, REORIENTAR,… están relacionados con una evaluación que, además de tener en cuenta los procesos de aprendizajes, tiene muy en cuenta el proceso de enseñanza.
Por tanto, la calidad de educación, entre otras múltiples cuestiones, tendrá que ver con una evaluación formativa, global, contínua,… y que incida en todos los elementos que que tienen que ver en el proceso de eseñanza y aprendizaje: alumnos, profesores, centro, comunidad educativa,entorno,sistema… Esto sería lo IDEAL. Lo REAL, es que nos solemos centrar casi exclusivamente en los resultados de los alumnos (PISA, EVALUACIÓN DE DIAGNOSTICO, REALIDAD ESCOLAR).
Buen fin de seman.
Pingback: Lo ideal y lo real | Orientación Educati...
Querido Juan Manuel:
Gracias por tu generoso y certero comentario. Para mí fue un placer tener te aquellas clases. Esas actitud de querer aprender te hacía un alumno especial, del que también yo aprendía.
Gracias por compartir el sentimiento, el saber y el compromiso con la educación.
Un abrazo.
MAS
Enhorabuena, querido Miguel Ángel, por saber evaluar y corregir. Un acierto total que procuro practicar, cuando alguien se equivoca, dando y dejando cancha a la autocorrección, ya que practico el introducir los fallos ya corregidos sin que molesten al autor de ellos. Una maestría, sí, sobre todo por tu parte el equivocarte tú también. Todos nos equivocamos y haciendonos falibles con el que falla también crecemos y no necesitamos crecernos a costa de nadie. La educación nos levanta a todos y no necesita esos debates televisivos como el de anoche, en que un señor que no ha pisado la universidad intenta pontificar y además sin dejar de hablar a los demás. Se nota que le hubiera venido bien pasar por la Universidad para aprender a escuchar.
Querido amigo y maestro:
«Es de bien nacido ser agradecido». Me lo enseñaron mis maestros, a los que tanto debo. Y tú también.
De hecho, publicaste hace tiempo un artículo específico titulado «¡Gracias!»:
http://blogs.opinionmalaga.com/eladarve/2007/10/13/%C2%A1gracias/
Tu generosidad te define, aumenta más, si cabe, tu autoridad («hacer crecer») moral y te hace admirable.
Muchas gracias a ti, por tus palabras, por tu entrega a la Educación, por tu ejemplo, por tu esfuerzo (y constancia) y por tu vocación fiel a tus valores.
El placer fue mío, por poder aprender de ti sin la presión de una educación obligatoria u obligada, sin la espera de una calificación como «moneda de cambio». Tú sabes mejor que yo que, en ocasiones, hay alumnos/as que nos han mostrado una actitud no demasiado veraz -no sé cómo expresarlo, no quiero herir a nadie- y el tiempo ha puesto en su sitio el verdadero rostro que se ocultaba. Sin embargo, intuyendo muchas veces las intenciones, hemos seguido sembrando. Ésto también lo aprendí de ti…
Por otro lado, en cuanto a la broma/prueba de las últimas semanas, sé que es con cariño y respeto, por lo que puedes llamarme incluso «Manolo», si así lo deseas…
Un fuerte abrazo.
Juan Miguel.
Ciertamente creo que M. Ángel es un lujo de profesor. Comparto totalmente sus ideas. Mi vida de educador se desarrolló en dos etapas más o menos iguales en el tiempo: privada y pública. Nunca me olvidaré en un colegio de «élite» de la privada que en una reunión de padres cuestioné la educación del centro por su elitismo de clase social alta. Un padre me contestó: «sí, yo quiero un colegio elitista y que mis hijos no se junten con ciertas clases sociales.» Me quedé de piedra.
Tres hijos tengo y los tres han realizado todo su proceso educativo en la pública a la que siempre le he reconocido una gran categoría educativa. En ella está la sociedad tal cual es.
Yo hablo de mi experiencia y no dudo que de bueno y de malo habrá en todas partes, aunque para mí la balanza de la educación está inclinada de un lado, al que por cierto, actualmente, machacan bastante.
Saludos y gracias M. Ángel por estos regalos que nos brindas cada fin de semana.
Estoy de acuerdo. Todo el mundo dice que la evaluación ha de servir para mejorar pero luego tanto legisladores como evaluadores la utilizan para otros fines, como comparar, competir, seleccionar y clasificar.
Lo difícil es cómo remediar la incongruencia.
Bueno, una forma puede ser denunciarla.
Considero que hay dos tipos de evaluación:
Por un lado la evaluación del rendimiento suficiente, que se refiere a unos resultados mínimos, el nivel objetivo común exigido por las políticas educativas para aprobar una asignatura, un curso, un ciclo. Los resultados son mensurable, cuantitativos y se refieren a los aspectos cognitivos y técnicos de la educación.
Por otro, la evaluación del rendimiento satisfactorio, cuando el alumno ha rendido lo que podía, según sus capacidades, con independencia de los niveles oficialmente exigidos, de forma que si ha sacado un notable pero puede sacar sobresaliente es ese el que se le exija, o, por el contrario, si no puede superar el nivel objetivo del aprobado pero ha realizado todo el esfuerzo posible no se le exija más. (Recordemos la parábola de los talentos) Estos resultados no son cuantitativos, son resultados educativos, situados en el ámbito afectivo y de los valores.
Mejor nos iría si el sistema adoptase este segundo modelo.
Saludos,
Lucía Antolín.
Por cierto, ¿quien evalúa a los evaluadores?
asi pasa y claro es algo muy injusto como evaluan el como simplemente por que ellos evaluan cuanto se tiene economicamente se van solo por el dinero pues es lo que mueve desgraciadamente al mundo donde vivimos y se deja de ver lo importante en esta caso la educacion.
hay que poner la evaluación al servicio de las personas y del aprendizaje y no al revés.
Deberíamos entender la evaluación una ayuda y no como una amenaza. Reecuero, en este mismo blog, un artículo titulado La evaluación como tortura. Ahí está el problema.
pues yo opino que esto es muy cierto ya que todos nosotros ya sin esep´cion tenemos que evaluarnos por nosotros mismos ya que si no tenemos una evaluacion c o no no ponemos al corriente no sabemos que nos sobra y que nos falta y me parece que si es bueno eso de la evaluaciopn como impulso no como derrota
Este articulo nos habla que la evaluación nos sirve para poder corregir nuestros errores y nos ayuda a poder mejorar, pidiendo reconocer nuestros errores….
Buenas tardes profesor:
Al ller este articulo me he puesto a reflexionar acerca de lop que realmente nosotros como futuros docentres escolares queremos hacer de las escuelas, si realmente queremos que le educacion en esa escuela en la que algun dia esperamos estar se realmente de gran provecho, o si so,llamente vcamois a estar ahi solo por cubrir un horario y por poensar en nuestro salario que tarde o temprano amos a recibir!!…en hora buena…muchas gracias por esta reflexion…que tenga un buen dia!!..
como lo menciona el autor la evaluacion no es mas que una herramienta de apoyo para el aprendizaje y no por el contrariocomo alumno he cometido el error de preocuparme para pasar un examen estudiar para pasar pero creo que seria mas valido preocuparme por aprender algo realmente por que al preocuparte por el examen solo te preocupas por un momento y no obtienes verdaderamente el aprendizaje en mi opinion es mas valioso que la educacion este fomentada en el verdadero aprendizaje que por evaluar.
hola buenas tardes maestro el tema de la educación es muy importante en todos los lugares pero lo malo es que existe una gran injusticia en esta y por que sera? si realmente todos somos iguales tenemos la capacidad para poder realizar algo y para aprender, claro que unos tienen mas conocimientos pero eso no permite que otros que no tienen tanto siempre se queden igual, no importa en donde uno estudie mas que nada lo que vale es el empeño que uno ponga en el estudio por que si a uno lo mandan a la mejor escuela,pero no tiene interés por su educación no va a lograr nada,para poder tener una igualdad en la educación es tener un gran compromisos por esta,realizar proyectos educativo de acuerdo al contexto,para evaluarse de forma justa y con los resultados adquiridos mejorar aquellos errores que cometimos, lo cual nos permitirá ir desarrollarnos poco a poco.
Hola, pienso que es injusto evaluar a todas las escuelas por igual tomando en cuenta que no todas están en las mismas condiciones sin embargo la evaluación es buena para corregir nuestras errores y ser mejores cada día.
Los errores que cometemos no debemos negarlos, ni mucho menos ignorarlos sino debemos afrontarlos y aprender de ellos sin olvidarlos para que en un futuro no volvamos a cometerlos.
Como todo necesitamos de una evaluación en cualquier aspecto para saber en que estamos bien y que es lo que tenemos que mejorar, en cambio si nos toda evaluar hay que ser realistas y tomar bien en cuenta los aspectos a evaluar, e hai donde tambie existe una autoevaluacion 😉
ola buenas tardes el articulo es muy cierto ya que si en la vida todo se mueve con dinero y lo sabemos todos de antemano sabemos que pues la ética esta por los suelos y en realidad nos vamos como bien dice el titulo por lo ideal y no por lo real la realidad que estamos por un lado nosotros solo vemos nuestro bienestar pero para otros pasarlos amolar yo creo si lo hemos cometido pues reparar quitar esos malos hábitos que en realidad no favorecen ni a uno mismo al contrario uno se hace daño*****
hola¡¡¡ este articulo no habla de que:
todos tenemos que aprender de nuestros errores ya que nos sirven como experiencia para no volver a cometerlos pues nos ayudan a mejorar como personas.
Este articulo tiene mucha razón ya que hay muchas veces en las que nosotros solo no dedicamos a criticar a los demás sin ver los errores que nosotros mismos podemos llegar a cometer y sin en cambio si nosotros nos evaluamos a futuro tendremos mejores cosas en la vida si cometer errores…¡¡¡¡ 😀
hola
este articulo esta en lo cierto en la parte que dice las mejores escuelas por que yo considero que no puedes comparar las escuelas por que en algunas su nivel económico es muy alto y por consecuencia cuentan con el mejor equipo eso por un lado, pero por el otro tenemos a las escuelas de bajos recursos económicos y aun así los maestros se las ingenian para impartir clases y mejorar la calidad de la escuela en la que laboran y si todas las escuelas tuvieran el mismo nivel si las podríamos comparar.
pienso que es verdad lo que dice pero todos debemos aprender de los errores para asi algun dia verlos como una leccion de vida y aprendes de ellos.
HOLA BUENAS NOCHES!!!
Coincido con usted maestro…… que cada quien tenemos que hacer lo posible en donde estemos para hacer imperar el sentido común y la ética y que coincida lo ideal con lo real ya que como menciona en el articulo la comparación de las escuelas que hacen trampa para obtener mejores resultados.
Considero que la practica de valores es indispensable para una buena convivencia en sociedad y mas en casos donde se trata de obtener algo.
Hola maestro.
El articulo del día de hoy tiene una gran importancia, ya que nos habla de los valores, la igualdad, es algo que todos como seres humanos debemos tener presente. Es feo ver como esta discriminación se hace presente hasta en los centros educativos. Es ahí cuando debemos de sacar lo mejor de nosotros y dejar de criticar y hacer a un lado a los demás ya que son seres como nosotros.
hola…
en su articulo menciona algo muy cierto donde nos dice que las escuelas de alto nivel académico ya que no pueden ser comparadas ya que algunas tienen mejor nivel económico ya que su potencial o nivel de competitividad tiene que ver con todo ya que tienen mejor tecnología y su otra cara seria las de recursos menores ya que no pueden dar o llevar acabo el mismo potencial que las anteriores pero por mi parte no tiene que ver el sitio bueno un poco pero psss si el profesor quiere y el alumno también pueden aumentar el intelecto de los 2 y de la escuela que se está respaldando cunado toda escuela sea de primer mundo o del mismo nivel económico seria el momento de compararlas y sabríamos cual escuela no tiene el nivel mientras seguirá siendo solo el nivel económico…
Buenas noches
Es muy cierto mencionar que el nivel educativo en cada una de las diferentes instituciones depende del nivel economico de las mismas,por lo que podemos notar como lo ideal seria que todos los alumnos tuvieran ún nivel de aprendizaje satisfactorio y verdadero,pero no es asi.
Incluso algunas escuelas repasan los examenes de que califican el nivel de aprendizaje de sus alumnos solo por ser reconocidas o incluso felicitadas,pero vale la pena tener un reconocimiento ideal pero no real y verdadero.
bueas noches
muy buen tema es nesesareo saber que en varias de las escuelas de su nivel economico depende su nivel educativo,es desalentador saber que en algunas instituciones repasan los examenes de evaluacion para tener buenos resultados a un que estos no sean reales.que valdra mas un resultado verdadero aunque bajo o uno ideal pero ficticio.
pienso q este articulo es muy importante por que en ocasiones no nos damos cuenta de nuestros errores si no los errores de las demás personas que nos rodean y también pude notar que nos habla sobre la economía y en parte es cierto pero también pienso que hay escuelas que sin recursos son de nivel muy alto por que hay ganas de estudiar y cuando se quiere lograr se puede sin depender de comodidades por que en ocasiones al tener todas esas comodidades nos afectan en la parte académica y no nos esforzamos lo que realmente se requiere.
Hola. Al momento que inicio su escrito mencionando que un profesor le entrego un documento donde se ordenaban las escuelas segun su calidad educativa, quiero imaginarme en donde, en que lugar fue, pero tampoco quiero equivocarme asi que no mencionare en que lugar pienso que sucede esto y me cuesta trabajo que en esos paises que nos sirven de modelo se den ese tipo de atrocidades esa discriminaciones, esa falta de etica, de valores. Entonces donde esta la educacion de la que presumen. talvez soy idealista y me cuesta tabajo ver la realidad.
hola! buenos noches! desafortunadamente nos encontramos en un mundo en el cual, efectivamente es muy dificil, digamos imposible hacer coincidir «lo ideal» con «lo real».
por una parte los seres humanos consideran aspectos de vida ideales, pero.. ¿que hay con lograrlos?.. la realidad va mas alla, nos invade y no permite llwvar a cabo esos ideales, existen entre otras muchas cosass, factoreaas que afectan para dicho proposito, como el nivel economico, por ejemplo, que nos lleva a estancarnos en los sueños, impidiendo un desarrollo ideal, sin embargo estoy totalmente de acuerdo con el maestro miguel, todos debemos buscar soluciones y hacer lo posible, cada uno lo que le corresponde para lograr hechos ideales, pero sobre todo reales 🙂
Estimado maestro, al leer sus líneas me asombre, no sólo por la exactitud de sus palabras, sino por la similitud que existe entre las situación que describe y la realidad de mi contexto inmediato, dejando en claro que no generalizó, pero al igual que usted he observado de cerca y peor aún he vivido en carne propia en mi labor docente, los estragos de las pruebas estandarizadas. Al igual que usted opino que es injusto.
maetro con esto me pone a pensar en todo lo real y lo idealse que la tarea de docente no es facil pero no por eso dejare de tratar de aserla lo mejor que se pueda y no haciendo lko que el colegio iso para poder alcanzar un muy buen rendimiento escolar eso mas bien es trampa y como lo menciona no es justo por que los demas docentes se esmeran y ella que facil es acer eso pero ahi que ser eticos y justos……..me despido de usted muy buen comentario
Hay una ley que indica que todos somos iguales…. Pero ¿Cómo puede existir lo real y lo ideal si se sigue haciendo distinción en la educación como base de la sociedad?
Para mi nosotros somos los que sabemos cuánto sabemos y por supuesto los únicos críticos de lo que aprendemos así como la calidad de personas pensantes que somos. Sin embargo al vivir en una sociedad que de alguna forma desde un inicio se midió así misma no deja de hacerlo con los demás. Nadie puede medir el intelecto que tiene a una persona sino conoce a la persona misma y no se tiene lo real como base para llegar a lo ideal de una educación certera.
buenas tardes es tan lamentable que existan escuelas en las que por el afán de tener una evaluación ideal recurran ala deshonestidad al momento de las evaluaciones.
El nivel económico de las instituciones si afecta en cierta manera a la calidad de la educación pero no siempre,todos tenemos un concepto de ideal pero en la mayoría de las situaciones no compagina con lo real.
El tema de la evalución es siempre importante ya que marca cuál es el camino. Si tenemos una evaluación de carácter pobre, también será pobre todo el proceso. Si la evaluación se encamina a la competición y a la claficiación servirá poco para mejorar lo que hacemos.
Es importante el artículo porque llama la atención sobre un asunto muy importante. Y denuncia algunos abusos que están muy implantados en el sistema y en la cultura.
Este articulo es muy bueno ya que como se dice hay que hacer las cosas por amor no solo por hacerlas.
y mas como docente ya que es una gran responsabilidad y el tener mas o menos dinero que alguien no te hace ni mejor ni peor persona.
==================================================
Hola!
He resumido y comentado en:
http://nuevosistemaeducativo.blogspot.com.es/2013/10/evaluar-mal-la-calidad-educativa-miguel.html
Slds, Vicente
http://www.vicentebou.com
==================================================
Lo ideal y lo real no coinciden porque es más fácil la incongruencia.
El rigor y la exigencia son más costosos.
Saludos.
es muy ciertoooo..simpre ay q acer las coSAS con amor y ganas yes bueno q evaluen el trabajooo q se ace como docentes….por eso siempre hay q dar lo mejor de si
Pingback: ¿Son necesarias las evaluaciones externas? | Departamento de Formación, Evaluación e Innovación Educativa