¡Lo que hay que Wert!

6 Oct

Para lectores de otros países quiero aclarar que el señor José Ignacio Wert, por los caprichos de la política, se ha convertido en el actual Ministro de Educación, Cultura y Deportes de España. Este ministro de cartera múltiple, sociólogo de profesión, ha entrado en el campo de la educación como jabalí en cacharrería. Le faltó tiempo para suprimir Educación para la ciudadanía, instaurar reválidas, garantizar el concierto a los Colegios del Opus y recortar por doquier (menos profesorado, más alumnos y alumnas por aula, más horas de docencia). Para mejorar la calidad, supongo.

El partido que llega al gobierno achaca todo el fracaso al gobierno anterior del color político opuesto y emprende un nuevo rumbo que lleva su marca.

Siempre me he manifestado contrario a la reiterada pretensión de transformar el sistema educativo a través de leyes. Michel Crozier publicó hace años un libro con el título “La sociedad no cambia por decreto”. Puede muy bien trasladarse ese aserto al tema que nos ocupa: “La escuela no cambia por decreto”. Una ley puede transformar algunas cosas: la estructura del sistema educativo, la edad de escolarización obligatoria, el curriculum básico… Pero no puede cambiar otras: la formación de los docentes, la actitud de estos hacia su tarea, sus concepciones sobre la metodología, la evaluación, la diversidad o la discapacidad…

Es como una manía, como un tic. El partido que llega al gobierno achaca todo el fracaso al gobierno anterior del color político opuesto y emprende un nuevo rumbo que lleva su marca.

¿Qué es lo que quiere el Ministro con la ley? ¿Mejorar la educación? Le diré, sin emplear mucho tiempo y esfuerzo, lo que habría que hacer: Mejore y amplíe la formación inicial del profesorado en todos sus niveles, baje la ratio profesor-alumno, organice plantillas cohesionadas y estables en los centros, potencie la formación en ejercicio, dote a los centros de autonomía y de medios… Pero, claro, este camino es más largo. Y más caro. De modo que el camino largo y caro hará que, quizás, otro partido rentabilice en votos el trabajo realizado. Eso no es electoralmente muy rentable.

El legislador parece pensar que la víspera de la promulgación de la ley, alguien tocará al profesor con un varita mágica mientras duerme en tres sitios. En la cabeza para que lo entienda. En el corazón para que se entusiasme. Y en la mano para que se disponga a la acción. Pero nadie le toca mientras duerme ni al despertar. Así que se dirige a la escuela preguntándose: Pero, ¿qué hay que hacer ahora? Quizá yo no sepa hacerlo. Y entonces le dicen: Vaya a hacer un curso para enterarse… En definitiva, una locura.

Cuando se analiza la realidad es preciso distinguir la comprobación de la atribución. Una cosa es lo que sucede y otra, muy distinta, la causa de aquello que sucede. Hay que diagnosticar con rigor. Y luego tomar decisiones racionales. Existe un peligro muy grave que consiste en pensar que, cuando hay problemas (fracaso escolar en este caso), cualquier medida que se tome los solucionará. No siempre es así. Si las medidas no son adecuadas, el problema se quedará como estaba o, lo que es peor, se agravará. Si, para paliar el fracaso, lo que se hace es reducir profesores, aumentar el número de alumnos por aula, imponer reválidas y promulgar leyes…, lo más seguro es que habrá más fracaso. No todo cambio es una mejora.

Cuando el Ministro Ángel Gabilondo propuso un pacto sobre la educación en España, escribí un artículo en el periódico “Público” de Madrid, titulado “Un pacto necesario”. Así lo veía y así lo veo. Siete leyes generales en España durante la etapa democrática para mejorar la educación resulta escandaloso. ¡Siete leyes en cuarenta años! ¿Qué vigencia le confiere a la LOMCE el actual Ministro? Se lo diré: lo que dure el PP en el Gobierno.

No tiene ningún sentido esta ley del péndulo. Lo que era bueno ayer, es malo hoy. Lo que era malo ayer, es bueno hoy. No me sorprende que haya desconcierto y rabia entre las familias y el profesorado. Qué decir de los alumnos y las alumnas. Todo se hace por ellos, pero sin ellos.

Por otra parte, esta pretensión de cambiar la escuela a través de leyes es claramente desprofesionalizadora. Se manda hacer las cosas porque se piensa que los docentes no las van a querer hacer por sí mismos y se les explica cómo hacerlas porque se supone que no las van a saber hacer. El legislador se lava las manos ante el fracaso. “Yo ya les he dicho a los profesores lo que tienen que hacer. ¿Por qué no lo hacen?”, dice el legislador.

Pero hay leyes y leyes. Esta nos hace retroceder medio siglo. No puedo entrar en detalle, dado el espacio de que dispongo. Resulta una ironía y una desfachatez leer en el borrador que “esta ley es el resultado de un diálogo abierto y sincero con toda la comunidad educativa”. ¿Se lo creen de verdad? ¿Quieren que nos lo creamos?

Instaurar reválidas externas significa que no se confía mucho en el trabajo de los docentes. Y, por otra parte, lleva consigo un castigo a quienes tienen menos medios para competir con éxito. Dice Bernstein: “El ritmo de los aprendizajes que hace falta seguir hoy en la escuela es tan intenso que hace falta una segunda escuela en la casa para seguirlo. ¿Y los que no la tienen?”. Esos ya eran desgraciados antes de ir a la escuela Y ahora son doblemente desgraciados porque van a fracasar estrepitosamente en ella.

Resulta inaudito que, cuando habla de la autonomía de los centros, se diga que “los centros educativos dispondrán de autonomía para diseñar e implantar métodos pedagógicos propios”. ¿Es que no van a tener autonomía para eso? Lo que hace falta es autonomía curricular, organizativa y económica.

Da la impresión que el texto ha sido redactado precipitadamente, después de una mala noche. ¿Cómo se puede afirmar sin rubor que “la incorporación generalizada de las TIC al sistema educativo permitirá personalizar la educación”. ¿Cómo? ¿Por qué?

Achaca el Ministro a las Reformas anteriores su carácter de ideológicas (a saber qué entiende por tal). Esta ley suya debe ser exclusivamente técnica o, quizás, meramente espiritual. Esta no es ideológica. Lo que hay que Wert.

No parece de recibo que una ley que afecta a la educación esté mal redactada. Debería tenerse más cuidado. Resulta paradójico que una ley que insiste tanto en los aprendizajes instrumentales relacionados con la lengua esté pésimamente escrita.

35 respuestas a «¡Lo que hay que Wert!»

  1. Y lo que es peor, los docentes no conocen las leyes y por tanto , por buenas que sean, no se impregnan del espíritu de las mismas.Coincido plenamente en su análisis.

  2. Y no sé cómo los docentes no nos ponemos en pie de guerra. Si hacen esto con la sanidad (siete leyes generales en tan poco tiempo, se produce una sublevción contra los legisladores.
    Llegas a la conclusión de que la educación les importa un pimiento. Si no, no e puede entender tanto aivén.

  3. Gracias Miguel Ángel por este post. Lo cierto es que el ministro Wert está realizando a la perfección su labor ideológica dentro de la política del gobierno. Para no quedarnos parados, animo a todo aquel o aquella que esté interesado en sumarse a esta campaña: ¡Lo que hay que Wert!, dejo el enlace.

    http://www.loquehayquewert.org

    Saludos!!!

  4. ¿Una mala noche? Desde el momento en el que su único objetivo es desprestigiar y hundir la educación pública (bueno, todo lo público, en realidad) en beneficio de la privada, cualquier medida que tomen irá en ese sentido. Estos proyectos no se hacen de forma apresurada, sino concienzudamente… solo que el resultado que buscan no es el que nosotros pudiéramos tener en mente a la hora de proponer alternativas. ¿Educación? Eso, a ellos, ¿qué les importa?

  5. ¡Por fin! Le felicito por su artículo, una vez más estoy totalmente de acuerdo con lo que opina sobre la nueva “retro ley” que nos van a imponer a calzador cuando estemos comiendo el turrón tranquilamente en casita. Estaba esperando con ganas su punto de vista y se lo agradezco porque cada artículo que escribe para mí es un regalo.
    Un saludo,
    Alicia

  6. He vivido las siguientes Leyes Orgánicas sobre Educación: Ley General de Educación (Gobierno franquista), como estudiante y sus últimos años como docente. LODE (1984, PSOE, que sacó a la calle a todo el sistema educativo, incluido el universitario y provocó la dimisión de Maravall) Y a partir de 1990, la siguiente sucesión: LOGSE,LOPEGCE (PSOE); LOCE (PP); LOE (PSOE) y en mi comunidad Autónoma la LEA. No sé si omito alguna. ¿He notado algún cambio significativo en mi profesión docente? Sólo uno: la atención a la diversidad. El alumnado con necesidades especificas de apoyo educativo, se ha ido integrando en las aulas. Y una generalización de la enseñanza básica a todo el alumnado. Primero hasta los 14 años, después hasta los 16. Por lo demás, siempre he sido yo y mis circunstancias, como docente, en mi centro y con mi alumnado. Nuestro sistema educativo es el peor de Europa (y quizás también de la OCDE), como es sabido, a raíz de las evaluaciones internacionales (¿por qué nunca se habla de este tema en este blog?). Necesita un cambio notable, un golpe de timón absoluto? Sin duda. ¿Será esta Ley la respuesta? Sin duda no. COmo no lo han sido ninguna de las anteriores, ninguna de ellas con consenso político. Y no nos vamos a engañar: la educación es una herramienta ideológica, fundamentalmente electoralista. Nunca se ha hablado de educación, desde la esfera política. Sus hacedores, nuestros legisladores, nunca han sabido de lo que hablaban. Y cualquier Ley de Educación sin consenso (todas y cada una de la que se han sucedido), está condenada a su extinción, en breve plazo. Por lo tanto, me da igual que esta Ley se llame Wert, se llame Mercedes Cabrera, se llame Pilar del Castillo, se llame María Jesús San Segundo…. ninguno/a pasará a la historia de la educación, es evidente. Y tengo claro que seguiré como docente como siempre, hasta ahora: yo y mis circunstancias. Yo y mi profesionalidad. Ventajas, en definitiva, de no caer en sesgos ideológicos gratuitos. Soy educadora, me niego a ser aprendiz de brujo de ideologías gratuitas. Saludos.

  7. Los gobernantes hacen las leyes que les permiten los gobernados. Y sí éstas son pésimas, ¿Cómo serán estos? (perdón por la generalización)

    Un saludo, y muchas gracias, señor Santos.

  8. Miguel Ángel, una de las primeras manifestaciones del SR. WERT, con el asunto de la Educación para la Ciudadanía, fue decir que lo que había que quitar de la educación eran las controversias.
    Desde ese momento lo ignoro como político y me obligo a hacer cuanto pueda para mantener la controversia como uno de los máximos valores educativos. ¡Aunque parezca excesivo!
    ¡Gracias una vez más!

  9. A mi modo de ver, este Gobierno, hará polvo todo lo público, aún más, para mí ya no tiene legitimidad ninguna, pues la mayoría absoluta que le dieron fue para cumplir un programa del cual ha hecho lo contrario en todo. Debiera convocar nuevas elecciones.
    En cuanto a traer agentes externos para examinar a los alumnos, como bien dice Miguel Ángel, es una desconfianza total en el profesorado, además, yo me pregunto, ¿valorarán el esfuerzo, los hábitos adquiridos, la socabilidad…o sólo los datos almacenados en la computadora mental?
    Esto me hace recordar la odiada reválida de mi tiempo de estudiante. En fin a esta ley de educación le podían poner el nombre de “Ley Cangreja”
    Saludos.

  10. Don Gurú:

    No levante solo una parte de la alfombra. Levante toda ella. En caso contrario, la suciedad siempre permanecerá debajo. Y no se ha barrido desde hace décadas, para desgracia de ese 35% de alumnado fracasado, sin titulación básica.

    Gracias.

  11. Lo bueno o lo malo, según se mire, es que los políticos pueden legislar lo que quieran, después los docentes dentro de nuestras aulas hacemos lo que podemos y sabemos. Y esta acción educativa no siempre está en consonancia con las directrices ideológicas de las leyes del momento.

    Como siempre se discute lo anecdótico, la educación para la ciudadanía, por ejemplo. Me imagino que en educación hay otros temas pedagógicos más importantes. Pero claro en esto hay ideología…por ello se discute.

    Ah… se me olvidaba, la enseñanza TIC dónde la vamos a hacer ¿en el ciber del barrio?.

    Un saludo.

  12. Oye, Máximo, tú pareces estar por encima de los gurús. La sorna es muy propia de esos que esconden basura debajo de algunas alfombras. No hay la misma debajo de unas alfombras que de otras. Ni mucho menos. Que yo sepa se estaba planteando analizar ESTA ley. Y denunciando su contenido y sus mentiras. Pero si se dice qiue todas son malas te quedas más tranquilo. Pues nada, tranquilo.

  13. jajaja Maximo. No se puede decir más con menos palabras. Absolutamente de acuerdo, como siempre, con la Sra. Pepa Banderas, que debería intervenir con más frecuencia. Cuando lo hace, el blog adquiere lucidez y fundamento.Se aprende con Pepa. Y también de acuerdo con Juan Carlos Muñoz. Siendo lo que es Educación para la Ciudadanía (que le pregunten a cualquier docente que ha tenido la “suerte” de tener que impartirla) y la concepción que tiene de esta materia el alumnado, algo así como una hora de asueto, es absurdo detenerse en ella. Pero claro, mejor detenerse en ella que hablar de la educación, de la enseñanza. Esto último a ningún Gobierno le conviene. Por último, parece increíble: los evaluadores externos existen desde siempre. Ahí están las evaluaciones externas (PISA, Prueba Diagnóstico); ahí está la inspección educativa. Pensar que no tenemos que rendir cuentas de nada a nadie, por el hecho de ser profesores es absurdo.

  14. Mientras nuestro trabajo dependa del capricho de los políticos y leyes de turno ineficaces y absurdas desde el punto de vista pedagógico, la mayoría de las veces, nos pasará como a los hijos/as que sufren el maltrato dentro de sus propias familias, por cuenta de quienes deberían cuidarlos/as y protegerlos/as, padeciendo así el peor de los traumas. La Administración en este caso es quien primero debiera velar porque los docentes trabajáramos con alas que nos permitiesen crecer, avanzar y progresar y raíces con fundamentos pedagógicos, no políticos, que nos sustentaran e identificaran con dignidad.

    De no ser así nuestro colectivo parece estar predestinado a no poder crecer ni desarrollar su tarea de manera saludable, lógica, científica, emocional, etc. Parte de él seguirá estando integrado por docentes marginados/marginales que practicarán “La educación prohibida”, otros/as, la mayoría seguirán perpetuando la mala educación establecida según el signo político del momento, garantizando así entre unos y otros el aborregamiento y reproducción de los/as futuros ciudadanos que deberán mantener el sistema. Algunos/as intentaremos ser resilientes en esta situación y llevar a cabo nuestra tarea profesional conscientes de la realidad pero coherentes con nuestros principios morales y éticos, convencidos y comprometidos/as con la formación que en su día recibimos.
    Un abrazo.

  15. Ay, Antón: tú sí que provocas el jajaja. Tú siempre aplaudes a la misma persona, diga lo que diga. Lo que tenía que hacer, con tanta lucidez y fundamento la señora Pepa Banderas, es abir su propio blog y no pretender buscar siempre tres patas al gato. Y así, los cuatro que la elogiais incondicionalmente, lo tndríais muy fácil.
    Caramba, parece curioso que con profesores tan maravillosos como siempre defiende que existen la señora Pepa Banderas tengamos el sistema educativo peor de toda la OCDE. Milagro. Maravillosos deocente, sistema pésimo. Pero, ¿con qué baremo mide? ¿Con qué criterios compara?¿No cuenta la historia, los condicionantes…? Ni tanto ni tal calvo que se no, vean los sesos. Porque las pruebas de PISA dicen que España tiene el sistema más equitativo de la OCDE. ¿No importa nada eso?
    Quien se ha detenido en la asignatura E para la C. es el señor Wertz. Fue lo primerito que hizo. Ya ves.
    ¿Quién dice que no hay que rendir cuentas?

  16. Pediría que fuésemos conscientes de la tolerancia y generosidad del autor de este Blog quien autoriza la intervención repetida de comentaristas que parecieran olvidar el objeto de la aportación en un espacio como este, consiguiendo empobrecer con ello su finalidad.

    Estoy a favor de discrepar y dialogar aportando comentarios con fundamento que respeten las opciones personales de cada cual en cualquier ámbito: político, religioso, etc y siempre referidos al tema planteado, pero creo que convertir este lugar en un sitio de comentarios ruines, pudiera desanimar a participar a otras personas que posiblemente contribuirían con sus opiniones a enriquecerlo.

    Este debería ser un territorio de buena convivencia y más entre individuos que se dedican a la docencia, oportuno ejemplo de la necesidad de la Educación para la ciudadanía.
    Gracias.

  17. Contra los deberes

    De un tiempo a esta parte, tengo la impresión –compartida por muchos otros- de que los deberes ocupan demasiado tiempo en la vida de los niños y de los propios padres. Tengo además la certeza de que, tal y como son, no ayudan a mejorar su rendimiento escolar1. Pero cuando mi hijo José, de 7 años, trajo esta nota de deberes el día que les daban las vacaciones de Semana Santa, me pareció tan disparatado, tan absurdo, que decidí, contrariamente a lo que había hecho hasta entonces, no dejarlo pasar, quejarme ante la profesora que lo había perpetrado, y elaborar un texto, éste, contra la inercia de los deberes sin sentido, para remitírselo a la dirección del centro.
    TAREA PARA SEMANA SANTA
    -Lengua: estudiar el tema 11, a la vuelta haremos el control. Hacer un diario de las vacaciones en el cuaderno, similar al que hicimos durante las navidades. Ficha de lectura de “La cometa”.
    -Matemáticas: estudiar las tablas. Cuadernillo Dylar, páginas 3, 4,5 y 6.
    -C. medio: páginas 106, 107, 108 y 109. Hacer el dibujo de la actividad 5 en un folio. Estudiar el tema, a la vuelta haremos también el control.

    1. Los niños pasan suficientes horas en la escuela como para alcanzar los objetivos exigidos con el trabajo que desarrollan dentro de la misma.
    2. No siempre todo lo que se les manda saben hacerlo por sí mismos, convirtiéndose la casa en la escuela y los padres en profesores (¿cuántas veces se les enseña en casa lo que deberían haber aprendido en la escuela?).
    3. Como consecuencia del punto anterior, muchos padres sin formación, sin conocimientos académicos, se ven obligados a recurrir a “clases particulares”, siempre que se lo puedan permitir (ya que muchas veces coinciden bajo nivel académico con bajo nivel económico).
    4. También como consecuencia del punto 2, no pocas veces acaba provocando discusiones, broncas o conflictos familiares (estrés).
    5. Frente a la afirmación “solo les pongo tarea para que la hagan en media hora”, conviene recordar que no todos los niños emplean el mismo tiempo en hacer las mismas cosas. No tienen el mismo nivel curricular, ni de concentración o motivación.
    6. Hay niños que ya saben hacer lo se les manda por lo que resulta innecesario; otros que no lo saben, resulta inútil, por más y más que se les mande.
    7. Habitualmente, coinciden deberes de distintas asignaturas, sin que previamente haya habido acuerdo entre los distintos profesores para que no sea así.
    8. Casi todos los niños realizan actividades extraescolares, todas sin duda formativas, pero esto “no cuenta”, o no se tiene en cuenta.
    9. Con frecuencia, los trabajos que se mandan son repetitivos, reproductivos, monótonos y muy aburridos, como por ejemplo: innumerables cuentas, copia de larguísimos enunciados o cuadros, enunciado de verbos, etc. Sin posibilidad de que el niño se organice su propio tiempo, ni haya espacio para la creatividad.
    10. Otras veces las instrucciones son claramente insuficientes, sobre todo cuando se mandan trabajos, donde normalmente solo les dan el tema, “El petróleo”, “El hambre en el mundo”, etc.
    11. Algunos profesores dan tiempo a los alumnos para que los vayan haciendo en clase, considerando exitoso el lograr terminarlos en el tiempo escolar, lo que no hace sino confirmar la bondad de realizar todo el trabajo dentro del aula.
    12. Cuantos más deberes para casa más tiempo se emplea en corregir, tal vez por eso, paradógicamente, no haya suficiente tiempo dentro del aula para hacer lo planificado( o lo necesario) y se manden para casa deberes. Y así un día y otro y otro…
    1Alfie Kohn, “La verdad acerca de los deberes”

    Germán Trugeda Escudero, padre de dos niños a los que mandan muchos deberes. 2012

  18. Nos van a volver locos.
    Así, sin más, sin consultar con nadie. Ni Profesorado, ni Asociaciones de Padrs, s Profesorado. ¿Qué diagnóstico han hecho? ¿Qué consultas han realizado? ¿Qué explicaciones están dando?
    Y como hay mayoría absoluta la ley saldrá sin retoques.
    Pura democracia. ¿No?

  19. MJA yo pediría que los que escriben en este blog, cuanto menos hicieran alguna aportación personal, por mínima que fuera ésta, evitando al mismo tiempo que dicha aportación, como es el caso, se limitara al insulto a quiénes sí lo hacen y se esfueran por mostrar una tesis del tema tratado. Se podrá estar o no de acuerdo, pero he ahí la gran virtud de los docentes: no descalificamos a nadie. Se habla, se comenta, incluso se discrepa… pero una opinión nunca puede ser, simplemente, una descalificación. Generalizo esta observación a muchas “aportaciones” de este blog. Gracias MJA and company.

  20. Yo estoy totalmente de acuerdo con el comentario, me parece una barbaridad que haya habido siete reformas educativas en tan poco tiempo, y cada una según una ideología en función de los intereses de los políticos de turno, no de los verdaderos protagonistas, que son los alumnos/as y los docentes.
    Como bien ha explicado el profesor Santos Guerra, se podrían hacer muchas cosas, salen enumeradas en el post, pero eso lleva tiempo y es caro, y entonces no interesa. También hacer referencia al comentario de mi colega Juan Carlos Muñoz, cuando se discute por la asignatura de Educación por la ciudadanía (¡Por favor!) habrá temas pedagógicos más importantes sobre los que discutir… Un saludo y abrazo a todos.

  21. Hola Germán. No pensaba volver a escribir esta semana, creo que el tema ha dado todo de sí y los comentarios carecen del menor interés, pero me ha llamado la atención tu comentario y en la medida que esporádicamente he escuchado alguna opinión parecida, me permito explicarte algunos detalles respecto a los “deberes” (hacía mucho que no escuchaba esta expresión). Uno de los objetivos, Germán, de la educación es crear autonomía en el alumnado. Autonomía de trabajo, de aprender por sí mismo. El tiempo individualizado de estudio, es un complemento natural del trabajo dirigido en el aula. O lo que es lo mismo: el alumnado debe cumplir objetivos y parte de los mismos debe alcanzarlos utilizando su propia autonomía personal. Es un afianzamiento (único, intransferible, cada alumno interioriza los conocimientos y estudia de una manera distinta). Sin esta autonomía personal, frente a las áreas o materias, frente a sí mismo (organización y aprovechamiento de los tiempos), el alumnado tendría serias deficiencias en cursos posteriores. Así de simple. Que singularmente, sean las propias familias las que no conciban que el tiempo escolar del alumno no es exclusivamente aquél que transcurre en su centro educativo, en el aula, pienso que es una simple cuestión de desconocimiento absoluto de lo que significa la enseñanza-aprendizaje y el desarrollo cognitivo de un niño o una niña. Pero para eso están los profesionales, para orientar todo ese proceso e informar a las familias. Recomiendo que se utilicen las horas de atención personalizadas por el tutor o tutora a las familias, en horario de tarde para facilitar la asistencia y para ampliar conocimientos sobre este tema. En cuanto a las actividades extraescolares, se recomienda desde todas las fuentes posibles que el niño o la niña que las cursa se sienta, en primer lugar muy identificado con ellas, que no sean simple actividad de relleno para tenerlos ocupados por las tardes. Que en definitiva, el alumnado disfrute con ellas y que no le supongan una carga añadida; en tal sentido, no se recomienda que ocupen más de una hora a diario. En caso contrario, estamos cometiendo el mayor de los errores. Los “deberes”, son un afianzamiento o una pequeña ampliación de lo ya aprendido en el aula, de aquello que ya se ha explicado. Y repito, sobre todo una interiorización de conocimientos y técnicas. Hasta que el niño o la niña no se ponga delante de un mapa mudo y sea capaz, por sí mismo, de identificar poblaciones, comunidades autónomas, etc., no habrá interiorizado ni asimilado la disposición geográfica correspondiente. Hasta que el alumno no sea capaz, por sí mismo, de plantear ese sistema de ecuaciones y resolverlo, simplemente no habrá asimilado una parte fundamental, básica de las matemáticas. Etc., etc. Por lo tanto, Germán, te doy dos consejos que te aseguro pueden ser muy valiosos de cara a la educación de tus hijos: a) seguir fielmente los dictados de los profesionales de la educación; b) prestarles a tus hijos toda la atención educativa y personalizada que puedas, es indiferente que puedas o no ayudarles en las áreas o materias: basta que estes ahí, apoyándolos; c) interiorizar que el centro educativo y la formación de tus hijos es uno de los bienes más valiosos con los que éstos cuentan en relación a su desarrollo cognitivo: ellos están, nada menos, que construyendo su propia personalidad, encontrando su lugar en el mundo. Un mundo que están comenzando a comprender, a descubrir; d) hablar, convivir con otras familias, compartir experiencias; de esa manera, se desechan teorías extrañas que ningún bien hacen al alumnado. Saludos.

  22. Mi comentario es breve: se nota quién es docente y quién no, a la hora de escribir. Creo que los últimos deberían aprender y bastante, de los primeros.

  23. Delgado:
    De verdad que no entiendo esa actitud de querer enseñar a todo el mundo y de no tener que aprender nada de nadie. Es increíble. Porque yo creo que ser profesor es tener la capacidad de aprender.

  24. Comentario para quien escribe como Delgado:
    Hace unos años escribí un libro titulado “Enseñar o el oficio de aprender”. El título refleja la idea que inspira el contenido: los profesores y profesoras, porla naturaleza de nuestra tarea, debemos aprender siempre. Esta idea, que recurrentemente aparece dn dl blog, de que los que saben de la enseñanza somos los profesores y los demás no saben nada no solo es muy inexacta sino muy peligroso. Porque nos puede cerrar al aprendizaje de aquellas cosas que los demás saben. ¿Cómo no van a saber cosas sobre la enseñanza los padres y las madres? ¿Cómo no van a saber cosas sobre la enseñanza los alumnos y alumnas?
    Claro que el profesional tiene (debe tdner) una capacitación, una especialización. Pero eso no hace que se divida el mundo entre los que saben y los que no saben. Yo no soy cineaste, pero algo sé de cine. Yo no soy médico, pero algo sé de medicina.
    Me pårece un poco petulante establecer esa línea divisoria. Y, algunas veces, resulta patético ver que quien dice saber tanto actúa de una manera tan torpe o tan equivocada.
    Más nos valiera ser humildes y estar dispuestos a aprender.
    Comentario para quien escribe como Méximo
    Resulta casi ridículo decir Que “los docentes no descalificamos a nadie”. ¿No? ¿Nunca? Yo te puedo decir que, incluso en el blog, algunos lo hacen. No se debe ser dogmático. Entre ctras cosas se te podrá objetar que tú no conoces a todos los docentes.
    Tú mismo descalificas a MJA diciendo que no aporta nada. Y tú la decalificas añadiendo a su nombre ese despectivo “and company” que no viene a cuento.
    En definitiva que eso de que nosotros sabemos y los demás no, es no solo injusto e inexacto sino perjudicial para quien lo dice.
    Yo, que también soy un profesor, me muestro dispuesto a aprender de mis alumnos, de los padre sy madres y de cualquier ciudadano.

  25. Que el amor duele, lo debe saber todo ser humano. Por eso quiero expresar el dolor que siento por esta profesion, por esta forma de “ganar la vida de los demas”, porque amo llegar cada dia a clase y empezar a “enseñar-aprender” con mis alumnos, por eso me mata el dolor de ver como, quien nunca sabrá lo que es la escuela pública, la tiene en sus manos.

    Como aquella cancion de Alejandro Sanz,”…él no te ha visto temblar, esperando… él no te ve como yo suspirando” y en cambio es él quien decide y manda el destino de este amor.

    Poetico… si, pero eso es para mi este “trabajo”, y me duele, como España a Machado, verla, a la educacion, en sus frias manos.

  26. Kike, gracias por ex`presar tan bien lo que yo siento. Hay dolor, pero no desesperación. Porque yo creo que la escuela pública es la causa de la justicia y tiene que salir adelante, a pesar de estos salteadores.

  27. Esta es un aley elitista. A la derecha le gusta favorecer a los suyos. ¿Quiénes son los que caen en las reválidas? ¿lLos que tienen en la casa un ambiente cultural, los que tienen para pagarse un profesor particular, los que tienen expectativas de futuro…? No. Caen los otros. Pero, ¿eso que le importa a la derecha?

  28. Y ahora viene el señor Wertz y dice que hay que “españolizar” a los alumnos catalanes. Porque no distingue educación de indoctrinación. A ver si se entera que educar es ayudar a que la persona decida libremente.

  29. Si la nueva Ley de Educación no ha sido consensuada y, está firmada por una persona -en mi opinión- maleducada (Wertz): Mi opinión (sin haberla leído aún) no puede ser más desfavorable, adversa y contraria.

  30. Antón: es que tú lees lo que quieres.
    ¿No has leído nada en el artículo sobre
    – el diálogo
    – las reválidas
    – el carácter elitista
    – la autonmía de los centros
    – la mala redacción

    Entopnces, ¿tú qué lees? ¿No hay “ni el más mínimo comentario”?
    Increible.

  31. José Pérez, eso no es hablar del borrador; me refiero a un análisis del tipo: “artículo 13.2, plantea, a diferencia de la aún vigente LOE…”, etc., etc. Una cosa, el análisis, otras las opiniones subjetivas no fundadas, que no interesan a nadie. O aún peor, que es lo mayoritario en la línea de Holden, opinar, comentar sin saber de lo que se habla. Característico de la población española. Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.